miércoles, 31 de octubre de 2012

Isla-Machine (1973)

Según las últimas conversaciones, el olor a pescado podrido que se sintió ayer en la ciudad estaba producido por los cadáveres de multitud de peces que abandonaron asustados el agua y se adentraron en la arena huyendo de no se sabe qué extraño temor.
Por si fuera poco llovió temprano, estuvo lloviendo todo el día y de pronto bajaron miles de nubes de la cumbre y las montañas fueron cubiertas por densas concentraciones de aire. Se borraron los cines y los restaurantes y los bancos de la plaza bajo el telón de agua y, mientras los obreros del rebacheo se refugiaban en las lonas pardas, los mercados se cerraron y las farmacias agotaban las existencias de salvavidas, igual que los autoservicios del puerto. Todo fue inútil.
Hizo calor, una humareda pegajosa que evaporaba las gotas de lluvia nada más recién caían, en tanto por todo se expandía aquel nauseabundo olor a pescado corrompido que originó tantas sinusitis en los laureles y loas adelfas del paseo. Empezaron a trabajar los sajorines de tierra adentro, las brujas que quedaban y los curanderos más experimentados decidieron reunirse en asambleas para deliberar acerca de las medidas más convenientes que debían aplicar ellos mismos ya que la ciudad estaba sin autoridad, los guardias desaparecieron, los yips armados tenían las gomas deshinchadas y los depósitos de gasolina se agrietaron sin que se pudiera recuperar una sola gota de carburante. Entre las pocas cosas que quedaron en pie contaban las inscripciones desvaídas de amarillo y verde cinabrio de los bustos de poetas muertos en los últimos siglos.
No se supo por qué, pero la radio seguía transmitiendo y a eso del mediodía comenzaron los primeros boletines sobre la situación, en principio surgieron hipótesis desquiciadas de que iba a reventar otra isla y por eso el mar se ponía incandescente y el calor forzaba a los peces a salirse del agua para refrescarse inútilmente en los caminos de arena. No había a quien preguntar y por eso decidí subir en ascensor hasta el edificio más alto de la vieja villa fortificada del norte con objeto de apreciar si de verdad se levantaba un nuevo trozo de continente pegado al océano, estuve en éxtasis mientras la radio sonaba La Playa, tan bien cantada por Marie Laforet con sus primorosos ojos verdes. Estaba tranquilo. Había decidido morir como los peces y dormir la última agonía con las retamas amarillas de la cañada.
Entretanto, las bandadas de palomas no se cansaban de revolotear en torno a un mismo punto imaginario y la lluvia adhirió cuajarones de agua en las hojas de plátano. Y de fondo el maldito olor a pescado pudriendo el aire desde la torre de control del aeropuerto hasta la última vereda del monte, y un calor de asfixia que mató las guaguas perreras, las señoras de las tiendas de zapatos, los vendedores machacones del prociegos y las pandillas de mozalbetes metiendo ruido a lo largo de la rambla.
Fue como si hubieran dado el toque de queda.
No quedaron siquiera escritores para cronicar la muerte de la isla. Sin embargo, La Voz del Poniente continuaba sus transmisiones por la onda normal; no podía adelantarse aun nada relativo a las decisiones adoptadas por la asamblea y se especulaba de buena fuente con que el asunto fuese declarado de secreto nacional y nunca se volviera a hablar de él. Algo tendrían que decidir, porque el esqueleto cenizo y deshuesado de la ciudad seguía en pie para cumplir como aposento y cloaca. Y no podía quedar inservible, sobre todo ahora que los planes de urbanización se habían tragado los últimos castillos de piedra que quedaban desde la época de la invasión.
El receptor hablaba ya muy poco y cada vez con más interferencias ininteligibles. Atardecía en picado y el cielo cayó de bruces sobre el horizonte.
Llegué  jadeando a la playa, trataba de aprovechar los últimos resquicios de luz. Permanecí a duras penas taponando la boca y los demás orificios y aun así sed me colaba por los ojos y las orejas el olor a pescado muerto.
Había millones de especies; de panza plateada y aletas rojas, dientes agudos como limas y colas de cobre. Apiñados como hormigas suplicaron con ojos yertos el último perdón al viejo Jacob que bajó del corazón del Teide con la vara de los juramentos aborígenes, el antiquísimo cayado para suplicar lluvia sobre la tierra resequida.
Luego que el anciano Jacob extendiera su bastón sagrado sobre las aguas pronunciando los exorcismos tribales salió una luna enorme al noroeste y creció una brisilla perfumada desde mar adentro, que amainó el sofoco con olor a brezo. La luna se orlaba de un halo rojizo, señal de próximas y generosas lluvias según el código de los catorce reinos elaborado siete siglos antes por los hombres más viejos y sabios de la isla.
Aquella fue la noche más luminosa que había bajado de las entrañas del espacio y, aunque sin pastores que los guiaran, los rebaños de ovejas, cabras y cerdos encontraron a la perfección sus caminos abiertos en los altos más tupidos del monte.
Jacob insufló aire a una docena de toninas, a las que encargó formar una balsa para inspeccionar el horizonte más allá de La Punta y desvelar los presagios de los tres continentes que rodean el espacio cercado de la isla. Apuntaba el primer trineo del alba y Jacob no volvía de su viaje. Mis manos estaban ensangrentadas de enterrar tantos miles de peces en una enorme fosa común, sus pieles fláccidas como los senos pasados se escurrían entre los dedos y las aletas dejaban un halo púrpura entre las uñas.
Cuatro minutos más tarde la radio tranquilizó al viejo Jacob, no ha habido motivo de preocupación. La conjura pudo ser derrotada y volverán los peces al agua si Jacob renunciaba para siempre al bastón sagrado.
Neptuno acogió en su seno el privilegio y todo volvió a ser como siempre.

(De “Aislada Orbita”, Inventarios Provisionales, 1973. Primera antología de textos de la narrativa canaria de los 70, con Luis Alemany, Santiago Alonso, J.J. Armas Marcelo, Rafael Arozarena, Juan Cruz Ruiz, Alfonso García-Ramos, Luis León Barreto, Alberto Omar, Víctor Ramírez, Emilio Sánchez Ortiz, Rafael Franquelo)

martes, 30 de octubre de 2012

Tres poemas de Berbel

María del Pino Marrero, Berbel es, sin duda, una de las mejores escritoras canarias y mantiene su poesía viva y caliente. Cuando tanto se habla de tendencias en la poesía española de estos años, esta mujer mantiene su voz clásica y reivindicativa también, y con su dedicación demuestra el alto nivel de la poesía hecha en las islas. Ternura, ironía y sentido de lo femenino son algunos de los rasgos de su obra. Por otra parte, demuestra siempre un tono conciliador y generoso en la convocatoria de iniciativas literarias y recitales poéticos, tan frecuentes en los últimos tiempos.
 
1
NO me bastaron
1.013 naves, 43 caudillos y 30 reinos
para volver a encontrarte.
Tú estabas muy lejos
y mi corazón demasiado destrozado.
La próxima vez
no pasaré las distancias por mi espada,
ni miraré más líneas en tus mapas dorados,
ni esperaré la luna para besarte en ella.
Así fallé a mis dioses una sola vez.
Hoy, tranquila en mi lugar,
sumisa ante mis propias sentencias,
estiro la cabeza bajo la piedra
que anule la memoria del dolor.

2
En medio del banquete
las diosas deseaban la manzana de oro:
“para las mas bella”
-rezaba la inscripción-.
Eris, diosa de la discordia,
observaba serena,
apoyada en la columna más oscura.
¡Ah, la manzana de oro!
¡Por qué la fiáis tan alto
que casi toca el cielo!
¿No te das cuenta?
De nada valen las manos para alcanzarla
si aquélla, la elegida,
es una diosa ciega.
(De La Grecia que hay en mí, accésit premio Tomás Morales)
3
¿Te dije alguna vez que soy la bella durmiente?
¿Te  lo dije?
¿Añadí en mi alegato,
en defensa de mi identidad,
que no soporto el futón japonés
que me compraste?
¿Te dije que ni siquiera soy sonámbula,
que duermo como un lirón,
que hago lo imposible con mi conciencia
para no perder el sueño,
que duermo a pierna suelta,
que jamás he abierto una nevera por la noche?
¿Acaso prefieres ser mi pesadilla?
¿Qué haces poniendo en hora
los treinta despertadores de la casa?
Un beso,
sólo un beso….es suficiente.

(De Las mil y una, Premio internacional de poesía Ciudad de Las Palmas, 2005)

lunes, 29 de octubre de 2012

Iván Morales: las nuevas literaturas en Canarias

Hay una pléyade de nuevos escritores en las islas, particularmente abundante y notoria en Tenerife, donde los medios de comunicación se desviven en promocionarlos. Se organizan muchos talleres literarios que traen nuevas vocaciones, es como si la literatura tuviese prestigio para las nuevas generaciones, como si pudiera proporcionarles algo valioso, y está la figura de un editor, Anghel Morales, empeñado en hacer su trabajo con entusiasmo y buenas dosis de imaginación.
Uno de los más recientes títulos es Cuentos mágicos, de Iván Morales Torres, editado por Aguere-Idea, con numerosos dibujos de Marianella Aguirre, que contribuyen al candor que destila el libro. Son cuentos escritos a la manera tradicional, con estilo lineal, abundantes diálogos y rápidas descripciones. Con solo 19 años este joven ya publicó la novela Oikia Dualidad, sobre el mundo de los ángeles, tan valorado últimamente por el cine. He aquí una literatura fantástica cuya fuente de inspiración han sido los dibujos animados japoneses conocidos como animes, y también la serie de videojuegos Final Fantasy.
Cada generación viene impulsada por sus propias motivaciones, y en estos años está claro el auge de estas nuevas literaturas, una ficción que tiene menos que ver con el realismo cotidiano y más con la ensoñación y la necesidad de construir mundos paralelos. Con solo 24 años Iván es licenciado en ingeniería técnica, trabaja en el segundo libro de la trilogía Oikia y en una comedia romántica en formato novela. En el libro de cuentos tan reciente hay tres relatos guiados por la fantasía, la magia y las ganas de vivir. Son pequeñas aventuras cruzadas por los mundos esotéricos, episodios que encuadramos dentro de lo paranormal. Como ejemplo el relato titulado La reina de las hadas; en el bosque de las criaturas mágicas el rey de los elfos padece una rara enfermedad, su única salvación radica en la fuente del éter, que se halla en el dominio de las hadas, pero por algún raro motivo, la reina de las hadas se niega a colaborar. Hay una fuerte vocación en Iván Morales, su aplicación a la escritura es evidente, sus motivaciones a la hora de ponerse delante del ordenador también, deseos de aventura, de investigar en nuevas realidades. Se trata de uno de esos nombres a los que debemos irnos acostumbrando.

domingo, 28 de octubre de 2012

La dictadura del hambre (con el actor Pepe Sancho)

Pepe Sancho está fantástico. Toda comparación con Chaplin sobra, este anuncio no es pretencioso, sólo homenajea una grandísima película cargada de reflexiones a la par que propone otra vez una nueva: la de cómo hoy sigue existiendo otra gran dictadura y nadie lucha contra ella.
Enviado por Esperanza Colastra, artista.

viernes, 26 de octubre de 2012

¡Qué malos líderes tenemos!


¿Qué podemos esperar de los líderes políticos en estos tiempos de dificultad? Acaso la respuesta parezca fácil: sentido de la realidad, adaptabilidad, versatilidad, concreción, voluntad. Escuchar el runrún de la calle en vez de las conspiraciones palaciegas, las adulaciones cortesanas, y toda esa parafernalia que constituye la cúpula dirigente de cada partido. Este es un momento de grave crisis, y las organizaciones políticas y sindicales son vistas de manera muy crítica por los ciudadanos, que no aprueban su gestión en estos años. No es raro que se incremente la abstención y el voto en blanco.
Mientras es propuesto para el Premio Nobel de la Paz el presidente de Uruguay, José Mujica, un hombre humilde muy alejado del papel tradicional de los políticos, el señor Rubalcaba, responsable de una crisis mal cerrada en el Partido Socialista Obrero Español, arrastra el fracaso de las dos últimas convocatorias electorales, y se encamina hacia el tercer varapalo, el mes próximo en Cataluña. Los partidos políticos nacionales no parecen estar preparados para afrontar el debate soberanista que ya está sobre la mesa. El PP se empeña en amenazar y meter miedo, estrategia equivocada. El Partido Socialista incluso ve como el soberanismo prende en sus filas catalanas. Ni Rajoy ni Rubalcaba están a la altura de las circunstancias, y de seguir por la actual senda la historia no los perdonará. Uno y otro carecen del don de la anticipación, defienden sus estrategias sin hacer examen de conciencia. Parten de análisis equivocados y con ello lo único que hacen es echar fuego a la hoguera independentista que ya está en marcha. El problema de los partidos políticos, también de los sindicatos, consiste en que están alejados de la realidad.
De graves crisis como la actual han surgido bruscos deterioros. Sucedió en Italia, sucede en Grecia. El Pasok, partido que fue hegemónico, apenas obtiene el 6 por ciento de los votos. No digamos nada de Venezuela, donde la socialdemócrata Acción Democrática y el socialcristiano Copei fueron barridos para siempre. ¿Entenderá Rubalcaba que su imagen y su gestión distan mucho de ser aceptadas? Lo importante debe ser aferrarse a las poltronas. El debate de fondo no ha sido afrontado. Carmen Chacón silenciosa en su esquina. ¿Y qué me dicen de los lloriqueos de don Paulino, apuntado a soberanista para no ser menos?

jueves, 25 de octubre de 2012

El presidente de Uruguay, propuesto para el Premio Nobel de la Paz


Eduardo Sanguinetti, ese filósofo y poeta argentino, ese “vagabundo del tercer milenio” lanza la propuesta de que José Mujica sea nominado al Premio Nobel de la Paz.
“Unamos vínculos, pues este hombre, que sufrió prisión en su lucha contra la dictadura en su país, fue herido en varias ocasiones, torturado por las bestias fluyentes de un sistema perverso y aniquilador de ideas e ideales y llegó a ser presidente de su país, sin llegar a ser un masón, pertenecer a ninguna logia y además confesar su feliz ateísmo, inaugura un nuevo modo de hacer política, un estilo Mujica, que asimilarán los mandatarios del mundo”, dice Sanguinetti.
En los dos enlaces que se reproducen se puede leer la propuesta en Youtube y un artículo en el Diario La República de Montevideo.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Cataratas de Iguazú (Brasil-Argentina), con música de "La Misión"


Las cataratas del Iguazú, entre Brasil y Argentina, constituyen un espectáculo grandioso. Con el añadido de la música de la extraordinaria película La Misión, rodeada en aquellos enclaves, las imágenes adquieren una dimensión casi sublime.
Se trata de uno de esos viajes que cualquiera desearía hacer antes de partir hacia la otra dimensión.

martes, 23 de octubre de 2012

Pensar es el único recurso que nos queda

por Eduardo Sanguinetti (Argentina)

La indiferencia es feroz. Constituye el partido más activo, sin duda el más poderoso de todos. Permite todas las desviaciones más funestas y sórdidas, como la devenida en la instalación definitiva y concreta del capitalismo como modo de vida de la aldea global, con las derivaciones funestas que derivan como signo y síntoma de un sistema perverso y caduco que ya supo a lo largo de décadas infames pulverizar cualquier proceso de autonomía y progreso en este mundo.

Para un sistema, la indiferencia general es una victoria mayor que la adhesión parcial. En verdad, es la indiferencia la que permite la adhesión masiva a ciertos regímenes, las consecuencias son por todos conocidas. Pero ¿qué sucedió para que el mundo se debata nuevamente en esta instancia que tanto le ha cobrado en tiempo y vida a los pueblos? La indiferencia casi siempre es mayoritaria y desenfrenada. Esta indiferencia, este desentendimiento, esta falta de observación, fueron obtenidos sin duda mediante estrategias sigilosas, obstinadas, que introdujeron lentamente sus caballos de Troya y supieron sustentarse tan bien sobre aquello que propagaban la falta de vigilancia , que fueron y siguen siendo imperceptibles, y por ello tanto más eficaces. Son tan eficaces que los paisajes políticos y económicos pudieron transformarse a la vista (pero no a la conciencia) de todos sin llamar la atención ni, menos aún, despertar inquietud. El nuevo esquema planetario, al pasar inadvertido, pudo invadir y dominar nuestras vidas sin que nadie lo tuviera en cuenta, salvo las potencias económicas que lo instauraron, hoy ya como un Estado de las cosas dentro del marco de la Ley, ya que fue a través del sufragio que se llegó a tal situación.

Cuando intervenimos (o creemos intervenir), todo está instalado desde hace tiempo. Se ha evacuado de antemano el sentido mismo de la protesta. Más que encontrarnos ante un hecho consumado, estamos encerrados en él. Por nuestra pasividad quedamos atrapados en las mallas de una red política que cubre el paisaje planetario en su conjunto. No se trata de determinar el valor positivo o nefasto de la política que condujo a semejante sistema pudo imponerse como dogma sin provocar reacciones y suscitando apenas algunos comentarios escasos y tardíos en el periodismo convertido en empresa mediática al servicio de capitales, con esclavos que lanzan la "noticia", la inteligencia al servicio del poder manipulada por la seudo-oposición simulada y menor, tapando la que en verdad debe ser escuchado por el público que asiste con ingenuidad a un estado de esclavitud perversa y pervertida, que aniquila al individuo en pleno uso de su individualidad y autonomía en posibilidad de pensar.

El único recurso que todavía tenemos es "pensar". Dedicarse a pensar cuando todo se opone a ello requiere audacia y coraje.

lunes, 22 de octubre de 2012

"El Grito" desgarrador de Munch


¿Qué se puede decir sobre el terrible cuadro “El Grito” que no se haya dicho ya? Un cuadro desgarrador, que sintetiza la máxima angustia y desesperación del ser humano. El noruego Edvard Munch (1863-1944) representó una gran influencia sobre el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX.
Munch se propuso pintar los sentimientos extremos y las tragedias humanas, la soledad, la muerte, el deseo, las pasiones y las emociones elevado todo ello a arquetipo de la vida del hombre actual. La oscuridad de estos tiempos, las crisis, los tsunamis, las devastaciones, los cambios climáticos. Y las terribles guerras mundiales, y la actual crisis económica.
Dicen los historiadores que en realidad el pintor noruego era de carácter pacífico y afable, aunque con esporádicos brotes de ira. “El Grito” es en verdad un cuadro desgarrador que tiene su explicación en los desastres naturales. En 1883 y 1884 se produjeron violentísimas erupciones volcánicas en Krakatoa, Indonesia; la isla se convirtió en un gigantesco cráter y las columnas de ceniza se expandieron por casi todo el planeta. Muchos pensaron que era el fin del mundo, anunciado con terribles señales de exterminio.
En su diario Munch escribió esto: “A la puesta de sol caminaba por un sendero con un par de amigos. De repente todo cobró un intenso color rojizo como si enorme lenguas de sangre surgieran del azul del cielo. Mis amigos no se impresionaron, pero yo fui presa de un temblor incontrolable al tiempo que sentí un inmenso grito que atravesaba toda la naturaleza, obligándome a tapar mis oídos con las manos.”
Algunos críticos estiman que en ese cuadro el pintor quiso escenificar toda la patología que se encierra en una mente perturbada. En todo caso, este cuadro -que tiene varias versiones en los más importantes museos- es algo más que una obra de arte, puede que sea también el reflejo subconsciente del horror que con tanta frecuencia aparece en la humanidad.

Ilustraciones: "Gólgota", "El Grito" y "Autorretrato en el infierno", de Munch. 


viernes, 19 de octubre de 2012

Muireann, la dulce irlandesa


Cuando una noche de sábado me llevaron al hospital con amago de infarto y me ingresaron en la unidad de cuidados intensivos, creí necesario recapacitar. Mi alma se había escapado a remotos sótanos del purgatorio donde habría de pagar por todas mis culpas, tenía que hacer examen de conciencia, manifestar dolor de corazón, propósito de enmienda. Tampoco había estado bien que por aquellos días abusara de los estimulantes. Debía tener cuarenta y tantos y no dormía bien, el Chivas Regal en el vaso largo con su par de cubitos de hielo pero luego se adhería como un pólipo a las paredes de mi estómago y además me tomé alguna viagra y una cialis porque esas noches andaba algo disgustado y por consiguiente decaído, Alberto estaba por ella y yo estaba por la mujer de Alberto, pero en aquella velada, tras hablar una hora sobre Obama y Angela Merkel, sobre las hipotecas basura y la política de garrote y zanahoria, la esbelta Julia no quiso participar en el intercambio, de manera que solo fuimos tres, y entre los tres había uno que -a pesar de las pildoritas- andaba poco motivado.
Me lo habían aconsejado mis amigos: ya tienes que escribir una novela, como no lo hagas ahora no lo vas a conseguir nunca jamás. Después de diecisiete poemarios que no ha leído ni tu gata siamesa, es hora de que busques un mayor reconocimiento, ya es hora de que tengas agentes dobles, uno en Londres y otro en Nueva York, ya es hora de que te traduzcan en Shangai. Escribe sobre ti mismo, sobre lo que te sucede, sobre la vida que llevas, que por otro lado es original e intensa. A todos los genios incomprendidos les debe pasar lo mismo, pensé. Y, como en todo el mundo somos legión los fracasados, ya veía la manera de convertirme al fin en un best seller. Cuando se lo conté a Muireann, mi mujercita medio celta y levemente pelirroja, puso tal cara de asco que por poco desisto. Muireann significa “mar blanco” y es el nombre con que bautizaron a una sirena capturada por un pescador, y que -como era de prever- acabó convirtiéndose en mujer de carne y hueso.
-Pero procura no sacarme en eso que vas a escribir. Que la gente no me reconozca, vamos. Recuerda que trabajo para un importante colegio privado que además sigue siendo un colegio religioso, recuerda que tengo prestigio y estas cosas pueden espantar a cualquiera.
-Qué va, estás equivocada. Eso te dará un perfil mucho más atractivo. Además, no vas a salir tal cual eres. Sino divinizada, claro.
Cierto que mi dama tiene unos ojos perturbadores pero no son verde-grisáceos aunque esto también depende de matices: si el día está nublado o es día claro, si estamos en la montaña o en una playa de Punta Cana.
-Tu problema, querido, es que siempre serás un eterno insatisfecho. Nunca tienes bastante, hasta cuando vives el presente tu cabecita no para de dar vueltas deseando un futuro que ni siquiera sabes si podrás disfrutar.
Le permito que me zarandee una y otra vez. Y lo hace con auténtica delectación. A fin de cuentas las mujeres son diosas y nosotros tan solo perritos falderos a la espera de una caricia. Lo que me hizo menos gracia es que me diera el coletazo final, eso sí que me dolió. Como si fuera la patada de un boxeador de los pesos pesados, peor que eso. Me dejó sin resuello pero ella, indiferente, fue y se tiró al agua.
(Ilustración: "La maravillosa irlandesa", Gustave Courbet (1819-1877)

jueves, 18 de octubre de 2012

La patética "Blancanieves" que nos representará en los Oscar


Que España es diferente es algo que ya se sabía. Que es un país con una historia muy particular también. “Que inventen ellos”, clamaba Miguel de Unamuno en tiempos de crisis parecidos a los que estamos viviendo. No somos unos genios en muchas cosas, ni tenemos una productividad comparable a la de otros países vecinos. Nuestra historia ha estado protagonizada por guerras civiles, intolerancias e incapacidades para lograr objetivos que otros consiguieron antes y con mayor brillantez. A fin de cuentas, todo el oro que venía de América, y que debió ser considerable, seguía camino desde Sevilla y otros puertos para fortalecer a los prestamistas y banqueros de Europa, algunos de ellos debían ser de estirpe judía y los habíamos expulsado y estigmatizado por no practicar la verdadera religión, que era la nuestra, obviamente.
Pues bien: si The Artist, la gran película francesa muda logró hace poco un triunfo resonante en medio mundo, ahora -para no ser menos- lanzamos a los cuatro vientos Blancanieves, una producción que intenta transportar el famoso cuento a los años 20 y a España. Pues sí, esta ha sido la película elegida por la Academia española de cinematografía para que nos represente en la ceremonia de los Oscars del año que viene, en la que tendrá la férrea oposición de docenas de películas puesto que este año próximo se van a multiplicar la candidaturas.
En blanco y negro y muda, la Blancanieves española es una película patética, un film chabacano dirigido por un tal Pablo Berger, cuyo mayor mérito consiste al parecer en haber rodado Torremolinos 73, algo así como un quiero y no quiero, un destape sin destape cuando todavía vivía el Caudillo. Según cuenta el director, nos encontramos ante un film singular que mezcla el relato gótico, el drama y la opereta, la malvada bruja, la manzana envenenada. Maribel Verdú está lamentable… como el resto del reparto. ¿Cómo no se les ocurrió mandar allá El artista y la modelo, de Fernando Trueba, que es un producto más delicado y sutil? Nada, manda la horterada, la epidemia de cerebros planos se acentúa. Y, encima, con el zarandeado mundo de los toros por medio. 

martes, 16 de octubre de 2012

Los peligros del nacionalismo


Hubo un tiempo en que para amigos de mi generación, Barcelona era casi la capital del mundo. Una ciudad abierta y cosmopolita que se diferenciaba mucho de la grisácea Madrid, donde residía la dictadura. Barcelona tenía el tratamiento de provincia exactamente igual que Las Palmas: para realizar un acto cultural, aunque fuera una simple presentación de un libro, había que hacer instancias y poner pólizas y esperar la autorización gubernativa, exactamente igual que si estuviéramos a casi dos mil kilómetros de la capital.
Barcelona era una ciudad junto al mar, con sus ramblas, con su Barrio Gótico, con su carga de historia. No te sentías extraño. Al contrario: allí había muchos latinoamericanos, muchos canarios que estudiaban en sus universidades en los tiempos en que el español o castellano todavía circulaba libremente por sus calles. Por allí se movían libremente Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez. Otros venían con frecuencia: cineastas, escritores, artistas de nivel. Después las cosas han cambiado tanto que el panorama es irreconocible. ¿Es Cataluña un territorio extranjero, lo será pronto? Siempre admiré la Nova Cançó, los escritores catalanes, los poetas de allí, los cantautores desde Raimon a Lluís Llach. Me gustaban su gastronomía, sus museos, sus caminos abiertos hacia el Mediterráneo, admiraba la lucha por la democracia que se cocía en innumerables iniciativas, en encierros en Montserrat. Era la ciudad más europea de España, era una mezcla de París y Milán.
Las cosas fueron cambiando, ahora hay muy pocos latinoamericanos, y seguramente menos canarios, estudiando en sus universidades. Es lo que tiene el apartheid, la mezcla de identidad, lengua y territorio puede ser explosiva si las cosas se llevan de una determinada manera. Cuando se regresa a la cueva elemental, se deja de ver el mundo en su totalidad. En una ocasión asistí en el Liceo a un importante acto cultural. Pues bien: desde el público se produjo una airada intervención reclamando que se hablara solo en catalán. Eran los primeros tiempos de los colectivos que luego han ido cociendo el actual estado de cosas. ¿Podemos vivir sin ellos? ¿Pueden ellos vivir sin el resto que habla en castellano? Todo puede suceder, y todos habremos perdido. El nacionalismo puede convertirse en arma nefasta. Y si además te encuentras al cerebro-plano de Rajoy y a sus brillantes ministros, el atolladero está servido. 

viernes, 12 de octubre de 2012

"Bailando hasta el final del amor" (Leonard Cohen)


El grandísimo poeta y cantautor canadiense nos entrega una versión magistral de uno de sus grandes temas. En estos primeros días de octubre acaba de tener actuaciones memorables en el Palau Sant Jordi de Barcelona y en el Palacio de los Deportes de Madrid. 
El tiempo no pasa por el maestro, casi 80 años ya, como no sea para reverdecer y potenciar su poesía, su filosofía sobre el amor, su creatividad.

jueves, 11 de octubre de 2012

Isabel Pérez Montalbán (El sur también existe)

Isabel Pérez Montalbán (Córdoba, 1964) estudió Magisterio y Ciencias de la Información. Representante de la “poesía de la conciencia”: se trata de una nueva poesía combativa, literatura activista, quizá penúltima herencia de la poesía social de los años 60. Antonio Orihuela, Jorge Riechmann, Antonio Méndez, Luis Melgarejo y Josu Montero son algunos de los nombres de esta línea comprometida con la realidad.
He aquí poemas de su serie Los genes australes: el sur también existe.

1 Yo tuve un gen de cal y siesta,
un patio con helechos,
un barrio en las afueras, dos familias,
un testamento de guerra civil.
Porque se heredan la sangre y los muertos,
se hereda lo amarillo.
Mi paisaje primero es un eclipse.
Córdoba como un puzzle,
la tumba de su río bajo el Puente Romano
–el peligro del puente–,
las calles sin horizonte de Córdoba
–la adolescencia mala sin plano ni horizonte–,
siempre el agua estancada de los árabes,
siempre el miedo al calor en las noches de agosto.
Y siempre la distancia y el exilio.
2 Toda revolución pasa en el sur,
aunque tome un palacio de invierno en pleno octubre.
Todas las bombas caen en el sur,
aunque exploten en Serbia.
Porque el sur no es un punto cardinal,
sino un planeta viejo, quemado por el sol.
Y están en él los insurrectos todos,
con su astillero regulado y su aceite de oliva
de un grado de acidez –cada día más caro–,
cada niño con su patera,
con su coche italiano cada adulto,
y cada amor con su mentira
de perfume francés.
3 El sur también existe, que dice Benedetti.
No sé si existo, pero si existo soy el sur.
Pienso, luego sur.
Estoy al sur de todo,
a la izquierda del norte judicial y becario,
de la caridad solidaria,
de la nieve que viaja en limusina,
del imperio nipón-germánico,
a la izquierda del verde cantábrico y bursátil.
Y sin botines.
No es verdad que están llenos los hoteles.
Al auténtico sur no llega nadie
ni se viene de vacaciones.
El sur no se visita.
El sur se lleva dentro como un órgano
y no tiene fronteras ni aeropuertos,
pues se expande como un big bang
y es un incendio inextinguible
.
4 Si me muevo, y vaya donde vaya,
siempre me bajo un poco más al sur,
me salgo de los límites correctos.
Porque tengo la brújula anímica
dañada de fiebre meridional.
Y la dirección rota y los genes australes.
Tengo africana
la rosa de los vientos.
Me tira el ser humano,
me quema el sur proletario y silvestre,
el grito de los desaparecidos,
la mano esclava de un niño explotado,
los ojos siervos de algún inocente,
la piel negra del Harlem
y la escoba del apartheid.
Me tiro y me sumerjo
en el sur rojo y amniótico de la sangre,
en los temblores de las fallas sísmicas,
en la pulposa humedad caribeña
y en la fábrica asiática de todo a cien.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Juan Francisco González-Díaz, cubano en Canarias

Las islas siempre han sido un puerto de ida y vuelta. En los veleros de La Palma mis abuelos fueron a Cuba muchas veces, mis primos a Venezuela. Siendo un pueblo tan vinculado al Caribe, no es raro que muchos de nosotros nos hayamos asentado allá, y por lo tanto tampoco es extraño que, aprovechando los reclamos de nuestro presunto apogeo, miles de cubanos y venezolanos se hayan establecido aquí en los últimos años. Claro Juan Francisco González Díaz, casado con la artista grancanaria Elva Ramírez Brandón, vive en la isla desde hace cinco años. Tan polifacético que es psicoanalista, promotor cultural, antropólogo, profesor de español y de literatura, investigador, coordinador de talleres de creación literaria. Vocación múltiple, poeta y narrador, tiene una personalidad atenta y atractiva, no en vano está titulado en antropología cultural, etnología, psicoterapia intensiva. Es un todo terreno, sus publicaciones son tan variopintas como su propia actividad literaria. Es autor de poemarios, libros de cuentos, ensayos.
El ministerio de Educación de España le ha reconocido el título de licenciado. Además es máster en Antropología Cultural por la universidad de La Habana, diplomado en Etnología, profesor de secundaria con especialidad en Español, profesor de secundaria básica en Historia. Ha participado en cursos y postgrados, en centros de enseñanza superior de Cuba y España y ha asistido a treinta eventos de crítica e investigación, presentando trabajos de temas históricos y antropológicos.
Si a alguien se le ocurriera decir que los cubanos son perezosos por razón del clima, su actividad en muy diversos frentes lo desmiente. Así preside el festival atlántico de poesía De Canarias al Mundo y el Centro Canario de Estudios Caribeños, es miembro de la Asociación Canaria de Escritores y de la Nueva Asociación para la Edición, de la Asociación de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, así como de la Unión de Historiadores de Cuba. Es poeta, dispuesto a recitar sus versos en los muchos eventos que se están celebrando últimamente. Es también narrador y articulista, ha escrito sobre los orígenes literarios de la provincia La Habana como sobre el Cabildo Congo de Nueva Paz. 
Juan Francisco es un hombre inquieto y polivalente, su mujer es también creativa. Y te impacta cuando se arranca con sus versos melancólicos o rabiosos, que recita con voz tronante, como si fuera un pequeño Apolo caribeño, pues se sabe en posesión de la búsqueda y de la rabia, de todas las preguntas y de algunas respuestas. Vale más disponerse a luchar cada mañana que quedarse a ver cómo alumbra el sol.

martes, 9 de octubre de 2012

Hay que echarlos a votazos

José M.Balbuena Castellano

Adiós a la justicia gratuita, la que estaba destinada a personas insolventes, y que era atendida en este extraño país por 32.000 abogados, porque al señor Gallardón, tan original él, como todos los de su clan, se le ha ocurrido subir las tasas judiciales. Así que si alguien en evidente precariedad económica desea presentar una demanda, una reclamación, o cualquier cosa que dependa de nuestro código penal, que lo olvide, porque si  reclama, por ejemplo, 200 euros que se le deben, a lo mejor tiene que gastarse antes 500. Gracias señor Gallardón.
Pero esta gente no para de ser original. Uno de sus señores comentó que “que las leyes, como las mujeres, están para violarlas”. Es el machismo de la España profunda, de la España medieval, con derecho de pernada. Y una bien puesta   y pluriempleada señora Cospedal, (económicamente hablando, eh)  ha desmantelado el parlamentarismo  castellano-manchego y quiere que todas las “autonosuyas” sigan su ejemplo. Solamente pueden acudir a su escaño aquellos que tengan una buena posición económica. O sea , instituirá la plutocracia, o más bien la reconstruirá, porque nunca ha sido ajena en la trayectoria política hispana.
Suma y sigue, pues, el partido impopular, empeñado en hacernos la vida imposible, y a pesar del  aupamiento  de los millones de votos que obtuvo de sufridos y desengañados ciudadanos .  Desengañados, claro, del  fracaso del hombre del talante, que necesitaba bailar al ritmo de  una mejor música, que no con talente-pachanga. Después del ascenso evidente que tuvieron, ahora descienden hacia un pozo que parece que no tiene fondo, llevándose sus incompetencias, sus recortes, sus insensibilidades, su inoperancia, y el favorecimiento descarado que l e hace a la banca, a las financieras, a los mercados, a los bienes patrimoniales y de sociedades… y a la “Führerin” Merkel.
Además, bajo las directrices de una desequilibrada Unión Europea  que no tiene criterios unificados en materia fe organización fiscal y financiera, judicial, administrativa, etc. Lo peor de este país, de España, desvertebrado, enormemente dividido en parcelas tribales, que nos recuerdan a los reinos de Taifas de la época musulmana, es que no existen alternativas políticas fiables , al menos a corto plazo, que nos saquen del atolladero. Y no es cuestión de que haya o una deriva populista, estilo bolivariano chavista, o de dictadura justificada incluso mediante un procedimiento democrático. Hay que descartar siempre el golpismo y las imposiciones totalitarias, del signo que fueren. Creo que los españoles, a estas alturas, se merecen algo mejor.
Nos faltan partidos comprometidos, flexibles, adaptables y sensibles con lasa aspiraciones de los ciudadanos, que no quieren perder  todos aquellos logros sociales y laborales obtenidos tras años de luchas, de reivindicaciones y esfuerzos. Partidos que no se plieguen a intereses del gran capital, de las financieras, a los internacionalismos espurios y que atiendan, en cambio, las demandas  sociales, al buen funcionamiento de las instituciones y administraciones públicas y que nos conduzcan a todos a la recuperación del estado de bienestar, y de derecho, de forma equitativa.
Hace falta en este país una profunda reforma de casi todo: de organización territorial (suprimiendo, por ejemplo, ciertas autonomías que no vienen a cuento y que podrían integrarse en otras de su entorno)  judicial, electoral, educativa, fiscal, sin que existan exenciones patrimoniales, de sociedades, religiosas,etc.
No está mal encaminada la creación de una España federal, que algún que otro partido pregona, aunque el  federalismo no esté en la  mente de los partidos conservadores, y creo que tampoco en la mayoría de la población. Por si alguno no lo sabe aún, Suiza es un país federal, dividido en 22 cantones, donde existen cuatro lenguas oficiales: alemán, francés, italiano y rético-romanche. Hay libertad religiosa y separación de iglesia y estado. Y no deja de ser una nación ejemplarmente democrática, pese a su pluralidad, donde las decisiones importantes se solucionan bajo referéndum. Además, tiene algo para mí muy valioso: su neutralidad. En España estamos alineados con la OTAN (instrumento de Estados Unidos, cuando les interesa) y con acuerdos en USA.
Así pues, tendremos que plantearnos echar a votazos a quienes están degenerando nuestra democracia, nuestras libertades  y nuestros logros, para sustituirlos por aquellos que merezcan nuestra confianza y sean capaces de sacarnos del atolladero en el que estamos metidos.

lunes, 8 de octubre de 2012

El libro que Galdós nunca escribió


En la edición facsímil del célebre homenaje que el 9 de diciembre de 1900 le ofreció a Pérez Galdós una nutrida representación de los canarios en Madrid, con motivo de la publicación de Las bodas reales, que completaba la tercera serie de los Episodios Nacionales, observamos que enorme y distinguida fue la asistencia a la velada. Así figuraban Nicolás Estévanez, el Marqués de Villasegura, los generales Luis de Cubas y Federico Verdugo, el conde de Belascoaín, José Wangüemert y Poggio, Luis Doreste Silva. También hubo una carta de adhesión del general Valeriano Weyler, estaban directores de periódicos y en la comisión organizadora figuraba José Betancor Cabrera, más conocido con su seudónimo literario de Angel Guerra.
La reedición, de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, con introducción de Antonio Cabrera Perera, transcribe los discursos que fueron pronunciados. Galdós tenía 56 años y el periodista tinerfeño Manuel Delgado Barreto, recién llegado a Madrid, 20. Ni corto ni perezoso, este instó al ilustre autor a escribir un libro relacionado con Canarias. Dijo esto: “Nuestro pueblo necesita una obra, trasunto fiel de sus costumbres, de su vida, de su sentir, pensar y querer, y por suerte y para honra suya cuenta un hijo ilustre que puede ofrecérsela magnífica, soberbia… ¡tan soberbia como el Teide y tan magnífica como los mismos panoramas de los valles canarios! Es una aspiración unánime que en grito suplicante llega a la cima gloriosa que ha tiempo alcanzó el autor insigne de los Episodios Nacionales. Él no lo desoirá, porque sabe que atendiéndolo proporciona júbilo sin medida a su país querido, a la vez que enriquece con una nueva joya el tesoro de nuestra literatura nacional…”
La pregunta es sencilla. ¿Por qué no escribió un Episodio Nacional sobre la derrota de Nelson en Santa Cruz de Tenerife? ¿Por qué dejó el hueco de Canarias en su larga obra novelística y teatral? Hubo que esperar a la década de los 70 en el siglo pasado para que surgiera una narrativa ambientada en las islas, en el ser insular, considerando al archipiélago como un territorio mestizo, cosmopolita, abierto al mundo. Está claro que, a pesar de todo, quien padeció el escarnio del obispo Pildain y toda la leyenda negra posterior, seguirá siendo el más importante escritor canario. Pero ahí quedó esa ausencia: el libro que nunca escribió, el libro que no quiso o no pudo escribir.

sábado, 6 de octubre de 2012

This is the life (Amy MacDonald)

El despiste juvenil, esa angustia de no saber exactamente qué hacer, ni donde dormir cuando llegue la madrugada. En las frías calles de Edimburgo se paseó Amy McDonald, y la presente versión de este éxito mundial fue grabado en un concierto en Basilea, Suiza, el año 2008. Cuatro millones de discos han sido vendidos por esta joven escocesa de 25 años, nacida bajo el signo Virgo (25 de agosto de 1987). Dicen los entendidos que su tono de voz es de contralto y que en cierto modo imita a otro grupo célebre, The Cranberries.

Esperamos que ya haya ido encontrando algunas respuestas a sus muchas preguntas. 

El vídeo, como siempre en este blog, subtitulado en español.

viernes, 5 de octubre de 2012

Los cuentos de Carver: borrachos, perdedores, psicóticos


Raymond Carver, muerto a los 48 años, es uno de los maestros de la narrativa contemporánea. Minimalista, autor del “realismo sucio”, escrutador de los perdedores, de los borrachos, de los aburridos, de los violentos que tienen la batalla perdida de antemano: desde Hemingway a Salinger y Bukowski, caminos paralelos de vidas intensas y libros apretados. La publicación del libro de relatos titulado Principiantes (Anagrama) permite ahora comparar los cuentos aquí recogidos con los que fueron publicados en 1981, presuntamente mutilados por el editor Gordon Lish, y que conformaron el resonante éxito De qué hablamos cuando hablamos de amor.
La prosa seca, eléctrica, despojada de adornos del grandísimo autor de Catedral, Tres rosas amarillas, etc. se nos revela aquí de otra manera: más sentimental, más adjetivada, con más derivaciones secundarias. Esta versión “sin corregir” por el editor sufriría una poda de casi el cincuenta por ciento. De este modo se fabricó la leyenda de Carver: un hombre preocupado por conseguir un estilo directo, yendo a la médula de las cosas, al hueso de la narración, a la frase eléctrica, despojada de adornos.
Una jovencita baila con su novio en el jardín de una casa en medio de los restos del naufragio del anterior propietario, un hombre y una mujer se dan cita en la habitación de un motel para certificar el fin de su relación, innumerables escenas del ostracismo burgués de las parejas de mediana edad, el infinito fracaso de hombres que no saben acometer su papel. Las pequeñas y las grandes tragedias del “american way of life” suponen una radiografía lúcida sobre la contemporaneidad.
El “bienhechor” editor se ha convertido en el villano de la película. Pero eso no es del todo cierto. Gordon Lish fue un gran mutilador, mutiló sobre todo los cuentos más largos, los que tenían trama más compleja. Hubo un pacto entre editor y autor, pero también un abuso del editor, lo ha dicho gente tan importante como Philip Roth. Sí, pero el editor consiguió el objetivo de lanzar a su pupilo a la fama planetaria. De publicar en revistas minoritarias, Carver llegó a las grandísimas editoriales, a las ventas millonarias. Y también a la muerte precoz, que en definitiva lo consagró en mayor medida.

jueves, 4 de octubre de 2012

¿Son nocivas las religiones?

He aquí un tema tan viejo como el ser humano, y que sigue proporcionando mucha controversia. En la historia de la humanidad las religiones han sido necesarias para conceder la esperanza de otra vida tras la muerte, para muchos la vida terrenal es dura e injusta, por ello ante la injusticia de este mundo se ha predicado la resignación y la confianza en la gloria eterna. Pero lo cierto es que la intolerancia y el fanatismo religioso han provocado muchos millones de muertos, torturas, guerras y persecuciones. El saberse adscritos a la única “religión verdadera” hace que los seguidores de cada creencia se sientan belicosos con quienes practican las otras religiones, los “paganos”. 
El día de San Valentín del año 1989 un escritor recibió una llamada que le anunció que había sido condenado a muerte por el ayatolá Jomeini en Irán. El “delito” de Salman Rushdie era haber escrito una novela titulada Los versos satánicos, que por sí misma era un texto ampuloso y más bien aburrido en cuyas páginas el autor hablaba con muchas metáforas de Mahoma, el islam, los imanes y Satán. La sentencia de muerte contra el escritor hindú nacionalizado británico sigue en pie, e incluso ha sido incrementado el valor de la recompensa económica para quien la ejecute.
“No tiene sentido que las religiones exijan que no se las critique. Cuando oigo a la gente decir que hay que respetar las religiones, lo que quieren decir es que tenemos miedo a la violencia, porque ese respeto lo que realmente esconde es el miedo a la violencia. Estoy cansado de que las religiones exijan un trato especial. No hay ninguna razón por las que se les deba dar ese trato especial. Tenemos que poder hablar de las cosas en serio, pero también con sátira”, acaba de manifestar Rushdie en referencia a las caricaturas publicadas en las que se ridiculiza al profeta Mahoma.
Añade que las acusaciones de blasfemia y herejía que recayeron en su momento sobre él parecían más pertenecer a “la inquisición española que al siglo XX”. Y añade que este comportamiento era solo el inicio de un tipo de política extremista por parte del mundo musulmán y subraya cómo esa violencia se ha ido propagando por el mundo, y cita el caso del periodista asesinado en Turquía y el de otros escritores perseguidos. “Esos ataques se han ido propagando porque los atentados del 11 de septiembre en Nueva York son solo el eslabón de una cadena”, ha dicho en la presentación de su nuevo libro, Joseph Anton (Mondadori) en Madrid.
“El vídeo hecho en EEUU sobre Mahoma es malísimo y no hace falta organizar quemas ni ataques a embajadas. En Youtube hay tantas cosas que cualquiera puede sentirse ofendido”, concluye.

miércoles, 3 de octubre de 2012

La noche de los muertos


Con las primeras lluvias consistentes ya fluyen los barrancos. Noviembre es un mes para celebrar la matazón y San Martín, las castañas asadas, el vino nuevo. Por eso no fue raro que visitáramos la bodega del abuelo. Era un pajero alzado al modo de los antiguos: paredes de piedra seca, vigas de tea para sostener las tejas rojas, el lagar ancestral con su poceta para pisar la uva. Ya estaban sustituyendo los viejos barriles por cubas de metal inoxidable.
              Al primo Asindino se le ocurrió llevar un par de quinqués de petróleo, por si a alguno de los miembros del grupo se les ocurría quedarse a ver la salida de la luna. En aquellos días se presentaba la luna llena con su brillo inaugural. Nos animábamos a ver la luz o a ver las estrellas nos aprovisionábamos de mantas para echarnos al suelo y desde allí contemplar la inmensidad del universo.
                Claro que se animaron. Primero habíamos comido en buena cantidad, llegó la sesión de chistes y hasta las mujeres soslayaron el pudor de siglos para atreverse con la fiesta. Contábamos sin dejar de comer y de beber. Después de la puesta de sol fue cuando iniciamos el camino monte arriba, subíamos entre los pinos y las viñas. La subida sirvió para aliviarnos el mareo de la incipiente borrachera, el aire fresco y el agua de los charcones tras la reciente lluvia obraban el prodigio.
Las mujeres, tan voluntariosas, subieron bolsas con sartenes para hacer tortillas. Por si nos entraba hambre en la madrugada.
Comíamos y brindábamos para espantar el frío. Alcanzamos duraznos y manzanas, los buenos frutales injertados por los antepasados. Precisamente el abuelo Principio y el tío Eliacim decían que lo más importante de la vida es plantar buenos árboles, pues ellos seguirán ahí después que nosotros nos hayamos ido. Y en cierto modo al tomar un fruto de aquellos árboles viejos pero bien injertados para que siguieran viviendo mucho tiempo era como si recibiéramos un don de nuestros muertos, era como si nos comunicáramos con ellos. Y cuando volvimos a ingerir el vino nuevo no pudimos dejar de homenajear a quienes habían plantado aquellas viñas, tanto tiempo atrás.

martes, 2 de octubre de 2012

Dos poemas de Luis Cernuda

Poeta de la Generación del 27, nacido en Sevilla en septiembre de 1902. Influenciado por la literatura francesa, tradujo al surrealista Paul Éluard. Nunca escondió su homosexualidad, y esto le acarreó desprecio. Durante la Guerra Civil, se exilió en EEUU, donde trabajó como docente. Más tarde se trasladó a México, donde falleció en 1963.
A lo largo de su vida reflejó en sus poemas un espíritu que comenzó esperanzado, que exaltaba la belleza y la ornamentaba, pero que progresivamente se fue endureciendo y se volvió más práctico y conceptual. Algunos de sus títulos, ubicados en orden cronológico, bastan para avalar lo dicho anteriormente: "Perfil del aire", "Los placeres prohibidos", "Las nubes", "Vivir sin estar viviendo" y "Desolación de la quimera". Tras el asesinato de Lorca, le dedicó la elegía "A un poeta muerto (F. G. L.)".

1
Donde habite el olvido, 
En los vastos jardines sin aurora; 
Donde yo sólo sea 
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas 
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. 

Donde mi nombre deje 
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, 
Donde el deseo no exista. 

En esa gran región donde el amor, ángel terrible, 
No esconda como acero 
En mi pecho su ala, 
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. 

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, 
Sometiendo a otra vida su vida, 
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. 

Donde penas y dichas no sean más que nombres, 
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; 
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, 
Disuelto en niebla, ausencia, 
Ausencia leve como carne de niño. 

Allá, allá lejos; 
Donde habite el olvido.

2
            Aquí 
en esta orilla blanca 
del lecho donde duermes 
estoy al borde mismo 
de tu sueño. Si diera 
un paso mas, caería
en sus ondas, rompiéndolo 
como un cristal. Me sube 
el calor de tu sueño 
hasta el rostro. Tu hálito 
te mide la andadura 
del soñar: va despacio. 
Un soplo alterno, leve 
me entrega ese tesoro 
exactamente: el ritmo 
de tu vivir soñando. 
Miro. Veo la estofa 
de que está hecho tu sueño. 
La tienes sobre el cuerpo 
como coraza ingrávida. 
Te cerca de respeto. 
A tu virgen te vuelves 
toda entera, desnuda, 
cuando te vas al sueño. 
En la orilla se paran 
las ansias y los besos: 
esperan, ya sin prisa, 
a que abriendo los ojos 
renuncies a tu ser 
invulnerable. Busco 
tu sueño. Con mi alma 
doblada sobre ti 
las miradas recorren, 
traslúcida, tu carne 
y apartan dulcemente 
las señas corporales, 
por ver si hallan detrás 
las formas de tu sueño. 
No lo encuentran. Y entonces 
pienso en tu sueño. Quiero 
descifrarlo. Las cifras 
no sirven, no es secreto. 
Es sueño y no misterio. 
Y de pronto, en el alto 
silencio de la noche, 
un soñar mío empieza 
al borde de tu cuerpo; 
en él el tuyo siento. 
Tú dormida, yo en vela, 
hacíamos lo mismo. 
No había que buscar: 
tu sueño era mi sueño.