Llega
el año con toda esa carga de regeneración que queremos aplicar a nuestras
vidas, como si al inaugurar un calendario pudiéramos acceder a un tiempo nuevo,
lleno de energía, vitalidad y buenos propósitos, aquel viejo lema de la canción
que decía Salud, Dinero y Amor. Cuando un año termina y otro empieza hacemos el
balance de deseos, errores y aspiraciones. Los propósitos de enmienda que salen
a la superficie, decididos, cómo no, a evitar los errores acontecidos y a
enfrentar la vida con nuevos bríos. Claro que, dentro de la civilización del
consumo en la que nos encontramos, los publicistas, que no son tontos, nos están
vendiendo cualquier cosa apetecible: las mejores dietas para bajar de peso tras
los atracones navideños, el momento ideal para ir al gimnasio, la decisión final
de aprender definitivamente a hablar en inglés, etc. El afán de mejorarnos sale
al paso, y con él afrontamos la idea de disfrutar los días que nos quedan en el
planeta Tierra.
Nos
adentramos en un tiempo escabroso, inaugurado con el atentado en la discoteca
de Estambul. Esta larga y cruenta batalla con el denominado Estado Islámico no
ha hecho sino empezar, del mismo modo que es preocupante el porvenir que nos
brindan políticos populistas como Marine Le Pen, el británico Nigel Farage, el
líder del UKIP, Partido de la Independencia del Reino Unido, Geert Wilders en
Holanda, Norbert Hofer en Austria o Viktor Orban en Hungría, además de unos
cuantos emergentes en los países escandinavos. La propia Unión Europea está
sometida a graves tensiones: los refugiados, la inmigración producto de las
guerras y del hambre del Tercer Mundo que tenemos a pocos kilómetros de
nosotros, el control de las fronteras. La globalización genera nuevas
situaciones, problemas que van apareciendo día tras día, y si bien los humanos
somos adaptables a todas las guerras y todos los accidentes de la historia,
quedan muchas cosas en el aire. Incluido el creciente separatismo en Cataluña,
Flandes, Padania, Baviera, Escocia. Un proceso antiglobalización.
El
año que se fue dejó muchas víctimas en el camino; cada uno de los fallecidos
tiene una importancia subjetiva para cada cual. Pero sí podemos señalar que figuras
del espectáculo, políticos, deportistas, directores de cine y otras personalidades
regionales, nacionales y de alcance mundial nos fueron diciendo adiós. Y muchas
mujeres víctimas de la violencia machista en el mundo, seres anónimos de los
que no se guarda memoria. Algunos de los muertos célebres van desde los
cantantes David Bowie, Prince y George Michael, al director de cine italiano
Ettore Scola. El líder israelí Shimon Peres se fue de este mundo, pero la
muerte más sonada fue la de Fidel Castro, el hombre que quiso mantener el
purismo de su revolución allá por 1959 y cuya desaparición podría dar lugar a
una transición política cuando su hermano Raúl abandone el poder en 2018, según
anuncio del propio Raúl. En el espacio de Canarias, lamentamos la muerte de
Juan Carlos Alemán, dirigente histórico del PSC, hombre que dejó buen ejemplo
en medio del despropósito habitual de la política canaria, así como recordamos
la bonhomía del senador del Partido Popular José Macías. También contamos la
desaparición de María Belén Morales, una artista integral, así como de la
cubano-canaria Nivaria Tejera, novelista y poeta, autora de la novela corta El
Barranco, la mejor aproximación a la guerra civil en nuestras islas. Otros dos
canarios, Alejandro Álava Cruz y Xavier Alejandro Curbelo Caro, murieron como
parte de la tripulación de un avión que se estrelló en marzo al sur de Rusia. En
el ámbito de los deportes, desapareció aquel gran Johan Cruyff, y también
marchó el boxeador Cassius Clay, convertido al islam como Mohammad Ali. Las
tragedias del año tienen que recordar el drama de todo un equipo de fútbol, el
modesto brasileño Chapecoense, que fue exterminado por un evitable accidente
aéreo cuando marchaba hacia Colombia. La imprevisión, la fatalidad y el
disparate latinoamericano dieron pie a un suceso horrible.
Respigando
en los archivos registramos el nombre de la actriz Emma Cohen, el pintor El
Hortelano, tan ligado a la movida madrileña, el Premio Nobel italiano Dario Fo,
el también autor teatral Edward Albee, los actores Silvana Pampanini, Zsa Zsa
Gabor y Bud Spencer, el director de cine Andrzej Wajda, el astronauta John Glenn,
primer norteamericano que orbitó la Tierra y que tuvo larga vida pues falleció
a los 95. También contamos al inquieto comunicador Miguel de la Quadra-Salcedo,
el ajedrecista Arturo Pomar, que en su día fuera considerado niño prodigio de
este deporte-ciencia, y a Julio Gómez, músico histórico en la isla de La Palma.
En
un ámbito más doméstico, cercano y familiar, pocas horas antes de cerrar el
año, el viernes 30 de diciembre, en los atestados pasillos de Urgencias del
Hospital Doctor Negrín se iba de este mundo un abogado, amigo de la infancia y
uno de los históricos del Partido Socialista en la isla de La Palma. Dada la
actual crisis de los socialistas, conviene recordar la figura de quien, al
igual que Juan Carlos Alemán, defendió su espacio con ética y dedicación. Juan
Antonio Martín Gómez, Totono, se marchó a los 80 años en la capital
grancanaria, donde residía desde hacía tiempo. Desarrolló su camino profesional
como abogado y participó en política, siendo el cabeza de lista del PSOE en Los
Llanos de Aridane en las primeras elecciones de la democracia, en las que logró
un buen resultado. Además fue consejero del Cabildo por las siglas socialistas,
era hombre cordial y festivo, lo recuerdan sus fotos el día de los Indianos y
su fraternidad con los muchos amigos. Su hija, Amparo Martín, siguió los pasos
de su padre y es portavoz en el actual ayuntamiento llanense. Transmitimos
nuestro pesar a su viuda, la magistrada de la Audiencia Provincial María Elena
Corral Losada y al hijo común, José Antonio, así como a sus otros hijos Amparo
María, María Sandra, Juan Antonio y José Alexis. María Elena había sido jueza
en Santa Cruz de La Palma, lugar donde se conocieron; aquí en Gran Canaria hay
abundante colonia palmera, sobre todo en el ámbito judicial. El miércoles 11 a
las 19 horas se celebrará una misa en su memoria en la Parroquia del Cristo de
la calle Olof Palme mientras que el sábado 14 a las 19.30 será en la Iglesia de
Los Remedios de la ciudad aridanense. Descanse en paz.