miércoles, 30 de mayo de 2012

Soy Eirini, y significa Paz


         Tenía grandes ideas pero andaba en crisis, llevaba meses sin pintar nada que valiese la pena. Su expresionismo abstracto había entrado en una etapa algo tenebrosa. Un largo y tenso periodo de sequía en su cerebro le llevó a investigar que a veces las nubes sembradas con yoduro de plata conceden la lluvia. Por lo tanto, necesitaba un revulsivo. Algo que hiciera renacer.
            Consiguió los euros necesarios y se apuntó en un viaje, uno de esos paquetes turísticos que en verano son consumidos por millones.
            Moverse era la solución. Ir de acá para allá calma las neuras, otorga sensaciones nuevas. El globo terráqueo era, a fin de cuentas, una pequeña bola en la que no paran de revolverse muchos saltamontes.
            En su captura de maravillas comenzaría por el Coliseo de Roma y el Partenón. Al llegar ante tan venerables escenarios le decepcionó el deterioro de sus estructuras y la cantidad de grúas, andamios y restauradores que en apariencia no son capaces de restaurar gran cosa.
            Italia y Grecia eran un montón de ruinas, igual que su vida. Pero incluso tras las mayores catástrofes, la naturaleza consigue recuperarse.
            Por eso cuando conoció a la guía de las excursiones opcionales sintió un nudo en la garganta.
            -Hola a todos. Me llamo Eirini, en español se diría Irene y significa paz.
            Quedó anonadado: su musa cambiaba con frecuencia de aspecto. Pero, mirándola fijamente, se dijo que tenía que ser aquélla. Así que no lo pensó más, y se dirigió a ella con el tono más amable de su voz.
            -Me apunto al crucero por el Egeo con la condición de que usted acepte ser mi invitada.
            Estaba condenado a ver que a su lado la belleza se esfumaba una y otra vez. Para aliviarse, se lanzó a filosofar sobre el vertiginoso y cruel mundo que le había tocado vivir, en el que nada es lo que aparenta ser. Le propuso contratarla para que fuese su modelo, pero se convirtió en una Venus, le impresionó el sereno desafío de su rostro, la sensualidad de su figura, los pliegues del manto que cubría su pubis. Pero, claro, era una pena que tuviese los brazos amputados.  

Paul Gauguin: de agente de bolsa a "indignado" y bohemio

Paul Gauguin (París, 1848-Islas Marquesas, 1903) es otro de los gigantes de la pintura. De agente de bolsa con sólidas ganancias pasó a bohemio y pintor casi maldito, compañero de Van Gogh en Arlès cuando el genio holandés cae en uno de sus desgraciados trances y se corta la oreja. Entró en el impresionismo y abominó de él, se dedicó a experimentar con el color dando paso al fauvismo. Unir vida y arte fue una obsesión, su búsqueda del paraíso lo llevó a Martinica, Panamá (donde presuntamente contrae la sífilis que tanto marcará su vida), Tahití y las Islas Marquesas. Porque en realidad rechazaba toda la cultura occidental y buscaba el sentimiento de los pueblos primitivos, fue un “indignado” antes del 15-M. Por eso rechazó lo académico y buscó encontrarse a sí mismo a través de lo que consideraba auténtico. Abandonó su familia y su posición para convertirse en artista, y lo hizo con la intención de desentrañar el sentido de lo real.
En la novela El paraíso en la otra esquina, de Mario Vargas Llosa, Debolsillo, contemplamos una recreación de la vida de su abuela, Flora Tristán, destacada activista obrera, y del propio Gauguin a través de sus obras maestras.
A los 43 años, dejando a su mujer danesa y a sus cinco hijos, se embarca hacia la Polinesia. La falta de dinero y la soledad le obliga a retornar a Francia un año después, repatriado por el gobierno. Ya en esa época cuidaba la expresividad de los colores, la búsqueda de la perspectiva y el uso de formas voluminosas. El primitivismo de su obra refleja el entorno tropical y la cultura polinesia, en muchas ocasiones pintó a las mujeres que compartieron su vida, sus pieles oscuras, sus rasgos orientales. En Tahití lleva una vida desenfrenada, sexo, alcohol, provocación.
Al final considera que Tahití es demasiado civilizado y marcha a las Islas Marquesas, donde los nativos habían practicado el canibalismo. Una vez más cree estar en el paraíso pero conoce los abusos de las autoridades y trata de defender a los indígenas, lo cual le genera problemas. Los críticos piensan que anticipa el arte abstracto al simplificar las composiciones dando preponderancia al color; también hace esculturas en madera. Lo cierto es que su simbolismo colorista y vigoroso es un precedente de otros genios como Matisse.
Ilustraciones:
Autorretrato delante del célebre “Cristo amarillo” (1890) Museo de Orsay, París.
“Cerca del mar”, 1892, está en la National Gallery de Washington
“¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿Adónde vamos?”, sobre estas líneas, considerada por él mismo su obra maestra, fechada en 1897, se guarda en el Museo de Bellas Artes de Boston

lunes, 28 de mayo de 2012

Eugenio Padorno, poeta de esencias

A estas alturas, qué duda cabe de que Eugenio Padorno es un poeta esencial. De esencias, de imágenes muy interiorizadas. No muy conocida del gran público, su poesía es honda, reflexiva. En el libro La echazón (Anroart, 2010) se evidenciaba de nuevo la potencia de sus imágenes, la fuerza de sus silencios, de sus ocultamientos. Quizá Eugenio sea un poco tributario del carácter expansivo y torrencial de su hermano, Manuel Padorno, el de los árboles de luz. Tal vez eso lo haya disminuido un poco, algo parecido le sucedió a José María Millares respecto a su hermano, el vigoroso Agustín Millares Sall, el de los versos sociales para levantar a las masas en los mítines. Pero la poesía de este Padorno es íntima, se matrimonia con el paisaje, con el mar, con la noche de estrellas.
En Palabras para la arqueología encontramos estos versos: Dioses perros bañistas / petrificados en la intersección única de los días / idos y por venir / arañan la fosca realidad / el hermetismo dórico del domingo / ejercitan el tacto avaricioso sobre cuerdas / de música. En Pisapapeles en la arena leemos esto otro: Con el pensado ardor que une / en el entresuelo de anticuario el / huidizo metal de un torno de / muchacha y los miembros atesados / de un fauno tras la urna / del ojo dos cuerpos bajo el viento / africano ocultos yacen tallados sobre / mutables lecturas de arenas soleadas. Enseñante en la ULPGC, luchador por la dignidad de la literatura canaria, Eugenio atesora un largo magisterio poético sobre jóvenes autores que valoran firmemente su obra.
Profesor titular de Teoría de la Literatura en la ULPGC, su actividad docente se centró en Teoría de la Literatura y Literatura Canaria, estudió la literatura regional y su especificidad dentro del marco de las literaturas hispánicas, línea en la que dirigió tesinas y tesis doctorales. Miembro de la Academia Canaria de la Lengua, fue decano de la Facultad de Filología, finalmente profesor emérito. Por su seriedad y coherencia su prestigio se acrecienta de día en día, su obra es tal vez algo escasa porque viene dictada por la depuración y el rigor, pero su poesía es clásica y eterna. En el purgatorio atlántico, repleto de soledades, se pone en pie y desgrana su deseo de vivir hacia dentro, su instinto panteísta de fundirse con volcanes, mares, pinos, arena.  

domingo, 27 de mayo de 2012

Los hombres son como niños

-Vente a casa –me dijo mi madre con la mejor intención-. Te prepararé tus comidas preferidas, ya verás que acabas animándote.
-No es buena idea.
-Pero ya sabes que a mí ya no me gusta conducir cada día para ir a verte. Y menos me gustan los atascos.
He de aceptar que tiene la mejor intención del mundo, desde luego que sí. Pero yo no podía tolerar la posibilidad de cobijarme otra vez bajo sus miradas protectoras. Si he metido la pata, ya sabré salir yo solita del embrollo.
Mira que ella me lo había advertido cientos de veces. Dani no era lo mejor para mí. Cierto que un chico así, con ese físico y esa voluntad de comerse el mundo, era una golosina para mis amigas.
-No te irá bien con él –me advirtió la vieja una y otra vez.
-Ya verás –insistía cuando me empeñaba con todas mis fuerzas en llevarle la contraria.
Me arrebató desde el primer día, al poco tiempo me lancé a la piscina: decidimos vivir juntos.
La tarde en que lo pillé en mi cama con Sandra fue el alboroto.
-Te puedo explicar –intentó hablar con aquella cara que ya me pareció chulesca, impresentable.
-¿Qué vas a explicarme tú a mí?
-Ya sé que estás dolida, pero debes recapacitar –me decía Sandra-. Sé madura por una vez.
-Todos cometemos fallos –añadió Noe cuando le conté todo con pelos y señales-. No debes precipitarte.
Y yo erre que erre, dispuesta a llegar hasta el final.
Después supe que ella había heredado una gran fortuna de un tío que acababa de morir en Argentina. Y si me hubiese avenido a seguir adelante los tres, hasta podríamos haber sido dichosos. Esa cochina educación me lo echó todo por tierra.      
                Para mi desgracia, me comporté como una estrecha, la más tonta del lugar. Así que decidí volver con él, bueno: con él y con ella. Eramos el trío más feliz del mundo. Nos las prometíamos muy felices en nuestro pareado de Breña Alta que era una maravilla con vista a aquel mar. Pero duró solo una semana, por eso nunca les podré perdonar que me enviaran con tal crueldad al contenedor de las muñecas rotas; sin cabeza, sin brazos ni pila alcalina, sin alma siquiera.
                (De “Los dioses palmeros”, Cajacanarias. Ilustración: El amor victorioso, de Michelangelo Caravaggio, cuadro fechado en 1602-1603)  

viernes, 25 de mayo de 2012

Roosevelt y Angela Merkel: dos maneras distintas de afrontar el crack

Sin entender gran cosa de economía, sí conviene fijarse en lo que dicen los manuales. Pues cuando el famoso y devastador crack de 1929, Estados Unidos empezó a reorganizar el país a base de una gestión para entonces avanzada que es conocida como el New Deal. Esta expresión, que significa Barajar de nuevo, es la política que puso en marcha el presidente Roosevelt para salir de las ideas liberales favorecedoras del ultracapitalismo que llevaron a la gran bancarrota de la bolsa. Incluyó, entre otras las siguientes medidas: inversión para construir obras públicas (escuelas, calles, parques), reducción de la jornada laboral para disminuir el desempleo, elevación de los sueldos medios, otorgamiento de créditos a las empresas que querían invertir, puesta en marcha de un programa de asistencia social (seguro de desempleo, vejez y enfermedad, así como supresión del trabajo infantil).
A la larga, lo que se consiguió a partir de entonces fue incentivar el consumo, que el dinero corriera entre la gente; al haber más consumo, también crece la producción, con lo cual el ciclo se pone en marcha.
Además el poliomelítico Roosevelt, quizá el presidente más querido en la historia norteamericana por su afán de superación, obligó a reducir la producción agrícola para elevar los precios de las cosechas y aliviar la situación de los agricultores. También construyó diques, centrales hidroeléctricas y complejos industriales para reactivar las economías regionales. El New Deal, puesto en práctica a partir de 1933, permitió que EEUU se fuera alzando progresivamente como el líder mundial en los años 30 y 40 del pasado siglo, cuya contribución fue esencial para la victoria aliada contra Hitler. Esa forma de entender la política introdujo importantes innovaciones que fueron copiadas por los Estados occidentales cuando terminó la Segunda Guerra Mundial. En resumen: el Estado debía intervenir en la economía para evitar crisis económicas como la del 29 y garantizar el bienestar de la población a través de leyes e instituciones creadas al efecto.
A la vista de lo que está sucediendo con la deuda soberana, con la caída de la bolsa, con el crecimiento del paro, con la huida de capitales, con la crisis bancaria y, en definitiva, con la sensación cada día más agobiante de crisis profunda en España, habría que preguntarse qué economistas tiene la Unión Europea que no son capaces de entender lo que pretende un buen puñado de líderes: activar el crecimiento en vez de empeñarse exclusivamente en agudizar los recortes. Si la señora Angela Merkel pierde sus elecciones del año que viene -ya le han dado los electores un buen palo recientemente- habría que afirmarse en la idea de que la crisis no perdona y que el señor Hollande en Francia tiene mejores ideas que las que dispone Berlín. También los conservadores andan con problemas en Gran Bretaña, y ello significa que Cameron también podría ser apartado del poder por la dimensión de la crisis. Ahora solo faltaría que esta Europa -club de ricos, club de mercaderes- cultive un poco más el talento creador y deje un poco de lado el énfasis represor.

jueves, 24 de mayo de 2012

Antonio Cabrera Perera: la energía de un octogenario


Antonio Cabrera Perera es un octogenario lúcido y con mucha energía. Docente ilustre, hombre locuaz cargado de anécdotas, galdosiano, ensayista, bibliotecario, escritor. En el Salón Dorado del Gabinete se reunió una parte de sus muchos alumnos, en la velada de presentación de su último libro, Divagaciones, Anroart Ediciones. Un acto muy concurrido, con elogios de alumnos que hoy son profesores distinguidos en niveles superiores de la enseñanza, con homenaje a la esposa que no pudo estudiar Farmacia porque su padre era de ideas recalcitrantes y no iba a permitir que una señorita se fuera por las buenas a Madrid, menudos tiempos aquellos.
Antonio Cabrera Perera disfruta una magnífica vista desde su despacho en su chalet junto al López Socas, su ordenador rodeado de libros y ediciones antiguas del Quijote, alguna tal valiosa como la de Dalí. A sus pies la ciudad, esa es la imagen que ilustra la portada de su biografía novelada. Porque hay que decir que se camufla tras un personaje imaginario para ir desvelando sus recuerdos, sus amistades, sus vivencias de tiempos tan distintos. Hay que tener valor para acomodar su luna de miel con María de los Angeles y encerrarse para preparar a fondo una oposición, que obviamente sacaría adelante.
Bibliotecario, erudito, ensayista, catedrático de la Escuela de Magisterio, director de la Normal y de la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado, fundador y primer director de la Biblioteca Pública del Estado, delegado provincial de Cultura, profesor de Filología de la ULPGC. Tanto escribe sobre las bibliotecas en Las Palmas como publica un estudio sobre Angel Guerra o estudia el deporte en los escritores de aquí, tanto habla de Canarias en el mundo clásico como del problema religioso y el sentimiento católico en Galdós. Sus cinco hijos y sus nueve nietos llenan la vida de la pareja. ¿Qué decir de este libro, abigarrado y entrañable como su propia conversación? Los recuerdos de postguerra, las pensiones de Madrid, la constancia del opositor, el triunfo. Profesor emérito, le quedan años de lucidez que a buen seguro aprovechará en nuevas y buenas publicaciones. Porque él es de esos hombres que no se rinden ni al paso del tiempo, hombre de humor, sobresaliente cum laude.

miércoles, 23 de mayo de 2012

A mí me llaman El Recortado


José M. Balbuena Castellano

Siempre que hablo del actual presidente del Gobierno de España, -no sé porqué- me acuerdo de aquella preciosa milonga de Atahualpa Yupanqui que dice:

Porque no engraso los ejes,
me llaman abandonao,
si a mi me gusta que suenen,
¿pa que los quiero engrasaos?.

Es demasiado aburrido
seguir y seguir la huella,
demasiado largo el camino
sin nada que me entretenga.

No necesito silencio,
yo no tengo en qué pensar,.
Tenía, pero hace tiempo,
“ahura” ya no tengo más.
Los ejes de mi carreta,
nunca los voy a engrasar...

Al señor Rajoy, al que, con todos mis respetos,  le llaman  el “Recortao”, por razones obvias,  no le falta nada más que recortarse él mismo la barba.¡A lo mejor hasta estaría más guapo! Este hombre nos canta cadas viernes una milonga (aunque no tan bonita como la de Yupanqui), de la que no sabemos nada de su letra.
Don Mariano ha ido a los United States para decir a Obama, a Merkel y a unos cuantos más, que España va bien, que los españoles estamos muy contentos y que lo vamos a celebrar todos bebiendo champán, francés, naturalmente. ¡De cava catalana, nada, ¿eh? Y menos aún chacolí vasco, ahora que ambos -catalanes y vascos- se han apuntado a ser independentistas, que es a lo que más miedo le tienen los conservadores de un país que se llama España, donde no se acaba de reconocer  que tenemos una seudo nación pegada con poxipol, (por no decir otra cosa)  y que cualquier día puede desintegrarse, si cada cual pide “sus” derechos, forales o no,  o que se respete “su” personalidad, “su” historia, “sus” costumbres religiosas o paganas ( las buenas y las malas) y todas esas monsergas (y milongas) que se lanzan al viento para justificar que seremos más felices siendo unos reinos de Taifas, como en tiempos de los mojameses, es decir  los árabes, almohades, benimerines, y demás dinastías andalusis.
. Es lástima, porque no tenemos aún unas firmes convicciones patrióticas, si nada que haga sentirnos orgullosos de vivir en una nación a la que se puede respetar en el mundo. Para los centro y noreuropeos venimos a ser un os frívolos y unos derrochadores que no pensamos mucho en el futuro. Hasta la señora Fernández, la mandamás de Argentina,  nos ha dado con el petróleo de Repsol en la cabeza, con una falta e respeto absoluta a los intereses privados nacionales...¡Yo estoy anonadado!
Y el señor Rajoy, a su vuelta de los United States, se ha encontrado en el camino, desde el aeropuerto de Barajas a Madrid,  con una huelguísima de la tribu educativa, que no acepta recortes en esta materia, ¡y hacen bien!, porque la educación es uno de los pilares del progreso de una nación, y aquí, por desgracia, hace falta mucha educación, en todos los terrenos. Mea culpa. Yo a veces reconozco que soy un mal educado
Yo les voy a decir porqué a la mayoría de los políticos no les interesa mucho que funcione la enseñanza pública, o todo aquello que suene a servicio público. En primer lugar, porque están obsesionados con  privatizar, sobre todo esa  derecha conservadora y neoliberal,  todo lo que se pueda: la sanidad, la educación, los aeropuertos (que ha construido el Estado, claro), las cajas de ahorro, etc.  En segundo lugar, porque a sus niños-as, nietos-as y demás familia,  los llevan a colegios privados, concertados, religiosos, etc., y a sus enfermitos a clínicas privadas, menos cuando han de someterse a  alguna operación complicada y cara, que se las hace la Seguridad Social, porque les sale más barata , y además suele haber mejores cirujanos que en la privada.¡A ver si se creen que son tontos!
Pero lo que tiene la agente más indignada (y conste que los indignados no son cafres, ni gente de mal vivir, ni extremistas de izquierda, ni gamberros indomables, etc.), es que el gobierno central  nos ha recortado hasta las patillas, pero no ha dudado un momento en ayudar a una entidad bancaria que se llama Bankia ,donde estuvo un tal señor Rato, que debió ser tan fenómeno que hundió a la entidad, donde, curiosamente, está metida también la Caja de Canarias, nuestra ex- Caja Insular,(es un decir)  perdida e integrada en el capital peninsular porque aquí somos unos toletes. Por lo visto.
Ahora bien, después de darle esa inyección a un banco, que luego no quiere conceder préstamos a las pequeñas y medianas empresas, probablemente otros bancos en las mismas condiciones, también pondrán la mano y así, el dinero público, tan escaso como dicen, irá a parar a manos de quienes han sido cómplices en la ruina económica de este país. Entidades, cajas, bancos, cuyos directores gerentes, etc. han ganado unos sueldos bestiales, se han puesto, a la hora del retiro,  unas indemnizaciones inalcanzables para la mayoría de los mortales y que el gobierno sigue dándoles dinero y una cuerda muy larga para que continúen haciendo lo que les da la gana. Aquí lo que no interesa, no se toca. No interesa regular el funcionamiento de las entidades bancarias. No interesa reformar y afianzar la Justicia; no interesa que nuestra gente sea más culta y evolucionada. No interesa reformar nuestra Constitución, ni el sistema electoral, y ni siquiera que se contemple como delito cualquier malversación de fondos públicos o las actuaciones irresponsables de algunos de nuestros políticos.
Ahí tenemos a un juez -apellidado Dívar- vocal del Consejo General del Poder Judicial, que se ha gastado el dinero público en viajes, hoteles, comidas, etc. en la Costa del Sol, y, claro, sus colegas no ven en eso un delito. ¿Qué ha sido pues? ¿Una gracia? ¡Pues vaya gracia!
Y en Canarias donde ha aumentado la pob reza, aunque a veces lo disimulemos porque no nos perdemos ni una fiesta, ni una oportunidad de una juerga, ni de una romería, ni de un Carnaval, ni la del santo patró o patrona de la localidad. ¿Quizás será porque-a lo mejor.- en todas esas jaranas algunas personas  pueden comer ?
Pero no se apuren que hoy don Paulino Rivero ha ido a entrevistarse con el señor Rajoy, para ver si arregla todos los asuntos pendientes que Canarias  tiene con el Estado.¡Ojalá! Esperemos que no vayan a hablar de le  necesidad de que Repsol saque petróleo ahí al lado, mientras nosotros miramos con expectación a ver que pasa...y si nos toca algo de esa lotería. O, a lo mejor, hablan de la posible independencia de Canarias, siguiendo los consejos de don José Rodríguez, propietario y editor de El Día.

martes, 22 de mayo de 2012

La luz del Time: una historia de ánimas


Cuando yo era chico me aterrorizaba la luz que subía y bajaba velozmente por el Time. El Time es un farallón, una pared que cierra el valle al oeste de la isla de La Palma, este vocablo bereber significa lugar elevado, cordillera. La carretera que lo escala repta penosamente desde el fondo del barranco de Las Angustias hasta seiscientos metros de altitud. El panorama desde aquel mirador es lindo y despejado, las montañas violetas coronadas de pinos, los cráteres de viejos volcanes y allá abajo una buena franja del litoral, los acantilados y las playas, las plataneras y los invernaderos, las casas de media isla.
Desde donde vivíamos -en la calle Cabo, en la parte alta de Los Llanos de Aridane- observaba aquella luminaria misteriosa y se me ponían los pelos de punta cuando mi padre explicaba que la luz era parte de una leyenda. Una historia similar a la que existe en otras partes, por ejemplo la luz de Mafasca en Fuerteventura.
Mi abuela Antonia me confesaba con toda naturalidad tener conversaciones cuando de noche salía al patio a beber agua de la talla y se le aparecía su hijo Gregorio que había caído en la guerra civil, allá en el frente del Ebro. Le daba buenos consejos, le decía que se cuidara del frío en esos montes pelados, que buscara una mujer limpia y hacendosa; él aceptaba cuanto le decía, procuraría satisfacerla. “Guárdame la guitarra” –le decía Gregorio. “Ahí está, sobre el velador. Nadie la toca desde que te fuiste” –afirmaba, para que se fuese tranquilo. También me contaba que antes de casarse había asistido a reuniones de brujas que bailaban a medianoche en Tenerra mientras tocaban acordeón y violín, aseguraba que en efecto la luz del Time era muy antigua y no era ilusión sino tan verdadera como la luz del sol. Ante mi insistencia incluso me enseñó unos versos algo torpes que ella había garrapateado en un papel de estraza con letra temblorosa por el mal de Parkinson, y que lamento no haber conservado aunque creo que decían aproximadamente así:

                                    Por el Time hay un candil
                            que se mueve muy deprisa,
                            cada noche lo ven mil
                            desde el barranco a la cima.
                            Algunas almas benditas
                            se buscan entre la brisa,
                            hacen señas desde lejos
                            para que seamos buenos
                            y sepamos advertir
                            la senda del porvenir.
                            Barro somos, humo fuimos,
                            y hacia él nos marchamos
                            siempre avante caminamos.
                            Si la vida es ilusión
                            siempre ten buen corazón
                            pues la muerte traicionera
                            nunca avisa, puñetera.

Mi tierra es una isla con poetas espontáneos, la gente tiene facilidad extraordinaria para componer décimas y por las fiestas de los pueblos se producen desafíos entre los verseadores. Algunos se acompañan sólo de su voz en las réplicas, aunque también los hay que ponen como fondo instrumentos de cuerda y acordeón. Este verso rápido fue criado en Cuba y traído por quienes emigraban.
Una noche sin luna un padre y un hijo intentaban regresar desde Los Llanos a Tijarafe. En aquellos tiempos no existían comunicaciones, tan sólo veredas y caminos impracticables, atajos por donde pasaban las cabras. No había ni siquiera carretera de tierra para llegar a aquella comarca, donde la agricultura era de secano y los campos se morían de sed porque nadie había abierto todavía las primeras galerías.
La noche oscura les creaba más dificultades de las previstas cuando divisaron una cruz que debía recordar a algún difunto. El padre tuvo una idea: desmembró las maderas, las transformó en una tea con la que lograron subir la empinada travesía.
Pero el hecho no fue en vano. Al poco tiempo en sus faenas agrícolas el adulto cayó por un precipicio y perdió la vida. Y desde entonces su alma busca reposo subiendo y bajando velozmente, sin cansarse. Por eso quien lo contempla debe persignarse y rezar un padrenuestro.
Cuando fui mayor pensé que el fenómeno podría tener distintas explicaciones lógicas. Los fuegos fatuos existen, se producen por cadáveres en descomposición. O porque una cabra o un perro se despeñaron y en el proceso de putrefacción se originaban esos destellos, gases que el viento traía y llevaba de acá para acá con mucha rapidez. Fuera como fuese, lo cierto es que el hacho del Time quedó sujeto en la memoria de una isla rural y atrasada.
Cuando ya se extendió la electricidad por todas partes la carretera fue asfaltada y llegó la televisión, nadie volvió a verlo. Como si los misterios antiguos ya no desearan revelarse nunca más, o porque el mundo está tan de patas arriba que ya no iba a entenderlos.
De “Los dioses palmeros”, Cajacanarias.  (Ilustración: el valle de Aridane, visto desde El Time)

lunes, 21 de mayo de 2012

Anghel Morales, Garoé rebelde de El Hierro


Este herreño que nació en 1952 en el poblado de Guinea, al lado de los Roques de Salmor, de los lagartos gigantes, es un luchador empedernido. Poeta, guerrillero de las ideas, radiofonista en Unión Radio de Tenerife, autor de muchos libros y ahora editor-animador del G-21, nuevos novelistas, y de poetas, de gente creadora. Comunicador a quien conocí en la lejana redacción de La Tarde, aquel periódico tinerfeño tan literario. Sus padres, Isidoro y Micaela, fueron gente humilde y trabajadora y le pusieron Angel en memoria de un tío muerto en la guerra incivil.
El Hierro es isla humilde, tierra de leyendas, tierra del Garoé. El actual árbol fotografiadísimo por los turistas fue plantado en 1941 por su abuelo Víctor García y por su tío Juan García, encargado de regarlo y mantenerlo hasta su frondosidad actual. Jamás se ha valorado el mérito de estos dos hombres que continuaron la leyenda del árbol mágico, por eso los cito aquí, para que el Cabildo de la isla se entere y los reconozca.
Cuarenta años escribiendo dan para mucho, 28 libros publicados, algunos con hasta seis ediciones. Once de ellos son de poesía, “pero sigo diciendo que mis mejores poemas están sin publicar, están en manos de las mujeres que amé, pero solo a ellas les pertenecen.” El Credo Guanche, Nación Canaria, Identidad, Desde el Meridiano Cero son, entre otros, sus poemarios más conocidos. En prosa citemos  Ser curandero es fácil, Adivinanzas eróticas, Contra todo poder, La vivienda típica canaria, Demasiadas religiones para un solo Dios y Viaje al planeta Ummo. Además “tuve la desgracia de presidir a los libreros de Tenerife y casi termino suicidándome, pero ello me ayudó a conocer los bajos fondos y la suciedad que hay en el mundo de la cultura canaria, con oscuros manejos para proteger a los mismos, con amiguismos, enchufismos y puñaladas traperas.”
Y añade “en mi etapa con los curas conocí el Libro Blanco del MPAIAC de Antonio Cubillo y me hice independentista, y si bien nunca milité sí que aprendí cuál era mi país, mi nación y mi Estado. Con el tiempo me he ido desencantando de la política, aunque sigo siendo independentista por dignidad.” Anghel Morales, dicho con sus propias palabras, venció al cáncer, al alcohol y a las mujeres y sigue siendo un editor-promotor, un irreverente, un arriesgado, un ser libre.

jueves, 17 de mayo de 2012

Del Honoris Causa de Vargas Llosa al año triunfal de Pedro García Cabrera


Querido Jorge Mario Pedro Vargas Llosa: hemos podido estar Rosario Valcárcel y yo en tus hermosos actos de estos días. Oyéndote llego siempre a la misma conclusión, que la literatura es un hermoso destino. Aunque no lleguemos a tu nivel, cada escritor medianito, provinciano, de andar por casa, tiene que hacer su obra y reivindicarse en ella. Recuerdo el día en que Juancho y yo fuimos a comer en tu casa de Barcelona, recuerdo los paseos por la isla con el grupo de Inventarios, las entrevistas que te hice, recuerdo tu amabilidad. Y confirmo que en ti, y en Onetti, y en Carlos Fuentes, y en García Márquez, y en Carpentier, y en Borges, y en Bioy Casares, y en Sábato, y en Donoso, aprendí literatura de la grande. Y en ti me reafirmo en la novela como disciplina global. Las universidades canarias no conceden muchos Honoris Causa a escritores: Pérez Minik, por La Laguna; Pedro Lezcano por la ULPGC, y ahora tú. Enhorabuena.

Querido Pedro: tuve la suerte de tratarte junto con los supervivientes de Gaceta de Arte en aquel Santa Cruz de finales de los sesenta que conservaba sus tertulias literarias en el Sotomayor y en el bar Atlántico junto a la Avenida de Anaga. Con Ernesto Salcedo, director de El Día, con Enrique Lite, con Pedro González y con Antonio Vizcaya, el grupo Nuestro Arte. Florecían los poemas de Rafael Arozarena en el bar del parque, junto al jardín de flores.
Aquella era una ciudad con ambiente, no en vano estaban Domingo Pérez Minik y Eduardo Westerdhal, cajero de un banco, y su mujer Maud, con los recuerdos parisinos de Paul Eluard y Oscar Domínguez. La Tarde y El Día, aquellos periódicos literarios (en la redacción de La Tarde conocí a Emeterio Gutiérrez Albelo).
A consecuencia de los encarcelamientos y torturas no podías tener hijos, por eso te trajiste de Córdoba a tu sobrina Ana, que en verdad fue tu hija. Muchas tardes pasé en tu casa de la calle Santiago Cuadrado, siempre estaba Matilde tu mujer. Incluso tuve una relación con Ana.
Eras un modesto empleado de la Refinería, tu casa transmitía humildad. Y al final de tus años deseabas viajar a las islas griegas, quizá para despedirte de Homero, de Ulises, de todos los navegantes de ese mar mitológico.  
No alcanzaste el Premio Canarias, que no existía. Pero te concedieron el Día de las Letras. Y en este pueblo de no-lectores este año algunos ciudadanos habrán recibido algún texto tuyo en las “sueltas” de libros. Fuiste apesadumbrado pero con esperanza. Porque meter la mano en el agua era someterse al acoso de las islas, al enquistamiento y al recelo. Y, sin embargo, esperabas la amistad, la paz, la patria, la humanidad, la renovación. Más allá del silencio, aguardabas “que algún día sobre las olas aplaceradas y tormentosas, y como fruto de un extraño árbol marino con flores de azahar saladas, una redonda naranja pudiera aparecer.”  Pues, como bien anunciaste: "Un día habrá una isla / que no sea silencio amordazado / donde mi libertad dé sus rumores / a todos los que pisen sus orillas. Solo no estoy. Están conmigo siempre / horizontes y manos de esperanza, / aquellos que no cesan / de mirarse la cara en sus heridas, / aquellos que no pierden / el corazón y el rumbo en las tormentas, / los que lloran de rabia / y se tragan el tiempo en carne viva..."

miércoles, 16 de mayo de 2012

Carlos Fuentes, la conciencia crítica de México



Acaba de fallecer el gran novelista Carlos Fuentes, mexicano irreverente,  titán de las letras latinoamericanas. Fue el autor de libros tan inolvidables como La muerte de Artemio Cruz, La región más transparente y su monumental Terra Nostra.  Compañero de viaje del boom, no alcanzó los honores de Vargas Llosa o García Márquez pero su prosa rabiosa, caliente, atrevida, sirvió para desenmascarar grandes injusticias de su país. Nacido en Panamá, Fuentes fue uno de los escritores de primera fila en la novela latinoamericana desde los años 60 del pasado siglo. Fustigador del nacionalismo oficial del PRI, cosmopolita, ejerció siempre una gran capacidad crítica contra su país, en particular  poniendo de relieve su incapacidad para convertirse en una sociedad moderna e igualitaria. En 2008 el español Juan Goytisolo dijo que Carlos Fuentes logró junto con García Márquez y el resto de los llamados autores del "boom" latinoamericano "que entroncara de nuevo la literatura española con la modernidad" después de que España diera la espalda a la cultura universal durante siglos.
Para el crítico literario mexicano Christopher Domínguez, "la obra de Fuentes es el conjunto más complejo y variado de la narrativa mexicana", y en la misma estuvieron "todas las conquistas y tendencias de la literatura contemporánea". “El desarraigo es el punto de partida permanente de Fuentes, un escritor que llegó a describir su quehacer literario como una lucha de un boxeador con las palabras.” Fuentes vino a Canarias en diversas ocasiones, en épocas en que la cultura era un bien más valorado por las instituciones. 

martes, 15 de mayo de 2012

El realismo mágico de Magritte


René Magritte fue un pintor belga (1898-1967) que dotó al surrealismo de una carga conceptual, con el juego de imágenes ambiguas poniendo en cuestión la relación entre un objeto pintado y lo real. Invita a la reflexión a partir de los objetos más cotidianos y también se considera su pintura encuadrada en el realismo mágico. 

Esta es una tendencia artística no solo literaria y no solo latinoamericana; se establece que el realismo mágico de Magritte consiste en la introducción de un elemento inesperado y/o improbable en una obra predominantemente realista, que crea un efecto extraño, misterioso, y deja al espectador desconcertado o agradablemente sorprendido. Mientras el surrealismo se refiere a lo imposible, el realismo mágico se refiere a lo improbable. Magritte utilizó con frecuencia yuxtaposiciones imposibles (una locomotora saliendo de una chimenea, por ejemplo)

Su padre era sastre, su madre modista y sombrerera. Su vida estuvo marcada por el suicidio de su madre cuando él tenía 13 años, ahogándose en un río. Influenciado por Chirico, se relaciona con los surrealistas Paul Elouard, André Breton, Miró, Dalí. Entre 1927 y 1930 se establece en París, pero retorna a Bélgica hasta el fin de su vida. Magritte explora en toda su obra el problema del espacio real frente a la ilusión espacial, que es el trasunto de la pintura misma.
Reproducimos dos de sus cuadros más célebres: Relaciones peligrosas, de 1936, y Golconde, de 1953.

lunes, 14 de mayo de 2012

El Club de la Lucha o de cómo una tomadura de pelo se convierte en sonado éxito


He aquí una novela que estaba destinada a la papelera del editor y que, por esos azares de la vida, se convirtió primero en un libro de culto y al instante en una película archimillonaria. Y ya sabemos que cuando Hollywood pone su varita mágica encima de algo proliferan los dólares.
La primera novela que escribió Chuck Palahniuk, (1964), Monstruos invisibles, fue rechazada por ser demasiado perturbadora. Entonces, mientras trabajaba para una compañía de camiones, escribió un relato -que se convirtió luego en el capítulo 6 de la novela- en la que los editores vieron un filón.
La trama es aparentemente simple: se trata de ejecutar una venganza desquiciada contra una sociedad desquiciada. Cada fin de semana un grupo de oficinistas aburridos pelea entre sí hasta la extenuación. El plan es ambicioso: desestructurar el modelo de sociedad consumista e hipertrofiada que disfrutamos en estos años. Una sana provocación que incluye fabricar jabón con grasa humana -como hacían los nazis- o estropear la sopa de restaurantes de lujo arrojando inmundicias en ella.
Con todo ello, el autor se ha convertido en millonario. Ya se sabe que el sistema es capaz de asimilar todo lo que le echen. (Edición en Debolsillo, abril de 2011)
La primera regla del Club de la Lucha es no hablar del Club de la Lucha. Lo cual no obsta para que incluso en estas ultraperiféricas islas cada fin de semana grupos de aburridos ejecutivos se ejerciten en ejercicios paramilitares -disparos con armas que despiden pintura, carreras, saltos, estrategias- para descargar adrenalina, no descuidar su instinto agresivo, cuidar su afán de dominio y control sobre los ciudadanos del común. 

jueves, 10 de mayo de 2012

¡Al rico recorte sanitario!


Cada mañana, desde temprano, los cientos, miles de enfermos que se desplazan al Hospital Negrín asisten a una sorprendente procesión alrededor del recinto. Docenas, cientos de profesionales de la más importante institución sanitaria de las islas, se manifiestan con pancartas, voces y pitos contra los lamentables recortes de la sanidad regional. Uniformes blancos, uniformes verdes, médicos, enfermeros, ayudantes, algunas y algunos van con sus fonendoscopios al cuello. Nadie escucha este clamor, tan solo los sufridos enfermos que tienen cita cada mañana perciben el inmenso malestar que crece de día en día. Las manifestaciones continúan sin que a los políticos que nos representan se les caiga la cara de vergüenza, esto sucede un día sí y otro también, y no solo en la sanidad sino en la educación, los dos sectores sobre los que se ha venido fundamentando la sociedad del bienestar, la sociedad de la igualdad de oportunidades que nos están desmantelando a pasos agigantados para favorecer a los especuladores, a los que manejan los mercados, a los euroburócratas, a la todopoderosa Merkel. Esos mismos políticos que han tenido la feliz idea de poner en marcha la Policía Canaria. Puesto que somos tan identitarios y tan ricos como los catalanes y los vascos ¿por qué íbamos a dejar de tener la guanchinesca bien uniformadita, con sus furgonetas, sus motos y todo su parque móvil nuevo de paquete? Qué país nos ha tocado vivir, señores. Lo que se recorta de la sanidad y de la educación sirve para pagar las deudas de los bancos, quienes jubilan a sus fastuosos directivos premiándolos con sueldos millonarios, como siempre se hizo. No hay dinero para becas ni para los jóvenes investigadores ni para los profesores interinos ni para los servicios sanitarios pero sí lo sigue habiendo para el derroche en beneficio de algunos. Maravilloso sentido de la equidad y de la justicia social el que estamos contemplando. Tenemos un Senado cuyo mantenimiento sale por una millonada y que sirve mayormente para que políticos sospechosos de malversaciones y pelotazos se refugien en la inmunidad parlamentaria. Tenemos un gobierno que nos promete más sangre, sudor y lágrimas, sin que nos ofrezcan cataplasmas y esparadrapos y gasas para contener la hemorragia. ¿Y don Paulino qué?
Ilustración: foto Acfi Press

miércoles, 9 de mayo de 2012

Francisco Lezcano: poeta, pintor y todoterreno

Este gallito de pelea siempre está dispuesto a emprender alguna iniciativa, a revivir las aventuras pasadas. Francisco Lezcano Lezcano nació en Barcelona y ya tiene 78 saludables años. Pintor, dibujante, fotógrafo submarino, escritor de ciencia ficción, cultivador de artes marciales, escultor, muralista, actor teatral. Y poeta, y narrador. La saga de los Lezcano es alargada y Paco se la lleva a Pamiers, cerca de Toulouse, donde reside parte del año.
Tres hermanos con mucho cuento fue una antología de la narrativa de Pedro, Francisco y Miguel Lezcano, editada por Juan Carlos de Sancho. Pero él es un todoterreno incapaz de estarse quieto, un hiperactivo, casi un octogenario con buen carácter. Hace mucho tiempo le hice una entrevista en la que ya hablaba de su exilio francés, sus actividades pacifistas, sus largas caminatas por Europa. Su infancia fue entre la flora y la fauna de Tafira, estudió en los jesuitas, en 1964 se instala en Madrid como técnico auxiliar de una multinacional de la construcción. Vive allí siete años y a partir de aquel momento, según el escritor Marc Klugkist, se convierte en “nómada del sueño.”
Lezcano es un utópico al que le encanta contar cien y una aventuras que le sucedieron desde que decidió cruzar la frontera con tres mil pesetas en el bolsillo y tres de sus cuadros bajo el brazo. Se refugió en una buhardilla de la calle Monceau de la patria bohemia, París, donde el pastor Jean Laserre le tendió la mano, como también lo hizo Jean Fabre, activistas ambos de la no-violencia de Gandhi, de War Resisters y el Movimiento Internacional de Reconciliación. Con ellos logra sus dos primeras exposiciones en Francia, por la Paz y el Desarme. Partidario del arte socialmente comprometido, sus dibujos antimilitaristas han recorrido varios países, y en el palacio de las Naciones Unidas, en Ginebra, fueron expuestos dentro de la Conferencia internacional por el desarme. Esta iniciativa pacifista se ha multiplicado en un cuaderno de poesía, en dibujos humorísticos y en cuaderno didáctico de dibujos por la paz, en Bruselas.
Jean Fabre, presidente que fue del Partido Radical de Italia, dice que Lezcano “parece trabajar fuera del espacio y del tiempo, todo en él es generación espontánea que va más allá de lo razonable desde el átomo a la estrella, del micro al macromundo, de lo figurativo a lo abstracto.” En su pintura Paco vuela libre, a las constelaciones, a mundos fraternales. En su poesía apela al humanismo, a la ética, a la conciencia.
Ilustración: cuadro que participará en una exposición colectiva, de 30 pintores, dedicada a la manzana y que se inaugura el 21 de mayo en el Club La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria

La literatura canaria, en una revista de México


La revista Archipiélago, coedición del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe y la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, en su último número inserta un trabajo del poeta Antonio Arroyo titulado Palabras para un encuentro, en el que afirma que el aislamiento no puede ser ya una característica de la literatura canaria, porque realmente siempre estuvo en diálogo con Africa, América y Europa. Según Arroyo los autores de las islas deben arrancar de la tradición regional, y no caer en el seguimiento a rajatabla de las modas literarias, olvidándose de nuestro acervo y nuestra historia. Habla también Arroyo de la rapidez y oportunidad con que en revistas y publicaciones digitales de América Latina -desde Chile a México- se da información sobre las letras canarias.
Además hay interesantes aportaciones sobre los inmigrantes latinoamericanos indocumentados en Estados Unidos y España, José Martí y el Caribe, Mujeres argentinas en la guerra civil española, la presencia indígena en la novela latinoamericana, así como trabajos sobre artes escénicas, música, tradiciones, artes plásticas, libros y otras convocatorias latinoamericanas. 

lunes, 7 de mayo de 2012

¡Quiero ver mi libro en la Feria del Libro!


Kevin Acosta tenía un ataque de nervios. Era un joven y arrogante valor de las letras locales, había escrito ya tres obras y estaba a punto de comerse el mundo. Pero ninguna de las tres estaba siendo exhibida en la feria del libro de su ciudad, lo cual lo tenía a mal traer. Un amigo suyo, ya curtido por tales avatares, le daba consejos. Si ningún título tuyo ha estado presente en los puestos ello puede deberse a varias razones, trataba de explicarle. En primer lugar, tu editorial radica en Tenerife, que casi es decir Tegucigalpa,  y desde allí  los envíos tardan  en llegar una enormidad.  También  puede  ser –supuesto número dos- que preguntases en una de las caseta de sólo exhibición, donde no se pueden ofertar los volúmenes, tan sólo se muestran con advertencia de ver y no tocar. Tal vez –supuesto número tres- el editor se lleve sólo regular con alguno de los libreros o encargados que regentan las casetas. O –caso número cuatro- que el distribuidor no haya enviado todavía los ejemplares pero quizá lo haga la semana que viene, si se lo recuerdas con tiempo. A lo mejor llegaron dos, y en cuanto alguien los compró no fue posible reponerlos porque a la Feria no se puede vender directamente. Nunca directamente, sino que es preciso pasar por caja de librería.
            -Vamos a ver si encontramos sus textos en el depósito -le dijeron en la caseta de un ilustre establecimiento, uno de esos pocos que aún no habían devoradas por los grandes almacenes.
            -Es que quiero regalarle uno a mi prima –dijo, ansioso.
            -El año pasado teníamos dos ejemplares del último. A lo mejor no los tenemos porque ya salieron. Pero no podemos reponerlos porque no nos queda espacio para las novedades. De todas formas si viene el lunes le podremos decir algo. Y no se olvide de traer los albaranes, sin albaranes no admitimos nada.
        -Pero el lunes la feria ya habrá acabado, señorita.
            -Lo siento, caballero. Según las normas, los libros tienen que entrar por librería, no por Feria. Porque la feria es de los libreros, no de los jóvenes caprichosos. Y en cuanto a eso que me dice, le aclaro: si quiere estar bien exhibido, escriba sobre los mojos o mejor aún: hágase un bestseller. Algo que conecte con el gran público, ¿sabe usted? No esa literatura de vía estrecha sino un tema grande, un asunto universal con un estilo ligero, sin barroquismos ni cosas raras, al alcance de la mayoría. Porque usted sabe que la literatura regional ni es literatura ni es nada. ¿De acuerdo? ¿Y por qué no se presenta al Planeta, eh? De lo contrario no se lo arreglan ni en el Corte Inglés de El Sauzal.
            Ante todo ello, decidió ponerse en medio del parque con un cartelito que ponía: “Vendo mi libro, con descuento.” Pero la organización de la feria, hábilmente alertada, llamó a un seguritas y lo obligaron a quitar la oferta.
            -Usted es un advenedizo y está haciendo competencia desleal –le dijeron-. Los libros sólo los vendemos nosotros.
            Así que lo mejor sería dedicarse a la vida pastoril, porque las ferias del libro son una invitación al suicidio. Con lo bien que le habría ido vendiendo pisos o abriendo un asadero de pollos. A ver si en la próxima reencarnación lo tiene más claro.
(De "Los dioses palmeros", Cajacanarias, La Caja Literaria)

viernes, 4 de mayo de 2012

Nadia Brito Melado: una nueva generación atrevida



Vivimos un mundo de locos. Con la crisis, la demanda cultural -ya de por sí baja- ha disminuido a marchas forzadas. Se venden menos libros, la gente acude menos al cine y al teatro, a los espectáculos. Encima a un listo se le ocurre cobrar 5 euros por entrar en el CAAM. Tengo amigos pintores que acumulan en sus casas docenas, hasta cientos de cuadros esperando tiempos mejores. Y, sin embargo, El grito, de Munch, bate el record mundial en las subastas. Un cuadro de 1895 que precisamente habla de la angustia, de la soledad, del desvalimiento del ser humano pasa a ser considerado un icono en esta cultura del espectáculo, la pasarela, el griterío de la TV canalla, lo efímero e impactante. Pero a pesar de que tiburones y cocodrilos andan sueltos los nuevos valores de la plástica intentan abrirse paso.
Nadia (Las Palmas, 1978) es licenciada en Bellas Artes por La Laguna. ¿Cómo se lo monta esta nueva generación? Con imaginación y talento ha de ser. Se gana la vida trabajando de profesora de dibujo y pintura en Telde y dando clases particulares. La precariedad laboral la ha llevado a diversos trabajos interinos en colegios, la Universidad de Las Palmas y algún instituto. También trabaja de monitora de manualidades con grupos de edades entre los 3 y los 14 años. Y si visitan su curioso blog: nadiab-piedrapapelestijeras.blogspot.com se darán cuenta de que elabora diademas, collares, anillos, pendientes, accesorios que se exponen en una tienda local, Francisco Gourié 53. Broches que hace con su amiga Cristina Martel (mares-desdibujando.blogspot.com), una pone los diseños y la otra el fieltro y los lazos para convertirlos en broches para la ropa, bolsos, cojines o cortinas. Microcuadros pop de Cris muy coloridos, ideas en ebullición de ambas. “Cada vez hay más gente interesada por las técnicas artesanales. Es lógico ya que hay muchas firmas de moda y complementos que cuesta pagar, también porque hay gente que quiere diferenciarse de los demás, llevar puesto algo original hecho a mano. A la hora de hacer un regalo, presentar un producto o vestir un poco diferente, también es mejor que sea con mucha ilusión.”
Hija de la pintora Inés Melado, dice que estudió Bellas Artes con el propósito de “aprender técnicas de dibujo y pintura, el arte en todas sus manifestaciones, y me chocó que muchas asignaturas versaban sobre creación pictórica y para defender la obra personal. Con menos de 20, años no sabes ni entiendes el mercado del arte.
Hija de la pintora Inés Melado, dice que quiere “conseguir un arte que exprese lo que quiero y como quiero, y a su vez sea comercial. ¿Quién no quiere eso? Claro que el panorama no es muy agradable, es más, ni siquiera se convocan certámenes de pintura. Han eliminado la Bienal de Teror, el de Puertos Canarios de La Regenta y el Ciudad de Las Palmas en el Museo Néstor.”
Las cosas andan fatal pero esta generación que ni siquiera es mileurista tiene una apuesta por la innovación, la búsqueda, la originalidad. Y eso acabará salvándola.
Ilustración: Oceánica, cuadro expuesto en La Regenta, 2009

La historia de Zurich y la mulata de Brasil


Cuando Carmen estuvo internada en el hospital por aquella operación de vesícula, Anselmo se sintió mal.
Lo más temible fue el desamparo de las noches mientras la ciudad le enviaba sus mensajes: el tráfico que nunca cesa, las ambulancias, los bomberos y las patrullas de policía, los vagabundos y borrachines a deshora, los ladridos de los perros vagabundos.
Por fortuna todo salió bien, y un domingo por la mañana fueron al centro. Hacía tantísimo tiempo que no visitaban el museo del Prado que Velázquez les resultó un descubrimiento.
Como cada año habían regresado de Ibiza: a pesar de su edad, con las carnes ya desmadejadas, estaba bien sumergirse en aquel paisaje único con gente noble y sus calitas transparentes. Después de muchos veranos todo formaba parte de una rutina. Y cada septiembre se repetían los atardeceres, sin que nadie irrumpiese en sus vidas. Ciertamente, las relaciones eran pocas: la agencia que les alquilaba la casa, los dueños de restaurantes, los camareros de los bares, alguna pareja de edades similares. Cada cual defendía sus espacios, se pertrechaban y no aguardaban sorpresas.
-No me digas que resulta preferible Mallorca. Nadie aguanta a esos ingleses que no paran de inflarse de alcohol para buscar pelea.

Ya de vuelta, acudieron a la multitudinaria exposición de pintura, y al salir ella le expresó que no le gustaba demasiado aquella especie de mirada sobre la zozobra. En realidad, prefería la pintura que embellece la estricta realidad, por eso adoraba a Velázquez. Carmen lo explicaba así: el arte contemporáneo se recrea en lo feo y lo tétrico, tan sólo busca provocar. “Claro que no pretenderás que el arte siga anclado en el siglo diecisiete, ya ha llovido mucho desde entonces”, replicaba él, con mucha convicción. “Sin embargo la esencia del arte ha de ser siempre la misma, propuesta que debe reflejar armonía y belleza, por ejemplo Dalí hace guiños, juega a desconcertar pero es bello” –insistía-. El no se quedaba contento y replicaba: “En absoluto, la realidad se ha vuelto caótica y amenazante, y se intenta forzar esa impresión aún más.” El trataba de ser convincente, aunque no siempre lo conseguía. Ni muchísimo menos. Por fortuna se manifestaban de acuerdo en lo fundamental. Incluso había logrado interesarla en Vivaldi y en Van Gogh; a cambio, se acostumbró a las sesiones de ópera, incluso a las de zarzuela.
Llegaba a sentir tal necesidad de ella que ya no sabía respirar sin su respiración, ni saborear alimento alguno si no era a través de su boca, ni pronunciar los vocablos más tristes o más bellos si permanecía muda. Todo se sintetizaba en ella pues era el principio y el fin. Un planeta de piel translúcida que dejaba ver un inmenso corazón que transmitía brotes de luz.
-Algún día, cuando estemos ya rendidos, quiero que nos apliquen la eutanasia al mismo tiempo.
Se lo había dicho varios años atrás, un día en que caían blandos copos de nieve sobre los arcos renacentistas de la Plaza Mayor. Fue como si aquella nieve le hubiese propiciado alguna señal, como si fuese la cosa más natural de cuantas pudiese haber imaginado. Tal vez lo hizo para quitarle buena dosis de dramatismo a la idea de la extinción y no darle excesiva importancia. Si es un acto natural, afrontémoslo con calma y todo saldrá bien: acaso fuera esa la intención. Así que miró al frente, la vida era un libro entreabierto que todavía mostraba muchas páginas en blanco. Pues aunque algunos de sus capítulos exhibiesen tachaduras y borrones que ya resultaban difíciles de reparar, también era cierto que los mejores fragmentos estaban por venir.
-¿Estás segura?
-Por supuesto.
Eso dijo. No deseaba permanecer sola tras la desaparición de él, y –conociendo su debilidad- tampoco quería dejarlo atrás. Pues ni los hijos que ya habían engendrado ni los nietos que llegasen podrían ser capaces de amortiguar tanta ausencia.
Era una mujer con una figura todavía hermosa. Insistía, ni siquiera por el mayor tesoro imaginable se prestaría a padecer cada una de las noches que le restasen sin él. Claro que aún faltaba mucho para eso: cada noche aspiraría su olor en la almohada, le haría proposiciones deshonestas con cierta frecuencia. Por eso insistió en que compartirían el instante de la marcha, vendría a ser una elevación sobre la mediocridad del destino, una pequeña venganza por tantas ilusiones que no cuajaron, por tantas renuncias. ¿O acaso sería todo lo contrario: la máxima sublimación posible en esta vida? ¿Un gesto de plenitud, mediante la cual les sería concedida una brizna de purificación?
Se quedó sin palabras, era terrible el anuncio de una inmolación simultánea. Ignoraba cómo agradecerlo, a veces las mujeres parecen tan generosas que lo aturden. Así que, por un instante, soñó que –antes que perder la memoria de sí mismos por el alzheimer- ambos se convertirían en semidioses como Icaro para planear sobre la devastación, agitando las alas ascenderían para fundirse con el sol. En la escena: beberían una botella del mejor champán, tomarían alguna sustancia que les nublases la conciencia y recibirían la pastillita de diez gramos de pentobarbital sódico que les proporcionaría un viaje plácido. Discernirían con la voluntad firme que la supervivencia del uno sin el otro era peor que el cáncer o las enfermedades degenerativas, convencerían a los responsables de la clínica y finalmente elegirían la fecha: a ser posible un discreto fin de semana. Pues Dios nos ha dado la existencia, pero también nos otorgó el sentido de la responsabilidad personal y sobre todo nos concedió la libertad de rechazar la postración de la extrema soledad. No tolerarían que sus últimos años se convirtiesen en insoportables.
-Pero antes exprimiremos a fondo los días. Para que la nada no consiga llevarse algo valioso de nosotros.
Ese fue el pacto: realizar las locuras, emprender experiencias arriesgadas. Y cuando supo que ella lo amaba hasta ese punto fue como si despertase a la iluminación. Pues mucho después –desencarnados y errantes- permanecerían tan unidos como el día con la noche hasta que llegase la hora de regresar al mundo de los mortales, y de nuevo necesitaran ganarse el pan de cada día, pasar los veranos en Creta, acudir a las exposiciones y al Teatro Real.
Y a punto de tomar el vuelo que los llevaría a esa clínica suiza donde entienden el problema y le aplican una solución digna, piensa que ha sido un tipo con suerte. Todo sucedería según lo pactado, con una sola salvedad: preferían que nadie de la organización los acompañase, pues se tenían a sí mismos. Ya habían arreglado sus asuntos, a su manera se habían despedido de la familia y los amigos, emprendían el vuelo.
Todo fue según lo previsto: les facilitaron lo imprescindible para la salida. Pero cuando ella ya se había quedado yerta entre sus brazos él pidió la cuenta y se marchó a Brasil en busca de su mulata.
(De Los dioses palmeros, Cajacanarias. Ilustración: Gustav Klimt, El beso, 1907)