lunes, 26 de mayo de 2014

¡Sí, podemos!

Desde los tiempos de Galdós, y mira que ha llovido, este país se debate entre dos orillas: los favorecidos y los no favorecidos. Seguramente porque la regeneración que el país injusto precisa no acaba de llegar. Pero este domingo de urnas ha habido una interesante sorpresa, que tal vez el año que viene en las locales y acaso en el 2016, en las generales, acabe dando un soplo de aire limpio. Que nunca viene mal abrir ventanas.

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