La Biela, mi lugar en Buenos Aires… mi abuelo el Ing. Eduardo Sanguinetti, me llevaba desde niño, se encontraba con Alfredo Palacios, Oliverio Girondo, Ulises Petit de Murat y tantos personajes, de una Buenos Aires, que ya no existe… nunca he dejado de ir… tuve reuniones inolvidables con mis amigos, ya fallecidos: Facundo Cabral, Carlos Espartaco, Emilio Alfaro, Sergio Mulet, Rogelio Polesello, Adolfito Bioy Casares, Federico Peralta Ramos, Daniel Mendoza, Fermín Chavez… hoy, cual jubilado que no soy, me encuentro, a veces con Luis Rusconi y alguna curiosa mujer, que jamás falta a la cita… tantos encuentros a deshora!, en La Biela… tantas idas y regresos desastrosos…
Electrólisis de público, los que parten y los que llegan… un norte a alcanzar, para muchos…para mi, un lugar donde me encuentro muy cómodo, mi hogar ausente… un espacio, donde todo el personal, que me conoce hace décadas, me sirven como a un “Coloso”, siempre, una Coca-Cola helada y un plato grande de maníes.
Lo deseaba compartir con ustedes… lindo sol, en “La Veredita”, como le llamaban también a este Café entrañable, que ha cambiado su aspecto, tenía un perfil más de barrio hace unos 30 años, cuando la calle Junín, hoy peatonal, estaba habilitada para que circulen automóviles… era más íntimo, sin la ruidosa y molesta presencia de turistas, que comenzaron a llegar en era menemista… lástima!
Saludos!… y ya saben donde encontrarme por la tarde de días de semana, estando en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. Los días de frio o lluvia estoy dentro, en una mesa cerca de la barra, siempre la misma… Costumbres de un porteño sin gomina.
Eduardo Sanguinetti, filósofo rioplatense
No hay comentarios:
Publicar un comentario