lunes, 30 de abril de 2018

Mayo del 68, los años de la iniciación



Hace 50 años Francia era un país próspero y mandaba un general a quien Franco admiraba. Francia era un país que, con su Revolución a finales del XVIII, iluminó a Europa y al mundo, era la Ilustración, la novelística de Camus y el pensamiento disidente de Sartre, era Brigitte Bardot, Marguerite Yourcenar, era una gran literatura, era un cine diferente, Marguerite Duras, Françoise Sagan, la Nouvelle Vague, Jacques Brel, Juliette Gréco, Johny Holliday, Silvie Vartan y la Hardy, aquella chica que cantaba Tous les garçons et les filles. Francia nos enseñó el impresionismo, el existencialismo, el surrealismo, allí la Generación Perdida de EEUU, allí Picasso. Y, de pronto, en mayo estalló la revuelta: barricadas en las calles, pintadas anarquistas, algún muerto. Protestas contra la guerra de Vietnam que sacudieron las universidades en EEUU y Francia con su Vietnam particular, la guerra de Argelia. Los jóvenes cuestionaban la sociedad de consumo, el imperialismo y la política tras la segunda guerra mundial. En Nanterre, la periferia parisina, los estudiantes liderados por un joven alemán, Daniel Cohn-Bendit, denunciaron listas negras de alumnos, pedían residencias universitarias mixtas y nuevos métodos pedagógicos. La protesta se trasladó a la Sorbona y su rector recurrió a la policía, 600 detenidos y mucha violencia. Ardía el Barrio Latino, en el distrito quinto, gases lacrimógenos, cócteles molotov. Seamos realistas, pidamos lo imposible, dijo Herbert Marcuse. En solidaridad con los estudiantes, los sindicatos llamaron a la huelga general el 13 de mayo, el mayor paro de la historia del país.
La imaginación al poder, reclamaban los libertarios. Pero en la novela El gatopardo, de Lampedusa, el protagonista dice: Hace falta que algo cambie para que todo siga igual. Esto es lo que sucedió, casi todo siguió igual. Cierto que allí comenzó la movilización del feminismo, cierto que la izquierda encontró un referente que resultó volátil, en España seguimos padeciendo a nuestro dictador particular. En EEUU el movimiento hippie mandaba mensajes en favor de la vida comunitaria y contra la mentalidad burguesa, en México hubo movilizaciones y matanzas estudiantiles. Luego en Portugal vino la Revolución de los Claveles. Y seguimos admirando las libertades, el cine libre, la literatura libre, la sociedad tolerante. Mayo del 68 no fue una revolución pues el poder siguió en su sitio, pero sí tuvo repercusión en el plano de las costumbres. El capitalismo lo digiere todo, la vida lo tritura todo, el tiempo lo cura todo. ¿Fue un fracaso Mayo del 68? Sí, y no. ¿Acaso vivir es un fracaso, que conduce a la Nada? Los blindados soviéticos dieron por terminada la Primavera de Praga en agosto, Richard Nixon fue elegido presidente de Estados Unidos en noviembre. Para muchos, ese movimiento, con lemas como “la imaginación al poder” o “prohibido prohibir”, tuvo consecuencias sociales y políticas. Para otros la imaginación no llegó al poder, ni las guerras dejaron paso al amor. “La derecha vivió mayo del 68 como un caos pasajero que conviene olvidar”, señaló Felipe Sahagún. Parte de la izquierda, como recuerda Alain Touraine, sigue viéndolo como la semilla de la que han germinado avances: la liberación de la mujer en Occidente, el protagonismo creciente de la sociedad civil, los derechos sindicales. Supuso también el derecho a la igualdad, la consolidación del aborto y de la contracepción. Francia es un país admirable, el otro es el Reino Unido. Ambos trajeron el progreso y el libre pensamiento; fueron colonizadores de medio mundo, y se nota en África, el continente de al lado, al que miramos de soslayo.
Los viajes son excelente maestro para quien ha nacido en un entorno pequeño y por eso ha desarrollado antenitas especiales para ver y sentir el mundo. Si tienes cubiertas las necesidades elementales, suponen la mejor manera de invertir en la vida. He estado en unos cincuenta países, y aspiro a seguir moviéndome mientras las rodillas no me fallen demasiado. Decíamos que en el 68 Francia temblaba bajo el conato de rebelión que acabaría diluyéndose como el azúcar en un café recién hecho. Yo era un alumno lagunero y apenas con 18 años me inscribí en dos campamentos de verano para estudiantes, en la zona de Burdeos, dada la tensión de la revuelta de Mayo parecía que no iban a celebrarse. Hice los dos campamentos, luego autoestop hasta Italia, regresé a Barcelona para subirme a un barco que tardó casi una semana en llegar a Tenerife. Francia siguió adelante y en el verano siguiente, con solo 3.000 pesetas en el bolsillo, me fui a Inglaterra en un barco que tardaba una semana desde Santa Cruz de Tenerife a Vigo, Santander y Southampton. En la aduana, sin una sola palabra de inglés, me costó Dios y ayuda convencer a la funcionaria de que debía permitirme seguir a Londres, donde encontraría el clásico trabajo de los españoles: lavaplatos primero y ayudante de camarero después. Cinco meses inolvidables para ver cine y teatro sin censura, desde Hair a El graduado, adaptaciones de James Joyce, teatro libre. Olvidado de la represión sentía la vida, el descubrimiento de la nieve, las fiestas de los exiliados republicanos para pedir la amnistía, enterrar la guerra civil. París fue el hallazgo de la belleza, el Museo de los Impresionistas, el Jeu de Paume, el Louvre, los bulevares. Como dijo Hemingway, París era una fiesta y Londres fue la libertad personal. En Londres, recién llegado, asistí en el Hyde Park al convierto de los Rolling Stones en homenaje a Brian Jones. Algo fabuloso entre 250.000 jóvenes, Mick Jagger y sus compañeros estrenaron temas importantes, y yo en primera fila.
En la Academia de don Pepe Lavers en Aridane no había clases de inglés, solo francés, asignatura que daba doña Concha, la madre gomera del que fuera alcalde llanense, Juan Ramón Rodríguez Marín. Luego, con poco más de veinte años, gracias al viaje de final de carrera del grupo de Periodismo de La Laguna, fuimos a Caracas, México DF y Nueva York. Tres destinos impresionantes en un continente impresionante, aquella Venezuela donde se derrochaba whisky de marca, donde el Hogar Canario era un emporio, donde los paisanos triunfaban y donde fui a visitar a un primo que plantaba tabaco más alto que un hombre, en El Sombrero, Estado Guárico. España no tenía relaciones con México, nos costó un mes de espera en Venezuela hasta conseguir el visado, la generosidad de los paisanos fue maravillosa. En México DF encontré a Bernardo de la Torre Champsaur, exiliado ilustre, hermano de doña Lola de la Torre, la musicóloga, nos llevó a la pirámide de Teotihuacán. Y qué decir del descubrimiento de Nueva York, sucia y brillante, espectacular en sus grandes museos y sus parques, en sus avenidas y en el hecho de que oyes hablar español en todas las esquinas. Años de iniciación.

miércoles, 25 de abril de 2018

La primera charla sobre sexo

(Tomado del blog de José Luis Díaz)

El dolor de la poeta Alejandra Pizarnik (Argentina)




A LA ESPERA DE LA OSCURIDAD

Ese instante que no se olvida
Tan vacío devuelto por las sombras
Tan vacío rechazado por los relojes
Ese pobre instante adoptado por mi ternura
Desnudo desnudo de sangre de alas
Sin ojos para recordar angustias de antaño
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.

Pero ese instante sudoroso de nada
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos



LA ENAMORADA

esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!
(Alejandra Pizarnik, de La última inocencia, 1956)




SALVACIÓN 

Se fuga la isla
Y la muchacha vuelve a escalar el viento
y a descubrir la muerte del pájaro profeta
Ahora
es el fuego sometido
Ahora
es la carne
la hoja
la piedra
perdidos en la fuente del tormento
como el navegante en el horror de la civilación
que purifica la caída de la noche
Ahora
la muchacha halla la máscara del infinito
y rompe el muro de la poesía.




LA JAULA 
Afuera hay sol.
No es más que un sol
pero los hombres lo miran
y después cantan.

Yo no sé del sol.
Yo sé la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento.
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.

Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo.
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.

Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.





LEJANÍA
Mi ser henchido de barcos blancos.
Mi ser reventando sentires.
Toda yo bajo las reminiscencias de tus ojos.
Quiero destruir la picazón de tus pestañas.
Quiero rehuir la inquietud de tus labios.
Porqué tu visión fantasmagórica redondea los cálices de estas horas? 

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(Alejandra Pizarnik, poeta argentina, nacida en Avellaneda, fallecida en Buenos Aires; su familia era de origen ruso, lo cual le origina una inicial sensación de desarraigo. Vivió solo 36 años, desde 1936 a 1972, tras etapas de internamiento y graves depresiones se suicidó con pastillas. Su obra está marcada por el desgarro, la angustia, tiene cierta influencia del surrealismo. Vivió una etapa en París, como traductora, y destacó en poesía, ensayo y prosa.) 

martes, 24 de abril de 2018

Este jueves, 7º aniversario de la Generación 21


Este jueves 26 de abril a las 7 de la tarde en la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC), en la calle Robayna nº 2 (esquina Castillo) en Santa Cruz de Tenerife el editor Ánghel Morales dirigirá la conmemoración del 7º aniversario de G21, Narrativa Canaria del siglo XXI.  También intervendrá el escritor y ensayista Sinesio Domínguez Suria, que ha desarrollado su tesis doctoral sobre la narrativa que se viene haciendo en este siglo XXI en Canarias, aunque algunos autores ya tenían obra en el siglo pasado.
Asimismo participará Eduardo García Rojas, que desde su Blog El Escobillón y sus páginas culturales de El Perseguidor (Diario de Avisos) ha hecho un minucioso seguimiento de toda la narrativa que se viene haciendo en Canarias.
Los 30 libros que componen la colección han sido editados por las editoriales Aguere e Idea, con decenas de actos, no solo en las siete islas, sino en importantes ciudades como, Málaga, Madrid o Barcelona. El proyecto inspiró al Grupo Retablo un interesante musical, que se estrenó en el Teatro Manuel de Falla de Madrid.
En este proyecto han aportado sus textos más de treinta escritores y escritoras de Canarias, que marcan indiscutiblemente el panorama narrativo actual. David Galloway, Víctor Álamo de la Rosa, Alexis Ravelo, Anelio Rodríguez Concepción, Álvaro Marcos Arvelo, Nicolás Melini, Pablo Martín Carbajal, Cristo Hernández Morales, José Luis Correa, Víctor Conde, José Ramallo, Carlos Cruz, María Teresa de Vega, Javier Hernández Velázquez, Santiago Gil, Ana Joyanes, Jonatham Allen, Eduardo Montelongo, Ángel Vallecillo, Juan Andrés Herrera, Cecilia Domínguez Luis, Jonás Meneses, Gerardo Pérez, Javier Marrero, Gustavo Reneses, Daniel Marías, Pilar Escalona, Maca Martinón, Carlos Santamaría, Juan Ignacio Royo, Damián H. Estevez, Antonio Sánchez (q.e.p.d.), Tomás Felipe, Cristi Cruz, Candelaria Pérez y Agustín Gajate, completan está esta selección de narradores muy potentes, que están aportando interesantes creaciones a la narrativa canaria.

lunes, 23 de abril de 2018

Dios y la vida después de la muerte


He aquí el tabú que nos queda: asumir nuestra condición de seres efímeros. A los emperadores romanos, endiosados cuando hacían el paseo triunfal después de una batalla, un siervo les recordaba que no debían envanecerse puesto que estaban marcados por su condición mortal. Hemos superado gran parte de las enfermedades, incluso epidemias exterminadoras; claro que no conseguimos erradicar el hambre, la violencia ni la guerra. La moral evoluciona, hubo un tiempo en que incluso la Iglesia aceptó la esclavitud y justificó la guerra, ahora nos hemos hecho liberales en los usos sexuales, el sexo como tabú dejó de existir, queda el de la muerte. Judíos, budistas, cristianos y musulmanes, las grandes religiones hablan del más allá, la resurrección, la reencarnación, un cielo gratificador, pero el científico Stephen Hawking primero dijo que la idea de Dios era necesaria para explicar el cosmos, aunque en 2010 se desdijo: Dios no es necesario para explicar el origen del universo. La creación espontánea en el Big Bang es la razón por la que hay algo en vez de nada, por la que existe el universo, por la que existimos los humanos. Me considero ateo porque no hay ningún Dios, y el milagro no es compatible con la ciencia. No hay nada después de la muerte; el cielo es un cuento para las personas que tienen miedo a la oscuridad. Por eso, para él el sentido de la existencia solo podía derivarse del valor de nuestras acciones en este mundo. Para Hawking el universo sería producido por meros procesos de la física y de la química, y creía en la posibilidad de ganar científicamente la batalla por la eternidad.  Además, los humanos desean estabilidad pero el mundo actual, tan acelerado, es profundamente inestable. Todo es caduco y al morir no dejamos nada, solo un rastro de olvido. Lo que nos rodea se mantiene con alfileres, y caemos en la Nada.
También tenemos dudas sobre si estamos solos en el universo, si todo desaparece con el final o existe algún tipo de esperanza. Seamos religiosos o no, nos manifestemos como ateos, agnósticos o cristianos practicantes, es un tema recurrente. Más de una vez, contemplando la agonía de seres queridos entendemos la muerte como una liberación más allá del dolor y de los cuidados paliativos, que en nuestro entorno están poco o mal administrados. Ello nos lleva a la pregunta de si algún día los humanos serán dueños de su propio final.
¿Existe algo más o todo desaparece? El cristianismo ofrece la resurrección para convencernos de que hay vida eterna, un Dios hecho hombre que, como caso excepcional en las religiones, triunfa sobre la muerte. ¿Es cierto que el alma pesa 21 gramos, ya que los científicos han hecho experimentos con enfermos terminales y han observado que tras el fallecimiento el cuerpo pesa 21 gramos menos? Algunos gurús dicen que con los progresos de la medicina, los trasplantes, la actividad de las células-madre para regenerar órganos enfermos, etc. dentro de unas décadas seremos casi inmortales, vencer a la extinción es la última utopía. En la cultura rural no había alumbrado y algunos afirmaban haber visto a fallecidos en los caminos, en los barrancos; historias de brujas y de fantasmas. Las leyendas y los mitos.
Nietzsche pretendía hacer de la vida lo Absoluto más allá de las creencias. Algunos piensan que la muerte es una transición, morimos en una dimensión para pasar a otras dimensiones. Suele decirse que las visiones de las personas en la muerte clínica son producto de la falta de oxígeno en el cerebro. Esas experiencias coincidirían con relatos de la mística y las visiones de profetas, gurús y santo; la Biblia está llena de terribles profecías, también está sembrada de episodios de incesto, sexo y crímenes, y el Apocalipsis de San Juan es un relato escalofriante que no podemos considerar al pie de la letra. Los niños hablan de que han visto ángeles, los ateos hablan de energía y los creyentes citan a Dios. Raymond Moody ya señaló que en el tránsito hay percepción de sonidos audibles; existe una sensación de paz, sin dolor; también la sensación de salir fuera del cuerpo. Asimismo, existe la impresión de estar viajando por un túnel; hay una ascensión; se ven personas ya desaparecidas; se contempla una revisión de la vida.
El ser humano, que domina tanta tecnología, se sigue negando a que el final suponga la total extinción. Se afirma que la conciencia persiste, ajena al cuerpo y al cerebro; la experiencia es tan profunda que algunas personas en la muerte clínica han cambiado sus valores cuando han regresado a la vida. Con los avances de la medicina, la lucha contra la enfermedad ha rayado en una búsqueda incesante de alargar la vida, pero se han desdibujado los límites. Una persona puede estar muerta, sin latido cardíaco, con electroencefalograma plano y, sin embargo, puede volver a este mundo. Clínicamente, la muerte es un proceso que, según algunos, podría no ser irreversible.
Como dice Rafael Chirbes en Crematorio, el miedo es la visión del futuro y nadie más piensa en el futuro, sólo el hombre, el miedo al futuro es la raíz de todo sufrimiento (página 74). Enfermos en su lecho de muerte o durante experiencias cercanas suelen hablar de una luz al final de un túnel, una sensación placentera, como si el  hecho de partir de este mundo no fuera tan duro como pensamos cuando contemplamos el sufrimiento de enfermos terminales. Tenemos los últimos ardides de la ciencia para postergar la defunción: clonación, modificación genética y otros artificios para reparar los estragos de la edad y mantener activo el cerebro copiándolo primero vía informática y almacenándolo después, al duplicarnos no moriríamos del todo. Todo lo que ocurre en nuestro universo está sucediendo también en el multiverso, por lo que la vida nunca dejaría de existir. Cuando el cuerpo desaparece, nuestra energía se transforma.

Entramos en una nueva edad, la de quienes vivirán más años y con más capacidades. Hay propuestas que parecen ciencia ficción. Cuando voy por la calle yo, como cualquier hijo de vecino, veo a septuagenarios y octogenarios, mujeres y hombres en silla de ruedas, muy disminuidos físicamente, con una cuidadora suramericana. ¿Cómo vencer de veras el alzhéimer, el cáncer, el párkinson, la dependencia? Entonces te preguntas si vale la pena alargar tanto la vida, perdiendo en el camino tanta calidad de vida. Nos dicen que dentro de veinte, treinta años, nos gobernarán los robots y habremos alcanzado la sociedad posthumana. Pero ¿a qué precio?

(Publicado en La Provincia, lunes 23 abril 2018)

domingo, 22 de abril de 2018

La quema de Judas y el fútbol canario


En un ejercicio de terapia colectiva, una ceremonia popular de sátira y ajuste de cuentas, los vecinos de la villa de Teror dedicaron el muñeco de Judas de este año a la figura del presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez. Al término de la Semana Santa, el pelele que representaba al presidente fue condenado a ser devorado por las llamas, entre los vítores de los asistentes. Después de una increíble concatenación de errores, luego de dejar marchar al sabio Setién, el equipo fue cayendo mes tras mes de modo imparable gracias al pésimo trabajo del equipo técnico, los entrenadores y la directiva. Hemos visto un ejercicio de  arrogancia y prepotencia, mezquindad y soberbia del nuevo rico, la utilización una vez más del sentimiento de identidad, porque los amarillos forman parte de ese estado mental que es la identidad, el síndrome de pertenencia. Martín Alonso lo describió: la estafa sentimental.  Nos vendieron el triunfalismo de que llegaríamos a jugar competición europea, y del optimismo desaforado se pasó a la caída en posiciones de descenso, de las que nunca se saldría. El modelo presidencialista, sus caprichos y errores. Cierto que le debemos mucho a aquel juez, Juan José Cobo Plana, que nos salvó de la desaparición, cierto que el señor Ramírez eliminó la gruesa deuda y recuperó al club, cierto que logró el ascenso tras el infame cordobazo; tiene sus méritos aunque su modelo personalista ha hecho aguas. Y una pregunta ¿realmente cuesta 20 millones de euros la ciudad deportiva? En las últimas décadas la UD ha sido un trampolín que ha permitido ganar mucho a personas con poca conciencia, así se han sucedido fichajes de jugadores pésimos que dejaban buenas comisiones, así se ha cimentado un negocio que ha permitido la marcha de Roque, Boateng y Jonathan Viera mientras se sucedían los episodios tragicómicos de pretender fichar a un entrenador italiano que nunca llegaba, los cuatro entrenadores, jugadores mediocres y otros lesionados. ¿No hay un equipo médico que debe actuar cuando llega alguien? En la historia amarilla ha habido muchos disparates.
En una sociedad tan mediática el fútbol es cada vez más negocio, capaz de mover enormes sumas hasta el punto de que empresarios chinos y jeques árabes invierten en él, cautiva audiencias globales, cada vez es más espectáculo y menos deporte. El patrocinio del Cabildo con el nombre de Gran Canaria en la camiseta tenía un rédito turístico y de prestigio. Pero los abonos para ver al equipo eran caros y la presidencia anunció que en la próxima temporada habría una grada de animación a precios populares. Sí, para cuando estemos en segunda, me dijo un amigo en septiembre, cuando justo empezaba la temporada. El fútbol es una gigantesca maquinaria en la que muchos quieren echar sus redes: agentes de jugadores, intermediarios, marcas deportivas, equipaciones, publicidad en los estadios, derechos de imagen de los jugadores, etcétera. Hay comisiones y porcentajes de beneficio que están a la vista y hay también otros disimulados.
Los mejores jugadores de esta tierra han emigrado hace mucho, y siguen haciéndolo. Los casos de Silva y Pedro en Inglaterra son los más visibles, pero hay también un reguero de buenos jugadores canarios en otras ligas, en otros equipos. El equipo amarillo ha permitido la salida de jugadores como Araújo, Livaja y otros muchos que triunfan en otros lares. En los tiempos gloriosos de Tonono, Guedes y Germán los jugadores podían ser retenidos por los clubes y de este modo aquel equipo casi íntegramente canario de los años sesenta y setenta escribió sus mejores páginas sin que el Real Madrid o el Barcelona pudieran hacerse con ellos. Con las sociedades anónimas deportivas ahora triunfa la especulación, los jugadores son esclavos de lujo, millonarios veinteañeros, la UD tiene fama de que sus jugadores son amantes de la juerga. Los abundantes emolumentos de la TV, los muchos euros de las ventas de jugadores ¿dónde han ido a parar? Parece que no han sido suficientes para la contratación de 40 futbolistas en este curso, 36 millones se han evaporado en construir una plantilla absolutamente descompensada.
La dirección deportiva no tiene absolución. La espera por el entrenador italiano que tiene al Benevento en descenso y como colista desde hace mucho, las presentaciones “triunfales” de Jesé y Vitolo, que vinieron de excursión, la contratación del peor entrenador disponible, Ayestarán, para profundizar en el naufragio, todo ello supuso añadir confusión y caos. Finalmente trajeron a alguien que en vez de apagar fuegos los incrementaba; así marchó Rémy, que era un revulsivo e incluso marcaba goles. Luego trajeron delanteros que no jugaron ni un minuto.
Ahora queda otra travesía del desierto, quién sabe si la U.D., 33 temporadas en primera, habrá de esperar otros 13 años para retornar a la máxima categoría. Entretanto, el CD Tenerife, con solo 13 temporadas en primera, sueña con volver a la élite y, aunque son duras las eliminatorias, está a su alcance. Tenerife es la isla con mejor paisaje y mejor gastronomía, actualmente recibe 6 millones de turistas, como su desarrollo fue posterior a Gran Canaria apostaron por hoteles de alta gama y tuvieron mejor estrategia, su liderazgo en la política regional es más que obvio. Allí supieron contratar un nuevo entrenador, allí la afición está motivada, en Gran Canaria hace tiempo que el espectador muestra su divorcio hacia el equipo, las gradas semivacías cuando vienen los grandes. Hasta un veterano de las ondas como Segundo Almeida, compañero que fue de aquel otro gran periodista deportivo llamado Antonio Lemus, muestra su desagrado por lo que está aconteciendo. “Me ilusionó el equipo cuando Setién porque con él reconocía el estilo canario, el amor a la pelota. Me desagrada lo que he visto después de Setién, no me siento identificado”, dijo en una entrevista. 
Más allá de la oferta de los chinos, más allá de las intoxicaciones informativas, habría que dedicarse urgentemente a preparar la próxima temporada, teniendo en la memoria a personas como Juan Manuel Rodríguez, el esforzado currante ahora en Las Palmas Atlético; que limpien a los jugadores actuales; que suban a canteranos del filial; que sepan fichar otro tipo de deportistas, futbolistas con alma; que se dejen de arengas optimistas para desviar la atención. De lo contrario, nos queda el destino que conocen clubs históricos como el Rácing de Santander, Mallorca, Hércules, Elche, etc., de los que apenas queda el nombre. Ahora, si la UD va a ser el más rico en segunda por sus ventas de Roque y Viera, que administren y resuelvan.

(Publicado en www.laprovincia.es el lunes 16 de abril de 2018)

viernes, 13 de abril de 2018

Homenaje al poeta León Felipe en México

Poetas de varios países realizan evento de homenaje a los poetas del exilio republicano español en México, con la figura de León Felipe en su 50 aniversario
El próximo 24 de abril en la Casa del Poeta Ramón López Velarde de Ciudad de México tendrá lugar un homenaje a los poetas del exilio republicano español de la mano de autores de países como México, Chile, El Salvador, Colombia o las Islas Canarias, con especial tributo a la figura del poeta León Felipe que cumple el 50 aniversario de su muerte acaecida en septiembre de 1968.
El evento cultural tendrá como participantes al curador y académico mexicano Iván Leroy y a los poetas Andrés Cisneros de la Cruz, Víctor Hugo Díaz de Chile, Laura Saldarriaga  de Colombia, Miroslava Rosales de El Salvador y de Islas Canarias, los autores Iván Méndez González y Samir Delgado, éste último director del Tren de los poetas, quienes tratarán en especial sobre la generación surrealista de Gaceta de Arte en la II República. (Texto enviado por Samir Delgado, poeta)

jueves, 12 de abril de 2018

El olivo de mis sueños, poema de Sanmao

No me preguntes de donde vengo,
mi origen es muy lejano.
¿Por qué vagabundear tan lejos?

Por los pájaros que vuelan,
por el arroyo que fluye en el valle,
por las vastas praderas,
pero sobre todo, sobre todo,
por el olivo de mis sueños.

Una vida marcada por la búsqueda y el infortunio. Sanmao, la escritora china que vivió en Canarias y cuyo marido, José María Quero, murió en 1979 con solo 28 años mientras hacía pesca submarina en el norte de La Palma. Una mujer bella, luchadora, trotamundos, pero también muy frágil que se suicidó en 1991. Su primer marido, alemán, murió al poco tiempo del matrimonio. Su obra literaria, especialmente los Diarios del Sáhara, han tenido ventas millonarias. Su marido  español está enterrado en el cementerio de Santa Cruz de La Palma. Su poema aquí reproducido ha sido versionado muchas veces como canción, y su libro Diarios del Sáhara es muy popular en China, es considerado un clásico moderno que ha vendido más de diez millones de ejemplares. 

miércoles, 11 de abril de 2018

Wicked game, Juego malvado, Chris Isaak, subtitulada en español


Esta grandísima balada es la música de fondo de la película Corazón salvaje, Wild at Heart en versión original, la quinta del gran David Lynch, de 1990, con Nicholas Cage y Laura Dern. Violencia y ternura, fuego, asesinatos, sangre y sexo, cine de autor explosivo, con final feliz. La cita se basa en la novela de Barry Gifford, aunque el director cambió muchos detalles.  Aquí está el vídeo de este gran tema interpretado por Chris Isaak, obtenido en una actuación en directo, con subtítulos en nuestro idioma.


https://www.youtube.com/watch?v=Rb5E4xFzf6o

Esperando abril (poema de amor)

ESPERANDO ABRIL
Abril me está esperando para darme tu tacto,
para ofrecerme el lado intacto de la noche.
Permíteme volver a ser la madrugada
repleta de luciérnagas lamiéndome la piel.
Si me pierdo entre el no
y la oscuridad
y el miedo
no dudaré en buscar el rumbo en tu mirada.
Abril me espera al fondo de las lluvias más cálidas
desatando los nudos de un febrero confuso.
Allí te esperaré con el alma en silencio
sin ocultar mi rostro ni disfrazar la luz.
Y comeré en tu boca la dulzura y el ansia,
y borraré en mi pecho la sombra de tu pecho.
Si marzo se detiene será porque le temes
a la única pregunta que queda por hacer.
Yose Álvarez-Mesa es una poeta de Asturias, nacida en 1957 y que cultiva la poesía, los relatos y los cuentos infantiles. Tocada por el realismo mágico, su obra ya alcanza cierto prestigio. Es premio de poesía Esperanza Spinola, Teguise, Lanzarote, y Premio Amantes de Teruel al mejor libro de poemas. Su blog es yosealvarez.blogspot.com

lunes, 9 de abril de 2018

En el tanatorio



Anda uno por una edad en la que con frecuencia ha de visitar algún tanatorio para despedir a algún amigo más o menos cercano, más o menos próximo. El tanatorio es un ritual en el que la gente procura hablar mucho, la gente se escaquea hacia la cafetería, la gente recuerda cosa de tiempos remotos, aquellos cumpleaños, aquellas Navidades, aquellas fiestas familiares cuando tenían veinte años menos, aquellos veranos, aquellas procesiones de Semana Santa. La gente habla de sus hijos, de los trabajos o sinsabores de sus hijos, y de la alegría infinita de tener nietos, que tanto alegran la vida. En los velatorios la gente habla de fútbol o de parrandas viejas, de lo bien que se pasaba cuando el difunto se echaba unas copas o jugaba al ajedrez o cantaba folías o tocaba el timple o practicaba algún deporte o hacía senderismo. Incluso se cuentan chistes, con tal de alejar la idea de que la extinción nos acecha en cualquier esquina, en cualquier día del año. Impresionan muchos esos duelos con gente del campo, en los que acuden todos los familiares y los conocidos y los amigos de los amigos, porque en la cultura rural un entierro es una cosa grande, que toca a todos, casi es una cuestión tribal y hasta aparece algún concejal. En la cumbre de Gran Canaria, en los pueblos de Tenerife, en La Palma y otras islas consideradas menores, los entierros convocan multitudes. En cambio en la gran ciudad la mayor parte de los velatorios se hacen con muy poquita gente, nadie conoce al vecino que vive en la puerta de al lado y por eso acuden solo los familiares más cercanos, y no siempre todos, por cuanto las familias no son como antes. Da pena ver esas salas con cuatro o seis personas, ante soledad tan inmensa los familiares echan el cierre a las diez o las once de la noche, pasó al recuerdo el quedarse toda la noche. Tal vez el fallecido se separó de su primera mujer, tal vez se juntó con otra, o al revés, y entonces rondan la animosidad y la inquina, hasta alguna vez hemos visto la escena menos querida: cuando alguien quiere que otro alguien se vaya, cuando te piden que llames a Seguridad, y el de Seguridad te replica que aquello es un sitio público y que si quieres echar a alguien debes llamar tú mismo a la policía. Y todo se olvida.
Lo que más impresiona es cuando el ataúd cae en el interior del horno, y salta la llamarada que devorará el cuerpo. El fuego purificador, el fuego que todo lo limpia, el fuego que te reduce a la ceniza más elemental. Da un poco de grima saber que luego han de machacar los huesos, porque los huesos resisten al fuego y habrá que desbrozarlos, reducirlos al polvo que te dan en una vasija para que lo eches al mar o lo espolvorees en un pinar o incluso lo guardes en un cementerio. Los crematorios son cosa moderna, no todas las religiones ni todos los países los aceptan; la incineración es cosa anglosajona con raíces remotas en otras culturas. Los budistas y los hindúes celebran cremaciones desde el fondo del tiempo, no les importa que el cuerpo se destruya porque confían en la reencarnación. Los musulmanes no van por ese camino, tampoco pueden ser enterrados junto a gente de otras religiones, y los judíos tampoco, entre musulmanes y judíos incinerar o quemar un cuerpo es acto abominable. Tampoco un cuerpo debe permanecer más de una noche sin ser enterrado, y asimismo está mal visto embalsamar los cadáveres, pues deben descomponerse de manera natural. Impresiona el gigantesco cementerio del Monte de los Olivos, miles y miles de tumbas mirando a Jerusalén porque según los profetas del Antiguo Testamento, cuando llegue el día del juicio universal quienes estén enterrados allí serán los primeros en resucitar. Por cierto: también llama la atención el hecho de que los hebreos no coloquen flores en las tumbas sino que depositan sobre ellas piedras de distinto tamaño. En cuanto al catolicismo, fue aceptando la incineración a regañadientes, porque los cementerios de las grandes capitales ya no daban abasto, no podían extenderse hasta el infinito. No quedó otro remedio que adaptarse a la realidad.
En invierno el tanatorio está al máximo, quince cadáveres juntos, casi veinte, los fríos no perdonan a las personas con enfermedades crónicas; en cuanto llega el buen tiempo la cifra baja considerablemente, cinco muertos de promedio diario, ocho como máximo. En invierno los aparcamientos próximos están repletos, en cuando llega abril hay facilidad para aparcar. El tanatorio es un sitio con bonita decoración, incluso tiene una fuente y pequeños jardines. En una capilla hay pinturas que intentan transmitir serenidad, ángeles, paisajes celestiales. En los campos el cuerpo va directamente a la iglesia repleta de vecinos, y allí se suele decir la misa de corpore insepulto; en las ciudades se celebra un funeral en la semana siguiente. En la ciudad la gente se adhiere al sentimiento de los deudos mediante mensajes de guasap, porque hoy el guasap sirve para todo: para una cita, para un devaneo, para transmitir un pésame. La muerte es el gran tabú sobre nuestras cabezas, nadie quiere sentirla cerca. Algunos que acuden a un tanatorio cuando llegan a la casa se bañan en alcohol, como si el alcohol pudiera protegerlos de las enfermedades, de los cánceres, de los infartos, de los ictus. Como si pudiera protegerlos de la propia vida, de la propia muerte. Ese asunto que acongoja pues no dejamos nada, tan solo cinco minutos de gloria y cien años de olvido. Los extranjeros, qué duda cabe, son más prácticos que nosotros: frente a nuestros duelos y los antiguos lutos, cuando se muere un familiar celebran una comida, una cena en su memoria. Cuestión de costumbres.
En realidad, nadie nos ha preparado para aceptar la despedida final. Como nadie nos enseñó a apreciar la historia de las islas o la música clásica o las arias de ópera. Estas son cosas que uno ha de aprender de manera autodidacta. Porque hoy los adolescentes ven porno directamente en su móvil, están preparados prematuramente para las relaciones. Pero a los que echamos canas y calvicies nos cuesta vivir cada día de nuestra vida como si ese día fuera el último. Y en realidad, por mucho que los sacerdotes cristianos en sus homilías del funeral siempre hablen de la resurrección y la vida eterna, cuesta tanto entender eso como el dogma de la Santísima Trinidad.

lunes, 2 de abril de 2018

Ángel Sánchez, Melini y los manteros de Lavapiés



Ángel Sánchez es un tipo especial dentro de los creadores canarios. Buen ensayista sobre nuestra realidad, sus opiniones son aceradas, poco complacientes, repletas de lucidez. Irreverente y cáustico, merece el Premio Canarias recién concedido. Opina el profesor, crítico y poeta visual en su madurez próxima a cumplir 75 años que uno de nuestros  mayores problemas es no asumir que somos un pueblo mestizo, con el cruce de muchas sangres: bereberes, españoles, normandos, portugueses, genoveses, flamencos, malteses, británicos. Europa, Africa y la cercanía espiritual de América. Estudió en La Laguna y Salamanca, es doctor por La Sorbona de París, profesor en Francia y Alemania, traductor de Boris Vian y Georg Trakl entre otros. Su movilidad es reducida, pero su cabeza no se rinde. Ensayos sobre cultura canaria (Edirca, 1983) fue un libro de cabecera en el que decía verdades como puños. “Lo que hace nuestra gloria es la fusión, la mezcla de gente tan diversa que ha llegado hasta aquí. Lo triste es que nuestra identidad sigue obnubilada, calumniada incluso. La peculiaridad de nuestra habla no es respetada, Pancho Guerra hizo mucho daño porque atropelló el lenguaje en esquemas humorísticos degradantes.” 
Lo explicó con detalle en el número 2 de Insularia, revista que fue de la Asociación Canaria de Escritores. Ha trabajado sobre los iconos de la arquitectura popular, los elementos decorativos, la ornamentación. Antropólogo, poeta visual, cabeza inconformista. “No puede haber canariedad con base si no hay educación. Porque lo nuestro debe estar parejito en los programas de enseñanza con lo hispano y lo universal. “La literatura light ha eliminado el pensamiento moral, la ética, el trabajo de percutir en la conciencia de los demás. Ignacio Gaspar y Félix Hormiga son dos excepciones, ejemplos válidos de tratamiento del lenguaje, de autenticidad.” Angel es un heterodoxo, un radical. “El construccionismo avanza, terminaremos siendo Hong Kong. El turismo ha destrozado las costas, y el dinero se lo quedan los del exterior. He ido viendo el desgaste de identidad, pero en el campo todavía la gente se ayuda a coger papas y va a los entierros aunque no conozcan al muerto.” Vive en Valleseco, a 900 metros sobre el mar, en el reino de la niebla. Pero en los inviernos suele plantarse en la playa de Salinetas. Se tiende a pensar que los poetas han sido los constructores de un pensamiento canario, pero no es del todo cierto. Sí que puede haber un pensamiento canario, dice. “Hay que revolver las islas, quitar los isloteñismos, poner coto a los campos de golf, la construcción salvaje, las autovías. Hay que mirar por el territorio, poner coto a las camas turísticas, dar trabajo a los jóvenes, porque los veo con gran desesperanza, tirando de la droga y el alcohol. Hay que recuperar lo salvaje y auténtico de nuestra realidad.” El Ángel Sánchez disidente es un hombre lúcido, un bregador que no se rinde en el terrero. Las tres grandes preocupaciones que le asaltan: el paro galopante y el peligro especulativo que acecha al patrimonio histórico, al agrícola y al medioambiental, y por último –aunque no menos decisiva– la indefensión cultural, materia toda ella sensible para el progreso de un modelo civilizado sostenible, que deberemos forzar más allá de la utopía, según sus propias palabras.
Un senegalés que vivía de ser mantero en Madrid murió hace días tras una persecución policial. Ello ha producido algunos disturbios, movilizaciones, y llamadas de atención acerca de las dificultades que plantea la convivencia con los inmigrantes africanos, una buena parte de los cuales consiguieron llegar en aquellas oleadas de pateras que recibió Canarias. Un choque de culturas, una existencia precaria, y la mayor o menor tolerancia hacia la venta callejera de cientos, miles de personas que viven entre nosotros aunque carecen de documentación. Nicolás Melini (Santa Cruz de La Palma, 1969), es escritor y cineasta. Autor de El futbolista asesino y de varios libros de relatos, ha sido director y guionista de varios documentales y cortometrajes. Ha publicado Africanos en Madrid, Reino de Cordelia, 2017, presentado en Casa África por Santiago Gil y Jerónimo Saavedra, un libro escrito con afán objetivo y desgarro, con la cercanía que le otorgó su vida en pareja con una senegalesa, el ser padre de una niña hispano-senegalesa, y el haber convivido estrechamente. Melini ha compartido sus comidas, sus ideas, sus razonamientos en las difíciles circunstancias que les toca vivir a la mayoría de estas personas. El suyo ha sido y es un compromiso personal irrefutable, y afirma que escribió el libro para romper la comodidad en la que vivimos, porque el desconocimiento es muy cómodo; vivimos en la cultura occidental, que ha perdido la lealtad, los valores, la familia y elementos muy importantes en la cultura africana. Lo dijo en el periódico digital La Palma Ahora.
El libro se compone de relatos sobre la vida cotidiana de los inmigrantes, escenas de la cotidianeidad, las comidas en grupo, las carreras delante de los guardias, las discriminaciones de todo tipo, y, como epílogo, recoge un trabajo sobre aquel amigo de primera fila, Amadou Ndoye, que tanto amó nuestra literatura y que tan generoso fue. Amadou se convirtió en un apóstol de la enseñanza del español en su país, pero no solo hizo eso sino que estudió y divulgó las letras canarias, particularmente estudió la generación de los 70. Cuando falleció todavía no se había jubilado de la universidad Cheik Anta Diop de Dákar, a los 65 años. Esta universidad fue una punta de lanza de la cultura hispana pues en los años 1966 y 1967 tuvo un activo lector canario, Juan Manuel González, quien impulsó la traducción al francés de poetas como Pedro Perdomo Acedo, Pedro García Cabrera y Pedro Lezcano. Melini señala que los africanos se enfrentan a la explotación liberal, y califica de terrible el hecho de que en comunidades como Madrid la educación pública se haya convertido en un gueto donde solo estudian los hijos de los inmigrantes, y si hay algún blanco es rumano; en cambio los colegios privados están absolutamente blanqueados. “Estamos utilizando la educación pública como un gueto”. Sin embargo, cree que España es buen país para los inmigrantes, hay libertades y gente bastante tolerante. Se les dan oportunidades, afirmó. La cultura africana resalta la hospitalidad, y uno de los valores que resaltan en ella es el hecho de no ser una sociedad de consumo. Para el autor, la integración arrancaría de la amabilidad, ser educado con el otro. De este modo, los africanos penetran en la sociedad española, y viceversa.  

domingo, 1 de abril de 2018

Estamos sometidos al imperio de la simulación


Cuando el hombre ya no piensa en las cuestiones esenciales: verdad, libertad, vida, muerte, los fines primeros y últimos, cuando solo le interesa el destino de una nación política y sus candidatos fetiche, en democracias fingidas, cuando las grandes cuestiones metafísicas no causan dolor, ni extrañeza, la humanidad se vuelve bestial… la filosofía posmoderna, hace dos décadas procuró desembarazarse de la metafísica… física y literalidad ocupan el lugar de la metafísica y la superficie sustituye a la dimensionalidad del abismo psicológico y la altura metafísica.

Descubrir que nuestras instituciones, nuestra vida cotidiana, nuestros sistemas de interpretación, están sometidos al imperio de la simulación, es poco más que descubrir que el modelo humanista de la vida es algo más que un modelo.
Este es el estado natural y continuo que como paisaje recibimos. Lo que resultaría aún más ingenuo, sería elevar al terreno del deseo justo lo que ya existe como realidad. Porque aunque el conocimiento implique realidad, la irresponsabilidad, instalada en los poderes, no va a “curarnos del conocimiento”, ni de la incapacidad para asumir responsabilidades.
Sentir, razonar y pensar libremente, interpelar lo real como lo imaginario, asumir las responsabilidades teóricas y prácticas de vivir entre los hombres, existir en un Estado de derecho, donde se cuide a la comunidad en educación, salud, medio ambiente equitativamente en los límites de lo necesario y verdadero, para hacer de esta vida algo digno de ser experimentado.
Este planteo inicial, que representaba un horizonte de millones de destinos, hoy destruidos, aniquilados por prácticas de un sistema atroz, instalado en aquel pequeño mundo en el que aún era posible formular por y para la humanidad un destino de plenitud en ética y armonía. Pequeño mundo en el cual sus términos estaban basados en una realidad para todos en poesía. Más aún eran la base de esa realidad en poesía. Pequeño mundo, cuyos vestigios fueron archivados por un sistema genocida global, puesto en acto sin piedad para los que disienten, resisten y cometen el pecado de vivir acorde a sus ideas e ideales.
Hoy, todo cuanto afecta a los dueños del mundo el ‘homo consumus’ y sus riquezas es criminal. Tienen que conservarlas a toda costa, incluso creando crisis de activos incorpóreos y jamás poniendo en tela de juicio su legitimidad. Fingir que se olvida que siempre los beneficiados son las mismas corporaciones asesinas, cuyo poder se acrecienta con la sangre derramada de miles de hombres, mujeres y niños en guerras fabricadas, en hambrunas evitables y en desapariciones en serie de sujetos-objetos traficados para el turismo sexual, de ese reducido grupo de delincuentes. Garantes de la siniestra democracia procedimental.
¿Por qué sendero se arribó a tal estado de amnesia, a esta ausencia de memoria, a olvidar el presente? La resistencia no tiene espacio alguno, salvo la que reivindica todo el planeta, para la economía de mercado, hoy triunfante, y que por cierto posee una lógica propia a la cual no se enfrenta ninguna otra. Todos parecen participar de estas ceremonias fúnebres, considerar que el estado actual de las cosas es el único viable y posible, que el punto al que ha llegado la Historia es el que aparentemente la humanidad adormecida esperaba, deseaba y anhelaba.
El milenio nos ha enseñado que todo es fugaz, hasta el ‘nunca más’. El crimen contra el hombre siempre es un crimen perpetrado por el hombre. Todo es viable en el espacio de la aventura humana, en el orden de la bestialidad, que, como nunca se desencadenó y sin miras de cambiar su rumbo…a menos que todos, en un preciso instante, resistiendo, actuemos en sintonía, simultáneamente en todas partes, contra el mundo del libre mercado y de sus operadores, sintomáticos humanoides el ‘homo consumus’, los privilegiados de un sistema genocida y sin retorno.
Ha llegado la hora de tener en cuenta que todo es pasado abolido, debemos dejar de ‘hacer el juego’ a las democracias simuladas, con tintes totalitarios, a los denominados políticos de los movimientos populares de pocos y para pocos, que mienten y engañan a diestra y siniestra en nombre del ¿pueblo? y sus derechos inexistentes, con pánico a reflexionar sobre la verdad.
Ha llegado la hora de reflexionar en verdad sobre la verdad, manifestando lo que los dueños de la tierra temen oír y ver. En consecuencia, estos delincuentes aceitan las máquinas de represión y la seguridad ‘para todos’ con su aparato policial y la tecnología de última generación, traducida en cámaras que visualizan nuestras vidas como medida de prevención del ‘delito’, que ellos consumaron en prólogo.
Causa que dispara de inmediato el efecto no deseado de lo que a diario nos comentan los artículos de los medios denominados de ¿comunicación?, hasta el hartazgo, acerca de tal o cual noticia de un ilícito cometido por un desesperado, ya sin salida, pero sí con entrada a la prisión y de ese modo legitimando y amortizando un sistema penitenciario caduco y medieval.
Debemos correr el riesgo de ser muy precisos al verificar la realidad, a pesar de provocar cierto malestar inicial, en el camino de la resistencia y de modificar rumbos, sería hoy el único referente lúcido para preservar el futuro, nuestro futuro. Hoy se impone hablar francamente, sin dobleces, sentir, pensar y decir, son la consigna. Mantener la lucidez, no desesperar y soportar con dignidad este tiempo de transición, con lucidez, sin dejarse llevar por la embestida del aparato represor del capitalismo que, repito, triunfó hoy sin dudas en esta aldea global, con su política de exterminio de todo lo maravilloso que tenía la vida en términos de naturalidad y principios éticos de relación.
Lo único que se le escapa a este tiempo sin tiempo, es una actitud plena de dignidad y ética, en temple y conocimiento. Esta es la coherencia, la fuerza de cohesión que nos sostiene. Un instante de verdad equivale a la eternidad es la eternidad en un instante, enfrentada al instante mercantil descartable, desechable y perentorio.
Es la última oportunidad de nuestra especie, que tiene la posibilidad de cambiar su destino convirtiéndose en ‘homo responsabilus’, digno, solidario y respetuoso, capaz de cambiar el destino degradante de nuestra Tierra.
El ‘homo responsabilus’ vive de forma coherente con la civilización que se está gestando, con valores en los que prima el bienestar de la comunidad y la naturaleza y los hábitos de vida son ecológicos y equitativos.
El tránsito hasta este modelo social que plantea el ‘homo responsabilus’ no es en absoluto traumático y está pleno de posibilidades de permanecer en esta tierra, sin ser esclavos de un sistema de aniquilación, como lo es el bestial aparato capitalista en acción criminal.
Siendo ‘homo responsabilus’ nos asimilamos a la posibilidad de existir en austeridad y conocimiento, adquiriendo en el presente, ante el ataque sistemático del liberalismo y sus personeros una cualidad y condición que marquen un destino, la realización de un estilo, una conducta “heroica” que establezca un camino a seguir.
Cuando alguna vez me preguntaron “qué beneficio me había aportado la filosofía”, respondí de inmediato “el de poder hablar libremente a todo el mundo”. El hombre debería llevar una vida en filosofía, sería cada ser un testimonio de existencia. Así el tipo de vida que uno lleva, el conjunto de las elecciones que hacemos, las cosas a las que renunciamos, las que aceptamos, nuestra manera de hablar y el modo de relacionarnos constituirían una vida filosófica en verdad manifiesta. No se basa en el temor o la inhibición, la timidez o la vergüenza, la especulación y las repugnancias reprimidas, sino en un vínculo entre nosotros, seres humanos, en homología.

Eduardo Sanguinetti, filósofo, Buenos Aires   (Publicado en el diario República, Uruguay)