Estoy muy contento porque hay algo en este raro país llamado
España, que llega a unir a todos los españoles, e incluso a los ni siquiera se
sienten españoless. Ahora vamos todos de la mano para vitorear a la Roja , al equipo nacional de
España. Y lo que son las cosas, hasta no hace mucho todo lo rojo estaba muy mal
visto, en España y hasta te podían fusilar si veían en tí algún tufillo
colorado. Pero vemos que los tiempos
cambian que es una barbaridad...
Se reúnen las familias, los parientes, los amigos para
tomarse unas copichuelas y unas sabrosas tapas, mientras se apasionan para
ver fervorosamente los partidos de
fútbol de esta gloriosa nación de conquistadores, de guerreros, de santos , de
inquisidore de estafadores y de iluminados. Y me alegra que el consumo haya
subido, gracias a este campeonato de la
Copa de Europa. Se prodigan en los bazares, por los mercados callejeros por
los grandes almacenes las banderitas de España, las camisetas rojas del equipo
nacional, las imágenes de estos épicos héroes, llámense Silva, Piqué, Casillas,
Iniesta, Pedrito, etc. etc. que nos van a meter en las finales.¡Un gran
negocio!.
A punto estuvo España de claudicar, porque en el partido con
Portugal jugó mejor el equipo luso, y, de chiripa, gracias a los penaltis,el
equipo rojo superó la prueba. ¡Da gusto ver la vena patriótica que nos ha
entrado a todos!
Algo bueno tiene todavía España, que los extranjeros empiezan a respetar y eso es su equipo nacional , esculpido por
el adusto entrenador Vicente del Bosque, que logra copas del mundo y de Europa,
y de donde sea. Gloria pues, a estos aguerridos peloteros, que por unos días
nos darán unos días de respiro y alegría, ante los sustos que el señor Rajoy
nos da los viernes (a los que ya llaman Viernes de Dolores) .
Vamos a ver cuando estos mandamases prometen comportarse
como auténticos patriotas, buscando la felicidad de todos los ciudadanos y no
solamente la suya propia, o la de sus amigos del alma. Vamos a ver cuando se
reforma la Constitución ,
el Poder Judicial, la democracia y se contempla el castigo para todos aquellos
que ostentan cargos públicos y actúan con irresponsabilidad..
Gloria pues, a
quienes por unos días se olvidan de la herencia de Zapatero, de las engañifas
de Rajoy, de las ayudas a Bankia , (a
costa nuestra) de la Prima de Riesgo, de la caída
de los mercados, del rescate del país,(aunque arteramente lo nieguen los Rajoys,
los Montoro, los Guindos y la
Santamaría , que no quieren reconocer que España se encuentra
en el pelotón de los torpes de la vieja Europa, y se dan ínfulas de modernos,
progresistas, defensores del capitalismo y demás ismos. También se olvidan los
probos ciudadanos de que los políticos no sufren ninguna crisis; y de que esos cazapelotas, a
los que tanto admiran, ganan unos sueldos y unas primas que para si quisieran
muchos mortales. Tampoco se sabe donde dejan los cuartos esos pelotaris, aunque
es sabido que algunos dedican una parte a fundaciones y ayudas sociales.
También, por unos días y noches enteras, se olvidan de que los directores y
ex-dirigentes de cajas de ahorros(hundidas desde que los políticos se metieron
en ellas) cobran sueldos astronómicos,
indemnizaciones millonarias por haberse ido de los cajas que ellos mismos han arruinado; o se
garantizan unos retiros fabulosos. Este pueblo, hipnotizado por las
hazañas de la Roja ,
se llega a olvidar, afectados por una amnesia colectiva, de quienes engrosan las listas del paro; de los que ingresan en el club de los
desahuciados, de los que no tienen para comer, de los que visitan con
asiduidad Cáritas, o centros de asistencia,
de quienes ahora se dedican a trapichear con drogas, a robar hilos de cobre; a
atracar establecimientos; a asaltar turistas despistados y demás triquiñuelas
de la picaresca hispana. Y como no: se olvidan
de todos esos sinvergüenzas que blanquean dinero, que defraudan a
Hacienda; que se llevan sus ganancias a paraísos fiscales, y a los que ningún
inspector de Hacienda descubre, ni denuncia, ni lleva a la cárcel, ni hace
pagar lo que deben .Y no digamos nada de esa desprestigiada Justicia en la que
casi nadie cree, por estar politizada, anquilosada, y con falta de una profunda
reforma democrática y creible.
Los españoles de a pié, de
a caballo, o de coche de alta gama, poseen buenos recursos para
escaquearse de la realidad; dispone de las
válvulas de escape más diversas del mundo y se adhiere a la máxima
clásica y de las dictaduras capitalistas: “Pan y circo”. Que espectáculos no
nos faltan: fútbol, toros, fuegos de
artificios,el cotilleo y los insultos diarios de determinadas televisiones
nacionales, las fiestas tradicionales y evocaciones a los santos de este beato
país, plagado de pecadores que, al final se arrepienten profundamente, cuando
le empiezan a ver las orejas al lobo... Y si no, ahí están las hazañas de nuestros tenistas, corredores
ciclistas, motoristas y automovilistas que sitúan a miles de espectadores ante
el televisor en hogares, bares y pantallas panorámicas de cualquier rincón de España. Después de esta catarsis
reflexiva y patriotera, a lo mejor nos volvemos a cabrear otra vez, y nos
lanzamos a la calle, como una fiesta más, para llevar pancartas y poner a caldo
a los políticos que nosotros mismos hemos elegido. Y a lo mejor ocurre un
milagro y nuestros desprestigiados políticos se regeneran.¡ Bravo por este país
tan sandunguero donde no se pierde el humor y las ganas de vivir, a pesar de
todo!.
Estimado Luis:
ResponderEliminar"Circo sin pan" llaman ahora a la situación actual. Peor que los tiempos romanos va la cosa, me hace recordar aquel poema del amigo Antonio Abdo escrito hace más de 20 años, "Qué alta y rubia es la vieja Europa". Me encanta tu artículo punto por punto. Y una cosa que a muchos les haría gracia: al día siguiente del día "glorioso" hubo una inmensa campaña de recogidas de firmas para que nuestros "héroes" aportaran sus sustanciosas primas para paliar la crisis y no precisamente en la Banca. En fin, uno que es poeta y tal firmó. Otro fichado más, y no precisamente por Del Bosque.
Muy bien pensado, amigo Antonio. Y la prima de riesgo sigue subiendo, y la economía continúa fatal.
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