La pobreza se recrudece cada día
en las calles de nuestras ciudades. Este hombre ahora saca menos dinero que antes
aparcando y vigilando coches. Hace muchos años, más de 15, que le ha venido
reclamando al Consulado ruso que lo repatríe, que lo devuelva a casa. Pero
nadie ayuda.
Nació en Sebastopol, se hizo marino
desde muy joven. Precisamente por su profesión recaló hace 15 años en el Puerto
de La Luz ,
viajaba como tripulación del barco pesquero ruso Stratosfera, propiedad de una
empresa hoy disuelta. Hace meses la prensa local contó su caso, pero la cosa va
de largo.
La consignataria pasaba por
apuros y debía a los tripulantes el salario de cuatro meses. El patrón se quitó
de en medio cuando algunos bajaron a tierra firme. “Después de atracar, un
grupo de compañeros desembarcamos para dar una vuelta y cuando nos dimos cuenta
el barco se fue dejándonos tirados, llevándose toda nuestra documentación.”
Para este hombre la isla no es el edén. Qué dura la condición humana.
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