LUIS LEON BARRETO ------------------------------------------------------------------------------------------correo: leonbarreto49@gmail.com
sábado, 30 de mayo de 2015
Esta noche, la pitada al himno ¿Por qué no interpretar también los himnos de Catalunya y Euskadi?
Hoy, 30 de mayo, será la final de la Copa del Rey. España es el único país del mundo donde se silba el himno nacional y la presencia del Rey. Si vamos a una organización federal del Estado Español ¿por qué no hacer caso a lo que apunta el presidente del PNV, quien sugiere que, además de la Marcha Real, se interpreten los himnos de Catalunya y Euskadi, al objeto de quitar hierro a la pitada de rigor? Como el señor Rajoy es autista, ni sabe ni contesta, no habrá opción de ello. Pero si algún día llega un presidente de Gobierno que tenga dos dedos de frente tal vez podamos evitar el bochorno de la pitada, que es estimulada por las ansias de independencia de Catalunya y Euskadi, ansias de independencia que deberían ser legitimadas por un referéndum, si algún día se celebra con garantías.
miércoles, 27 de mayo de 2015
Noel Olivares y la masonería según Cecilia Domínguez
Los
letraheridos son una clase especial de gente. Son poetas, son narradores, son
gente que lleva una libretita emocional consigo, porque caminando por cualquier
calle les puede surgir el chispazo, la idea, la metáfora, la famosa inspiración
que te hará mucho bien si te coge en plena faena, delante del ordenador,
delante de la máquina de escribir antigua o delante del bolígrafo con el papel
a punto. En Canarias hay bastante gente creativa: en las letras, en las artes,
en la música, en el teatro, incluso en el cine, gente de todas las edades y
tendencias. Aquí hablaremos de un grancanario, Noel Olivares (1954), y de una
tinerfeña, Cecilia Domínguez (1948), dos poetas que también indagan en la
narrativa y que están de actualidad por dos libros recientes. Noel es un hombre
tierno, un personaje literario de sí mismo, que cada día vive y sufre
escribiendo, en compañía de su mujer, la brasileño-gallega Teka Barreiro,
también poeta que anima con su exótico acento los círculos literarios locales. Porque
en cada poeta hay un narrador en potencia, y viceversa, él hace prosa a veces.
Coautor con Leopoldo María Panero de Me
amarás cuando esté muerto y ¿Quién
soy yo (Apuntes para una poesía sin autor), figura en diversas antologías.
Historias monumentales, Idea, es un libro de microrrelatos presentado en la Casa Museo Pérez Galdós, con reminiscencias de Edgar Allan Poe y que nos habla de la violencia y la crueldad, en ocasiones del amor y el lirismo; los escapes poéticos tratan de apaciguar el tono generalmente pesimista de las pequeñas historias. Amor y muerte, literatura dentro de la literatura, la comedia humana con el rigor del cuento de formato brevísimo, ese chispazo de ingenio y de contradicción. Sueños, premoniciones, suicidios, amores imposibles, aleteos de mariposa. Lo extravagante de la condición humana, desde Kafka a nuestros días. Y el reino del cuento, desde Borges a Cortázar, la capacidad de síntesis.
Historias monumentales, Idea, es un libro de microrrelatos presentado en la Casa Museo Pérez Galdós, con reminiscencias de Edgar Allan Poe y que nos habla de la violencia y la crueldad, en ocasiones del amor y el lirismo; los escapes poéticos tratan de apaciguar el tono generalmente pesimista de las pequeñas historias. Amor y muerte, literatura dentro de la literatura, la comedia humana con el rigor del cuento de formato brevísimo, ese chispazo de ingenio y de contradicción. Sueños, premoniciones, suicidios, amores imposibles, aleteos de mariposa. Lo extravagante de la condición humana, desde Kafka a nuestros días. Y el reino del cuento, desde Borges a Cortázar, la capacidad de síntesis.
El
microrrelato exige precisión y un final ingenioso y sorprendente, un vuelco que
introduzca un elemento insólito o una sonrisa. Si partimos de Agusto Monterroso
–Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí– ya contemplamos la fuerza
metafórica de estas siete palabras pausadas por una coma. En el célebre local
Cuasquías unos cuantos nos reuníamos con Dolores Campos–Herrero, y luego como
homenaje a ella tras su fallecimiento, para leer historias brevísimas. De
aquellos años, 2007 y alrededores, surgen estas propuestas que ahora Noel
recoge en libro.
Cecilia Domínguez
Luis (1948) es poeta consolidada, pero también hace incursiones en la
narrativa. Su libro más reciente es El
sepulcro vacío, publicado por NACE, que será presentado el viernes 19 en el
Museo Domingo Rivero. Licenciada en Filología Hispánica, ha escrito poemas,
novelas, cuentos para niños y adolescentes. Fue presidenta del Ateneo de La
Laguna y ha participado en congresos nacionales e internacionales de lengua y
literatura, así como en encuentros de poesía. Reciente Premio Canarias de
Literatura esta orotavense ha superado una grave enfermedad y lee con entusiasmo
sus poemas en centros de enseñanza, una actividad muy gratificante para ella.
Su novela de 358 páginas es, ante todo, ficción pero también es un texto que
arranca de sucesos reales y que se propone desvelar ciertos aspectos que han
entrado en la leyenda. Un célebre personaje de La Orotava, el marqués de la
Quinta Roja, padeció el hostigamiento de un párroco por pertenecer a la
masonería. Para él construyeron un hermoso jardín con una fuente misteriosa,
una nutrida arboleda y un lujoso mausoleo que permaneció vacío, puesto que
usando ciertas influencias su cuerpo al fin reposó en el cementerio de la Villa.
La abuela de la autora ponía mucha vehemencia al contarle a Cecilia la curiosa
historia, no en vano su padre, el bisabuelo de la escritora, perteneció también
a la masonería, en aquel siglo XIX en el que las logias pretendieron ejercer su
labor filantrópica e iluminadora sobre la atrasada sociedad insular.
Cecilia
ha escrito una novela de la memoria, sutil y elegante. Con un lenguaje
introspectivo y una prosa cuidada, con uso del diálogo interior, nos cuenta las
implicaciones familiares en relación con la tumba en la que iban a ser
depositados los restos de Diego Ponte del Castillo, el Marqués, y que su madre,
Sebastiana del Castillo y Manrique de Lara, mandó construir cuando la Iglesia
prohibió que se enterrara el cuerpo de su hijo en el cementerio católico. El
texto tiene un ritmo paciente y sosegado, hay un detallismo bien conseguido y
en él se narra la investigación de Pablo y sus conversaciones con el jardinero
que cuidaba el parque y la misteriosa fuente, desgraciadamente desaparecido
todo ello por la acción de un alcalde “arboricida”. Lo importante es la
búsqueda que pone en marcha ese personaje ficticio para saber quién fue su
padre y lo que sucedió en la vida real para que se generase tal crispación
eclesiástica, con la quema de libros y la excomunión.
El
misterio, las relaciones familiares y el cuidado por las referencias sociales son
los ejes centrales del libro. Además de ser novela de la memoria a lo Proust,
con la melancolía de un tiempo definitivamente ido, la obra adquiere un aire a
lo Hitchcock porque trata de desenhebrar la tupida maneja y a tal fin la autora
ha emprendido una notable labor de documentación que cuenta como eje central
los aportes del historiador palmero Manuel de Paz Sánchez. Pues la masonería
tuvo importantes implicaciones en la prensa y en la sociedad de la época en las
principales ciudades canarias, Santa Cruz de Tenerife con su espectacular
templo, Las Palmas de Gran Canaria, así como en La Orotava, Santa Cruz de La
Palma y Arrecife de Lanzarote. Es este un capítulo poco conocido de la historia
de las islas, y la novela de Cecilia –además de estar bien escrita, con ese
ritmo lento y descriptivo– tiene el mérito de ser pionera. La represión que la
Iglesia ejerció sobre los practicantes incluía documentos vaticanos; aquella
intolerancia no acaba de desvanecerse a pesar de que la evolución social hace
que los masones actualmente ni despierten las suspicacias del pasado ni sean
esas criaturas diabólicas que el franquismo nos describió como autores de
permanentes conspiraciones “judeomasónicas”. A fin de cuentas, masones han sido
grandes personajes de la humanidad. Dos libros, dos autores interesantes.
martes, 26 de mayo de 2015
Las elecciones y el Vaticano
Tiempo de penitencia para los líderes
de los partidos políticos, tiempo de examen de conciencia antes de armar
posibles pactos que ojalá sean duraderos. Pues no se olvide que casi tenemos el
record nacional en cuanto a mociones de censura y otras trapisondas en medio de
la legislatura. Hay que aunar voluntades y lograr que la gente sea fiel a lo
que se programa, en definitiva hay que ser coherentes. De momento, estas
elecciones han tenido un efecto saludable: remover las aguas estancadas en el
fondo del pozo. Frente a la actitud autista e imperturbable de algunos
incapaces de moverse, aparecen otros –ojo al protagonismo de las mujeres– con
ilusiones renovadas y ganas de tirarse al agua. No es casualidad que las dos
alcaldables de Madrid y Barcelona hayan puesto en marcha acciones contra los
desahucios que la banca sigue ejecutando día tras día, sin piedad. No es
casualidad que en la ciudad de Las Palmas el voto contestatario se haya
impuesto como lo ha hecho, no es casualidad lo que ha ocurrido en la mayoría de
lugares. Y es que la gente de la calle no suele perdonar las exhibiciones de
indiferencia y distanciamiento de algunos líderes, de ahí que se produzcan
vuelcos importantes. El bipartidismo va a ser modificado con la aparición de
nuevas corrientes que se fijan más en la sociedad real, en Europa es normal que
haya frecuentes coaliciones de partidos y aquí nadie debería asombrarse por
ello.
A la hora de hablar del Papa
Francisco hay que tener en cuenta que también estamos en presencia de un líder
con influencia en buena parte del mundo, un líder de opinión y un líder
mediático. El Papa está manteniendo una política de gestos que resulta novedosa
y atractiva para muchos. Así el hecho de que no viva en las suntuosas
dependencias vaticanas sino en una residencia. Así también la beatificación
–suspendida por los anteriores pontífices– del salvadoreño monseñor Romero es
una señal de avance. La elección de este pontífice, que elogia la humildad y la
austeridad en las formas, en cierto modo va paralela a la de su antecesor Juan
XXIII, el gran reformador cuya labor en el concilio Vaticano II fue frenada por
quienes le sucedieron. Desde fuera, da la impresión de que Francisco está
controlado por una curia envejecida y ultraconservadora, que dificultará sus
propósitos de puesta al día en temas tan importantes como el celibato opcional,
el sacerdocio de la mujer o el control de los dineros de la Iglesia. Por otro
lado, qué duda cabe que la figura del Papa es un referente universal en
cuestiones tan palpitantes como los miles de muertos de la inmigración, las
guerras, la corrupción o las flagrantes injusticias sociales. Este Papa no se
calla, al contrario de Pío XII, cuyo silencio frente al nazismo fue más que
elocuente.
En realidad, pudiera pensarse que la
elección del Papa ha respondido a la inquietud que la Iglesia Católica tiene
sobre América Latina, donde el avance de las iglesias protestantes auspiciadas
por Estados Unidos y el auge de las izquierdas está amenazando a las
estructuras de poder, con las cuales la Iglesia se ha identificado. Tal vez el
nombramiento de Bergoglio es la manera de potenciar con mayor discreción el
freno a la Teología de la Liberación, que tanto éxito tuvo en América Latina en
las décadas precedentes como consecuencia de las enormes desigualdades sociales
del continente.
Parece obvio que existe un conflicto
entre los valores del catolicismo como religión y los valores que sustentan los
aparatos ideológicos de la Iglesia, que reproducen y controlan las
desigualdades sociales para su propio beneficio. Pudiera pensarse que la elección
de Bergoglio como Papa sea un intento de frenar la identificación de las clases
populares de creencia católica con las formas alternativas que están surgiendo
no solo en América Latina sino también en el mundo y que interpretan el apoyo a
los pobres como la lucha para terminar con la desigualdad. Los pobres no son
sujetos pasivos, sujetos de compasión y caridad, sino que debería ayudárseles a
ser activos en su propia liberación en contra de las instituciones
reaccionarias, entre las cuales la jerarquía de la Iglesia católica ha tenido
un lugar prominente, tanto en Argentina como en España.
La gente de mi generación recordará el
nacionalcatolicismo de los tiempos franquistas, cuando se ponía el énfasis en
el sexto mandamiento, que te mandaba directamente al infierno incluso cuando se
hubiera manifestado un simple pensamiento. El terreno de la sexualidad ha
evolucionado mucho en las sociedades occidentales, hasta el punto de que se ha
introducido el matrimonio entre personas del mismo sexo en un número creciente
de países y hoy existe una notable tolerancia hacia muchos aspectos de la
sexualidad porque la moral es cambiante, de acuerdo con la evolución humana.
Pese a la condena vaticana pocos católicos
rechazan el uso del preservativo y otros métodos anticonceptivos. Otro asunto
que ha cambiado es el de las relaciones íntimas antes del matrimonio. ¿Sigue siendo
pecado la masonería? ¿Es verdad que la guerra civil española fue una “cruzada”
que ha conseguido beatificar y santificar a las víctimas del bando republicano
ignorando a las del otro lado? Otras preguntas incómodas se multiplican. Por
ejemplo ¿es lícito negar la comunión a quienes se divorcian? También podríamos
preguntarnos si son pecado mortal los pensamientos eróticos, o qué pensar ante el
aborto.
Al papa Bergoglio no le suelen perdonar
todavía su presunto silencio cuando la dictadura argentina de Videla, en la
cual desaparecieron sacerdotes comprometidos con las capas más humildes de la
sociedad, entre ellos varios jesuitas. El propio Videla, que dirigió la Junta
Militar, declaró alguna vez que la Iglesia había apoyado y colaborado en su
gobierno, durante el cual se practicó el robo de bebés, la tortura y la
represión en todos sus niveles.
¿Qué hará el Papa con los cientos de
sacerdotes casados que hay en España? Se ha llegado a pensar que, dada la falta
de vocaciones, ellos serían autorizados a oficiar la misa manteniendo su
situación de casados, acaso una señal de que en el futuro la Iglesia podría
aceptar que el celibato fuera opcional. Como se ve, hay muchos temas a los que
–tarde o temprano– el Vaticano tendrá que ir encontrando respuestas.
lunes, 25 de mayo de 2015
No tengo sitio en la Plaza de Mayo, pero todos somos Argentina
Eduardo Sanguinetti, Filósofo Rioplatense
Argentina, no olvidemos, fue construida, por civiles, militares, paisanos de la tierra, indígenas, exiliados políticos, inmigrantes, provenientes de seres de todas las latitudes...que persista la memoria, ¡No a la discriminación de ninguna mujer, hombre, cualquiera sea su identidad!, sólo estemos asimilados a el deber de vivir en verdad, libertad y dignidad, la única garantía, de poder entregar una tierra, libre de pestes, a nuestros hijos/as, libre de infectos seres, que todo lo degradan...los "
El pueblo, que sigue a su líder, Cristina, está reunida en la Plaza de Mayo, lástima, que los que no comulgamos con gobiernos de turno, no tengamos sitio en esta Plaza...La Plaza de Mayo, Plaza Mayor de Buenos Aires, es tan antigua como la ciudad misma. Cuando Juan de Garay fundó la Ciudad de Trinidad Puerto de Buenos Aires, dejó trazado el lugar de la Plaza Mayor. Desde los comienzos de la ciudad, la Plaza de Mayo fue escenario de todos los acontecimientos conmovedores de su historia. Todos somos Argentina, bien no nos discriminen, no nos persigan, no nos censuren, esta Plaza es de todas y todos. Basta de discriminación por pensar y sentir diferente...Ah! siempre he sido nacional y popular...pero asimilado al ideario de un pueblo que se nutra de valores éticos, estéticos, dignos, en libertad, coraje y verdad...no deseo pertenecer a una masa amorfa de esclavos de tendencias materiales...y llamar a las cosas por su verdadero nombre, basta de simulacros y aplausos mutuos de los peores. Las minorías, ¿quién las representa?
sábado, 23 de mayo de 2015
La subliteratura y la buena literatura
Por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayor - San Sebastián, Euskadi
Frente a las preferencias de una clase media cada vez más numerosa que busca la lectura de libros que sólo pretenden divertir ─a los que se ha asignado la ominosa etiqueta de subliteratura─, se opone la opinión de los defensores de una alta literatura que ayuda al hombre a ser más libre y más tolerante. Es una controversia que quizás adolece de un defecto de partida, ya que antes habría que ponerse de acuerdo en lo que cada concepto representa.
Según el Diccionario Enciclopédico Ilustrado Sopena, la literatura tiene por definición la de ser un género de producciones del entendimiento humano que tienen por fin expresar lo bello por medio de la palabra escrita. El término sirve pues para vestir a los dos santos. Entonces, en lugar de hablar de alta y baja literatura, ¿no sería más correcto hablar de buena y mala literatura? Y aun así, ¿quién establece la diferencia y cuáles son los criterios para diferenciarlas?
Veamos lo que piensa el escritor Javier Marías: Desde hace unos años se reserva el término “literario” para las novelas que antes se llamaban meramente “ambiciosas”. Es decir, para las que no tenían como único propósito el de entretener, sino que, además, pretendían que el lector viera y conociera el mundo mejor, que quizá pensara en cuestiones en las que normalmente no piensa, que reparara en aspectos de los que por lo general se hace caso omiso.
Fijémos nuestra atención en la comparación del filólogo y editor Jaume Vallcorba: Lo que puede diferenciar a la literatura de calidad de la de consumo es, en buena medida, la mayor complejidad de la primera respecto de la segunda. Su mayor densidad y pertinencia significativas, así como el juego constante, paralelo al de la música, entre lo reconocible y la sorpresa. Una complejidad de tipo estilístico y retórico.
Y por último, centrémonos en las palabras de dos personas doctas en la materia, Alicia Correa Pérez y Arturo Orozco Torre: La literatura es un arte que presenta los muy diversos sentimientos y pasiones del ser humano, con toda la fuerza y la intensidad que concede el poder de la palabra escrita. La subliteratura, en cambio, está formada de clichés y lugares comunes; las historias se repiten pues van dirigidas al sentimentalismo vulgar del lector.
La primera conclusión a la que llegamos es que no hay una definición unánime de lo que es Literatura y, por tanto, tampoco de lo que no es. Los límites que separan lo literario de lo no literario son difusos, sobre todo si se atiende únicamente a los cambiantes valores estéticos de cada época. Los romances, por ejemplo, fueron considerados como subliteratura en la Edad Media, para consumo de masas, según el Marqués de Santillana; y hasta hace pocos años entraban dentro del mismo concepto las novelas de detectives, la ciencia ficción, el cómic, la literatura erótica y hasta la infantil.
Hay críticos que, en su afán por buscar las huellas en la historia de la subliteratura, afirman que la subliteratura está íntimamente emparentada con el kitsch. Esta expresión se empezó a utilizar para designar ciertas construcciones arquitectónicas, para después referirse a un tipo de literatura sentimental y patriótica, con trama estereotipada y de composición y efectos fáciles. Umberto Eco hace una reflexión interesante acerca de la influencia que ha tenido:
Desde hace algunas décadas, el kitsch, lo cursi y los subproductos artísticos en general han servido como materia prima de elaboración para autores genuinos. Andy Warhol y Costus, en pintura; Manuel Puig y Guillermo Cabrera Infante, en literatura, o Pedro Almodóvar, en cine, han bebido del kitsch, han hecho una lectura crítica deconstructivista, y lo han devuelto al público en forma de nuevas propuestas estéticas de auténtico valor artístico.
Pero, a pesar de la casi indefinición del género, Umberto Eco encuentra unos elementos que ayudan a caracterizar esta baja literatura:
- Se dirige a un público lector heterogéneo, al que considera como un receptor pasivo de mensajes.
- Es un fenómeno de puro mimetismo de obras del pasado, degradador, ausente de originalidad y capacidad creadora.
- No existen renovaciones estéticas ni de sensibilidad: se limita a homologar el gusto existente de modo conservador.
- Obedece a la ley de la comercialidad.
- Alienta una visión pasiva y acrítica del mundo.
A esta falta de originalidad creadora y estilística podemos añadir otro problema que nos plantea Horacio para la subliteratura: el de su utilidad. Horacio nos dice que en la naturaleza de la poesía existe una relación entre dolce et utile. “Útil” equivale a lo que no sea malgastar el tiempo, es decir que la literatura como tal, aparte de ofrecer una función “dulce” (horas de esparcimiento), nos ofrece también una serie de datos aprovechables acerca de un conocimiento universal, “instructivo”.
La baja literatura es “dulce” pero no “útil”, la ambición de conocimiento queda descartada; el objetivo del lector de este tipo de lecturas es únicamente: la evasión. Y, por lo tanto, jamás se preocupa si la anécdota es verosímil o no.
En definitiva, podemos afirmar que la subliteratura sacrificó los fines estrictamente estéticos y literarios para buscar la comercialidad y así poder llegar a un público mayoritario. En España tuvieron muchísimo éxito y fueron conocidas como “novelas de quiosco”, “novelas de a duro”… Constituyeron un importante entretenimiento durante muchos años y en la memoria de todos están ejemplos representativos como el de la escritora Corín Tellado (una de las más prolíficas que han existido en la historia de la literatura), Marcial Lafuente Estefanía, Silver kane, Curtis Garland y tantos otros.
viernes, 22 de mayo de 2015
Houellebecq, el provocador de la novela francesa
Michel Houellebecq
es un insurrecto. En su última novela, Sumisión,
plantea la tesis de que un partido denominado Hermanos Musulmanes ganaría las
elecciones en Francia en 2022, y de este modo el país quedaría bajo el mandato
de los islamistas. Sus obras y sus opiniones, siempre críticas con el
pensamiento políticamente correcto, lo han puesto en el punto de mira de
algunos medios de comunicación, que lo acusan de misógino, pornógrafo, decadente
y reaccionario. También lo censuran los colectivos musulmanes, muy abundantes
en Francia por la inmigración desde las antiguas colonias. En una entrevista
afirmó que “la religión más idiota del mundo es el Islam” y “cuando lees el
Corán se te cae el alma a los pies.” Denunciado por agrupaciones islámicas y de
derechos humanos por injuria racial e incitación al orden religioso, actualmente
goza de protección policial, del mismo modo que Salman Rushdie a raíz de su
novela Los versos satánicos.
Houellebecq, el novelista europeo más vivo en estos años, tiene una curiosa fascinación por Lanzarote, no en vano su novela del mismo título fue uno de sus primeros libros. El argumento de Lanzarote, una novela corta más bien decepcionante (aunque contiene fotografías de la isla hechas por el propio autor y la crónica del cura de Yaiza sobre las erupciones volcánicas de Timanfaya) ya contenía las preocupaciones primordiales del francés: el sexo, la muerte, las sectas, la devastación de la humanidad. Un paisaje desolado, un paisaje ausente, en el que pasar una semana de vacaciones y en el que un par de alemanas lesbianas permiten sugerentes aproximaciones. Allí aparecía la secta de los azaraelianos, que preparaban la regeneración de la humanidad por los extraterrestres. Es muy directo y contundente, con pequeñas dosis de humor, y aborda el sexo sin tabúes.
Cansado de los destinos tradicionales, el protagonista sigue la recomendación de una agente de viajes y decide hacer un viaje a la isla. En el hotel donde se aloja entablará relación con Rudi y la pareja formada por Pam y Barbara. Entre excursiones a la isla, el protagonista descubrirá tanto el volcánico paisaje de la zona (vienen fotografías dentro del libro) como a sus compañeros de aventuras. Rudi es un policía belga que ha entrado en una gran depresión debido a su fracaso matrimonial y a un desgaste emocional en el trabajo. Pam y Barbara son dos jóvenes alemanas que disfrutan del sexo sin frontera ni pudor, este par de lesbianas no excluye la unión heterosexual, por ello ayudará a nuestro protagonista a liberar tensiones en más de una ocasión. Entre medias habrá tiempo también para que alguno de estos personajes se sienta atraído por la "religión (secta) azraeliana".
En La posibilidad de una isla (Punto de Lectura, 439 páginas) el paisaje más significativo es el de la desnudez desolada de Almería/Lanzarote. El autor toca multitud de temas: la destrucción del planeta mediante sucesivas guerras nucleares, la aparición de “neohumanos” tan evolucionados que constituyen una especie diferente y también de “salvajes” que recuerdan al hombre primitivo, el papel de una secta que está destinada a ser la religión mayoritaria y cuya sede principal radica en Lanzarote, la manipulación genética, el amor y los celos, la inmortalidad a través de la clonación. La novela tiene un tratamiento de ciencia ficción, de ensayo filosófico y hasta profético, algunas de sus páginas son primorosas y otras resultan reiterativas. Pero así es Houellebecq, el autor de moda en Europa que tiene una escritura fluida y atrapadora. No es este su mejor libro pero en él repite sus temas preferidos: el futuro apocalíptico, la destrucción del planeta, la juventud y la decadencia de la vejez, los experimentos científicos que podrían recordar las manipulaciones similares de los nazis.
En realidad, en sus otras novelas (Las partículas elementales, Plataforma, El mapa y el territorio) ya plantea numerosas cuestiones: las descripciones sexuales que lindan con el porno, la búsqueda del amor y la felicidad, la construcción de una nueva espiritualidad, la idea del fracaso y la muerte, la soledad de la vejez que conduce al suicidio, la decadencia de las religiones.
Lo que intenta el autor es que el lector haga sus propios análisis, seguramente por ello desarrolla esas bravatas, que son una constante en su obra y en su actitud vital. En síntesis: asume el papel de poner patas arriba las ideas sobre las que se construye nuestro mundo, generar desasosiego es su proyecto: “No hay que temerle a la felicidad, pues no existe.” He aquí dos fragmentos: “El vuelo hacía escala en Gran Canaria, y mientras dábamos vueltas por el aire en espera de tener pista libre para aterrizar, observé con curiosidad las dunas de Maspalomas. Las gigantescas formaciones arenosas se zambullían en el océano, de un azul resplandeciente; volábamos a baja altura y distinguía las figuras que se formaban en la arena a causa de los movimientos del viento, que a veces recordaban letras y, en otras ocasiones, formas de animales o rostros humanos; no podías evitar verlas como señales, darles una interpretación adivinatoria, y empecé a sentirme agobiado, a pesar o a causa de la uniformidad del cielo…”En otro párrafo habla de un futuro apocalíptico: “También a ella le parecía casi seguro que una comunidad de primates evolucionados se habían instalado en la ubicación que había sido Lanzarote; esa zona del Atlántico Norte, me contó, había sufrido un destino geológico atormentado: tras desaparecer completamente en el momento de la Primera Reducción, la isla había resurgido por efecto de nuevas erupciones volcánicas; también se había convertido en península en el momento de la Gran Desecación, y, según los últimos planos, seguía unida a la costa africana por una estrecha franja de tierra…”
En definitiva, valoramos el humor corrosivo de este autor y su vocación de instigador. Como decíamos, su novela breve Lanzarote es flojita, fue una ocasión perdida para hacer un análisis más profundo del turismo y sus implicaciones. Pero es interesante la mezcla de ficción y sociología que hace en sus textos. El tema de las sectas, bastante implantadas en Canarias, sería digno de estudio por parte de los especialistas. De cualquier modo, está claro que este autor juega a la perfección su papel de provocador, quizá para desatascar la mortecina literatura francesa de las últimas décadas. Una literatura casi inapetente, a pesar de sus dos premios Nobel consecutivos (Le Clézio y Modiano). Premios Nobel acaso favorecidos por motivaciones extraliterarias.
Houellebecq, el novelista europeo más vivo en estos años, tiene una curiosa fascinación por Lanzarote, no en vano su novela del mismo título fue uno de sus primeros libros. El argumento de Lanzarote, una novela corta más bien decepcionante (aunque contiene fotografías de la isla hechas por el propio autor y la crónica del cura de Yaiza sobre las erupciones volcánicas de Timanfaya) ya contenía las preocupaciones primordiales del francés: el sexo, la muerte, las sectas, la devastación de la humanidad. Un paisaje desolado, un paisaje ausente, en el que pasar una semana de vacaciones y en el que un par de alemanas lesbianas permiten sugerentes aproximaciones. Allí aparecía la secta de los azaraelianos, que preparaban la regeneración de la humanidad por los extraterrestres. Es muy directo y contundente, con pequeñas dosis de humor, y aborda el sexo sin tabúes.
Cansado de los destinos tradicionales, el protagonista sigue la recomendación de una agente de viajes y decide hacer un viaje a la isla. En el hotel donde se aloja entablará relación con Rudi y la pareja formada por Pam y Barbara. Entre excursiones a la isla, el protagonista descubrirá tanto el volcánico paisaje de la zona (vienen fotografías dentro del libro) como a sus compañeros de aventuras. Rudi es un policía belga que ha entrado en una gran depresión debido a su fracaso matrimonial y a un desgaste emocional en el trabajo. Pam y Barbara son dos jóvenes alemanas que disfrutan del sexo sin frontera ni pudor, este par de lesbianas no excluye la unión heterosexual, por ello ayudará a nuestro protagonista a liberar tensiones en más de una ocasión. Entre medias habrá tiempo también para que alguno de estos personajes se sienta atraído por la "religión (secta) azraeliana".
En La posibilidad de una isla (Punto de Lectura, 439 páginas) el paisaje más significativo es el de la desnudez desolada de Almería/Lanzarote. El autor toca multitud de temas: la destrucción del planeta mediante sucesivas guerras nucleares, la aparición de “neohumanos” tan evolucionados que constituyen una especie diferente y también de “salvajes” que recuerdan al hombre primitivo, el papel de una secta que está destinada a ser la religión mayoritaria y cuya sede principal radica en Lanzarote, la manipulación genética, el amor y los celos, la inmortalidad a través de la clonación. La novela tiene un tratamiento de ciencia ficción, de ensayo filosófico y hasta profético, algunas de sus páginas son primorosas y otras resultan reiterativas. Pero así es Houellebecq, el autor de moda en Europa que tiene una escritura fluida y atrapadora. No es este su mejor libro pero en él repite sus temas preferidos: el futuro apocalíptico, la destrucción del planeta, la juventud y la decadencia de la vejez, los experimentos científicos que podrían recordar las manipulaciones similares de los nazis.
En realidad, en sus otras novelas (Las partículas elementales, Plataforma, El mapa y el territorio) ya plantea numerosas cuestiones: las descripciones sexuales que lindan con el porno, la búsqueda del amor y la felicidad, la construcción de una nueva espiritualidad, la idea del fracaso y la muerte, la soledad de la vejez que conduce al suicidio, la decadencia de las religiones.
Lo que intenta el autor es que el lector haga sus propios análisis, seguramente por ello desarrolla esas bravatas, que son una constante en su obra y en su actitud vital. En síntesis: asume el papel de poner patas arriba las ideas sobre las que se construye nuestro mundo, generar desasosiego es su proyecto: “No hay que temerle a la felicidad, pues no existe.” He aquí dos fragmentos: “El vuelo hacía escala en Gran Canaria, y mientras dábamos vueltas por el aire en espera de tener pista libre para aterrizar, observé con curiosidad las dunas de Maspalomas. Las gigantescas formaciones arenosas se zambullían en el océano, de un azul resplandeciente; volábamos a baja altura y distinguía las figuras que se formaban en la arena a causa de los movimientos del viento, que a veces recordaban letras y, en otras ocasiones, formas de animales o rostros humanos; no podías evitar verlas como señales, darles una interpretación adivinatoria, y empecé a sentirme agobiado, a pesar o a causa de la uniformidad del cielo…”En otro párrafo habla de un futuro apocalíptico: “También a ella le parecía casi seguro que una comunidad de primates evolucionados se habían instalado en la ubicación que había sido Lanzarote; esa zona del Atlántico Norte, me contó, había sufrido un destino geológico atormentado: tras desaparecer completamente en el momento de la Primera Reducción, la isla había resurgido por efecto de nuevas erupciones volcánicas; también se había convertido en península en el momento de la Gran Desecación, y, según los últimos planos, seguía unida a la costa africana por una estrecha franja de tierra…”
En definitiva, valoramos el humor corrosivo de este autor y su vocación de instigador. Como decíamos, su novela breve Lanzarote es flojita, fue una ocasión perdida para hacer un análisis más profundo del turismo y sus implicaciones. Pero es interesante la mezcla de ficción y sociología que hace en sus textos. El tema de las sectas, bastante implantadas en Canarias, sería digno de estudio por parte de los especialistas. De cualquier modo, está claro que este autor juega a la perfección su papel de provocador, quizá para desatascar la mortecina literatura francesa de las últimas décadas. Una literatura casi inapetente, a pesar de sus dos premios Nobel consecutivos (Le Clézio y Modiano). Premios Nobel acaso favorecidos por motivaciones extraliterarias.
jueves, 21 de mayo de 2015
Murakami, siempre
Murakami,
siempre. La penúltima obra del eterno candidato al Nobel nos introduce en una
lectura compleja, lenta, perturbadora, profunda. Maneja los puntos oscuros de
la realidad, el misterio y el suspense como nadie. Aparecen en esta obra, igual
que en otras muchas suyas, una mezcla de sueños extraños y sexo, y nuevamente
la música, ahora la del pianista Listz, como protagonista esencial. Mucho
simbolismo, el protagonista tiene un apellido sin color mientras que quienes le
rodean llevan apellidos que en japonés van asociados a los colores. Su peculiar
estilo y forma narrativa magnífica. Claro que, si comparamos este libro con 1Q84 y otras piezas mayores, nos puede
parecer de tono menor. Realismo mágico, existencialismo, vitalismo contenido, a
la japonesa: esa nación enigmática en la que está prohibido llorar en público
cuando se tiene una desgracia. Murakami nació en Kioto en 1949 y es un autor
con grandes ventas, no en vano Japón es un país con un nivel cultural más que
envidiable. Claro que también es un autor muy valorado en el extranjero, que ha
recibido importantes premios internacionales.
miércoles, 20 de mayo de 2015
Vivir y morir por y para la literatura: el calvario de publicar un libro
Hoy es día de reflexionar; hoy mi mente ha amanecido despejada después de años de tormentos, de repente se han disipado las nubes y el gris ha dado paso a cristalinos colores. Todo porque decides cambiar el precio de uno de tus libros. Ya sé, esto último no casa con lo poético del oficio; pero a veces la acción más pueril es pulsar un interruptor para que se haga la luz.
Pero vayamos a los hechos incontestables y a los datos, siempre mucho más reveladores que las aportaciones subjetivas con las que escribimos nuestras benditas historias cuatro locos.
―De 1967 a 2002: escribiendo mi diario, mis historias, cuentos y poesías; feliz. Lo hacía siempre que podía, mis libretas eran mi refugio, la manera más grata de ordenar mis ideas y escapar de esta locura que llamamos vivir, a veces la única.
―2004: por primera vez decido escribir con la intención de publicar y comienzo con una novela para niños sin demasiadas pretensiones, incluso la ilustro con mis propios dibujos.
―2005: harta de escribir a editoriales, decido coeditarla con una editorial que publica a granel por poco dinero: 300 euros 200 ejemplares. El talento de Nano sale a la luz. Por entonces no conocía la promoción en redes y demás, así que me limité a hacer una presentación en mi ayuntamiento, en la cual el concejal se dedicó a regalar mis libros como los banqueros los caramelos en sus despachos. Total, que no vendí ni uno. Con todo, llegó a una segunda edición y me consta que también se agotó, entre otras cosas porque el editor me pagaba las regalías con mis propios libros, que yo terminaba vendiendo o regalando.
―2006: me doy cuenta de que la literatura no es para mí solo una afición, es mi vocación, de manera que me lo tomo como un trabajo y me pongo a escribir mi primera supernovela: La última vuelta del scaife, una obra histórica que me llevó dos años de trabajo, uno solo para la documentación, y de la que estoy especialmente orgullosa.
―2008: empieza el calvario de buscar editoriales y nada, los manuscritos y cartas se perdían como por arte de magia. Por entonces ya me manejaba decentemente por internet y navegando encontré una editorial que había publicado a Mario Benedetti, Ana María Matute, Francisco Umbral y Fernando Savater, entre otros muchos, y que hacía mucho ruido en los medios de comunicación. ¡Sorpresa!, aceptan mi manuscrito, quieren publicarlo. ¿Dónde está el truco? ¡Todo lo pagas tú, y más! Mi familia hace un gran esfuerzo económico pensando en que puede ser una inversión, me voy para Madrid y firmo. ¡Ole! Justo a la vuelta me encuentro un correo de la editorial «Roca» diciéndome que quiere mi historia, esta vez, claro está, con anticipo y sin gastos para mí y tal. El destino es muy caprichoso.
―2009: dedicado a recorrer España cargada de libros para poder vender los puñeteros quinientos ejemplares. Todos los gastos de viajes corrían a mi cuenta, claro está. La última vuelta del scaife se convirtió en una ruina para mí y un auténtico negocio para la editorial. Hablamos de una novela que no tiene nada que envidiar a muchas de las que compráis con verdadera ansiedad.
―2010: aprendida la lección, decido dejar de dar bandazos por el país y ponerme a escribir. De ahora en adelante, a disfrutar escribiendo y punto. Sigo aprendiendo y dándolo todo en mi oficio. Termino Maldita y, dado que obtener beneficios de mi trabajo me parecía un imposible, decido publicarla por capítulos en mi blog, gratis, y obviar el tema de mandar cartas a editoriales. Durante cinco meses, noche tras noche, mi blog se llena de visitantes deseosos de la siguiente entrega. Maldita es un éxito sin precedentes en la blogosfera.
―2011: Escribo Pretérito imperfecto y consigo agente literario. Ea, pues ya está, ya tengo quien luche por mis obras. Error, es mi propio agente quien rechaza mis manuscritos, alegando argumentos que harían llorar al mismísimo Putin. Oye, pero mi agencia literaria está muy contenta de tenerme entre sus autores.
―2012: desesperada, subo a Amazon Maldita, que se convierte en un éxito de ventas en tres meses. Más tarde publico Pretérito imperfecto en esta misma plataforma y más de lo mismo; llegué a tener estas dos obras durante más de un año en el Top 100, sola, con la única ayuda de los lectores. Como he dicho en otras ocasiones, por primera vez consigo que mis libros, lejos de producirme gastos, me aporten un pequeño sueldo mensual. Mientras tanto, me escribe «Planeta de Libros» solicitando una de mis obras. Como tengo agente y va con frecuencia a Madrid, le pido que me represente y luche por un contrato más favorable al que me habían ofrecido. El resultado es el mismo que yo ya tenía en mi poder, pero ahora la agencia se llevará su tanto por ciento, por una obra que ella misma había rechazado. Firmo con «Click» de «Planeta de Libros» cediendo por siete años todos los derechos, digital y papel, de El fotógrafo de paisajes. Por supuesto, solo sale en digital, la versión en papel es una quimera.
―2013: me escribe «Ediciones B» con la intención de sacar Maldita en papel. No me lo podía creer… Estoy tan contenta y tengo tantas ganas de ceder la tarea de promoción y dedicarme a escribir que, ilusa de mí, firmo un contrato por las cuatro obras que tengo en Amazon hasta el momento.
―2014: mis novelas en Amazon se han hundido, de estar en la cumbre han pasado al infierno, eso sí, con su gran sello editorial. Maldita sale en papel, comienza la tourné de presentaciones. Gastos, y más gastos, todos pagados de mi bolsillo. En septiembre autoedito mi última obra. Comienzo a escribir mi próxima historia: la primera parte de una trilogía.
―2015: La caja mágica y Pretérito imperfecto se publica en papel con «Libros Mablaz», una editorial modesta, pero que me deja la versión digital. Termino la primera parte de la trilogía.
No es que tenga un pasado editorial muy extenso, pero sí lo suficiente como para valorar en qué momentos me he sentido más libre, más recompensada y he tenido más tiempo para escribir. Es muy claro, cuando estaba autoeditaba. En breve la primera parte de la trilogía Cartas desde Washington estará lista para salir a la luz. De nuevo he sido tentada para firmar con un par de editoriales, pero, como decía al principio, hoy lo veo todo con más claridad que nunca: una de ellas es un gran sello, pero solo quiere el digital, o sea, quedarse con la obra por una inversión cero y secuestrar el papel; y la otra quiere las dos versiones, pero tendría que esperar más de un año para su publicación. No, no me parece justo que después de tantas horas trabajando, por mucho que me apasione escribir, yo sea la única de las partes que tenga que darlo todo a cambio de unas migajas.
Me pregunto qué pasaría si todos los escritores dejáramos de firmar contratos. Eso es, se irían al paro muchos trabajadores, de imprentas, de transportes, libreros, maquetistas, ilustradores… Pero los lectores seguirían ahí, de manera que tal vez los autores empezaríamos a ganarnos la vida con nuestro oficio. ¿Y al contrario?, ¿qué pasaría si las editoriales se pusieran en huelga? Pues que seguiríamos publicando. Son ellas las que nos necesitan a nosotros, no nosotros a ellas. En mi caso y en el de muchos escritores, tener editorial no ha compensado. Tal vez me lo merezca. Por otro lado, hace dos días decidí subir el precio de Hijos de Atenea en Amazon, de 1€ a 2.85€. Comprobado, ha sido un suicidio escritoril, debo ser una autora de saldo cuyas obras no merecen el desorbitado precio de algo menos de tres euros. No me gusta la falsa humildad y menos la soberbia, y creo ser capaz de ser mi más severo juez: me falta mucho por aprender, no viviré para abordar tanta sapiencia, pero no es menos cierto que mis obras están a la altura de muchas que han llegado a millones de lectores con precios prohibitivos.
Hay compañeros que esto lo verán como una más de mis quejas, según parece, contar mis experiencias tal y como son no es de buen gusto.
De manera que no le voy a dar más vueltas al asunto, si no aparece nadie que respete mi trabajo y arriesgue por él al menos un mínimo de lo que arriesgo yo, la primera parte de la trilogía Cartas desde Washington la autopublicaré en digital, aunque sé que en estos momentos la autoedición es un maremágnum en el que es difícil despuntar y que seguiré viviendo para la literatura y no de la literatura. Quiero dar pasos seguros, perdiendo el mínimo de dinero, que ya está bien. Que llegue o no a la meta imaginada, ya no me importa tanto. Y, sobre todo, quiero seguir disfrutando y aprendiendo del arte de novelar.
Eso es, escribir historias como cuando era niña y experimentar una y otra vez la felicidad de hacer realidad mis sueños sobre el papel. Creo que lo demás no
es cosa mía.martes, 19 de mayo de 2015
"Mandarinas": una película contra la guerra (Multicines Monopol)
“Mandarinas” (Multicines Monopol en Las Palmas de Gran Canaria)
es una película de guerra, candidata que fue al Oscar a la mejor película en
lengua no inglesa. Con sus 83 minutos de metraje, es una pequeña obra maestra
sobre la fraternidad humana frente a la violencia humana. Hecha entre
productores de Estonia y de Georgia, para hablar de esas guerras balcánicas que
han destrozado Europa en los últimos años. Un ejemplo de cómo plasmar en la
gran pantalla la virulencia de una guerra con poquísimos pero muy potentes
referentes de la contienda. Un film que lleva la lucha armada al terreno de la
metáfora, al relato íntimo, a espacios más simbólicos y a contextos más amplios
y atemporales. Sus diálogos son sabios y serenos. Su drama aflora poco a poco,
sin caer en estrategias lacrimógenas. Habla por encima de todo de la condición
humana. Y además, nunca olvida su realidad histórica, de forma que, aun
pudiendo sentir en cada instante la tensión de una guerra vecina, las
irrupciones de ésta sacuden al espectador con la virulencia de un misil que
estalla a pocos centímetros de nuestro rostro, como un recordatorio de la
crudeza de los acontecimientos que tienen lugar más allá de los cultivadores de
mandarinas, que son capaces de dejar de lado su pequeño negocio para acoger a
víctimas de los dos bandos que se enfrentan hasta la muerte.
domingo, 17 de mayo de 2015
´"A sky full of stars", vídeo de Colplay
https://www.youtube.com/watch?v=VPRjCeoBqrI
El grupo británico Coldplay ha repetido el gran éxito que tuvieron gracias a su éxito "Viva la vida" con este magnífico tema, que les ha llevado a lo más alto en 2014.
La letra fue escrita por todos los miembros del cuarteto y producida por el mismo grupo junto al DJ sueco Avicii, Paul Epworth, Daniel Green y Rik Simpson.
En la letra, tan romántica, escuchamos frases como: Porque eres un cielo, porque eres un cielo lleno de estrellas / Te voy a dar mi corazón / Porque eres un cielo, porque eres un cielo lleno de estrellas. Y la parte más desgarradora: Porque iluminas el camino / No me importa, sigue y destrózame / No me importa si lo haces / Porque en un cielo, porque en un cielo lleno de estrellas /Creo que te ví.
Aquí está la letra en inglés y español:
http://www.letrasindie.com/2014/04/coldplay-sky-full-of-stars-letra.html
El grupo británico Coldplay ha repetido el gran éxito que tuvieron gracias a su éxito "Viva la vida" con este magnífico tema, que les ha llevado a lo más alto en 2014.
La letra fue escrita por todos los miembros del cuarteto y producida por el mismo grupo junto al DJ sueco Avicii, Paul Epworth, Daniel Green y Rik Simpson.
En la letra, tan romántica, escuchamos frases como: Porque eres un cielo, porque eres un cielo lleno de estrellas / Te voy a dar mi corazón / Porque eres un cielo, porque eres un cielo lleno de estrellas. Y la parte más desgarradora: Porque iluminas el camino / No me importa, sigue y destrózame / No me importa si lo haces / Porque en un cielo, porque en un cielo lleno de estrellas /Creo que te ví.
Aquí está la letra en inglés y español:
http://www.letrasindie.com/2014/04/coldplay-sky-full-of-stars-letra.html
martes, 12 de mayo de 2015
Pepe Dámaso y el arte africano
Este artista impetuoso y exuberante repetía una
palabra con mucha contundencia: la tropicalidad. Hablaba de este cielo, de esta
luz, de los caminos que nos trae el Atlántico desde distintas fuentes
nutricias, de esa forma peculiar de estar entre varios mundos. Debió ser cuando
le hice una entrevista, más de 40 años atrás, en su estudio de La Isleta. Luego,
en su Agaete mestizo –los colonos europeos pero también la sangre bereber de
los antepasados y la sangre negra de los cientos de esclavos de los ingenios
azucareros– quería insistir en los mundos calientes de estas islas, en la
transparencia del aire, en la tibieza del mar, en la flora y la fauna de la
región macaronésica. De ahí el concepto de la tropicalidad de Canarias, esa
vitalidad, esa alegría de vivir que nos acerca a los territorios próximos, a la
orilla africana, a la orilla caribeña a la que hemos mandado tanta emigración y
que a su vez nos ha devuelto palabras, gastronomía, ritos. Canarias como
territorio de ida y vuelta, entrevisto por creadores con los ojos atentos. Y seguramente
se refería Dámaso a ese arte continental que conoció en 1966, abajo en Dákar,
en aquella exposición que de alguna forma sirvió para confirmar su camino
futuro, siempre explorando orillas. Porque en el almacén del artista exaltado, vital
e hiperactivo, torrencial, el crítico ha rescatado bocetos, tótems, máscaras,
esculturas, dibujos. Hay en esa obra un cierto indigenismo negroide, el mismo
que marca la fiesta ancestral de La Rama, y que se expone en Casa África, en la
que por ahora es la última exposición de obra suya.
Dámaso siempre habla de sus sus raíces agaetenses, su infancia contemplando el mar, el Huerto
de las Flores de los poetas, el pinar de Tamadaba, el Valle y el tríptico flamenco
de Las Nieves. Alonso Quesada, Lorca, Pessoa han estado en su mesilla de noche.
Y cómo no recordar sus series: Héroes atlánticos, La Umbría, Sexo Quemado. Y de
sus contemplaciones y sus intuiciones sobre la naturaleza, el mar y el cielo
surgió su vocación: pintor y escultor, grabador, muralista, diseñador, cineasta.
También fue un intuitivo que
asimiló la teoría de la negritud que elaboró Senghor, poeta que fue presidente
de Senegal, intelectual que quiso rescatar a su gente, la solidaridad y el
compromiso con pueblos oprimidos por la historia, que intentan elevar la voz de
los pueblos colonizados. Aunque preferimos mirar al norte, aunque casi siempre
viajamos a Europa y Norteamérica, África está ahí al lado y hemos tenido amigos
africanos tan importantes como Amadou Ndoye, el catedrático de español en
Dákar, que tanto hizo por nuestras letras.
A sus 81 años entra y sale del hospital con su afán de
superviviente, porque siempre queda otro proyecto pendiente, otra cosa por
hacer. Este hombre no se rinde a la muerte, sino que la enfrenta colocando
frente a ella su escudo de fuerza arrolladora, de entusiasmo creador. La luz de
este mes de mayo reverdece por los cuatro costados, el aire sahariano trae la
tropicalidad de La Rama, y las cosas de Juanita, aquella mujer de Agaete casi
descarriada, casi bruja. La tropicalidad es también el mal de ojo, el curanderismo,
la superstición, tan arraigada cuando hasta el lenguaje popular refleja
elementos mágicos. Y el ídolo de Tara transformado en un mascarón africano, con
sus cuernecillos, y la utilización de instrumentos de la vida cotidiana para
fabricar pequeñas esculturas que se convierten en otra cosa. Y esos 13 bocetos
rescatados en los que aparecen hombres negros, tristes, erguidos, apaleados
pero desbordantes.
El mestizaje con la población africana de los primeros
ingenios azucareros en Agaete, Telde, Argual, Tazacorte, Taganana o La Orotava
dejó señales identitarias que flotan en el subconsciente colectivo. Nos dicen
los cronistas que en el primer tercio del siglo XVI ya había más de 20 ingenios
azucareros en Gran Canaria, los maestros azucareros vinieron de Madeira pero la
mano de obra vino de la costa africana, y de este modo se injertó un elemento
racial nuevo en la gente de las islas. El continente tan cerca y tan lejos,
África en el Parque Santa Catalina, donde siempre hubo un escaparate africano
“folklórico y decorativo.” Además de los elementos raciales y políticos, quizá
lo que nos ha alejado de África es la cercanía a un territorio tan áspero como
el desierto del Sáhara. Pero ahora la posición de las islas se valora por sus
posibilidades comerciales cara a naciones emergentes, futuro mercado.
Es hombre de compromiso, tal como señala el crítico Orlando
Brito, pues ya en los años 60, al ponerse en marcha el proceso descolonizador entiende
la cultura como puente con las jóvenes naciones vecinas. Desde entonces surge
el compromiso social y estético del artista con el arte africano. El Dámaso
viajero que marcha a Egipto en compañía de César Manrique, que a través de
Lorca visita Nueva York y encuentra los elementos afroamericanos que van desde
Harlem a Cuba y a otros mundos latinoamericanos.
En las salas de Casa África hay objetos, collages,
pintura matérica y toda una variedad de técnicas y obras que incorporan hojas
de platanera, tela de arpillera, cuero, arena volcánica, espejos. Claro que las
diferencias sociales, históricas y hasta religiosas nos han colocado de
espaldas al continente negro. Y el drama de las pateras, y los cientos o quizá
miles de africanos que se tragó el océano en su sueño de llegar a estas islas.
Y ese sufrimiento de naciones empobrecidas por tantos conflictos bélicos, por
tanta explotación de las potencias europeas. De ahí esa serie que se denomina
Crucifixión Negra, las Tragedias Atlánticas, las Máscaras-Papahuevos. Claro que
el espíritu explorador del artista le llevó a buscar conexiones entre la
canariedad y la africanidad, rituales próximos en culturas tan diferentes y tan
próximas.
Dámaso es un cosmopolita que hurga en sus ancestros
para perfilar una obra admirada por la mayoría, no en vano es uno de los iconos
culturales del archipiélago, Honoris Causa por la ULPGC, Premio Canarias, capaz
de crear relaciones con tanta gente, con tantos proyectos, con tanta
clarividencia. Un creador que no se jubila, como si tuviera el arte de perpetuarse
tras los achaques de la edad. Dice que ya solo le queda permanecer en estado de
reflexión, pero en realidad nunca abdica de su arrebato, de su versatilidad, de
su capacidad rompedora para crear. Siempre crear, más allá de la contingencia
de estar vivo.
lunes, 11 de mayo de 2015
Racismo y crisis social
El Primero de Mayo pasó desapercibido dado
que el tiempo fue muy soleado y todo el mundo fue a la playa, por consiguiente la
Feria del Libro estuvo poco asistida y los escritores locales fueron
descolocados, casi ninguneados, para mantener la tradición. Como los
organizadores no los valoran, apenas son figuras decorativas a las que se les
regatean los minutos en la carpa. Y ya puesta en marcha la otra feria, la feria
electoral, contemplamos que los imputados, encausados o investigados podrán
seguir presentándose en las listas mientras no haya sentencia firme, sabido es
que la sentencia firme puede tardar siglos en llegar. Con esto, todo el mundo
está negociando pactos y contrapactos con lo que el ciudadano se mosquea porque
no sabe en qué va a quedar su voto tras esos
conciliábulos postelectorales. Allá en el imperio, Estados Unidos, los
comunicadores se frotan las manos ante el debate presidencial que se avecina: la
señora Clinton, que pudiera ser la primera mujer en llegar a lo máximo o el
señor Bush, que aspira a proseguir la influencia del clan familiar. Entretanto,
el país registra tiroteos con resultado fatídico para jóvenes negros
generalmente indefensos a manos de una policía mayoritariamente blanca, prepotente
y abusadora.
El hecho de que haya un presidente de
color no frena los instintos de la Norteamérica profunda, sobre todo en los
estados del sur. El respeto a las minorías es un debate arduo también en Europa,
donde se plantea complicada la convivencia con musulmanes, gitanos e inmigrantes
de otras razas y culturas. Pero es que, además de los factores racistas que en
EEUU vienen desde la época de la esclavitud, está claro que en el fondo existe un
conflicto de clases sociales. No
es un caso aislado, parece que revivimos el ambiente de los años 60 en los
estados sureños. Así, los disturbios en la ciudad de Baltimore, los peores
desde 1986 por el asesinato de Luther King, obligaron al toque de queda y al
envío de efectivos de la Guardia Nacional. La tensión sigue creciendo tras los casos
de jóvenes desarmados muertos a manos de la policía en Nueva York, Ferguson,
Cleveland, Madison y South Carolina.
Un informe recogido el pasado agosto por el diario USA Today indica que, en el período de siete años que termina en 2012, se registraron 92 muertes de afroamericanos desarmados (el 18 por ciento menores de 18 años) a manos de policías locales blancos. Es decir, aproximadamente dos casos cada semana. El informe se basa en datos considerados incompletos y sesgados, recogidos sólo por un escaso número de departamentos de policías locales y entregados al FBI. No hay datos fiables y a nadie parece preocuparle eso, salvo a organizaciones de derechos humanos.
Hay otros datos que indican la actuación frecuente de la policía y la justicia en contra de la gente de color. Esa población supone un 13 por ciento de total mientras que alcanza un 40 por ciento de los encarcelados. A finales de 2013 un 3 por ciento de los varones negros estaba en la cárcel frente un 0.5 por ciento de los blancos. En 2011 uno de cada 15 niños negros tenía a uno de sus padres en la cárcel y sólo uno de cada 111 niños blancos estaba en igual situación. Blancos y negros fuman marihuana en proporciones similares pero los segundos tienen una probabilidad cuatro veces mayor de ser arrestados y seis veces de ir a prisión. Los afroamericanos tienen 21 veces más probabilidades de morir a tiros que los blancos.
El porcentaje de paro en los negros es el doble que en los blancos. Las diferencias en ingresos, aunque han disminuido y hay una creciente clase media afro, siguen siendo importantes. Por todo ello quizá no habría que mirar tan solo el enfrentamiento basado en el color de la piel, sino que, como decíamos, habría que observar el deterioro de la capa social más desfavorecida. Hay una Norteamérica blanca, sajona y protestante, bien alimentada; hay también una Norteamérica de afroamericanos y de hispanos, como la hay de inmigrantes ilegales procedentes de América Latina, de África, Pakistán, la India y otros lugares de Extremo Oriente.
La difícil relación entre los dos polos sociales se ha evidenciado en los últimos años, cuando ciudades como Detroit han caído en picado y representan la otra cara del sueño americano. Ha habido deterioro en la calidad de vida de la clase trabajadora blanca, pero sobre todo en la negra. Crecen de manera abrumadora las rentas del capital y decrecen las del trabajo, desde 2009 ha aumentado la precariedad laboral y han sido congelados los salarios. Estas circunstancias son las mismas que se muestran en España y en parte de Europa, sobre todo en el frente sur. La crisis es negocio para los ricos y declive para los pobres.
Lo
que viene sucediendo con estos conflictos que se repiten tiene que ver con
otros problemas cercanos, por ejemplo en el extrarradio de París, donde se ha
asentado una importante masa de inmigrantes cuyos servicios de educación,
sanidad y prestaciones sociales se han ido cayendo como consecuencia de la
marcha de la economía. De este modo se han producido en un pasado reciente
algaradas que no deben ser explicadas como fruto del enfrentamiento de
religiones o como consecuencia de la radicalización de estos grupos, sino más
bien como resultado de procesos de quebranto socioeconómico.
Las familias afroamericanas que se han
alzado a la pequeña burguesía y a la clase media han abandonado los barrios
donde estaban ubicadas, desplazándose a las zonas residenciales de las capas más
pudientes. De este modo, los barrios tradicionalmente negros registran un importante
menoscabo. Y respecto a estas frecuentes muertes de jóvenes hasta el propio
Obama reconoce que “tenemos un problema”. Un problema complicado, porque viene
arraigado en actitudes difíciles de erradicar.
Estos conflictos son, sobre todo, fruto de la desigualdad. Los que son
muy ricos obtienen beneficios como consecuencia de la debilitación del mundo
del trabajo y no invierten sus rentas en actividades que puedan crear empleo
sino en acciones especulativas. Lo mismo que está aconteciendo en nuestras
latitudes. La crisis entraña caída en los servicios públicos de las mayorías:
sanidad, enseñanza, prestaciones sociales, y en cambio supone grandes negocios
para los que tienen dinero contante y sonante. A fin de cuentas, poco nuevo
bajo el sol(Publicado en La Provincia, lunes 11 de mayo)
jueves, 7 de mayo de 2015
Denuncian a Venezuela por la represión de las manifestaciones
El Centro de Derechos Humanos determinó que durante la represión a las manifestaciones ocurridas entre los meses de febrero y julio de 2014 “hubo una práctica deliberada y consciente desde diferentes órganos del Estado, destinada a ocultar las evidencias de tortura y trato cruel y a obstaculizar la denuncia sobre violaciones al derecho a la integridad personal”.
Así lo informó a través de su informe El ocultamiento de evidencia médica y legal en el marco de manifestaciones y detenciones. En él se destaca además que se incurrió en prácticas ilegales como la incomunicación de detenidos, el traslado de lesionados a instituciones y hospitales militares, presiones a víctimas, el uso de la Defensa Pública para evitar denuncias, omisiones por parte de jueces durante las audiencias de presentación, la transformación de víctimas en victimarios, la confusión entre examen médico forense y el reconocimiento médico en el lugar de detención, la sustracción y desaparición de evidencias de malos tratos y tortura, y presiones a médicos.
La institución reafirma que el Estado tiene la responsabilidad de investigar de manera pronta e imparcial cuando se presuma que se haya cometido tortura.
El documento destaca la responsabilidad de funcionarios de los órganos de aprehensión, ejecutores de traslados, custodios y demás responsables de centros de detención, defensores públicos, jueces, médicos forenses, profesionales de salud de instalaciones militares y de centros de detención.
(De www.elucabista.com)
Así lo informó a través de su informe El ocultamiento de evidencia médica y legal en el marco de manifestaciones y detenciones. En él se destaca además que se incurrió en prácticas ilegales como la incomunicación de detenidos, el traslado de lesionados a instituciones y hospitales militares, presiones a víctimas, el uso de la Defensa Pública para evitar denuncias, omisiones por parte de jueces durante las audiencias de presentación, la transformación de víctimas en victimarios, la confusión entre examen médico forense y el reconocimiento médico en el lugar de detención, la sustracción y desaparición de evidencias de malos tratos y tortura, y presiones a médicos.
La institución reafirma que el Estado tiene la responsabilidad de investigar de manera pronta e imparcial cuando se presuma que se haya cometido tortura.
El documento destaca la responsabilidad de funcionarios de los órganos de aprehensión, ejecutores de traslados, custodios y demás responsables de centros de detención, defensores públicos, jueces, médicos forenses, profesionales de salud de instalaciones militares y de centros de detención.
(De www.elucabista.com)
miércoles, 6 de mayo de 2015
El Bolero de Ravel: crescendo para el amor
https://www.youtube.com/watch?v=3KgpEru9lhw
Bolero es una obra musical creada por el compositor francés Maurice Ravel en 1928 y estrenada en la Ópera Garnier de París el 28 de noviembre de ese mismo año. Es un ballet compuesto y dedicado a la bailarina Ida Rubinstein. Su inmediato éxito y rápida difusión universal lo convirtieron en una de las más famosas obras del compositor y también en uno de los exponentes de la música del siglo XX.
Es un movimiento orquestal inspirado en una danza española que con una melodía obsesiva repetida una y otra vez sin ninguna modificación salvo los efectos orquestales, en un crescendo que, in extremis, se acaba con una coda estruendosa.
La obra se inicia muy suave, va creciendo poco a poco en intensidad, cada vez más rápido, con más volumen y acaba en una explosión sonora comparable a un orgasmo. Por eso se dice que es una pieza muy apropiada para acompañar a las parejas cuando hacen el amor, su crescendo es excitante y al final llega una explosión liberadora.
Esta interpretación de la Orquesta Filarmónica de Viena con Gustavo Dudamel es de las más celebradas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)