viernes, 27 de julio de 2012

"Memorias de La Palma Edén", de Luis León Barreto

Por Antonio Cabrera Perera

Cada vez que sale un nuevo libro de poesía, me acuerdo de Bernardo González de Bobadilla,  uno de los primeros escritores canarios de nombre conocido, aunque todavía no se ha podido demostrar ni su identidad ni el lugar de su nacimiento.
En el prólogo de su libro Ninfas y Pastores de Henares dice que no se atrevía a sacar a la luz este libro suyo por vergüenza, especialmente en este tiempo que ni tal arte florece ni se estima, ni los ingenios de los hombres discretos se abaten a cosas rastreras como la poesía, ni los gustos están de suerte, que no sea menester ser la cosa más del cielo que de la tierra para que contente.
Corría el año 1637 y todavía estaban de boca en boca de la gente los versos de Garcilaso, de Lope de Vega, de Góngora o de Quevedo.
Siempre se sigue hablado de que la poesía no está de moda y en el siglo XIX se produce una gran eclosión de poetas como el Duque de Rivas, Espronceda o Bécquer, que en una rima espléndida llega a decir:
Podrá no haber poetas pero siempre
habrá poesía.
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida… 
Mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a do camina…
Mientras haya un misterio para el hombre
habrá poesía.
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran…
Mientras haya esperanzas y recuerdos
habrá poesía…
Y en el siglo XX incluso llegamos a tener en Vicente Alexandre un premio Nobel de Literatura por su poesía
Por tanto vemos que la poesía tiene siempre actualidad.
Luis León Barreto, un joven osado y valiente, se atreve a romper los moldes a que nos tiene acostumbrados como gran novelista  y vuelve como en sus primeros años a la poesía.
Él mismo dice:
Nunca fui hábil varón sino extravío pero
colecciono recuerdos de otro tiempo
-de la dicha y el olvido-
y a Ítaca la veo en todas partes.

El libro es un elogio poético muy bello a su isla nativa, La Palma, una tierra a la que poetiza e identifica con la patria de Ulises; Luis León Barreto, como se deduce de la lectura del libro y como puntualiza muy bien Sergio Domínguez,, sabe realizar un ejercicio literario fecundo y cercano, reflexivo y  contextualizado.
El libro está dividido en varios epígrafes (que no capítulos) que titula: I. Orígenes. II. Perdiciones. III. Instantes. IV. Éxodos y V. Despedida.
Personalmente  destacaría del libro varias composiciones, entre ellas:

Nunca fui hábil varón sino extravío, de Orígenes,
A lomos de la Caldera en Tinizara,
vivía el abuelo…
Ya otoño, flores de Pascua…
Brotan en el camino…
Polca de los Enanos…    de Instantes
Cartillas de racionamiento,,,     de Éxodos
y
La historia concluye, todo listo…   de Despedida
 Memorias de La Palma Edén es un canto precioso a la isla, una evocación a los recuerdos que más le han impactado en su vida y la fusión de realidad y mito, en la que su isla y sus recuerdos personales se identifican con uno de los grandes mitos clásicos de la Literatura griega.
Mis mejores deseos y mi enhorabuena a Luis León Barreto por todas las bellas novelas, crónicas y narraciones a que nos tiene ya acostumbrados y por este gran realidad lírica que acaba de ofrecernos como fruto de su entera dedicación a las letras. Un abrazo.

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