martes, 26 de octubre de 2021

La grave crisis energética 2021: todo lo que hay que saber

 


Carlota Albalá

Crisis energética 2021: todo lo que hay que saber

La crisis energética de China, que está en boca de todos, puede extenderse pronto al resto del mundo, con un efecto dominó inimaginable. Descubra todo lo que necesita saber al respecto a continuación.Se acercan los meses de invierno y, para hacer frente al frío, el consumo de energía de las personas aumenta inevitablemente. Este sería también el caso de China, si no fuera porque el país está sufriendo este año una crisis energética debido a una escasez real de energía. Los efectos de esta situación se empezarán a sentir pronto en todo el mundo, y las "famosas" subidas de nuestras facturas de servicios públicos son solo un ejemplo. Averigüemos en las siguientes líneas qué es lo que ocurre concretamente.

Los primeros efectos de la crisis

Muchas personas temen una Navidad oscura, y este temor puede estar justificado.No es casualidad que estos días hablemos de una crisis energética: los primeros efectos se ven en China, pero pronto los españoles también nos veremos afectados por este problema. De hecho, las subidas de las facturas de electricidad y gas están relacionadas con esta escasez global de energía.La escasez de energía también tuvo un efecto directo en el sector manufacturero. En particular, el índice de compras manufactureras (PMI), que vigila los resultados de la industria, ha caído por debajo del umbral crítico de 50 (de 50,1 en agosto a 49,6 en septiembre). Algunos expertos no descartan una posible estanflación, es decir, el fenómeno de la recesión y la inflación al mismo tiempo, que incluso los bancos centrales tendrían dificultades para gestionar.

¿Qué tan grave es la situación en China?

La situación se generalizó. De las 31 provincias chinas, 20 habrían sufrido una pérdida de energía en sus fábricas, obligando a muchas a suspender la producción durante al menos varias horas. Creando así unas fuertes perdidas económicas en cadena. La escasez de energía no solo ha afectado a la industria, sino también a los hogares: ¡millones de ellos ya no pueden utilizar la electricidad para calentar o iluminar sus casas en China este 2021!

Las grandes empresas se ven afectadas

Además, los dos grandes gigantes Apple y Tesla, que tienen varias fábricas en China, han sido advertidos de un cierre aún más prolongado a medida que la escasez de electricidad se hace más persistente en algunas regiones. Muchos analistas estiman que hasta dentro de unos meses las autoridades chinas no podrán tomar cartas en el asunto y adecuar la producción de energía al aumento de la demanda. Muchos otros fabricantes se han visto obligados a parar lo que ha provocado una bajas de venta de gigantes automovilísticos como Audi o Volkswagen. Hay dos razones principales para ello: 

  • La escasez de carbón: una de las fuentes energéticas más presentes en china.

  • Las normas de emisión cada vez más estrictas y china se ve cada vez más “obligada” a cumplir ciertos estándares. 

¿Cómo afronta Europa una crisis energética?  

En Inglaterra la situación se puede notar desde ya. Incluso se ha movilizado al ejército para garantizar el suministro de gasolina y gasóleo en las gasolineras. Últimamente, las gasolineras han sido asaltadas por una multitud de automovilistas preocupados por la falta de suministros. En Francia, el Gobierno aprobó apresuradamente algunas medidas para limitar, al menos en parte, las subidas récord de las facturas de electricidad y gas y no exacerbar las relaciones con los ciudadanos. En España, después de que el Gobierno impusiera una serie de límites a los beneficios de las empresas del sector energético, la Unión Europea fue desafiada en una carta a Bruselas.

En la carta:

“Es necesaria una política común de compra y suministro de gas natural que permita a los Estados miembros reaccionar inmediatamente ante los picos de precios y tomar medidas para evitar la especulación financiera en el mercado de derechos de CO₂”.

Asimismo, en España ya se han anunciado aumentos continuos en las facturas de electricidad y gas. Además, como es sabido ya,  muchos proveedores de electricidad y gas están aumentando sus tarifas. Por lo que hay que estar atento para elegir la oferta más ventajosa y reducir nuestro consumo energético. En concreto, se ha previsto un aumento de las facturas que podría oscilar entre el 31% y el 60% este año. También se calcula que el Gobierno destinará unos 4.000 millones de euros a frenar las subidas, principalmente para proteger a los sectores más débiles de la población.

¿Qué podemos esperar de aquí a Navidad?

Aunque de momento la crisis energética afecta fuertemente a un solo país, una restricción del consumo de energía puede tener un efecto dominó inimaginable en el conjunto de la economía. De hecho, los mercados ya están restringiendo la disponibilidad de textiles, equipos electrónicos, componentes mecánicos y juguetes. Lo último que esperamos es una Navidad sin regalos.Bromas aparte, además de la crisis energética en China, los países escandinavos también han producido muy poca energía eólica debido a las condiciones meteorológicas desfavorables. Ante esta situación, Europa podría quedarse sin fuentes de energía renovables, por lo que los expertos hablan de posibles apagones.

Posibles soluciones

La única solución plausible es reducir drásticamente el consumo de la industria y los ciudadanos. Esto es lo que dice Jeff Currie, de Goldman Sachs, sobre la “destrucción de la demanda” energética fantasma.Por un lado, es innegable el riesgo de una Navidad familiar sin electricidad, por otro lado, es fácil entender cuál es nuestro deber como ciudadanos: consumir menos electricidad cuando podamos.Desde apagar las luces cuando no se necesitan hasta reducir el uso del aire acondicionado, todos juntos podemos “salvar” la Navidad con nuestros seres queridos.

viernes, 22 de octubre de 2021

El día que me volví conspiranoico (cuento inédito)

 


Puesto que todo estaba cambiando velozmente, la verdad era volátil y no había valores firmes, una mañana decidí evolucionar. Así que me adherí a las teorías negacionistas, consideré que el hombre y la mujer fueron hechos con nuestro actual aspecto, nunca existieron los dinosaurios ni es aceptable la teoría de la evolución, afirmé que la Tierra es plana, que el cambio climático y el Covid son inventos de quienes nos controlan y la raza blanca es superior a las sangres mestizas, clamé contra los inmigrantes que llegan de todas partes, porque los que vienen aquí no son refugiados sino que estamos ante una inmigración masiva promovida por los poderes y las élites mundiales. Además supe que los reptilianos se han infiltrado en todos los gobiernos, mi vecino de piso es también alienígena y su mujer una zombi y me incendié porque a Donald Trump le habían robado las elecciones. El, que estaba destinado a ser el Salvador de la Humanidad. Pensé que la pandemia iba a acabar con el buen juicio, porque Bill Gates, Soros y hasta Barack Obama estaban asistiendo a misas negras y orgías en la isla caribeña del conseguidor Jeffrey Epstein, todos ellos eran pedófilos satánicos y querían eliminar a media humanidad. Evolucioné tanto en tan poco tiempo que ni recordaba los tiempos en que fui luchador en la universidad, ni mis expedientes cuando la censura. Cuando avanzó la pandemia, que en realidad era una plandemia, me negué a ser vacunado porque me iban a inyectar un chip para controlar la mente, y, en definitiva, me iban a matar. Tenía claro que existe un grupo poderoso, maligno y secreto que se ha infiltrado por doquier, hay agentes con influencia en todos los niveles y solo quedamos unos pocos que pensamos por nuestra cuenta, e intentamos desenmascararlos.  Me había hecho agresivo y en las tertulias con amigos daba rienda suelta a mis conclusiones, siempre a la contra de las informaciones oficiales, tan manipuladoras. Buscando en las redes, guiándome por el verdadero periodismo de investigación y argumentarios contundentes, discutía y sentaba cátedra sobre cualquier asunto científico, geopolítico o socioeconómico que se estuviera debatiendo. Despertaba cansado, con la presión alta, la arritmia cardiaca peor. De cualquier modo, no tardé mucho en ingresar en las filas de un partido que admitía mis ideas, y así desde primera hora recibía vídeos y guasaps reveladores sobre lo que está ocurriendo realmente, desmontando las muchas mentiras que nos venden. Ya no me interesaba leer libros ni periódicos, puesto que todo viene trucado por mentes sibilinas, en realidad lo que persiguen es conseguir la inmortalidad para una élite y eliminar al resto. Nos manipulan cada día de nuestra vida, y hay que decir basta. ¿Y si fuera posible la clonación de humanos, y si ya se estuviera practicando secretamente en algún laboratorio de las superpotencias? Los grandes líderes se replicarían a sí mismos hasta el infinito, recuperarían el vigor y solventarían los problemas de encarnarse en un cuerpo juvenil y adoptar una nueva alma aunque no pudiese contener las emociones ni los sentimientos que les impregnaron en su anterior vida. Conseguía dormir con una pastilla y en mis noches contemplaba nuevos planetas paradisiacos donde escapar, pero por desgracia se esfumaban. 


jueves, 21 de octubre de 2021

No es posible establecer el duelo por el volcán

 


Sabemos que ante una adversidad grave hay que establecer el duelo, y este viene a resultar imprescindible para recuperar nuestra paz. El duelo tiene cinco etapas. En primer término, nos sorprende la desgracia y manifestamos la etapa de la negación, no aceptamos lo que se nos viene encima. En segundo momento viene la etapa de la ira. Después acometemos la negociación, más tarde caemos en la depresión y finalmente fijamos la aceptación. En el terrible drama que padece nuestra isla, con una agonía tan prolongada y que no parece tener fin, es complicado establecer el duelo, que viene a ser imprescindible para continuar adelante. No podemos establecer el duelo porque estamos todavía en medio de la ira y de la depresión. No podemos aceptar el daño descomunal que nos hace esa fiera candente y desbocada, que puede quedarse acechando durante horas hasta que se reactiva con mayor fiereza.

¿Cómo vamos a negociar con esa Bestia que no admite alternativa y que va campando a sus anchas, acometiendo el mayor daño posible en la comarca más rica y más poblada de La Palma?

Una sabia catedrática de Barcelona ha venido a concluir que es absurdo construir sobre terrenos volcánicos, y la única solución posible es evacuar a esos habitantes y buscarles otro emplazamiento. No es la primera vez que en la Península alguien lanza una conclusión similar: si los palmeros sufren es porque son temerarios al hacerse sus casas y levantar sus cultivos en terrenos altamente frágiles.

Desde que estalló este maldito volcán presentíamos el daño que iba a causar, al conocer su punto de erupción nos echamos a temblar. Porque a través del recorrido desde el lugar donde emergió hasta su desembocadura en el mar arrasaría viviendas, estanques, huertas, invernaderos, colegios, farmacias, estaciones de gasolina, locales de asociaciones de vecinos, plazas e iglesias, innumerables carreteras, y, sobre todo, acabaría con parajes de una gran belleza. Porque las familias en La Palma no solo construyen una casa sino que la adornan con arbolado y flores de gran colorido, por algo el palmero tiene una vinculación tan íntima con la tierra en que nació. El mito de Tanausú viene a representar esa extrema vinculación del hombre y el espacio en que nació.

Si este monstruo nos sigue maltratando durante semanas o meses, no hay otro remedio que esperar a que desaparezca para establecer planes, para saber cómo reconstruir lo que se ha perdido. Para volver a hacer Aridane, un lugar hermoso por su cielo y por su clima, donde miles de extranjeros habían construido también su pequeño paraíso, donde habían alimentado sus sueños, que ahora se han convertido en terrible pesadilla. Tenemos que ver el fin de este diabólico monstruo para hermanarnos y poner en marcha los planes de recuperación. Aunque nuestro futuro sea el de construir para unas décadas después padecer la destrucción y otra vez construir para otra vez contemplar la destrucción, volcán, pausa, volcán.


sábado, 16 de octubre de 2021

3 poemas de Natalia Sosa (Gran Canaria, Día de las Letras Canarias 2021)

 


Muchacha sin nombre

No me llamo Natalia.

Jamás nací.

O si nací fue muerta.

El sol extendía sus primeros rayos

por una madrugada fatídica de marzo.

Mas no era yo la que su luz bebía.

Yo no existí jamás.

A lo sumo fui venas, manos, sangre,

un corazón pequeño y precintado

pero no fui jamás destinada a ser alguien.

Mi nombre, yo, Natalia,

estará inscrito en un papel cualquiera,

en labios que no saben lo que hablan,

en tardes remotísimas y ausentes,

acaso,

en el tiernísimo corazón de alguien.

Mas yo, yo no soy yo.

No soy Natalia.

 

La extranjera

Como vapor de lluvia en el asfalto,

cada paso que emprendo se hace nube.

Soy la extranjera inquieta

que por la calle huye

en busca del hotel del que ha extraviado

nominación y número,

con el miedo brotando de los labios

y aterrados los ojos por lo cierto

de saberse en el exilio sola.


Mi nombre sólo es bruma entristecida

y nadie lo pronuncia, por extraño;

ni siquiera otro amor lo ha cobijado

en la terrible hora de tu olvido.


Extranjera en las noches que me aman,

e igual que gime el aire enfurecido

—oh, tus manos levísimas que el viento me arrebata—,

si otro aliento me siega la garganta,

mi nombre y tu distancia se estremecen

desde el dolor del alma.


En cada paso, en la pasión del sexo,

en el éxtasis de Dios, en la mañana clara;

en la ira inútil e infecunda

con que me enfrento a mi morir constante,

extranjera, extranjera y extraña

me definen,

extranjera y extraña me comporto.

¡Para siempre exiliada en el país del hombre!

Para siempre la sed de tu voz ida

que susurre a mi pena: compatriota.


Frente a la isla

Mirad a esa mujer, dicen algunos,

callada frente al mar cada mañana.

Es una pobre loca soñadora,

una pobre mujer que desde siempre

soñó con ser gaviota y tener alas.

Mirad con qué insistencia se detiene

a contemplar la Isla, allá lejana.

¡Qué distante de su razón la nuestra!

 Miradme, sí, miradme.

A juicios de los hombres ya no temo.

Helados juicios

que con desdén quisieron

congelar las hogueras de mi pecho.

No los oigo. Soy una pobre loca,

mas, al fin,

mis oídos cerré a las voces vanas.

 Sólo la tristeza del mar es lo que escucho.

 Oíd…

Cada mañana me acerco a recoger

de alguna de sus huellas

los restos destrozados.

Yo sé que habrá pisado alguna orilla

y aguardo el milagro de ese instante.

 ¿Llamáis a esto locura?

Seguid vosotros, pues, con la cordura:

si loca me creéis, no me hacéis daño.


viernes, 8 de octubre de 2021

La pintora Valme García, en el CICCA

 


 Recuerdo a Valme en sus pequeños formatos, siempre con una nota de candor. Pintura de enfoques cercanos, una mirada tranquila y femenina sobre el paisaje insular, los asomos del mar, las ovejas, las frutas, los productos de una naturaleza idílica. Vino de Navarra y se hizo de aquí, se hizo insular. Y, a pesar de sus dolencias cardiacas, esa sensación de que muchas veces tu vida pende de un hilo, se puso a pintar en el mismo estudio de Manolo Ruiz, una pareja de creadores que se han hecho a sí mismos, caminando desde la Escuela Lujan Pérez hasta ahora, tantas décadas después. Actualmente expone una muestra antológica en el CICCA, ciudad de Las Palmas. El jueves 14 a las 7 de la tarde, mesa redonda con mi participación, Jonathan Allen y Javier Cabrera como coordinador.

Hay color y también una cierta ingenuidad desde aquellas ovejas hasta esta mirada sobre la arquitectura, el juego en el que se combinan el espacio, la perspectiva, el tiempo. La ciudad ideal, la ciudad soñada, la ciudad deseada, que no existe. Dice la pintora que en esos edificios casi herméticos se encierra un deseo de comunicarse, por eso va eliminando elementos hasta quedarse con esencias. Valme expuso en aquel Club Prensa Canaria en el que hace casi cuarenta años aparecieron muchos jóvenes creadores de entonces, y también presentamos una exposición suya en Orfila, Madrid, en la que las ovejas jugaban a esconderse. Entre los geometrismos y la naturaleza, por ahí camina la pintora. Composiciones vegetales y animales que actúan como recordatorios de una naturaleza soñada, presentida, pero siempre destruida porque la naturaleza puede ser una fiera diabólica que arrasa con todo. Y nosotros lo sabemos bien porque vivimos sobre volcanes.

Puede que la pintura de Valme tenga una apariencia humilde, tranquila. Encuadres en que figuran frutas o seres imaginarios con un trasfondo onírico, desde un Fra Angélico hacia un Klee y un Miró. La tierra era azul como una naranja, y el objeto representado se ha ido volatilizando. Puede que sea una imagen irreal del mundo y de sus criaturas, un mundo que en el que ya no cabe la utopía porque es distópico, angustiante, amenazante. Cuántas desgracias juntas en estos últimos años: incendios, pandemias, erupciones, señales de que el desastre climático es inflexible. Pero ese mundo de su memoria, habitado por pequeñas figuras de animales y de árboles y de ensoñaciones urbanas, puede contener piezas de una sinfonía casi naïf. Y será inevitable que se cuele el cielo y se cuelen el color de la tierra, una palmera, una ola, la luz, la sal, las frutas, el bosque, los edificios, la presión psicológica y la claustrofobia de la isla, la tierra crispada del malpaís, el abrazo del Atlántico. Ella escapa con sus geometrismos que siempre van cambiando de aspecto. Mundos imaginarios, otra realidad en la cual la pintora se siente a gusto. Los símbolos son importantes, tanto como el afán constructivista, una orilla de magia y misterio, un mundo de lirismo y sublimación, que transforma la mirada cotidiana.

Alumna de la Luján Pérez la estilización de su arte ha tenido bastante que ver con el magisterio de Felo Monzón, quien hablaba de un esquematismo analítico, maduro y sentido. Pintura espacial, con aparente simplicidad, pero que con su gama de color que va más allá. La transparencia posibilita una forma de escape sobre la ajada cotidianeidad, con lo cual el objeto representado se va volatilizando. Y así se llega a esta obra con elementos de la arquitectura, en la que volvemos a apreciar la calma, el silencio, la observación tranquila.

En un mundo en el cual las mujeres están ocupando espacios centrales, esta pintora se afirma como hacedora de un mundo que nos conecta con una cierta melancolía, el pasado que ya no volverá y el presente que –como dicen los budistas– hemos de vivir con una actitud de paz interior y de mejoramiento personal, con una aceptación panteísta, porque la creación está en todas partes y nosotros tan solo somos espectadores en medio de los presagios del exterminio. De cualquier forma, como elemento curativo tenemos esta pintura aparentemente simple, que no lo es, ya que encierra muchas claves y, en definitiva, busca ser apacible y bienhechora.

miércoles, 6 de octubre de 2021

"Las espiritistas de Telde", en Valsequillo y en la Televisión Canaria


91 años después de que aconteciera el famoso crimen de Telde, la novela Las espiritistas de Telde vuelve a estar de actualidad. Precisamente este viernes día 8 a partir de las 18.30 de la tarde se celebra un coloquio en el Teatro Jacinto Suárez de Valsequillo, organizado por la entusiasta Rosi García con el club de lectura Hypatia. Por otra parte, ese mismo viernes, a partir de las 22.15 se emite el programa La isla misteriosa, en la Televisión Canaria, en el que se incluye un amplio informe sobre los acontecimientos de finales de abril de 1930, que originaron una gran alarma social debido al auge que alcanzaron las teorías del espiritismo en la sociedad grancanaria en las décadas de 1920 y 1930. En la imagen, la primera edición de la novela, publicada en Valencia, en 1981.