Ayer nos tomamos un día de campo y playa, no en vano cumplimos 64 agostos. Como homenaje, reproduzco un texto que salió cuando llegamos a los 60. Melancólico y todo eso, que dice así:
El verano es la estación de la fertilidad, en los campos se recogen las cosechas, el mar nos concede la cabalgadura de las olas. Este año el invierno ha sido más frío que de ordinario, y unos cuantos conocidos han emprendido el último viaje sin
apenas despedirse. Son odiosos los tránsitos bruscos que nos trae la vida, son
duras las visitas tan frecuentes al tanatorio, es terrible contemplar la caída
del féretro en la gran llamarada que lo envuelve y aniquila. La primavera ha extendido
su habitual capota de nubes que nos da el alisio, y ha sido inevitable la sucesión
de días turbios, sin luz. Con tanta lluvia y tanta niebla hemos llegado a
pensar que vivíamos en los Países Bajos, no en Canarias. A finales del verano
que ha de llegar cumpliremos los 60, una edad a la que hace unas décadas nadie
llegaba, una edad a la que pocos llegan en los vecinos países de Africa. Tras
las mañanas nubladas y lluviosas, hemos de entender que cada jornada de este
mundo ha sido un regalo inesperado y que –por lo tanto- nos pueden arrebatar en
cualquier momento. Los dioses son celosos de nuestra felicidad, siempre que
pueden nos regatean el placer, y a los mortales nos cuesta mucho asumir el
proceso de que somos efímeros, insustanciales, imperfectos. Y sin embargo es en
la imperfección donde el ser humano se engrandece. Incluso en los momentos en
que hemos sido sublimes, no hemos dejado de ser criaturas nacidas de mujer. A
los emperadores romanos en los desfiles victoriosos les recordaban que más allá
del oropel y de las coronas triunfales les aguardaba la pira funeraria. Humanos
y por lo tal limitados en nuestras pasiones y nuestros gozos. De tal modo lo
somos que hasta los mesías que hemos adoptado desde hace milenios también son
imperfectos, pues están hechos a nuestra imagen y semejanza. Cristo, Mahoma,
Buda, toda la legión de las múltiples deidades de Egipto, Grecia, Roma o la
India, desde el dios-cocodrilo a Afrodita, no dejan de ser representaciones de
nuestra furia y nuestro llanto, de nuestra desazón y nuestra espera. Recuerda,
cuerpo, no sólo cuánto se te amó, / no sólo los lechos donde estuviste echado,
/ sino también aquellos deseos que, por ti, / en miradas brillaron claramente
–dijo Kavafis. Este hermoso mundo, el único que conocemos, merece ser exprimido
en sus mañanas luminosas, transparentes, copas de sol para ser bebidas de un
largo sorbo. Días como los que suele obsequiarnos la vertiente sur de las islas.
La vida nos trae amores y desamores, derrotas y triunfos, amigos y odios,
desazones y esperanzas. Hemos de sentirnos dichosos pues nos fue concedido conocer
los árboles y los barrancos, los pájaros y los caseríos, las playas y los
cuerpos que alguna tarde remota nos concedieron su estremecimiento fugaz e
inolvidable. No hay que ponerse trascendental, sino sentir el tiempo que nos
vivifica y nos derrota. En la mesa atiborrada de libros y papeles –tantas ideas
sueltas, tantos borrones, tantas páginas inconclusas- la gata mezcla de siamés
y callejero se ha acomodado algo más lejos de la pantalla, sabe que cuando uno
se pone sentimental hay que cerrar los ojos. Y eso es lo que hace: ronronea
feliz y olvidada en su cielo mientras suena música barroca, la belleza que
persistirá cuando ya no estemos.
Ilustraciones: Isla de Phuket, Tailandia. Valle de Aridane: mi lugar natal, en La Palma.
LUIS LEON BARRETO ------------------------------------------------------------------------------------------correo: leonbarreto49@gmail.com
viernes, 30 de agosto de 2013
miércoles, 28 de agosto de 2013
El intelectual y su doble (En defensa de la presidenta Cristina Fernández)
Eduardo Sanguinetti, filósofo rioplatense (Argentina)
Los intelectuales de América
Latina tienen hoy la obligación de apuntalar las conquistas alcanzadas en los
gobiernos de tinte socialista de la región y que exceden a la fidelidad
exclusiva a su vocación. Esta obligación de asumir un carácter político
revolucionario toma un carácter ineludible, cual instancia ética de la
“intelligentzia” hacia los embates violentos de la burguesía y de las
monopólicos medios denominados de comunicación, que en su afán indisimulable de
distorsionar la realidad recurren a mercenarios rentados, camuflados de
periodistas o escribas del mercantilismo neoliberal.
Debemos recordar a Julio
Cortázar, denostado en su tiempo por haber vivido en París y haber aceptado la
ciudadanía francesa, sumado a las críticas al adherir a la revolución cubana y
a todas las revoluciones de carácter socialista. En mi opinión, cuántos
intelectuales como Cortázar son necesarios hoy, donando un premio en dinero a
la resistencia chilena, o un García Márquez donando a su turno otro premio,
para financiar un movimiento socialista en Venezuela y su afecto a la
revolución cubana.
Hoy más que nunca, si la
categoría de intelectual aún tiene vigencia, los que son mencionados como tales
deben asumir sin vueltas ni juego de alusiones que América Latina vive en una
sociedad de revoluciones rezagadas. América Latina está preñada de un niño por
nacer que se gestó en las guerras de Independencia y que aún no ha logrado
nacer.
La “Patria Grande”, que no pudo
ser en tiempo de Artigas, San Martín y Bolívar, debe dirigirse a constituirse,
cueste lo que cueste, con el compromiso irrenunciable de los intelectuales del
tercer milenio, gestando sus obras recreadas con palabras, el fragmento de
humanidad que vive y palpita en esta, nuestra tierra.
En Argentina se está llevando a
cabo un proceso de degradación de la presidenta Cristina Fernández, de su
innegable capacidad de gestión y de su ser, llevada a cabo día a día por
esclavos rentados y alcahuetes de un sistema necrótico ultraliberal al servicio
de los intereses de una burguesía ignorante, con sus bajos instintos en acto de
violentar y destruir la investidura presidencial y su imagen, sin reparar en
los daños producidos en un pueblo anestesiado y manipulado por la mentira
puesta en acto por las corporaciones económico-mediáticas.
Estos monopólicos medios de
comunicación, en consonancia con los de la derecha uruguaya, tan afectos a ser
genuflexos con las multinacionales que operan a piacere. No es difícil
comprender que la ideología implícita de la “intelligentzia”, formada en una
comunidad semicolonial, tal el caso de nuestras naciones, ha sido siempre la
expresión del conformismo y de la cobardía en acto, aceptando los valores
establecidos por el imperio y sus tendencias. Los rebeldes fueron excluidos de
ella y los otros han podido sobrevivir en cargos públicos, escribiendo en los
magazines dominicales de los monopólicos medios de información basura y los
privilegiados en las escalas inferiores de cancillerías. Tal el estado de las
cosas, aún hoy.
El despliegue de los servicios
secretos de EEUU en Argentina, por su política nacional y popular, es demasiado
evidente, como los aliados locales que podemos encontrar en la parasitaria
oligarquía, en la burguesía en leve ascenso. Lo que manifiesto no es novedad,
pues cada vez que alguna nación de América Latina o de otra región semicolonial
del mundo adopta ciertas medidas de autodeterminación y de alguna manera
afectan el statu quo, el imperio utiliza las justificaciones de la corrupción o
la conspiración terrorista. No olvidemos jamás que el director de la CIA
admitió ante el Senado de EEUU que se han empleado en 1973 once millones de
dólares para preparar el derrocamiento del doctor Salvador Allende en Chile,
justificados en “acciones encubiertas”.
Ante esta situación, sería muy
útil el accionar de los intelectuales, si existe tal categoría hoy, para
apuntalar un gobierno como el de Cristina Fernández, jaqueado por un puñado de
cipayos, sobrevivientes de una Argentina petrificada desde los tiempos de
Uriburu y darle cabida a este gobierno, elegido por más de la mitad de
argentinos, que no entrarán al porvenir retrocediendo.
(Del diario La
República, Uruguay)
martes, 27 de agosto de 2013
La ruptura de un pacto: María Victoria Hernández y la cultura en La Palma
La ruptura del pacto político en el Cabildo
de La Palma me ha dado pena. Viene a demostrar que seguimos siendo territorio
abonado para los contubernios, los cacicatos, la defensa a ultranza de los
intereses creados, el rechazo a la innovación. En el mes que hemos pasado
Rosario Valcárcel y yo en la isla más de cuatro amigos me han hecho ver la
dificultad que tenemos para levantar el vuelo, el inexorable mantenimiento del
actual estado de cosas. Por ejemplo: es evidente el bloqueo al despegue
turístico porque unos cuantos así lo imponen, aunque después muestren lágrimas
de cocodrilo a la vista de que en la monstruosa terminal del aeropuerto –qué
lamentable diseño, cuántos espacios vacíos, qué estrechos ascensores, qué
angostos pasillos en los aparcamientos, qué errónea señalización– los
visitantes se reducen de año en año.
María Victoria Hernández ha publicado libros
que son textos de cabecera para muchos, ha investigado archivos, ha rescatado
la memoria colectiva, ha defendido, promocionado y amado su isla natal como
poca gente lo ha hecho. Cronista excepcional, su entusiasmo y su capacidad de
trabajo han sido proverbiales. Hace unos años tuve el atrevimiento de pedir al
ayuntamiento llanense que le otorgara el nombramiento de Hija Predilecta, que
le dedicara ya una calle, que le regalara alguno de esos honores municipales
que suelen reservarse para alcaldes o concejales recién fallecidos, siempre
gente del entorno político que manda, la casta sacerdotal endogámica. Pero
obviamente aquella instancia que quedó sellada en el Registro nunca mereció
respuesta.
Tal como escribió David Sanz en Diario de
Avisos el pasado 2 de agosto, Viqui tuvo ideas aunque dispuso de muy poco
tiempo para ponerlas en práctica, apenas año y medio. Tras las elecciones, el
PSOE se resistía a entrar en el gobierno del Cabildo, sabedor de antemano que
se trataba de un pacto venenoso, sometido a permanente chantaje. La Palma es
una isla partida en dos: la isla occidental y la isla oriental, que se odian
entre sí. Y su capital económica, Los Llanos de Aridane, es una jugosa
tentación, un tentáculo del poder. Pobre ciudad llanense: sin auditorio, con la
ruina del pomposo Parque Cultural, con la obsoleta Casa de la Cultura, sin la
actividad teatral, musical, literaria y artística que merece dada su población.
La cultura en La Palma seguirá siendo
asignatura difícil porque hay recelos a que alguien levante la cabeza por
encima de la atonía general. De la misma forma, el futuro de la isla depende de
las decisiones de media docena de personajes que desean mantener sus prebendas.
Mejor vivir de la subvención que de la invención, así piensan. ¿Qué importa si
los chicos que salen de la isla a estudiar jamás vuelven? ¿Qué importa si la
isla se queda como un bello asilo para la tercera edad germana? ¡Viva el
monocultivo!
María Victoria ama la artesanía, las
tradiciones, las plantas. Y todo eso se ha reflejado en su breve etapa. Pero
hizo más cosas y quiso hacer otras que no pudo culminar.
La cosa está clara: La Palma es hermoso
paisaje, y penoso un cierto paisanaje. Apetencia de inmovilismo se llama eso.
lunes, 26 de agosto de 2013
Cena con el cantautor andaluz Alfonso Baro, amigo de las letras canarias
El cantautor andaluz Alfonso Baro (Puerto Real, Cádiz) ha pasado su
acostumbrado mes de vacaciones en Gran Canaria en compañía de su mujer Ana y
sus cuñados Paloma y Jesús. Baro ha musicado numerosos poemas de autores
canarios, además de admirar el trabajo de gente como Pedro Guerra y Arístides
Moreno. Recientemente publicó su primer CD físico, titulado A la luz de la luna.
Con motivo de su estancia en la isla celebramos una cena-tertulia con
gente de la cultura y del mundillo artístico de la isla: el poeta cubano Juan
Francisco González-Díaz y su mujer Elva; el organizador de eventos artísticos
Diego Casimiro y Mari Carmen Lasso; Alfredo y Mari Carmen y, naturalmente, los
anfitriones Rosario Valcárcel y quien suscribe.
Tuvimos ocasión de escuchar temas de su CD así como sus versiones
musicales de poemas de autores de las islas. Alfonso Baro es, además de
cantante, compositor de éxito que facilita temas a jóvenes figuras de la
canción en su tierra. “Mi primer disco es en cierta forma la culminación de
muchos años de trabajo solitario. Un disco bastante heterogéneo pues en él se
pueden encontrar canciones de corte intimista, bocetos de blues, música étnica,
celta y sobre todo canción de sentimientos y de lo cotidiano. Yo comencé muy
joven en el mundo de la música, pues a los 13 empecé a aprender a tocar la
guitarra y compuse mi primera canción, en inglés, que se titulaba “Please,
Katharine.” Dice que los músicos que más le han influido han sido The Beatles,
Bob Dylan y Serrat, pero también ha recibido influencias de Silvio Rodríguez,
Víctor Jara y otros más recientes como Pedro Guerra e Ismael Serrano, incluso
grupos pop y rock como Dire Straits y Green Day hasta clásicos como
Tchaikovsky, blues, jazz, música de los nativos americanos, de todo un poco. En
estos momentos los músicos a los que más sigo son Alejo Martínez y Arístides
Moreno, dos extremos opuestos pero igualmente geniales.” Añade el
cantautor que Gran Canaria y Lanzarote lo han marcado más en lo espiritual que
ningún otro sitio en los que haya vivido. "Tanto es así que le debo mucho
a estas islas, sus gentes y costumbres, mucho más de lo que soy capaz de
ver."
Alfonso Baro es un cantor del amor, pues considera el amor lo más
fundamental de la vida. El disco está disponible en la librería Sueños de
Papel, del entusiasta Rayco Cruz, en la Avenida Felo Monzón, 7 Palmas, ciudad
de Las Palmas, junto a la sucursal del BBVA. En internet el disco está
disponible en descarga digital en la siguiente dirección: www.bujio.com/ficha_amp.php?id=135.
El disco es un conjunto
insinuante de temas líricos, burlones, existenciales. Recomendable.
En su blog
“Desde mi azotea”, whoduth.blogspot.com nos entrega sus emociones
y sus búsquedas.
sábado, 24 de agosto de 2013
Isla de Lobos: un trocito del edén
¿Qué tiene de especial esta
islita de apenas 4
kilómetros cuadrados que sigue siendo un paisaje digno
de ser reverenciado, un icono para la ciudadanía? Pues tiene su espacio todavía
virginal; el día en que lleguen allí los hoteles y los adosados será porque
Canarias ya habrá salido de la historia con la multiplicación de sus bosques de
cemento y asfalto, sus infinitos campos de golf, sus nuevas autopistas, sus
flamantes centros comerciales, sus urbanizaciones y su camino hacia la nada. Malpaís,
piedras que van siendo conquistadas por los líquenes, charcas que abrigan
vegetación, playas de nácar y sobre todo soledad, inmensa soledad. Una paz
bienhechora, unos atardeceres plácidos, un espacio que regenera las neuronas.
Algo tiene de mágico este lugar cuando aquí nacieron por lo menos dos escritores de prestigio: la canario-paraguaya Josefina Pla y el canario-venezolano José Antonio Rial. Antes de que llegara la automatización los fareros debían ser personajes muy atentos a los libros. Farero también fue el famoso Antoñito, que pasó a mejor vida, y que hacía unas paellas memorables. Hoy su choza-restaurante sigue en pie pero ya no queda memoria de sus guisos. Los lobos marinos que le dieron nombre, aquellas focas monje de las que sólo quedan unos pocos ejemplares al sur de Mauritania, no volverán a asomar su hocico junto a las piedras quemadas, los saladares y los jables. Pero las aves, que son más libres, sí seguirán utilizando esta estación de paso. Y cada vez que vengan vacaciones cientos de caminantes transitan los senderos que conducen al Faro Martiño y aLa Caldera , el punto más
elevado con sus 127
metros . Piedras quemadas, tabaibales, hoyas salitrosas,
hornos de cal, aljibes, cantiles y caletones, pajarillos que corretean
dispuestos a comer de la mano del visitante, pardelas y alcaudones. ¿Quién dijo
que en Lobos no existe sino la desolación? Los topónimos hablan por sí solos:
el Llano de los Labrantes, el Morro de la Garza , el Llano de la cocina, la Cueva de las Palomas, la Caleta del Yate, la Punta de la Mantequilla , la Caleta del Vino, la Cueva de los Lobos, la Caleta de la Madera , y sobre todo la Playa de la Concha , tan idílica con sus
aguas cristalinas y sus arenas blancas.
Recorrer los senderos de Lobos nos lleva a un tiempo diferente. No en vano éste es uno de los primeros lugares que emergieron del Atlántico cuando las islas comenzaban a formarse. Hay otros sitios que ojalá pudieran preservarse, por ejemplo El Confital. El deseo de ocupar espacios no tiene límite, en un territorio pequeño, frágil y sumamente apetecible para los inversores cada metro casi equivale a un lingote de oro. Preservar este lugar debe ser una prioridad.
Algo tiene de mágico este lugar cuando aquí nacieron por lo menos dos escritores de prestigio: la canario-paraguaya Josefina Pla y el canario-venezolano José Antonio Rial. Antes de que llegara la automatización los fareros debían ser personajes muy atentos a los libros. Farero también fue el famoso Antoñito, que pasó a mejor vida, y que hacía unas paellas memorables. Hoy su choza-restaurante sigue en pie pero ya no queda memoria de sus guisos. Los lobos marinos que le dieron nombre, aquellas focas monje de las que sólo quedan unos pocos ejemplares al sur de Mauritania, no volverán a asomar su hocico junto a las piedras quemadas, los saladares y los jables. Pero las aves, que son más libres, sí seguirán utilizando esta estación de paso. Y cada vez que vengan vacaciones cientos de caminantes transitan los senderos que conducen al Faro Martiño y a
Recorrer los senderos de Lobos nos lleva a un tiempo diferente. No en vano éste es uno de los primeros lugares que emergieron del Atlántico cuando las islas comenzaban a formarse. Hay otros sitios que ojalá pudieran preservarse, por ejemplo El Confital. El deseo de ocupar espacios no tiene límite, en un territorio pequeño, frágil y sumamente apetecible para los inversores cada metro casi equivale a un lingote de oro. Preservar este lugar debe ser una prioridad.
jueves, 22 de agosto de 2013
Danzad, danzad, malditos (el caso del becario que murió por trabajar 72 horas seguidas)
El caso del joven becario alemán
de 21 años que falleció en Londres después de trabajar sin pausa durante 72
horas pone en evidencia la perversidad de un sistema cuyo único Dios es el
Dinero. Nos recuerda aquella terrible película de 1969 titulada Danzad, danzad, malditos, de S. Pollack
con una pletórica Jane Fonda. Precisamente los concursos de baile en la época
de la Gran Depresión mostraban lo malicioso de un sistema que es capaz de llevar la competición hasta el límite, sin que importe la muerte de los competidores ya que lo único que importa es la ganancia de quienes organizan el espectáculo. Un sistema que extiende la
pobreza y hasta el hambre en la crisis global y que, paralelamente, reserva
gratificaciones extraordinarias para quienes desarrollan a fondo los mecanismos
de ingeniería financiera: crear riqueza ficticia a base de la manipulación. Los
jóvenes españoles, entre los que el paro es un cáncer que crece de día en día,
aspiran a un puesto de trabajo digno y solo reciben a cambio un billete para
emigrar. Este joven alemán solo quería –pobrecito– convertirse en uno de esos
directivos privilegiados que reciben millones de euros cuando a alguien se le
ocurre cesarlos. Sin ir más lejos, el director de la antigua Caja de Ahorros de
Canarias, la de Gran Canaria, percibió más de 3 millones de euros, una minucia
si lo comparamos con las indemnizaciones de personajes como Rodrigo Rato y
tantos otros que han contribuido a hundirnos en la actual crisis.
Ahora un total de 3.175 banqueros cobran más de un millón de euros en la Unión Europea, y tres cuartas partes de ellos se encuentran en el Reino Unido, principalmente en la City de Londres. Las cifras resultan demasiado golosas para jóvenes recién licenciados con pretensiones de comerse el mundo, dispuestos a cualquier sacrificio por entrar en un exclusivo círculo de sueldos millonarios y bonus de vértigo. Por supuesto, las puertas de la City sólo se abren a un limitado número de imberbes genios, que además de mostrar potencial y capacidad para convertir los miles en millones, deben sobresalir de la competencia.
El exceso de trabajo asumido por Moritz
Erhardt no representa un caso aislado de pasión por el trabajo o una
ambición desbordada por llegar lejos, sino que constituye la rutina habitual de
los cientos de jóvenes que disponen de un par de meses de periodo en prácticas
en la banca de inversión para darse a conocer en la empresa. Muchos de estos
jóvenes que desembarcan en la City de Londres durante el verano se hospedan en
las residencias de estudiantes del este de Londres, como en Bethnal Green, por
su cercanía con el corazón financiero de la capital británica y sus precios
asequibles, aunque apenas pasan tiempo allí.
«Todos trabajamos muchas horas
pero lo que regularmente se quedan hasta las 3 o 4 horas de la madrugada son
los que están en banca de inversión. Las prácticas duran como máximo diez
semanas, existe una aceptación general. Ves a gente con los ojos vidriosos y
bebiendo cafeína para aguantar pero nadie se queja porque las recompensas
potenciales son enormes. Competimos por trabajos muy bien pagados», comentó un
joven actualmente en prácticas en un banco de Londres que prefirió no revelar
su identidad. Lo habitual en estas prácticas en
bancos son jornadas laborales de 14 horas, pero en muchos casos llegan
hasta las 22 si completan el famoso «magic roundabout» (tiovivo mágico); un
práctica que consiste en abandonar la oficina en taxi a altas horas de la noche
y hacer que el conductor espere en la puerta a que el sujeto se duche y se
cambie de ropa para llevarlo de nuevo a la oficina. La solicitud de prácticas se ha
multiplicado en los últimos años y por lo general por cada 25 plazas ofertadas,
se presentan 5.500 candidatos. Una vez dentro, nadie quiere defraudar y la
obsesión por obtener el trabajo soñado en tiempos económicos adversos les insta
a asumir una carga excesiva. Ya se sabe: Danzad, danzad, malditos, bajo el tintineo de las monedas.
(Ilustración: edificio de la Bolsa de Londres)
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