miércoles, 30 de septiembre de 2015

Tercer ciclo del Libro Fórum Canario en Tegueste, mañana, 1 de octubre

Mañana, 1 de octubre, comienza en Tegueste, norte de Tenerife, el tercer ciclo del Libro Fórum Canario que organiza el profesor y escritor José Ramón Sampayo. Será una nueva incursión por la narrativa, la poesía, el teatro, la música, los audiovisuales, el paisaje y el vino de la zona. En mayo de este mismo año se celebró la undécima sesión del segundo ciclo. Intervino Maca Martinón con su obra "La Laguna es Ella", y se celebró el habitual convite en el Patio del Museo Prebendado Pacheco con vinos y una creación culinaria del chef Carlos Gamonal, del Mesón El Drago.
Estas actividades se iniciaron en el 2009 (Biblioteca Municipal Central/TEA, Santa Cruz de Tenerife), buscando implicar no solo a los vecinos de Tegueste sino a cualquier lector interesado en la literatura de las islas. En anteriores sesiones han sido invitados, entre otros, Víctor Álamo de la Rosa y Rosario Valcárcel.
El Libro Fórum cuenta con el soporte del Área de Cultura y de la propia Alcaldía. Y mañana, 1 de octubre, a las 19.15 arrancan las actividades que se extienden a un encuentro de lectores, libreros, público y escritores invitados. A las 20.30 en el teatro municipal habrá una representación que protagonizan Ana Joyanes y Francisco Concepción, autores del libro "El caso de la Pensión Padrón", editorial La Esfera Cultural. Aparece un mundo marginal, la Santa Cruz canalla, protagonista de un suceso de 2010 que culminó con una detención, juicio y condena tras la aparición de un cadáver putrefacto entre colchones. En la novela se ficciona todo el proceso y los autores dejan dudas acerca de si el condenado es el verdadero culpable.

Los jóvenes, principales víctimas


Vivimos en un mundo inimaginable para nuestros padres: los progresos de la economía, de la técnica y de la medicina hacen que de alguna manera el progreso material se haya socializado, alcanzando a capas de la población cada vez más amplias. Así la esperanza de vida actual es la más alta que ha alcanzado el ser humano en toda la historia, los niveles de renta han ido mejorando a pesar de la grave crisis económica y sus secuelas. Pero nos encontramos también en medio de una civilización del derroche de los recursos y del paro, del cambio climático, de la superpoblación, de las crisis periódicas derivadas de la economía, las guerras interminables, de la avalancha de inmigrantes y refugiados que se dirigen a la vital Norteamérica y a la vieja y próspera Europa. Dentro de nuestras contradicciones, en este planeta tan evolucionado el hambre y la pobreza siguen siendo muy visibles, incluso en las naciones que disfrutan el llamado Primer Mundo. La codicia y la mala gestión se disparan hasta límites impensables, así una prestigiosa marca alemana de automóviles falsifica las emisiones de gases contaminantes y origina un escandalazo, y la eficaz y pragmática Alemania, que todos aceptamos como líder de Europa, permite que siga volando un piloto seriamente enfermo, que al final mata a todos los que compartían el vuelo con él. En Suecia, imagen del paraíso socialdemócrata de los nórdicos, alguien asesina en medio de la calle al primer ministro, Olof Palme, y todavía no sabemos si hubo una conspiración de varios, si el asesino actuó por su cuenta o qué ocurrió realmente.

Hubo visionarios que con mucha anticipación contemplaron con desagrado algunos efectos de la industrialización, las consecuencias deshumanizadoras de la modernidad. Así el gran escritor inglés D.H. Lawrence escribió en 1928 lo siguiente: “La nuestra es esencialmente una época trágica, así que nos negamos a tomarla por lo trágico. El cataclismo se ha producido, estamos entre las ruinas, comenzamos a construir hábitats diminutos, a tener nuevas esperanzas insignificantes.” La frase figura al comienzo de su novela El amante de Lady Chaterley. Escrita la frase en los felices 20, poco antes de la gigantesca depresión de 1929, antes de la II Guerra Mundial y la bomba atómica, supone una anticipación descomunal.

La vida actual contempla lo vertiginoso, instantáneo, espectacular y volátil, con muchos efectos especiales y mensajes de guasap que se superponen. La sociedad del espectáculo fugaz. Pero también habría que anotar que algunos economistas señalan que la falta de valores éticos no ha influido en la crisis que nos tiene acongojados desde hace casi diez años, y que mantiene angustiados a los países del sur de Europa. Según este pensamiento, las crisis se han sucedido a lo largo de los siglos y habría que interpretar que no solo son endémicas del capitalismo sino que son consustanciales a la naturaleza humana. Como si la tendencia a las corrupciones, los desvaríos y las caídas fueran parte de nuestra genética ancestral. Y con todo ello la crisis no solo es económica sino también laboral, ecológica, climática, social y política.

Por otra parte, la globalización hace que seamos partícipes al mismo tiempo de acontecimientos muy lejanos, acontecimientos que se enhebran entre sí. El viejo mundo ya no es dueño de sus destinos, ahora inversores chinos y de los Emiratos se van adueñando de los restos del naufragio. Además, estamos tan intercomunicados como nunca, en cualquier lugar se comentan las mismas cosas, se escuchan los mismos discos de música pop, se viste de la misma manera porque la moda todo lo uniformiza, se contemplan los mismos anuncios en la televisión. La moda y la actualidad son efímeras, las ideas antiguas ya no sirven pero no encontramos todavía unas ideas nuevas.

Dicen los economistas que esta crisis, como cualquiera de las anteriores, es similar a una gripe: viene con fiebre y dolores musculares, nos deja bajos de forma, con fuerte decaimiento y luego, con antibióticos o sin antibióticos, desaparece por sí misma. Pues en realidad no estamos ante una simple crisis, sino ante una enfermedad social. Con problemas de avaricia, con mucha gente que se ha enriquecido y otra gente que ha vivido por encima de sus posibilidades, gente que ha buscado ganancias desmedidas a costa de lo que sea, desorden y codicia extrema. La incertidumbre se ha extendido, el valor monetario de las cosas queda en entredicho y origina el deseo de reconsiderar los valores en sentido general. La mayoría de los europeos piensan que lo que cuestiona la crisis son nuestros actuales códigos, la forma de vida.

Sin duda quienes peor están pasando esta crisis son los jóvenes. Sometidos a contratos engañosos, a cobrar míseras comisiones, a estar permanentemente a prueba, estamos condenando a una generación brillante y preparada a unas lamentables condiciones, les obligamos a subir al Everest sin guías y sin oxígeno. Eso es lo que tendría que sonrojar a gobernantes poco dispuestos a meter en cintura a empresarios desaprensivos que aprovechan la coyuntura para extremar la precariedad. Frente a los análisis optimistas, un país que trata así a la generación del relevo está construyendo un futuro engañoso. Los empresarios les exigen experiencia, pero nadie les da trabajo con lo cual tienen muy difícil llegar a tener experiencia. Las jornadas interminables, los salarios muy por debajo del mínimo, nos deberían hacer sonrojar. Y es que muchos se aprovechan de la crisis para esquilmar a la generación más brillante de nuestra historia.  

martes, 22 de septiembre de 2015

Canarias: flores sobre el mar

José M. Balbuena

Hoy, aunque es otoño y se cernía una lluvia fina sobre los pueblos, las ciudades y los campos,  yo me imaginé que estábamos ya en primavera y veía  las  islas desde un prisma donde deslumbraba  el cromático espectáculo de las flores y un aroma especial. No se me había reblandecido el cerebro.

Como una película rápida, desfilaron ante mí Maxorata o Herbania, Lanzarote o Titreroigatra, Tamarán o Gran Canaria, Achinerfe o Tenerife, Benahoare o La Palma, La Gomera, la Ghomára rechoncha bereber y, por fin El Hierro bimbache, o Eceró. Pero en el horizonte me aparece, como un fantasma, la misteriosa San Borondón, un mito, una leyenda o invención mental que se hace realidad entre la niebla y nos inyecta una especie de energía vital ...

Y al lado de todas ellas, surgen como retoños marinos, como acólitos de las islas mayores, La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este o del Infierno, Roque del Oeste y abajo, entre Lanzarote y Fuerteventura, la entrañable islita de Lobos, ya sin focas monje que retratar. No sé si alguien podrá lo mismo, pero tengo el gusto de haber circunvalado estos islote y de caminar por tres de ellos: Lobos, La Graciosa y Alegranza.

Estamos aislados, condenados (o al vez no) a vivir rodeados de agua, aunque sea salada. Islas de contrastes, donde se va del amor al odio, de la belleza a la fealdad, de la pobreza a la codicia y suntuosidad. No hay nada perfecto en esta planeta ¿A quién le debo el honor de haber nacido aquí, de soñar con felicidad, como yo lo he hecho, sobre estos mullidos tesoros que brotan como perlas del profundo Atlántico?

En cada isla hay un hito, algo bueno para amar, para admirar, para tener recuerdos eternos. Orchilla,  el hipotético Meridiano, el garoé, los islotes del Salmor, en El Hierro. El Garajonay, Los Órganos, el Roque de Agando,  la Torre del Conde, en la Gomera. La Caldera de Taburiente, el Roque de los Muchachos, el Teneguía y otros volcanes dormidos en la Isla Bonita, en la isla verde de La Palma. El Teide gigante, el Valle de la Orotava, el barranco  del Infierno, Anaga, en Tenerife; el Roque Nublo, Las Dunas de Maspalomas, Las Canteras, Los Tilos, en Gran Canaria. Jandía, Tindaya, Corralejo, Valle de Santa Inés, en Fuerteventura. Timafaya, Los Jameos del Agua, la Cueva de los Verdes, en Lanzarote y mis disculpas a otros renombrados lugares de estas islas,  por no mencionarlas, porque harían  muy largo el relato.

Hay por ahí, pululando, evidentes joyas en estas variadas islas. Frondosas, a veces; ardientes, otras; desiertas, áridas, ávidas de agua, plenas de vida y “de belleza sin par”, como dice la canción, que deben descubrir quienes vienen de fuera, los que buscan sol y buen clima, para que sepan que existen otras opciones que vale la pena conocer. Sería imperdonable que los que han nacido aquí no lo sepan,  ni lo valoren.

Islas con una flora autóctona, original, que provienen de una pasado lejano. Islas de hermoso pájaros canoros, de lagartos gigantes y milenarios. Islas, arropadas por alisios, por unas nubes amistosas, que nos regalan un clima apacible. Islas que parieron emprendedores, aventureros, emigrantes, forjadores de pueblos, ciudades y empresas al otro lado del océano. Islas bravas, islas estériles, islas exuberantes que necesitan una mano, una caricia, para exaltar sus maravillas, para hacer felices a quienes tienen la suerte de vivir en ellas, o de visitarlas.

Espero que no haya nacido el ser, o los seres, que quieren marchitar estas flores surgidas de la mar, o de la lava incandescente. Espero que no haya nadie capaz de hundirlas en la miseria, en el dolor, en la frustración, en el desencanto. Espero que no aparezca alguien para decirme que deje de soñar, que abandone las utopías. Espero que se disipen las nubes repletas de envidia, de desidia, de ignorancia...

lunes, 21 de septiembre de 2015

"La nuestra es una época trágica" (D.H. Lawrence)

"La nuestra es esencialmente una época trágica, así que nos negamos a tomarla por lo trágico. El cataclismo se ha producido, estamos entre las ruinas, comenzamos a construir hábitats diminutos, a tener nuevas esperanzas insignificantes." El gran autor británico D.H. Lawrence, autor de "El amante de Lady Chaterley", entre otras obras maestras,  definió así, en 1928, el cataclismo moral de nuestra época. Y eso que todavía no había acontecido la II Guerra Mundial, la bomba atómica, la guerra fría, el Estado Islámico, la inmigración clandestina y otros desastres de nuestros años.
 

jueves, 17 de septiembre de 2015

Adagio del Concierto para Clarinete de Mozart, Auditorio A. Kraus

https://www.youtube.com/watch?v=czK-8s1jBV4

El maravilloso Adagio del Concierto para Clarinete de Mozart, en interpretación de la Orquesta Sinfónica de Las Palmas, Concierto popular de Año Nuevo celebrado en el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria, el 30 de diciembre de 2012. Sutileza y armonía de una música eterna, que sonaba como tema de fondo en la película "Memorias de África". La orquesta principal de la ciudad es la Filarmónica de Gran Canaria, pero la Sinfónica de Las Palmas también goza de un interesante nivel.

5 grandes poemas de Justo Jorge Padrón: Los Círculos del Infierno

Justo Jorge Padrón es un poeta grancanario de la década de los 70. Un autor fecundo, traducido a muchos idiomas, con varios libros esenciales dentro de la poesía española contemporánea. Su palabra es intensa, dramática y visionaria. Es un poeta del deseo y del olvido, del drama del amor y el desencuentro. Entre sus libros figuran Los círculos del infierno, El abedul en llamas, Escrito en el agua, Los oscuros fuegos. Ensayista destacado, trabajó sobre la poesía nórdica, particularmente sueca y noruega, así como la narrativa islandesa. Después de concluir sus estudios en derecho, filosofía y letras en Universidad de Barcelona, regresa en 1967 a su su ciudad natal, Las Palmas, donde ejerció la profesión de abogado durante siete años. En este período entró en contacto con las nuevas promociones poéticas españolas. En 1968 fue incluido por José Agustín Goytisolo en su antología Nueva poesía española. En 1974 abandonó la abogacía para dedicarse por completo a la poesía. Dos años más tarde fue elegido por Asuntos Exteriores y el Instituto de Cultura Hispánica para representar a la nueva poesía española en una gira a través de doce países de Hispanoamérica. En 1979 participó en el IV Congreso Mundial de Poetas celebrado en Corea del Sur y en el Primer Festival de Poesía Europea en Lovaina. Sus libros han sido traducidos a más de treinta idiomas, incluso sueco, inglés, macedonio, serbocroata, ruso, albanés y búlgaro. Él mismo es traductor, principalmente de autores escandinavos. Ha logrado importantes distinciones:  Accésit al Premio Adonáis (1970), el Premio Internacional de la Academia Sueca (1972), el Premio Boscán (1973), el Premio Fastenrath de la Real Academia Española (1976), la Medalla de Oro de Bruselas (1981), la Medalla de Oro de la Cultura China (1983), el Premio Europa de Literatura (1986), el Premio Internacional de Literatura de Sofía (1988), el Premio Orfeo (1992), el Premio Canarias de Literatura (1997), el Premio Internacional de Trieste (1999) y el Premio de Poesía Senghor (2003). En 1977 recogió en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura concedido al poeta Vicente Aleixandre, quien, por motivos de salud, no pudo asistir.
Desde el fondo del vino una mujer me invoca
 
Desde el fondo del vino una mujer me invoca
con un riesgo sinuoso. Su cuerpo se ilumina
como exaltada llama empañada de invierno,
como enterrada lluvia rompiendo sus latidos,
deshaciéndose en música envolvente,
tan desolada y bella, hasta cegarme.
El oro fascinado de su risa
me lleva hasta el delirio de celebrar su cuerpo.
Con su hechizo me invade desde el aura
de su rosa sombría, que absorbe en su corola
el absoluto tiempo que viví.
Y así, preso y errante, en su inquieto perfume
tibiamente lejano, me destierra en el vino
bajo la maldición de su recuerdo.

Eros De La Muerte
 
Crueldad, quiero tu lengua, tu inteligencia oculta
de perversión feroz y a la deriva,
contaminada en las maquinaciones
del placer que enmudece, despertando
la insidia y el peligro de tu experiencia única.
Qué enjambre de caricias en el nudo
con el que aún reclamas la posesión suprema.
Seguir, merodear de forma subrepticia
hasta ir descubriendo este delirio
atroz que se enardece por entrar y expandirse
en el fuego del daño y el desmayo.
Impaciente deseo tu cuerpo cenagoso,
maduro como el vicio que a sí mismo corrompe
con su olor a azahares ultrajados,
a estrellas que en el vino se disuelven.
En él presiento el odio que palpita
en su voltaje oscuro de noche y de marea,
por alcanzar la sangre, cuando el beso
insaciable la busca y la aniquila.
Ah, sombría violencia fascinada,
que encuentras tu destino en la tensión mortal
con que dos cuerpos duros se engastan, se penetran
hasta la raíz misma de sus limos,
allí donde la furia es la pasión
y el miedo de no ser el fulgor de la muerte.
En el amanecer te desvaneces
En el amanecer te desvaneces.
Sólo queda tu sombra entre mis manos,
una presencia de aire, anhelo y sueño y risa
que disipa su incendio consumido.
Con desesperación busco tu cuerpo,
el fugaz testimonio, ese deleite
de toda tu fragancia derramada,
cautiva todavía por mi piel.
Relumbras por mis médulas como un latido unánime,
como una ciega música que habitara en mi oído,
con su calor, su vibración de fondo,
su presencia invisible en el silencio.
Cruzo de la pasión a la demencia
persiguiendo tu espectro, el espejismo
de una imagen que asciende por la escala nocturna,
llevándote desnuda entre sus brazos.
La Sangre Irrefrenable
Avidez que descubro en mis pupilas
como fiera encerrada por un íntimo azar.
Atracción de aquel fuego, el espejismo
despliega sus arenas ante el mar del verano,
ante el vuelo de pájaros que anuncian
el diálogo furtivo de dos cuerpos.
Reino de la lascivia bajo palmas umbrosas,
ardiente brisa, música plena de los sentidos
empozada en el alma, respirada
con fruición por mis cinco salteadores dementes.
Cuántas luces se abrieron. Cuánto terso oleaje
en labios y caderas fugitivas.
Emergí de la espuma como un sol solitario.
Crucé dunas, oasis, olí sábanas tensas,
desperté los racimos más prietos y turgentes,
sentí las certidumbres que abrían estos dedos.
Allí la danza, abismo de dulzura,
y su vibrante vientre de atabal,
bebiéndose en desorden mi futuro
bajo el aire de un vértigo de estrellas.
Fui tirano y esclavo del gozo y el dolor,
de la dura nostalgia de los besos,
de la fugacidad depredadora
de cuanto vive y ama consumándose.
Desgarrado, escuché el pavor del capricho,
la impiedad que me niega o aquella en que amanezco.
Morí con convicción en tantas ocasiones
para resucitar con un vigor fragante,
y luego y luego y luego, después de tantos años,
sueño ante el mar rebelde del estío,
sueño en la juventud de un erguido deseo
y atiendo a la marea de las horas
viniendo y alejándose hacia el último páramo,
allá donde se apaga la sangre irrefrenable.
Tu Latido Es El Mío
Y luché contra el sueño y la fatiga,
contra la ira sin fin y el desarraigo.
Escudriñé, escarbé sin asomo de duda,
entre las débiles pavesas ciegas
de mi memoria por hallar un año,
un solitario día, apenas un instante
en que pude decir: jamás te amé;
mas no encontré resquicio para mentirme a solas,
para afirmar siquiera la negación más leve.
Tu latido es el mío. Allí donde comienza
ese deseo intenso al que nombramos vida,
allí, resplandeciendo en los días distintos,
en la ardiente espesura de mi asombro,
con el sí, con el no del abismo o la suerte,
silenciosa me esperas como el árbol de fuego
que sostiene esa fruta lustral de la esperanza.
Mi mirada te invoca en el presente,
en el rumbo indeciso de cualquier lejanía
de ese mar que me canta y me seduce
con los ojos vehementes del relámpago.
Eres sed del edén que no percibo
y, en los acordes hondos de tu voz,
perenne permaneces, con la música
aterida del alma y la audaz primavera,
en todas las palabras de la sangre.
 

martes, 15 de septiembre de 2015

El Toro de la Vega y las peleas de gallos y perros


A las once de la mañana de hoy, 15 de septiembre, el toro de Tordesillas, Valladolid, cruzó el puente medieval sobre el Duero para llegar al Campo de Honor, donde, tras veinte minutos de tormento, decenas de jinetes le clavarían sus lanzas hasta la muerte. Los vecinos de la villa defienden que el torneo, que se celebra desde 1564, forma parte de la tradición, es fiesta de interés turístico nacional desde 1980, es un referente antropológico y trae turismo y dinero a la ciudad, pero cada año hay más polémica. El Partido Animalista PACMA entregó 120.000 firmas en la sede del PSOE en Madrid para intentar frenar el torneo, en Ferraz señalaron que si gobiernan harán una ley contra el maltrato animal, aunque el alcalde del lugar es socialista. También, cientos de famosos hicieron un vídeo rompiendo una lanza contra este acto.

La tauromaquia es un arte y también un espectáculo que origina seguidores y disidentes casi a partes iguales, porque contiene elementos de gran plasticidad y también ecos de una barbarie antigua. A Ernest Hemingway el espectáculo del ruedo lo dejó tremendamente fascinado, igual que a Goya, Picasso y a otros grandes creadores. Tenemos, además, peleas de gallos y peleas de perros, unas autorizadas y fruto de la tradición en algunas de estas islas y otras clandestinas pero cada vez más frecuentes, forman parte de una lamentable industria del espectáculo en ciertos lugares. La fascinación que el sufrimiento produce en algunos públicos se traduce en apuestas y disfrute, cuando yo era un niño y me dejaban entrar a las riñas de gallos solía salir precipitadamente a la vista de la crueldad sobre el tablado y los gritos de los hombres, dispuestos siempre a jugarse la paga semanal vaticinando la victoria de uno u otro contendiente. El llamado Toro de la Vega está originando incidentes entre quienes defienden la tradición y quienes pretenden terminar con ella. ¿Somos un pueblo bárbaro que disfruta con el maltrato animal? A la vista de los acontecimientos, parece que sí. Tenemos en casa mascotas pero también sabemos abandonarlas a las primeras de cambio, muchas veces son alemanes o británicos los que recogen y se llevan a sus países los perros o gatos que no queremos tener más en casa. Las sociedades protectoras se ven desbordadas, y con frecuencia han de eliminar los animales que tienen a su cuidado dada la escasez de personas sensibles que los adopten.

Partidarios de la tauromaquia han sido el rey Juan Carlos, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Ortega y Gasset, Pedro Almodóvar, Valle Inclán, Joan Manuel Serrat, Fernando Savater, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Octavio Paz, Agustín Lara, Antonio Machado, Joaquín Sabina y un largo etcétera. Detractores han sido Lope de Vega, Tirso de Molina, Pío Baroja y otros escritores de la Generación del 98, Mariano José de Larra, Unamuno, Víctor Hugo, Jacinto Benavente, Francisco Umbral, José Saramago, Félix Rodríguez de la Fuente, Eduardo Punset, Miguel Delibes y otro largo etcétera. Canarias fue pionera en erradicar la llamada fiesta nacional, que está en entredicho en varias comunidades autónomas, de año en año se reducen los festejos y al parecer pierde adeptos entre las nuevas generaciones. Este año ha habido record de fallecidos que participaban en los encierros de distintas localidades, empitonados por toros bravos cuando pretendían hostigar al animal. El lanzamiento de una cabra desde lo alto del campanario en un pueblo de Zamora ha sido prohibido por ley, ya que esta acción avergonzaba al resto de pueblos de Castilla y León. Consistía en lanzar a una cabra del campanario por las fiestas patronales en honor a San Vicente. El primer año que esta se prohibió, el pueblo llamó a la desobediencia y fueron lanzadas dos cabras. El maltrato animal sigue vivo en fiestas patronales de distintas regiones: cabras, palomas, gallinas o burros suelen ser sus víctimas.

Si hablamos de que la tradición es un patrimonio que debemos cuidar y defender, tendríamos que retrotraernos al tribunal de la Santa Inquisición, que formó parte de la historia de nuestro país durante varios siglos y cuya vida se alargó hasta bien metido el siglo XIX mientras en el resto de Europa triunfaban el pensamiento ilustrado y la tolerancia. Aquel lamentable monarca que fue Fernando VII, el Deseado, tuvo mucho que ver con la dilatada vida de la institución.

La Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia (AVATMA) presentó un documento en el que se informa sobre el sufrimiento al que se expone el animal, desmintiendo las palabras del alcalde, quien ha señalado que no padece en esta peculiar celebración. El sufrimiento del toro será aún mayor desde el momento en que sea liberado de su encierro y entre en la zona en la que puede ser alanceado y herido muchas veces para que vaya muriendo poco a poco. A partir de ese momento se le va a exigir un enorme ejercicio físico y padecerá alteraciones cardiovasculares, falta de oxígeno y exceso de dióxido de carbono. En el momento en el que los lanceros empiecen a clavar sus aceros habrá hemorragias, traumatismos, inflamación, hipovolemia y empeoramiento de la deshidratación, la cantidad de sangre que perderá va a depender de la profundidad de las heridas y de las zonas y órganos que las lanzas hayan lesionado. Su vida terminará cuando se introduzca la puntilla, un cuchillo de 10 centímetros. La puntilla fue prohibida en todos los mataderos de la UE hace mucho por considerarse un método cruel de dar muerte a un animal, no provoca la muerte instantánea, y el animal padecerá una agonía de varios minutos.

El artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, aprobada por la ONU en 1978, dice: "Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos de crueldad. Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia". El concepto de maltrato animal abarca, pues, todas aquellas acciones de violencia con ensañamiento y "de manera injustificada". No en todos los casos hay consenso. Junto a conductas abiertamente brutales, como el ahorcamiento de los perros de caza cuando dejan de ser útiles, conviven otras que se considera que cumplen un fin social, como el uso de animales en experimentación médica, docencia, investigación o para la producción y consumo humano.

 (Ilustración: Forges, en El País)