Esto
quiere decir que aquel modelo de ética cívica y de humanismo crítico que predicaba
incansablemente ha hecho mutis por el foro en estos tiempos de ligereza y
evanescencia. Y, sin embargo, sus versos todavía están calientes como el pan
recién hecho. ¿Cómo no emocionarse con aquel vigoroso comienzo del Consejo de
Paz que provocó un consejo de guerra? Muchas veces elogié ante Pedro su
humanismo, y respondía que no tiene mérito alguno, ya que sería tan absurdo
como homenajear a los perros por ser perrunos.
En
realidad, aquella conciencia panteísta, aquella identificación con la
naturaleza, aquella vena polifacética y creativa, aquella sintonía con la
calle, aquella noción de practicar una literatura arraigada y a la vez comprometida
con su tiempo ya no son actitudes que defiendan los poetas de hoy. Muchas veces
la poesía se ha vuelto abstracta, poesía del lenguaje, metapoesía que hay que
abrir con un abrelatas. Pero Pedro nos daba una voz clara y bella como el agua
limpia, acento poderoso que enardecía a las masas. En cierto modo Agustín
Millares y él fueron nuestros Neruda mitineros con corazón del pueblo. Lo que
queríamos decir es que es inadmisible que no haya libros suyos en las librerías
de esta tierra, por lo cual los manirrotos políticos que tenemos deberían
reeditar su obra.
1
Muchachos que soñáis con las proezas
y las glorias marciales,
bajaos del corcel, tirad la espada;
los héroes ya no existen o están en cualquier parte.
Llegará la hora cero de ser héroes
Cualquier día cruzando cualquier calle.
2
Contables misteriosos
cerrarán un balance.
Decretarán la nada entre los hombres
misteriosos contables.
Cuando en los hondos sótanos,
valientes y cobardes
recen al Alto Mando
por un soplo de aire
no los oirá de Dios, que está más cerca;
no los oirá ya nadie.
3
Negación de los nombres.
Negación de las frases.
Si no sois primavera, espuma o viento,
Fuerzas de Tierra, Mar y Aire;
si el vendaval no sois ni la semilla,
ni la lluvia que nace de los mares,
usurpadores sois de las palabras
nobles y elementales.
4
Homicidas sin culpa se disfrazan
del color de la tierra y de los árboles,
con floridos ramajes en las frentes,
como en las bacanales…
Pero no son alegres las canciones
que inspira el mosto de la sangre.
5
Muchachos soñadores de epopeyas,
escuchadme:
el pecho es lugar que se designa
para el balazo de los mártires.
El pecho, nave heroica
donde retumba el corazón amante,
donde el plomo penetra limpiamente
como en templo de sangre…
Pero sucia de barro y excremento,
cae la estatua de Marte.
Vuestras definiciones,
vuestras sabias verdades,
la inteligencia es pus sobre las frentes
de miles de cadáveres.
Y en la tierra abonada por la muerte
solo he visto crecer la flor del hambre.
Muchachos soñadores,
bajaos del corcel, tirad el sable.
Cuando las botas pisen los olivos
y su símbolo aplasten,
coged su savia espesa, echadla al mar
y veréis como aplaca tempestades.
Felicito por supuesto a Nicolás A. Díaz Benítez, por mantener viva la memoria de Pedro Lezcano.
ResponderEliminarUn poeta que como bien dice Luis rompió barreras en tiempos difíciles. Reflejó su tono de libertad, su espíritu.
blog-rosariovalcarcel.blogspot.com