domingo, 31 de mayo de 2020

"Le dejamos un mundo poco grato a las nuevas generaciones" (Entrevista en Diario de Avisos, hoy, 31 mayo)

Luis León Barreto: “Le vamos a dejar un mundo poco grato a las nuevas generaciones”

Es uno de los escritores canarios más relevantes que ha dado el Archipiélago


Luis León Barreto
Luis León Barreto, escritor y periodista. DA

Luis León Barreto (La Palma, 1949) es uno de los escritores canarios más relevantes que ha dado el Archipiélago. Está considerado por la crítica como uno de los valores más representativos de la generación literaria española de narradores del reconocido boom de los años setenta.
A Luis León Barreto se le conoce fundamentalmente por su obra narrativa y muy en especial por su novela Las espiritistas de Telde, que supuso un hito en la literatura canaria y su reconocimiento internacional. Pero su obra es muy amplia y variada. Es autor de 26 libros publicados, mayoritariamente novelas, pero también libros de cuentos para adultos, cuentos para niños, ensayos, novela negra y, en menor medida, poesía.
-¿Qué le acercó a la escritura?



“Una estancia en Londres, con 19 años. No sabía inglés, trabajé de lavaplatos y ayudante de camarero. Empecé a escribir para conjurar la soledad, de ahí salió un poemario que ganó el Premio de poesía Julio Tovar 1970 y también una novela corta, finalista del premio Sésamo en el mismo año. Llevo más de 50 años escribiendo”.
-¿Qué recuerdos conserva de la Canarias de su infancia y juventud en Los Llanos de Aridane, en La Palma?
“Eran tiempos de muchas carencias, de caciquismo, religiosidad impuesta y un ambiente muy conservador, era una dictadura. De todos modos, la infancia hace que los recuerdos mejoren. Mi padre fue directivo de la UGT en el pueblo, cosa de la que jamás me habló, me informó de esto la investigadora María Victoria Hernández hace unos cinco o seis años, porque apareció un acta donde salía su nombre. Mi padre debió pasar un miedo terrible, y nunca me dijo una palabra. De los 10 o 12 miembros de la directiva, varios fueron fusilados en cualquier carretera perdida. Creo que si mi padre se salvó debió ser porque era muy católico, y supongo que lo salvó el cura del pueblo en aquellos años de la guerra civil”.
-¿Cómo vivió la lucha antifranquista en las islas y el ambiente universitario?

“En la Universidad de La Laguna las cosas empezaron a despertar justo a raíz de mayo del 68. Pasó de ser una universidad provinciana donde nunca sucedían cosas, a registrar conatos de rebeldía juvenil, manifestaciones callejeras, correr delante de los grises… A varios compañeros los detuvieron y los castigaron, a mí no, pero mi ficha política fue incrementándose. En El Día y en La Provincia hacíamos un periodismo crítico, y tuvimos multas y expedientes. Cuando me tocó el servicio militar me enviaron a La Palma con la prohibición de solo salir del cuartel en un radio de 3 kilómetros, con lo cual no podía ir a ver a mis padres. Éramos unos ocho o diez represaliados políticos. También había algún compañero enviado allí por tráfico de drogas”.
-En 1981 publicó Las espiritistas de Telde. Desde la distancia, ¿qué cree que aportó y cómo ha visto madurar su novela más célebre y una de las obras más importantes del panorama literario canario de todos los tiempos?
“En cierto modo fue una novela pionera sobre la identidad, sobre nuestro mestizaje humano y cultural. Pedro Lezcano decía que era un buen ensayo sobre la insularidad. Fue novedosa su aportación sobre la historia de nuestra gente, sobre la cultura popular, sobre la magia de la isla, la evolución de la sociedad, etc. Sobre la luz y la sombra de las islas, sobre nuestra idiosincrasia, nuestra forma de estar en el mundo. Ese sentido alegre y dramático a la vez, como decía Arozarena los canarios no tenemos una épica, morimos de uno en uno”.
-¿Considera que el reconocimiento que obtuvo con esta obra y la gran proyección de la misma ha solapado, quizás, su obra posterior?

“Las Espiritistas de Telde tuvo mucha pegada y es cierto que ha solapado la obra posterior, algo parecido debió sucederle al amigo Rafael Arozarena con Mararía, que solapó su obra poética. Y creo que Arozarena era un magnífico poeta, pero solapado por Mararía. Yo he escrito bastantes novelas, también ensayos, libros de cuentos para niños y para adultos, fui pionero en la novela negra en 1989, con Los días del paraíso. Lo menos que he hecho es poesía. Pero me conocen por Las espiritistas, aunque creo que tengo otros libros con cierta dignidad”.
-Usted pertenece a la denominada Generación del 70, del boom de la narrativa canaria ¿cuál ha sido la principal aportación de este grupo de autores?
“Los narradores de la generación del 70 fueron los primeros que abordaron la novela ambientada en las islas. Con parentesco cercano a los fetasianos, y la admiración por Arozarena e Isaac de Vega, así como por el resto de los fetasianos y por Alfonso García Ramos, el buen periodista y novelista”.
-¿Ha sido superada esta generación?
“Cualquier generación es producto de una época, nosotros fuimos producto del tardofranquismo, escribimos con mucha intensidad en aquellos años 1970-1990 y tuvimos un importante reconocimiento de público y de crítica, en su momento escandalizamos bastante. Ahora hay auge de la novela negra y los microrelatos, lo respeto, pero habría que volver a la novela-novela”.
-¿Qué visión tiene de la literatura que se hace hoy en Canarias?
“Se escribe mucho, se publica bastante. Abundan las autoediciones, sobre todo en poesía. La calidad de lo que se publica no es alta, pero hay nombres serios como Víctor Álamo de la Rosa”.
-¿Qué opina de la oferta cultural hoy en Canarias?
“Hay bastantes cosas, hay bastantes actos. Con los talleres literarios salen cada año varias docenas de nuevos escritores, pero las tiradas son muy cortas, la escritura se ha democratizado, lo cual está muy bien. Pero los lectores no crecen en la misma medida. Hoy vender aquí 200 ejemplares de un libro es una hazaña considerable. Hay una oferta múltiple, pero el 90 por ciento de lo que se publica no tiene calidad suficiente. Claro que no soy nadie para opinar, porque hay novelas maravillosas como Cien años de soledad o La casa verde que para unos cuantos son maravillosas pero para otra gente son poco digeribles. El arte es muy subjetivo”.
-¿La cultura está en crisis?
“La cultura siempre está en crisis, porque su papel es analizar los acontecimientos, construir una rebeldía instintiva, fabricar otra realidad. Creo que lo importante es que la obra tenga capacidad de juzgar a la sociedad en la que se inscribe, en el momento histórico en que se inscribe”.
-¿Qué opina de la gestión cultural hoy en las islas y en general en España?
“La gestión cultural siempre es mejorable. Se echa mucho de menos más énfasis en la lectura, más promoción de los libros. Para el 80 por ciento de los españoles los libros son prescindibles, les resulta absurdo pagar 25 euros por una novela, prefieren ir a tomarse unas cañas. Por eso, se vende poca obra, aunque hay un sector que es lector a contracorriente, sobre todo en la franja de edad entre 16-25 años, sobre todo las mujeres universitarias.

jueves, 21 de mayo de 2020

Las 2 estrategias contra el coronavirus


Varias personas protegidas con mascarilla en Valencia.

La presente pandemia ha destapado las enormes carencias de los sistemas políticos actuales, su generalizada incapacidad para tomar decisiones sensatas. Los conocimientos avanzan, la información fluye a una velocidad de vértigo pero las sociedades se muestran aterradas, paralizadas, desorientadas ante fenómenos que, lejos de ser novedosos, suceden de forma recurrente. Hemos contemplado una clase política demasiado pendiente de su imagen, una población extremadamente asustadiza, alarmada por los medios de comunicación; muchas respuestas improvisadas y pocas estrategias coherentes. Abundaron las medidas que aparentan seguridad, más dirigidas a tranquilizar momentáneamente al público que a aportar soluciones permanentes. Y escasearon otras más eficaces, pero que requieren ciertas dosis de sinceridad, visión de largo plazo, valentía y generosidad.


Como excepciones pueden citarse dos estrategias, ambas coherentes, pero completamente opuestas. La primera, ejemplificada por Corea del Sur, empeñada en suprimir la enfermedad utilizando medios tecnológicos avanzados. La segunda, abanderada por Suecia, dirigida a mitigar y, sobre todo, a reconducir los contagios, buscando la inmunidad colectiva con el menor número posible de fallecidos. Las dos vías son dispares en planteamiento, método y objetivos, con distintas fortalezas y riesgos. Pero coinciden en algo fundamental: ambas descartaron el confinamiento generalizado de la población y el cierre de la actividad económica.

(Juan M. Blanco en www.vozpopuli.com)

En tiempos oscuros, no quedarse quieto (Woody Allen)


163 mejores imágenes de Woody Allen | Woody allen, Cine y Director ...

"En los tiempos oscuros es agradable sentir que uno no se queda quieto e inactivo, pasivo como una ameba aplastada por la demencial irracionalidad del universo o incluso por situaciones negativas que uno mismo ha provocado. Es importante creer que uno está haciendo algo al respecto"

(Woody Allen, en "A propósito de nada", autobiografía, en Alianza Editorial)

martes, 19 de mayo de 2020

CELEBRACIÓN


40 Fotos de Tartas ¡Súper Originales! - Cocina.es

Alberto y Sonia cumplían en el mismo mes los 50, y por ello decidieron convocar a un grupo de amigos en el restaurante que más les gustaba. Allí disfrutarían la algarabía con compañeros de la infancia, colegas de la universidad, algún pariente. Anécdotas divertidas, recuerdos, y la constatación de que la lanza del tiempo todo lo hiere. Su único hijo, Arturo, en la mesa presidencial con su ultima pareja, que tal vez no sería la última.
Al llegar la medianoche se fueron al mejor hotel recién inaugurado. En el MP3 pusieron el Bolero de Ravel, su crescendo les recordaba noches de vino y rosas cuando el deseo era tan punzante, irresistible. Pero Alberto y Sonia casi habían perdido las ganas, no en vano llevaban casados veinticuatro años. Por eso antes del amanecer cada uno fue discretamente al baño y satisfizo sus deseos en solitario.

(De Cuentos traviesos/Cuentos gozosos, Mercurio Editorial)


lunes, 18 de mayo de 2020

Dos poemas de Rupi Kaur (India-Canadá)

el último día de amor
mi corazón se hizo añicos dentro de mi cuerpo

me pasé toda la noche
haciendo conjuros para que volvieras
cogí las últimas flores
que me regalaste
ahora se marchitan en el jarrón
una
a
una
les arranqué los pétalos
y me los comí

coloqué una toalla a los pies de cada puerta

vete le dije al aire
no me sirves para nada
corrí todas las cortinas de la casa

márchate le dije a la luz
nadie va a entrar
nadie va a salir

cementerio

te fuiste
y todavía te quería
opero me merecía a alguien
que estuviera dispuesto a quedarse

me poaso los días en la cama debilitada por la pérdida
intento llorarte para que vuelvas
pero el agua se ha acabado
y todavía no has regresado
me pellizco la tripa hasta que sangra
he perdido la cuenta de los días
el sol se vuelve luna y
la luna se vuelve sol y 
yo me vuelvo un fantasma
una docena de pensamientos distintos
me pasan por la cabeza a cada segundo
debes de estar volviendo
quizá sea meor que no
estoy bien
no
estoy enfadada

te odio
tal vez
no puedo pasar página
lo haré
te perdono
quiero arrancarme el pelo
una y otra vez
hasta que mi mente se quede en silencio
ayer
la lluvia intentó imitar mis manos
deslizándose por tu cuerpo
hice pedazos al cieo por permitirlo

(traducción Elvira Sastre)


El sol y sus flores, de Rupi Kaur

miércoles, 13 de mayo de 2020

Tras la pandemia, hay que cambiar las prioridades


El coronavirus ni se creó, ni se escapó de un laboratorio
  • "La gran cuestión es si volveremos o no al mismo tipo de vida, al mismo modelo productivo y mercado de trabajo precario, al mismo modelo de sociedad desigual"
  • "Si no somos capaces de sacar algunas enseñanzas básicas de esta crisis donde se ha evidenciado que lo importante es la vida y la salud, no tenemos arreglo como especie"
  • "La principal lección de la crisis es que hay que cambiar las prioridades a partir de la respuesta objetiva a la pregunta ¿qué es lo realmente importante para la Humanidad?"
  • ¿Cómo ha de cambiar nuestra vida tras la pandemia? Habría de ser a partir de la respuesta objetiva a la pregunta ¿qué es lo realmente importante para la Humanidad? No podemos volver de forma empeorada a lo mismo que antes, a la crisis económica y social gestionada por los adoradores de Milton Friedman, a la emergencia climática, a la absoluta incertidumbre en la que vivimos. Debe producirse un cambio de paradigma para que el mundo cambie de base y se organice, no al servicio del lucro de unas élites, sino del bien común, de un planeta sano y de la protección y bienestar del ser humano.  La principal lección de la crisis del coronavirus es que hay que cambiar las prioridades

  • (Agustín Moreno, en www.cuartopoder.es)

martes, 12 de mayo de 2020

La peste, de Albert Camus

"Las plagas, en efecto, son una cosa común pero es difícil creer en las plagas cuando las ve uno caer sobre su cabeza. Ha habido en el mundo tantas pestes como guerras y sin embargo, pestes y guerras cogen a las gentes siempre desprevenidas. El doctor Rieux estaba desprevenido como lo estaban nuestros ciudadanos y por esto hay que comprender sus dudas. Por esto hay que comprender también que se callara, indeciso entre la inquietud y la confianza. Cuando estalla una guerra las gentes se dicen: "Esto no puede durar, es demasiado estúpido." Y sin duda una guerra es evidentemente demasiado estúpida, pero eso no impide que dure. La estupidez insiste siempre, uno se daría cuenta de ello si uno no pensara siempre en sí mismo. Nuestros conciudadanos, a este respecto, eran como todo el mundo; pensaban en ellos mismos; dicho de otro modo, eran humanidad: no creían en las plagas. La plaga no está hecha a la medida del hombre, por lo tanto el hombre se dice que la plaga es irreal, es un mal sueño que tiene que pasar. Pero no siempre pasa, y de mal sueño en mal sueño son los hombres los que pasan, y los humanistas en primer lugar, porque no han tomado precauciones. Nuestros conciudadanos no eran más culpables que otros, se olvidaban de ser modestos, eso es todo, y pensaban que todavía todo era posible para ellos, lo cual daba por supuesto que las plagas eran imposibles. Continuaban haciendo negocios, planeando viajes y teniendo opiniones. ¿Cómo hubieran podido pensar en la peste que suprime el porvenir, los desplazamientos y las discusiones? Se creían libres y nadie será libre mientras haya plagas."
(De anecdotasdecinemusicayarte.blogspot.com)

viernes, 1 de mayo de 2020

Romance del prisionero (poema en el mes de Mayo)

Que por mayo era, por mayo
cuando los grandes calores,
cuando los enamorados
van servir a sus amores,
sino yo, triste mezquino,
que yago en estas prisiones,
que ni sé cuándo es de día,
ni menos cuándo es de noche
sino por una avecilla
que me cantaba al albor:
matómela un ballestero;
¡déle Dios mal galardón!
Anónimo