Desde hace un tiempo tengo dificultades para entrar en este blog.
En espera de que me auxilie un informático de buena voluntad, me despido por el momento.
LUIS LEON BARRETO ------------------------------------------------------------------------------------------correo: leonbarreto49@gmail.com
Desde hace un tiempo tengo dificultades para entrar en este blog.
En espera de que me auxilie un informático de buena voluntad, me despido por el momento.
Un pasito adelante y
otro pasito hacia atrás. La complicada negociación de los políticos tiene eso:
que donde dije digo en realidad quería decir diego. De este modo, jugando al
escondite, nos hemos pasado las jornadas previas a la probable no investidura de
un señor candidato y a la probable sí investidura de otro señor candidato.
Porque los independentistas no dejan de pedir: que si amnistía, que si derecho
de autodeterminación, que si referéndum con su día y su hora ya fijada desde
ahora, que si no se renuncia a la vía unilateral, como ya sucedió aquel 1 de
octubre, etcétera. Es decir que cuando todo parecía claro, atado y bien atado
como decía el caudillo, puede que haya nuevos golpes de tuerca, con lo cual lo
que aparentemente estaba amarrado se disuelve en la nube.
Tal vez lo que está
sucediendo es que se está acabando el teatrillo de estos meses y quizá ahora
asistamos a los pulsos de verdad, el final de la partida que lleva mucho tiempo
disputándose entre socialistas e independentistas negociando entre bambalinas,
y de cuyo resultando va a depender que haya un nuevo presidente o que vayamos a
la repetición electoral. Una opción que nunca ha estado descartada del todo,
una posibilidad que sin duda añade incertidumbre para la economía y
desconfianza para los ciudadanos de a pie. Y ellos, los políticos, a seguir
disputando la prórroga del partido y, como no se fían, exigiendo la
intervención de un mediador internacional. Qué cosas.
Seguir los medios de
comunicación produce alegrías y desasosiegos, porque las noticias suelen ser
contradictorias. Por ejemplo, podemos leer que la economía española va como una
locomotora, que en el año que vivimos e incluso en 2024 registrará el mayor
crecimiento de todas las economías europeas, pero esa misma noticia será vista
justo al revés en un periódico del signo contrario. Un optimista dirá que el
vaso está medio lleno y un pesimista afirmará que está medio vacío.
Todo sucede de un modo
muy veloz y con muchas contradicciones. La directora de cine catalana Isabel
Clixet, que ya tiene un notable prestigio internacional por la seriedad de sus
planteamientos y la belleza de sus películas, acaba de hacer unas declaraciones
de las que entresaco esta frase que no tiene desperdicio: “He desconectado de
toda la política catalana por supervivencia… De repente, la llave de todo la
tiene un pirado que vive en Waterloo. ¡Guau!”. La política no tiene
desperdicio, y hace extraños compañeros de cama, imprescindibles en este caso
para que pueda salir adelante la investidura de Pedro Sánchez. Y es que en esta
España partida en dos unos poquitos votos, unos poquitos escaños en el Congreso,
pueden llevarte al cielo o al infierno. Incluso podría suceder que a la hora de
la verdad el disputado voto de Coalición Canaria llegue para evitar el diluvio
o para confirmarlo.
Tal vez todas estas contradicciones se deban a que estamos encapsulados dentro de un sistema insano, que acrecienta el que vayamos cada uno por nuestra cuenta, con la siguiente sensación de soledad, un sistema que exacerba la competitividad, a cualquier precio. El subjetivismo no es sino una sobrevaloración de la propia persona y de sus actitudes porque el egocéntrico se cree el dueño de todo y se frustra cuando no consigue todas las metas que se propone, o cuando los demás no cumplen sus órdenes. Soy egocéntrico y estoy rodeados de muchos que son como yo. A lo mejor el señor Puigdemont es un tanto egocéntrico y narcisista, y la verdad le asiste cada hora de su vida. Pero es también muy posible que tanto el candidato Sánchez como elcandidato Feijóo y como la Dama de Hierro, la señora Ayuso, y otras figuras del teatrillo tengan la misma inclinación de egocentrismo y de narcisismo.
A
la vuelta del verano parece que hay una competición urgente por hablar en
lenguas regionales en el Congreso, también existe furor por alargar el serial
Rubiales con el célebre piquito y asimismo hay una gran predisposición para
convocar congresos de escritores. Es la misma fiebre que hemos apreciado este
verano en los aeropuertos desbordados, con la gente muy deseosa de buscar
nuevos destinos. Por otro lado, entendemos que si en la Cámara Baja nuestros
políticos pueden hablar en aranés, en bable asturiano y hasta en aragonés, está
claro que para que haya una representación más completa de la España plural
falta el silbo gomero, patrimonio inmaterial de la humanidad y que debería
tener los mismos derechos que el gallego, el euskera y el catalán. Y en el
capítulo de las reuniones de escritores medianitos –porque las grandes figuras
de la literatura universal ya no están– hay mucha variedad: congreso
hispanoamericano en Las Palmas de Gran Canaria, otro anual en Los Llanos de
Aridane, isla de La Palma, y hasta otro más en Berlín, una nutrida reunión
germano–latinoamericana. Un grupito de grancanarios, tinerfeños y palmeros
hemos sido invitados al más lejano, el de la capital alemana.
Berlín
siempre está ahí, con su paseo de los Tilos donde Adolfo Hitler era adorado
cuando los desfiles en su honor, porque los alemanes –ese pueblo culto que dio
a Beethoven, a Bach, a Goethe, a Kant y a tantas otras figuras universales– tuvo
la desgracia de padecer aquella locura. Berlín está en los trocitos de aquello que
en su día fue uno de tantos Muros de la Vergüenza (ahora mismo los Muros de la
Vergüenza los levanta Israel para que los palestinos no puedan pasear por el
trocito de patria que les queda). Pues bien: en la archifamosa Puerta de
Brandeburgo los operarios, seguramente algún español en el pelotón, se han
afanado en borrar la pintura roja que los que tienen conciencia del cambio
climático arrojaron días antes de nuestra llegada. Y en las salas del encuentro
berlinés hubo algún que otro debate, y lectura con traducción de textos en
español pasados al alemán. Opino que mejor que convocar tantos congresos sería
que los escritores nos leyéramos los unos a los otros, y tratáramos de aprender
mutuamente.
Las necesidades de la política patria producen
el auge imparable de los nacionalismos, y los nacionalistas pueden ser buena
gente pero es gente insaciable, siempre tienen hambre y siempre pedirán más. Dijo
el gran escritor Stefan Zweig en sus memorias: “Por mi vida han pasado todos
los corceles amarillentos del apocalipsis, la revolución la inflación, el
terror, las epidemias y la emigración, he visto nacer y expandirse ante mis
propios ojos las grandes cronologías de masas: el fascismo en Italia, el
nacionalsocialismo en Alemania, el bolchevismo en Rusia y, sobre todo, la peor
de todas las pestes: el nacionalismo, que envenena nuestra cultura europea”.
Este fue un grandísimo autor austriaco que se suicidó en Brasil junto con su
esposa, cuando la segunda guerra mundial ya era una desgracia inevitable, en 1942.
Nosotros los canarios tenemos un partido
regionalista, que no juega al nacionalismo y menos aún al independentismo. Adán
Martín, que para mí fue un buen político dentro de CC, ya lo advirtió en su
momento: “Si Canarias declarase la independencia, retrocedería al nivel que
tienen las islas de Cabo Verde tras su independencia, es decir: al Tercer
Mundo.” El mayor error de Antonio Cubillo fue tratar de imponer el africanismo en
nuestra cultura, y es que aquí somos comedidos, quizá hasta demasiado
comedidos. Pero es lo que hay: nuestro mestizaje es la clave.
Finalmente, Berlín Berlín es el título de un vodevil que se está representando en el Teatro Alcázar de Madrid, en plena calle de Alcalá. Risas para disimular los disgustos de la inflación, de la mucha inmigración y demás yerbas.
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Berlín acoge del 8 al 23 de septiembre la XXVI Cita de la Poesía 2023 (XVVI Dichterbegegnung Berlin-Spanien-Lateinamerika), un evento que contará con la presencia de un destacado grupo de poetas procedentes de las islas Canarias.
Con motivo de la celebración del XXVI Aniversario de Cita de la Poesía y de su Segunda Jornada Intercultural Literaria, que tiene lugar durante el mes de septiembre de 2023, la organización de este encuentro internacional ha invitado a un grupo de poetas de las islas Canarias para su participación en el mismo. En concreto, se contará con la presencia de Rosario Varcárcel, Luis León Barreto, Josefa Molina Rodríguez y Eduardo García Benítez, de la isla de Gran Canaria; Héctor José Rodríguez Riverol, de la isla de La Palma, y Camila Rodríguez Aguiar y Andoni Ros Soler, de la isla de Tenerife, bajo la coordinación del también poeta, el palmero Antonio Arroyo Silva.
El evento, organizado por los poetas Juergen Polinske, de Alemania, y José Pablo Quevedo, de Perú, contará con la participación de poetas y escritores de diversos agrupaciones literarias de Alemania, España y Latinoamérica.
La participación de los poetas canarios tendrá lugar los días jueves, 21 y viernes, 22 de septiembre, y consistirá en la lectura de textos en castellano y alemán por parte de los participantes, en diversos espacios culturales de la capital berlinesa. Estas lecturas contarán además con la presencia de otros autores participantes como Juergen Polinske, José Pablo Quevedo, Petra Namyslo y Pablo Cantuarias. En el marco de este encuentro, serán presentadas las obras Plegar Orillas 3, de Fabio Carreiro Lago y Ulrich Grasnik, coordinada por María Gutiérrez y Antonio Arroyo Silva, y la tetralogía Canarias/Cuba. Senta poética transoceánica, editada POETAP, a cargo de Andoni Ros Soler.
La XXVI Cita de la Poesía, que incluirá variadas actividades dirigidas a conocer la cultura y lugares emblemáticos de la ciudad, se desarrolla con el apoyo de diversos gremios literarios e instituciones culturales de Alemania.
Es esta una palabra
que atemoriza a todo el mundo, se trata de verdugo muy antiguo, siempre
presente en todas las sociedades pero cada vez más se ha convertido en el
monstruo de los tiempos modernos. Hace un año, después de una biopsia me
notificaron que tenía células malignas en la próstata. Además, en febrero de
este mismo 2023, tuve un episodio de insuficiencia cardiaca, con dificultad
respiratoria cuando me acostaba a dormir, y a consecuencia de todo ello me
condujo una ambulancia para estar quince días internado en el que para mí es el
centro sanitario por referencia en las islas.
Cuando uno padece este
tipo de cosas, le toca el miedo en los hombros. Después del covid y del volcán,
creía que vendría una tregua pero en lo que a mí respecta no fue así. Las
primeras noches que uno pasa en un centro hospitalario se genera un temor del
que resulta difícil desprenderse. Pero la profesionalidad de los jóvenes
médicos en prácticas, tan entusiastas, con mención especial a la labor de las
enfermeras y enfermeros, de todo el personal, y con la supervisión de los
profesionales más veteranos y la ayuda de una buena tecnología, me hicieron ver
que todo es superable.
El ser humano es capaz
de aprobar con nota las pruebas más difíciles, si emocionalmente estás bien eso
ayuda mucho, y por supuesto que es muy importante el diagnóstico precoz de los
dos tipos de cáncer más frecuentes: el de próstata y el de mama. Escribo estas
líneas porque tengo varios amigos con padecimientos similares, que han ido
sobrepasando. Hoy en día los tratamientos han mejorado mucho, y después de 23
sesiones de radioterapia, con un tratamiento intensivo que incluyó un cuidado
especial en la alimentación, por suerte me acaban de hacer un análisis que
certifica que las células malignas de mi próstata se han reducido a cero. He de
seguir sometiéndome a controles periódicos, pero las primeras señales son
buenas.
Nos quejamos de las
deficiencias de la sanidad pública. Cierto que tenemos unas altas listas de
espera, cierto que haría falta invertir más para poder contratar más
profesionales, incluso para habilitar salas que están desocupadas, para
investigar más, para hacer cosas nuevas y arriesgadas como el trasplante de
pulmón que el Negrín ya ha cumplimentado. Porque, dada la distancia con los
centros hospitalarios punteros de la Península, hemos de tener una sanidad lo
más autosuficiente que sea posible. Por eso cuando alguien habla de reducir
impuestos, me echo a temblar porque la sanidad, la educación y todas las
prestaciones sociales quedarían en grave desamparo. Los más ricos son cada vez
más poderosos mientras la inmensa mayoría del pueblo llano se empobrece. Y la
sociedad canaria tiene importantes bolsas de escasez, estamos por debajo de la
media de renta de los ciudadanos de la Unión Europea.
Cierto que en las islas hay buenos centros sanitarios de carácter privado, pero aquí y ahora hemos de luchar porque se mantenga, se potencia y se extienda el sistema nacional de salud, que, pese a sus limitaciones y carencias, sigue teniendo prestigio internacional, continúa siendo un modelo para países más poderosos. Lo que hay que hacer es conseguir que los presupuestos sigan beneficiando a lo público sobre lo privado en capítulos tan esenciales como la sanidad, la educación y la vivienda.
A falta de la consabida aparición veraniega del
monstruo del lago Ness, este año en Estados Unidos se ha desatado una fiebre
por los extraterrestres. Dicen algunos que hay pruebas de su existencia que han
sido escondidas escrupulosamente por los servicios de inteligencia, incluso existen
restos biológicos que incluyen ADN de esas criaturas que nos visitan desde
lejanos mundos. Paco Padrón, de Radio Club Tenerife, estaba convencido de haber
visto a “los ángeles”, seres de otras galaxias con los que podía dialogar y de
los que recibía mensajes. Era un devoto convencido del contacto con seres de
otros mundos y por eso convocaba en verano grandes encuentros en el llano de
Ucanca, en las faldas del Teide, allí en las noches de verano acudían miles y
miles de automovilistas y, teniendo en cuenta la fuerza telúrica de Tenerife,
el escenario era grandioso. Por desgracia, los extraterrestres nunca se
presentaron, pero la leyenda continuaba.
Ahora nos haría falta un buen contacto en la cuarta
fase para que seres más iluminados que nosotros puedan decidir por dónde va a
ir la política nacional con todas las novedades que se avecinan. Por ejemplo: se
le ocurre a doña Yolanda Díaz volver a plantear una opción multilingüe para que
los señores diputados y las señoras diputadas puedan hablar en sus respectivas
lenguas autonómicas, lo cual necesita lógicamente traducción simultánea como en
la ONU, y cuando lo hagan en euskera me temo que ni con traductor se vayan a
enterar. Si ya los políticos de este país se entienden poco y mal ¿cómo se van
a entender mejor si cada cual tira para la lengua de su comunidad, que solo es
vigente dentro de esa comunidad y no en el resto? Con todo este panorama ¿por
qué Coalición Canaria no reivindica que también se pueda utilizar el silbo
gomero en las sesiones parlamentarias? El silbo gomero es patrimonio inmaterial
de la humanidad, y quedaría muy bien para amenizar las sesiones tan plúmbeas
del Congreso y del Senado. Sería patriótico y además simplemente imprescindible
que los peninsulares vayan conociendo otros rasgos de nuestra identidad, pues
el gofio y el mojo ya los conocen.
Aquí lo que está haciendo falta es que vuelva el
planeta fútbol, porque después de tan larga ausencia de la competición varios
amigos del Real Madrid andan teniendo visiones nocturnas poco favorables,
aunque igual les sucede a los culés, entre los cuales me encuentro. Qué decir
de los recién ascendidos, Unión Deportiva a mayor gloria, si hemos tardado una
enormidad en poder comprobar el poder de sus esplendorosos fichajes, aunque
todavía se espera que llegue alguno más.
Lo que no tengo claro es si el poder de la Barbie
sigue siendo el de antaño. Cuando mi hija era pequeña le encantaba tener unas
cuantas de esas criaturas asexuadas, pero al cabo de los años me temo que las
niñas que adoraban aquel producto ahora sean feministas aguerridas, militantes de
Sumar, partidarias del ecologismo y otras yerbas o puede que sean independentistas
fragorosas, de cualquier modo está claro que son luchadoras contra el sistema
de todas las maneras posibles. Ahora son personas alternativas, aunque la
nostalgia hace que llenen los cines tras la película que acaba de ser lanzada
como una de tantas resurrecciones imposibles.
El que no se consuela es porque no quiera. Porque si bien julio fue un mes terrible en cuanto a las temperaturas, agosto viene mucho más moderado. Incluso ha caído algún chubasquillo aquí y allá, y podemos disfrutar de la panza de burro y los veintipocos grados. Pues, pese a todos sus detractores, está visto que la panza de burro es un remedio muy recomendable para estos meses, cuando en algunas zonas de la isla se llega a los 40 grados a la sombra.
Y los votantes también
se han aplicado al sano ejercicio de deshojar la margarita, para poder
contemplar la posibilidad de que uno u otro sea declarado presidente de la
nación. Es lo que tiene una Constitución que no es presidencialista sino
representativa, y por tanto el votante no elige directamente al presidente sino
que esta cuestión queda reservada a los diputados y senadores que actúan en
nuestro nombre.
Dadas las
características de nuestro sistema, todo queda en función de pactos que pueden
ir en una o en otra dirección. No siempre el que recibe más votos es quien va a
conseguir gobernar, como bien sabemos en Canarias. De este modo, hemos pasado
unos cuantos días pendientes de ofertas de acuerdos que han sido bienvenidas o
desechadas, algunos enarbolan el miedo a la ruptura de España y otros piensan
que sus oponentes carecen de apoyos suficientes para conseguir la proclamación.
Y además hay que
contar con el voto del exterior, que aunque no sea muy cuantioso podría fomentar
algunos trasvases, con lo que algunos diputados que ya se daban por seguros
ocupantes de su escaños respectivos podrían llevarse alguna sorpresa. En
definitiva: todo se irá resolviendo a cuentagotas, gasta mediados de agosto,
que es cuando se constituirá el nuevo Congreso.
La noche electoral tuvo un tufillo del enfrentamiento ancestral de las
dos Españas. Por una parte, en la sede de los populares se gritaba “¡Que te
vote Txapote!” mientras que en la calle Ferraz se oía aquello del “¡No
pasarán!”, que nos retrotrae a 1936. Eran dos sonidos de poco valor democrático,
que nos llevaban a los episodios más trágicos del país de las siete guerras
civiles en los últimos tiempos.
De una parte, salía a relucir el terrorismo de ETA, enterrado hace una
década, y en el segundo sale a flote el fantasma de los bombardeos y los
fusiles, de la interminable postguerra y de la dictadura franquista, una España
de vencedores y vencidos. Quizá lo peor fue constatar que todo ello sucedía
ante las sedes de los dos partidos que representan el constitucionalismo y que
acababan de recibir el apoyo del 70 por ciento de los españoles lo que equivale
a 16 millones de votos entre los dos. Nadie se escandalizó por aquel
espectáculo, y eso era lo más grave.
Y ahora no nos queda otra que esperar negociaciones que se presumen largas y nada fáciles. Por una parte, el señor Feijóo tiene complicado recibir los cinco votos de los diputados del PNV, a pesar de que este es un partido de centro derecha, moderado y que ya ha apoyado al PP en anteriores legislaturas. Claro que ahora, al estar Vox por medio, las posibilidades se reducen bastante. Por otro lado, para alcanzar la mayoría absoluta, Sánchez necesita la alianza con casi una veintena de partidos, amén de negociar con un prófugo de la Justicia española, Carlos Puigdemont, que ya ha anunciado sus exigencias de amnistía y referéndum de autodeterminación, que equivale a declarar de nuevo la independencia de Cataluña. Claro que el PSOE podría contratacar buscando una reforma de la Constitución que pudiera facilitar aquello de la España Federal. Pero tocar la Carta Magna es más difícil que ponerlos pies en el planeta Marte, porque exigiría un amplísimo consenso que no se va a dar.
Los nuevos protocolos de las
autoridades son autoritarios: no se puede limpiar la pinocha que antes era
recogida para proteger los envíos de plátanos, para hacer estiércol. Se
requieren muchos permisos porque esta autonomía nuestra en lo único que ha
crecido es en la burocracia paralizante. Ahora la pinocha florece bajo los
pinos esperando que alguien lance una colilla o haga arder un contenedor. Los
protocolos son muy severos: al conato de incendio hay que dejarlo crecer para
que la administración autonómica intervenga cuando pasa a fase 2, con lo cual
se ha perdido un tiempo precioso.
Cuando no existían tantos
protocolos, los vecinos se movilizaban para que los conatos se quedaran en eso:
en conatos. Ahora, con tanta legislación y tanto tecnócrata en despachos con
aire acondicionado los fuegos crecen hora tras hora y los medios antiincendios
tardan en llegar, aquí no hay hidroaviones ni cosa que se le parezca. Tienen
que venir de allá lejos, y llegan un par de días después. Cuando ya el daño es
inevitable, cuando ya han ardido casas, se han perdido muchas cosas.
Este reciente incendio nos
demuestra dos cosas: de una parte el egoísmo insolidario de unos pocos y de
otra parte la inoperancia de los protocolos. Y la facilidad con la que los
culpables se esconden, a pesar de que muchos saben quienes son. Es muy raro que
estos terroristas de los bosques se sienten ante la Justicia. Solo recordamos
dos casos, uno fue en Gran Canaria cuando un ex empleado del servicio
antiincendios del Cabildo pegó fuego y generó un gigantesco daño en los pinares
del centro de la isla. Fue a prisión, aunque no por mucho tiempo. El otro caso
fue el de un joven alemán medio hippy que estaba defecando en La Palma en una
zona con pinocha, cuando terminó tuvo la idea de quemar el papel higiénico que
había utilizado. Y ahí se originaron las llamas, que, como siempre, hicieron
mucho daño porque la isla todavía tiene mucha masa vegetal. Fue condenado a
prisión. Pero estos casos son excepcionales, ya que es muy difícil que los
culpables aparezcan.
Y la isla se sigue calcinando
verano tras verano. A pesar de las labores de los equipos antiincendios, a
pesar de los medios técnicos, cada verano sucede algo que podría haberse
evitado. A este paso, en cincuenta años es posible que las cumbres de La Palma avancen
hacia la aridez semidesértica. Porque los pinos aguantan los fuegos, pero lo
que se denomina monte bajo tarda en reproducirse, o no se reproduce jamás. Así
el interior de La Caldera de Taburiente muestra claros donde apenas hay
vegetación, máxime en estos años en que la sequía se multiplica y el cambio
climático nos trae unos veranos cada vez más terribles.
Vivimos esperando un milagro que nos rescate de tanto dolor. Porque la isla de las desgracias por ahora no levanta cabeza. Hay que tener buen corazón y pelear mucho para que el panorama cambie.
Dicen los expertos de la lengua que
la palabra viene del latín debattuere, que significa discutir, combatir. Es
decir que ya desde el venerable latín la palabreja tenía unas connotaciones
ciertamente agresivas. De acuerdo con estas premisas, el debate es una cosa y
el diálogo es otra bien distinta, porque por una parte nos referimos a una
discusión y otra entendemos el intercambio de opiniones. Pero lo que
contemplamos el lunes 10 fue que entre los líderes de los dos principales
partidos no se trataba de dialogar o de reflexionar, sino que se iba
directamente a la discusión e incluso al combate. Algo de esto es lo que debió
suceder cuando Sánchez y Feijóo se enzarzaron en un programa de televisión
áspero, en el que los presuntos moderadores hicieron mutis por el foro y
permitieron que los contendientes hablaran a la misma vez, con lo cual el
telespectador no se enteró demasiado de las propuestas ni de las réplicas ni
las contrarréplicas. Debió ser el mejor ejemplo de lo que no debe ser un debate
televisivo.
Y es que el objetivo debería ser el
de plantear, exponer, razonar y conocer distintas posturas y argumentos sobre
un tema concreto, con el objeto de que pueda llegarse a una conclusión útil. En
este sentido, los expertos señalan que debe ser plural, debe haber más de dos
voces para que no se convierta en un cuerpo a cuerpo.
El debate es también una técnica
educativa que se puede aplicar tanto en una clase de un instituto como en la
universidad o entre profesionales con autoridad y reconocimiento acreditados, a
fin de que quienes escuchan puedan sacar sus propias conclusiones. Pero nada de
esto se contempló en la noche del único debate preelectoral, en el cual el
aspirante se creció y se creció mientras el presidente sudaba como un pato.
¿Quién tuvo la culpa?
Ahora sería fácil echarles toda la
responsabilidad a los asesores con los que cada cual estuvo preparando su intervención.
Pobres asesores: politólogos, editorialistas, hacedores de encuestas
sospechosas, sociólogos, propagandistas, economistas, comunicadores, publicistas,
gabinetes de prensa y demás yerbas. ¿Cómo fue posible que nadie contemplara la
realidad dura y cruel a la que se enfrentaban los contendientes con su afán de
interrumpir y hablar a la misma vez que el rival, con lo cual en muchos
momentos la audiencia no pudo desentrañar lo que se estaba diciendo? Un
espectáculo penoso, que no habíamos contemplado siquiera en los debates que
protagonizó Donald Trump frente a sus oponentes del Partido Republicano ni
tampoco frente a Biden.
Mucha gente dice que los participantes lanzaron muchas medias verdades o incluso esgrimieron mentiras sin que esa noche tuvieran insomnio y/o síndrome de culpa. Ciertamente, sería complicado instalar un detector de mentiras cuando se esgrimen datos supuestamente contundentes sobre precios, inflación, producto interior bruto, parados y no parados, crecimiento de la deuda, recuperación de la economía, etcétera. Porque si ese aparatito se pusiera a chillar cada vez que oyese algo desternillante o falso el programa se les iría de las manos a los que controlan. Quizá cuando tengamos robots superinteligentes podríamos ser advertidos de las inexactitudes o mentirijillas de unos y de otros. Pero ¿quién le pondrá el cascabel al gato? ¿Podrá manipularse el diálogo sin que se note demasiado cuando los intervinientes hablan a gran velocidad, tanta velocidad que se anulan mutuamente y muchas veces la audiencia no logra comprender. Puestas así las cosas, alguien debería meter mano en el CIS porque sus encuestas son cada vez más dudosas. Yo mismo, como ciudadano, admito que, además del calor sofocante al que estamos poco acostumbrados, siento decepción y cansancio. Finalmente, tengo la impresión de que los siete portavoces parlamentarios que confrontaron ideas en el plató de RTVE desarrollaron más contenidos que cuando Sánchez y Feijóo fueron protagonistas.
La
política genera muchos reveses. Por ejemplo: Carmen Hernández, hasta hace poco
la alcaldesa de Telde, ha padecido un descalabro en las elecciones de su
municipio. Y particularmente me parece que es una mujer con imagen de
integridad. Pero debe ser que miles de ciudadanos no opinan igual, porque el
voto popular ha ido a las antípodas de lo que ella representa. Como la suya fue
una alcaldía compartida, dos años para uno y dos años para otro, tal vez no
tuvo tiempo para explicar adecuadamente las medidas que pensaba tomar.
La
política es cíclica. Durante muchos años un mismo partido estuvo en el gobierno
regional. Ahora las cosas se repiten, porque, aunque el primero haya obtenido
más votos, siempre bastará con que el segundo y el tercero tengan ganada la
partida en cuanto se cierran los colegios electorales. Y seguimos viendo que
hay políticos y altos personajes investigados antes o después por acciones u
omisiones que el paso del tiempo va borrando, y al final todo ese entramado de
presuntas corrupciones se olvida. Uno de los pocos políticos que admiro es
Antonio Morales, el hombre de Agüimes, porque siguió siendo honrado cuando
subió a un plano superior de la gestión, afable y pegado a la calle. También
admiré en su momento a Pedro Lezcano, porque cuando lo hicieron presidente del
Cabildo sufrió enormemente ante las peticiones que le hacían y que no podía
resolver: una casa, adelantar una operación quirúrgica en la Seguridad Social,
un trabajo, etcétera. Y admiro a Sergio Rodríguez, alcalde de El Paso y ahora
presidente del Cabildo porque supo gestionar el volcán mejor que sus colegas.
Con
los años que tengo, 73, van desapareciendo los amigos más queridos. Ahora ha
sido Antonio Abdo, quien, junto con su mujer Pilar Rey, fueron los impulsores
de la Escuela Municipal de Teatro de Santa Cruz de La Palma. Ambos fueron
personajes de una generosidad sin límites, a ellos se debió la convocatoria del
premio Félix Francisco Casanova de poesía y narrativa para jóvenes autores. Y
en las primeras ediciones, cuando todavía no les apoyaban las instituciones,
pusieron dinero de sus bolsillos para que fueran publicados los textos
ganadores.
Fueron
animadores del Día de los Indianos, la principal fiesta carnavalera.
Presentaban libros, exposiciones de arte, actos culturales y ciudadanos. Siempre
estaban dispuestos a ayudar a todo el que se lo pidiera. Más de una vez fuimos
testigos de cómo, al estar muy enferma, la llevaba en brazos para acceder a su
vivienda, un tercer piso sin ascensor.
De padre libanés y madre canaria, nació
en Los Realejos hace 86 años. Fue poeta, actor, productor, guionista, director
de teatro. Como actor recordamos sus intervenciones en el los festivales de
teatro de Agüimes que dirigía Antonio Lozano, donde tanto él como Pilar dejaron
muestras de su oficio.
Ha tenido una larga vida y en ella fue el celoso guardián de la salud de su mujer, que logró superar enfermedades casi incurables. Alguna vez tomamos copas en su refugio de Mirca. Y ella fue una radiofonista de La Voz de La Palma, aquella emisora que apenas se podía oír en el valle de Aridane pero sí llegaba bien al norte de Tenerife, El Hierro y La Gomera. Ellos dos hacían de todo, y el amor los atrapó un día, y los arraigó en La Palma.
Virgen de Los Remedios.
¿Cómo no recordar la plaza, ese lugar que es un lugar donde todos concurren, una asamblea, un tagoror donde van a tomar café los agricultores de la platanera con sus camisas manchadas, donde también vemos a socios del Casino y a funcionarios del ayuntamiento, donde los turistas ocupan las sillas de las cafeterías? Esa plaza que los extranjeros valoran tanto, especialmente algunos alemanes que han escrito cosas bellas en torno a sus laureles, su luz, su iglesia de fachada blanca, sus mesas para tomar una cerveza al aire libre. La plaza es el centro vital de la pequeña ciudad, es el pasillo a la Plaza Chica, es el espacio aledaño a las calles del comercio. Es el lugar soleado y risueño que nos hace olvidar los estragos de la vida, la pesadilla del covid, la siguiente pesadilla del incendio, la terrible pesadilla del volcán, de la cual todavía no hemos despertado.
Cuando estamos lejos nos acordamos de la plaza y todo su micromundo, allí donde jugábamos a las chapas y a la pelota si no había un guardia municipal cerca, allí donde íbamos a mostrar los regalos de Reyes, la pequeña decepción de la mañana del 6 de enero cuando no nos habían traído lo que deseábamos. A pesar de todo era una hermosa festividad que solía coincidir con días de lluvia, y entonces podíamos lucir las botas de agua y jugar a hacer tanques en las calles empedradas, donde también jugábamos a la pelota porque coches había pocos, y nadie nos interrumpían.
Y la plaza es el lugar desde donde salía la magna procesión del Viernes Santo, donde se celebran acontecimientos musicales y pequeñas ferias de muchas cosas, la gran fiesta del 31 de diciembre, tan concurrida, las convocatorias de los sábados al mediodía. Y también el escenario donde asistíamos a la Fiesta de Arte, donde vibrábamos cuando la banda municipal interpretaba la Marcha Triunfal de Aída para que entrase la reina de las fiestas con su corte. Era el espacio donde escuchábamos con tanta satisfacción la magnífica Loa a la Virgen de los Remedios que compusieron entre el poeta Pedro Hernández y el maestro Ferrera, y por supuesto aquellas voces angelicales de las mujeres que la interpretaban. La Loa es magnífica, siguen pasando los años y parece que está recién estrenada.
Y la sombra de los poderosos laureles en verano, y el revoloteo de las palomas y de los pájaros cantores. Esta plaza no es muy grande, pero es la mejor de la isla, y la transitan los que nacen, los que contraen matrimonio y los que mueren. Además, este día festivo del 2 de Julio es la fecha en que sale en procesión la linda imagen de la Virgen, con su sello característico de Flandes, siglo XVI. Y la gente se reúne porque Los Llanos es el centro del valle, y es un lugar dinámico, tiene mucha oferta comercial, tiene casi todos los servicios necesarios.
El 2 de julio y la plaza son la referencia de la infancia para los que vivimos fuera, sin dejar de pensar en la isla natal con sus montes, sus pinares, sus arboledas, sus caseríos, sus tradiciones, sus fiestas populares. No quiero dejar de mencionar a dos amigos: el poeta y cronista don Pedro Hernández, que siempre me abrió las puertas de su casa y siempre me apoyó, y el arcipreste don Marino, con el cual siendo todavía un jovenzuelo me atreví a discrepar pero que luego tuvo un comportamiento ejemplar cuando murió nuestro padre. Y la actual cronista, María Victoria Hernández, tan comprometida con sus ancestros, tan trabajadora, y que fue compañera de la infancia cuando en su casa de La Placeta abría un portentoso nacimiento.
La plaza, la fiesta patronal, el kiosco. Recuerdos inolvidables de la infancia. Aquel pequeño paraíso que dañó el volcán, y que ojalá podamos recuperar algún día.
La pregunta es si
podemos o debemos dudar de estos servicios públicos, que en el caso de las
próximas elecciones han de ser fundamentales porque buena parte de los
españoles estarán fuera de su domicilio el 23-J. La verdad es que colocar las
generales en tal fecha ha sido una ocurrencia inoportuna, y que sin duda no ha
sido bien visto por buena parte de la ciudadanía. Mucho nos tememos que el
nivel de abstención sea esta vez el más abultado de todas las convocatorias.
¿Quién tendrá la culpa de lo que pueda suceder sino el atrevido atrevido?
El estado de
estupefacción es tan acusado como el ánimo que nos originan muchas de las
noticias dudosas que circulan por todas partes. Por ejemplo: los chinos están
fabricando a toda pastilla un virus para infectarnos en Navidad, con lo cual se
estaría cumpliendo el mandato de los millonarios del mundo, que pretenden
reducir drásticamente la población mundial. A eso vendría a colaborar
decisivamente no solo la gran directriz financiera del Club Bildelberg sino
también la iniciativa 20/30. El planeta para los milmillonarios amiguetes de
Elon Musk, Bill Gates y compañía.
Tengo amigos
negacionistas que por supuesto estiman que lo del cambio climático es un puro
bluf. Y si hace más calor que antes y si llueve cada vez menos eso se debe a
que el planeta Tierra ha tenido siempre unos ciclos de glaciaciones, calor,
lluvias con el arca de Noé, sequías extremas etcétera.
El asombro y el
desasosiego crecen a la par. Por ejemplo, me genera sorpresa y estupefacción
que el CIS del señor Tezanos siga concluyendo que Sánchez está muy bien
posicionado para llevarse las elecciones de este mes de julio, esas que casi
han sido convocadas a traición. Puestas las cosas así, también podría decirme
que voy a ganar la lotería, aunque no juegue.
Pero la mayor
estupefacción ha sido la rebelina del jefe de los mercenarios que combatían a
Ucrania y que de pronto vivaron sus armas en dirección a Moscú, no solo eso
sino que pusieron en marcha sus tanques y su armamento pesado advirtiendo
seriamente a Putin de que le quedaban tres desayunos. Eso sí que ha provocado
sorpresa: los mercenarios del denominado ejército Wagner dispuestos a dar un
golpe de estado contra el que les estaba pagando por limpiar Ucrania. Al jefe
del Wagner lo han llamado nazi, fascista y hasta patriota, no se sabe qué
adjetivo le queda mejor. Al final todo quedó en casa, y se habrán firmado los
pactos que habría que establecer para que nada se mueva, y esa maldita guerra
se extienda por los siglos de los siglos mientras los fabricantes de armas se
forran y el mundo mira para otro lado.
Y es que el mundo actual está lleno de paradojas poco entendibles para la gente corriente. Al parecer, hoy en día es fácil hacerse muy rico en base al manejo de las criptomonedas, aunque también leemos de vez en cuando que algún incauto se arruina con ellas. Debe ser algo parecido a jugar a la bolsa cuando no tienes ni idea, y lo que viene a suceder es que cuando alguien se hace rico unos cuantos se convierten pobres. No hay otra ley en la economía que sea más clara que esta.
En la web de Palabra y
Verso fue dejando sus últimos poemas: íntimos, delicados, escritos con
sabiduría. Manuel estuvo en la embajada de Cuba en Bulgaria, Manuel escribía
sobre los acontecimientos de su país, Manuel apoyó a Heberto Padilla cuando
éste denunció la política represiva del castrismo. Fue el fin del paraíso,
porque Cuba iba dando bandazos hacia la dictadura absoluta, aquella donde no se
puede disentir, donde ni siquiera es posible pensar. Manuel se dejó atrás sus
libros, su casa, toda una vida, porque solo le dieron unas horas para abandonar
la isla. Y de una isla vino a otra, como si fuera un emigrante al revés, ya que
desandó el camino que hicieron nuestros abuelos hacia la Perla del Caribe. Uno
de sus últimos poemas se dio a conocer en la página Palabra y Verso, se
titulaba Un leve rasguño en la solapa. Hablaba de sus trajes guardados en un
armario y concluía así: El negro se mantiene en forma: / firmes las costuras,
tersa y resistente / la trama de su paño. /Es el ideal / para pasar íntegro a
la sombra. Sabía que padecía cáncer de colon y que le quedaba poco tiempo, de
modo que este texto es una especie de despedida delicada y sutil. Su poesía es
intimista, de emociones, de recuerdos familiares, de un paisaje de libertad
siempre añorado. Una revolución traicionada. Nos contó su último encuentro con
Fidel Castro, cuando este le reprochó el tono de sus análisis sobre la política
del país, ya supo que no iba a permanecer.
“He escrito la mayoría
de mis poemas como confesiones en busca de diálogo, diálogo con el lector o de
este consigo mismo. La Generación del 50 –la mía– fue la primera de la
revolución, fijó un hito en la poesía cubana del siglo XX. Falta el gran
estudio que perfile sus virtudes y sus defectos, y exponga su real importancia,
tanto en lo literario como en lo político”.
El 1991 fue uno de los firmantes de la Carta de los Diez, en
la que se demandaba al gobierno cubano libertades políticas y culturales. Los
firmantes fueron acosados, perseguidos y algunos encarcelados. Otros tomaron el
camino del exilio, como él. Lo cual no le impidió seguir dirigiendo y
colaborando en revistas culturales, siguió publicando y fue valorado por la
crítica.
Muchos autores dijeron que Díaz Martínez era el mejor poeta
cubano en el exilio. Y él nos contó varias veces sus dificultades, sus
añoranzas. Y por eso lo quisimos, porque fue un hombre leal a sí mismo, porque
era tierno y entrañable, porque se dejaba querer por los escritores de aquí.
No tuvo estudios
porque desde el principio fue un luchador, superó su humilde origen, se hizo
empresario. Amante del coleccionismo, representante de artistas y hombre
polifacético que también supo de ajedrez, fue un activista cultural que aglutinó
artistas plásticos, fotógrafos, escritores. Un francotirador que organizó
numerosas exposiciones en lugares tan diversos como la Casa de Colón, el Club de
Prensa, el Casino de la ciudad, el museo Domingo Rivero, el Club Náutico, Hotel
Neptuno, Casino Aridane, Galería Edsvik Konsthal Öst de Estocolmo, Museo León y
Castillo, Galería S/T, Sala Lola Massieu, Club Mercantil, o los centros
comerciales El Muelle y Las Arenas. Su acción se extendió a la isla de La
Palma, donde organizó varias exhibiciones. Eran muestras centradas en temas tan
variopintos como el personaje de Harry Potter, el vino, la manzana, el Día de
la Mujer o las estrellas del cine de México. Imaginativo con talento, apoyó a
numerosos artistas noveles, pintores, escultores o fotógrafos, muchas veces
eran principiantes a los que quería dar a conocer, porque tenía esa vena de filantropía.
Además de marchante de
arte fue un agitador que siempre pensó que la cultura no es cuestión de grandes
presupuestos sino de echar mano de la imaginación y la solidaridad, las
convocatorias amplias. No hay que depender del partido de turno ni de las
subvenciones, eso decía. Organizador nato, ponía un derroche de entusiasmo en
sus proyectos. Estuvo siempre acompañado en sus muestras por la escritora
Rosario Valcárcel, que realizaba las presentaciones con su tono poético y de
observadora atenta.
Después de aventuras
financieras desafortunadas, vivió un tiempo en un modestísimo espacio con
aspecto de garaje en el que sin embargo los cuadros ponían su punto de color y
de belleza. Más tarde se fue a vivir cerca de su hermana Blasi en una calle de
Schamann. Hombre entusiasta y muy activo, era un compañero ideal en las
tertulias de amigos. Le gustaba mostrarse gallito y peleador, casi siempre
frente a los comentarios de la mayoría. Desde 1994 fue miembro de una logia de
la masonería, y luchó por mantener amistades aunque las diferencias de opinión
fueran muy marcadas.
Estudió en el Colegio
Leopoldo Matos de San Cristóbal, a los 9 años empezó a trabajar en la Barbería
Fígaro, con 11 entró en Beltrá de la calle Muro para hacer recados y llevar
pedidos. A los 16 lo dieron de alta, pasó a ser ayudante, aprendiz, encargado y
finalmente propietario. También fue árbitro de fútbol y jugador. Tuvo cuatro heladerías
y finalmente formó una sociedad para distribuir productos de heladería,
pastelería y alimentación. Como su trabajo estuvo al lado de la librería
Selecciones pudo leer sin costo en las horas de cierre. Él siempre fue un
autodidacta, un hombre con voluntad para aprender y gracias a Radio Ecca pudo
obtener el graduado escolar. Padre de Diego, Alma y Manuel, deja infinidad de
amistades, tres veces se arruinó en la bolsa pero vivió contento con su
menguada paga de jubilado. Y con sus cientos de cuadros de artistas de dentro y
de fuera de las islas, que albergaba en el pequeño espacio de su vivienda, repleto
de obras de distintas tendencias, algunas de gran calado y de importantes
firmas. Participaba en subastas por internet y cada vez que vendía un cuadro
compraba otro. Precisamente iba a organizar una exposición en el Centro
Comercial El Muelle, donde sus propuestas eran bien recibidas.
El periódico El País, en su sección de ajedrez, destaca la gran labor de Diego como organizador entusiasta de campeonatos on line en los tiempos de la pandemia. Habla de su entusiasmo y de su gran capacidad de programador.
Diego acaba de fallecer a los 75. Su salud no era muy buena en los últimos tiempos, con frecuentes ingresos y recaídas en el Hospital Negrín. Lo peor es que vas borrando el nombre de amigos de tus contactos telefónicos y de tu ordenador, eso genera una sensación de vacío y hasta de soledad. Este año hemos notado mucho las ausencias. Pero es lo que hay.
Y, en medio de la mar, tu jeometría surje de pronto, te sitúa, corta, mide, precisa, relaciona conmigo
y en tu barco que vijilo; barco que parte en tres mi vida: una vida en el este, otra en el sur, 'otra en el norte;
y yo sereno enmedio de la mar de oeste, lleno de amor, el centro de rosa de las lluvias del amor.
Lleno de amor, el mío, un barco y yo, el amor enmedio del amor, de tanto amor que necesita el mar
para medirse, dios. Y enmedio de la mar yo estoy midiéndote, enmedio de la mar
y en este barco, éste, estoy midiéndome contigo, dios.
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Y sueñas con las nubes puras sobre tu isla, cuando el alba verde crece
lúcida en el seno de las aguas misteriosas. Es la noche sobre tu Isla y en su contorno, aquí y allá, dondequiera se
curva el impecable vaso del mar; es la noche color de párpados, sobre los
caminos entretejidos del cielo y del mar.
SAINT JOHN PERSE
Antonio Arroyo Silva,[1] una voz hispana obligada para quienes transitamos el camino ineludible de la poesía. Vive en Gáldar en perfecta armonía con el mar, una realidad que le da sentido a su propia existencia. Lector infatigable de lo clásico y lo moderno, Garcilaso, Góngora, San Juan de la Cruz, Lorca Aleixandre, Huidobro, Char, Daumal, Sartre, Eluard, Vallejo o Joyce y de tantos poetas latinoamericanos. Un poeta creciente que rompe con las líneas del tiempo, su poesía impregnada de intuiciones y existencialidad, tiene en el centro al ser humano y su drama. Su accionar poético y humano es circular, encuentro necesario con la superrealidad. Dos libros cruciales en su poética (más adelante nos referiremos a otros) son: «Sísifo sol, 2013» y «Química del error, 2020.» Significativo, digo, porque en éste hay un poema clave: «EL MISMO VIAJE» en el que plantea lo siguiente: «Estamos condenados al inicio del mismo viaje. / Estamos condenados porque la meta es el punto de partida / y el río que brotó de un naciente allí ha de volver / para morir de nuevo y comenzar el círculo que nadie ha definido. / Siempre el mar en la orilla que con el río sube a la montaña / El mar sangrando corazones sobre la faz del hambre / que brotó hace mil años en la esquina de un sauce / junto con los delfines y la voz desolada / de los escarabajos. / Estamos condenados al inicio del mismo viaje. / …»[2]
La poesía de Arroyo Silva emerge del fragor por la vida; nunca un lenguaje excedido o afectado, sino mas bien vital, próximo al ser humano. Pero también un pensamiento clarividente. Suele decirse que «Una obra, sólo existe como tal en el acto mismo de ser realizada en el interior de un perceptor que la recibe, pero también adquiere su esencia en los momentos anterior y posterior al acto creativo; la obra nace del silencio, en él se configura y toma cuerpo, a partir de él se genera la levadura de su consistencia. Sólo el tiempo es ahora el trazador de su destino y el encargado de convertir en acto sus potencias.» En esencia el poeta es eso. Desde luego añadimos en este punto, la mesura en su verso, el equilibrio, jamás el derroche vacuo e innecesario. Su pensamiento poético conecta muy bien entre lo que conocemos como lenguaje hablado y lenguaje escrito. Aspectos de por sí difíciles de manejar. Algo de esto lo podemos observar en el poema: «POR EL CAMINO DONDE HOPPER»[3] «se tropieza con Proust, hay un reguero / de soledad. Un hombre, una mujer / se toman el café sin magdalenas. // La pobreza es la paz sin magdalenas, / la paz de lo que nunca fue, que estuvo / delante de los ojos y no vimos / y por eso no existe—la paz / y la pobreza de los avestruces. // No solo el hambre o la negrura: el olvido / del color, el matiz, la turmalina / de un ocaso diluyen / al hombre en esa taza— ella es la taza, / ella sin rostro frente a la esquina / donde Hopper se cruza con Proust / y no se reconocen.»
Arroyo Silva es un poeta al que no se le puede encasillar. En él está siempre el germen de la renovación; conoce muy bien la estética clásica, modernista, simbolista hasta entroncar con las vanguardias. Sus medios expresivos le han permitido conciliar e interrelacionar todas esas poéticas. Cada estética supone repercusiones como lo supuso aquella época de Apollinaire y Pierre Reverdy con «L’esprit nouveau et les poètes» o sea El espíritu nuevo de los poetas. He traído a colación lo anterior porque la poesía se Silva representa justamente eso: espíritu moderno, diferente claro, a lo moderno de aquella época de 1913. Apollinaire refiere cómo la poesía estuvo sujeta a los convencionalismos del verso clásico, entiéndase, rima, métrica, para luego pasar a una etapa de exploración a través del verso libre.[4] Aquél concibe la «poesía moderna» como una búsqueda de formas, las que confluyen en el poema a modo de síntesis.[5] En trece mirlos, poesía, reseñas, entrevistas, el poeta ha dejado su impronta: «Mejor que respirar, ser respirado / por la flor moribunda que traes en ofrenda / no sé por qué ni a quién, si por la muerte, / por el amor a un ser que resucita / o simplemente en aras de la belleza. / No sabes cuánto añoro lo imperfecto / del error. Esa química que trae / el poder de sentir de otro modo. / La cabeza de Yorik sobre el tallo / de la vida y una mano cortándola / solo por preguntar.»[6]
Montserrat Tarrés Picas[7], siguiendo la pista de Lorca nos dice que un poeta tiene que ser un profesor en los cinco sentidos corporales: vista, tacto, oído, olfato y gusto. Para poder ser dueño de la imagen tiene que abrir puertas de comunicación en todos ellos y con mucha frecuencia ha de superponer sus sensaciones y disfrutar de sus naturalezas. Antonio Arroyo Silva, sabe, además, que la inspiración no es el estado formidable para escribir un poema (Válery). La inspiración es recogimiento, pero no dinamismo creador, apuntada Lorca. Esto seguramente tiene que ver con la vocación y el recurso literario (Cortázar). Ambas aristas están presentes en este poeta consumado de la lírica, íntima armonía en su carga afectivo-intelectual, aunado al uso particular del lenguaje que deviene en su estilo y consecuentemente n su compromiso literario irreductible. En el poemario «Bahía Borinquen», Idea-Aguere, Santa Cruz de Tenerife, 2019, del cual tomo este poema en prosa, lo que hemos dicho al inicio de este párrafo: «en el sueño o quizás en otra realidad vi esas flores suspendidas de un gancho en macetas de arcilla rojo de carne contra rojez del deslumbramiento los geranios me hablan de una sed que no es mía una sed de salitre alojada en el límite del verdor de sus hojas que me incita a la seda de pensar más allá del propio pensamiento // érase entonces un muro blanco de cal con macetas de geranios encendidos érase una visión tan simple que iba más allá de la pura abstracción // érase un rojo intenso que fue tomando la forma de geranios extendidos al canto del gorrión // conste para la gloria efímera de quien percibe el código secreto de lo que se muestra ante los ojos // en la vigilia o en el duermevela los geranios semejan bestias de fábula que despojan la mirada del objeto de su miraje»[8] En estos poemas en prosa advertimos ausencia de puntuación, pero la compensa con ritmo y musicalidad. Interesante. El poeta llama a las cosas como son evocando sensaciones claras y frescas.
Antonio Arroyo Silva es todo lo que hemos dicho y más. El mejor ejemplo de que vida y poesía se funden entrañablemente es él. Es decir, concebir esa unidad le da un único sentido al poeta y a su obra. Diría, retomando la idea de Bajtin en cuanto a lo dialógico en la novela de Dostoievski, que en la poesía se establece un diálogo entre contenido y lector. El poeta también polemiza e intenta plasmar puntos de vista. Rescato de la obra poética completa de Antonio Colinas, dada su pertinencia para estas digresiones los siguiente: «Es cierto que cada poema responde a una anécdota, a un hecho más o menos profundo o circunstancial; o a un estado de ánimo dichoso o grave, importante o ligero, pero no cabe en definitiva sino la visión global de la obra traspasada por la experiencia vital. Aun así, los versos no siempre revelan el mundo que los ojos ven, y no caben por tanto las interpretaciones literales, aparentemente fáciles cuando no engañosas. La poesía, pues, estando profundamente enraizada en el proceso de vivir, no responde a una visión «fotográfica» de la realidad, sino que surge siempre para metamorfosearla. Éste es uno de sus grandes dones.»[9] En la poesía de Antonio Arroyo Silva, no solo están presentes la referencialidad a lo cotidiano sino en un mismo nivel lo universal, las materialidades del mundo más allá de su entorno, pero también la imagen que en el poeta deja su función tradicional de ser mero elemento de comparación o símil. El gran mérito es usar la disonancia como recurso retórico. En la mirada del poeta se construyen varias realidades ventanas abiertas por donde entra el ojo. Algo de la técnica del pintor hay en los versos del poeta, una figuración común para una visión nueva. En algunos de sus libros «el lenguaje se vierte desde un despojamiento que quisiera entablar un paralelismo entre la belleza como hecho cotidiano y mínimo, por un lado, y la transparencia y la precisión de su sintaxis, por otro.» Algo de lo dicho lo podemos observar en el fragmento siguiente del libro, «Las horas muertas.»: Nos secuestran, / nos dejan en un hoyo con las manos / atadas, un revolver apuntándonos / a la sien, el machete casi a punto / del corte decisivo. Nos secuestran, / nos ponen de puntillas, boca abajo, / en pie, fusilamiento pelotón / nos amagan, nos desdoblan, nos revuelven / la lengua, nos deslenguan las palabras. // Nosotros le cantamos al abandono, / le cantamos al mal para espantarlo / aunque vaya la vida en ello, aunque / la vida nos la quite el sicario de turno / o esa desolación de vernos solos / cuando el depredador llega / en el crudo silencio de una nota.[10] Su poesía siempre nos habla del mundo desde el interior.
Sí, en la poesía de Antonio Arroyo Silva encontramos un sentido de totalidad, a veces con la sorpresa de alguna irreverencia, de humor como parte del sentido que le impone la palabra. El poeta nunca pierde el poder del asombro. Desde sus razones íntimas y afectivas nos invita a profundizar en las cosas, la vida desde una sintaxis multidimensional que le es propia. Su escritura nos revela a un poeta con virtudes y cualidades nada frecuentes. Los ecos de su tiempo, anécdotas se difuminan en sus versos, altos como los grandes clásicos españoles, omnipresentes en su ya dilatada obra. Y más interesante aún, sin posturas afectada o maniqueas, llama a las cosas por su nombre, sin alarde; escribe sus versos desde un alma sensitiva, acariciando las cosas vulgares para darles sentido y frescura. Es decir, todo un trabajo de orfebrería; nada sombrío, claro, más bien cálido y vigoroso como lo es toda su poesía. No sé si la vida de un poema dependa de la duración de su carga eléctrica, (Marinetti); claro que podemos extrapolar este enunciado y elucubrar sobre el mismo. Al respecto solo puedo decir que, si el contenido posee una buena carga de revelación, perdurará en el imaginario del lector. Sí creo y valga la analogía: «El poeta es un motor de alta frecuencia espiritual», espiritualidad que construye y redimensiona la palabra.
Según Jacobson,[11] «es el estilo el que transforma un objeto en un conjunto de sinécdoques.» Lo importante en la poesía como en general en el arte, es jugar con la ficción y la realidad mediante los recursos que la misma provee. En respuesta a la pregunta: «El arte crea humanidad», realizada por Ángela Molina Calzadilla, el poeta reflexiona: «Considero la poesía como una química del error, como si fuera ese estado primigenio de Big Bang en que todo se ordenó a partir del caos. El pensamiento humano es precisamente un error de la naturaleza, pues el hombre con él le pone límites, clasificaciones. El poeta con su química intenta buscar su lugar en la Creación a través de su propia creación y alejarse de ese sentido antropocéntrico de la sociedad humana. Por eso el poeta ha de estar entre la razón y la crítica a la razón. Y esto lo lleva alejarse de su propio yo.»[12] Luego agrega de manera contundente: «El poeta no puede ser terapeuta, porque su función no es la de dar certezas, sino derramar sus propias incertidumbres, que es el caso de Pizarnik. Pero como la mente del lector actúa a la inversa del poeta, al conocer las dudas de la poeta ve una luz y se guía en esa oscuridad. Como también el caso de San Juan de la Cruz. Desde luego estos dos poetas que nombramos son más eficaces que todos los libros de autoayuda que nada ayudan. Un ejemplo, si yo con mi poesía intentara ayudar a alguien a cruzar un barranco seguro que se caería a los pocos minutos. El poeta expresa todas las formas de caída, ¿me explico?» El resultado de estas reflexiones reviste suma importancia en tanto confirma algunas de las situaciones que he dejado sobre el papel. La función del poeta «es elevar lo mundano, de manera que esas pequeñas cosas que nos rodean parezcan caídas del cielo.»
La poesía a menudo puede verse como permutación de imágenes, mediante una cadena de analogías. Algo de esto hay en la respuesta que Antonio Arroyo Silva da a Albertine Orleans[13], a la pregunta: «¿ES POSIBLE LA POESÍA COMO LIBERACIÓN?» El poeta responde: «Por supuesto que sí. De hecho, yo creo que no hay liberación posible sin poesía. ¿Cómo es posible liberarnos de algo externo si no lo hacemos desde nuestro interior? ¿Cómo liberarnos si usamos el mismo lenguaje de lo que nos oprime? Vernos hacia adentro supone el primer paso para la liberación porque tomamos conciencia de que no sólo tenemos dos sentidos (vista y oído), sino cinco, o más. Esta conciencia hace en el poeta que el lenguaje se subvierta y desde ahí cambie la apreciación del mundo que el sistema tradicional nos ha inculcado a todos. Y aquí el papel de la poesía: aunque no se hagan programas ni pancartas. Digamos que veo la poesía en el epicentro del terremoto de la liberación. Imagina que todos y todas empecemos a expresar sencillamente lo que sentimos sin temor, es decir, lo que vemos, oímos, tocamos, olemos, gustamos. Llegaremos a eso que yo llamo poesía. Entonces no hará falta escribir poemas, sino seremos nosotros mismos un gran poema libre.»
Pienso que en la poesía y en la literatura en general, en el arte, existe una lucha permanente con respecto a la realidad, se hiperrealiza o reinventa. La decisión es de cada artista según sus perspectivas y recursos expresivos con los que cuenta. Lo cierto es que, en este caso, el poeta tiene absoluta claridad con respecto a este menester. El poeta se reinventa porque hay conciencia del mundo que lo rodea por su peso y filtración en el momento de la creación. El poeta no es el mundo, pero está dentro del mundo, es receptor y coexiste con esa simultaneidad; luego, todo eso lo traslada al poema, a través de una visión totalizante de las cosas, fenómenos, visiones, aunque como decía Apollinaire, «la realidad rebasa las posibilidades del poeta.» Cada libro es mundo, sentencia el poeta. Y este mundo es palpable en «Symphonía[14]»: «yo que tenía una caja llena de palabras todas de primera mano todas sin ver la luz de la primera aurora // y ellos me dijeron respira transmuta la realidad // y ellos me dijeron respiración para la mirada del pensamiento la realidad como objeto pensado por la mente de Wallace // tú que respiras la inmanencia del otro te quedaste perplejo con mi luz de minotauro // tú que ves la ceguera y la asfixia cuando las palabras llegan del páramo sin tus huellas de leopardo doméstico tú que dejaste la nave en el escollo y te fuiste en el bajel a surcar el vacío que no es vacío sino el nombre de la nada // tú que llenas la oquedad de adorables cadáveres»
Ante la exquisitez y profundidad de la poesía de Antonio Arroyo Silva, la aprehendo como si ese acto íntimo, le diera certezas a mi propia sensibilidad y creación poética. Y me disculpo con el poeta por mi osadía en pretender en estas líneas descubrir su misterio. A fin de cuentas, lo mío es mero espejismo, un acto si se quiere de exacerbada existencialidad.
André Cruchaga,
En la hora undécima de la democracia salvadoreña.
De Barataria a Gáldar, a doce de junio de veinte 22.
[1] Su obra, trayectoria, pueden leerse en estos enlaces: https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Arroyo_Silva; https://diariodeavisos.elespanol.com/2021/05/antonio-arroyo-silva-el-poeta-que-se-precie-siempre-ha-de-estar-aprendiendo-siempre-en-movimiento/
[2] http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/espanha/antonio_arroyo_silva.html
[3] El poema citado pertenece al libro «Las horas muertas», y ha sido publicado en: https://www.revistaaltazor.cl/antonio-arroyo-silva-2/
[4] Benko, Susana. Vicente Huidobro y el cubismo. Monte Ávila Editores Latinoamericana, C.A. Venezuela 1991.
[5] Arnason, H.H. Historia del arte moderno. Barcelona, Ediciones Daimon, 1972.
[6] Puede leerse aquí el resto de los poemas: https://www.13mirlos.com/post/antonio-arroyo-silva-6-poemas
[7] Tarrés Picas, Montserrat. Las vanguardias literarias y «el Grupo del 27»
[8] En esta revista electrónica, se publica un haz de poemas de dicho libro. https://ablucionistas.com/poemas-de-bahia-borrinquen-antonio-arroyo-silva/
[9] Colinas, Antonio. Obra poética completa. Siruela; 1er edición, 2016.
[10] Otros poemas de este libro se pueden leer en: https://projectzudotcom.wordpress.com/2019/04/02/5-poemas-del-libro-las-horas-muertas-premio-hispanoamericano-de-poesia-juan-ramon-jimenez-2018-de-antonio-arroyo-silva/
[11] Jacobson, Roman. Dos aspectos del lenguaje y dos tipos de trastornos afásicos, Fundamentos del lenguaje. Editoria Ayuso-Editorial Pluma, 3ª. Edic. Madrid, 1980.
[12] Estas reflexiones se pueden leer en: https://www.tagoror.es/cultura/entrevista-a-antonio-arroyo-silva.html
[13] Esta y otras reflexiones se pueden leer en: http://anghelmorales.blogspot.com/2013/11/entrevista-antonio-arroyo-silva-poeta.html
[14] Este y otros poemas se pueden leer en: https://www.laotrarevista.com/2021/10/muestra-poetica-de-islas-canarias/
Nació en Nueva Concepción, Chalatenango (El Salvador), en 1957. Tiene una licenciatura en Ciencias de la Educación. Además de profesor de humanidades, desempeñó la función de director y docente en Educación Básica y Superior.