martes, 15 de mayo de 2012

El realismo mágico de Magritte


René Magritte fue un pintor belga (1898-1967) que dotó al surrealismo de una carga conceptual, con el juego de imágenes ambiguas poniendo en cuestión la relación entre un objeto pintado y lo real. Invita a la reflexión a partir de los objetos más cotidianos y también se considera su pintura encuadrada en el realismo mágico. 

Esta es una tendencia artística no solo literaria y no solo latinoamericana; se establece que el realismo mágico de Magritte consiste en la introducción de un elemento inesperado y/o improbable en una obra predominantemente realista, que crea un efecto extraño, misterioso, y deja al espectador desconcertado o agradablemente sorprendido. Mientras el surrealismo se refiere a lo imposible, el realismo mágico se refiere a lo improbable. Magritte utilizó con frecuencia yuxtaposiciones imposibles (una locomotora saliendo de una chimenea, por ejemplo)

Su padre era sastre, su madre modista y sombrerera. Su vida estuvo marcada por el suicidio de su madre cuando él tenía 13 años, ahogándose en un río. Influenciado por Chirico, se relaciona con los surrealistas Paul Elouard, André Breton, Miró, Dalí. Entre 1927 y 1930 se establece en París, pero retorna a Bélgica hasta el fin de su vida. Magritte explora en toda su obra el problema del espacio real frente a la ilusión espacial, que es el trasunto de la pintura misma.
Reproducimos dos de sus cuadros más célebres: Relaciones peligrosas, de 1936, y Golconde, de 1953.

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