Adiós a la justicia
gratuita, la que estaba destinada a personas insolventes, y que era atendida en
este extraño país por 32.000 abogados, porque al señor Gallardón, tan original
él, como todos los de su clan, se le ha ocurrido subir las tasas judiciales.
Así que si alguien en evidente precariedad económica desea presentar una
demanda, una reclamación, o cualquier cosa que dependa de nuestro código penal,
que lo olvide, porque si reclama, por
ejemplo, 200 euros que se le deben, a lo mejor tiene que gastarse antes 500.
Gracias señor Gallardón.
Pero esta gente no para
de ser original. Uno de sus señores comentó que “que las leyes, como las
mujeres, están para violarlas”. Es el machismo de la España profunda, de la
España medieval, con derecho de pernada. Y una bien puesta y pluriempleada señora Cospedal, (económicamente
hablando, eh) ha desmantelado el
parlamentarismo castellano-manchego y
quiere que todas las “autonosuyas” sigan su ejemplo. Solamente pueden acudir a
su escaño aquellos que tengan una buena posición económica. O sea , instituirá
la plutocracia, o más bien la reconstruirá, porque nunca ha sido ajena en la
trayectoria política hispana.
Suma y sigue, pues, el
partido impopular, empeñado en hacernos la vida imposible, y a pesar del aupamiento
de los millones de votos que obtuvo de sufridos y desengañados
ciudadanos . Desengañados, claro,
del fracaso del hombre del talante, que
necesitaba bailar al ritmo de una mejor
música, que no con talente-pachanga. Después del ascenso evidente que tuvieron,
ahora descienden hacia un pozo que parece que no tiene fondo, llevándose sus
incompetencias, sus recortes, sus insensibilidades, su inoperancia, y el
favorecimiento descarado que l e hace a la banca, a las financieras, a los
mercados, a los bienes patrimoniales y de sociedades… y a la “Führerin” Merkel.
Además, bajo las
directrices de una desequilibrada Unión Europea
que no tiene criterios unificados en materia fe organización fiscal y
financiera, judicial, administrativa, etc. Lo peor de este país, de España,
desvertebrado, enormemente dividido en parcelas tribales, que nos recuerdan a
los reinos de Taifas de la época musulmana, es que no existen alternativas
políticas fiables , al menos a corto plazo, que nos saquen del atolladero. Y no
es cuestión de que haya o una deriva populista, estilo bolivariano chavista, o
de dictadura justificada incluso mediante un procedimiento democrático. Hay que
descartar siempre el golpismo y las imposiciones totalitarias, del signo que
fueren. Creo que los españoles, a estas alturas, se merecen algo mejor.
Nos faltan partidos
comprometidos, flexibles, adaptables y sensibles con lasa aspiraciones de los
ciudadanos, que no quieren perder todos
aquellos logros sociales y laborales obtenidos tras años de luchas, de
reivindicaciones y esfuerzos. Partidos que no se plieguen a intereses del gran
capital, de las financieras, a los internacionalismos espurios y que atiendan,
en cambio, las demandas sociales, al
buen funcionamiento de las instituciones y administraciones públicas y que nos
conduzcan a todos a la recuperación del estado de bienestar, y de derecho, de
forma equitativa.
Hace falta en este país
una profunda reforma de casi todo: de organización territorial (suprimiendo,
por ejemplo, ciertas autonomías que no vienen a cuento y que podrían integrarse
en otras de su entorno) judicial,
electoral, educativa, fiscal, sin que existan exenciones patrimoniales, de
sociedades, religiosas,etc.
No está mal encaminada la
creación de una España federal, que algún que otro partido pregona, aunque
el federalismo no esté en la mente de los partidos conservadores, y creo
que tampoco en la mayoría de la población. Por si alguno no lo sabe aún, Suiza
es un país federal, dividido en 22 cantones, donde existen cuatro lenguas
oficiales: alemán, francés, italiano y rético-romanche. Hay libertad religiosa
y separación de iglesia y estado. Y no deja de ser una nación ejemplarmente
democrática, pese a su pluralidad, donde las decisiones importantes se
solucionan bajo referéndum. Además, tiene algo para mí muy valioso: su
neutralidad. En España estamos alineados con la OTAN (instrumento de Estados
Unidos, cuando les interesa) y con acuerdos en USA.
Así pues, tendremos que
plantearnos echar a votazos a quienes están degenerando nuestra democracia,
nuestras libertades y nuestros logros,
para sustituirlos por aquellos que merezcan nuestra confianza y sean capaces de
sacarnos del atolladero en el que estamos metidos.
La situación es delicada, y lo peor es que cada día las noticias y las previsiones son más nefastas: la última mala noticia viene del FMI que dice que en el 2013 lo pasaremos mucho peor
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