lunes, 29 de abril de 2019

El porno y la iniciación sexual de los adolescentes


Una joven médica que ejerce en la sanidad pública en una isla menor, La Palma, nos cuenta su asombro por la proliferación de enfermedades de transmisión sexual entre adolescentes. Chicas de 14 años que van al consultorio una y otra vez porque han tenido un despertar biológico muy temprano, y como la nueva generación ha crecido en un ambiente de libertad de costumbres los chicos y las chicas de ahora mantienen relaciones de promiscuidad a una edad muy precoz. Coincide el asunto con el hecho de que estemos en presencia de muchas familias desestructuradas, en las que los padres ya no tienen el ascendiente ni el control sobre los actos de sus hijos. Tengo entendido que en los colegios se imparten conocimientos sobre sexualidad, pero probablemente no en todos los centros ni de la misma manera. Los adolescentes están muy colgados de las nuevas tecnologías, aferrados al móvil en todo momento. Y en el móvil es muy fácil ver porno a discreción, y resulta que el lenguaje del porno es machista y soez. A las mujeres que salen manteniendo sexo se las denomina zorras, putones, ninfómanas. Es posible que en ese caldo de cultivo sea fácil pasar a ejercer violencia sobre las chicas, novios que pretenden controlar todos sus movimientos, amigos que se creen con derecho a supervisar la vida de sus colegas de sexo opuesto. La madurez sexual precipitada de los adolescentes de ahora no está acompañada de suficiente formación ni de suficiente información. 
Hay portales para obtener sexo rápido y en la sociedad actual se da una hipersexualización que desfigura lo que debería ser realmente el sexo, casi siempre visto ahora como objeto de consumo rápido sin implicaciones afectivas. El porno en el móvil no es el mejor instructor posible, pero es el que los adolescentes tienen a mano. También hemos de constatar que en este entorno el machismo reverdece, porque el porno transmite un modelo en el que la mujer ha de jugar un papel de pasividad, de sumisión incluso. Es un modelo de relación poco igualitario que perpetúa las tradiciones: el varón tiene deseo sexual constante, permanente y la mujer ha de aceptar y satisfacer ese deseo compulsivo. De este modo, las primeras experiencias están marcadas por esta forma de ver las cosas, no son verdaderos coitos sino más bien masturbaciones de dos. En estas pandillas de colegios e institutos siempre aparece el macho alfa, que, al igual que una manada en la selva africana, cree ser adorado por sus hembras. A veces ellas consienten y adoran al macho de la tribu, y en estas circunstancias, no es tan infrecuente que se den agresiones en grupo, imitadas aquí y allá. Tendría que haber más psicólogos y mayor cercanía de los padres para que estas nuevas promociones tengan una idea más exacta de la función de la sexualidad. Los profesionales dicen que los quinceañeros son personas inestables, que sufren muchos cambios hormonales repentinos.  En muchos casos el sexo es como un rito de paso para sentirse mayor. Los adolescentes sienten una presión social muy fuerte al estar en una edad en la que ni son niños ni son adultos y sufren la necesidad, casi ansiedad, de pasar la prueba de la primera vez y sentirse mayores. Las primeras veces son importantes y en el caso de las chicas el apremio aumenta ante la dificultad o incapacidad de decir que no ante la posibilidad de perder la oportunidad y al chico deseado. Los adolescentes forman parte de un grupo social que actúa de forma precipitada. El único tabú que queda es la muerte porque ya el sexo no es un tabú, ya los códigos religiosos se han desvanecido. ¿Quién recuerda hoy aquello del sexto mandamiento que nos machacaron en los oídos de los miembros de mi generación? La mentalidad permisiva se ha ido colando y en el cine y en la televisión y en las series y en la calle el sexo no es pecado ni está prohibido, al contrario: hay un cierto exhibicionismo de todo lo erótico. Cristina Martínez, colaboradora de la Asociación Española para la Salud Sexual (AESS), razona que los chavales desconocen su propia sexualidad, su ritmo sexual y conectan con otra persona, normalmente de su misma edad, que les hace cometer muchos errores, entre ellos la mala utilización del preservativo. Estos jóvenes piensan que están por encima del bien y del mal, pillan una borrachera descomunal o tienen relaciones sexuales sin protección… y están seguros de que a ellos no les ocurrirá nada.
Como nos dice la médica que trabaja en la isla de La Palma, las chicas llegan a la clínica hacia los quince años, acompañadas de sus madres; y allí, cuando la mamá sale de la consulta y se acomoda en la sala de espera o se va a tomar un café, es donde comienza la verdadera historia ginecológica de la joven. La actitud de los adolescentes frente al uso del preservativo tampoco difiere demasiado del resto de grupos sociales. Un informe reciente de la empresa Durex reveló que solo el 15% de los españoles lo utiliza siempre como medida protectora y que un 39% no toma medidas.
Un poco de coherencia, por favor. Menos mal que una magistrada de Madrid se ha negado a aceptar como un caso de violencia machista la colaboración que Ángel Hernández prestó a su mujer, María José Carrasco, enferma terminal para terminar con su vida, después de habérselo rogado insistentemente durante años. Si ya fue una muestra de la ineptitud de nuestro ordenamiento jurídico que el caso fuese enviado a un Juzgado de violencia de género, ahora esa jueza rectifica y entiende que la solicitud expresada a su marido de forma seria e inequívoca por parte de la esposa de poner fin a su vida convierte a este presunto delito en una excepción respecto a la conductas recogidas en la ley integral de violencia sobre la mujer. Todo esto vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de una regulación explícita sobre la eutanasia, pues si en nuestra sociedad está bien visto que cuando una mascota –un perro, un gato, etc- se encuentra gravemente enfermo llevemos el animalito al veterinario para ser dormido, evitándole mayor sufrimiento físico, con mayor razón deberíamos evitar que a persona desahuciadas se les pueda seguir aplicando tratamiento médico, lo que se llama encarnizamiento terapéutico. Recordemos la muerte de Franco o la del dictador Tito de Yugoslavia, de qué forma se les mantuvo con vida cuando ya no tenían vida.   


viernes, 26 de abril de 2019

3 poemas de Ida Vitale, Uruguay, 95 años, Premio Cervantes


Exilios

Están aquí y allá: de paso,
en ningún lado.
Cada horizonte: donde un ascua atrae.
Podrían ir hacia cualquier grieta.
No hay brújula ni voces.
/
Cruzan desiertos de bravo sol
o que la helada queman
y campos infinitos sin el límite
que los vuelve reales,
que los haría de solidez y pasto.
/
La mirada se acuesta como un perro,
sin siquiera el recurso de mover una cola.
La mirada se acuesta o retrocede,
de pulveriza por el aire
si nadie la devuelve.
No regresa a la sangre ni alcanza
a quien debiera.
/
Se disuelve, tan solo.

Residua

Corta la vida o larga, todo
lo que vivimos se reduce
a un gris residuo en la memoria.
/
De los antiguos viajes quedan
las enigmáticas monedas
que pretenden valores falsos.
/
De la memoria solo sube
un vago polvo y un perfume.
¿Acaso sea la poesía?

Sobrevida

Dame noche
las convenidas esperanzas,
dame no ya tu paz,
dame milagro,
dame al fin tu parcela,
porción del paraíso,
tu azul jardín cerrado,
tus pájaros sin canto.
Dame, en cuanto cierre
los ojos de la cara,
tus dos manos de sueñpo
que encaminan y hielan,
dame con qué encontrarme
dame, como una espada,
el camino que pasa
por el filo del miedo,
una luna sin sombra,
una música apenas oída
y ya aprendida,
dame, noche, verdad
para mí sola
tiempo para mí sola,
sobrevida.

lunes, 22 de abril de 2019

La nueva vieja política


Da la impresión de que las campañas electorales a la antigua usanza interesan menos que un partido de 2ª B. Los políticos ya no convocan actos multitudinarios como en los primeros tiempos de la transición democrática, se acabó aquello de llenar plazas de toros, se acabó la grada curva repleta en el antiguo Estadio Insular cuando los poetas Agustín Millares y Pedro Lezcano incendiaban los auditorios, se acabaron los mítines acalorados; ahora los mítines se dan en espacios pequeños, en clubs de jubilados, por ejemplo, y nos vamos pareciendo a Europa porque ya no nos entusiasmamos, contemplamos la política desde una cierta distancia y desde una cierta indiferencia, como si no nos importara. Y los actos públicos de la campaña suceden en centros en los que la audiencia está constituida sobre todo por afines, por militantes, por gente que va a aplaudir sin condiciones. Cataluña, las pensiones, la España despoblada, la siempre mencionada pero nunca acometida reforma de la Constitución que a su vez entraña la reforma del sistema territorial, la baja natalidad, la inmigración, la eutanasia y alguna otra cosa constituyen el núcleo de las propuestas. Parece que estamos condenados a repetir errores, a no solucionar temas que vienen de viejo, y hay ya síntomas de que volveremos a caer en la alegría del ladrillo, como si este fuera el único impulsor de la economía nacional. Con el añadido de que en estas elecciones será importante que la abstención baje, de lo contrario se podría deducir que el ciudadano está molesto con toda la clase política, las corrupciones y los despilfarros, como si todas las opciones que se le ofrecen no le merecieran confianza suficiente. Y esa indiferencia hacia la cosa pública es bastante peligrosa, porque podrían triunfar los extremismos de un lado y de otro.
Está claro que hay un exceso de encuestas, y que no todas pueden ser verdad. Son tan dispares y en principio otorgan una mayoría tan clara al PSOE que muchos piensan en que se da un exceso de manipulación de los datos. Está claro también que para la izquierda se trata de frenar al nuevo tripartito, es decir impedir que se ponga el freno y la marcha atrás en derechos y libertades. Para la derecha, el objetivo es impedir que Sánchez abra la puerta al desguace de España por sus concesiones a catalanes y vascos. Los seguidores de Iglesias podrán estar algo confundidos por las crisis y las divisiones internas, crisis y divisiones internas que también afectan a los independentistas, divididos entre Puigdemont y otras opciones algo menos incendiarias. Como se ha escrito más de una vez, ahora el asunto es ocupar el centro político, aquel mismo centro que demandaba Adolfo Suárez en las constituyentes del año 77, el valioso centro deseado por la mayoría porque España no es exactamente de derechas ni tampoco es de izquierdas sino que sociológicamente aspira a la moderación y a que los conflictos se puedan ir resolviendo de manera civilizada. Entre otras cosas, la sociedad demanda que los políticos que salgan de las inminentes elecciones aprendan una asignatura que en Europa dominan sus colegas: la cultura del pacto, la costumbre de la coalición, la cultura de saber renunciar y negociar, la necesidad de limar asperezas y adecuar las pretensiones de cada cual para así ser capaces de conformar gobiernos estables. Si los políticos fracasaran en este intento, no sería raro pensar que los dos extremos ideológicos, Vox y Podemos, podrían adquirir mucho protagonismo, especialmente la ultraderecha que ya asoma en media Europa con apetencias de gobernar. En este escenario, parece que el nuevo líder del PP expone un discurso más radical que el de su predecesor Aznar y en cambio Sánchez se lanza a la calle con un verbo más posibilista, porque sabe que las corrupciones no solo han sido cosa del PP sino que también tumbaron al socialismo andaluz.
Sánchez sabe que no es el candidato ideal, sus rifirrafes con otros líderes territoriales del socialismo le han quitado el aura de virginidad que se le suponía hace tiempo. A Rajoy se le puede echar en cara su inmovilismo, ya que a comienzos de su gobierno el independentismo catalán parecía un fenómeno residual mientras que al final de su mandato el asunto ya estaba muy podrido. En comunidades como el País Valenciano la corrupción estalló por doquier, la política era cada vez menos un servicio público. Los ricos se han hecho cada vez más ricos y a los jóvenes no les llega un trabajo digno que les permita alquilar una vivienda, los jóvenes de ahora tienen difícil emanciparse y por supuesto que no piensan en tener muchos hijos, entre otras cosas porque no hay apoyos suficientes a la natalidad. Alguna culpa respecto al paro juvenil tendrá la regulación del mercado de trabajo, alguna culpa tendrá el desenfrenado incremento de los alquileres.
El dilema que se ve en dificultades para resolver tanto la vieja como la nueva política es resolver el empobrecimiento de la clase media, pues el crecimiento económico, la mejora de la economía, no se traducen en una mejora sustancial de las condiciones de vida de la mayoría. Pues tener un empleo digno es más que problemático, y los sociólogos se preguntan si podremos tener un modelo económico alternativo al turismo/construcción. Ya algunos aprecian síntomas de que podría llegar más pronto que tarde una nueva burbuja inmobiliaria.

Todos los partidos hablan de reducir impuestos cuando lleguen al poder, pero es una quimera, pudiera ser incluso una mentira tan grande como una catedral. Y lo peor es que se tiene la impresión de que los dineros públicos están mal administrados. Somos un país de pícaros donde la gasolina siempre sube por Semana Santa, somos una nación donde la Justicia funciona bastante mal, somos una comunidad sin pacto estatal de educación, somos una colectividad que después de tantos siglos de historia parece poco enhebrada, somos una tribu en la que cada cual quiere ser diferente del resto, de ahí que los nacionalismos tengan un caldo de cultivo tan surrealista como el hecho de que en Baleares no sean admitidos los médicos que no dominen el catalán, y por supuesto que ni jueces ni otros funcionarios son bien recibidos en los territorios donde ahora las lenguas regionales desplazan y ningunean al español que deberíamos hablar todos. Asuntos que en los países vecinos –Francia, Italia, Portugal, Alemania, etc.- han sido superados hace tiempo pero aquí reverdecen porque existe la tentación a volver a los reinos de taifas, aquello de Viva Cartagena libre. 

lunes, 15 de abril de 2019

Eutanasia, y las Ferias del Libro



Se ha colado en la campaña un tema que viene de viejo y que no hemos sabido ni podido resolver hasta ahora. Ha habido iniciativas de distintos partidos, pero por la propia vorágine política en que vivimos nunca se ha hecho un planteamiento adecuado y que pueda ser aceptado por la mayoría. He aquí un tema sensible que requiere pactos, en el que se contemplan muy diversas mentalidades: desde el absoluto respeto a la vida a la necesaria resolución de un conflicto que cada vez se presenta con mayor relevancia en la sociedad. Básicamente consiste en que un equipo médico administra fármacos a la persona que desea morir porque está sufriendo una enfermedad grave y sin remedio. Es legal en Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y en algunos estados de Estados Unidos. En España con la legislación actual se considera cooperación necesaria para un homicidio, pero hay ya una tolerancia social que determina no enviar a prisión a las personas que intervienen, así sucedió cuando la muerte del gallego Sampedro, cuya amiga cooperante fue a juicio pero terminó siendo absuelta. En España el último caso ha sido enviado a un juzgado de Violencia de Género, como si el hombre que ayudó a morir a su esposa fuese un maltratador. Estas cosas tiene la Justicia en España. En Suiza está permitido lo que se denomina suicidio asistido, y se trata de que un profesional médico aconseja al paciente qué fármaco debe tomar para terminar con su vida en ciertas circunstancias. Un científico australiano de 104 viajó a Suiza el año pasado para acabar con su vida.

Los cuidados paliativos son preferidos por profesionales de la medicina para evitar un excesivo sufrimiento al enfermo terminal. Varias comunidades aceptan la muerte digna, así en Galicia una ley permiten que el enfermo o los familiares renuncien al tratamiento si no hay expectativas de mejora o se produce un sufrimiento desmesurado. Los padres de una niña de 12 años con enfermedad perniciosa no recibieron castigo penal cuando pidieron retirar la alimentación artificial que mantenía viva a la pequeña. Mientras llegan los argumentos políticos al Congreso, el debate permanece candente en la calle, entre los expertos y con los testimonios vitales de muchas personas o profesionales sanitarios que conviven en su día a día con la penosa situación de personas dependientes y enfermos terminales en un largo e irremediable sufrimiento. Cuestiones éticas y morales, convicciones y sentimientos religiosos y argumentos jurídicos se entremezclan en un debate inacabado en nuestro país y que ahora se ha colado en la campaña electoral, con el rechazo de los partidos de derechas y la comprensión del otro bloque.
En plena crisis económica florecieron los poetas. Como abril es el mes en que conmemoramos el aniversario de Cervantes y Shakespeare, en todas partes aparece una legión de nuevos escritores que visitan las modestas ferias del libro organizadas en buena parte de los pueblos de las islas. En la mayoría de los casos se trata de voluntariosas reuniones en la mejor plaza de la localidad, rodeada por las terrazas de bares y cafeterías que a esa misma hora están llenas de gente que se toman sus cañas y sus aperitivos mientras, justo al lado, unas damas y unos caballeros casi siempre de mediana o abultada edad leen y leen textos que pocos escuchan, poemas de poetas leídos ante poetas, colegas que tal vez aburren a colegas. Con esto de las redes sociales y las autoediciones, hay miles de personas que de un día para otro se consideran escritores; en su mayoría son personas respetables pero que no leen, para ser escritor tienes que estudiar mucho pero son reacios. Así, sus libros son de tiradas muy cortas para colocar a los amigos y conocidos, hasta el Premio Planeta ha reducido considerablemente la tirada, tras la crisis se sigue publicando muchísimo pero se venden pocos libros. Habría que crear el hábito de la lectura desde las familias y desde las escuelas, y como ello no se da casi la mitad de los españoles no están interesados, según el Barómetro de Hábitos de Lectura que, no obstante, pone de manifiesto que los lectores han crecido moderadamente en el último año. La lectura no está consolidada, el hábito lector está por debajo del nivel de progreso de España y de la posibilidad de acceso a la cultura, han indicado una vez más los responsables. Se trata de un problema del país, una de tantas carencias de práctica cultural. La falta de tiempo sigue siendo el principal argumento de los no lectores para explicar su falta de hábito, casi la mitad de la población, y se ha destacado la necesidad de realizar políticas específicas para los segmentos de la población que tienen más carencias. Habría que comprobar qué porcentaje de hogares tienen libros en casa y también sería bueno saber cuántos libros y de qué materias, si son de autoayuda o de pasatiempos, o si son de literatura o pensamiento.
Los libros están caros, es la disculpa casi general que aleja a muchos de las librerías. Pero la gente no está dispuesta a dejar de tomar sus vinos y sus tapas justo al lado de las casetas en las que montan guardia los escritores con el vano deseo de que alguien se les acerque y, aunque sea por unos segundos, contemple las cubiertas de sus libros. Grandes autores como Neruda, César Vallejo o Juan Carlos Onetti vendían por las esquinas sus textos recién salidos de la imprenta cuando estaban empezando su recorrido literario, la diferencia es que Víctor Ramírez es ya un septuagenario cuyo entusiasmo por las letras no decae ni un instante, lleva años autoeditándose y visitando luego a amigos y conocidos para que les vayan comprando lo que él mismo define como sus libritos. Admirable autor y mejor persona, siempre independiente, siempre ajeno a los cuchicheos de las capillas literarias, por lo general tan engreídas y excluyentes. Tan repletas de grandes valores, aunque nosotros tan solo somos escritores medianitos de categoría regional. Por ejemplo: a pesar de haber movido cielos y tierra, desde los tiempos del venerable Benito Pérez Galdós ningún insular ha logrado entrar en la Real Academia de la Lengua. Escribimos porque para algunos la escritura es una enfermedad que no tiene cura posible, porque no sabemos hacer otra cosa, y -aunque soñamos con enormes reconocimientos, que nos pongan calles, que nos den el Premio Canarias, que nos esculpan con letras de oro en el libro de la Historia- sabemos que estamos condenados a la invisibilidad. Cada cual tiene derecho a sus quince minutos de gloria, algunos ya los hemos disfrutado, y a sus quince siglos de olvido. En todo caso, habremos intentado ser testigos de nuestra época, que ya es algo.

(Publicado en www.laprovincia.es en mi colaboración de los lunes)

lunes, 8 de abril de 2019

El papa, la España sin paz y sin gente


Con ese tono misterioso que emplea con cierta frecuencia, su santidad el papa ha dicho que no va a venir de visita oficial a nuestro país mientras no haya paz. Quizá algún resquemor haya podido quedar en el fondo de su alma por las muchas expulsiones que la orden de los jesuitas ha padecido dentro y fuera de España, en Europa hubo muchas salidas forzosas de los miembros de su orden religiosa y en nuestro país, según la Wikipedia, tales acontecimientos sucedieron en tres siglos distintos: en el XVIII, en el XIX y en el XX. La última vez fue con la II República, en 1932. Todo el mundo sabe que los jesuitas son una rama particular del catolicismo, gente muy intelectual, gente muy preparada, y que quizá por eso -y sin duda también por los bienes que han atesorado históricamente- molestaban al poder establecido. Cuando los jesuitas eran expulsados, una y otra vez, alguien se quedaba con sus importantes legados. Una persona creyente y cercana manifiesta su propia teoría: es una pena que a los papas los elijan siendo tan mayores, este pontífice ya tiene 82 cumplidos, parece obvio que cuando se llegado a una edad avanzada las neuronas flojean y la persona tiene mayor posibilidad de chochear, por ejemplo hace unos días retiró con brusquedad su mano cuando estaba siendo besada por los fieles. El papa, que en su mandato ha deseado alejarse del boato vaticano y por ello ha querido hacer cosas nuevas, no está dispuesto a visitar su país natal y tampoco tiene muchas ganas de venir a España, nación significativa dentro del catolicismo y que emprendió una acción evangelizadora en otras naciones. Otra persona cercana, que es sacerdote, explica que en realidad este pontífice está mal asesorado, tiene en su entorno como consejeros a prelados latinoamericanos y tampoco se lleva demasiado bien con los obispos españoles. ¿Será porque estos tienen una ligera tendencia al Opus Dei, herencia de su predecesor, Juan Pablo II o habrá otra cuestión digamos vinculada a la visión que los pueblos indígenas americanos y hasta el presidente de México tienen de la conquista española en América, y toca la hora de la rebelión y la crítica? Ahora bien, siendo el máximo dirigente de los católicos, el pontífice debería predicar con el ejemplo de sus ilustres precedentes: una exquisita mano izquierda, una exquisita neutralidad, una capacidad de silencio evasivo semejante a la que tuvo Pío XII frente a dos verdaderas desgracias de su época: Adolfo Hitler y Mussolini. Al parecer, también el papa podría haber sido ganado por la causa catalana, ya que doña Ana Colau, el presidente de la Generalitat y otros altos dirigentes lo han visitado en el Vaticano, y de las palabras de Francisco sobre los inmigrantes se desprende una velada condena al gobierno español y un elogio a la Generalitat.
Un asunto que viene de lejos se ha colado sin previo aviso en las elecciones de este final de mes. En plena campaña electoral los poquitos habitantes que quedan en la España interior salen a la calle y dicen aquí estamos, queremos calidad de vida, queremos vivir. El drama de Teruel, Soria, Cuenca y tantas otras provincias es similar al de Artenara, Tejeda o Garafía, por nombrar solo algunos de los muchos municipios canarios que pierden población año tras año. El asunto es complejo, pues uno de cada cuatro municipios de las islas pierden habitantes, sobre todo en La Palma, Gran Canaria y Tenerife. En concreto los municipios que más pierden conforman una nutrida lista en la que incluso figuran dos ciudades capitalinas, Santa Cruz de La Palma y Santa Cruz de Tenerife y un municipio, Tazacorte, que ha perdido casi un tercio de su población en los últimos años. Sin olvidar San Andrés y Sauces, también en La Palma. Y en Gran Canaria no dejamos de citar el colapso poblacional en Artenara, Tejeda o Valleseco. En Tenerife la propia capital ha perdido bastantes miles de habitantes, también pudiera ser que hasta ahora los censos han estado inflados para obtener mayores subvenciones así como para poder presumir de la “gran capital” que el periódico El Día instaba a formar con La Laguna. La lista se completa con Agulo y Hermigua en La Gomera y Frontera y El Pinar, en El Hierro. Las únicas islas cuyos municipios incrementan su población son las más turísticas: Lanzarote y Fuerteventura, donde hay más empleo y también más inmigración, son las islas con menos paro y tal vez las que tienen mayor futuro.
La natalidad ha bajado de manera drástica y en cientos o miles de municipios de la España profunda no existen las comodidades básicas para poder vivir, el personal sigue huyendo a las ciudades porque es allí donde hay trabajo y oportunidades. No existe ninguna idea orientada a proteger a las familias, y aquel bono-bebé de la etapa de Zapatero quedó olvidado muy pronto. En la mayor parte de los pueblos de la España interior no existe internet, no hay buenas carreteras ni oficinas bancarias, no hay médicos, no hay supermercados, no quedan escuelas, no se dan los equipamientos básicos para la vida comunitaria. Las personas que se atreven a sobrevivir en estos lugares son casi unos héroes. Remedando el título de la muy reciente película de Pedro Almodóvar -que por cierto nos ha parecido bastante floja- contemplamos la gloria de que somos un país del Primer Mundo y el dolor de que sigue habiendo mucha desigualdad social, puesto que hay bastantes ciudadanos que están por debajo del umbral de la pobreza. Y además es brutal la diferencia de renta entre las regiones ricas y las regiones menos desarrolladas, las que están a la cabeza y el pelotón de cola, el paro en Euskadi o Navarra tiene poco que ver con nuestro paro.
Por mucha demagogia y por muchas promesas que formulen los candidatos ante las elecciones, este asunto del despoblamiento tiene difícil solución. Lo padecen países cercanos como Francia, Italia y Portugal, y podremos afirmar que la tendencia a que las grandes ciudades crezcan cada vez más es firme y universal, con lo cual vivir en el mundo rural será poco apetecible, aunque por supuesto que alguien tendrá que ocuparse del sector agropecuario. En un país con tan escasa propensión de las nuevas generaciones a fundar familias y tener hijos, la inmigración –ese demonio del que todos quieren huir- es una necesidad perentoria. Necesitamos que venga gente, y que esa gente tenga hijos para que puedan mantenerse las pensiones. 
Blog La Literatura y la Vida 

martes, 2 de abril de 2019

El repostero de Berlín, una joyita cinematográfica

He aquí una película que es una joyita sobre las relaciones humanas, acerca del amor homosexual, el amor heterosexual, las intolerancias y las tolerancias entre los seres humanos, la capacidad de perdón y de olvido. Un drama intimista que cuenta una historia transgresora, con una puesta en escena sobria y solidez interpretativa de los actores. Planos fijos de gran expresividad, y el gran tema de fondo: las relaciones entre alemanes y judíos, Alemania e Israel en el mundo actual. Con sencillez y sabiduría escénica, el director ha construido una película más que digna. Por cierto: no nos gustó ni mucho ni poco la última de Almodóvar, esa que viene tan publicitada con Antonio Banderas en el estrellato. Con respecto a The cakemaker la habilidad con la que el director narra la historia es digna de ser imitada. En definitiva el argumento es simple: un israelí viaja a Berlín y traba relación con el repostero que hace unas galletas exquisitas. El hombre muere en accidente y el pastelero acude a Jerusalén,donde la viuda ha abierto una cafetería. Conoce a la mujer y tras ese conocimiento empieza una nueva vida para ambos. Memorable. Si la encuentran en las numerosas plataformas televisivas, no dejen de verla.

lunes, 1 de abril de 2019

Montevideo, la Suiza de América y la fundación de los canarios


Quizá hicimos mal en seleccionar Montevideo como fin de etapa, tal vez deberíamos haber hecho el viaje a la inversa. Porque tras el deslumbramiento que nos causó Buenos Aires, era inevitable que la capital uruguaya pareciera una pequeña postal entrañable y algo desvanecida, pero teníamos interés en conocerla por el papel esencial que tuvieron los canarios en la creación del país, la monarquía española concedió ciertas ventajas para el comercio y a cambio exigió el llamado tributo de sangre, que partieran hacia allá familias isleñas para frenar el incontenible avance de Brasil hacia los territorios despoblados del estuario del Río de la Plata. El avión cubrió los 200 kilómetros de agua dulce en la media hora anunciada, y cuando aterrizamos nos recibió el diluvio universal. El cambio de moneda en el aeropuerto era pésimo y en el hotel nos habían anulado nuestra reserva, no respetaron el bono/voucher que les mostramos y tuvimos que buscar un hotel por nuestra cuenta bajo el aguacero. De manera que no fue una entrada triunfal, para colmo al día siguiente a Rosario Valcárcel la atropellaron en un paso de peatones, porque esta es otra característica uruguaya y argentina, que no se respetan mucho los pasos de cebra y en la parte antigua de la ciudad no existe la señal luminosa que en nuestras ciudades da paso a los peatones, un accidente espectacular que por fortuna solo le causó magulladuras, ni una rotura ni otra complicación, lo cual habría sido terrible habida cuenta de que al día siguiente teníamos que emprender otros vuelos de muchas horas.
Cuando en la calle nos identificamos como canarios, recibíamos la respuesta de “sean bienvenidos”, la gente era cordial. Las familias isleñas que fundaron esta capital de más de un millón y medio de habitantes se desplazaron a la zona de Canelones porque querían ser agricultores, no comerciantes. Siguen dedicándose prioritariamente a la agricultura y la ganadería pero es cierto que, en buena parte, hoy en día se desplazan a trabajar a la capital del país. Los argentinos se burlan del tamaño de Uruguay, lo llaman “el paisito”. Los uruguayos son lentos, un uruguayo es un argentino que se ha tomado dos Valium, nos advirtió el taxista que nos llevaba al Aeroparque. Quizá sea porque ahora la envidia viene del lado argentino. Frente a los 2.766.890 kilómetros cuadrados de Argentina, Uruguay solo tiene 176.220 pero es mayor que Túnez o Grecia y su superficie equivale al doble que Portugal. Argentina es descomunal, su superficie es seis veces España, es el sexto país del mundo tras Rusia, la Antártida, Canadá, EEUU, China, Brasil, Australia e India. La parte vieja de Montevideo que linda con el mar, que en realidad es el río, tiene casas bajas y además una catedral, una Plaza de la Independencia, un soberbio monumento que es el mausoleo dedicado a Artigas, el héroe nacional, y además posee el Palacio Salvo, su mejor edificio que data de 1928 y está ubicado en la principal avenida, la 18 de Julio, justo enfrente del funcional y moderno edificio de la Presidencia donde hasta hace poco residió aquel político tan admirado por su austeridad, José Mujica. Con Mujica la venta de marihuana se hizo legal en todo el país y Montevideo ha sido calificada como la ciudad con mejor calidad de vida en Latinoamérica seguida de Buenos Aires y Santiago de Chile, puesto que ha mantenido desde 2006. Entre 1999 y 2002, la crisis y el corralito argentino afectaron mucho de tal modo que un 40 por ciento de la población quedó bajo el umbral de la pobreza, llegó el colapso del sistema financiero, y, como en España, los bancos tuvieron que ser rescatados. Desde 2005, Uruguay completa 15 años de crecimiento ininterrumpido. Esto sería debido a la estabilidad política, el bajo nivel de corrupción, y la productividad.
Este país resulta más caro que Argentina para el visitante; el cambio del euro que obtuvimos fue de 46 pesos argentinos y entre 29 y 36 pesos uruguayos, pero hay una gran picaresca en el asunto ya que nunca es igual según donde vayas. La chica del hotel nos advirtió que en general América Latina no es muy segura, por la inseguridad callejera está claro que en estos momentos ni México DF ni Caracas ni las capitales brasileñas ni las centroamericanas ofrecen garantías. Los precios en Uruguay son más altos que en el país vecino, las previsiones económicas son muy favorables, y recordemos que por su estabilidad y desarrollo Uruguay históricamente ha sido considerado la Suiza de América. Mucha de la carne que viene a Canarias procede de este país, puesto que las lluvias son frecuentes, el territorio es verde, el clima favorece los pastos que son el alimento natural del ganado.
A nosotros observar puertos fluviales nos sorprende un tanto, primero porque hay menos oleaje, el agua es color tierra y segundo porque aparentemente no existe un excesivo movimiento de buques. Si quisiéramos una buena playa tendríamos que desplazarnos a Punta del Este, donde el agua ya es del Atlántico, azul y cristalina. Pero no podemos llevarnos un mal recuerdo de un país con tantos museos e instituciones culturales que nos dio a gente tan importante como Benedetti y Onetti, como Eduardo Galeano y el precursor Horacio Quiroga, poetas y grandísimos narradores de fama mundial. A fin de cuentas desde muy antiguo este es un país sin analfabetismo, un lugar con notable efervescencia de revistas culturales, teatros y actos literarios. Con políticos más honrados que los países vecinos, lo cual ya es un punto importante. En definitiva, hemos conocido dos naciones, dos mundos complementarios. Y una de las mayores emociones cuando uno visita América Latina es comprobar la potencia del idioma español, la forma en que es respetado, la manera con la que evoluciona y se adapta, sin tanta presencia de anglicismos que muchas veces son artificio de los medios de comunicación. En las librerías observamos en lugar preferente el libro Más de 555 millones podemos leer este libro sin traducción, de Álex Grijelmo y José María Merino. A fin de cuentas, la lengua es la patria común, nuestra lengua tiene buena salud. Si bien es verdad que en todas partes se oye hablar inglés, no es menos cierto que en toda América, incluido EEUU y Brasil, en todas partes se oye español. El reactor de Air Europa en que hicimos el regreso se llama David Bisbal. Qué poco respeto a la cultura y la ciencia, qué estupidez del famoseo nacional.
(Foto del autor: delante del monumento a Artigas, al fondo la sede de la presidencia. En la segunda foto se aprecia el Palacio Salvo, el edificio más alto de Latinoamérica en 1928)