viernes, 30 de mayo de 2014

¡No al Mundial de Brasil!


Eduardo Sanguinetti (Argentina)
Una docena de ciudades de Brasil, son el escenario perfecto, para las jornadas de protesta contra la realización del Mundial Brasil 2014, que comienza el próximo 12 de junio, en favor de los derechos sociales y humanos.
Se han sumado a las manifestaciones "contra el Mundial" que vienen realizándose en Rio de Janeiro, San Pablo, Brasilia, Fortaleza, Belo Horizonte, Porto Alegre, Salvador, Vitoria, Curitiba, etc, ciudades del mundo, como Santiago de Chile, Berlín, Praga, Varsovia, Bucarest y otras.
Los actos de protesta como "15M; Día Internacional de las luchas contra el Mundial 2014", tiene como objetivo manifestarse contra "la violencia estatal que se intensifica con el Mundial de la FIFA de 2014" y reivindicar de una vez, las mejoras de los millones de seres sin techo, tierra, ausencia de sanidad y sin educación, que soportan la indiferencia de los sucesivos gobiernos que pretenden administrar Brasil.
Estábamos y estamos acostumbrados, en distintas naciones del planeta, a que los gobiernos aprovechen el fútbol para, metafóricamente, ¿comunicarse con el pueblo?, pero hoy es el pueblo de Brasil, quien da un ejemplo de autodeterminación, ejerciendo sus derechos sociales inalienables, comunicándolos de manera clara y potente al mundo: estudiantes, profesores de Universidades, trabajadores de la tierra, sindicalistas, los grupos "sin tierra", etc., son quienes caminan codo a codo, sin poder ocultar su indignación, ante los miles de millones de dólares empleados en la construcción de estadios, embellecimiento de las ciudades a costa de desalojar de sus humildes hogares a familias enteras, devenido en paisaje para el turismo, que de a miles hará su arribo a Brasil en fecha precisa, con ansias de asistir al espectáculo del fútbol y hacer uso y abuso de toda la parafernalia preparada en lo que hace al denominado turismo sexual, donde los límites no existen.
En verdad, se pensaba que el Mundial 2014 sería "pan y circo" para calmar los ánimos de un pueblo indignado, pero ¡no!, este pueblo, se inclinó por el sentido común y hacer valer sus derechos, de manera "demasiado" oportuna y contundente, golpeando a las puertas de la corrupción e intentar lograr una inmediata respuesta de Dilma Rousseff y su gabinete.
La maquinaria publicitaria, hace unos meses ha comenzado a vender lo que el ciudadano del mundo ¿civilizado? "debe" consumir, en las redes, en la tv, en cuanto medio de comunicación existe, desde afiches de personajes deleznables, como el Guillote, el Bambino, en Buenos Aires, que ofrecen "la casa del hincha" en shopping muy conocido, hasta muy bonitas y simpáticas niñas ofreciendo bonos de sorteos de viajes al nirvana del espectáculo de multitudes, remeras, stickers, y toda la tecnología al servicio de 3D desde donde se verán a "los gladiadores del tercer milenio", mostrando sus habilidades, con los grupos de “botineras”, esperando a su príncipe del balón pie, echarle el ojo, para un futuro asegurado a cualquier precio.
Todo este negocio de la pelota, que no se echo a rodar, se encuentra jaqueado, por la presencia de los "indignados contra el Mundial Brasil 2014", hartos de tanta injusticia y desmesura...se da un "cambio de paradigma", digno de hacer mención, pues lo he presenciado y realmente deberíamos tomar el ejemplo del pueblo brasilero, tan valiente y certero, al momento de lanzar su reclamo...sobre todo en esta región, tan pacata y conservadora, en el instante de reclamar por derechos y justicia, en nuestra calidad de ser y poder.
En este planeta, las instituciones que producían nacionalidad han perdido sentido, todo se produce y se promociona de manera artificial, sólo para mononeuronales, la expresión en estado natural no existe… pasaron a primer plano, otras formas de nacionalidad, por cierto provisorias, en el estallido de este mundo del espectáculo mediático, donde el fútbol opera como aglutinante: es fácil, universal y televisivo.
No es la nación, pero si su supervivencia pulsátil. O quizás, la forma en que la nación incluye, hoy, a quienes de otro modo abandona...los "indignados de Brasil" lo saben y su orden del día es: ¡No al Mundial 2014!
 

miércoles, 28 de mayo de 2014

Yo, Galdòs, y la Feria del Libro de Las Palmas

Ya sé, Benito, que esto no tiene nada que ver con usted, que los asuntos mundanos ya no le interesan porque usted está en el Olimpo con los Dioses, pero pasaba por aquí y quiero comentarle un asunto muy particular.Esta semana comienza la XXVI Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria. Todo un acontecimiento literario que removerá los cimientos de la intelectualidad parroquiana por unos días. Traen primeras figuras de la galaxia literaria nacional para que se encuentren con sus lectores y, al tiempo, un montón de actividades paralelas, música, teatro, recitales, conferencias, foros, etc. No se aburriría, Benito. La pena es que dura cuatro días y medio. ¡Qué lejos están aquellas Ferias que duraban dos semanas y todo era más sosegado y había tiempo de compartir! Ahora, Benito, por razones de Euros, (de perras gordas, para que me entienda) la Feria se ha recortado en presupuesto y en tiempo. Ya sabe, la cultura es la primera de la lista cuando suena la campana de la crisis, porque ellos piensan que es prescindible y en esta feria, super-reducida, es un corre-corre y tengo la sensación de que todo se me escapa. No hay tiempo y hay que cumplir con el programa, dejando por el camino un chorreo de buenas intenciones.

Como ya le comenté, Benito, los organizadores se traen a una veintena de figuras nacionales, de esas que están en el candelero literario y que recorren el país siguiendo las guías de la mercadotecnia que les marcan sus editoriales. Y como no puede ser menos, ocupan las mejores horas del programa  —es que vienen de muy lejos y tienen un nombre—, dejando la pedrea horaria para los autores de esta tierra.
Sí, ya sé que usted tuvo que salir a escape de Gran Canaria porque aquí no había futuro y que en estas ínsulas los cuchillos están más afilados.
Pero para los escritores de esta tierra, la Feria del Libro es un escaparate para darnos a conocer y necesitamos más espacio y más tiempo; es una oportunidad de oro para que los nuestros nos conozcan y nos lean.
Sin embargo, los organizadores de la feria no lo ven así, para ellos lo más importante es el glamour y la alfombra roja y piensan que los escritores canarios no tenemos caché; poco le importan el futuro de los que nos dedicamos a esto de escribir en esta tierra, que simplemente queremos sacar un poquito la cabeza y decir: «He escrito una novela, ¿les interesa?»
Para mí, Benito, esto tenía que ser al revés, que los protagonistas fuesen los escritores canarios, que los hay muchos y muy buenos, y que se hablase de la literatura que se está haciendo en Canarias porque no tenemos otra oportunidad de hacerlo. Son oportunidades que se pierden.
Claro que sí, amigo, cada uno ve el mundo desde su particular punto de vista y puedo estar equivocado.
Por poner un ejemplo, Benito, a mí —no me mire con esa cara que he dejado el ego para el final—, me han dado quince minutos para presentar mi última novela, Conexión Jinámar. Ya sé que no la conoce y que no tiene ni idea del género negro ni navega por Internet. 
Pues como le decía, quince minutos escasos para hablar de una novela de más de trescientas páginas. Ya le digo, un corre-corre. Al final he decido no asistir porque pienso que mi novela se merece un mejor trato, que mi trabajo como escritor necesita ser respetado. Ese es el punto, Benito, respeto. Respeto por los que estamos haciendo, cada uno a su manera, literatura en esta tierra que, por lo visto, es algo que se ha quedado en el camino y que a los promotores de esta feria, poco o nada les interesa.
Sí, claro que lo sé, Benito, que aquí nunca ha habido respeto a la cultura y que este es un país de desagradecidos.
Bueno, Benito, esto es todo, sigo mi camino. Sí, ya sé, no me olvido de leerle, en sus palabras siempre encontraré consuelo y comprensión a tanto despropósito.
 
(De www.elpatiodeloscangrejos.com, página de Moisés Morán) 

lunes, 26 de mayo de 2014

¡Sí, podemos!

Desde los tiempos de Galdós, y mira que ha llovido, este país se debate entre dos orillas: los favorecidos y los no favorecidos. Seguramente porque la regeneración que el país injusto precisa no acaba de llegar. Pero este domingo de urnas ha habido una interesante sorpresa, que tal vez el año que viene en las locales y acaso en el 2016, en las generales, acabe dando un soplo de aire limpio. Que nunca viene mal abrir ventanas.

Canarias: colonización, mestizaje y atlanticidad

Celebramos una vez más el Día de Canarias sin grandes alegrías. Tenemos los hoteles repletos, según el Gobierno la economía empieza a mejorar pero seguimos estando en cabeza del paro. Además, acabamos de salir de un proceso electoral en el que la gente ha manifestado su deseo de cambiar cosas. La perpetuación en el poder de los mismos grupos ya no es bien vista por la ciudadanía, desengañada ante tantas corruptelas, crispada por tantos recortes y tal pérdida de derechos sociales. ¿Para cuándo una renovación de líderes, para cuándo los líderes que tenemos van a entender que no son en absoluto imprescindibles?

De nuevo el día de Canarias será un día para irse a la playa y celebrar poco la región. Lo peor del pleito insular es constatar que hay muchos profesionales de la pelea, gente especializada en alentarla, en echarle brasas para que siga ardiendo. En realidad, el pueblo llano no es tan pleitista como quieren hacernos ver algunos medios de comunicación, pero el pleitismo ha sido bien manejado por la burguesía tinerfeña y por la grancanaria para generar un entretenimiento populista. Da igual que sea periodo de elecciones o no, da igual que haya habido detenidos por alguna de tantas corrupciones, da igual que vengan los carnavales o jueguen el C. D. Tenerife y la U.D. Las Palmas. Nos lo decía hace años Eligio Hernández, herreño ilustre, antiguo practicante de la lucha canaria, jurista que llegó a ser Fiscal General del Estado. El pleito es un fatalismo con el que hay que luchar, pero los que hemos nacido en La Palma o El Hierro lo vemos de una manera diferente a como lo aprecian los tinerfeños y los grancanarios. Quienes hemos nacido fuera de las dos islas capitalinas entendemos que algún día será preciso construir la idea de Canarias, partiendo de presupuestos diferentes.

La atlanticidad y el mestizaje son los ejes de nuestra forma de mirar el mundo. Y uno de los principales errores del independentismo desde Antonio Cubillo consiste en vincular una futura emancipación del archipiélago con la adopción del africanismo cultural. El espacio atlántico es el que trajo a nuestros pobladores, desde los norteafricanos a los conquistadores, desde los portugueses a los genoveses o a los de Flandes e Irlanda, los comerciantes del azúcar, los esclavos berberiscos y negros de los ingenios. Claro que la literatura y la historicidad de Canarias han sido relegadas con frecuencia, y el intento de desvelamiento de nuestra identidad ha sido silenciado, incluso por nuestras universidades. Ya lo decía el psicólogo Manuel Alemán: Canarias posee una identidad “neblinada”. “La interpretación falseada de nuestra historia, el peso de las culturas impuestas, la domesticación de las ideologías, la infravaloración del modo de ser del canario han interferido como factores neblinantes de nuestra identidad canaria”, decía en el libro “Psicología del hombre canario”.  Es como cuando se plantea que somos aplatanados, que somos inferiores... Todo eso se construye a través de un proceso largo. Y por eso, el proceso histórico de toma de la identidad real va a llevar bastante esfuerzo. Pero este proceso difícilmente podrá llevarse a cabo a través del pensamiento de Frantz Fanon, el pensador de Martinica que ayudó a la independencia de Argelia y que teorizó sobre el colonialismo y la liberación de los pueblos, con su análisis sobre la descolonización y la psicopatología de la colonización. En ese sentido, discrepamos de Alemán.

Lo que sucede, a nuestro modo de ver, es que Canarias tiene una identidad abierta, con permanente fusión de pobladores, un territorio de ida y vuelta entre Europa, África y sobre todo América. Es fácil prever que si no hubiéramos sido conquistados por los españoles lo habríamos sido por los portugueses, los británicos o los franceses. Y, pese a la historia negra de España, al cabo de cinco siglos no ha sido tan detestable la huella histórica y cultural que ha dejado la cultura española en nosotros. La pertenencia a la Unión Europea ha acentuado el destino turístico y residencial de estas islas, elevó el nivel de vida y facilita el asentamiento de muchos extranjeros aquí. Claro que el monocultivo turístico repite los mismos riesgos que los sucesivos monocultivos han generado sobre nuestra realidad socioeconómica.

Estamos en un espacio oceánico, como decían Manuel Padorno y Juan Manuel García Ramos. En algunas fases recientes de nuestra historia hemos estado más vinculados a la economía británica que a la peninsular. La emigración americana ha sido la válvula de escape, y el mar ha sido el elemento definitorio de nuestra forma de ser. La emigración hacia el Sáhara Occidental, allí donde establecieron tantos compatriotas, fue cortada drásticamente y con ello se elevó la sensación de peligro e indefensión frente al vecino marroquí. Canarias no es África, ni América, ni Europa, pero somos atlánticos y tricontinentales. En un mundo tan global ya no importan tanto la lejanía ni la insularidad; todo va y viene, todo se interconexiona. Por eso hoy el sentimiento geográfico de ser ultraperiféricos ha de ser matizado; hoy, con internet y los vuelos de bajo coste, el centro está en todas partes y la emigración nos empuja otra vez a salir de nosotros. Bien es verdad que la burguesía canaria en general necesitaría conocer y valorar mejor el patrimonio histórico, artístico, literario, de esta tierra. Bien es verdad que el nivel educativo de nuestro pueblo sigue dejando mucho que desear.

La atlanticidad permite una visión unitaria de la historia regional. Los primeros pobladores del archipiélago llegaron por el Atlántico desde el continente africano o desde el sur de Europa según otras teorías, da lo mismo; los primeros barcos arribaron a nuestras costas surcando el mismo mar; los conquistadores y colonos españoles navegaron más de mil kilómetros por el Atlántico para llegar aquí; nuestros emigrantes encontraron un lugar cuando llegaron al Caribe. El océano ha conformado lo que hoy somos, y una visión real de nosotros mismos debería excluir ciertos complejos de inferioridad que todavía poseemos. Seguimos conociendo y valorando de manera insuficiente nuestra realidad. Querernos más permitiría potenciarnos mejor, por eso cabe afirmar que Canarias está todavía por construir.

viernes, 23 de mayo de 2014

Pedro Salinas: los mejores versos a su amante


El gran poeta del amor en español  dirigía sus versos en secreto a su amante, la profesora Katherine Whitmore. Cincuenta años después de su muerte fueron publicadas las apasionadas cartas que le dirigió. Poeta, narrador, dramaturgo, ensayista y crítico. Nació el 27 de noviembre de 1891 en Madrid, murió en 1951 en Boston, EEUU. Su cuerpo yace en Puerto Rico. Profesor en diversas universidades (La Sorbona, Sevilla, Cambridge), al estallar la guerra civil se exilia y trabaja en EEUU y Puerto Rico. Publicó su primer libro, Presagios (1924), bajo influencia de Juan Ramón Jiménez. Luego fueron llegando Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931) dentro de una línea de indagación. La voz a ti debida (1933), título tomado de Garcilaso, es su obra capital. Razón de amor (1936) es un libro lleno de pasión e inquietud. La trilogía, que según especialistas le convierte en el mejor autor español de la llamada poesía pura, se cierra con Largo lamento (1939). Reunió su obra anterior en el volumen Poesía junta (1942). Confianza es un libro póstumo (1952) donde recupera el intimismo de su primera época. Fue autor también de narraciones en prosa, una novela y obras de teatro poco representadas, así como escribió estudios sobre Jorge Manrique y Rubén Darío.

He de aclarar que el gran poema “Aquí, en esta orilla blanca” lo atribuí erróneamente a Luis Cernuda en una entrada de este blog el 2 de octubre de 2012.

Aquí, en esta orilla blanca

Aquí,
En esta orilla blanca
Del lecho donde duermes,
Estoy al borde mismo
De tu sueño. Si diera
Un paso más, caería
En sus ondas, rompiéndolo
Como un cristal. Me sube
El calor de tu sueño
Hasta el rostro. Tu hálito
Te mide la andadura
Del soñar: va despacio.
Un soplo alterno, leve,
Me entrega ese tesoro
Exactamente: el ritmo
De tu vivir soñando.
Miro. Veo la estofa
De que está hecho tu sueño.
La tienes sobre el cuerpo
Como coraza ingrávida.
Te cerca de respeto.
A tu virgen te vuelves
Toda entera, desnuda,
Cuando te vas al sueño.
En la orilla se paran
Las ansias y los besos:
Esperan, ya sin prisa,
A que abriendo los ojos
Renuncies a tu ser
Invulnerable. Busco
Tu sueño. Con mi alma
Doblada sobre ti
Las miradas recorren,
Traslúcida, tu carne
Y apartan dulcemente
Las señas corporales
Por ver si hallan detrás
Las formas de tu sueño.
No lo encuentran. Y entonces
Pienso en tu sueño. Quiero
Descifrarlo. Las cifras
No sirven, no es secreto.
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
Silencio de la noche,
Un soñar mío empieza
Al borde de tu cuerpo;
En él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
Hacíamos lo mismo.
No había qué buscar:
Tu sueño era mi sueño.

El alma tenías tan clara y abierta
 
El alma tenías
Tan clara y abierta,
Que yo nunca pude
Entrarme en tu alma.
Busqué los atajos
Angostos, los pasos
Altos y difíciles,
A tu alma se iba
Por caminos anchos.
Preparé alta escala
-Soñaba altos muros
Guardándote el alma-
Pero el alma tuya
Estaba sin guarda
De tapial ni cerca.
Te busqué la puerta
Estrecha del alma,
Pero no tenía,
De franca que era,
Entradas tu alma.
¿En dónde empezaba?
¿Acababa, en dónde?
Me quedé por siempre
Sentado en las vagas
Lindes de tu alma.

Anoche se me ha perdido

Anoche se me ha perdido
En la arena de la playa
Un recuerdo
Dorado, viejo y menudo
Como un granito de arena.
¡Paciencia! La noche es corta.
Iré a buscarlo mañana
Pero tengo miedo de esos
Remolinos nocherniegos
Que se llevan en su grupa
¡Dios sabe adónde!, la arena
Menudita de la playa.

Ayer te besé en los labios

Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
Rojos. Fue un beso tan corto
Que duró más que un relámpago,
Que un milagro, más.
El tiempo,
Después de dártelo
No lo quise para nada
Ya, para nada
Lo había querido antes.
Se empezó en él, se acabó en él.
Hoy estoy besando un beso;
Estoy solo con mis labios.
Los pongo
No en tu boca, no, ya no
-¿A dónde se me ha escapado?-
Los pongo
En el beso que te di
Ayer, en las bocas juntas
Del beso que se besaron.
Y dura este beso más
Que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
Ni una boca lo que beso,
Que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.

La forma de querer tú

La forma de querer tú
Es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
Es el silencio. Tus besos
Son ofrecerme los labios
Para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
Me dirán que tú existías,
Que me quisiste: jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
Mapas, augurios, teléfonos;
Tú, no.
Y estoy abrazado a ti
Sin preguntarte, de miedo
A que no sea verdad
Que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
Sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
Con preguntas, con caricias,
Esa soledad inmensa
De quererte sólo yo.


De mirarte tanto y tanto,
De horizonte a la arena,
Despacio,
Del caracol al celaje,
Brillo a brillo, pasmo a pasmo,
Te he dado nombre; los ojos
Te lo encontraron, mirándote.
Por las noches,
Soñando que te miraba,
Al abrigo de los párpados
Maduró, sin yo saberlo,
Este nombre tan redondo
Que hoy me descendió a los labios.
Y lo dicen asombrados
De lo tarde que lo dicen.
¡Si era fatal el llamártelo!
¡Si antes de la voz, ya estaba
En el silencio tan claro!
¡Si tú has sido para mí,
Desde el día
Que mis ojos te estrenaron,
El contemplado, el constante
Contemplado!

jueves, 22 de mayo de 2014

Jesús Ruiz recibe el Premio Telde al Mérito Cultural

Hoy, jueves 22, en el Molino del Conde recibe el Premio Telde al Mérito Cultural el poeta, músico, compositor, cronista y activo divulgador de la cultura Jesús Ruiz Mesa, quien recientemente también recibió el Premio Arnao por su extraordinaria labor de apoyo a los movimientos ciudadanos de la sociedad teldense.
Felicitamos cordialmente a este canario-madrileño enamorado de nuestra tierra. La distinción se otorga por votación de los miembros del Círculo Cultural de Telde y desde 1998 la han obtenido J.J. Falcón Sanabria, Luis León Barreto, Lola Massieu, Pedro Lezcano, Jerónimo Saavedra, José Suárez del Toro, Manuel Lobo, Ignacio Morán, Heriberto Zerpa, Lucana Falcón y Totoyo Millares.

La cultura del "reality" y las 200 niñas de Nigeria


La sociedad en la que vivimos está enferma de exhibicionismo. Nadie tiene ya escrúpulos en hacer de la vida real una mala representación en los medios audiovisuales y en las redes sociales. Los humanos tenemos una cierta inclinación a escenificar, a interpretar. A fin de cuentas, hacemos teatro. Pero ahora mismo hay una especie de delirio universal y la vida se ha convertido en un mal teatro, por todas partes vemos obras de muy baja calidad, circula por todas partes un entretenimiento degradado, frívolo, efímero. La excitación exhibicionista ha calado en las masas y hoy todo el mundo vende sus cuitas matrimoniales, sus perversidades, hasta sus obscenidades, por un plato de lentejas. Cualquiera pone en subasta sus diez minutos de gloria, convirtiendo lo privado en público sin ninguna clase de vergüenza. Podemos decir que hay una patología del exhibicionismo, la cultura del “reality show” que nos vende la telebasura se ha convertido en una patología de la sociedad.

En la Grecia clásica, donde nació el teatro, lo obsceno no podía representarse pero ahora no solo se desnudan los cuerpos y los bienes materiales, sino sobre todo las emociones. La gente se pelea en un plató de TV, llora, desvela los actos más íntimos con tal de que haya multitud de espectadores: amantes anteriores y actuales, infidelidades, tamaño del pene o cantidad de orgasmos que alcanza fulanita. Que haya gritos e insultos, eso mueve las audiencias. Exhibicionismo y lucro se retroalimentan, la revelación sin freno proporciona dinero, y ante esta premisa se esfuman los límites. En Italia las televisiones de Berlusconi no llegan tan lejos como las que posee el magnate aquí en España. No hay freno para los programadores, ni para quienes salen a vender su cuerpo y su alma. A fin de cuentas, la banalidad/obscenidad de exhibirse se inscribe en el eje que mueve nuestro sistema: el dinero.

Antes se daba valor al conocimiento, al esfuerzo, ahora se valora la ostentación. Se necesita dinero para comprar objetos y poder ostentarlos; se hace exhibición para ganar y poder comprar, de ahí que proliferen los concursos, incluso los de dudoso gusto . Ex delincuentes como El Dioni se lanzan a hacer películas pornográficas, debe ser que hay un mercado, por ello hay que lucirse ante las miradas ajenas. Y en este contexto pronto nos van a obsequiar con un programa televisivo extraído de una competición con éxito en Israel, y que consiste en que parejas de divorciados se enfrentan entre sí, supuestamente para lograr un premio económico destinado a los hijos en común. Serán unos concursantes “condenados a entenderse” por la finalidad del premio, por las lecturas que desde el punto de vista emocional podrá sacar el espectador al ver a parejas que ya viven en universos totalmente ajenos y que se unen para luchar por el bien de sus hijos. Diez parejas divorciadas embarcan han de mostrar sus habilidades físicas y mentales en plena naturaleza, viviendo en común y poniendo a prueba sus aptitudes sociales. Un formato “verdaderamente original”.

"Se podrá ir viendo semana tras semana una evolución con los esfuerzos físicos, los altibajos y emociones que proporcionarán los juegos y las pruebas... Es un formato muy completo y verdaderamente original", apuntan desde Mediaset, el grupo de Telecinco y Cuatro, que aún no ha adjudicado a uno de sus canales el programa. Familiares y participantes expulsados comentarían desde el plató el desarrollo de esa competición al aire libre. El público israelí ya ha podido comprobar cómo las hostilidades de cada ex pareja participante son superadas (o no) por el intento de dejar a los hijos una recompensa que permanecerá en el banco hasta que alcancen la mayoría de edad. “¿Serán capaces de superar las diferencias? ¿Conseguirá la convivencia, fracasada en el mundo real, sobrevivir en este juego por el bien del niño?". Muy pronto se sabrá.

Paralelamente a esta enfermedad colectiva, en este mundo tan tecnológico y avanzado están ocurriendo cosas terribles, a las que todos deseamos ignorar. Por ejemplo, los muertos de la isla Lampedusa, las vallas con cuchillas de Ceuta, o el secuestro de unas 200 niñas en Nigeria. Precisamente allí, donde hay tanto petróleo y a la vez tanta indigencia, parece que el Estado carece de ejército y de fuerzas policiales capaces de dar con el culpable de tamaña barbaridad. Pues cuentan las agencias que, desde que la policía liquidó en 2009 al líder del movimiento fanático Boko Haram, llamado Mohammed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha matado varios miles de personas. El fundamentalismo islámico en la corriente de Al Qaeda nos pone los pelos de punta, pero lo siniestro es que las chicas fueron secuestradas el 14 de abril y si nos hemos enterado del grave suceso se debe a la lucha particular de los padres, pues el gobierno nigeriano no ha puesto todos los recursos necesarios. Incluso hay rumores de que el gobierno fue informado horas antes de que ocurriera el secuestro, pero se lavó las manos. Una activista que lidera las protestas fue detenida por orden de la esposa del presidente, estos hechos aberrantes provocan indignación y dolor. Algunas de las niñas que han podido escapar relatan que han sido reiteradamente violadas, maltratadas y aterrorizadas, para ser utilizadas como “moneda de cambio” por sus captores en las negociaciones con el gobierno.

En definitiva: hay cosas que estamos encantados de ver, y hay otras cosas que procuramos ocultar escrupulosamente. Los poderes mundiales miran para otro lado cuando hay casos de tal injusticia que claman al cielo, ni Obama ni la Unión Europea ni la ONU ni el sursum corda se meten en el tinglado. Hacen un amago de actuación y se quedan en casa viendo la tele. Pues cambiamos de canal cuando la realidad nos golpea con su crueldad cotidiana.
 
(Publicado en La Provincia hoy, 22 de mayo)

miércoles, 21 de mayo de 2014

"Mafalda", Premio Príncipe de Asturias

Una maravilla que a un genio le llegue un premio a los 82 años, más vale tarde que nunca. El humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado 'Quino' (Mendoza, Argentina 1932), creador de Mafalda, ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2014. Este galardón le llega el mismo año en que se celebra el 50 aniversario de la creación de este popular cómic, que ha sido traducido a más de 30 idiomas y llevado al cine y la televisión.

La obra de Quino ha sabido sumar dos sentimientos difíciles de mezclar: pesimismo y humanidad. Los protagonistas de Mafalda suelen ser gente normal haciendo su vida, con aderezos de realismo mágico, surrealismo y caricatura vital cotidiana. Ha sabido hacer de Mafalda, a priori una tira de apariencia infantil, una denuncia en mayúsculas. Fruto de su tiempo, le importa más la política mundial que a los adultos de ahora; a Manolito le seduce tanto el dinero como a la mayoría.

Ácido y cínico casi a partes iguales, recurre a la denuncia del absurdo y la miseria, a la condición humana, a los abusos de autoridad, a la lógica, para criticar el mundo de las crisis económicas.

Hijo de andaluces emigrados a Argentina en 1919, adoptó la nacionalidad española en 1990 y alterna su residencia entre Madrid y Buenos Aires. Las historias de este personaje contestatario, que llegó a Europa en 1969 de la mano del Premio Príncipe de Asturias Umberto Eco, que la definió como una "heroína iracunda", se han publicado en diarios y revistas de todo el mundo.

La candidatura de Quino se ha impuesto al periodista mexicano Jacobo Zabludovsky, al filósofo Emilio Lledó, la periodista congoleña Caddy Adzuba y el biólogo español afincado en Estados Unidos Francisco José Ayala.

martes, 20 de mayo de 2014

Tomás Morales, el visionario del mar

Decía Carlos Barral que Tomás Morales no fue un epígono del modernismo, sino que fue el mejor poeta modernista español. Superior a Salvador Rueda y a los que frecuentan más las antologías. El modernismo, a través de Morales, aporta la retórica musical y exultante, consiguiendo que la poesía española retorne al gran tema del mar, ausente desde los poetas levantinos de la Edad Media. ¡Atlántico infinito, tú que mi canto ordenas! Este verso constituye mucho más que una proclama individual porque el canto de Morales es épico y se acerca a otros temas: el puerto, las calles comerciales, la guerra europea. Afirmó Enrique Díaz-Canedo que Morales “es alumno de Darío sólo en lo superficial, ya que tiene sus profundos antecesores entre los poetas latinos: en Catulo, en Ovidio, en los tardíos Ausonio y Claudiano.” Barroquismo y elocuencia, un barroquismo vivo, energético, capaz de elevar el tema de una ciudad marítima y comercial, Las Palmas, a una categoría novecentista e insólita.  Para Valbuena Prat, “el poeta del carro del Neptuno es a la vez el cantor de la ciudad comercial. Esta actitud trae el nombre de Walt Whitman.”

Morales trajo una nueva sensibilidad, conectada a los simbolistas franceses y al americanismo. Para Sánchez Robayna, la poesía de Tomás “parece estar fundando siempre un espacio de identidad atlántica.” La identidad del mar, pues, y el nuevo tiempo de la poesía insular en un autor que va desde el tono lírico, blando y vagoroso de su primera época al triunfo de la luz y la nota musical. Desde la poesía familiar, de tono menor, a los temas más solemnes y cosmopolitas. Morales es, pues, un cofundador del espacio atlántico siguiendo la tradición de las endechas del siglo XV, Cairasco de Figueroa, Viana, Viera y Clavijo, los poetas regionalistas de La Laguna… Este espacio nuestro, de ida y vuelta, ecléctico, mestizo, aislado y cosmopolita a un tiempo, siempre pendiente de las vanguardias para conectar con ellas constituye una ventana abierta a la esperanza, no sólo por los cientos de escritores que han nacido en esta tierra y forman parte de su literatura sino porque a través de Morales aprendimos de alguna manera a quitarnos el complejo del enanismo. Pues Morales, en cierto modo, fue nuestro Walt Whitman, nuestro cantor, el visionario que buceó en el Atlántico para encandilarnos.

lunes, 19 de mayo de 2014

La luz de Carmen Laforet en la Playa de La Laja

Por Juan Ferrera Gil
          
El artículo que Carmen Laforet publicara en el periódico ABC en mayo de 1972, titulado Playa de La Laja, es el asunto de este comentario. Ese breve e interesantísimo trabajo, donde recuerda su niñez, es un rayo de luz vital que con el paso del tiempo aún nos sigue alumbrando. Quiero que decir que su lectura, cuando lo descubrimos hace algún tiempo, no solo se ha convertido en un texto para que mis alumnos lo valoren y lo interpreten, sino que es un referente de la infancia que sirve para otras infancias.
           En él la autora habla de la desaparición de la Playa de La Laja y precisamente esa ausencia se convierte en real al aprovecharla Laforet para contarnos cómo fue “la playa de mi infancia” y la sorprendente luz del lugar. Ella, que nació en el mediodía de un seis de septiembre de 1921, habla de tonalidades, colores, emociones y percepciones, incluso con “el sol blanco”. Tal vez todo ello tenga relación con que algunos  personajes de sus novelas sean pintores: perfectos conocedores de la luz y, cómo no, de las sombras. Por eso, al evocar unos momentos infantiles, los colores no solo describen un ambiente, sino que tienen relación directa con la personalidad más íntima de la escritora. Al describir la casa de la playa nos dice que era “un cubo de cal, con puertas y ventanas azul añil”. Y ya tenemos un principio. El blanco, síntesis de todos los colores, nos infunde tranquilidad y sosiego, como para recuperar la salud, por ejemplo, y la casa adquiere el ritmo de la marea, el tono pausado de una existencia que se mueve al ritmo cadencioso de las olas. El azul está claro: el mar y el cielo. Es decir: vida, juegos, algarabía, voces infantiles que con el tiempo desaparecen de los hogares y todo se vuelve más serio. De la terraza de la casita nos habla Carmen Laforet del “violeta intenso del cielo al atardecer” y de “las primeras luces de los trasatlánticos en el horizonte”. Esta última cita no es más que una referencia del empuje económico y cultural que la isla, y la capital, sobre todo, conociera en los años veinte del siglo pasado. Empuje centrado en el Puerto de la Luz y en el entorno de Triana-Vegueta. Parece un guiño a los poetas atlánticos.
              Pero entre tantas luces Carmen Laforet menciona “el fantasma joven de mi madre, de algunas sirvientas y de mi padre”. Es decir, la presencia de los mayores le da pie para hablar, primero, de las noches, y, después, de los días soleados. Las noches sin luna las evoca como noches sin juego, donde la luz de la pipa de su padre en la terraza “es un ascua intermitente y rojiza”. Por el contrario, las noches “con sol blanco” eran tan intensas como los días, donde los juegos infantiles colmaban toda la existencia de la chiquillería. Lo más probable, queremos imaginar, es que los mayores disfrutaran también de aquella algarabía nocturna, inocente, viva, llena de fuerza y de intensidad. Si Carmen Laforet nos recuerda lo que sintió en aquel tiempo, seguramente sus padres también percibieron los bellos momentos de la edad de la inocencia, donde cada descubrimiento suponía entrar en una nueva dimensión.
           Con el sol “los niños desaparecen como evaporados por la luz”. Y llegados a este punto la escritora nos habla del mundo submarino escondido en los charcos dejados por la marea baja, llenos de misterio y de colores, y de los nuevos juguetes surgidos de la misma naturaleza. Así las cañas secas y los trozos de corcho podían ser camiones o bicicletas para sus hermanos. Y las piedras, muñecas llenas de vida y de “peso”: el peso mismo de la existencia. Por eso Carmen Laforet se pregunta si su vida no hubiese sido distinta sin haber sentido ese “peso de las muñecas”. Los nuevos juguetes “naturales” desplazaron totalmente a los arrinconados de la ciudad. La imaginación, otro divino tesoro que cambia con el devenir del tiempo, adquiere su máximo esplendor en esa edad tan viva y nueva cada día, y llega a los confines mismos del misterio infantil.
       Y no es baladí que la última frase del artículo sea esta: “todo lo que aprendí en esa playa, que ya no es verdad, me parece lo más importante y lo más verdadero que he aprendido en mi vida”. Quizás todo ello tenga que ver con lo que después pondría en práctica con sus propios hijos: les infundiría vivir al sol, al aire libre: un escenario fundamental para el ser humano.
          Cuando alguien o algo desaparece, solo lo es en el plano físico, porque en la memoria, y en los recuerdos, se agranda y siempre sigue presente. Es el artículo de Carmen Laforet el estado perfecto de la infancia donde lo que importa son los juegos y, después, los juegos otra vez. Y tienen ellos el sabor del tiempo ido, del lugar exacto y preciso donde la felicidad camina al ritmo de las dulces olas veraniegas. Y la casita blanca no es más que un guiño a la espuma del mar Atlántico en la negra arena. Ya dijimos antes que en toda luz hay sombras. Tal vez la arena misma representa el suelo firme que nos centra en la verdadera realidad. Quizás las noches sin luna, con la tenebrosa arena, sean las sombras “del fantasma joven de mi madre”, que ya en aquellos años comenzaba a estar delicada de salud. Seguramente esa arena también venga a significar el triste olvido de los últimos años de la autora. Y, por supuesto, las piedras-muñecas, oscuras y alisadas por el  agua salada, con sabor a mar y a amor infantil, sirven de contraste con la blanca casa de cal y con la luminosidad del día. Todo el conjunto resulta vivo donde la felicidad ha encontrado un lugar paradisíaco con variadas tonalidades.
         Claro que no puedo dejar de nombrar el último verso de Machado:
Estos días azules y este sol de la infancia
         Ambos escritores, en tiempos y lugares distintos, hablan de lo mismo. Y a Machado también le acompañaba el fantasma de su madre, mayor, que creía que regresaba a Sevilla cuando, en realidad, ya habían abandonado España. “Días azules y sol de la infancia” es lo que encierra el artículo periodístico de Carmen Laforet.
         Tal vez la Playa de La Laja sea la síntesis de una existencia completa.  Debemos nosotros, ahora, esperar al sol del verano, a las casas blancas y azules en las grises arenas de cualquier playa de Gran Canaria y sentir el tiempo bajo los pies arenosos y mojados. Entonces sentiremos que Carmen Laforet no se ha ido del todo. Vive en nosotros porque la hemos leído y continuamos leyendo. Y porque las imágenes que de ella conocemos, archivadas como ahora se hacen las cosas, es decir, en el ordenador, se nos aparecen de forma recurrente. Y sucede que un día te tropiezas con uno de sus textos y ya quedas atrapado en la negra arena de la Playa de La Laja, que es la de la vida. Por eso, cuando regreso del sur, siempre lo hago por ese lugar, como si un ritual fuera, tan distinto al que conoció Carmen Laforet: Nada queda de lo que ella nos cuenta.
         ¿O sí?
         Hoy  La Laja es una playa oscura y fría en los días grises, y solitaria y apartada. En los días soleados y alegres se ve a los bañistas paseando por su arena. Hoy el bullicio de los años infantiles de Carmen Laforet resuena en el eterno vaivén de las olas atlánticas, donde una lejana plataforma petrolífera sustituye a los viejos trasatlánticos. Tiempos modernos dicen que son. ¿De verdad lo creen ustedes? Solo la escultura del Tritón, imponente y llena de sugerencias, nos avisa de que allí hubo una vez un tiempo distinto y un sentimiento interior que Carmen Laforet ha conseguido trascender. Quizás una vez al año, una sencilla ofrenda floral en la playa sirva para recordarla, y no solo a ella, sino a los habitantes que en su momento hubo. Al fin y al cabo, no es tan malo recordar los tiempos idos. Y a las personas. Ya se sabe, la intrahistoria.
         Lo que sí resulta más que evidente, y que no hace falta repetir, es que Carmen Laforet amó mucho a su isla. Y a la capital también.
        
         La felicidad, como siempre, descansa en la mirada del recuerdo.
 
(Publicado en la web del Museo Domingo Rivero) 

 

viernes, 16 de mayo de 2014

Mesa redonda sobre García Márquez y encuentro con Marian Izaguirre

 
Este lunes 19, a las 8 de la tarde, intervendremos en una mesa redonda en homenaje a Gabriel García Márquez, en la Casa Museo Pérez Galdós, junto con Emilio González Déniz, Carlos Alvarez y Santiago Gil. Actúa como moderadora la profesora Alicia Llarena.
Por otra parte, el martes, día 20, tendrá lugar también en la Casa Museo Pérez Galdós, a las 20.00 horas, otro de los encuentros literarios incluidos en el ciclo denominado ‘En este inmenso Atlántico que nos une’, que impulsa el área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo grancanario, con la financiación de la Secretaría de Estado de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de España. En este caso, la escritora bilbaína Marian Izaguirre, autora del superventas ‘La vida cuando era nuestra’ departirá con nosotros. 

jueves, 15 de mayo de 2014

La Medalla de Oro de Canarias, para el poeta Francisco Tarajano

Ahora que se cumplen los 90 años de vida del poeta Francisco Tarajano, ayuntamientos, organizaciones culturales y escritores llegamos todavía a tiempo para solicitar que con motivo del próximo Día de Canarias se le conceda al decano de los creadores literarios del archipiélago la Medalla de Oro de nuestra tierra.
Francisco Tarajano ha sido un poeta con raíces, atento siempre a la expresión popular. Sus poemas, sus adivinas, sus libros en definitiva han sido una búsqueda constante y lúcida en la identidad de nuestro pueblo.
La Medalla de Oro de Canarias ha sido concedida en innumerables ocasiones a artesanos, folkloristas, periodistas, escritores, profesionales liberales. Gente de las élites y gente del pueblo llano.
El Premio Canarias de Literatura se ha convertido en un guirigay de compadreos y pequeñas mafias. Ha sido concedido más de una vez "in articulo mortis" o para remediar casos de olvido y de indigencia.
Francisco Tarajano ha navegado con viento en contra por sus ideas independentistas. Pero tan canarios han de ser los votantes del PP como los que proclaman las ideas de Tarajano. Por todo ello, las instituciones y los particulares hemos de adherirnos al ejemplo de constancia y lealtad que representa la obra de Tarajano.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Sandra Lorenzo: talento para narrar

Quiero hablarles de un libro que seguramente no van a encontrar en librería alguna. Una edición modesta, aunque bien trabajada tipográficamente y con buenas ilustraciones. Son 17 páginas de texto, que contienen el cuento Entre Queens y Brooklyn, de Sandra Lorenzo, ilustrado por Javier Sebastián. Con ese trabajo la autora ganó el primer premio del XVIII concurso de narrativa Luis Sánchez Brito 1913, en Tazacorte, isla de La Palma.

Sandra se define como “luchadora, versátil y proactiva.” Licenciada en Pedagogía por la Universidad de La Laguna, ha colaborado en distintos medios y ha obtenido diversos premios de poesía. Aficionada al mundo del cine, emprende diversos proyectos. Por su parte, el ilustrador es dibujante nato y autodidacta en diseño gráfico, técnico superior en artes gráficas publicitarias y actualmente continúa su formación en la Escuela de Arte Manolo Blahnik.

Lo que quisiera resaltar es la sensibilidad, el talento y la soltura narrativa de Sandra Lorenzo. Trae una prosa fresca y vital, con un gran sentido del ritmo. Pese a su brevedad, este librito es un soplo de aire revitalizador, que tan solo muestra levemente las capacidades que la autora será capaz de despertar en un futuro próximo. Fue Rosario Valcárcel quien primero se fijó en esta joven autora.

Los ángeles caídos podrán ponerse en pie, y el sufrimiento será relegado mediante la pasión y la entrega. Los letraheridos no pueden soslayar su compromiso de hacer su obra más allá de los momentos bajos que siempre salen en el camino. Escribir en lugares pequeños exige una gran dosis de firmeza personal y una capacidad de lucha más allá de incomprensiones o murmuraciones. “Para regresar del infierno debes primero reconciliarte con la vida; pocas veces más verás la luz, pero, cuando la veas, la apreciarás más que el resto de los mortales…” (página 9)

La autora maneja con habilidad la evocación y el monólogo interior. Imaginación y talento.

martes, 13 de mayo de 2014

"Tajabone", vídeo genial de Ismaël Iô (subtítulos en español)

Ismaël Iô, cantante senegalés, canta "Tajabone", la "colecta del aguinaldo para los niños". Una fiesta musulmana que pone fin al Ramadán: los niños salen de las casas a la calle e intercambian arroz, telas, dulces, bebidas, también cantan y se disfrazan.
El tema está en la banda sonora de "Todo sobre mi madre", de Pedro Almodóvar.
Una canción absolutamente memorable.

Una ciudad capital


         Hace ahora cuarenta y dos años una mañana de abril me subí a un ferry en el puerto santacrucero. En una maleta de emigrante cabían todas mis cosas, incluida una máquina de escribir Olympia, unas cuantas mudas de ropa, apenas unos libros. En una maleta casi vacía la mayor parte del espacio lo ocupan las ilusiones, sobre todo cuando apenas se tienen veinte años cumplidos. Acaban de licenciarme en el servicio militar, los catorce meses de rigor, en los cuales disfruté la norma de no poder alejarme del cuartel sino en un radio de tres kilómetros por cosas que uno había escrito en los periódicos, informaciones sobre huelgas de guaguas, protestas por lo mal que funcionaba esto y aquello.

En Tenerife había conocido a gente tan interesante como Alfonso García-Ramos, Ernesto Salcedo, Pedro García Cabrera, Eduardo Westerdahl, Domingo Pérez Minik, el pintor Pedro González, pensadores, artistas, intelectuales que aún se reunían en tertulias. También escritores y compañeros de trabajo que vinimos a conformar una nueva generación. Allí ya había ganado algún premio literario pero deseaba conocer otros mundos. Así que la isla de enfrente, más urbana y dinámica, era una buena tentación. En la ciudad de Las Palmas se hacía un mejor y más avanzado periodismo. Además, mi padre siempre decía que Las Palmas era la Nueva York de Canarias. Tenía un equipo de fútbol en primera división, una playa urbana, muchas discotecas y abundancia de escandinavas. Pero, sobre todo, una prensa más moderna que en el resto del archipiélago.

         La vida está hecha de guiños, sorpresas, cambalaches, rupturas y encuentros. Y, sobre todo, de muchos azares. Aquello de que cada cual tiene marcado su destino es una verdad a medias, pues en el destino de cada cual se cruzan muchos pasos contradictorios, idas y vueltas. Abundan las decisiones llenas de perplejidad, los miedos, las alegrías y los fracasos. Sólo al cabo de los años nos hemos dado cuenta de si hemos acertado o si por el contrario cometimos un grave error al tomar determinadas decisiones. Al cabo de los años, la historia personal dictamina su fallo y ahora sé que actué con buena disposición y hasta con cierta sabiduría.

sábado, 10 de mayo de 2014

Cervantes en la Ínsula Barataria (San Borondón)

Hubo un año de boatos oficiales por el cuarto centenario de la publicación del Quijote, pero sigue planteada la duda de si todo el espectáculo sirvió para algo socialmente útil, por ejemplo para que la gente lea y conozca aunque sólo sea por las solapas el más universal de nuestros textos. Los políticos y asesores una vez más han inflado presupuestos para saraos y divertimentos con tal de salir en la foto, y ya está. Seguimos siendo un pueblo con un perfil cultural bajo, y probablemente la única solución para que la plebe aprenda sería que dentro de la bazofia de la telebasura las famosillas y los famosillos se insultaran lanzándose frases de la novela, eso sí: con mucho griterío y a ser posible largando algún que otro guantazo. Por otra parte ya se sabe que –además de los programadores de televisión- los peores enemigos del adelanto en la ilustración de las masas son los funcionarios de la cultura, aquéllos que entienden que la cosa sólo va de reparto de subvenciones y golpecitos en la espalda a los amiguetes. El difunto Miguel de Cervantes no gozó ni de una cosa ni de la otra; tuvo una vida crucificada aunque cuatro siglos después lo ampara la gloria. Y en La Mancha tenía que ser donde imaginara las andanzas trágicas, filosóficas y cómicas de sus personajes. En ese páramo horizontal de ríos sin agua entre leves ondulaciones, cultivos de secano, cereales, viñas y olivos, en esa tierra de nadie donde la gente casi ni está y donde es fácil sentir la insularidad dentro del continente.

En efecto, La Mancha es una especie de isla invisible como San Borondón, donde los perros dormitan a la entrada de los caseríos y donde las almas en pena nos recuerdan los cuentos de Juan Rulfo. Rosario Valcárcel y yo recorrimos varias veces los pueblos cervantinos, nos encontramos que muchos de ellos ni estaban señalizados debidamente, apenas había huellas de los hitos marcados en el gran libro. Las lagunas de Ruidera, Puerto Lápice, Campo de Criptana con sus molinos, igual que Consuegra, El Toboso, Pedro Muñoz, Argamasilla de Alba con su famosa Cueva de Medrano donde la tradición dice que estuvo preso Cervantes y allí escribió El Quijote. Además, nos sucedió también que varios profesores norteamericanos que seguían la misma ruta sabían más del Quijote que cualquiera de nosotros. La España pobre y negra de otros tiempos sale al encuentro del caminante con su carga de ignorancia, de milagrerías imposibles, de politiquerías vanas, de crueldades y renuncias.

En definitiva, La Mancha es viva imagen del país y aguarda una redención complicada, allí se asienta un conjunto de hidalgos venidos a menos y de Sanchos enriquecidos por los servicios turísticos de la noche a la mañana, un pueblo de insolidarios en el que cada cual se las ventila a su aire. Puede que el vasto territorio de soledades por donde se pierde Don Quijote, constituya una parte del alma de este pueblo de tendencias toscas que todavía casi ni se reconoce a sí mismo salvo en las peleas de la tribu: ahora mismo nadie quiere ser español de la misma manera que resulta difícil aceptar la bandera rojigualda por venir con la carga de muertos de una guerra civil. Al otro lado, los anglosajones manejan al dedillo las citas del gran Shakespeare, como si fuesen salmos de la Biblia, y nosotros seguimos siendo amigos de la escasa lectura y por consiguiente de la ignorancia.

            El gran Agustín Espinosa dijo que cada una de nuestras islas es “la isla de las maldiciones”. Una imagen negativa de Canarias cuando padecíamos el doble o el triple aislamiento, solo había pobreza y un velero clandestino para salir huyendo a Venezuela. A buen seguro que en la apreciación de Agustín Espinosa ello influyeron los graves acontecimientos que le tocaron vivir al mejor de los escritores surrealistas de España: guerra civil, pérdida de derechos, muerte prematura. Fue una época de imprescindibles convicciones: todo aquel que no se enfundara la camisa azul de la Falange tenía medio pasaporte al otro mundo, es decir: a ser arrojado a un pozo seco, a una Mar Fea, a una cuneta de una carretera sin nombre tras recibir una bala en la sien. Ahora que nos visitan millones y millones de turistas, cuando a pesar de la crisis el nivel de vida se ha elevado tanto, aquí en la isla Don Quijote y Sancho son espejos de nosotros mismos: grandezas y debilidades, corrupciones y sueños. Menos mal que, más allá de las ambiciones y las trapisondas de nuestros políticos, San Borondón es invisible e indivisible, mágica e ingobernable como una Ínsula Barataria cualquiera.