Cada
mañana, desde temprano, los cientos, miles de enfermos que se desplazan al
Hospital Negrín asisten a una sorprendente procesión alrededor del recinto.
Docenas, cientos de profesionales de la más importante institución sanitaria de
las islas, se manifiestan con pancartas, voces y pitos contra los lamentables
recortes de la sanidad regional. Uniformes blancos, uniformes verdes, médicos,
enfermeros, ayudantes, algunas y algunos van con sus fonendoscopios al cuello.
Nadie escucha este clamor, tan solo los sufridos enfermos que tienen cita cada
mañana perciben el inmenso malestar que crece de día en día. Las
manifestaciones continúan sin que a los políticos que nos representan se les
caiga la cara de vergüenza, esto sucede un día sí y otro también, y no solo en
la sanidad sino en la educación, los dos sectores sobre los que se ha venido
fundamentando la sociedad del bienestar, la sociedad de la igualdad de
oportunidades que nos están desmantelando a pasos agigantados para favorecer a
los especuladores, a los que manejan los mercados, a los euroburócratas, a la
todopoderosa Merkel. Esos mismos políticos que han tenido la feliz idea de
poner en marcha la Policía Canaria.
Puesto que somos tan identitarios y tan ricos como los catalanes y los vascos
¿por qué íbamos a dejar de tener la guanchinesca bien uniformadita, con sus
furgonetas, sus motos y todo su parque móvil nuevo de paquete? Qué país nos ha
tocado vivir, señores. Lo que se recorta de la sanidad y de la educación sirve
para pagar las deudas de los bancos, quienes jubilan a sus fastuosos directivos
premiándolos con sueldos millonarios, como siempre se hizo. No hay dinero para
becas ni para los jóvenes investigadores ni para los profesores interinos ni
para los servicios sanitarios pero sí lo sigue habiendo para el derroche en
beneficio de algunos. Maravilloso sentido de la equidad y de la justicia social
el que estamos contemplando. Tenemos un Senado cuyo mantenimiento sale por una
millonada y que sirve mayormente para que políticos sospechosos de
malversaciones y pelotazos se refugien en la inmunidad parlamentaria. Tenemos
un gobierno que nos promete más sangre, sudor y lágrimas, sin que nos ofrezcan
cataplasmas y esparadrapos y gasas para contener la hemorragia. ¿Y don Paulino
qué?
Ilustración: foto Acfi Press
Ahora!!!
ResponderEliminarLa kema sube de nivel, a tocado a los acomodados. (Sin dejar de reconocer el daño que dichos recortes le están causando a los que no tenemos nada, ya sabemos que vamos a morir debajo de un puente). Sí, algunos muchos se creían parte de las élites; élites a las ke nunca pertenecieron, ni pertenecerán.
No D. Luis, no le echemos la culpa a Merkel, las responsabilidades hay que buscarlas aquí, entre nosotros.
No es una provocación, pero deberíamos reconocer que vivir del charangueo es algo muy exquisito… Y esa clase política mafiosa, ha sabido explotar el rebaño...
¿POR QUÉ NO PEDIMOS LA DISOLUCIÓN DE LOS CABILDOS? De sobra debería saber usted, que Canarias no puede sostener un gobierno en cada esquina. http://www.telefonica.net/web2/bentayga56/1057.htm
Hombre, no sé la disolución de los cabildos arreglaría todo el problema. Lo que sí es cierto es que hay duplicidades en la administración, sobran direcciones generales, sobran jefes de área, etc. etc. En fin, que el asunto es grave y, según todos los síntomas, peor se pondrá
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