miércoles, 11 de octubre de 2017

50 años después ¿qué ha quedado del Che Guevara?


Eduardo Sanguinetti (Mar del Plata, Argentina)

A días de haberse cumplido el 50º Aniversario del asesinato del heroico Ernesto “Che” Guevara, se torna preciso y necesario preguntarnos ¿qué ha quedado cual sedimento de memoria de las enseñanzas de este hombre, referente ineludible del “deber ser”?… sus palabras resuenan aún en quienes sabemos que lo esencial no ha sido llevado a cabo. El Che nos dijo: “Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo luchamos contra la alienación”, su visión apabullante de lo porvenir, deviene en que no pueda dejar de manifestar a modo de réplica dolorosa, que el estado de orfandad devenida en violencia en que se encuentra empantanada la humanidad es atroz, nadie está inmunizado de sufrir patologías del más diverso tipo y gravedad… incluyo, por supuesto, a los ignorantes e inútiles gobernantes que pretenden administrar el horror en que se debaten los pueblos.
Como heredero de la modernidad, fraguada en encuentros y desencuentros, pero siempre fiel a la tradición de manifestarme en verdad y libertad, indispensables para llevar a cabo una concienzuda investigación del pasado reciente, tan arbitrario y mezquino en quienes debieron en tiempo y forma, escribir sobre él… soy un contemporáneo de esta actualidad crítica y de riesgo extremo, donde pareciera que todo se ha fundido en un pantano, eliminando los principios éticos, que hacen al ser y la comunidad… impedir que quienes han estafado, robado, asesinado, violado, mentido, desde sus funciones ejecutivas, legislativas, utilicen la palabra “Justicia”, en torpes y oportunistas discursos de mesa de dinero, simulando un simulacro de gobernabilidad, que no es tal.
Somos hijos de la desolación y del fraude, de la mentira y del simulacro. Estamos legitimados en la deslegitimación por los diversos gobiernos que se han sucedido a lo largo de nuestra historia. Historia fraguada en las usinas de imperios en plena vigencia de fragmentar, destruir, descalificar, difamar y eliminar los derechos individuales, la libertad de expresión y la igualdad… el demonismo, como medio y mensaje, ha sentado reales en Argentina, en España y en cuanta nación sentó reales la tendencia neoliberal genocida… el fachismo a retornado uniformado, cantando sus vetustos himnos de discriminación, homologación del crimen y brutalidad en acto… basta ver las imágenes de las huestes de alienados marchando por las avenidas de las más diversas ciudades europeas, apuntalados por los milicos, siempre diestros en su tarea de asesinar y “romper” cabezas. Una tragedia sobrevuela el mundo, nada debajo del éxtasis y el delirio.

La publicidad abyecta, proyectada desde las corporaciones mediáticas mercenarias, que acompañan toda esta puesta en escena del espectáculo de la política procedimental, aniquiladora de todo lo que de maravilloso tiene la aventura humana, es una tendencia degenerada de la revelación, la única que puede concebir el pensamiento mercantil, que prostituyó al mundo. Bajo la mirada de Sión, siempre alerta, la demoníaca mirada de quien llevará a la humanidad a su exterminio… ¡Y!: ¿de qué hablan los movimientos, partidos o gobiernos de la región, cuando se autodenominan ser la izquierda?… ante el estado de las cosas, en una sociedad consumista al extremo, avara de sus placeres, farandulera, deviene pensar, que un relato absurdo de la existencia, se metaforizó en un metalenguaje porno, divinizado. Ningún movimiento o partido político que se considere a sí mismo de izquierda, ha sido claro exponiendo de manera categórica, la convicción de que América Latina, no es ni fue jamás una nación constituida, en la unión de los Estados Unidos de Sur América, fundamentados en fines y principios socialistas, en palabra y acto… en economía y política.
La fragmentación y balcanización de América Latina es la esencial y puntual razón, un prerrequisito, para que el imperialismo siga existiendo en estas tierras, devastando nuestras tradiciones, nuestras culturas en franca desaparición e imponiendo su política de vasallaje y esclavitud, implementada por las multinacionales de tendencia neoliberal, que tienen sitio de honor en nuestros territorios y nuestras comunidades. Hace unos años, en Congreso de Filosofía y Comunicación, en una ponencia acerca de los derechos humanos, manifesté: “Los Derechos Humanos, parece que solo basta proclamarlos y regodearse en promocionarlos, desde los más diversos organismos e instituciones del poder, que los dejan de lado en el preciso instante, en que deben ser aplicados, ante los más diversos atropellos a los pueblos, en su dignidad de “ser”, del derecho irrenunciable de permanecer, en igualdad, solidaridad y fraternidad. El silencio opera de manera sistemática, en quienes los publicitan, dando lugar a un continuo atropello a dichos derechos humanos, en nombre de intereses políticos de dominación que dificultan la relación de las comunidades empobrecidas y cada día más cerca del automatismo como modo de vida”.

Una humanidad resignada a el “estado de las cosas”, que ya no presenta ni resistencia ni oposición a un sistema sádico, criminal, con los instintos bajos en acto, que nos llevaron a un estado de existencia donde crímenes sin explicación aparente pueden llamarse suicidios o ‘asesinatos por piedad’… la disolución de la lógica permite investigaciones y procesos simulados que caen en lo irracional e irrisorio y que, desde el inicio, son falseados por extravagantes autopsias, discursos mediáticos que todo lo malogran y “singulares expertos” que manipulan “el secreto” que será historia, donde la incertidumbre reina y la impostura es norma y regla. Y la educación que se promete y no llega, un salvoconducto a un mundo mejor. Me refiero a la que se promete y está por venir, no terminando de llegar, no de la degradada educación para habitantes del siglo XIX que ya fue y la Cultura que no tiene referentes que puedan crear corrientes de opinión, simplemente se remite a personeros del poder disfrazados de torpes escribas de baja estofa, que regurgitan lo ya pensado, lo ya construido, lo ya descubierto , una cultura y una educación con programas obsoletos, manipulada por “oportunistas del conocimiento prêt -à- porter”, y los pueblos, ¡pobres pueblos!, cocinándose un porvenir, sin huellas. Los hombres y mujeres puros, valientes, dignos y éticos, no se asimilan a ser parte de una instancia lúdica, en la que está en juego el futuro de la humanidad y su permanencia en este planeta… no nos separa, la política, la economía y menos aún la mentira… las fronteras son mentales y aplicadas por los mercaderes de la vida… que persista la memoria.

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