Todavía en primavera
ya comenzaron los fuegos, casi siempre intencionados. Con sigilo y alevosía,
alguien se sube a un todo terreno y va sembrando llamas por parajes solitarios,
provoca conatos en lugares de difícil acceso para que la erradicación sea
complicada. Dicen los psicólogos que un pirómano es un individuo con un
trastorno de los impulsos, que le produce una atracción anormal por el fuego y
todo lo relacionado con este. La sintomatología se manifiesta en la producción
de incendios y en el gozo que sus consecuencias originan. Existen en todas
partes, pero aquí en las islas han provocado catástrofes ambientales en los
últimos años, y son muy contados los que han podido ser detenidos y llevados
ante un juez. Paralelamente, el Pentágono publica un informe según el cual el
cambio climático será peor que el terrorismo, los contrastes aumentarán y en
los países donde la situación alimenticia ya era crítica empeorará más todavía.
Puede que los
pirómanos sean personas que padezcan una enfermedad mental, pero también pueden
ser gente enfrentada a la sociedad por una mala situación económica, personal o
social. A veces las personas se encuentran frustradas y no encuentran la manera
de desahogar sus problemas, y por ello toman represalias contra los demás, a
veces forman parte del propio personal contratado para la extinción en cuyo
caso habría que extremar las precauciones a la hora de contratar ese personal,
en otras ocasiones son miembros de este personal que han sufrido una situación
de despido como consecuencia de los recortes.
Entonces es como si actuaran para sentirse aliviados tras lo que juzgan
una injusticia. Es posible que posean una incapacidad para controlar los deseos
de incendiar, pero también es probable que en algunos de los casos se mezcle el
instinto del vandalismo, tan presente en las sociedades urbanas. Algunos son
incapaces de aceptar la armonía de un parque, un parterre con flores, un
monumento en la vía pública. Y entonces proceden a destrozar lo que tienen ante
sus ojos.
Señalan los
expertos que la patología suele desarrollarse a temprana edad, afecta con mayor
frecuencia a los varones, especialmente a los que no consiguen destacar socialmente.
Puede haber afectados de todas las edades, pero es más frecuente en la
adolescencia. En la infancia aparecen casos, mayormente causados por la curiosidad,
más que por patologías de comportamiento. Muchos pirómanos se involucran con actividades
relacionadas con el fuego, como bomberos, programas de prevención de incendios,
fábricas de fuegos artificiales, etc. El pirómano atraviesa por dos fases
cuando provoca un incendio: antes de
cometer el delito sus niveles de adrenalina están disparados, pero una vez
iniciadas las llamas descargan la tensión acumulada con el disfrute de sus
consecuencias, sensaciones gratificantes. El pirómano no experimenta
remordimientos por su acción, sólo está interesado en la satisfacción que
consigue. No existe un tratamiento concreto para esta enfermedad, y en general,
no hay motivaciones que lleven a estos individuos a desear una cura. Por lo
general es la prisión la única vía segura para evitar que provoquen nuevos
destrozos, pero no existe la cadena perpetua para tales casos.
En unas islas
superpobladas como las nuestras y con una masa vegetal insuficiente, podríamos
pensar que la repetición de los incendios forestales perjudica de manera
significativa el régimen de lluvias. Además, los expertos señalan que el cambio
climático, ya imparable, está lleno de riesgos. Por ejemplo con respecto a las
precipitaciones se observa que en conjunto podrían aumentar, aunque no se
repartirán homogéneamente. Allí donde antes llovía mucho, ahora lloverá más aún
y donde llovía poco, lloverá menos. Inundaciones y sequías extremas, a la
Península Ibérica y a Canarias les corresponde una mayor desertización. En este
sentido los contrastes aumentarán, y en los países donde la situación
alimenticia era crítica empeorará. Evidentemente esto tendrá repercusiones para
la seguridad mundial. No en vano hace algunos años el Pentágono explicó en un
informe que la amenaza para la seguridad mundial por causa de un cambio climático
descontrolado será mayor que la causada por el terrorismo.
El profesor y
climatólogo Mojib Latif ha declarado que el problema de la nutrición mundial se
agudizará, y los indicios empiezan a concretarse. La cosecha de trigo se ha
reducido en los últimos 50 años, y el trigo –igual que otros productos esenciales–
se ha convertido en instrumento apto para la especulación en bolsa, de hecho
grandes corporaciones compran cosechas enteras para luego traficar con ellas. Y
aunque ya nadie duda de la repercusión negativa que el cambio climático tendrá
sobre la comida, lo cierto es que la actual forma de alimentación repercute a
su vez sobre el cambio climático. Coches, aviones y la industria son
considerados como los principales causantes, también la bombilla tradicional,
pero Latif sin embargo nombra un causante mayor: la ganadería. El 20% de las
emisiones de metano a la atmósfera proviene de los 1.500 millones de reses
vacunas que existen en el planeta y el metano contribuye a su vez en un 20% al
calentamiento global, además otro dato negativo es la creciente destrucción de
las selvas tropicales para aprovechamientos de madera, construcción de presas, cultivos
de forraje, etcétera. Vamos, que tendríamos que adoptar el régimen vegetariano.
Renunciar al
filete diario de carne sería un gran beneficio para la selva tropical, para el
clima y en definitiva también para los animales. Sin embargo, no se augura
ningún cambio fundamental. Para este experto el mal reside básicamente en la
postura del ser humano: el problema es que estamos programados para actuar
sobre la inmediatez, nuestra forma de pensar solo se refiere al aquí y ahora. Pensamos
en nosotros mismos y no en las generaciones venideras, además hemos perdido el
respeto a la naturaleza. El accidente nuclear de Fukushima fue una prueba de
ello, pues esa central estaba construida para aguantar un terremoto de grado 8
y sobrevino uno muy superior. Además la ola que generó fue de 10 metros de
altura, mucho mayor de lo que se pudo presuponer. Los científicos opinan que
tendríamos que volver a sentirnos humildes ante la grandeza de la naturaleza,
único modo de que nuestros descendientes vivan todavía en un planeta habitable.
ResponderEliminarNatividad Barroso
6 de jun. (hace 10 días)
para mí
¡Hola! Haciendo uso de este atrevido medio de comunicación -al alcance hoy en día de casi todo el mundo- y desde esta fabulosa tierra tropical donde nadie puede aburrirse nunca, me atrevo a enviarle este mensaje porque hoy amanecí con tiempo y ganas de leer sentada ante la computadora.
Me puse a leer con calma "La literatura y la vida" que había guardado en mis "Favoritos" al encontrarme con ella hace unos días motivada por el nombre, ya que "Literatura y vida" es una materia dentro de la tercera área de la de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela (denominada oficial y despectivamente como "paraliteraria") cuya incorporación fue lograda por estudiantes y algunos profesores luego de un semestre de luchas por transformar el pensum de toda la universidad y que solo en Letras tuvo éxito. Además, fue la materia con la que me inicié y se inició el primer "Semestre introductorio" y que me abrió las más amplias perspectivas literarias, filosóficas y vitales en mi ya intensa trayectoria existencial.
Pero, lo que me ha hecho escribirle y enviarle los dos anexos, es el artículo sobre Cervantes y sobre "Canarias: colonización, mestizaje y atlanticidad", porque siento que hay una gran afinidad entre sus escritos y los míos. Y porque. siendo nativa de Santa Cruz de Tenerife (con ancestros de Tacoronte, El Sauzal y de Agulo en La Gomera), cuando en esta etapa de mi vida estoy escribiendo "mis memorias", en las cuales las Canarias -y Tenerife y Cervantes- han sido fundamentales, no es sino natural que en el fondo de mi alma desee disfrutar de un contacto más actual con esas siempre misteriosas islas, de ámbito universal y para las cuales percibo un futuro más consciente de su valor e importancia por parte de sus habitantes.
Además de lo que pueda adivinarse por los dos textos anexos, unos trabajos mucho más largos ("Cervantes: la escritura, la lucha por la vida y la inmortalidad" y "Nuestra hermosa lengua hispanoamericana") constituyeron la primera parte: "Cervantes, nuestra lengua y nosotros". de un libro titulado "Cuatro ensayos desde los crepúsculos" con el cual salí ganadora (en ensayo) en un concurso de la Editorial Monte Ávila para autores inéditos, ¡A MIS SESENTA Y SIETE AÑOS! y que, a partir de ese libro, me incluyeron entre los cervantistas venezolanos.
El otro texto fue una "ponencia" (distinta a las típicas académicas universitarias) que acabo de presentar en un Congreso universitario y que constituye parte del inicio de mis "memorias". Va acompañado del "abstract" requerido que la pone en contexto.
Espero que le interesen, de algún modo, los trabajos que le anexo; por mi parte: desde ahora me he convertido en una lectora fija de su "blog".
Reciba mis saludos cordiales y el deseo de que siempre tenga mucha alegría, salud y realizaciones,
Natividad Barroso García
Me complace mucho recibir noticias desde la querida y entrañable Venezuela, y más si vienen de una persona tan interesante como usted. Ojalá podamos mantener el contacto más allá del océano. Gracias
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