Todos los años, cada 21 de marzo, la UNESCO rinde homenaje a quienes mantienen viva la poesía como una de las expresiones más elevadas de la lengua y la cultura. La poesía es un canto de libertad, que permite afirmar la identidad por medio de la creación. La poesía es también el canto de nuestros sentimientos más profundos: «incluso sin saberlo, es poesía toda palabra que viene de la emoción», decía el poeta y diplomático brasileño João Cabral de Melo Neto. Con sus palabras y su ritmo, la poesía da forma a nuestros sueños de paz, justicia y dignidad, y nos da la fuerza y la voluntad de movilizarnos por ellos.
Todos los pueblos de la historia han desarrollado y practicado alguna forma de poesía, bien para transmitir oralmente sus conocimientos, sus mitos e historias -los Vedas y el Ramayana en la India, la Biblia de los hebreos, la Ilíada y la Odisea en Grecia y otros muchos textos filosóficos y religiosos-, bien para expresar sus sentimientos, hablar de la vida cotidiana, hacer frente a las adversidades o divertirse. En la actualidad, las formas contemporáneas de la poesía, desde el grafiti hasta el slam, permiten a los jóvenes adentrarse en su práctica y renovar la, y abren la puerta a un nuevo espacio de creación. Las formas cambian, pero el impulso poético permanece intacto. Shakespeare describía la poesía como «esa música que todo hombre lleva en sí» y, siglos después, el jazzista Herbie Hancock, Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO y designado profesor de poesía de la Universidad de Harvard de 2014, leerá precisamente su texto sobre «La sabiduría de Miles Davis», en el que evoca las afinidades entre la poesía, la literatura y la música.
Como expresión profunda del espíritu humano, como arte universal, la poesía es una herramienta de diálogo y acercamiento. Al dar acceso a la expresión auténtica de una lengua, la difusión de la poesía contribuye al diálogo entre las culturas y al entendimiento mutuo. Así lo comprobamos en el fervor con el que los pueblos celebran el patrimonio cultural inmaterial, las lenguas maternas y la diversidad cultural, ámbitos en los que la poesía desempeña siempre un papel fundamental. Por ello, la UNESCO alienta e insta a apoyar a los autores, traductores y artesanos de la poesía y a extraer de sus obras el gusto por la belleza y la inspiración para la paz.
Irina Bokova
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