sábado, 21 de julio de 2012

Privilegio Urdangarín

La princesa está triste ¿qué tendrá la princesa?, lo diría Rubén Darío. La princesa quizá veranee sola este año en Palma de Mallorca, no debe ser muy interesante que la vean al lado de Iñaki Urdangarín, el presunto. ¿Tiene motivos verdaderos la princesa para su aparente desconsuelo? Las penas con pan son menos. Pues a la princesa La Caixa le paga bastante dinerito pese a la crisis y Telefónica ha renovado el contrato a su marido, que ejerce como delegado de la empresa en EEUU, según ha publicado la prensa nacional.
El duque de Palma, que sigue estando imputado por los delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos cuando presidía el Instituto Nóos, seguirá percibiendo una módica cifra como sueldo: un millón y medio de euros de nada, más otros 1,2 millones de euros en especie para que con ellos pague el alquiler de la casa, habría que decir casona, de Washington en la que reside junto a la infanta Cristina y los cuatro hijos de la pareja. El contrato expiraba el 31 de julio pero la compañía, en un gesto de altruismo sin precedentes, decidió prorrogarlo por si las moscas. Parece ser que, con la salvedad, de que si el duque al final se sienta en el banquillo de los acusados, Telefónica podría despedirle o suspenderle de empleo y sueldo. No se alarmen, que no va a ocurrir ninguna desgracia: si Telefónica despide al duque tendrá que darle una módica cantidad como indemnización. Exactamente 4,5 millones de euritos. Entretanto, los ministros de Economía y Hacienda lo admiten ciegamente: si la recaudación impositiva no mejora, si las medidas puestas en marcha no dan resultado, dentro de muy poco no habrá dinero para seguir pagando a los funcionarios.
La situación es claramente insostenible. Como la recaudación siga cuesta abajo, ya no habrá ni para un paquete de papas. Con lo cual estaremos en una situación parecida a la de Grecia, cuna de la filosofía y del pensamiento, madre de Europa. España, que también tuvo su imperio en el que no se ponía el sol, ya ven el camino que lleva. Y atentos todos porque a la Merkel se le ocurrirán nuevos y variopintos recortes, nuevas y variopintas medidas drásticas. Recordemos que los duques de Palma residen en el lujoso barrio Chevy Chase de Washington. ¿Pero de verdad que, con estos datos en la mano, alguien puede creerse que Hacienda somos todos?

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