LUIS LEON BARRETO ------------------------------------------------------------------------------------------correo: leonbarreto49@gmail.com
miércoles, 27 de septiembre de 2017
4321: Paul Auster hipnotiza de nuevo
De nuevo el maestro Auster hipnotiza al lector con esta novela gigante en la que entran sagas familiares, ficciones que se entremezclan, y como otras veces su predilección por el tema del azar. El azar, que tanto condiciona las vidas de los personajes, nuestras propias vidas de lectores empecinados. Un texto que te atrapa desde sus primeras páginas, el clásico inicio de los inmigrantes pobres que llegan a EEUU esperando el milagro americano, es decir el sueño de la prosperidad, el trocito de felicidad que debiera tocarla a cada uno. Y, en cambio, muchas veces salta el desengaño, el asalto de la violencia y la mala fortuna, la crueldad, la muerte prematura, la marginalidad. Un canto a los deseos, a la literatura, a la vida. A la esperanza que depositamos en las pequeñas grandes cosas.
martes, 26 de septiembre de 2017
"Cataluña es un problema que no puede ser resuelto" (Ortega y Gasset, 1932)
En una comparecencia ante el Parlamento, 1932, Ortega y
Gasset, filósofo, describió Cataluña como "un
problema que no puede ser resuelto, sólo se puede conllevar... Los demás
españoles debemos conllevarnos con los catalanes y los catalanes deben
conllevarse con los demás españoles". Habló en la II República, antes de
la Guerra Civil, cuando el secesionismo desafió la unidad. En 1934 declararon la República Catalana, abortada por la rápida intervención del Estado. Con el mero negacionismo de Rajoy (mentalidad de Registrador de la Propiedad) no habrá avances. Podría reformarse la Constitución, abrir nuevas vías de convivencia. Habrá que esperar.
lunes, 25 de septiembre de 2017
Juan José Delgado, Terelu Campos y Zebenzuí
Para comprobar
sencillamente a qué nivel ha llegado la cultura en el país, basta saber que a
un presentador de televisión frívolo e ignorantón le den el premio nacional,
como el que reparte churros a la hora del desayuno. Benditas instituciones que
con tales criterios otorgan los dividendos, y con tanta gente valiosa que se
queda sin reconocimiento cuando marcha hacia la tumba. Caminando en este mismo
pensamiento, nos llena de contento saber que la señora Terelu Campos, también
metida a seria autora de las letras, ya vende más que Mario Vargas Llosa, pues
el universo de Sálvame está arrasando. Así que nos hemos de mirar Frente al
espejo, obra de nivel, para corroborar que vivimos dentro de una pasarela en la
que no hay códigos ni valores más allá del griterío de la televisión bananera,
esa en la que cada cual cobra por contar sus pobrezas mentales. Más allá de
esta serie de disparates, anotemos una noticia triste: la pérdida de un hombre
que sí hacía cultura con mayúscula, con ánimo sosegado e integrador: Juan José
Delgado, lagunero, autor de la Generación de los 70.
Era humilde y
silencioso, un creador serio, un devoto estudioso de los fetasianos, un
observador atento y objetivo de las grandezas y las miserias de nuestro entorno.
Vinculado al Ateneo de La Laguna, igual que Cecilia Domínguez, Arturo Maccanti,
Elsa López y tantos otros personajes esenciales de las letras canarias. Metido
también en aquella gran revista de pensamiento, los Cuadernos del Ateneo, que
se mantuvo en papel mientras la gente ayudó. Como ha escrito Elsa López, Juan José Delgado era un ser humano al que estimaba por su
quehacer y sus pensamientos. Un intelectual apacible, sin estridencias, medido
en sus opiniones y con carácter a la hora de defender un criterio. Me gustaba y
no podía evitar contemplarlo a través de sus versos. Y cuando él hablaba en
alguna reunión a la que yo tenía que asistir, escucharlo era como una reproducción
exacta de lo que había encontrado en sus poemas: la cadencia, la armonía, la
paciente tonalidad de su voz que era como un susurro, ni alta ni baja, ni dura
ni débil. Tajante siempre, segura siempre, como si hubiera meditado cada sílaba
antes de pronunciarse igual que hacía con sus poemas. Tan ciertas las unas como
los otros. Tan consecuentes los versos con las ideas. “Cada noche te arrancan
las techumbres, / así aprendes por el cielo tus probables rutas de mañana. / Y,
pasito a paso y en silencio, proseguirás muriendo por el mundo”. Cecilia
Domínguez, otra mujer esencial en nuestra literatura, señaló en Dragaria que Juan José escribía poesía y novelas, en su apartamento de
Bajamar, escritos donde su visión del mundo que lo rodeaba y de sí mismo nada
tenía de complaciente, aunque sí de una gran carga de ternura. Y así surgieron
libros de poemas como Los comensales del cuervo, Un
espacio bajo el día, El libro de la intemperie o su
último libro, Los cielos que escalamos, libros de relatos, como Estantigua, y
novelas como Canto de verdugo y ajusticiados, La fiesta de
los infiernos o La trama del Arquitecto. Daba la impresión
de que no conocía el cansancio. Pero el cansancio le llegó de pronto y el
corazón no le siguió «regalando sus latidos». El 22 de junio de este mismo año,
le presenté su libro Los cielos que escalamos, y yo tuve una
extraña sensación de despedida. Hoy, unos días después de su partida
definitiva, vuelvo a las páginas de su libro, no sé si buscando algo de
consuelo. Las abro al azar y leo: «El camino viene a mí. Se va acercando / con
la hermosa cinta / de los caminos que se desatan lejos». Cierro el libro, y
vuelvo a quedarme a la intemperie.
Que las redes
sociales sean un entretenimiento absorbente lo demuestran muchos acontecimientos
de la vida real. Hay que estar en Facebook, en Instagram, en Linkedin, en los
150 caracteres de Twitter con los que Donald Trump gobierna cada mañana el
imperio. Estamos tan felices en la cadena de guasapear que no nos damos cuenta
de las cosas que decimos, ni a quienes se las decimos. Además, el hecho de que la
política está llena de mediocres trepadores es algo que todos ya conocíamos. Y
que estos aprovechados de la democracia campan a sus anchas es otra verdad
comprobable a diario. Pues, como todos sabemos, un indocumentado concejal de La
Laguna puso en una cuenta para afiliados y amiguetes aquella frase tan
definitoria: “Yo, a follar, jejejejeje, con empleadas que pongo yo y enchufo en
el ayuntamiento”. Sabemos que le han tirado de las orejas y que él mismo trata
de justificarse como puede, señalando que no fue su intención, que la frasecita
iba destinada a un grupo cerrado de amiguetes. Pues la puso en una red para
militantes del partido en el que milita, el PSC-PSOE, y solo por la actitud
denunciante de uno de los que recibieron el mensaje se destapó el escándalo. Pero,
aun contando con esos atenuantes, el personaje en cuestión debe irse a la
hoguera.
Luego el tal
Zebenzuí, debe ser que ya tiene la crisis de los 40, intentó disculparse diciendo
que todo fue producto de una broma. ¿Por qué será que la gente con la cabeza
bien amueblada no siente ganas de meterse en la política? Podríamos pensar que
la juventud que nos rodea se ha vuelto egoísta e insolidaria, siguiendo la
tendencia universal que pone por encima de todo el dinero y el pragmatismo, el
todo vale. Pero una parte de esa juventud tiene nivel ético, incluso sabemos
que algunos de esos jóvenes emprenden labores de voluntariado, se apuntan en
ONGs y hasta son capaces de ir a ayudar a países del Tercer Mundo. Es de ellos,
es de esa minoría, de quien podemos esperar compensaciones en los años que ya
están próximos.
A Soraya Sáenz de
Santamaría otro político indocumentado la definió como “chochito de oro”. Otro
hombre público de cuyo nombre no quiero acordarme manifestó que la entonces
ministra de Sanidad e Igualdad, Leire Pajín, era “una chica preparadísima,
hábil y discreta. Va a repartir condones a diestro y siniestro”. También es
probable que haya jefes que abusen de sus empleadas de modo similar que cuando
en la época de la esclavitud cualquier dueño de un algodonal podía disponer de
las mujeres a su servicio.
sábado, 23 de septiembre de 2017
viernes, 22 de septiembre de 2017
Los incendios son puro terrorismo
En unas islas con un
territorio tan frágil por la superpoblación, la presión turística y por la
fiebre constructiva, el hecho de que de manera sistemática cada verano se
produzcan incendios que en solo unos días calcinan la masa forestal tan
precariamente conservada demuestra que hay fuegos por negligencia pero sobre todo hay manos criminales empeñadas en
destruir el patrimonio común. Y es que la mayoría de los incendios declarados
en las islas se producen en una orografía complicada, de difícil acceso. Los
largos y cálidos veranos, el abandono del campo y la abundancia de pinocha y de
plantas secas actúan como disparadores de estos desastres. Con la idea de
ejercer el mayor daño posible, este último incendio de las cumbres de Gran
Canaria se inicia en los altos de Tejeda, nombrado uno de los pueblos más
bellos de España, el incendio se ramifica, se hace muy difícil de controlar,
los daños se multiplican en la medida en que el fuego no está dominado.
Aprovechando las circunstancias meteorológicas de sequedad y de vientos, las
manos criminales prenden varios focos que tardan mucho en ser controlados. No
es por desgracia una historia nueva, y ya era raro que estando a punto de
acabar el verano no se hubiese producido una catástrofe ecológica de este nivel
en nuestras islas, tan acostumbradas desde siempre a que los desalmados se
muevan a sus anchas. En los grandes incendios de los últimos tiempos tan solo
dos culpables han sido capturados, el de Gran Canaria y el de la isla de La
Palma. Ambos están en prisión, pero ello no parece actuar como disuasión
suficiente para sus imitadores.
El presidente de la
Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, en este mismo mes de septiembre, tras
la reunión semanal del gobierno de su región, reclamó un cambio en el Código
Penal para equiparar el delito de incendio forestal con el de terrorismo. No
pasaría nada por reformar el Código Penal para asimilar el delito ambiental de
provocar un incendio forestal con el de atentado terrorista, declaró. Los incendiarios
ponen en grave riesgo la vida de las personas, sobre todo en los incendios
próximos a las viviendas. Por todo ello, dice Feijoo, deben pagar sus acciones como
si fuesen un delito de terrorismo. Feijoo ha recordado que en la época de
Alberto Ruiz Gallardón como ministro ya se incluyó la responsabilidad civil del
coste de la extinción de un incendio intencionado. La elevación de las penas
debería ser una prioridad, recalcó.En febrero de este año el periódico The Wall Street Journal habló de la virulencia de los incendios forestales en Chile; en el verano austral los fuegos fueron devastadores, con más de cien incendios en el mes de enero. Se dijo que una parte de esta destrucción sería probablemente atribuida a accidentes de quema de desechos, vientos y sequía. Pero el gobierno reconoció que hubo evidencias de que los incendios fueron intencionados en algunos casos y fueron capturados 43 sospechosos como parte de la investigación. Asimismo, en Argentina y otras zonas de América Latina los incendios son muy devastadores. En noviembre del año pasado el primer ministro de Israel calificó la actuación de los pirómanos en su país como actos de terrorismo. Los incendios azotaron la parte central y el norte de su territorio. Evacuaciones masivas y destrozo medioambiental se sucedieron tras estos desastres, alimentados por fuertes vientos y una humedad muy baja.
En España, tal como sugiere el
presidente de la Xunta de Galicia, debería haber una revisión de la ley con
objeto de que los pirómanos sean castigados con mayor rigor que hasta ahora. No
basta con el arrepentimiento posterior, cuando el daño ya es irreversible. Las
masas forestales tardan tiempo en recuperarse, y nunca se regeneran del todo. Hay
lugares emblemáticos como la Caldera de Taburiente que han padecido terribles
fuegos y, aunque el pino canario tiene un corazón resistente, no cabe duda de
que la continuidad de los incendios va degradando el bosque, y en isla como
Gran Canaria –tan deteriorada a nivel medioambiental– los daños son de difícil
y lenta recuperación. En este sentido, es de esperar algún pronunciamiento del
parlamento y del gobierno de Canarias.
jueves, 21 de septiembre de 2017
4 grandes poemas de Rafael Cadenas (Venezuela)
Poeta venezolano nacido en Barquisimeto, 1930. Militante comunista, tuvo que exiliarse de su país. Ha enseñado literatura inglesa y española. Entre sus obras "Los cuadernos del destierro", 1960; "Amante", 1985; "Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística", 1995. Doctor Honoris Causa por la Universidad Central de Venezuela. Traductor de Kavafis, DH Lawrence, W. Whitman. Este gran poeta está actualmente en Gran Canaria, dentro de la Semana Literaria de la NACE. (Jueves 21 y Viernes, 22, edificio Rodríguez Quegles, 19 horas)
1
Rosa de claras risas
que golpea siempre
un mismo jirón de luz
y a un blanco río
de trópico que duerme
va girando,
girando
en la noche
amante
2
Vengo de un reino extraño,
vengo de una isla iluminada,
vengo de los ojos de una mujer.
Desciendo por el día pesadamente.
Música perdida me acompaña.
Una pupila cargadora de frutas
se adentra en lo que ve.
Mi fortaleza,
mi última línea
mi frontera con el vacío
ha caído hoy.
3
He entrado a región delgada.
Todo lo que canta se reúne a mis pies como banderas que el tiempo inclina.
Aquí el mundo es una estación amanecida sobre corales.
Ésta es la morada donde se depositan los signos de las aguas, el légamo de los navíos,
los mendrugos cargados de relámpagos.
Éste es el huerto de las especias clamorosas, la temporada de arcilla que el océano erige.
Ésta es la fruta de un piélago muerto, la columna desespera del hambre.
Ésta es la salobre campana de verdor que el fuego crucifica, la tierra donde una tribu oscura
embalsama un clavel.
Ésta es la tinta trémula del día, la rosa al rojo vivo inscrita en los anales de la selva.
4 You
Tú apareces,
tú te desnudas,
tú entras en la luz,
tú despiertas los colores,
tú coronas las aguas,
tú comienzas a recorrer el tiempo como un licor,
tú rematas la más cegadora de las orillas,
tú predices si el mundo seguirá o va a caer,
tú conjuras la tierra para que acompase su ritmo a tu lentitud de lava,
tú reinas en el centro de esta conflagración
y del primero
al séptimo día
tu cuerpo es un arrogante
palacio
donde vive
el
temblor.
lunes, 18 de septiembre de 2017
4 fragmentos de Isaac de Vega: el mar, la aridez, la soledad
"Por el horizonte vienen unas nubes oscuras. Observa, con angustia, cómo el aire se corrompe, cómo se hace denso, enturbiándose. Ya no parece sino una sucia masa de agua cenagosa, que se le introduce por la nariz y por la boca y no le deja respirar. Cada vez más, va sintiendo la angustia desesperada de la asfixia y cómo el cieno se introduce en su cuerpo, con embates amargos, de fuego...
Abre los ojos. Tinieblas. Estaba en el fondo del mar, un mar oscuro, tenebroso, con una lucecita lejana que aumenta su terror. Estaba pegado al techo, como el otro ahogado. Hizo un último esfuerzo desesperado, tirando con ambas manos de la grieta que había logrado abrir en la cubierta. Toda ella se vino abajo, deshecha, enturbiando el agua y, como quien rompe un cristal, se encontró bajo el firmamento. ¡Cuánto aire y cuánta serenidad!
********
Aquella mañana se encontró, sin saber cómo, atravesando un paraje solitario, sin bullir de vida, ni siquiera del viento. Iba ascendiendo una larga pendiente, falda de una montaña antigua y desgastada, de sucia tierra amarilla y piedras blanquecinas. A ratos, al abrigo de las peñas, aparecían algunos matojos de hierba reseca y matorrales sarmentosos. Tenía la sensación de muchas horas de marcha. Entonces sentía cansancio y maravilla, porque dentro de su agotamiento vislumbraba un manantial de energías ignorado.
********
Es más de medianoche. Las estrellas lucen claras en el firmamento y su débil claridad se levantan bruscos y negros los accidentes de la costa. Dentro de poco saldrá la luna. Entonces tendrá que salir. El mar está quito, negro y manso, amenazador y frío en su quietud, sin fin hacia el horizonte, agobiante con su masa enorme. Apenas si unas leves ondas chapotean en la playita y, de tarde en tarde, ponen una roseta blanca en torno a las rocas cercadas. Más lejos, la costa se adentra bruscamente en el agua en una punta audaz y afilada. Allí tiene que ir.
********
Al amanecer despertó protegido por la cubierta de tejas de un pajar. La débil luz entraba fría a través de los huecos de las puertas. Fuera se distinguían unos arbolillos repartidos sobre el terreno cultivado. Más lejos, la neblina mañanera cerraba el horizonte. Volviendo en la paja su dolorido cuerpo, tornó a dormirse.
********
La casa estaba situada en una pequeña explanada, en rededor de la cual aparece el terreno dividido en trozos de diversos cultivos. Al frente, un poco distante, brillaba el mar. El resto queda oculto por una ondulación del paisaje y por una pequeña colina. La casa es pequeña, muy antigua, adosada al pajar donde pasó la noche, de paredes desconchadas que mostraban el barro y las piedras con que fueron construidas. Dentro, la azotea de mortero de cal está sostenida por gruesas vigas ennegrecidas.
(De Fetasa)
Abre los ojos. Tinieblas. Estaba en el fondo del mar, un mar oscuro, tenebroso, con una lucecita lejana que aumenta su terror. Estaba pegado al techo, como el otro ahogado. Hizo un último esfuerzo desesperado, tirando con ambas manos de la grieta que había logrado abrir en la cubierta. Toda ella se vino abajo, deshecha, enturbiando el agua y, como quien rompe un cristal, se encontró bajo el firmamento. ¡Cuánto aire y cuánta serenidad!
********
Aquella mañana se encontró, sin saber cómo, atravesando un paraje solitario, sin bullir de vida, ni siquiera del viento. Iba ascendiendo una larga pendiente, falda de una montaña antigua y desgastada, de sucia tierra amarilla y piedras blanquecinas. A ratos, al abrigo de las peñas, aparecían algunos matojos de hierba reseca y matorrales sarmentosos. Tenía la sensación de muchas horas de marcha. Entonces sentía cansancio y maravilla, porque dentro de su agotamiento vislumbraba un manantial de energías ignorado.
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Es más de medianoche. Las estrellas lucen claras en el firmamento y su débil claridad se levantan bruscos y negros los accidentes de la costa. Dentro de poco saldrá la luna. Entonces tendrá que salir. El mar está quito, negro y manso, amenazador y frío en su quietud, sin fin hacia el horizonte, agobiante con su masa enorme. Apenas si unas leves ondas chapotean en la playita y, de tarde en tarde, ponen una roseta blanca en torno a las rocas cercadas. Más lejos, la costa se adentra bruscamente en el agua en una punta audaz y afilada. Allí tiene que ir.
********
Al amanecer despertó protegido por la cubierta de tejas de un pajar. La débil luz entraba fría a través de los huecos de las puertas. Fuera se distinguían unos arbolillos repartidos sobre el terreno cultivado. Más lejos, la neblina mañanera cerraba el horizonte. Volviendo en la paja su dolorido cuerpo, tornó a dormirse.
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La casa estaba situada en una pequeña explanada, en rededor de la cual aparece el terreno dividido en trozos de diversos cultivos. Al frente, un poco distante, brillaba el mar. El resto queda oculto por una ondulación del paisaje y por una pequeña colina. La casa es pequeña, muy antigua, adosada al pajar donde pasó la noche, de paredes desconchadas que mostraban el barro y las piedras con que fueron construidas. Dentro, la azotea de mortero de cal está sostenida por gruesas vigas ennegrecidas.
(De Fetasa)
jueves, 14 de septiembre de 2017
Charles Olsen, un neozelandés en Tenerife
Samir Delgado / México DF
El creador
neozelandés Charles Olsen visitó Tenerife con motivo de la Semana Cultural de
Oceanía, una oportunidad para conocer de cerca la trayectoria de un autor
polifacético que combina la escritura con todas las disciplinas artísticas.
Residente en Madrid, visitó las islas por primera vez como invitado del Festival
3 Orillas y este año recibió la XIII distinción Poetas de
Otros Mundos concedida por el Fondo Poético Internacional en
reconocimiento a la alta calidad de su obra poética.
¿Cuáles son los
perfiles culturales
actuales de Nueva Zelanda en la literatura y el arte?
Para un país de
menos de cinco millones de habitantes Nueva Zelanda tiene una fuerte vida
cultural con muchas galerías de arte y festivales de literatura en las
principales ciudades. A través de Creative New Zealand el estado invierte en
muchos proyectos creativos y cuerpos como New Zealand Book Council fomentan la
literatura en escuelas. Acaban de celebrar el Día Nacional de la Poesía con
eventos y concursos de poesía por todo el país, donde tuve la oportunidad de
poner en macha el concurso ‘Given Words’ basado en mi proyecto Palabras
Prestadas, y este mes saldrán anunciados los poemas ganadores. Hay muchos
reconocidos escritores indígenas –maoríes y de las Islas Pacíficas– como Albert
Wendt, Keri Hulme (quien recibió el premio Booker en 1985 por su libro The
Bone People), Hone Tuwhare, Hinemoana Baker y la nueva poeta laureada de
Nueva Zelanda, Selina Tusitala Marsh. Uno de los libros que me impactó es Tangi de
Witi Ihimaera que dibuja las costumbres maoríes en relación con la muerte.
¿Qué opinas
sobre la escena literaria en España desde la experiencia de residencia en
Madrid como creador polifacético en los últimos años?
Digamos que me
he incorporado al mundo literario en Madrid y tengo mucho por aprender y leer,
ya que antes de llegar no sabía castellano. Hay bastante movimiento en la
ciudad, con recitales, jams poéticos, slam poetry, y una gran cantidad de
editoriales publicando nuevas voces, pero la literatura carece de apoyo a la
creatividad por parte del estado. No obstante cuando presenté mi primer
libro, Sr Citizen, en Oxford el librero estuvo sorprendido por
la calidad de la edición. Me invitaron a escribir sobre creadores de
videopoesía en España y Portugal para el libro The Poetics of Poetry
Film (Intellect Books, Bristol, editado por Z. Banks and S. Tremlett)
que saldrá dentro de poco y he encontrado bastante movimiento y exploración por
parte de los realizadores y los propios poetas, quienes han participado en
festivales internacionales de videopoesía.
Háblenos de
Antena Blue y su trabajo compartido junto a la autora colombiana Lilian
Pallares.
Nuestro primer
trabajo juntos fue a pocas semanas de conocernos y nos pusimos el reto de
grabar una animación con cámara de fotos utilizando solo los elementos que se
encuentran en la cocina. El resultado fue ‘Llanto Congelado al que le puso
música Odette Beris de Inglaterra. Nos encanta trabajar los conceptos, buscar
la palabra y la poética en la imagen y estar abiertos a la sorpresa en las
grabaciones. Nuestro primer cortometraje ‘La danza de los pinceles’ ganó el
segundo premio en el I Festival Flamenco de Cortometrajes y ha sido presentado
en Brasil, Francia, Venezuela y Finlandia, además de festivales de flamenco
como los de Sevilla y Jerez. Nuestros videopoemas también están recorriendo
varios festivales, próximamente participaremos en el Festival Silêncio en
Lisboa. En este momento hemos lanzado ‘Poem on the Terrace – poetas
neozelandeses'. Una serie para dar a conocer la poesía de las antípodas de
España. Cada semana los neozelandeses, Anna Borrie y yo, recitamos y comentamos
un poema en una agradable terraza de Madrid. Les invito a verlos en antenablue.com
¿Qué opina de
islas Canarias tras su pasada experiencia en el Festival 3 Orillas?
Fue mi primera
visita a Tenerife junto a Lilián y los poetas Miguel Anxo Fernán Vello,
Coriolano González y Pilar González España. Me quedé con ganas de conocer las
otras islas. Busqué la altura del Teide y no le gana a la montaña más alta de
Nueva Zelanda, Mount Cook, por solamente seis metros. Me recordaba mucho a mi
país donde viví cerca del mar con las montañas siempre presentes. De lo poco
que conocí me dejó la sensación de un lugar muy artístico con una historia
interesante y un sitio donde refugiarse del ajetreo cotidiano.
El Perseguidor-Diario de Avisos
miércoles, 13 de septiembre de 2017
Cantabria, las vacas y el pintor Ángel Gustavo
La lluvia baila con
las nubes y esencialmente hay tres tipos de vacas: blanquinegras, marrones y
negruzcas, unas son para leche, otras para carne. Cuando te acercas se colocan en
pose para la foto, saludan con un mugido y parecen mascotas suaves y blandas. El norte es apacible y se come bien. Lamadrid
es un caserío cercano al mar, dan gusto sus praderas de verdes multicolores; las
vacas recorren los caminos guiadas por un par de perros, dicen que por estos
bosques de niebla se mueven criaturas celtas y tal vez de noche salgan los
duendes. Allí, en una casa construida en 1881, residen en verano Angel Gustavo,
pintor con obra amplia en la que ha tocado diversos estilos, y su mujer, la
inquieta Mariló Álvarez, que escribe poesía. El proyecto de vida de este hombre
ha sido buscar un camino lejos de modas y efectismos comerciales. Su obra es
esquemática y figurativa y arranca en enero del 61, la carrera de Bellas Artes
la concluyó en Madrid en 1966. Aquella inicial inclinación a la pintura la
simultaneó con el canto, participaba en corales aunque luego se centró en los
pinceles. Algunos piensan que su trabajo es técnicamente bueno, aunque acaso un
punto frío. El señala que sí contiene un mensaje y Mariló añade que ha sido definido
como “pintor de almas”. En el recorrido de esta obra contemplamos sensuales
Venus, criaturas monocromas sin rostro, parejas que se buscan, transparencias. En
un momento determinado eliminó las caras de sus personajes, figuras retorcidas,
quizá para mostrar la soledad humana. Agustín Ángel Gustavo Cabrera Mujica
(1941), hijo de la escritora grancanaria Josefina Mujica y conocido como Ángel
Gustavo en el mundillo artístico, ha sido catedrático de dibujo, y es pintor y
escultor. Su mujer, como modelo habitual de sus Venus, quedó reflejada en el
cuadro galardonado con el Premio Liberty en Florencia.
Él ha picoteado en todas las vanguardias,
desde el surrealismo al expresionismo, desde el neoimpresionismo a la pintura
con mensaje social, también ha hecho retratos y desnudos. Su obra es de alarde
técnico, con mucha elaboración en la perspectiva, marcos dibujados sobre el
propio lienzo. Ha tenido distintas etapas, con un par de temas centrales: la
pareja humana y la figuración femenina. En su exposición Bodegones en el aire, se
apreciaba su pintura limpia, una propuesta para adentrarnos en la naturaleza,
con plantas de aloe, frutas y verduras y la recreación de la realidad con
añadidos juguetones: un insecto, una serpiente, la evanescencia de burbujas de
aire, la dinamicidad de objetos que intentan escaparse del lienzo, en cuyos bordes
incorpora vistosos marcos. Puede decirse que atrapa la realidad y le
proporciona color, brillo, seducción. Posee buen dibujo, cromatismo e
intensidad y ha realizado exposiciones en España, Bélgica, Chile, Alemania y
Argentina; también ha hecho murales para la Mutualidad Laboral, Caja Insular,
Hospital Militar, 500 aniversario de la ciudad, Gobierno de Canarias, Museo del
Vino de Haro en Logroño. Fue profesor en la Escuela de Artes y Oficios de
Lanzarote, varios institutos, la Escuela Superior de Arquitectura y la
Universidad Laboral.
Lamenta no haber
tenido una oportunidad de hacer muralismo, y no le agrada hacer retratos porque
no le dejan creatividad. Se expresa así: “Felo Monzón me dijo que me podía
ganar la vida como retratista, pero pintar retratos no me hace feliz. A mí me
han venido con encargos: tengo un chalet en el campo y quiero que pintes para
eso. Pero no me hacía ilusión. He intentado hacer una pintura honesta, no he
buscado una obra escandalosa o sorprendente; en el arte actual hay una
corriente que sobre todo pretende llamar la atención. Para mí eso es descaro.
Yo quiero seguir siendo honesto conmigo mismo, algunos colegas por querer
agradar pierden su fuerza, su personalidad. El arte contemporáneo se ha
transformado en la búsqueda del efectismo; se ha perdido el norte. El márketing
ha entrado a lo bestia, se cultiva un sistema de promoción que produce mucho
bluf. Hay poca crítica, el buenismo no sirve para nada. A los pintores jóvenes
lo único que hay que decirles es que sean ellos mismos.” Tuvo una etapa de formas marcadas por el misterio, figuras monocromas en la gama de los ocres y los azules; hizo Venus de gran tamaño y pintó parejas, la expresión del amor. La escritora Rosario Valcárcel ha presentado su obra en cuatro ocasiones. Dice él que admira a Goya y a Velázquez, Rembrandt también. Oigamos de nuevo al pintor: “Del siglo XX prefiero a Dalí, aunque no me vuelve loco el color. No soy surrealista aunque sí he tenido cierto jugueteo con el surrealismo. Pero no sigo a nadie, porque quiero ser yo mismo.” Piensa que actualmente hay cola para pedir sala, porque se está exponiendo mucha obra inmadura, y ello genera una saturación. Hay gente que empieza a pintar y en menos de un año ya expone. A los jóvenes hay que decirles que primero hay que aprender a dibujar. Con las prisas se genera mucha exposición intrascendente, pero cuando ofreces algo bueno, por ejemplo cuando vinieron las esculturas de Rodin, hubo mucha asistencia.
La casa, con la
chimenea encendida en estas tardes que parecen de otoño, fue construida por el
bisabuelo de Mariló en plena Restauración borbónica, cuando la aristocracia veraneaba
por estos litorales del norte. El bisabuelo se llamaba Ángel García Molina,
debió ser un hombre liberal, probablemente un masón, sabía de música y de
libros, escribía en los periódicos y viajaba a París; su madre era de Córdoba y
su padre gallego. Él abandonó la política y pidió una plaza de secretario de ayuntamiento
en este lejano municipio de Valdáliga, que reúne varias aldeas. Sus hijos
fueron secretarios de ayuntamiento, uno fue para Cuba y allí fundó un
periódico. Desde que nació, Mariló siempre pasó sus veranos en la casa. Este es
un paisaje de casonas montañesas, y aquí debió haber veladas musicales, mujeres
bordando, tertulias de tarde y noche. Callejas sin luz, noches de luna.
El pintor participa
actualmente en una muestra itinerante por la Península, un par de obras en las
que contribuye para dar a conocer la masonería. La masonería utiliza rituales y
simbolismos, y su pintura contiene espiritualidad y capacidad simbólica. En
parte de su obra se reflejan dudas, sombras, seres que parecen dudar al otro
lado del espejo. Creo que hace falta una antológica de la obra de este artista
que ha querido ser él mismo.
Muere Juan José Delgado
Elsa López y Víctor Álamo de la Rosa nos dicen que el pasado jueves 7 ha muerto, tras una terrible lucha contra el cáncer, el poeta, narrador y ensayista Juan José Delgado, un hombre favorecedor de las letras canarias, miembro de la Generación de los 70, tan vituperada por algunos. Nacido en el Valle de San Lorenzo, Tenerife, en 1949, ha escrito novela, ensayo, poesía. Como antólogo publicó varios textos en los que siempre dejó patente su afán de objetividad. Profesor en la ULL, dirigió la revista Cuadernos del Ateneo de La Laguna y pertenecía a la Academia Canaria de la Lengua. Una pérdida horrible para cuantos supimos de su bonhomía, de su seriedad, de su espíritu de lucha, de su capacidad de trabajo.
martes, 12 de septiembre de 2017
Un viaje a Viena (cuento)
Me lo decía desde hacía tiempo, quería un viaje al centro de Europa, varias de sus amigas habían ido y elogiaban los paisajes. Pudo ser que alguna vez por la tele vieron alguna cursilada de Sissi emperatriz. Lo cierto es que le mostraban infinidad de fotos y hablaban de esas ciudades monumentales, esos parques y esos palacios, esas salas de concierto, esas catedrales, esos ríos, esos tranvías. Lugares de cine, países que parecen de cuentos de hadas. Lo estuvimos planeando y al fin hemos venido a Viena, era uno de sus caprichos y como regalo de cumpleaños yo quise complacerla. Pero Paula y yo tenemos días regulares, cada vez nos comunicamos peor. El grupo que nos tocó es de gente simpática pero sé que hasta la guía está molesta porque apenas muestra atención a sus explicaciones, casi ni se enteró de que el palacio imperial está transformado en oficinas del gobierno, ni prestó atención a las fuentes y los jardines del palacio de verano. Me cabrea que se pase la vida en el móvil, cada vez que entra el sonsonete de los mensajes prioritarios y urgentísimos se queda alelada. Todo el tiempo leyendo y enviando textos sin parar, los hace con una velocidad de vértigo, en el fondo envidio que tenga tantísimos contactos, todos de primer nivel, según me dice. Para colmo me responde que yo hago lo mismo, que la tengo agobiadísima con mi insistencia, seguro que tienes más de veinte amiguitas con las que ya te has acostado y que no te dejan ni a sol ni a sombra. Creo que, pese a que tenemos tantos conocidos en las redes sociales, en realidad por cualquier tontería estamos dispuestos a hacernos la puñeta unos a otros.
En la catedral tuve que darle un codazo para que se fijara en esa
belleza, igual fue cuando despreció el museo con los cuadros de Gustav Klimt.
Cuando más disfruta es al enseñar las fotos de sus sobrinos, que para ella son
una auténtica delicia. Como si me recordara que no vivimos juntos ni tenemos
hijos, ni los vamos a tener al menos por mi parte. Para eso antes de empezar a
hablar fui a una clínica y me hice la vasectomía: no quiero descendientes, no
voy a ser cómplice de este mundo casi abominable, tan encaminado a la ruina. No
estoy hecho para eso, se lo he dicho muchas veces. Como tampoco estoy hecho
para el matrimonio, no puedo olvidar el divorcio de mis padres y me da miedo la
vida en pareja. Insisto: sigamos así, mientras dure. Sin compromisos
definitivos, lo primero es estar bien, pasarlo bien, sin otras complicaciones.
¿Por qué no nos compramos un perro, como hace mucha gente? Que soy un frívolo,
me contestó.
Como esta noche en el concierto de Mozart no desconecte su aparatito
último modelo, gran pantalla de mucha resolución, capaz soy de estrangularla.
Me enseñó una de Marcelo con el pene a tope y me dijo ¿por qué no hacemos un
trío con este? Yo, ni corto ni perezoso, le mostré el selfie que se había hecho
Jennifer en la ducha y le dije: ¿y por qué no hacemos el trío con esta? No sabe
entender las bromas, encima la tía se cabreó, hay que joderse. Otras veces
dice: cómo puede ser que esta cabrona no me responda, si me sale que ha
recibido el mensaje. Yo le digo: tal vez está haciendo otra cosa, y olvídate de
contestar al momento. Pero ni caso, exige respuestas al segundo, se pone
histérica si no le dan lo que ella espera. No es lo mismo saber que he leído un
mensaje a que tenga que comprobar si me he conectado, y luego preguntarme con
quién he estado hablando. No quiero estar conectado las 24 horas porque a veces
hay malentendidos, calenturas innecesarias.
Hemos ido a una de esas cafeterías tan antiguas, por donde dicen que
andaba Sigmund Freud, pero ella erre que erre con su aparato en la mano, no lo
suelta ni para hacer pis. Nos hicimos fotos, aunque de mala gana y apenas probó
la tarta de chocolate que nos trajeron, dicen que es la mejor del mundo pero ni
le prestó atención. Aquí los precios son carísimos y no estoy para juegos
tontos, ya bastante tengo con soportar a mi jefe. Y le cuesta mucho entender
eso, la verdad es que es complicada. ¿O el raro soy yo? A ella le cuesta desconectarse,
siempre dice que no duerme, y cómo va a dormir si no apaga. Tenemos que hablar,
me ha dicho. ¿De qué? le pregunto. De que ya no me miras como antes. ¡Pero qué
dices!, le respondo. ¿A quién crees que miro? Tú sabrás y me dice. No seas
tonta, repliqué. Intentaba controlarme, claro, no quería ir directo a la
discusión. Tonto serás tú, sí, más que tonto. Eres un engreído, como todos los
hombres que creen sabérselo todo. Y la que se armó. Vaya época más imbécil la
que llevamos. Corto la comunicación. De noche me manda más de treinta mensajes.
Me cuenta que no se fía de mí y yo también me pongo nervioso con esa cantinela,
dice que yo la controlo, cuando es ella la que quiere saber cada paso que doy.
Me agobio cuando veo la última hora a la que se ha conectado. Y mucho más
cuando está en línea a pesar de que es hora de curro. Y me pongo a abrir cuando
no tengo mensajes nuevos, pero abro por si acaso Jennifer está ahí. Ya no
duermo porque creo que Paula me la está pegando con Marcelo, así que yo se la
voy a pegar con Jennifer. Y que pase lo que pase, ya me da igual.
Esta noche,
que compartimos cama de matrimonio en un hotel, va y se refugia en el baño para
seguir con la matraquilla, debe estar comunicándose con todas sus amigas y sus
amigachos, igual le está calentando la oreja a Marcelo. Es nuestra tercera
noche aquí y ni siquiera ha tenido tiempo ni ganas para hacer el amor, estoy
cansada, me duele la cabeza, tengo sofocos, me va a venir la regla, me vienen
los cólicos de costumbre y no insistas, déjame en paz. No sé qué puedo hacer.
De momento, le he escondido el cargador del móvil. A ver si se aburre.
lunes, 4 de septiembre de 2017
¡400.000 visitas!
Este blog trata de servir a asuntos culturales y sociales, a temas de nuestra contemporaneidad. Y, sobre todo, a ese ente pequeñito pero entrañable que son las letras canarias. Un blog es formidable porque permite que te lean desde lejos, con lo cual en cierto modo rompemos la barrera de la insularidad. Gracias, pues, a los amigos, a los curiosos y a los que navegando por la red nos encuentran. 400.000 gracias.
El miedo, la prisa y el nombre Aridane
Hace 120 años se
publicó una novela que no pasó desapercibida. Fue escrita por Bram Stoker, un
irlandés, fascinó al cine y desde entonces ha habido más de 200 adaptaciones
del mito de Drácula, una historia que se mueve en el ancestral territorio de
los miedos. Vlad el Empalador fue un personaje cruel y siniestro en la historia
de Rumanía, célebre por su guerra contra los turcos y por practicar la tortura.
Su leyenda negra le hizo acreedor a convertirse en vampiro; en rumano Drácula
significa demonio. Criaturas perversas como Drácula y Frankenstein han dado
mucho juego en la pantalla y en el imaginario colectivo, de ellos se derivan
las historias de zombis, de vampiros que todavía hoy viven entre nosotros: tal
vez entre ellos podríamos contar a ciertos banqueros indecentes, algunos políticos
corruptos y aquellos que aspiran a ser dictadores. Y es que, a pesar del
latiguillo del no tenemos miedo escuchado en las Ramblas, sí que tenemos miedo
pues los miedos nunca han estado ausentes de la actividad humana: el temor a la
enfermedad, al dolor, a la vejez, a la muerte sobre todo si es precipitada y
violenta, al infierno con el que durante milenios nos tuvieron amenazados; el
miedo a los inmigrantes, al terrorismo, el que suscita el cambio climático, el
miedo a las locuras del dirigente de Corea del Norte, el pavor ante los robots
que vendrán pronto a gobernar nuestras vidas. Hay pesadillas que parecen existir
en el fondo de la memoria, en realidad se trata de episodios de la vieja lucha
entre la desgracia y la felicidad, el bien y el mal. Porque todos deseamos que la
fatalidad se aleje y que los malos tengan su merecido, que triunfen los buenos
y nobles de corazón. Todos queremos una muerte indolora, sin las agonías y la
larga postración de una cama de hospital.
Tras el caluroso
verano de microalgas y atentados, septiembre viene con una prisa tremenda. Dicen
los filósofos que después de la ruina del marxismo, todo el pensamiento
occidental se ha convertido en una espuma vertiginosa, aquello de la sociedad
líquida de la que nos habló Bauman. Como si hubieran puesto el acelerador para
la desconexión y la proclamación urgente de la república catalana, los mandos
de allí han sabido instrumentalizar los atentados yihadistas. Primero fueron
las acciones contra el turismo, en Barcelona la turismofobia se convirtió en el
caballo de batalla de modo semejante a lo que sucede en Venecia, otra ciudad invadida
por las legiones de turismo barato. Luego vinieron los viles atentados
ejecutados por gente criada en casa y la subsiguiente manifestación
antiterrorista, la estrategia de los silbidos y las esteladas, con la pitada al
rey y a Mariano Rajoy. Obviamente, los chicos antisistema fueron colocados en
el sitio adecuado para que salieran bien en la televisión. Es humano sentir
miedo ante el fanatismo islamista, que pretende el regreso a un califato donde
se cumplan a rajatabla las normas más estrictas del Corán, saber que algunos
musulmanes nos odian infinitamente y pueden armar una acción violenta en
cualquier lugar nos hace ser muy vulnerables. Da miedo esa propuesta de
recuperar para el califato la Península Ibérica, los 800 años que duró Al-Ándalus;
Canarias nunca fue tierra sometida pero igual nuestros ancestros bereberes, que
no islámicos, merecerían para estos locos la misma consideración.
En tiempos de Jordi
Pujol e incluso Artur Mas la antigua Convergencia, partido moderado y
sabiamente pactista, pretendía llevarse bien con el rey, pero la manifestación de
ahora se convirtió en una sonora algarada con pancartas y esteladas. Como hay
mucha prisa tal vez el soberanismo aceleró para ganar ante las cámaras el
referéndum del 1 de octubre, maniobra previa a la desconexión y a la
declaración de independencia para el día siguiente. Algún historiador dijo en
su momento que fue una pena que España no se quedara con los portugueses y
dejara ir a los catalanes, de por sí los primeros son de temperamento melancólico
mientras que los segundos resultan algo más quisquillosos. En la manifestación
de las Ramblas era denunciado el trato amistoso de España con Arabia Saudí,
Catar y otros riquísimos países de la zona, presuntamente los que compran las
armas fabricadas por España, los que fomentan el terrorismo y también los que
adquieren equipos de fútbol, los que precisamente sostienen al Barcelona FC y
al PSG, los que pagan de un día para otro cifras desorbitadas por un jugador
cargándose de paso las normas del juego limpio. Aquella tarde Mariano Rajoy
estaba allí sin inmutarse, practicando su consabida estrategia de dejar que las
cosas delicadas se vayan pudriendo, que se resuelvan por sí mismas. Quizá sería
bueno recordar un pensamiento de Churchill: “La gran política consiste en
prevenir, no en curar.” Como dijo Luis María Anson en www.elimparcial.es lo que está
sucediendo podría haberse evitado si los gobiernos de Aznar, Zapatero y el
propio Rajoy hubiesen previsto la deriva, tomando medidas adecuadas antes de
que llegara la infección. A fin de cuentas, ante las cuestiones espinosas la
política es el arte de negociar, de pactar y resolver, así lo enseñaron los
clásicos.
Ahora que hemos
cumplido 68 años bajo el signo Virgo, permítanme un regreso a los orígenes. Tras
la iniciativa del concejal Felipe Ramos, el ayuntamiento de Los Llanos de Aridane,
isla de La Palma, intentará celebrar en 1918 y 1919 los 150 años del título de
Villa y los 120 de la concesión del título de ciudad. Aridane es un vocablo
prehispánico que suena bien, y según el filólogo Alvarez Delgado significa
lugar llano. Con ocasión de pregones que hice de las fiestas patronales comenté
que es un poco redundante decir Los Llanos de Aridane, pues es equivalente a decir
Los Llanos de los llanos. Por ello va abriéndose la tendencia a que el
municipio se denomine Aridane, lo cual sería un acto de restitución del nombre
prehispánico que tenía aquel cantón del valle. Hoy es la localidad más poblada
y más dinámica de la isla, la capital económica, donde radica una importante
colonia de alemanes, y además la voz Aridane ha hecho fortuna pues es utilizada
como nombre de persona de ambos sexos. En el programa de las fiestas patronales
de 1964 María de las Casas Pérez, la primera bachiller de la isla, jefa de
Telégrafos y maestra, se refirió al lugar como “ciudad de ensueño”, por su buen
urbanismo, la suavidad de su clima y el rendimiento de su agricultura, asunto
glosado por los poetas desde Antonio Pino a Felipe Lorenzo, desde Félix Duarte
al cronista Pedro Hernández y Hernández.
Solitary man, Neil Diamond, con subtítulos en español
https://www.youtube.com/watch?v=UnpuJlGmRkw
Un gran clásico, con versiones de Johnny Cash y tantos otros. La soledad, esa vieja amiga, y la vida, ese río de aguas bravas o aguas mansas por el que tenemos que cruzar.
Un gran clásico, con versiones de Johnny Cash y tantos otros. La soledad, esa vieja amiga, y la vida, ese río de aguas bravas o aguas mansas por el que tenemos que cruzar.
viernes, 1 de septiembre de 2017
Insomnio, poema de Dámaso Alonso
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?
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