LUIS LEON BARRETO ------------------------------------------------------------------------------------------correo: leonbarreto49@gmail.com
jueves, 30 de abril de 2015
El Jesucristo judío de "La Crucifixión Blanca" (Chagall)
El gran pintor de origen bielorruso Chagall hizo esta composición titulada "El Crucifijo Blanco" y ha dado pie a múltiples interpretaciones. En primer lugar, el Jesucristo que aparece en el centro de la composición no está visto como el fundador del cristianismo sino como un judío más que pasa penalidad y muerte. En el resto del cuadro, a la izquierdea, aparecen banderas rojas de la Revolución Rusa que destruyen aldeas; la barca simboliza el éxodo del pueblo judío; en la parte superior del crucifijo aparecen rabinos y profetas de la religión hebrea. A la derecha, una gran llamarada nos habla del cerco a los judíos en la Alemania nazi. Precisamente, aunque sea difícil de apreciar, el incendiario lleva una esvástica. En la parte inferior está el candelabro de siete brazos y personas huyendo de la persecución.
miércoles, 29 de abril de 2015
Desgracias en el mar: el chapapote ruso y el misterio del Fausto
Hay
cosas que se nos van de las manos por imprudencia, por imprevisión y hasta por
ignorancia. Recordemos el caso del Prestige y las toneladas de suciedad que
lanzó sobre las playas gallegas, portuguesas e incluso de Francia, en una de
las mayores catástrofes ambientales que se recuerdan. El ministro responsable,
señor Alvarez Cascos, se fue de cacería cuando urgía tomar determinaciones. Parece
que no somos un país muy eficiente si en el puerto grancanario un pesquero ruso
origina la misma secuencia de despropósitos, se incendia, ese fuego no llega a
ser controlado, retrasos en la actuación y negligencias son evidentes y al
final, después de varias disquisiciones, es alejado hacia alta mar por el
riesgo que entraña en el puerto, donde se almacena una gran cantidad de
combustible que podría ocasionar unas explosiones descomunales. El barco es
alejado, primero en una dirección, luego en otra diferente y al final se hunde,
con el riesgo manifiesto de ir expulsando su carga de fuel. Los protocolos de
actuación se han revelado anticuados y tercermundistas aunque las previsiones
de las autoridades eran de gran optimismo, no llegará a afectarnos, eso se dijo.
Está suficientemente lejos y tanto los vientos como las corrientes ayudan para
que la contaminación no toque en el archipiélago sino que camine hacia el
Caribe. Pero al cabo de los días, ni los vientos ni las corrientes son capaces
de mandar bien lejos la mancha de los vertidos, sino que –al contrario– el
Atlántico comienza a devolver hacia las costas más próximas importantes
volúmenes de hidrocarburos que los voluntarios se afanan en recolectar con
medios insuficientes mientras denuncian las incompetencias de las autoridades
que han puesto en riesgo una vez más los ecosistemas marinos.
¿Nos
gobierna la fatalidad, eso que los antiguos llamaban “el destino” o nos
gobierna la falta de conocimiento, la incompetencia? Tal vez las autoridades
portuarias deberían gobernar de otra forma estas crisis, que sin duda pueden
repetirse dado el gran volumen de barcos que acuden a nuestros puertos y que
circundan nuestras aguas. Deberían hacerse más ejercicios de prevención, toda
suerte de simulacros para que sepamos a qué atenernos. El puerto no tiene
servicio de bomberos, como sucede en otros puertos similares. Pero ciertamente,
en esto de las tragedias del mar hay casos que parecen cargados de una enorme dosis
de desgracia y hasta llegan a la categoría de enigmas. Existe un gran historial
en el mundo de naufragios y hasta de barcos fantasma, hay noticias que se
repiten una y otra vez para desconsuelo de los familiares. Así podemos definir
la desaparición del pesquero Fausto, perdido en el Atlántico en 1968 tras lo
que debía haber sido una sencilla travesía desde la isla de El Hierro al puerto
de Tazacorte, en La Palma. En aquella ocasión lo que sabemos es tan escaso, tan
sorprendente y contradictorio que nos aporta una gran carga de misterio. Cuatro
hombres dejaron su vida en un extraño suceso, que quizá nunca vaya a ser
aclarado.
Luis
Javier Velasco Quintana es grancanario y desde hace años investiga y divulga
hechos y fenómenos anómalos. Socio fundador de la Nueva Asociación Canaria para
la Edición (NACE), ha colaborado en Cuarto Milenio y otros programas
televisivos y radiofónicos. El Fausto. Historia
y misterio de una tragedia es el interesante libro que ha publicado recientemente, en
sus 356 páginas recoge una recreación de aquellos lejanos acontecimientos de
hace casi medio siglo años e intenta llegar al final de la historia, en la
medida de lo posible. Porque este caso está envuelto en muchas zonas de sombra.
De cualquier modo, entrevista a los familiares de los desaparecidos, rastrea
documentación, investiga en lo que dijeron los medios de comunicación en
Canarias y Venezuela, desvela información militar que estaba clasificada y, en
definitiva, nos ofrece un testimonio vivo y exhaustivo de aquella tragedia que
dejó penalidades económicas para las familias de los desaparecidos. Ya en
octubre del año 2000 había participado en una mesa redonda sobre la
desaparición del pesquero en el Club Prensa Canaria, y había publicado un
trabajo en la revista Enigmas del hombre y del universo.
Casi
cincuenta años después de la tragedia, todavía quedan muchas interrogantes en
el aire. El libro de Velasco nos habla del gran dispositivo aeronaval que se
empleó en aquella búsqueda infructuosa, la mayor operación de rescate de la
historia de Canarias. El barco transportaba plantones de platanera y cajas de
dinamita para atender a las nuevas plantaciones que agricultores palmeros
estaban haciendo en El Hierro. Así, el libro rescata a los protagonistas de la
historia, la primera desaparición, en la madrugada del sábado 20 al domingo 21
de julio de aquel lejano 1968, en una singladura que no debía exceder de las
ocho horas de navegación. Partió desde Frontera, en una madrugada de niebla y
nunca llegaron a su destino. Cuatro días después, a las 3 y media de la
madrugada del 25 de julio fueron localizados por un mercante inglés, el Duquesa,
bastante desviados, al oeste de la ruta que debían haber seguido. Les facilitaron
comida y combustible y les indicaron el rumbo correcto. De este modo, el Fausto
debía llegar a su destino a las pocas horas pero, a pesar del dispositivo de
búsqueda que se montó, no se produjo la buena nueva.
No
sería hasta muchas semanas después, el 9 de octubre, cuando el motopesquero fue
por fin hallado por un mercante italiano, el Anna Di Maio, cuyos tripulantes
encuentran solo un cadáver a bordo, sin rastro de los otros tres hombres. El
hallazgo se produjo casi a medio camino entre La Palma y Venezuela. Las especulaciones
fueron descomunales, y lo peor fue que el pesquero se hundió cuando iba siendo
remolcado hacia Puerto Cabello, en Venezuela, tal vez influyó en el hundimiento
la excesiva velocidad del mercante italiano. El único cadáver a bordo estaba
aferrado al transmisor de radio, desnudo. Por desgracia no aparecieron los
efectos personales de los cuatro hombres y –lo que es mucho más grave– alguien
destruyó el testimonio que el último en morir había dejado para explicar las
circunstancias de la tragedia. Tan solo se salvó la última hoja que escribió
Julio García Pino para su viuda, unas pocas líneas escritas a lápiz en la que
le da instrucciones y se despide con un terrible: “Adiós amor”. Casi 20
huérfanos quedaban desamparados.
jueves, 23 de abril de 2015
Mis 2 nuevos libros en la Feria del Libro de La Orotava
Soy fundamentalmente un narrador, pero eso no significa que mi curiosidad se haya quedado ahí. He escrito novela, relatos, cuentos para niños, novela negra, dos libros de poesía y también innumerables ensayos. En páginas literarias, en revistas especializadas, en intervenciones variadas he ido dejando señales de un pensamiento, digamos una fundamentación teórica de mi trabajo literario. La isla, el aislamiento, la identidad, el ahondamiento en el espacio mítico insular, ese contradictorio, múltiple y mestizo espacio de los insulares, partiendo del entendimiento de que la vida en una isla conlleva unas características específicas que en el siglo XXI, el siglo de internet y las comunicaciones virtuales, no tienen por qué ser un lastre como lo fueron en el XIX.
"La literatura y la vida" (Mercurio Editorial) a lo largo de sus 361 páginas recoge un muestrario de la ensayística que he abordado a lo largo de 45 años de actividad literaria y periodística desde que en 1970 obtuviera el premio de poesía Julio Tovar en Santa Cruz de Tenerife, cuando apenas tenía 20 años. Se integran en este libro artículos de opinión, intervenciones en universidades, análisis de obras de arte, presentaciones de libros de otros y de exposiciones artísticas, conferencias, crítica literaria, referencias sobre cine y teatro, pregones de fiestas
He aquí algunos de los enunciados que figuran en el índice de este libro: "Tradición y vanguardia en cinco siglos de literatura en Canarias", "El mar en Tomás Morales, Pedro García Cabrera y Manuel Padorno", "La dificultad de ser canarios", "Literatura y contradiscurso en tiempos postmodernos", "Ausencia y presencia de la mujer en la literatura de Canarias", "Atlantismo y magia: entre la Atlántida y San Borondón", "El agua y el fuego en la noche de San Juan", "El sentimiento del mar en textos de la narrativa y la poesía canaria", "1898-1998, la crisis del fin de siglo. Periodismo y sociedad en Canarias", "Los narradores canarios y Mario Vargas Llosa", "Aridane: la infancia es la era de los sueños", "Locos, de Leopoldo María Panero y Luis Arencibia, un ejercicio de lucidez", "Montiano Placeres, en la senda de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez", "Carta a Cervantes", "Gunter Grass: un aguafiestas ante la nueva Europa", "Pino Ojeda, una pionera", "Juan Bordes en el CAAM", "La Palma en el corazón", etc.
Se trata, pues, de un conjunto de temas sobre los que he reflexionado en distintos momentos de una dilatada biografía y que constituyen el traslado a los lectores de mi personal cosmovisión, tanto del mundo artístico-literario como de aquellos aspectos sociales o circunstancias culturales que determinan el contexto en el que se manifiestan. Son, pues, materiales que propician el análisis y la comprensión de la cultura en el entorno insular.
Por otro lado, la novela "Las espiritistas de Telde" llega a su 8ª edición, y figura con el número 1 en la serie de cinco obras clásicas de la literatura canaria que publica Cam-Pds, editorial de Plácido Checa. Se trata de una novela muy difundida, traducida a cinco idiomas, y que en 1981 obtuvo el premio Vicente Blasco Ibáñez en Valencia. Las otras obras que figuran en este lanzamiento son "Nos dejaron el muerto", de Víctor Ramírez; "Bastardos de Bardinia", de Emilio González Déniz; "Me mataron tan mal", de José Luis Correa y "El dulzor de la tierra", de Francisco J. Quevedo.
En la Feria del Libro de La Orotava serán presentados los dos libros este viernes 24 a las 18.30, por Rosario Valcárcel.
Posteriormente, en la Feria del Libro de Las Palmas será comentada "Las espiritistas de Telde", y los otros cuatro textos que la acompañan, el miércoles 29 a las 17.15. Y en el Museo Domingo Rivero de Las Palmas será presentado el texto "La literatura y la vida", el 4 de junio.
"La literatura y la vida" (Mercurio Editorial) a lo largo de sus 361 páginas recoge un muestrario de la ensayística que he abordado a lo largo de 45 años de actividad literaria y periodística desde que en 1970 obtuviera el premio de poesía Julio Tovar en Santa Cruz de Tenerife, cuando apenas tenía 20 años. Se integran en este libro artículos de opinión, intervenciones en universidades, análisis de obras de arte, presentaciones de libros de otros y de exposiciones artísticas, conferencias, crítica literaria, referencias sobre cine y teatro, pregones de fiestas
He aquí algunos de los enunciados que figuran en el índice de este libro: "Tradición y vanguardia en cinco siglos de literatura en Canarias", "El mar en Tomás Morales, Pedro García Cabrera y Manuel Padorno", "La dificultad de ser canarios", "Literatura y contradiscurso en tiempos postmodernos", "Ausencia y presencia de la mujer en la literatura de Canarias", "Atlantismo y magia: entre la Atlántida y San Borondón", "El agua y el fuego en la noche de San Juan", "El sentimiento del mar en textos de la narrativa y la poesía canaria", "1898-1998, la crisis del fin de siglo. Periodismo y sociedad en Canarias", "Los narradores canarios y Mario Vargas Llosa", "Aridane: la infancia es la era de los sueños", "Locos, de Leopoldo María Panero y Luis Arencibia, un ejercicio de lucidez", "Montiano Placeres, en la senda de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez", "Carta a Cervantes", "Gunter Grass: un aguafiestas ante la nueva Europa", "Pino Ojeda, una pionera", "Juan Bordes en el CAAM", "La Palma en el corazón", etc.
Se trata, pues, de un conjunto de temas sobre los que he reflexionado en distintos momentos de una dilatada biografía y que constituyen el traslado a los lectores de mi personal cosmovisión, tanto del mundo artístico-literario como de aquellos aspectos sociales o circunstancias culturales que determinan el contexto en el que se manifiestan. Son, pues, materiales que propician el análisis y la comprensión de la cultura en el entorno insular.
Por otro lado, la novela "Las espiritistas de Telde" llega a su 8ª edición, y figura con el número 1 en la serie de cinco obras clásicas de la literatura canaria que publica Cam-Pds, editorial de Plácido Checa. Se trata de una novela muy difundida, traducida a cinco idiomas, y que en 1981 obtuvo el premio Vicente Blasco Ibáñez en Valencia. Las otras obras que figuran en este lanzamiento son "Nos dejaron el muerto", de Víctor Ramírez; "Bastardos de Bardinia", de Emilio González Déniz; "Me mataron tan mal", de José Luis Correa y "El dulzor de la tierra", de Francisco J. Quevedo.
En la Feria del Libro de La Orotava serán presentados los dos libros este viernes 24 a las 18.30, por Rosario Valcárcel.
Posteriormente, en la Feria del Libro de Las Palmas será comentada "Las espiritistas de Telde", y los otros cuatro textos que la acompañan, el miércoles 29 a las 17.15. Y en el Museo Domingo Rivero de Las Palmas será presentado el texto "La literatura y la vida", el 4 de junio.
miércoles, 22 de abril de 2015
Matar en las aulas y crisis social
Los antiguos
valores han caducado y han sido sustituidos por nuevos valores de
competitividad, malcriadez y violencia, a lo cual ayuda una televisión soez,
una cultura que prima lo superficial y lo frívolo. Cada día puede ocurrir algo
terrible: un barco repleto de inmigrantes se hunde a las puertas de Italia, un
alumno de 13 años mata a un profesor en un instituto de Barcelona, la Agencia
Tributaria se entera, por fin, de que el fraude y la evasión fiscal en este
país son un escándalo pero el que manda decide que no conozcamos la lista de
los sinvergüenzas. Falta menos de un mes para las elecciones locales, y hay que
esperar que algo pueda cambiar en este país tan enfermo de “autoodio”, según
dice el intelectual catalán Félix de Azúa, que se ha mudado a Madrid a la vista
del ambiente enrarecido en que vive su región. Ha hecho estas declaraciones:
“España es un país donde se predica la envidia, y no se soporta a la gente que
sobresale. No hay nadie que odie más a España que los españoles, hay vendedores
de odio en los partidos nacionalistas y no hay nada más asombroso que la
valoración que se ha dado a la investigación científica, al estudio, a la
cultura. Los mediocres que nos mandan necesitan que todos seamos mediocres. Hay
perezas espirituales tremendas, hemos abdicado de muchos valores. Este es un
país tan conflictivo, tan antipático, tan violento, tan agresivo, y, sobre
todo, tan maleducado… Los orígenes de todo esto podrían radicar en la
convivencia con el islam durante 800 años, lo cual produjo un desgarro
espiritual enorme. Hubo expulsión de judíos y moriscos y hasta el siglo XVIII
se adjudicaban puestos de trabajo según la limpieza de sangre. Lo que más me
molesta es la aspereza en el trato y lo mal que se habla, me escandaliza la
permisividad que se da con el lenguaje zafio y grosero, si hablamos de esa
manera y si nuestro nivel cultural es el que es, dudo que realmente España
pertenezca a Europa.”
¿Cómo es posible que aquí un chico de 13 años se haya lanzado a matar en su centro? ¿Es que ya somos como la sociedad norteamericana, donde acontecimientos como este son casi cotidianos? Tal vez sea que ni la enseñanza ni los profesores estén debidamente valorados en nuestro entorno. En 1990 el PSOE aprueba la LOGSE, que crea más institutos y garantizaba la educación hasta los 16 años. Para algunos docentes, lo estropeó todo porque devaluó la enseñanza, empezó a disminuir la autoridad del profesor y regaló aprobados aunque los alumnos no cumpliesen los mínimos exigibles. Los profesores se vieron desposeídos de credibilidad. Dejaron de valorarse el esfuerzo y la memoria y la sociedad estimó que los profesores tienen demasiadas vacaciones, son vagos e incompetentes. Con la euforia de la burbuja, los alumnos preferían irse a trabajar a la construcción en vez de seguir sus estudios. A los niños no se les puede contradecir, no se les puede exigir, no se les puede inculcar el sentido de disciplina, la paciencia, el estudio. A los alumnos no se les puede poner límites, no se les puede imponer normas. Los alumnos y sus padres entendieron que la democracia consiste en libertad y pasotismo, cada cual puede hacer lo que le venga en gana. Los docentes se vieron desbordados porque nadie les advirtió a los alumnos que los profesores deben ser respetados y a clase se viene a aprender asignaturas, lo cual exige dedicación. Los Consejos Escolares contribuyeron a la malcriadez, los profesores tenían que complacer a los alumnos y dar el aprobado al final del curso aunque apenas hayan leído un libro, aunque apenas hayan mostrado interés.
Entretanto, la sociedad ha construido sus iconos preferidos: elogio del consumo, cultivo de la codicia, el famoseo y el dinero por encima de todos los valores. Desparece lo colectivo y lo solidario, todo se privatiza, lo público se desmorona para facilitar el lucro de unas minorías, la enseñanza pública y la sanidad se devalúan. El viejo lema Libertad, Igualdad, Fraternidad es sustituido por la especulación financiera, la cultura de la corrupción. Todo vale, cada vez hay menos frenos morales. Los alumnos aspiran a ser celebridades, a tener una vida cómoda, a ser estrellas del fútbol o de la canción, a meterse en política. En los tiempos de la burbuja no era necesario tener estudios para conseguir buenos sueldos, para qué estudiar si un albañil ganaba dinerales. Una sociedad en la que la educación carece de importancia. En los conflictos entre profesores y alumnos, los padres suelen ponerse de parte de sus hijos sin valorar el esfuerzo de los enseñantes. Los padres nos hemos ido descolgando de los deberes de exigencia. Cuando se desintegró la burbuja inmobiliaria y el paro se disparó, nadie se dio cuenta de que el bajón en la enseñanza era una cuestión grave. Los informes PISA revelan la escasa comprensión lectora de los alumnos, el abultado fracaso escolar.
En el caso del niño que mató en un instituto ¿nadie pudo darse cuenta del peligro que conllevaba su afición a las armas, los DVDs y videojuegos violentos en su habitación, los croquis detallados del interior del instituto, con una rigurosa descripción de pasillos, aulas y salidas de emergencia? ¿Nadie hizo caso a las amenazas que profería cuando afirmaba que iba a hacer una matanza? En su cuarto la policía encontró ballestas, un cuchillo de grandes dimensiones, escopetas con balines. También dibujos que parecen reflejar personajes de series violentas de televisión, zombis y otros monstruos, lo que confirmaría las tesis de que es un aficionado a series de televisión americanas violentas y donde los personajes, como en Walking Dead, también utilizan armas. El menor entró en el instituto con una ballesta, un machete y un cóctel molotov que no pudo lanzar. En internet cualquiera puede enterarse de cómo fabricar un cóctel molotov, una ballesta, o explosivos. ¿Quién le proporcionó líquido inflamable para el cóctel molotov?
Quizá prefiramos todos lavarnos las manos, mirar hacia otra parte. Tal vez sea que la permisividad, la indiferencia moral, han erradicado el viejo concepto católico de la culpa, tal vez hemos pasado de sentir sobre nosotros la vieja amenaza del infierno a la sensación de que vivimos en una comunidad dedicada a los placeres del paraíso, todo vale con tal de disfrutar la vida ya que los culpables no somos nosotros sino los otros. La conciencia crítica ha muerto y se incrementa la agresividad, paso previo de la violencia.
¿Cómo es posible que aquí un chico de 13 años se haya lanzado a matar en su centro? ¿Es que ya somos como la sociedad norteamericana, donde acontecimientos como este son casi cotidianos? Tal vez sea que ni la enseñanza ni los profesores estén debidamente valorados en nuestro entorno. En 1990 el PSOE aprueba la LOGSE, que crea más institutos y garantizaba la educación hasta los 16 años. Para algunos docentes, lo estropeó todo porque devaluó la enseñanza, empezó a disminuir la autoridad del profesor y regaló aprobados aunque los alumnos no cumpliesen los mínimos exigibles. Los profesores se vieron desposeídos de credibilidad. Dejaron de valorarse el esfuerzo y la memoria y la sociedad estimó que los profesores tienen demasiadas vacaciones, son vagos e incompetentes. Con la euforia de la burbuja, los alumnos preferían irse a trabajar a la construcción en vez de seguir sus estudios. A los niños no se les puede contradecir, no se les puede exigir, no se les puede inculcar el sentido de disciplina, la paciencia, el estudio. A los alumnos no se les puede poner límites, no se les puede imponer normas. Los alumnos y sus padres entendieron que la democracia consiste en libertad y pasotismo, cada cual puede hacer lo que le venga en gana. Los docentes se vieron desbordados porque nadie les advirtió a los alumnos que los profesores deben ser respetados y a clase se viene a aprender asignaturas, lo cual exige dedicación. Los Consejos Escolares contribuyeron a la malcriadez, los profesores tenían que complacer a los alumnos y dar el aprobado al final del curso aunque apenas hayan leído un libro, aunque apenas hayan mostrado interés.
Entretanto, la sociedad ha construido sus iconos preferidos: elogio del consumo, cultivo de la codicia, el famoseo y el dinero por encima de todos los valores. Desparece lo colectivo y lo solidario, todo se privatiza, lo público se desmorona para facilitar el lucro de unas minorías, la enseñanza pública y la sanidad se devalúan. El viejo lema Libertad, Igualdad, Fraternidad es sustituido por la especulación financiera, la cultura de la corrupción. Todo vale, cada vez hay menos frenos morales. Los alumnos aspiran a ser celebridades, a tener una vida cómoda, a ser estrellas del fútbol o de la canción, a meterse en política. En los tiempos de la burbuja no era necesario tener estudios para conseguir buenos sueldos, para qué estudiar si un albañil ganaba dinerales. Una sociedad en la que la educación carece de importancia. En los conflictos entre profesores y alumnos, los padres suelen ponerse de parte de sus hijos sin valorar el esfuerzo de los enseñantes. Los padres nos hemos ido descolgando de los deberes de exigencia. Cuando se desintegró la burbuja inmobiliaria y el paro se disparó, nadie se dio cuenta de que el bajón en la enseñanza era una cuestión grave. Los informes PISA revelan la escasa comprensión lectora de los alumnos, el abultado fracaso escolar.
En el caso del niño que mató en un instituto ¿nadie pudo darse cuenta del peligro que conllevaba su afición a las armas, los DVDs y videojuegos violentos en su habitación, los croquis detallados del interior del instituto, con una rigurosa descripción de pasillos, aulas y salidas de emergencia? ¿Nadie hizo caso a las amenazas que profería cuando afirmaba que iba a hacer una matanza? En su cuarto la policía encontró ballestas, un cuchillo de grandes dimensiones, escopetas con balines. También dibujos que parecen reflejar personajes de series violentas de televisión, zombis y otros monstruos, lo que confirmaría las tesis de que es un aficionado a series de televisión americanas violentas y donde los personajes, como en Walking Dead, también utilizan armas. El menor entró en el instituto con una ballesta, un machete y un cóctel molotov que no pudo lanzar. En internet cualquiera puede enterarse de cómo fabricar un cóctel molotov, una ballesta, o explosivos. ¿Quién le proporcionó líquido inflamable para el cóctel molotov?
Quizá prefiramos todos lavarnos las manos, mirar hacia otra parte. Tal vez sea que la permisividad, la indiferencia moral, han erradicado el viejo concepto católico de la culpa, tal vez hemos pasado de sentir sobre nosotros la vieja amenaza del infierno a la sensación de que vivimos en una comunidad dedicada a los placeres del paraíso, todo vale con tal de disfrutar la vida ya que los culpables no somos nosotros sino los otros. La conciencia crítica ha muerto y se incrementa la agresividad, paso previo de la violencia.
martes, 21 de abril de 2015
¿Crisis de valores? No: imperan nuevos valores peligrosos
Eduardo Sanguinetti, Mar del Plata, Argentina
Se dice que asistimos, en vida, a una situación de crisis absoluta de valores. Una absoluta crisis de lo absoluto. Pero no hay exactamente crisis de valores, imperan unos nuevos, demasiado publicitados, apenas identificados, tanto más peligrosos, cuanto menos se discuten. El comisionado de la ONU para los Refugiados informó que el total de refugiados es de 53 millones de personas, una cifra semejante a los 55 millones de refugiados de la Segunda Guerra Mundial.
Con la desaparición de la URSS y el comunismo, se anunciaba un mundo capitalista globalizado, desde un libro mediocre publicitado hasta el hartazgo ‘El fin de la Historia’, de un escriba del imperio de nombre Fukuyama. Aquí, se manifestaba un mundo porvenir sin tensiones, homogéneo, que cantaba loas al capitalismo cual Olimpo, en donde todo ciudadano del mundo iba a acceder a la riqueza en el marco de una visión económica y política sin fisuras.
Todo ha sido un pliegue de espectáculo: el futurólogo Fukuyama ha fallado en sus pronósticos a presión, el capitalismo frustró toda posibilidad de entendimiento entre las naciones, imponiendo el denominado pensamiento único, instalando las democracias simuladas en países de las más diversas latitudes, a fuerza de genocidios y destrucción de culturas milenarias.
Incluso las Naciones Unidas han obviado sus principios rectores, pues las finanzas, que manipulan el entramado vacuo en que han convertido a este planeta, se encuentran fuera de la ONU, donde los asuntos de núcleo como derechos humanos, medio ambiente, paz, educación… son irrelevantes a los poderosos y groseros “ricachones”.
Y me pregunto: ¿La Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada sin ningún voto en contra en 1948, en Asamblea General, sería aprobada hoy?…se ha olvidado que en el contexto de naciones se estuvo a punto de aprobar un plan global para un Orden Económico basado en la justicia social internacional, en la solidaridad y en el derecho internacional.
Durante la existencia de la URSS, el imperio capitalista aceptaba la necesidad de solucionar los problemas sociales, a participar de la redistribución de la riqueza, aceptaba a los sindicatos como interlocutores válidos de los trabajadores, reconociendo que era indispensable la necesidad de los controles de equidad.
Recuerdo la fallida frase del ex-actor, ex-presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan: “la pobreza genera pobreza, la riqueza genera riqueza, así es que hay que apoyar a los ricos, no a los pobres”. Esta frase se ha convertido en regla y ley. La soberanía de una nación tiene en el presente un precio, que pueden pagar los ricos, los que financian guerras, trafican menores en negocio de la prostitución, los narcotraficantes, para quienes no existen leyes, ni controles de organismos nacionales o internacionales, son impunes. Súper héroes del tercer milenio, bestias fluyentes.
La crisis de credibilidad de partidos y movimientos políticos es alarmante, como así también la de los candidatos, funcionales a las transnacionales, con siliconadas imágenes, sin contenido de ideas, ideales y sueños de un mundo a vivir; se trata de dar la sensación de enfrentarnos a candidatos apolíticos, propios del nuevo sistema: éxito publicitario, altísimo costo de marketing, esto es, elevado a objeto de consumo. Sólo imágenes al borde de una pesadilla.
Con la desaparición de la URSS y el comunismo, se anunciaba un mundo capitalista globalizado, desde un libro mediocre publicitado hasta el hartazgo ‘El fin de la Historia’, de un escriba del imperio de nombre Fukuyama. Aquí, se manifestaba un mundo porvenir sin tensiones, homogéneo, que cantaba loas al capitalismo cual Olimpo, en donde todo ciudadano del mundo iba a acceder a la riqueza en el marco de una visión económica y política sin fisuras.
Todo ha sido un pliegue de espectáculo: el futurólogo Fukuyama ha fallado en sus pronósticos a presión, el capitalismo frustró toda posibilidad de entendimiento entre las naciones, imponiendo el denominado pensamiento único, instalando las democracias simuladas en países de las más diversas latitudes, a fuerza de genocidios y destrucción de culturas milenarias.
Incluso las Naciones Unidas han obviado sus principios rectores, pues las finanzas, que manipulan el entramado vacuo en que han convertido a este planeta, se encuentran fuera de la ONU, donde los asuntos de núcleo como derechos humanos, medio ambiente, paz, educación… son irrelevantes a los poderosos y groseros “ricachones”.
Y me pregunto: ¿La Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada sin ningún voto en contra en 1948, en Asamblea General, sería aprobada hoy?…se ha olvidado que en el contexto de naciones se estuvo a punto de aprobar un plan global para un Orden Económico basado en la justicia social internacional, en la solidaridad y en el derecho internacional.
Durante la existencia de la URSS, el imperio capitalista aceptaba la necesidad de solucionar los problemas sociales, a participar de la redistribución de la riqueza, aceptaba a los sindicatos como interlocutores válidos de los trabajadores, reconociendo que era indispensable la necesidad de los controles de equidad.
Recuerdo la fallida frase del ex-actor, ex-presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan: “la pobreza genera pobreza, la riqueza genera riqueza, así es que hay que apoyar a los ricos, no a los pobres”. Esta frase se ha convertido en regla y ley. La soberanía de una nación tiene en el presente un precio, que pueden pagar los ricos, los que financian guerras, trafican menores en negocio de la prostitución, los narcotraficantes, para quienes no existen leyes, ni controles de organismos nacionales o internacionales, son impunes. Súper héroes del tercer milenio, bestias fluyentes.
La crisis de credibilidad de partidos y movimientos políticos es alarmante, como así también la de los candidatos, funcionales a las transnacionales, con siliconadas imágenes, sin contenido de ideas, ideales y sueños de un mundo a vivir; se trata de dar la sensación de enfrentarnos a candidatos apolíticos, propios del nuevo sistema: éxito publicitario, altísimo costo de marketing, esto es, elevado a objeto de consumo. Sólo imágenes al borde de una pesadilla.
lunes, 20 de abril de 2015
Artur Mas y su sueño independentista
Ahora que todos calientan motores
porque este va a ser un tremendamente año divertido, el señor Artur Mas va y se
suelta el pelo afirmando en un importante periódico extranjero que Podemos es
un invento del Estado Español para torpedear el proceso de independencia de
Cataluña. Con la crisis económica nosotros hemos venido recogiendo votos del
descontento, España nos roba y por ello hemos sacado multitudes a la
calle. Pero ahora ese disgusto cambiará
de dirección, pues como sigue habiendo gente muy cabreada se generará un voto
de castigo que seguramente nos quitará adhesiones, viene a decir, y por ello se
trata de una trama perfectamente orquestada por los servicios de inteligencia
de Madrid para torpedear las legítimas aspiraciones de obtener nuestra plena
soberanía. Del mismo modo, debe pensar que las investigaciones sobre la fortuna
del clan Pujol forma parte de otra trama para debilitar el proceso. Madrid nos
ataca desde todos los frentes: el político y el futbolístico, este último a
partir de las cuentas del fichaje de Neymar. Por si fuera poco, una nueva
opción política casi recién estrenada que viene de Cataluña se perfila como vía
de agua fresca en la vida política del Estado: Ciutadans, o Ciudadanos, con
Albert Rivera tuvo un nacimiento heroico y goza de buenas perspectivas.
La burguesía catalana siempre fue
pactista, a lo largo de la historia quedó demostrada su inclinación a pedir
compensaciones económicas a cambio de tranquilizar algunos anhelos
soberanistas. Todo este embrollo comenzó con la reclamación de que Cataluña
tenga el mismo privilegio fiscal del País Vasco, y se fue agrandando gracias a
la pasividad de nuestro presidente autista, el señor Rajoy. Es evidente también
que una parte de la burguesía catalana no es nacionalista porque España es el
gran mercado de sus productos. Sin embargo ni siquiera el PP, el PSC y
Ciudadanos juntos han logrado una mayoría social que respalde sus planteamientos
en el territorio. Populares y socialistas se encuentran ante el desafío de ser
ninguneados por el electorado en las previstas elecciones del 27 de septiembre.
Por otra parte, la opción que preconiza la Sociedad Civil Catalana se presenta
como tal, incluyendo, junto a empresarios y abogados, a exponentes del mundo
académico y representantes históricos de la lucha contra el nacionalismo en
posiciones que comprenden desde la derecha hasta el socialismo moderado. Aun
respetando, muy sinceramente, esta opción y a sus promotores y seguidores, no
cabe evitar la crítica a un alineamiento pretendidamente “transversal” que
soslaya un problema de base: la crisis económica, los recortes, la pérdida de
calidad en la educación pública, etcétera.
El primer
ministro francés, Manuel Valls, es de origen catalán y manifiesta una y otra vez su desagrado ante
la opción de Artur Mas. Valls se declara patriota y partidario de los
Estados-nación. También sostiene que los países de la UE no deben dividirse, es
conocido su posicionamiento sobre la cuestión catalana. Su caso y posición son
el gran antídoto internacional frente a la propaganda de la Generalitat. A la
pregunta directa sobre el caso responde Valls: "¿Cataluña? Creo que las
naciones en Europa no tienen que dividirse más, no tienen que perder fuerza. No
podemos permitirnos debilitarnos con divisiones". También dice que no
conoce de nada a Artur Mas. Ante tanta claridad, se comprende la inquina del
nacionalismo contra Valls y la estupefacción que su figura provoca en algunos
socialistas de allí.
Ahora los comentaristas políticos
piensan que no la independencia, pero sí su anhelo, se ha convertido para Mas
en un estadio transitorio de levitación mística que no necesita culminarse. Una
especie de utopía a la que retornar una y otra vez, la inercia de un tema
repetitivo que siempre será enarbolado por Convergencia i Unió, aunque los
apoyos visibles al soberanismo vayan dejando de ser los prioritarios de la
sociedad catalana. Artur Mas se aferra a esa palanca emocional, aun consciente
de que no será viable. Claro que las
cosas se complican cuando una parte minoritaria –pero muy activa y vociferante
como en su día fue el PNV, ahora instalado en una dulce paz– insta a la desobediencia
a las leyes, tratando de que sus futuros cargos municipales se desliguen de la
obediencia al Gobierno central y a las Cortes, e incluso a los tribunales de
Justicia 'españoles'.
Es posible que
Rajoy tenga anotada en rojo la fecha del 27 de septiembre, que es cuando el
president de la Generalitat y sus aliados pretenden celebrar esas elecciones
autonómicas anticipadas que serían, según ellos, el pórtico del camino hacia la
independencia no más allá de 2017. El jefe del Gobierno central no cree, aparentemente,
que esas elecciones vayan a tener lugar en la fecha, tan cercana a la Diada, en
la que Mas las ha convocado, con meses de antelación. Quién sabe lo que en la 'hoja de ruta' de
Rajoy está anotado para hacer frente a esos proyectos que están horadando mucho
más de lo que podría parecer a primera vista la estabilidad del Estado. Es
posible también que el presidente del Ejecutivo pretenda una 'cumbre', o
varias, con líderes europeos, especialmente con los franceses, para que, antes
del verano, o inmediatamente a su vuelta, dejen muy claro lo que piensan del
proceso catalán: todos los países importantes de la UE lo repudian, pero eso
¿bastaría para frenar unas tentaciones independentistas que se manifiestan
contra todas las advertencias? ¿O habría que hacer algo más desde Madrid?
El anuncio de
que el proceso independentista tendrá resultados en 2017, siempre y cuando las
elecciones autonómicas del 27-S sea favorable a las fuerzas soberanistas,
constituye una nueva entrega de la patología ya conocida. Sin embargo el
proceso ya ha generado defensas frente a una propuesta tan desafiante y tan
disparatada. La reacción de la sociedad civil frente al aventurerismo
separatista, la corrupción en el nicho fundacional del vigente nacionalismo
(caso Pujol), la irrupción de Podemos, etc, son otros elementos que juegan a la
contra de los planes de Mas. Así lo deben haber entendido las fuerzas políticas
que se han descolgado de la nueva hoja de ruta. Seguramente están hartos de la
levitación mística que propugna el honorable Artur.
martes, 7 de abril de 2015
Paloma Herrero (DEP) y el arte canario
Otra
personalidad de la cultura insular en plenitud de facultades se nos va, dejando
un vacío difícil de llenar. Madrileña de nacimiento y grancanaria de adopción,
Paloma Herrero tuvo aportaciones importante a la hora de valorar y configurar
el arte canario contemporáneo a través de frecuentes colaboraciones en la
prensa regional, el comisariado de exposiciones y la presentación de las mismas.
Llegada a la isla desde niña fue nombrada hija adoptiva de la capital en 2012. Paloma
era, sobre todo, una mujer cercana y activa que no había perdido la alegría de
vivir a pesar de sus achaques de diabetes y del hecho de moverse en silla de
ruedas desde hacía algún tiempo. Esa dificultad nunca la alejó de calle, no le
impedía asistir animosa a los acontecimientos culturales, siempre custodiada
por algún miembro de su numerosa familia. Profesora de enseñanza media, crítico
de arte y académica correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, fue una notable pedagoga y divulgadora, ayudó a consolidar muchas
vocaciones, supo ser consejera y guía de una parte notable de los creadores de
esta tierra. Como señaló el director del Museo de Néstor, Daniel Montesdeoca,
fue una mujer con una constante preocupación por dar a conocer el patrimonio, y
por ello se dedicó a rescatar las figuras del arte de las islas, ya fueran
pintores, acuarelistas o escultores, y ponerlos en el lugar que les
corresponde. Miembro de las Asociaciones Española y Madrileña de Críticos de
Arte, formó parta también de la Asociación Internacional de Críticos de Arte
desde 2006. En su labor como comentarista, alcanzó el premio de investigación
periodística Antonio Rumeu de Armas, convocado por el periódico El Día, por un
artículo sobre el gran muralista gomero José Aguiar. Su actividad profesional
le llevó, asimismo, a ejercer el comisariado en numerosas exposiciones
celebradas en la capital grancanaria, como las protagonizadas por Néstor, Jane
Millares, Yolanda Graziani o Paco Navarro.
Precisamente
nos vimos hace apenas un mes en la inauguración de la que debió ser la última
exposición que presentó. Sucedió en la bodega de Parrado, en San Francisco de
Paula, bello edificio del siglo XVIII restaurado con primor en la madera de sus
techos, puertas y ventanas, donde Paco Navarro colgó una muestra de óleos a la
espátula, que titulaba Expresiones, con paisajes de la ciudad y la isla. Como
siempre, su intervención fue ligera y sustanciosa, allí, delante de docenas de
asistentes dijo justo lo que tenía que decir. Porque ella siempre improvisaba,
sabía captar la atención del auditorio sin leer nota alguna y explicarse en
unas breves pinceladas. Allí, al abrigo de una copa de vino en una tarde de
invierno, todavía alcanzamos a hablar de tantas cosas, su empatía tan a flor de
piel, y ahora la noticia de su muerte, como tantas otras, constituye un grito
en el vacío. Porque Paloma Herrero fue una mujer tremendamente dispuesta a
ejercer la generosidad. No en vano en nuestra larga etapa en el Club Prensa
Canaria intervino en innumerables ocasiones dejando pruebas de su manera ágil y
dinámica de comentar las muestras artísticas. Aquella sala de exposiciones con
entrada por la calle Murga la vio ejercer con mucha frecuencia su manera tan
pedagógica de afrontar el arte vivo. Tenía una forma tan simple y a la vez tan
profunda de comentar, tan alejada de academicismos y tecnicismos, que la hacían
muy cálida y efectiva. Porque su preocupación por los demás fue una constante
en su vida, y como prueba podemos citar su empuje para que se incluyera a los
artistas de la región en el Diccionario de pintores y escultores españoles del
siglo XX.
Pedagoga
de excepción durante más de cuarenta años, impartió sus clases en los
institutos Isabel de España, La Isleta, Cairasco de Figueroa y Guanarteme. Autora
de publicaciones y artículos en revistas especializadas de Madrid, Barcelona,
Gran Canaria, Tenerife y Santander, así como en periódicos canarios y de la
Península, intervino también en radio y televisión. Su libro Veinticinco años
de Arte en Canarias, las fichas de Canarias y de la Península para el
Diccionario de pintores y escultores del siglo XX, en 16 tomos. Su intervención
en las Bienales de Bellas Artes de la capital y de Teror supusieron una radiografía
cabal del arte joven que se estaba haciendo en las islas, porque ella siempre
tuvo una mirada exacta sobre lo serio y lo frívolo, sobre lo trascendente y lo
intrascendente, sobre lo sustancial y lo episódico en el arte actual. Recibió
premios de investigación y periodismo, entre ellos el León y Castillo, el del
centenario de El Museo Canario, el Doramas del ayuntamiento de Arucas y el
Rumeu de Armas del periódico El Día. También hizo pinitos en las letras, así
fue seleccionada en un concurso de poesía amorosa convocado en Palma de
Mallorca y fue accésit en la primera edición del premio de poesía romántica
Cristina Amenedo, de la Sociedad Artística Ferrolana. Y, por encima de todo, Paloma
fue una madre protectora para muchos talentos que despuntaban. Siempre tuvieron
a mano su orientación, su consejo, su análisis y sus recomendaciones. La Junta
directiva de la Escuela Luján Pérez iba a nombrarla socia honorífica, ya que
tuvo una constante vinculación con los artistas de dicho centro, a los que
apoyó con su críticas en los periódicos. Es deseable que esta entidad aglutine
un homenaje en las mejores condiciones posibles.
Fue
reivindicativa y luchadora, como ejemplo citemos el hecho de que en las
Bienales de Bellas Artes de la ciudad de Las Palmas era lamentable la ausencia
de las mujeres en los jurados. Ella consiguió romper tal barrera en los años
80, años de cambio en todo el país, años en los que la mujer empezaba a
incorporarse también a la creación literaria y artística. Viuda de Luis
González Cerecedo, trajo al mundo nueve hijos. Paloma, buena gente, debe ser
recordada porque personas como ella no abundan en el mundillo de las letras y
las artes de este ni de cualquier otro lugar.
lunes, 6 de abril de 2015
Dan Munteanu, un rumano en la universidad
Hay personas que viene de lejos y
que adquiere tal carta de naturaleza que con su desprendimiento y actividades
pronto se convierten en canarios integrales. ¿Quién fundó el Jardín Canario? Un
sueco. ¿Quiénes introdujeron el cultivo del plátano y del tomate, quiénes
levantaron Ciudad Jardín, quiénes trajeron los bancos y las consignatarias? Los
pioneros británicos. ¿Quién dio el nombre de Schamann al popular barrio de
Ciudad Alta? Un suizo. ¿Quién introdujo el ballet aquí? Gelu Barbu, otro rumano.
Y así sucesivamente, porque la sociedad insular siempre fue un cruce de
identidades, una esponja que absorbió múltiples procedencias. En la joven
universidad capitalina se ha integrado gente que ha venido de lejos, este es el
caso del hispanista y catedrático Dan Munteanu Colán, doctor en Filología y
catedrático de Filología Románica de la ULPGC. Es autor de unos 60 libros de
lingüística y ha sido un destacado traductor del español a su idioma nativo, no
en vano ha versionado a gigantes como Alejo Carpentier, Sábato, Vargas Llosa,
Nicolás Guillén o Mújica Láinez, y entre los españoles a Cervantes, Góngora, Clarín,
Buero Vallejo y otros. También ha sido traductor de alguna obra literaria de
autores regionales, solventando la dificultad de transcribir las peculiaridades
del lenguaje canario. Por su dedicación, su solvencia y su arraigo, sin duda merece
el título de Hijo Adoptivo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.
En Ediciones de La Discreta
(Madrid, 2013) fue editado recientemente el libro Lecturas subjetivas. Afinidades selectivas, que en sus 518 páginas
hace un repaso a medio centenar de ensayos y artículos reunidos para esta
edición, en su mayoría estudios literarios que fueron escritos a lo largo de
unos cuarenta años. En su casa, que es como un cuartel, cada hora del día está
plenamente ocupada en lecturas, estudios, análisis variopintos. Lo que define a
Dan es su accesibilidad, recuerdo que lo conocí casi en medio de la calle y
desde un primer momento hubo una gran afinidad, que cimentó una amistad de
muchos años. Como señala en el prólogo Guillermo García-Alcalde, Munteanu es
miembro destacado del grupo de autores rumanos que son capaces de escribir en
castellano. La inquietud intelectual de Dan no tiene límites, recuerdo que más
de una vez me habló del exótico papiamento, una variedad idiomática de islas
del Caribe como Curaçao y Aruba que visitamos en el transcurso de un crucero. Por
supuesto que es un gran conversador que siempre amenizaba las noches de
confidencias y fraternidades. Su mujer, Eugenia Alexe, es pintora y también
ejerce de traductora desde hace años. Ella ha versionado en su idioma natal
algunas obras de Antonio Muñoz Molina, entre ellas la monumental Sefarad, así
como novelas de Alberto Vázquez Figueroa. Muchas veces la pareja participó en
nuestras animadas cenas con tertulia, y otras veces acudimos a su casa en la
que los libros desbordan los espacios, en la avenida Mesa y López. Cómo no
recordar a la madre que era profesora de piano y que pasó sus últimos años aquí
en la isla. Cuando ella falleció fuimos convocados –siguiendo las tradiciones
de allá– a una velada gastronómica, esta costumbre propia de los países
nórdicos también se da en la Europa del Este. Al paso de los años te das cuenta
de que los verdaderos amigos los puedes contar con los dedos de una mano. Debe
ser que los humanos nacimos y morimos en estricta soledad, aunque en medio de
los caminos siempre surgieron voces que acompañaron episodios dignos de ser
recordados.
La actividad académica de Munteanu
ha sido frenética desde que en 1967 publicó el primer diccionario
rumano-español de Rumanía, en colaboración con Constantin Parii. En 1990, el
Ministerio de Asuntos Exteriores de España le concedió una beca para
hispanistas extranjeros y trabajó con Manuel Alvar en Madrid, desde abril hasta
septiembre de 1990, cuando la Universidad de Oviedo le invitó a impartir un
curso de lengua y cultura rumanas como profesor visitante (1990-1991). En el
curso académico siguiente fue invitado a dar un curso de lingüística románica
como profesor visitante de la Universidad grancanaria. En 1995, las autoridades
le concedieron la nacionalidad española por “carta de naturaleza”, con
recomendaciones de importantes personalidades de la vida cultural, como Antonio
Buero-Vallejo, Manuel Alvar, Ramón Trujillo, Jerónimo Saavedra, Antonio Masip
Hidalgo, Francisco Rubio Royo y otros. Ello le permitió, en 1998, presentarse a
un concurso-oposición, y ganar la plaza de profesor titular de Filología
Románica, y, en 2003, acudir a otro concurso-oposición, y ganar la plaza de
catedrático de Filología Románica.
Entre sus premios figuran el
otorgado por la Universidad de Bucarest por un estudio sobre ideas erasmistas
en el Lazarillo de Tormes, el del centenario de la Academia Mexicana por un
estudio sobre el léxico indígena del español americano, el de la Asociación de
Escritores de Bucarest por la traducción al rumano del Concierto barroco de
Alejo Carpentier, el de la Unión de Escritores de Rumanía por la traducción al
rumano del Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán. Pero más allá de sus premios y
sus distinciones, en este hombre convendría valorar su capacidad de trabajo, su
dedicación y su entusiasmo ejercitados con cientos de alumnos de la Facultad de
Filología de la ULPGC. La prestigiosa enciclopedia norteamericana Who’s Who in
the World (‘Quién es quién en el mundo)’ lo incluye en sus recientes ediciones.
Esta enciclopedia podría considerarse equivalente al Larousse. Añade que “al
llegar a España y, casi dos años después a Canarias, me hice un buen conocedor
de la cultura, las tradiciones, el folclore, la gastronomía, la música y todo
lo que constituye el universo espiritual de un pueblo o de una comunidad. Por
tanto, no puedo hablar de un período de adaptación difícil o chocante, sino
todo lo contrario, de una integración natural y casi inmediata”. Ciertamente,
pronto trabó amistad con escritores, artistas plásticos y músicos. Intervino
con frecuencia en el Club Prensa Canaria, en La Regenta, Ámbito Cultural y
otras instituciones para hablar tanto de Drácula como de arte contemporáneo o
las dificultades de un traductor. Seguidor de los conciertos de la Orquesta
Filarmónica de Gran Canaria y del Festival de Música de Canarias, es un buen
conocedor del mundo operístico.
jueves, 2 de abril de 2015
Estamos a la cola de Europa en hábito de lectura
Por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz (San Sebastián - Euskadi)
El mercado editorial español ha vuelto a tener un comportamiento negativo en 2014. Las ventas realizadas por las librerías independientes asociadas a CEGAL ─que representan el 45% del total de los libros vendidos en España─ han bajado un 6’5% con respecto a 2103, con lo cual la caída supera el 40% desde que empezó la crisis en el año 2008. El futuro de la primera industria cultural del país es incierto y muchas empresas están en riesgo de extinción.
Cada día se cierran 2 librerías, sobre todo, las más pequeñas, ya que las grandes tienen más recursos para sobrevivir. Y aunque también se abren algunas ─226 el año pasado, frente a 912 que cerraron─, las que sobreviven lo consiguen porque se aprietan el cinturón… o hasta que a su propietario le llegue la hora de jubilarse.
Este fenómeno no afecta solamente a España, sino a la mayoría de los países llamados “ricos”. Por el contrario, en los países emergentes, el mercado del libro aumenta año tras año, al surgir una clase media con más recursos económicos que demanda libros para la educación y para el entretenimiento. El cuadro siguiente recoge el volumen de facturación de la industria editorial en los 10 primeros mercados del mundo, según el informe realizado por la IPA (Asociación Internacional de Editores) para el año 2013:
El primer país exportador de libros es Reino Unido ─aunque sus ventas al exterior en 2013 descendieron un 4% con respecto a 2012─, no sólo porque su mercado natural se extiende a todos los territorios de habla inglesa, sino porque cada vez existe más público que utiliza el inglés como segunda lengua. El segundo es Estados Unidos, con un incremento global del 7,2% (63% en el libro digital y 1,4% en el libro en papel). Y el tercer puesto lo sigue ocupando España, con un descenso del 5% en América Latina, que no ha podido ascender en el mercado norteamericano, a pesar de los esfuerzos realizados por las editoriales para atraer a los más de 50 millones de hispanohablantes que residen en su territorio.
Para intentar cambiar esta tendencia, la Federación de Gremios de Editores de España va a proponer al Gobierno un “Plan Integral para el Fomento del Libro y la Lectura”, con el fin de que “la sociedad tome conciencia del valor del libro como centro del conocimiento, la cultura y el ocio, estrechamente vinculados a la educación y al progreso humano”.
En un artículo aparecido en El País el 5 de febrero de 2015 bajo el título “Los editores españoles lanzan un SOS”, su autor, Winston Manrique Sabogal, ofrece unos datos que justifican la preocupación de una industria que, si fue boyante hace unas décadas, no ha sabido reconvertirse a tiempo y se asoma hoy a un abismo al que no debe precipitarse. Como dijo Daniel Fernández, nuevo presidente de la FGEE: “Si no defendemos el territorio en el que somos líderes, estamos condenados a ser colonizados cultural e ideológicamente”.
Se culpa a la crisis económica, se culpa a las nuevas tecnologías, se culpa a la competencia del libro digital ─que sólo representa el 3,7% de las ventas totales─, se culpa a la piratería. Es verdad que cerca del 90% del consumo cultural “online” en España es ilegal, pero su impacto en el mundo del libro es mucho más bajo. Se estima en 100 millones de euros el lucro cesante por efecto de la piratería, focalizado en la descarga de “bestsellers”. El informe de “El Observatorio de la Piratería 2014” ha contabilizado 335 millones de descargas ilícitas, cuyo valor hubiera incrementado en un 12% los ingresos del sector.
Las verdaderas causas del declive habría que buscarlas en otros parajes. En primer lugar, la industria editorial menospreció la irrupción de Amazon y el resto de tiendas digitales, por lo que reaccionó mal y tarde ante un modelo que reducía los costes de intermediación y ofrecía un servicio de entrega rápido y eficaz. Y en lugar de apoyar a su aliado tradicional ─el librero de toda la vida─, lo que ha hecho es abandonarlo, para aliarse con las grandes cadenas de distribución o lanzarse a la captura del lector y venderle el libro directamente. ¿Es posible aún regenerar ese tejido de librerías o estamos ya abocados a vivir en ciudades sin ellas?
En segundo lugar, la industria editorial nunca se ha preocupado de educar al ciudadano español en la práctica de la lectura. Ha pensado más en vender libros que en crear lectores. En las últimas décadas, nadie se ha acordado de formar a las nuevas generaciones en el valor de la cultura, del saber como instrumento para buscar la verdad… y encontrar la libertad. Nadie se ha interesado en inyectar a los jóvenes el hábito de leer, de inculcarles ese respeto a los libros ─incluso veneración─ que yo he percibido en mis mayores cuando era niño.
El 54’6% de españoles no lee nunca o casi nunca, revela la encuesta realizada en diciembre de 2014 por el CIS (pregunta 17). Estamos a la cola de Europa en hábito de lectura, tal y como refleja el informe “Special Eurobarometer 399” tras una encuesta realizada por la Comisión Europea en los países miembros de la Unión Europea en 2013, a la pregunta: “En los últimos 12 meses, ¿cuántas veces ha leído usted un libro”. Este “Plan Integral para el Fomento del Libro y la Lectura” que se va a presentar al Gobierno pretende ─entre otras cosas─ recuperar el valor del libro como agente de progreso y mejorar la comprensión lectora de nuestros estudiantes… y también de nuestros docentes. El futuro de un país depende de la educación que reciban los jóvenes, pero ¿cree alguien que los dirigentes están por la labor? Los recortes presupuestarios que han adoptado no van en esa dirección y, cada vez, queda menos tiempo para rectificar. Si hay algo que debe preocupar a la ciudadanía es la escasa preocupación que manifiestan los políticos para planificar el largo plazo.
miércoles, 1 de abril de 2015
Convivir con el terror de cada día
Un
copiloto alemán se lleva por delante a otros 149 compañeros de vuelo porque
estaba deprimido, y por ello decidió convertirse en un hombre-bomba. En
Afganistán o Irán o cualquier otro lugar de Oriente un niño o una joven se
pertrechan también de explosivos y convocan una catástrofe. Vivimos al borde de
la catástrofe pero hay que saber administrar el pánico. También hemos
conmemorado otro aniversario de la trágica fecha del 11-M, el mayor atentado
terrorista de Europa que se llevó por delante casi 200 víctimas en la
sangrienta jornada de los trenes de Madrid. Por desgracia, aquella terrible
fecha no sirvió para encontrar recursos unitarios contra esta moderna plaga del
ejercicio del terror, al contrario: envenenó en gran medida la situación la
tensa campaña de una parte de la prensa y una parte de las fuerzas políticas
que pretendieron echar basura y sembrar infundios sobre la autoría de los
hechos. Hasta tal punto ha degenerado la cosa que hay varias asociaciones de
víctimas de aquellos atentados, radicalmente enfrentadas entre sí. Y, con ese
panorama de fondo, y tras el aparente fracaso de la Primavera Árabe, que
pretendía instaurar gobiernos más democráticos en los países norteafricanos, asistimos
impávidos a la creciente movilización del terrorismo del autodenominado Estado
Islámico o Califato, que ejercita la barbarie en ejecuciones grabadas con todo
lujo de detalles en espeluznantes vídeos. Paralelamente, no debemos olvidar las
acciones de Boko Haram que secuestra adolescentes, incendia iglesias, asesina
aquí y allá en África sin que las fuerzas de seguridad de los países
respectivos consigan frenarlos. Pero lo más preocupante es el éxodo constante
de jóvenes de religión musulmana que han nacido y han sido educados en Europa y
que están siendo llamados por el yihadismo para integrarse en sus filas en los
territorios que el Estado Islámico va haciendo suyos. Marchan hacia el paraíso
totalitario.
En
efecto, tenemos un problema. Estamos en el punto de mira, como demuestran las
últimas acciones policiales. Las ciudades de Ceuta y Melilla, donde la
infiltración de ciudadanos de origen marroquí es constante y constituye ya la
mayoría de la población, son objeto de especial vigilancia por las fuerzas de
seguridad. Los yihadistas argumentan que
España tiene que a volver a ser Al-Ándalus y que el castigo que los cruzados
hicieron a Oriente durante varios siglos va a ser vengado con sus acciones.
“Las sociedades occidentales son hostiles al islam, y vais a pagar por ello.” ¿Cómo
contener a estos dictadores que desprecian de tal manera la vida y la dignidad
de las personas? Los principios de todas estas doctrinas extremistas consisten
en restaurar la grandeza del Islam, reislamizar a las sociedades musulmanas
desde la más estricta ortodoxia y la aspiración de crear estructuras políticas
que velen y promuevan la realización de dichos principios. Se proponen lograr
la unión de todos los musulmanes, y la voluntad de extender el Islam por todo
el planeta. Pretenden derrocar a los gobiernos liderados por musulmanes moderados
que ellos consideran apóstatas, impíos y corruptos, por ser tibios e hipócritas
y ser aliados de occidente. Son la mayoría de los países musulmanes, incluida
Arabia Saudita, país que en numerosas ocasiones ha sido puesto en el punto de
mira de los yihadistas con el fin de derrocar a la monarquía. Con ello buscan
consolidar estados afines desde donde iniciar su expansión, con pretensiones a
recuperar los territorios islámicos “ilegítimamente usurpados” y recrear el
califato de corte islamista radical a nivel mundial. En ciertas mezquitas y
centros de estudio del islam se está sembrando esta semilla de una guerra sin
cuartel contra occidente, la predicación y el proselitismo están captando a
cientos, tal vez miles de jóvenes y adultos dispuestos a partir hacia Siria,
Irak y otras zonas que van siendo “conquistadas” por estos extremistas. Entre
ellas países del norte de África, no tan lejanos a nosotros. Como Libia, donde
tras la muerte de Gadaffi las cosas han ido
de mal en peor. ¿Acaso la única forma de rehabilitar a los que discrepan es
asesinarlos en número suficiente para que su conversión y sumisión sea
verdadera y humilde? En pleno siglo XXI es lamentable que las guerras de
religiones retornen con tal virulencia.
Una
reciente película mauritana, Timbuktu, que fue candidata al Oscar a la mejor
película extranjera en lengua no inglesa, narra un suceso real sucedido en un
país vecino cuando, durante unos días, unos comandos islamitas ocuparon una
ciudad e impusieron la prohibición de la música y la televisión, de jugar al
fútbol, de fumar. Las puertas estaban cerradas y las calles desiertas. Nadie
ríe, las mujeres son sombras y los extremistas han sembrado el terror. La pena
de muerte se ejercita en medio de la calle, la lapidación o el degüello vuelven
a ser habituales igual que en los tiempos de la Edad Media. El islam, que en
realidad es una religión que desea impulsar la piedad y la caridad, se
convierte en un motor asesino, pues los yihadistas quieren acabar con los que
hacen mal en el mundo: los pedófilos, los ladrones, los corruptos y también los
homosexuales. Creen que Alá promete bienaventuranzas para todos los que
combaten en la senda de Dios, y en especial para los que mueren en el combate
(de ahí los suicidas). Consideran que la música y la televisión son
herramientas para propagar inmoralidades y alejan al ser humano del camino de
Dios.
Bin
Laden fue abatido pero sus sucesores están vivitos y coleando. Dominan la zona
oriental del Mediterráneo y pretenden internacionalizar el Califato. El Estado
Islámico intenta apoderarse del mundo, que todos nos convirtamos a su fe. Los
recientes atentados serían tan solo un toque de advertencia, por supuesto que
sus partidarios quieren aplicar la “Sharía”, volver a las lapidaciones y a los
degüellos hasta por un simple adulterio. Según los expertos, los “lobos
solitarios” y los “durmientes” son el mayor riesgo, significan el auge de
individuos que sin formar parte de ninguna célula inician en suelo europeo la
preparación de atentados, la difusión de ideales fundamentalistas o reclutan a
futuros terroristas para su entrenamiento militar. En la Comunidad Valenciana,
Ceuta y Melilla, Cataluña y Andalucía está comprobado el fenómeno, y la aparición
de nuevos activistas estaría ligada a la evolución de los acontecimientos en
Palestina, Siria, Pakistán, Egipto, Yemen, Argelia, Malí, Irak y Libia. Casi
nada.
(Ilustraciones: Bin Laden. Foto del accidente de los Alpes, tomada de El País)
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