lunes, 26 de marzo de 2012

El poeta Domingo Rivero y el Museo de su nieto


Pionero del modernismo y de la modernidad poética, Domingo Rivero ya tiene su museo. ¿Por qué no te he de amar, cuerpo en que vivo?; / ¿por qué con humildad no he de quererte, / si en ti fui niño, y joven, y en ti arribo, / viejo, a las tristes playas de la muerte? Un solo soneto fue suficiente para hacerlo figurar entre los mejores poetas de la lengua castellana. Por el empeño de su nieto, la isla cuenta con un nuevo foro cultural que recoge la biblioteca del poeta, objetos personales, manuscritos, cartas y diferentes ediciones de su escasa pero significativa obra. José Rivero Gómez, el nieto, ha sido cronista deportivo, investigador entusiasta de la presencia de los ingleses en el nacimiento del deporte grancanario, particularmente en golf y en fútbol. Superó un cáncer y ha tenido la constancia y la determinación de emplear mucho dinero en abrir este Museo sin un céntimo de subvenciones. Ejemplar acto de una burguesía ilustrada que pone este patrimonio al servicio de la sociedad en la calle Torres, 10.
Domingo Rivero (1852-1929) fue un personaje enigmático, secretario de la Audiencia, hombre silencioso, republicano, fundador de las Juventudes Republicanas (1869), directivo del Gabinete Literario, aficionado a las peleas de gallos y a la lucha canaria, vivió en Londres, París y Sevilla. El amplio salón de actos del Museo no estará destinado únicamente a mostrar los poemas y los objetos personales sino que además se exhiben caricaturas y un retrato del arquitecto García Cañas, pinturas de Pepe Dámaso, un excelente busto-retrato del poeta elaborado por Manuel González. Un museo polivalente, que servirá como sala de exposiciones, conferencias, recitales poéticos, presentación de libros.
En la caja fuerte de un banco permanecieron los libros y objetos de Rivero durante muchos años hasta que su nieto los entregó a Manuel y Eugenio Padorno, artífices de su recuperación literaria. Necesario recordar también a Manuel González Sosa, Jorge Rodríguez Padrón, Andrés Sánchez Robayna y Arturo Maccanti por su empeño rescatador. El 21 de marzo, Día Mundial de la Poesía, el poeta Antonio Puente nos recordó que Domingo Rivero empezó a escribir casi a los 50 años, su obra fue escasa y poco valorada, jamás publicó un libro en vida. Descreído, distante, su poesía es sobria, seca, expresiva. Tiene afinidad con Antonio Machado en el tratamiento de los pequeños temas domésticos y cotidianos, escapa de la Escuela Regionalista, recibe la influencia de Unamuno. Angeles Alemán, profesora universitaria, recordó que la Escuela Luján Pérez fue adelantada en percibir la modernidad en el pensamiento insular. 

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