lunes, 31 de marzo de 2014

Agustín Millares, la poesía de la calle

En abril de 1972 me bajé de un ferry en el Puerto de La Luz, tras los estudios en La Laguna y, cumplido el servicio militar, vine con mi maleta de emigrante. A los pocos días de comenzar a trabajar en La Provincia conocí al grupo de escritores del grupo Inventarios: Isidro Miranda, Víctor Ramírez, Rafael Franquelo, Santiago Alonso, Justo Jorge Padrón, J.J. Armas Marcelo. Enseguida Juancho me invitó a visitar la humilde casa de Agustín Millares Sall en Schamann, y desde entonces fueron muchos los ratos que pasé allí con el poeta, su mujer y sus hijos de poca edad. En el paraninfo de La Laguna muchos poetas grancanarios dieron un recital memorable, debió ser en 1969. Agustín representa aquellos años en que la poesía estaba en la calle, su voz era un grito vibrante, rebelde, enérgico contra la injusticia y la tiranía. Poesía como comunicación pero también poesía como insurrección, tal como señala el profesor Jesús Páez. La voz poética de Agustín estaba marcada por la musicalidad, la vibración, el deseo de despertar solidaridades. Un poeta que escribía elegías a sus parientes muertos, pero también poemas domésticos, poemas de amor a su compañera de toda la vida, Magdalena Cantero.

La literatura escrita en Canarias fue pionera en tres instantes de la literatura hispánica: en la Ilustración, con Viera y Clavijo, los Iriarte y Clavijo y Fajardo; en el grupo de Gaceta de Arte, con el guiño surrealista, y en la Antología Cercada de 1947, aldabonazo de la poesía social. Y Agustín Millares Sall fue uno de los poetas históricos del siglo XX, ahora rescatado con la instauración del Día de las Letras Canarias dedicado a su obra en este 2014. Una poesía que hicieron canción viva los cantautores, desde Caco Senante a Rosa León, desde el grupo Palo a Los Sabandeños. Poesía militante que fue dicha ante multitudes en la grada curva del Estadio Insular, en el López Socas, en los primeros mítines de la democracia. Los poetas llenaban la calle, la poesía, al fin, volaba libre. Alcanzada la democracia, los poemas escritos para generar conciencia fueron completándose con otros más existenciales, más reposados. La sociedad había cambiado, ya no era tan necesaria la llamada a la rebeldía y el poeta indaga entonces sobre el cosmos, la familia, la amistad, los hijos, la esposa.

“Yo, poeta, declaro que escribir poesía / es decir el estado verdadero del hombre, / es cantar la verdad, es llamar por su nombre / al demonio que ejerce la maldad noche y día. / El poeta es el grito que libera la tierra, / la primera montaña que divisa la aurora, / la campana que toca la canción de la hora, / el primer corazón que lastima la guerra…” Estos versos son indelebles, inmarchitables. Pues el poeta se pone sobre sus hombros la piel del pueblo, aspira a la fraternidad. Agustín tiene poemas inolvidables, como La canción de la calle, Contigo, o No vale: “Te digo que no vale / meter el sueño azul bajo las sábanas, / pasar de largo, no saber de nada, / hacer la vista gorda a lo que pasa, / guardar la sed de estrellas bajo llave.” Dentro de las actuales tendencias de la poesía española sobrevive una Poesía de la conciencia que hereda el espíritu de aquella poesía social de los años 60. Y, a su muerte, Agustín dejó poemas inéditos en los que abordaba su visión de la naturaleza, la ecología, lo lúdico, el amor y la muerte. Tras la invitación de la directora de la Biblioteca Insular, Nieves Pérez, tuvimos la ocasión de clausurar el ciclo que este centro del Cabildo dedicó a la vida y la obra de nuestro poeta.

Hoy Agustín, el poeta vehemente y fecundo, tendría multitud de temas para lanzar su voz a las calles: las consecuencias de la crisis sobre los más desprotegidos, las guerras del imperio, los indignados, los inmigrantes y los cayucos, la multitud de parados. Recuerdo algún recital de poetas que organizamos en institutos juntando las voces de Pedro Lezcano, Agustín y Francisco Tarajano, tres nombres combativos  que dieron fe de un tiempo y un lugar. Agustín aportó energía, musicalidad, contundencia, y en sus grandes poemas estaba al nivel de Gabriel Celaya, Blas de Otero, José Hierro, la generación de poetas sonoros y rebeldes. Memorable la grabación de su Antología Personal (Centro de la Cultura Popular Canaria) junto a la guitarra de Totoyo. La poesía entendida como habla viva y testimonio, como denuncia y protesta, recogiendo el espíritu de Miguel Hernández, César Vallejo, Pablo Neruda. Poesía que se levantaba frente a la falta de libertades en foros como El Museo Canario, donde la policía llegó a interrumpir un recital de Gloria Fuertes. Poesía que siempre trataba de levantar esperanzas, iluminar corazones. Pues la misión del escritor siempre será alumbrar la belleza, luchar por la utopía de un tiempo mejor, lanzar un abrazo vitalista a los otros, compartir el afán de  superación ante los reveses de la vida, rescatar el ideal de felicidad y compasión.
 
(Ilustraciones: portada de una antología y en la grabación del programa La Clave, TVE)

jueves, 27 de marzo de 2014

La Palma se despuebla (y los alemanes la pueblan)

De manera similar a La Gomera y El Hierro, La Palma es una isla que pierde habitantes cada año. Resulta difícil que los jóvenes que marchan a estudiar fuera regresen y se integren en el mercado laboral local. Con frecuencia los padres de esos jóvenes que estudian fuera tienen casa en Tenerife, y tienen la mirada puesta en residir en una de las dos islas mayores. Habría que precisar también que algunos paisanos que están censados en esta isla lo hacen para poder seguir utilizando billetes subvencionados en sus viajes, por lo cual la cifra real de población siempre será inferior a la anunciada. Y si en 2008 la isla tenía oficialmente 85.943 habitantes, con 4.986 residentes comunitarios y 7.841 extranjeros no comunitarios, cinco años después la cifra global de residentes había bajado a 85.459 mientras que la de residentes comunitarios se elevaba a 6.981 y la de extranjeros no comunitarios ascendía a casi diez mil personas, concretamente 9.732. Podemos decir que La Palma se halla estancada desde hace más de cuarenta años, y ahora mismo casi 20.000 foráneos residentes fijos contribuyen a que La Palma no se desertice. A esa cifra de 20.000 censados habría que añadir la de extranjeros que van y vienen durante el año, sobre todo residentes temporales durante el duro invierno europeo.
Del interesante trabajo publicado en La Voz de La Palma por Settimio Paolo Cavalli, que a juzgar por su nombre y apellidos debe ser italiano, deducimos que en 2008 había registradas en la isla 53 nacionalidades extranjeras diferentes, mientras que al día de hoy existen 64. Entre las nuevas nacionalidades que se encuentran en la isla figuran Andorra, Armenia, Cabo Verde, El Salvador, Filipinas, Gambia, Georgia, Guinea Bissau, Guatemala, India, Islandia, Jordania, Liechtenstein, Mali, Nicaragua, Noruega y República Surafricana.
Todo esto nos lleva a analizar que en los últimos cinco años los extranjeros no comunitarios que residen en la isla han subido un 24 por ciento, mientras que los procedentes de la Unión Europea se han incrementado en una cifra muy superior, un 40 por ciento.
Los alemanes son los que proporcionan el mayor número de residentes, seguidos de los italianos, británicos y holandeses. Los venezolanos proporcionan también una cifra importante, mientras que los que vienen de Polonia y Rumanía han triplicado y cuatriplicado sus cifras, también es importante la cantidad de canario-venezolanos retornados por las difíciles circunstancias del país hermano.
Si visitan el mercadillo de Puntagorda los fines de semana comprobarán que son alemanes los titulares de la gran mayoría de los puestos, ellos ofrecen verduras ecológicas, carne criada por ellos mismos, pastelería, artesanía, pinturas y hasta queso ahumado al estilo palmero elaborados por la Ulrike y el Thomas de turno. Nunca he predicado la xenofobia, es bueno que haya gente de fuera, pero ¿dónde están los agricultores y ganaderos palmeros? Cierto que la integración avanza, el mestizaje cultural es fantástico. Y cuando he visitado algún colegio para algún acto cultural y he hablado con niños de pelo rubio y ojos azules, al conocer sus apellidos les he preguntado si son de Alemania, Austria, Suiza, Holanda o cualquier otro país. Y, muy resueltos, responden: “Yo soy de aquí.”
La mayoría de los municipios pierden habitantes, destacando el acusado descenso de la capital, Santa Cruz de La Palma y Tazacorte, mientras que Los Llanos de Aridane se consolida como el municipio más poblado, donde más crece el número de extranjeros y comunitarios, y uno de los pocos que incrementan su población de manera significativa.
Estiman los expertos que La Palma es uno de los tres mejores lugares del mundo para vivir la Tercera Edad. Pero una isla que solo ofrece sol y buen clima a extranjeros mayores necesita buscar otros incentivos para que su economía mejore. Porque, de lo contrario, este Edén multicolor, con un paisaje hermoso, con sol y mar, nunca ofrecerá suficientes atractivos para que una población joven permita un desarrollo sostenible y con un buen marco de futuro. Potenciar y recuperar la mejor conectividad con el mundo y establecer unas líneas de despegue turístico forma parte de la base. Resulta inaudito que en Tazacorte, la zona más soleada de la isla, no haya todavía un solo hotel capaz de recibir clientela del exterior. ¿Acaso nuestras autoridades no se han dado cuenta de que la mejor línea costera por clima y playas es la banda occidental, que va desde Fuencaliente a Garafía? Como también resulta preocupante que las autoridades insulares no sean capaces de diseñar una línea de actuación en cuanto a servicios turísticos que establezcan una oferta más atractiva que la actualmente existente. La renovación de instalaciones hoteleras casi obsoletas, como el hotel de Puerto Naos, debería figurar también en esa hoja de ruta.
Muchas cosas deben debatirse para que el planeamiento insular sea más efectivo que hasta ahora, para que la isla tenga futuro y no se siga descolgando del resto.

miércoles, 26 de marzo de 2014

El adiós (cuento de primavera)

El tanatorio es un primor, me encanta visitarlo. Buena jardinería, atmósfera de sosiego, música leve. Albinoni, Bach, cosas así. Para elevar el espíritu, para serenar la mente.

         No está mal la escenografía, pensé.

         Aunque al final todo se desvanezca en el horno, por más que la caída del féretro en la llamarada suponga un golpetazo en el estómago, resulta tranquilizante conservar la última imagen de esa chica recién maquillada. Fresca, juvenil, incluso diría que le han aplicado el efecto labios mojados.

         En la capilla un delicado celeste cubre el techo; asomando aparecen ángeles, como si el paraíso prometido estuviese justo sobre las cabezas de los asistentes.

         Yo también hice llevar una corona. Aquella tan especial, repleta de rosas blancas y amarillas. «Con todo mi amor», decían las grandes letras doradas.

         Sólo lamenté no haber entendido sus mensajes.

         Te querré siempre afirmó horas antes de su partida. Pero lo nuestro no tiene futuro.

         Sin ti no podré vivir se lo dije tratando de suplicar.

         Los problemas surgieron cuando encargué la chica de silicona, esa de tamaño natural, la perfecta imitación. La que tiene una piel de seda, melena pelirroja y toda ella es una caricia. El mejor sexo que has practicado en tu vida, decía el anuncio. Nunca te dará una negativa. Traída de California, pedida por internet.

         Quise llevarla a pasear en el Mercedes, a que le diera un poco el aire. Tras la gran bronca no pude más y la estrangulé con todas mis fuerzas, una rabia salvaje me dictó tal perversidad.

         Lo cierto es que, después de hacerlo, me desahogué. Qué importa si ahora lloro.

Adolfo Suárez, el gran traicionado

Qué difícil resulta conservar amigos verdaderos a lo largo de una vida. Son tantos los cruces de caminos que uno ha de ir atravesando, que muchas relaciones que pensábamos inconmovibles se quedan en la cuneta. Y qué difícil resulta ejercer la lealtad, qué complicado es guardar los cuchillos de la conspiración y la huida hacia adelante. Adolfo Suárez debió conocerlo de primera mano, en su persona se empecinaron algunos en desarrollar aquella vocación tan española de derribar jinetes, ejercer la conspiración permanente, elevar las rencillas personales a holocaustos, desarrollar conspiraciones de salón que al fin y a la postre logran su objetivo de actuar como verdaderos golpes morales con difícil escapatoria. Los barones de UCD lo demostraron con creces: cómo crecía el cuchicheo, de qué modo se abrían frentes, con qué saña predicaban contra el dirigente que supo mirar a lo lejos, más allá de los codazos de cada día. Todavía recuerdo aquel telediario de un Sábado Santo cuando en vivo y en directo el locutor, anonadado, anunció que, frente al ruido de sables, quedaba legalizado el Partido Comunista de España. Casi nada.
Ahora, al contemplar las plañideras en su adiós, no podemos dejar de recordar la muerte de otras personas que fueron traicionadas una y mil veces. Por ejemplo, el gran César Manrique, el visionario adelantado a su tiempo que tanto padeció la saña de alcaldes de su isla natal, alcaldes que –en su despedida- lloraron abundantes lágrimas de cocodrilo.
La amistad traicionada y el proceso de autodestrucción personal es el eje central de más de una obra literaria, lo vemos en piezas dramáticas desde los clásicos griegos hasta Shakespeare y en innumerables autores de aquí y allá. Lo vemos en escritores de referencia en la literatura universal, y hasta lo podemos comprobar en una de las últimas obras del novelista Bryce Echenique: Las obras infames de Pancho Marambio. Explica el autor peruano como “basta con una mala jugada de un amigo para descubrir la fragilidad de la naturaleza humana, la facilidad con las cañas se tornan lanzas, la incongruencia de algunas relaciones que padecen la maldición de estar sustentadas en soportes de arena.”
Algunos se refieren a Adolfo Suárez como “nuestro traidor”. No hay transición sin traición, sobre todo cuando se intenta pasar de una dictadura a una democracia hay dos caminos: el cambio pactado o la ruptura con violencia. Lo admirable de lo que sucedió en España fue el consenso, el espíritu de juntar ideas diferentes para construir una patria compartida. Sin sangre derramada en otra contienda incivil como fue la de 1936-39, Suárez consiguió su objetivo prioritario, el de ir armando un Estado moderno, tolerante, donde se pudieran ejercer las libertades que habían sido negadas tantas veces. Y, aunque solo fuera por unas horas, con su velatorio volvió a los pasillos del Congreso de los Diputados el espíritu de concordia, consenso y hasta de reconciliación que acompañó en su vida a Suárez. Pues se juntaron extraños compañeros, políticos de diversas ideologías que evitaban los encontronazos habituales. Los ex presidentes rindieron honores, inclinaron la cabeza ante el féretro, y hasta el ínclito Artur Mas se atrevió a decir que hace falta ahora alguien capaz de mirar hacia adelante, como hizo Suárez. Lo cual al presidente Autista no le habrá sentado demasiado bien, acostumbrado como está a esconder la cabeza bajo el ala. ¿Por qué escandalizarse ante lo que dijo Mas si en el fondo este tiene toda la razón del mundo? ¿Cómo aceptar que un tema tan delicado y complejo como el de Cataluña sea despachado con una cantinela repetitiva, sin entrar a analizar todo el contexto de la ira independentista?
Lo que sí podemos afirmar es que, hoy por hoy, tenemos una democracia y un Estado de derecho considerablemente sólidos. Y, lo que es más importante: vivimos en un país que seguramente será capaz de resistir un debate sobre la reforma de sus instituciones fundamentales, incluida la vía de un federalismo que de alguna forma recoja el guante del encaje territorial. Así que solo nos queda agradecer a Suárez, y a otros muchos que con él vinieron y se fueron, sus esfuerzos por construir un Estado en el que cupiéramos todos. Y seguir siempre adelante. Precisamente el 8 de abril, con el asunto del debate sobre la propuesta de referéndum de Artur Mas, volverán las palabras gruesas al Congreso. Y volverán a primer plano las promesas de que ya estamos viviendo la luz al final del túnel, la idílica postal de que la economía está mejorando pese a que persiste el millonario desastre de los parados, los muertos de Ceuta, la reforma fiscal que se adivina, la pelea ante los comicios europeos del 25 de mayo.
Cuando enterraban a Suárez en la catedral de Ávila daba la impresión de que ahora ha de comenzar una Segunda Transición, que seguramente exigirá altura de miras, capacidad de integración, adhesión a la causa común. Hará falta comprobar si hay algún otro Suárez capaz de poner en marcha la maquinaria.

martes, 25 de marzo de 2014

Poema inédito del rumano Eugen Dorcescu

Nuestro amigo, el gran poeta rumano Eugen Dorcescu, nos ha envía un poema en el que se transparentan las líneas fundamentales de su obra, su tono elegíaco. Dorcescu (poeta, prosista, ensayista y traductor, nacido en 1942) es un hombre espiritual y sus versos, consecuentemente, también lo son. La melancolía, la asunción de la pérdida aunque no la resignación, la contemplación de lo inevitable, pero a la vez el arrojo de la rebeldía que se resiste a la desesperanza, se clavan en los versos y en el lector, que no puede sustraerse al descarnado paisaje del alma que contempla. Solo aquel que ha descendido a las cavernas del infierno, solo aquel que ha ahondado en el conocimiento del mismo, puede crear y dar vida a una literatura que no se queda en la superficie. Los versos muestran el saber de aquel que habla desde el yo auténtico. Por eso impactan. Nadie puede sustraerse al dolor de la pérdida de un ser amado -de la madre- que, desde lo individual se universaliza.
Pero el verso de Dorcescu no solo se sustenta en el fondo sino también en la forma. Liberada de ropajes, con una lengua sin apenas connotaciones, apenas adjetivada, nos ofrece una poesía pura, humilde. (...) La cosmogonía de la infancia, de la formación como persona y como escritor, son sus fuertes pilares. (...) Indaga en el conocimiento del ser, en la búsqueda de la razón de la existencia, la melancolía final. El poema que nos envía se titula "Un archi-recuerdo (O arhi-amintire)" Ya dimos cuenta de la obra de Dorcescu el 25 de diciembre de 2013.

Cual hoy, era un día bien sereno
(¡Tú, quintaesencia de serenos días!)
Subía de las lomas, de su seno,
Un bosque-niebla y desvanecía.

Yo, rumbo al poniente en mi viaje,
En el camino proseguía, cuando
Llegué a un llano, al que vigilando
Estaban bosques, malvo su follaje.

Y te advertí. Lejana, en el ocaso,
Estabas escrutando en el espacio
El sol que fenecía muy despacio,
Pasando el fuerte con suave paso.

Al pie de las murallas, en el puente
Estabas. Ahí mismo nos amamos.
Y juntos en el burgo nos quedamos,
Y ahí también morí, probablemente...

Se me olvidaba todo: el camino,
Y burgo y puente y gusto de tu boca...
Cuando de nuevo tu sonrisa vino
Y revivirlo hoy me toca.

(Traducción de Paul Abucean)

lunes, 24 de marzo de 2014

Los cómplices de la perversidad, y pequeño recordatorio de Adolfo Suárez

José M. Balbuena Castellano

Ocupados como estamos en una serie de problemas tales como el paro, el desempleo, la oferta de empleo precario, la bajada de sueldos, los recortes que surgen por todas partes, o sea, en cuestiones del día al día, parece que nadie quiere prestar atención a otro problema tan serio como es la amenaza que se cierne sobre la humanidad y también  sobre los demás seres vivos del globo. Está en peligro nuestra supervivencia, debido,  tanto a la acción depredadora de la mayoría de las personas que habitan en este mundo, como a  los negocios espurios  de gobiernos, de políticos, o de empresas multinacionales  a los que interesa más el poder o el dinero que salvar este planeta y asegurar su futuro.

A aquellos ciudadanos insensibilizados en cuestiones medioambientales e influidos por  los problemas anteriormente citados, no les venga nadie con milongas relacionadas con la contaminación atmosférica, con la insalubridad de los pueblos y ciudades donde viven, (que, al mismo tiempo, les está ocasionando graves enfermedades)  con la denuncia de vertidos de aguas sin depurar  y de productos tóxicos en mares, ríos, lagos o subsuelos; con la deforestación, con la desaparición de especies animales o vegetales, etc. Ni le vengan con las historias de que desaparece la capa de ozono, de que se está produciendo un terrible cambio climático, de que se derriten los casquetes polares y, por tanto, aumenta el nivel de los mares y se pone en peligro la vida de quienes viven en las costas. Tampoco les hagan  recomendaciones sobre la necesidad de no arrojar en las playas bolsas o botellas de plástico, de no ensuciar las calles, las plazas o lo jardines, de no tirar escombros donde a uno le da la gana, que ya están bastante presionadas por la carestía de la la vida, por las subidas de las tarifas, por el descenso de su poder adquisitivo y por otras cuestiones cuya solución no vislumbran. Tal vez esas personas a las que se les prohiben tantas cosas, no lo entenderían y estarían dispuestos a rebelarse y a persistir en sus errores. Tal vez, determinados  políticos deshonestos (que conste que también  los hay dignos y honestos)   estén más interesados en cultivar votos, en continuar engañando a los demás,  en mantener  excelentes relaciones con las multinacionales y  empresarios irresponsables y mafiosos que en desarrollar loables acciones y una buena gestión en favor de los ciudadanos a los que tienen la obligación de servir. Los poderes públicos, los gobiernos de cualquier nivel, la escuela, los educadores tienen el deber de enseñar a las futuras generaciones y a los ciudadanos en general, a convivir, a respetarnos mutuamente, a ser solidarios y a trabajar en beneficio de la humanidad y de nuestro planeta.

Ya está bien de mirar hacia otro lado, de que se siga considerando a hombres, mujeres y niños como mercancía con la que se puede negociar, vender,  o esclavizar. Reprobemos tanta permisividad en el tráfico de drogas o de armas, en que siga habiendo impunidad para aquellas naciones que abusan de su poder y han cometido crímenes de lesa humanidad, que se burlan de la justicia internacional y  que pisotean los derechos humanos. Todos no podemos ser tan insensatos ni convertirnos en cómplices, no sólo de tanta perversidad existente, sino de la desaparición de una vida digna en la Tierra.

Quiero concluir este comentario dedicándole unas palabras elogiosas  al que fuera presidente del gobierno de España, Adolfo Suárez, en la difícil época de la transición desde la dictadura, a la que él mismo perteneció, a la democracia. Es lástima que su esfuerzo se haya visto deteriorado por el comportamiento de otros  políticos que vivieron después, no tan eficaces ni dedicados plenamente a su país. Por cierto, algunos de ellos ha salido en los medios informativos para alabarle, aunque fueron los responsables de que Suárez tuviera que dejar el gobierno y la política. Es el clásico cinismo e hipocresía de determinados personajes de la actual España, que se han cargado nuestra democracia y recortado casi todos nuestros derechos.

sábado, 22 de marzo de 2014

En este siglo XXI los límites se han roto, según Eduardo Sanguinetti

Contestatario, controvertido, polémico, reflexivo, punzante, son algunos de los adjetivos con los que se suele calificar al filósofo Eduardo Sanguinetti.
Tal vez porque la función de la filosofía no es plantear certezas sino -por el contrario- interrogantes, Sanguinetti siembra signos de interrogación a su paso.
En Buenos Aires acaba de presentar una actividad titulada “Generaciones perdidas” presentes en “Identi-kit: Reportaje a la Tierra”, su última sound-land-art performance, donde, en la factualidad del montaje foto film traducido en fotogramas, dentro de la tendencia del minimalismo, -de la que según Jean Baudrillard, Sanguinetti es precursor en América Latina- se procura una recuperación de la identidad.
Este hombre que Sylvia Hopenhayn ha definido como “uno de los más aprehensivos e indominables artistas de vocación, poeta de alma, filósofo catedrático y escritor prohibido”, cuenta que llegó a Montevideo, ciudad que admira y ama, que le parece entrañable y “que tiene una personalidad definida. Sin embargo -observó- vi mucha porquería en los kioscos. Vi imágenes donde los nuevos dioses del Olimpo, eunucos que reptan y que son la cara visible de un sistema que se pudre son mostrados como ejemplos. Según esos medios parece que ahora la tendencia es ser putas. Todas las chicas quieren ser putas. Vivimos en un sistema necrótico, demasiado degradado”, enfatizó.
Sanguinetti opina que la función del intelectual “es muy importante. Tiene que trabajar desde la fisura. Tiene que caminar el norte de África, tiene que caminar el mundo, bajar del podio en que lo coloca la burguesía, de la Academia que es esclerótica. El intelectual es el único que puede poner en tela de juicio ciertos valores de la burguesía. El intelectual debe dar un paso al costado de la instancia mercantilista contestando al sistema tradicional burgués y resistiendo.
Hay que observar que en este Siglo XXI los límites se han roto, vivimos una instancia de incertidumbre total pero fantástica porque da lugar a una nueva instancia. Hay un giro de 180 grados que está en manos de las nuevas generaciones, de estos indignados y de muchos otros que en silencio acatan el poder de los estúpidos y de la cultura -personalizada en estos momentos- en esos sujetos de marquesina que son las prostitutas que hacen un culto al orto. Hoy todos hablan de sexo, parece que el sexo se maneja por la palabra, es una instancia freudiana, dijo con ironía.
Publicado en La República, Montevideo, marzo 2014.

viernes, 21 de marzo de 2014

Mensaje de la Directora General de la Unesco, en el Día Mundial de la Poesía

Todos los años, cada 21 de marzo, la UNESCO rinde homenaje a quienes mantienen viva la poesía como una de las expresiones más elevadas de la lengua y la cultura. La poesía es un canto de libertad, que permite afirmar la identidad por medio de la creación. La poesía es también el canto de nuestros sentimientos más profundos: «incluso sin saberlo, es poesía toda palabra que viene de la emoción», decía el poeta y diplomático brasileño João Cabral de Melo Neto. Con sus palabras y su ritmo, la poesía da forma a nuestros sueños de paz, justicia y dignidad, y nos da la fuerza y la voluntad de movilizarnos por ellos.
Todos los pueblos de la historia han desarrollado y practicado alguna forma de poesía, bien para transmitir oralmente sus conocimientos, sus mitos e historias -los Vedas y el Ramayana en la India, la Biblia de los hebreos, la Ilíada y la Odisea en Grecia y otros muchos textos filosóficos y religiosos-, bien para expresar sus sentimientos, hablar de la vida cotidiana, hacer frente a las adversidades o divertirse. En la actualidad, las formas contemporáneas de la poesía, desde el grafiti hasta el slam, permiten a los jóvenes adentrarse en su práctica y renovar la, y abren la puerta a un nuevo espacio de creación. Las formas cambian, pero el impulso poético permanece intacto. Shakespeare describía la poesía como «esa música que todo hombre lleva en sí» y, siglos después, el jazzista Herbie Hancock, Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO y designado profesor de poesía de la Universidad de Harvard de 2014, leerá precisamente su texto sobre «La sabiduría de Miles Davis», en el que evoca las afinidades entre la poesía, la literatura y la música.
Como expresión profunda del espíritu humano, como arte universal, la poesía es una herramienta de diálogo y acercamiento. Al dar acceso a la expresión auténtica de una lengua, la difusión de la poesía contribuye al diálogo entre las culturas y al entendimiento mutuo. Así lo comprobamos en el fervor con el que los pueblos celebran el patrimonio cultural inmaterial, las lenguas maternas y la diversidad cultural, ámbitos en los que la poesía desempeña siempre un papel fundamental. Por ello, la UNESCO alienta e insta a apoyar a los autores, traductores y artesanos de la poesía y a extraer de sus obras el gusto por la belleza y la inspiración para la paz.
Irina Bokova

miércoles, 19 de marzo de 2014

Putin y Artur Mas con el dedo en el gatillo (el sheriff Rajoy mira, el marshal Margallo habla y habla solo)

Un par de personajes desafiantes y con tintes ligeramente chulescos pululan por el Viejo Mundo. Cataluña y Crimea, Crimea y Cataluña. Imposible comparar las dos situaciones pero Putin, ese íntimo amigo de Berlusconi con el que compartía algunas distracciones eróticas de la noche romana, ganó en su convocatoria de referéndum para adherirse ipso facto a Rusia. Artur Mas, erre que erre, advierte que si no le dejan hacer su referéndum después del 9 de noviembre será capaz de hacer una declaración unilateral de independencia al estilo Kosovo. “Con astucia y estrategia Cataluña será el David que derrote a su Goliat, que es España”, ha dicho y se ha quedado tan fresco. Putin y Artur Mas parecen dos pistoleros con el dedo en el gatillo, el primero ya disparó y el segundo tensa la cuerda y amplía sus amenazas mientras hace ejercicios de puntería. Él se cree el valeroso David, capaz de manejar la honda de manera tan certera que derribará al monstruo España con una simple pedrada en el ojo. Hay una tercera figura en la secuencia: el sheriff Rajoy, a quien llaman El Autista, célebre por su pasmosa falta de iniciativa cuando la Patria se hunde. Y para colmo aparece su ayudante, el marshal Margallo, que equipara Crimea a Cataluña.
Artur Mas afirma estar dispuestos a correr su aventura hasta sus últimas consecuencias. ¿Cómo se ha llegado a esta situación? Acaso los silencios de Rajoy, ese personaje que no suele mover ficha, han contribuido a encrespar los ánimos. Siendo Cataluña una región tan imbricada en España, muchos empresarios de postín afirman que las cosas han ido demasiado lejos. ¿Qué dirá por ejemplo La Caixa? Pero los políticos, que son los que tendrían que hablar y negociar con discreción, no están dispuestos a hacer su trabajo de rebajar las tensiones, negociar, ofrecer alternativas de pactos fiscales, compensaciones a los agravios, arreglo en los presupuestos, rebajas en el déficit, etcétera. Si la burguesía catalana ha sido siempre pactista desde el fondo de los tiempos ¿por qué ahora iba a actuar de otra manera, poniendo en riesgo su economía, su integración en la Unión Europea, la pérdida del euro, etcétera?
La crisis ha dejado secuelas pero las movilizaciones callejeras denotaban algo más que un estado de agravio. ¿Por qué el proceso de la desafección a España ha tenido tal éxito? En su día Rodríguez Zapatero admitió la reforma del Estatut y sembró la noche de truenos. La mala resolución de aquel proyecto ya empezó a calentar los ánimos, agravado el asunto por la sentencia del Constitucional. De ahí que puede deducirse que la pólvora de las manifestaciones callejeras de cada 11 de septiembre se disparó. Hasta personas tan aparentemente equilibradas y dotadas de “seny” como Guardiola se entusiasman con el proyecto de la independencia,  única salida ante tanto agravio. ¿No podría ser que el proceso catalán va más allá del simple adoctrinamiento mesiánico y populista?
Artur Mas cree firmemente que los catalanes acabarán votando el 9 de noviembre. ¿Quién va a mandar tanques contra las urnas? Eso piensa. Y se explica: ¿qué pasará al día siguiente de la votación? ¿Y si ganara el No en lugar del Sí? “Quien gane debe pensar en todos”, añadió. “Tendría que haber muchos más síes que noes. O, al revés. Porque si con el 51 por ciento de los votantes ello no es suficiente para que gane la independencia, tampoco el 51 por ciento de noes significaría que gane el no. Gane quien gane, la diferencia debe ser significativa.”
La Generalitat ha impuesto un modelo lingüístico y cultural excluyente. Barcelona ya dejó de ser aquella ciudad bilingüe y abierta que tanto admirábamos por su modernidad, por su europeidad. Barcelona ahora es un huerto de los nacionalistas, y la inmersión lingüística significa que la historia fue reescrita y que la cultura española y el idioma común han pasado a ser víctimas del proceso. En los recreos los niños en el patio hablaban y se divertían en español. Pero la Generalitat no tardó en darse cuenta del proceso, y por ello ha impuesto profesores-vigilantes para que no se hable en la lengua colonial. Cierto que en la dictadura Cataluña tuvo peores infraestructuras que Madrid, es agobiante que para entrar en la Ciudad Condal tengas que pagar tropecientos peajes en las autopistas. Pero allí disfrutaron sus Olimpiadas con apoyo de todos y ahora ellos también tienen AVE, buen metro, unos mejores ferrocarriles de cercanías. Sin embargo, esta Constitución de 1978 acabó alentando los procesos separatistas, porque los nacionalistas nunca tienen bastante. En el País Vasco hay aparente paz pero el pistolero Artur Mas amenaza con el dedo en el gatillo y cree que, igual que en Crimea, los hechos consumados serán suficientes para declarar la independencia después del 9-N. Qué fácil. ¿Y el Barcelona se quedará jugando la Liga Catalana con el Girona, el Manresa y el Sabadell?

sábado, 15 de marzo de 2014

¿Es usted de origen judío? Lista de 5000 apellidos españoles extraídos de los procesos de la Inquisición, los censos de las juderías y otras fuentes históricas


* Apellidos Sefardíes (Enviado por José M. Balbuena)
 
*Abad, Abadía, Abarca, Abastos, Abaunza, Abbot, Abdallá, Abdalah, Abdallah, Abdelnour, Abdo, Abea, Abel, Abela, Abelado, Abella, Abellán, Abendaño, Abou, Abraham, Abrahams, Abrahán, Abrego, Abreu, Abrigo, Abril, Abufelo, Abugadba, Aburto, Acabal, Acebal, Acedo, Acevedo, Acosta, Acuña, Adames, Adamis, Adanaque, Adanis, Adis, Aedo,Agababa, Agámez, Agayón, Agrazal, Agreda, Aguayo, Agudelo, Agüero, Aguiar, Aguilar, Aguilera, Aguiluz, Aguilve, Aguinaga, Aguirre, Agurto,Agustín, Ahuja, Ahumada, Aiello, Aiza, Aizprúa, Aizpurúa, Alache, Alama,Alan, Alani, Alanis, Alanís, Alaniz, Alarcón, Alas, Alavez, Alayón, Alba, Albarello, Albarracín, Albelo, Albenda, Alburola, Alcaíno, Alcanzar, Alcázar, Alcazar, Alcibar, Alcócer, Alcóser, Alcóver, Alcózer, Aldana, Aldaña, Aldapa, Aldecoba, Alderrama, Alegría, Alejos, Alemán, Alexander, Alexandre, Alfaro, Alfonso, Algaba, Alguera, Aliaga, Alicama, Alier, Alizaga, Allan, Allon, Alluín, Almanza, Almanzar, Almanzo, Almaraz, Almazan, Almeida, Almendares, Almendárez, Almendáriz, Almengor, Almonte, Aloisio, Aloma, Alomar, Alonso, Alonzo, Alpírez, Alpízar, Altamirano, Altenor, Alterno, Altino, Altonor, Alva, Alvarado, Alvarenga, Alvares, Álvarez, Alvaro, Alvear, Alverde, Alvergue, Alvir, Alzate, Amado, Amador, Amalla, Amaris, Amaya, Amor, Amora, Amores, Amoros, Ampie, Ampié, Ampiée, Ampiee, Anaya, Anchetta, Anchez, Anchía, Anchieta, Andia, Andino, Andrade, André, Andrés, Andujar, Andújar, Andujo, Angele, Angelini, Anglada, Angulo, Anice, Anjos,
52 Umaña Rojas, Conrado R., Dr. Heredia, Costa Rica.
A
80
Ansorena, Antelo, Antero, Antezana, Antich, Antillón, Antón, Antúnez, Anzora, Aparicio, Apolinar, Apollonio, Aponte, Aquiles, Aquino, Aragón, Aragones, Aragonés, Araica, Arana, Arancibia, Aranda, Arando, Arango, Aranjo, Araque, Arata, Araujo, Araus, Arauz, Araya, Arbaiza, Arballo, Arbelo, Arbizu, Arbizú, Arboleda, Arburola, Arca, Arcarate, Arce, Arceyudh, Arceyut, Arceyuth, Arcia, Arcía, Arciniegas, Ardila, Ardín, Ardón, Ardonnix, Areas, Arellano, Arena, Arenas, Arévalo, Argudo, Arguedas, Argüelles, Argüello, Argueta, Arguijo, Arias, Ariasdes, Arica, Arie, Ariño, Arispe, Arista, Ariza, Arjona, Armada, Armas, Armenta, Armento, Armeras, Armesto, Armijo, Arnáez, Arnau, Arnesto, Anuelo, Arnuero, Arone, Arosemena, Arquín, Arrazola, Arrea, Arredondo, Arreola, Arriaga, Arriagada, Arrieta, Arriola, Arrocha, Arroliga, Arrollo, Arrone, Arrones, Arronés, Arronez, Arronis, Arroniz, Arroyave, Arroyo, Arrubla, Artavia, Arteaga, Artecona, Artiaga,Artiga, Artiles, Artiñano, Artola, Artolozaga, Aruj, Aruizu, Arze, Arzola, Ascante, Ascencio, Asch, Asencio, Asero, Así, Asís, Aspirita, Astacio, Astete, Astorga, Astorquiza, Astúa, Asturias, Asunción, Asusema, Atehortúa, Atein, Atencio, Atensio, Atiensa, Atienza, Augusto, Ávalos, Avelar, Avellán, Avendaño, Ávila, Avilés, Avilez, Ayala, Ayales, Ayara, Ayarza, Aybar, Aycinena, Ayerdis, Aymerich, Azar, Azaria, Asofeifa, Azqueta, Azua, Azúa, Azuar, Azucena, Azul, Azuola, Azurdia.
81
Babb, Babar, Baca, Bacca, Bacigalupo, Badilla, Bado, Báez, Baeza, Baidal, Bairnales, Baizan, Bajarano, Balarezo, Baldares, Balday, Baldelomar, Balderas, Balderrama, Balderramos, Baldí, Baldi, Baldioceda, Baldivia, Baldizón, Balladares, Ballar, Ballard, Ballester, Ballestero, Ballesteros, Ballón, Balma, Balmaceda, Balmacera, Balon, Balser, Baltodano, Banegas, Banet, Banilla, Baños, Bañuelos, Baquedano, Baquero, Baradín, Baraen, Barahoma, Barahona, Barajas, Baraquiso, Barat, Barba, Barbagallo, Barbagebra, Bárbara, Barbena, Barben, Barberena, Barbosa, Barboza, Barcelas, Barcelata, Barcenas, Barcia, Bardayan, Barguil, Barillas, Barletta, Baro, Barón, Barquedano, Barquero, Barquette, Barra, Barracosa, Barrante, Barrantes, Barraza, Barreda, Barrenechea, Barrera, Barrero, Barreto, Barrias, Barrientos, Barriga, Barrio, Barrionuevo, Barrios, Barroso, Barrot, Barrott, Barrundia, Barsallo, Bart, Bartal, Barteles, Bartels, Barth, Barvas, Baruch, Basadre, Basán, Basilio, Basti, Bastida, Bastos, Bastti, Batalla, Batán, Batista, Batres, Bautista, Bauzid, Baviera, Bayo, Bazán, Bazo, Beatriz, Becancur, Becerra, Becerril, Bedolla, Bedoya, Beeche, Beeché, Beingolea, Beita, Bejarano, Bejos, Bel, Belette, Belgrave, Bellanero, Bellido, Bello, Belloso, Belmonte, Beltrán, Beltre, Benach, Benambourg, Benambugr, Benambur, Benavente, Benavides, Benavídez, Benda, Bendaña, Bendig, Bendij, Benedictis, Beneditt, Benevides, Bengoechea, Benites, Benítez, Benito, Benzón, Berasaluce, Berciano, Berdasco, Berdugo, Berenzón, Bermejo, Bermeo, Bermudes, Bermúdez, Bernadas, Bernal, Bernardo, Bernat, Berrios,Berríos, Berrocal, Berrón, Bertel, Bertrán, Betancort, Bentancourt, Betancourth, Betancur, Betancurt, Beter, Beteta, Bethancourt, Betrano, Better, Biamonte, Binda, Blanco, Blandino, Blando, Blandón, Blau, Blum, Bobadilla,
B
82
Bodán, Bogán, Bogantes, Bogarín, Bohorguez, Bohorquez, Bojorge, Bolaños, Bolívar, Bonice, Boniche, Bonichi, Bonilla, Borbas, Borbón, Borda, Bordallo, Borge, Borges, Borja, Borjas, Borjes, Borloz, Borras, Borrasé, Borredo, Borrero, Bosque, Botero, Boza, Bran, Bravia, Bravo, Brenes, Breve, Briceño, Brilla, Briones, Brito, Brizeño, Brizuela, Buencamino, Buendía, Bueno, Bueso, Buezo, Buga, Bugarín, Bugat, Bugria, Burgos, Burguera, Burgues, Burillo, Busano, Bustamante, Bustillo, Bustillos, Busto, Bustos, Buzano, Buzeta, Buzo.
83
Caamano, Caamaño, Cabada, Cabadianes, Cabal, Cabalceta, Caballero, Cabana, Cabaña, Cabeza, Cabezas, Cabistán, Cabral, Cabrera, Cabrerizo, Cáceres, Cadenas, Cadet, Cageao, Caicedo, Cairol, Cajas, Cajiao, Cajina, Cala, Calatayud, Calazán, Calcáneo, Caldas, Caldera, Calderón, Calero, Caliva, Calix, Calle, Calleja, Callejas, Callejo, Calles, Calvo, Calzada, Camacho, Camaño, Camarena, Camareno, Camarillo, Cambronero, Camona, Campabadal, Campabadall, Campodónico, Campos, Canales, Canalias, Canas, Candamo, Candelaria, Candelario, Canejo, Canessa, Canet, Canetta, Canizales, Canizález, Canizares, Canno, Cano, Canossa, Cantarero, Cantero, Cantillano, Canto, Cantón, Cañas, Cañizales, Cañizález, Capón, Carabaguias, Carabaguiaz, Caranza, Caravaca, Carazo, Carbalda, Carballo, Carbonell, Carbonero, Carcache, Carcachi, Cárcamo, Carcedo, Carcía, Cárdenas, Cárdenes, Cardona, Cardos, Cardoso, Cardoza, Cardoze, Cares, Carias, Caridad, Carit, Carlos, Carmiol, Carmona, Carnero, Caro, Carpio, Carranza, Carrasco, Carrasquilla, Carreño, Carrera, Carreras, Carrillo, Carrión, Carrizo, Carro, Cartagena, Cartago, Cartín, Carvajal, Carvalho, Carvallo, Casa, Casaca, Casafont, Casal, Casanova, Casañas, Cásares, Casas, Casasnovas, Casasola, Cascante, Casco, Casorla, Cassasola, Cásseres, Castaneda, Castañeda, Castañedas, Castaño, Castañón, Castaños, Castelán, Castellano, Castellanos, Castellón, Casteñeda, Castiblanco, Castilla, Castillo, Castro, Catania, Cateres, Catón, Cavalceta, Cavaller, Cavallo, Cavanillas, Cavazos, Cavero, Cazanga, Ceba, Ceballos, Ceciliano, Cedeño, Cejudo, Celada, Celedón, Celís, Centella, Centeno, Cepeda, Cerceño, Cerda, Cerdas, Cerna, Cernas, Cerón, Cerpas, Cerros, Cervantes, Cervilla, Céspedes, Cevallos, Cevedo, Cevilla, Chabrol, Chacón, Chamarro, Chamorro, Chanquín, Chanta,
C
84
Chanto, Chavarría, Chavera, Chaverri, Chaves, Chávez, Chavira, Cheves, Chévez, Chica, Chicaiza, Chicas, Chilquillo, Chinchilla, Chinchillo, Chirino, Chirinos, Chocano, Choza, Cid, Cifuentes, Cintrón, Cisar, Cisne, Cisnero, Cisneros, Cisternas, Claro, Cleves, Cobaleda, Coe, Coello, Coen, Cohen, Coles, Colina, Colindres, Collado, Collina, Colom, Coloma, Colombo, Colomer, Concepción, Concha, Conde, Condega, Condes, Conedo, Conejo, Congosto, Conte, Contreras, Corales, Corao, Cordeiro, Cordero, Cordido, Córdoba, Cordón, Cordonero, Córdova, Cordoze, Corea, Corella, Cornavaca, Cornejo, Corona, Coronado, Coronas, Coronel, Corrales, Correa, Corredera, Corro, Corta, Cortaberría, Cortés, Cortez, Cortinez, Cortissoz, Corvera, Cosio, Cosiol, Cosme, Cossio, Costa, Cotera, Coto, Crespo, Crispín, Crispino, Cruces, Cruz, Cuadra, Cuadrado, Cuan, Cuaresma, Cuarezma, Cuarta, Cubas, Cubenas, Cubero, Cubías, Cubias, Cubilla, Cubillo, Cubillos, Cubria, Cuebas, Cuellar, Cuéllar, Cuello, Cuenca, Cuendis, Cuernavaca, Cuervo, Cuesta, Cueva, Cuevas, Cuevillas, Cunill, Cunillera, Curbelo, Curco, Curdelo.
85
Da Costa, Da Silva, Dacosta, D’Acosta, Dalorso, Dalorzo, Dalsaso, Damaceno, Damito, Daniel, Daniels, Dapuerto, Dapueto, Darce, Darche, Darcia, Darío, Dasadre, Dasilva, Dávalos, David, Dávila, Davis, D’Avola, De Abate, De Aguilar, De Alba, De Alvarado, De Benedictis, De Briones, De Camino, De Castro, De Céspedes, De Espeleta, De Ezpeleta, De Falco, De Faria, De Franco, De Jesús, De Jorge, De Juana, De La Cruz, De La Cuesta, De La Espriella, De La Fuente, De La Garza, De La Guardia, De La Herran, De La Hormaza, De La Jara, De La Mata, De La Nuez, De La O, De La Osa, De La Ossa, De La Paz, De La Peña, De La Rocha, De La Rosa, De La Selva, De La Teja, De La Torre, De La Trava, De La Vega, De Largaespada, De Las Casas, De Las Cuevas, De Las Heras, De Lemos, De León, De Lev, De Lima, De López, De Luz, De Miguel, De Miranda, De Moya, De Odio, De Óleo, De Ona, De Oña, De Paco, De Paredes, De Pass, De Paz, De Pazos, De Pedro, De Pinedo, De Prado, De Rayo, De Sárraga, De Sá, De Trinidad, De Ureña, De Vega, De Yglesias, Del Barco, Del Barrio, Del Bello, Del Busto, Del Carmen, Del Castillo, Del Cid, Del Pilar, Del Pimo, Del Río, Del Risco, Del Socorro, Del Solar, Del Valle, Delatolla, Delgadillo, Delgado, Deliyore, Dellale, Dellanoce, Delso, Delvo, Dengo, Denis, Dennis, Detrinidad, Devanda, Devandas, Devoto, Dias, Díaz, Díez, Díjeres, Díjerez, Dimas, Dinares, Dinarte, Discua, Doblado, Dobles, Dodero, Dalmus, Dalmuz, Domingo, Domínguez, Donado, Donaire, Donato, Doña, Doñas, Donzón, Dorado, Dormos, Dormuz, Doryan, Duar, Duares, Duarte, Duartes, Duenas, Dueñas, Duque, Duque Estrada, Durall, Durán, Durante, Duval, Duvall, Duverrán.
D
86
Echandi, Echavarría, Echeverri, Echeverría, Eduarte, Egea, Elías, Eligia, Elizalde, Elizonda, Elizondo, Elmaleh, Emanuel, Enrique, Enriques, Enríquez, Eras, Erazo, Escabar, Escalante, Escamilla, Escarré, Escobar, Escobedo, Escocia, Escorriola, Escosia, Escoto, Escovar, Escribano, Escude, Escudero, España, Esparragó, Espelerta, Espeleta, Espinach, Espinal, Espinales, Espinar, Espino, Espinosa, Espinoza, Espitia, Esquivel, Esteban, Esteves, Estévez, Estrada, Estrella.
E
87
Faba, Fabara, Fabián, Fábrega, Fabregat, Fabres, Facio, Faerrón, Faeth, Faiges, Fait, Faith, Fajardo, Falco, Falcón, Falla, Fallas, Farach, Farah, Fargas, Farias, Farías, Faries, Fariña, Fariñas, Farrach, Farrer, Farrera, Farrier, Fatjo, Fatjó, Faundez, Faune, Fava, Fazio, Fermández, Fermán, Fernandes, Fernández, Fernando, Ferrada, Ferrán, Ferrando, Ferraro, Ferreira, Ferreiro, Ferrer, Ferrero, Ferris, Ferro, Ferros, Fiallos, Fictoria, Fidalgo, Fierro, Figueiredo, Figuer, Figueras, Figueres, Figueroa, Filomena, Fletes, Fletis, Flores, Fonseca, Font, Forero, Formoso, Fornaguera, Fraga, Fraguela, Francés, Frances, Francesa, Francia, Francis, Franco, Fray, Frayle, Freer, Freira, Fresno, Freyre, Frías, Frutos, Fuentes, Fumero, Funes, Funez, Fúnez, Fuscaldo, Fusco.
F
88
Gabriel, Gadea, Gaete, Gago, Gainza, Gaitán, Galacia, Galagarza, Galán, Galarza, Galaviz, Galba, Galcerán, Galeano, Galeas, Galeno, Galera, Galiana, Galiano, Galindo, Galino, Galiñanes, Gallardo, Gallegas, Gallegos, Gallo, Galo, Galtés, Galván, Gálvez, Galvis, Gamarra, Gamazo, Gambo, Gamboa, Gámez, Garay, Garayar, Garbanzo, Garcés, García, Gardela, Gargollo, Garino, Garita, Garmendia, Garner, Garnier, Garreta, Garrido, Garro, Garrón, Garza, Garzel, Garzón, Garzona, Gaspar, Gateno, Gateño, Gavarrete, Gavilán, Gaviria, Gavosto, Gayoso, Gaytán, Gazel, Gazo, Geoyenaga, Gil, Gillén, Gilles, Giral, Giraldo, Giraldt, Giralt, Giro, Girón, Gladis, Goches, Góchez, Godines, Godínez, Godoy, Goic, Goicoechea, Goicuria, Goldenberg, Golfín, Gomar, Gómez, Gomis, Gondres, Góndrez, Góngora, Gonzaga, Gonzales, González, Gonzalo, Goñi, Gordon, Górgona, Goyenaga, Gracía, Gracias, Gradis, Grajal, Grajales, Grajeda, Grana, Granada, Granados, Granda, Grandoso, Granera, Granizo, Granja, Graña, Gras, Grau, Greco, Greñas, Gridalva, Grigoyen, Grijalba, Grijalda, Grijalva, Grillo, Guadamuz, Guadrón, Guajardo, Guardado, Guardano, Guardia, Guardián, Guardiola, Guarín, Guasch, Gudino, Gudiño, Güel, Güell, Güendel, Güendell, Guerra, Guerrero, Guevara, Guido, Guie, Guier, Guifarro, Guilá, Guillarte, Guillén, Guillermet, Guillermo, Guilles, Güillies, Guillies, Guillis, Guilloch, Guiménez, Guindos, Guitiérrez, Guitta, Guix, Gulubay, Gunera, Guntanis, Gurdián, Gurrero, Gurrola, Gustavino, Gutiérrez, Guzmán.
G
89
Haba, Habibe, Haenz, Harrah, Hénchoz, Henríquez, Henrriquez, Herdocia, Heredia, Herencia, Heríquez, Hermann, Hermosilla, Hernández, Hernando, Hernánez, Herra, Herradora, Herrán, Herrera, Herrero, Hevia, Hidalgo, Hierro, Hincapié, Hinostroza, Horna, Hornedo, Huerta, Huertas, Huete, Huezo, Hurtado, Hurtecho.
H
90
Ibáñez, Ibarra, Ibarras, Icaza, Iglesias, Ilama, Incapié, Incer, Incera, Inceras, Inces, Infante, Iracheta, Iraheta, Irastorza, Irias, Iribar, Irigaray, Irola, Isaac, Isaacs, Israel, Ivañez, Izaba, Izaguirre, Izandra, Iznardo, Izquierdo, Izrael, Izurieta.
II
91
Jácamo, Jacobo, Jácome, Jácomo, Jaen, Jáenz, Jara, Jaramillo, Jarquín, Jarrín, Jerano, Jerez,
Jiménez, Jimera, Jinesta, Jirón, Joseph, Jovel, Juárez, Junco, Juncos, Jurado.
JJ
92
Kaminsky, Klein, Kuadra.
K
93
La Barca, Labra, Lacarez, Lacayo, Lafuente, Lago, Lagos, Laguardia, Laguna, Lain, Laine, Lainez, Laitano, Lamas, Lamela, Lamicq, Lamugue, Lamuza, Lancho, Lanco, Landazuri, Lández, Lanuza, Lanza, Lanzas, Lapeira, Laporte, Laprade, Lara, Lares, Largaespada, Largo, Larios, Larrabure, Larrad, Larragan, Larragán, Larraguivel, Lasa, Lasantas, Láscares, Láscarez, Láscaris, Lasso, Lastra, Lastreto, Latiff, Latino, Latorraca, Laurito, Laverde, Lázaro, Lázarus, Lázcares, Lazo, Lazzo, L’Calleja, Leal, Leandra, Leandro, Ledezma, Ledo, Leitón, Leiva, Lejarza, Lemmes, Lemos, Lemus, Lemuz, Leñero, León, Lépiz, Levi, Leytón, Leyva, Lezama, Lezana, Lezcano, Lhamas, Lieberman, Lima, Linares, Linarte, Lindo, Lines, Líos, Lira, Lizama, Lizana, Lizano, Lizarme, Llabona, Llach, Llado, Llamazares, Llamosas, Llano, Lanos, Llanten, Llaurado, Llerena, Llibre, Llinas, Llobet, Llobeth, Llorca, Llorella, Llorens, Llorente, Llosent, Lloser, Llovera, Llubere, Loáciga, Loáiciga, Loáisiga, Loaissa, Loaiza, Lobo, Loeb, Loew, Loinaz, Lombardo, Londoño, Lope,Lopes, Lopera, López, Lopezlage, Loprete, Lora, Loredo, Lorente, Lorenz, Lorenzana, Lorenzen, Lorenzo, Loría, Lorío, Lorio, Lorz, Losada, Losilla, Louk, Louzao, Loynaz, Loza, Lozano, Luarca, Lucas, Lucena, Lucero,Lucke, Lugo, Luis, Luján, Luna, Lunaza, Luque, Luquez.
L
94
Macaya, Macedo, Maceo, Machado, Machín, Machuca, Macia, Macias, Macías, Macís, Macre, Macrea, Madariaga, Maderos, Madinagoitia, Madrano, Madrid, Madriga, Madrigal, Madril, Madriz, Maduro, Magalhaes, Magallón, Magaña, Magdalena, Maguiña, Mahomar, Maikut, Maingot, Mairena, Maisonave, Maita, Majano, Majarres, Malaga, Maldonado, Malé, Malespín, Malestín, Maltés, Maltez, Malvarez, Manavella, Mancheno, Mancia, Mancía, Mandas, Mangaña, Mangas, Mangel, Manjarres, Mans, Mansalvo, Mansilla, Manso, Mantanero, Mantica, Mantilla, Manuel, Manzanal, Manzanares, Manzano, Manzur, Marabiaga, Maradiaga, Marbes, Marbis, Marcenaro, March, Marchena, Marcia, Marcías, Marcillo, Marcos, Mardones, Marenco, Margules, María, Marichal, Marín, Marinero, Marino, Mariñas, Mariño, Marot, Maroto, Marqués, Marquez, Marreco, Marrero, Marroquín, Marsell, Marte, Martell, Martén, Martens, Martí, Martin, Martínez, Martins, Marvez, Mas, Masía, Masís, Maso, Mason, Massuh, Mastache, Mata, Matamoros, Matarrita, Mate, Mateo, Matera, Mateus, Matías, Matos, Mattus, Mattuz, Matul, Matus, Matute, Maurel, Maurer, Mauricio, Mauro, Maynard, Maynaro, Maynart, Mayo, Mayor, Mayorga, Mayorquín, Mayre, Mayrena, Maza, Mazariegos, Mazas, Mazín, Mazón, Mazuque, Mazure, Medal, Mederano, Mederas, Medeiros, Medina, Medinilla, Medoza, Medrano, Meira, Mejía, Mejías, Melara, Meléndez, Melgar, Melgarrejo, Mellado, Melo, Membreño, Mena, Menayo, Menchaca, Mendea, Méndez, Mendiantuba, Mendieta, Mendiola, Mendives, Mendivil, Mendoza, Mendreño, Menéndez, Meneses, Menjibar, Menjivar, Menocal, Meono, Meoño, Merayo, Meraz, Merazo, Merazzo, Mercado, Mercelina, Mercer, Mergarejo, Mérida, Merino, Merizalde, Merlo, Mesa, Mesales, Mesalles, Meseguer, Mesén, Messeguer,
M
95
Mestayer, Meszaros, Meza, Michelena, Michelino, Micillo, Miguez, Mijangos, Mijares, Milanés, Milano, Millet, Mina, Minas, Minero,Miño, Miqueo, Miraba, Miralles, Mirambell, Miramontes, Miranda, Miro, Mirquez, Mitja, Mitjavila, Mizrachi, Mojarro, Mojica, Molestina, Molian, Molín, Molina, Molinero, Molleda, Mollinedo, Mollo, Moncada, Mondol, Mondragón, Moneda, Moneiro, Monestel, Monga, Mongalo, Móngalo, Monge, Mongillo, Monguillo, Monjarres, Monjarrez, Monjica, Monserrat, Montagné, Montalbán, Montalbert, Montalto, Montalván, Montalvo, Montana, Montanaro,Montandón, Montano, Montealegre, Montealto, Montecino, Montecinos,Monteil, Montejo, Montenaro, Montenegro, Montero, Monterosa, Monteroza,Monterrey, Monterrosa, Monterroso, Montes, Monterinos, Monteverde, Montiel, Montier, Montoya, Monturiol, Mora, Moraes, Moraga, Morales, Morán, Morazán, Moreira, Morejón, Morena, Moreno, Morera, Moriano, Morice, Morillo, Morín, Moris, Morise, Moro, Morote, Moroto, Morraz, Morúa, Morún, Morux, Morvillo, Moscarella, Moscoa, Moscoso, Mosquera,Motta, Moxi, Moya, Mozquera, Mugica, Muiña, Muir, Mulato, Munera, Mungía, Munguía, Munive, Munizaga, Muñante, Muñiz, Muñoz, Murcia, Murgado, Murgas, Murias, Murillo, Murilo, Muro, Mussap, Mussapp, Mussio, Mustelier, Muxo.
96
Naim, Naira, Nájar,Nájares, Najarro, Nájera, Nájeres, Naranjo, Narvaes, Narváez, Nasralah, Nasso, Navaro, Navarrete, Navarrette, Navarro, Navas, Nayap, Nazario, Nema, Nemar, Neyra, Nieto, Nino, Niño, Noble, Noboa, Noel, Nogebro, Noguera, Nomberto, Nora, Noriega, Norza, Nova, Novales, Novo, Novoa, Nuevo, Nuez, Nunga, Núñez.
N
97
Obaldía, Obanbo, Obando, Obares, Obellón, Obon, Obrego, Obregón, Ocampo, Ocampos, Ocaña, Ocaño, Ocario, Ochoa, Ocón, Oconitrillo, Ode, Odio, Odir, Odóñez, Odor, Oduber, Oguilve, Ojeda, Okarlo, Okendo, Olarte, Olaso, Olaverri, Olazaba, Olguín, Oliva, Olivar, Olivares, Olivárez, Olivas, Oliver, Olivera, Oliverio, Olivier, Oliviera, Olivo, Oller, Olmeda, Olmedo, Olmo, Olmos, Omacell, Omodeo, Ondoy, Onetto, Oñate, Oñoro, Oporta, Oporto, Oquendo, Ora, Orama, Oramas, Orantes, Ordeñana, Ordoñes, Ordóñez, Orduz, Oreamuno, Oreas, Oreiro, Orella, Orellana, Orfila, Orias, Orios, Orjas, Orjuela, Orlich, Ormasis, Ormeño, Orna, Ornes, Orochena, Orocu, Orosco, Orozco, Ortega, Ortegón, Ortiz, Ortuño, Orve, Osante, Oseda, Osegueda, Osejo, Osequeda, Oses, Osorio, Osorno, Ospina, Ospino, Ossa, Otalvaro, Otárola, Otero, Oto, Otoya, Ovares, Ovarez, Oviedo, Ozerio, Ozores, Ozuno.
O
98
Pabón, Pacheco, Paco, Padilla, Páez, Paguaga, País, Países, Paiz, Pajuelo, Palacino, Palacio, Palacios, Palaco, Paladino, Palazuelos, Palencia, Palma, Palomar, Palomino, Palomo, Pamares, Pampillo, Pana, Pandolfo, Paniagua, Pantigoso, Pantoja, Paña, Papez, Parada, Parado, Parajeles, Parajón, Páramo, Pardo, Paredes, Pareja, Pares, París, Parra, Parrales, Parreaguirre, Parriles, Parrilla, Pasamontes, Pasapera, Pasos, Passapera, Pastor, Pastora, Pastrán, Pastrana, Pastrano, Patiño, Patricio, Paut, Pauth, Pavez, Pavón, Paz, Pazmiño, Pazos, Pedraza, Pedreira, Pedreiro, Pedroza, Peinador, Peinano, Peláez, Pellas, Pellecer, Pena, Penabad, Penado, Pendones, Penón, Penso, Peña, Peñaloza, Peñaranda, Peñas, Peñate, Penzo, Peñón, Peraldo, Perales, Peralta, Peraza, Perdomo, Perea, Perearnau, Pereira, Pereiras, Perera, Pereyra, Pérez, Perezache, Pergo, Pericón, Perla, Perlaza, Pessoa, Peynado, Peytrequín, Pezo, Picado, Picasso, Picavea, Pichardo, Pico, Picón, Piedra, Piedrafita, Pila, Pilarte, Pimente, Pina, Pinada, Pinagel, Pinagen,Pinar, Pincai, Pincay, Pinchinat, Pineda, Pinel, Pinell, Piney, Pinillos, Pinkay,Pino, Pintado, Pinto, Pinzas, Piña, Piñar, Piñate, Piñeiro, Piñeres, Pinzón, Pío, Pion, Piovano, Piovet, Pitalva, Piza, Pizarro, Pla, Plá, Placeres, Pláceres, Plácido, Placidón, Plaja, Platero, Poblador, Poblete, Pocasangre, Pochet, Podoy, Pokoy, Pol, Polamo, Polo, Polonio, Poma, Pomar, Pomareda, Pomares, Ponares, Ponce, Pontigo, Pool, Porat, Porquet, Porras, Porta, Portela, Porter,Portero, Portilla, Portillo, Portobanco, Portocarrera, Portugués, Portuguez, Posada, Posla, Poveda, Povedano, Pozo, Pozos, Pozuelo, Prada, Pradella, Pradilla, Prado, Prat, Pratt, Pravia, Prendas, Prendis, Pretiz, Prettel, Prieto, Prietto, Primante, Prior, Prioto, Privatt, Procupez, Puente, Puentes, Puertas, Puga, Puig, Pujo, Pujol, Pulido, Pulis, Pull, Pulles, Pupo, Purcallas.
P
99
Quedo, Queralt, Queredo, Querra, Quesada, Quevedo, Quezada, Quiel, Quijada, Quijano, Quinaz, Quinde, Quino, Quintana, Quintanilla, Quinter, Quintero, Quinto, Quiñones, Quiñónez, Quirce, Quiroga, Quirós, Quiroz.
Q
100
Raa, Raabe, Raba, Rabetta, Raga, Raigada, Raigosa, Ramírez, Ramón, Ramos, Randel, Randuro, Rangel, Raphael, Rauda, Raudes, Raudez, Raventos, Raventós, Raygada, Rayo, Rayos, Real, Reales, Reazco, Recinos, Recio, Redondo, Regaño, Regidor, Regueira, Regueyra, Reich, Reina, Renderos, Rendón, Reñazco, Repeto, Repetto, Requene, Requeno, Requeño, Rescia, Resenterra, Restrepo, Retana, Reuben, Revelo, Revilla, Revollar, Revollo, Rey, Reyes, Reyna, Riba, Ribas, Ribera, Ribero, Ricardo, Ricaurte, Riera, Rileva, Rincón, Río, Ríos, Riotte, Rivalta, Rivardo, Rivas, Rivel, Rivera, Rivero, Riverón, Riveros, Rizo, Roa, Roba, Robelo, Roble, Robles,Robleto, Roboz, Roca, Rocabado, Rocca, Roch, Rocha, Roda, Rodas, Rodesma, Rodesno, Rodezno, Rodó, Rodo, Rodrigo, Rodríguez, Roe, Roig, Rois, Rojas, Rojo, Roldán, Romagosa, Román, Romano, Romero, Roque, Rosa, Rosabal, Rosales, Rosas, Rouillón, Rovillón, Rovira, Roviralta, Roy, Royo, Roys, Rozados, Rozo, Ruano, Rubí, Rubia, Rubín, Rubino, Rubio,Rucavado, Rudín, Rueda, Rugama, Rugeles, Ruh, Ruilova, Ruin, Ruiz, Romoroso, Russo.
R
101
Saavedra, Saba, Sabah, Saballo, Saballos, Sabat, Sabate, Sabba, Sabín, Sabogal, Saborío, Saboz, Sacasa, Sacida, Sada, Sadaña, Sáenz, Saer, Saerron, Sáez, Safiano, Sage, Sagel, Sagot, Sagreda, Saguero, Sala, Salablanca, Salamanca, Salas, Salazar, Salbavarro, Salcedo, Salcino, Saldaña, Saldivar, Salgada, Salgado, Salguera, Salguero, Saliba, Salinas, Salmerón, Salmón, Salom, Salomón, Salumé, Salume, Salustro, Salvado, Salvatierra, Salvo, Samaniego, Sambrana, Samper, Samudio, Samuel, San Gil, San José, San Juan, San Martín, San Román, San Silvestre, Sanabria, Sanahuja, Saname, Sanamucia, Sanarrusia, Sánchez, Sancho, Sandí, Sandigo,Sandino, Sandoval, Sandria, Sandy, Sanga, Sangil, Sanjines, Sanjuan, Sansebastián, Sansilvestre, Sanson, Sansores, Santa Ana, Santa Cruz, Santa María, Santacruz, Santamaría, Santana, Santander, Santiago, Santibanes, Santiesteban, Santillán, Santín, Santisteban, Santoanastacio, Santos, Sanvicente, Sanz, Saraiva, Saravanja, Saravia, Sardinas, Sardiñas, Sariego, Sarmiento, Sárraga, Sarratea, Sarraulte, Sarria, Sas, Sasso, Satjo, Sauceda, Saucedo, Sauza, Savala, Savallos, Savedra, Savinón, Saxón, Sayaguez, Scriba, Seas, Seballos, Secades, Secaida, Seco, Sedano, Sedo, Segares, Segovia, Segreda, Segura, Sehezar, Selaya, Selles, Selva, Selvas, Semerawno, Semeraro, Sepúlveda, Sequeira, Sermeño, Serra, Serracín, Serrano, Serrato,Serraulte, Serru, Serrut, Servellón, Sevilla, Sevillano, Sibaja, Sierra, Sieza, Sigüenza, Siguenza, Siles, Siliezar, Silva, Silvera, Silvia, Simana, Simón, Sinchico, Sio, Sion, Siri, Sirias, Siverio, , Siz, Sobalvarro, Sobrado, Sojo, Sol, Solana, Solano, Solar, Solares, Solarte, Soldevilla, Solé, Solemne, Soler, Solera, Soley, Solís, Soliz, Solno, Solo, Solórzano, Soltero, Somarriba, Somarribas, Somoza, Soria, Sorio, Soro, Sorto, Sosa, Sossa, Sosto, Sotela,
S
102
Sotelo, Sotillo, Soto, Sotomayor, Sotres, Souto, Soutullo, Sovalbarro, Soza, Suárez, Suazao, Suazo, Subia, Subiros, Subirós, Subisos, Succar, Sueiras, Suñer, Suñol, Surroca, Suyapa, Suzarte.
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Tabah, Tabares, Tablada, Tabor, Tabora, Taborda, Taco, Tagarita, Tagarró, Tal, Talavera, Taleno, Tamara, Tamargo, Tamayo, Tames, Tanchez, Tanco, Tapia, Tapias, Taracena, Tardencilla, Tarjan, Tarrillo, Tasara, Tate, Tato, Tavares, Tedesco, Teherán, Teijeiro, Teixido, Tejada, Tejeda, Tejos, Tellería, Telles, Téllez, Tello, Tellos, Tencio, Tenorio, Terán, Tercero, Terrade, Terrientes, Terrin, Terrín, Thames, Theran, Thiel, Thiele, Thuel, Tíjeres, Tijerino, Tinoco, Toala, Tobal, Tobar, Tobe, Tobella, Tobín, Tobón, Toledo, Toletino, Tomas, Tomás, Tomeu, Toribio, Torijano, Tormo, Toro, Torralba, Torre, Torrealba, Torregresa, Torregroza, Torrente, Torrentes, Torres, Tórrez, Tortós, Tortosa, Toruño, Tosso, Touma, Toval, Tovar, Trala, Traña, Traures, Travierzo, Travieso, Trediño, Treguear, Trejos, Treminio, Treviño, Triana, Trigo, Triguel, Triguero, Trigueros, Trilite, Trimarco, Trimiño, Triquell, Tristán, Triunfo, Troche, Trocanis, Troncoso, Troya, Troyo, Troz, Trueba, Truffat, Trujillo, Trullas, Trullás, Truque, Tula, Turcio, Turcios.
T
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Ubach, Ubao, Ubeda, Ubico, Ubilla, Ubisco, Ubizco, Ucanan, Ucañan, Ugalde, Ugarte, Ujueta, Ulacia, Ulate, Ulcigrai, Ulcigral, Ulecia, Uley, Ulibarri, Ulloa, Umaña, Umanzor, Ungar, Urain, Uralde, Urbano, Urbina, Urcuyo, Urdangarin, Urea, Urela, Ureña, Urgellés, Uriarte, Uribe, Uriel, Urieta, Uriza, Uroz, Urquiaga, Urra, Urraca, Urrea, Urroz, Urruela, Urrutia, Urtecho, Urunuela, Urzola, Usaga, Useda, Uva, Uveda, Uzaga, Uzcategui.
U
105
Vadivia, Vado, Valdelomar, Valderama, Valderrama, Valderramo, Valderramos, Valdés, Valdescastillo, Valdez, Valdiva, Valdivia, Valdivieso, Valencia, Valenciano, Valentín, Valenzuela, Valera, Valerín, Valerio, Vales, Valiente, Valladares, Vallarino, Vallcaneras, Valldeperas, Valle, Vallecillo, Vallecillos, Vallejo, Vallejos, Valles, Vallez, Valls, Vals, Valverde, Vanegas, Vaquerano, Vardesia, Varela, Varga, Vargas, Vargo, Varsi, Varsot, Vartanian, Varth, Vasco, Vasconcelos, Vasílica, Vásquez, Vassell, Vaz, Veas, Vedoba, Vedova, Vedoya, Vega, Vegas, Vela, Velarde, Velasco, Velásquez, Velazco, Velázquez, Vélez, Veliz, Venegas, Ventura, Vera, Verardo, Verastagui, Verdesia, Verdesoto, Vergara, Verguizas, Vertiz, Verzola, Vesco, Viales, Viana, Viatela, Vicario, Vicente, Vico, Víctor, Victores, Victoria, Vidaechea, Vidal, Vidales, Vidalón, Vidaorreta, Vidaurre, Videche, Vieira, Vieto, Vigil, Vigot, Vila, Vilaboa, Vilallobos, Vilanova, Vilaplana, Villar, Villareal, Villarebia, Villareiva, Villarreal, Villarroel, Villas, Villaseñor, Villasuso,Villatoro, Villaverde, Villavicencio, Villeda, Villegas, Villejas, Villena, Viloria, Vindas, Vindel, Vinueza, Viñas, Víquez, Viscaino, Viso, Vivallo, Vivas, Vivero, Vives, Vívez, Vivies, Vivó, Vizcaíno, Vizcayno.
V
106
Wainberg, Wolf.
W
107
Xatruch, Xirinachs, Xiques.
X
108
Yaacobi, Yanarella, Yanayaco, Yanes, Yepez, Yglesias, Yllanes, Yurica, Yzaguirre.
Y
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Zabala, Zabaleta, Zabate, Zablah, Zacarías, Zacasa, Zalazar, Zaldivar, Zallas, Zambrana, Zambrano, Zamora, Zamorano, Zamudio, Zamuria, Zapata, Zaragoza, Zárate, Zarco, Zaror, Zarzosa, Zavala, Zavaleta, Zayas, Zayat, Zecca, Zedan, Zegarra, Zelada, Zelaya, Zeledón, Zepeda, Zetina, Zonta, Zoratte, Zuleta, Zumba, Zumbado, Zúñiga, Zunzunegui.

jueves, 13 de marzo de 2014

"Locos", de Leopoldo Mª Panero: un homenaje a su memoria


Hace más de tres años en la Casa-Museo León y Castillo de Telde presentamos el libro "Locos", con poemas de Leopoldo María Panero y dibujos de Luis Arencibia. Panero fue un poeta importante, al que nos referimos en "Leopoldo María Panero: satánico, maldito, esquizofrénico, buen poeta", entrada de este blog publicada el 31 de enero de 2013. En homenaje al autor desaparecido, insertamos el texto de aquella difícil presentación: Leopoldo María no dejaba de interrumpir, salía a mear, bebía cocacola, fumaba como un descosido. Pero con paciencia y como homenaje a su indudable talento completamos la presentación, la más complicada de nuestra vida. Antonio González Padrón, director de la Casa, abrió el acto.

Parodiando al gran maestro Shakespeare, podríamos hacernos la fatídica pregunta de difícil respuesta: Estar loco o no estar loco, esa es la cuestión. Puede pensarse que todo es relativo, que nadie está completamente loco ni nadie está completamente cuerdo. Y desde que el mundo es mundo han marchado en estrecha relación la magia, la locura y el arte con un objetivo común: descubrir los secretos que esconde el misterio de la existencia humana y el misterio de la propia naturaleza, y ello sucede para plantear el ideal de trascendencia, esquivar la angustia de sabernos mortales, tratar de aportar algo de luz en medio de tanta oscuridad. Así las primeras pinturas rupestres tuvieron una función de exorcismo, si se representaban animales en las cuevas era con el deseo de que esos animales pudieran ser cazados por la tribu. Un loco acto de fe similar a cuando se saca en procesión a los santos para que llueva. En la Edad Media a los desequilibrados se les sentenciaba directamente a la hoguera, una forma de profilaxis muy querida por la Santa Inquisición. En el cuadro “La nave de los locos”, El Bosco hace una sátira contra esa locura colectiva del mundo: los hombres extraviados en sus obsesiones y lujurias olvidan el espíritu, y cantando, bebiendo y fornicando navegan sin rumbo. Más tarde los pintores expresionistas muestran con crudeza el desequilibrio emocional, recordemos el cuadro “El grito”, del noruego Eduard Munch, que nos golpea directamente con su deformidad expresiva. Para las letras y las artes, parece que la locura –es decir, la salida de uno mismo, la enajenación- es un elemento casi imprescindible, un elemento necesario, consustancial. Frida Khalo era una amargada bipolar, el pintor Pollock administraba su locura a base de mucho alcohol, otros ha habido que se han guiado por el opio o la cocaína. Foucault aseveraba que el arte empuja la locura, y la locura empuja al arte. Al mismo tiempo, el creador necesita que su disidencia interior, su impulso creativo, salga de su mente para de alguna manera –mediante esa terapia- volver al mundo de los ciudadanos “normales”, normales entre comillas.

Y es que la obra de arte nace del lado más impenetrable de nuestra existencia, del llamado inconsciente, y –como producto de ese impulso irracional- esa obra de arte brota de las pasiones, los miedos, los deseos, la necesidad, el instinto, el amor y el desamor, la vanidad, la ira, el gozo y el dolor de sentirse vivos. Ese profundo conflicto genera en el artista la fuerza de crear. En algunos casos esa pulsión creativa supera el control racional y provoca la locura, no olvidemos que el impulso de la genialidad está muy vinculado al impulso de salir de uno mismo, es decir: a la enajenación. Los creadores coquetean con la esquizofrenia y la paranoia: Van Gogh, Caravaggio, El Bosco, Dalí, James Joyce, Virginia Woolf, Edgar Allan Poe, Dostoievski, Strindberg, Artaud y un largo etcétera.

Para escribir o para pintar el creador necesita semanas, meses y años encerrado en una habitación, inventando palabras o colores. Se piensa que los novelistas son un poco esquizofrénicos pues necesitan dividir su mente en varios personajes. Suele creerse que los escritores tuvieron una infancia infeliz, una infancia que fue perdida demasiado pronto y por eso luego se proponen reflejar en sus libros esos años perdidos. Dice Alfredo Bryce Echenique que el 1 por ciento de los hombres de ciencia sufre depresión maníaca profunda, frente a un 41 por ciento de los novelistas. Y es que el trabajo creativo requiere de un inmenso y sostenido esfuerzo, de tal sacrificio personal y una dedicación tan excepcional que en todo ello podría estar el origen de sus graves consecuencias personales. El creador, el artista, es siempre un disidente de lo cotidiano. Alguien que se sitúa en el otro extremo de los valores aconsejables, de los códigos pragmáticos. Escribir o pintar no suelen producir buenas ganancias –salvo contadas excepciones-, pero el creador se siente irremediablemente atraído por desarrollar su obra, a pesar de ser consciente de que ganaría mucho más si pusiera un puesto de perros calientes en la esquina.

Siguiendo a Freud y al psicoanálisis, la literatura -y también la pintura- puede ser una forma organizada de delirio. Miedos, pesadillas, angustias y deseos alimentan la escritura, y el autor plasma en sus obras esos fantasmas. El escritor y el pintor pueden estar llenos de manías que harán las delicias de un psiquiatra, pero para escribir o para pintar con hondura hace falta lucidez y control sobre la obra; meterse en ciertas visiones, en obsesiones, y regresar de ellas construyendo algo bello o impactante para los demás. El escritor y el pintor se aíslan, se obsesionan, padecen malhumor, pero también disfrutan con lo que hacen. Escribir o pintar humanizan, y a veces estas actividades hacen que el creador consiga páginas y lienzos imperecederos como lo hizo Goya con sus Pinturas Negras.

Como decíamos en nuestro libro “El Neptuno de Melenara”, (Ayuntamiento de Telde, 2005) Luis Arencibia es un artista humilde y trabajador que ha hecho patria en Telde y Leganés. Al socaire de sus crisis personales, de los desgarramientos y las travesías del a las que en el transcurso de nuestra vida nos vemos obligados, de los procesos de rupturas y posteriores sosiegos, el artista ha caminado desde lo iconoclasta rompedor a la asunción de códigos más habituales, del desgarramiento tremendista hacia la confirmación de un mundo más sereno y armonioso, más sensual y relajante, sin duda también más esperanzado. Desde San Juan de la Cruz a Nietzsche, desde Baudelaire a Camus, desde Carlos Marx a Kafka y a los componentes de la Generación del 98 se ha ido conformando su pensamiento, de la misma manera que en el plano artístico figura su admiración por Durero, Grünewald, Miguel Angel, Leonardo da Vinci, Ricardo Baroja, Rodin y Solana. Como otros artistas, Arencibia ha pasado por etapas iniciales en las que requirió dar rienda suelta a vértigos y espasmos que daban vueltas en su interior. Por ello los primeros fueron años de trasgresión y rebeldía, momentos en que hizo guiños a su realismo fantasmagórico, la revoltura psicodélica y alucinada, los mensajes políticos, una intencionalidad satírica y un ejercicio de interpretación irónica casi fustigante. En su marcha desde sus primeras exposiciones individuales en pubs, el surrealismo gráfico, tras el cultivo de la provocación y el guiño terrorífico ha ido dando paso a un cierto sentimiento dramático acerca del destino de la humanidad, el retrato de los locos del manicomio de Leganés, la visión de los temores medievales y por último la aquiescencia de lo circundante, sobre lo cual aporta su visión renovadora, comprometida con el entendimiento antiespeculativo de los espacios urbanos y un humanismo progresista encaminado a regenerarlos. En su relación con el dibujante y pintor Andrés Rábago –también conocido como El Roto y Ops- Arencibia muestra una preocupación similar por la trascendencia y una reflexión filosófica ante la realidad, embarcados ambos en los trabajos de autoconocimiento que conlleva un humanismo de izquierdas, una especie de lucha contra la tendencia a autocomplacerse y a instalarse, y asimismo una permanente contestación hacia los miedos y las miserias que condicionan al subconsciente. No en vano el miedo es el núcleo esencial. Es el territorio que hay que expurgar, en el que realmente se dirimen las grandes batallas. La lucha contra el ego y todo lo que ello conlleva, es el verdadero territorio de la lucha de cada uno de nosotros, afirma Andrés Rábago, quien llega más allá cuando estima que dado que este sistema está abocado a su aniquilación y destrucción, hemos de trabajar en la relación trascendente con la naturaleza y también con nosotros mismos.

Tal como ya expresó Ernesto Carrión en su trabajo “Leopoldo María Panero y la muerte del sujeto en el mapa de la lírica contemporánea”, no creemos que Panero deba ser calificado como un poeta maldito, sino que es un poeta revolucionario, un escritor que pone al hombre frente al hombre sin pellejo, que le enseña su enfermedad, sus llagas y sus vísceras, todo aquello que el Hombre se ha encargado de ocultar, a través de la psiquiatría y otros repertorios moralizantes. Siempre reinventándose y autor de casi 40 libros, en los que consta poesía, cuentos de horror, novelas, ensayos, autobiografías y libros en conjunto, Panero se dio a conocer en la célebre antología de José María Castellet, Los nueve novísimos poetas españoles, en 1970. Su continua experimentación, su uso de la intertextualidad, su uso de temas obscenos le ha valido que la crítica oficial le haya dado la espalda, consolidando así su imagen y condición marginal. Sin embargo, a pesar de estar desplazado en España por la llamada “poesía de la experiencia”, Panero es un loco que vende. Su funcionalidad reside en colocar su poesía descarnada frente a esa poesía de un Yo cotidiano y tedioso, encerrado en circunstancias urbanas, esos escritores que a veces hablamos de nosotros mismos, de nuestra caspa o nuestra calvicie o la Viagra que necesitamos a cada instante, sin ahondar en los dramas del entorno, en la historia de tanta gente maltratada. Panero anda entre los surrealistas y Mallarmé, Leautreamont, Baudelaire, entre Poe, Blake, Lovecraft; éstos son los maestros. Palabra que es vómito, llaga, escupitajo, mierda. Palabra que es misa satánica, sexo salvaje, sadomasoquismo. Palabra de un visionario, un alcohólico, un drogata, un suicida en potencia y en acto. Un iluminado postromántico que procura causar horror y repugnancia:

                                      Ya que todo lo prostituí, aún puedo

                                      prostituir mi muerte y hacer

                                      de mi cadáver el último poema

 La vida es un amasijo de huesos y cagajones, un volcán de vómitos:

                                     La vida es un borracho

                                      una ebriedad de espanto

                                      un lugar en el cieno

                                      una ebriedad de loco

                                      que cae de mi boca, formando el poema

 
Y escribir es “la perfecta venganza”. La entrega al ejercicio del mal es el acto más puro que pueden hacer los humanos, ya que toda noción de bondad es una hipocresía insoportable. Como dicen los satanistas, sólo puede alcanzarse la santidad y la calma espiritual por el camino del máximo pecado y la suprema degradación humana.

El libro que hoy presentamos, “Locos”, de Leopoldo María Panero y Luis Arencibia (Cto Editorial, Madrid, 2008, 3ª edición) ilustra muy bien lo que llevamos diciendo.
 
                                     El poema es como un pus

                                      como el grito de mis ojos

                                      como la sombra en el suelo

                                      de Peter Pan, que los otros

                                      pisotean sin verla

                                      en el suelo del espíritu

                                      en el infierno aún más atroz de lo blanco

 Y también este otro fragmento:

                                      Un animal huye a través del laberinto

                                      dejando sólo un rastro de baba

                                      en que habita el poema

 Estos breves poemas (páginas 46 y 50) confirman la esencia de la poesía de Panero. “La definición de mi poesía es la de darle sentido a la locura, ponerla sobre el papel. Yo lo que reivindico es un derecho a otra vida, a una vida alternativo, que el capitalismo –o la sociedad occidental- no tolera. El capitalismo es como una cárcel con una torre en el centro desde donde se vigila el comportamiento de todos los presos. En el sistema no se puede tener más que una vida, que es la que se llama normalidad, y la normalidad, encima, es una cesación del sentido. La sociedad en el capitalismo es sin aventura. La aventura está prohibida”, afirma en el texto “El poeta solo”, páginas 115 y sucesivas.

Arencibia y Panero realizan un ejercicio de lucidez con este libro. De una parte los dibujos de Luis son esclarecedores, radiografías casi demoníacas de esos pozos de la mente, de esas torturas del cuerpo. Esos ojos saltones, esos ojos que se salen de sus órbitas, esas bocas desdentadas, esas mejillas hundidas, esos cabellos encrespados, esos miedos, esos resentimientos, esos odios incluso, toda esa orografía tan convulsa, tan deteriorada y a la misma vez tan esclarecedora, ha sido trasladada al lienzo con una exactitud apabullante. El propio Arencibia ha hecho su propio descenso a los infiernos y ha ascendido de ellos con mayor sabiduría demostrándonos de paso que es un magnífico retratista, diríamos que un perfecto rastreador de la condición humana. De otro lado, Panero nos trae sus versos que son ejecuciones sumarias al orden convencional de las cosas, voces de un Peter Pan que se negó a crecer hace mucho tiempo y que para sentirse vivo necesita provocar, fustigar, enardecer, escribir himnos a Satán. “Dios debe tener pánico en esta tierra, decididamente España no es un lugar para el espíritu”, dice. Como expresó Felicidad Blanch, madre del poeta, “la generación de Leopoldo es una generación atormentada. Una vez tuve la ocasión de ver su ficha policial y allí había de todo, era marxista, trotskysta, traficante y no sé qué más.” Leopoldo en la cárcel por comunista, Leopoldo en el manicomio por ser un loco lúcido, Leopoldo en los libros porque se impone ser individuo, es decir persona, es decir máscara de otra máscara que es su yo profundo. Si en nuestra sociedad todos estamos estandarizados, si casi nadie tiene entidad, si casi todos somos números vigilados por el Gran Hermano que nos anticipó Aldous Huxley en “Un mundo feliz”, Leopoldo es el enfermo que escapa y avanza en muchas direcciones, y se convierte en Narciso homicida que se autodestruye para recomponerse. Pasar la última frontera, atreverse a ser Judas Iscariote. Y, sin embargo, el poeta escandaloso es también el poeta que escribe bien, la voz que mejor retrata nuestras miserias. Como dice Panero, página 14:

                                      Cuadro tras cuadro

                                      se dibuja la misma figura,

                                      la de un hombre que ha perdido

                                      y se contempla, extraño Narciso, en el

                                               estiércol.

¿Qué es escribir sino vomitar recuerdos? El poeta se lo plantea y lo responde en este breve poema:

                                      Todos nosotros somos hombres libro

                                      y guardamos el secreto de la memoria

                                      de los secretos que nos persiguen sobre

                                                        la página

 
En resumen podríamos concluir que “Locos”, en esta nueva presentación, es un libro ampliado sobre las ediciones anteriores, a las que mejora sustancialmente pues aporta más retratos y más textos. Sólo nos queda, pues, felicitar a Luis Arencibia –por confirmarnos esta faceta suya de excelente retratista que ahonda en la expresión del retratado- y a Leopoldo María Panero –reconocido sin duda al día de hoy como uno de los poetas más importantes en lengua española- por este libro tan provocador como necesario, puesto que nos hace escarbar en los altibajos de la condición humana, en sus miserias y grandezas.

 
(Leído con motivo de la presentación del libro en la Casa-Museo León y Castillo, Telde, 2009. Fotos de Jesús Ruiz Mesa)