Perverso,
escabroso y genial Haruki Murakami. El novelista japonés indaga en el mundo de
las sectas que se retiran a las montañas donde fundan comunas de iniciación
sexual y control absoluto de los adeptos. ¿Cómo no ver en Murakami la huella de Orwell, de
Huxley, de Bradbury en libros tan capitales del siglo XX como han sido las
novelas de anticipación y denuncia 1984, Un
mundo feliz, Farenheit 451? Y volvamos
los ojos a la gran novela 1984, que
remeda con este misterioso título 1Q84. El maestro Murakami habla de la violencia
terrorista y de la violencia psicológica de los nuevos gurús, de los cambios
sociales, de las contradicciones de una época, en una novela tan densa que está
construida en 3 libros, y el tomo que recoge el libro 1 y el 2 ya tiene casi
mil páginas de un texto sin desperdicio.
Aomame,
una treintañera independiente, bella y oficiante de masajes, y Tengo, un
profesor de matemáticas capaz de reescribir la novela de una menor que llega a
convertirse en best seller. Una menor que posee muchos enigmas, no en vano fue
poseída por su propio padre, el Gran Líder.
Hay
pactos, hay secretos, hay retornos al pasado. El azar y la necesidad, la
manipulación. El mundo peculiar de Murakami, el oriente enigmático y
misterioso, la superpotencia en la que algunas sectas han cometido ataques
contra la población tan ruines como fue el gas sarín en el metro de Tokio. Y el
amor, y la melancolía. Y la vida que fluye y la muerte que acecha. Y el
maltrato, la corrupción, las pasiones elementales. Lo morboso y lo bello que se
tocan una y otra vez. La condición humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario