lunes, 17 de febrero de 2014

¿La "obsolescencia programada" es una estafa?

Se emite de vez en cuando en las televisiones un reportaje sobre un asunto  importante: por qué los aparatos electrónicos y toda la parafernalia tecnológica –desde televisores de plasma a todo tipo de consolas, pantallas, teléfonos móviles, etc.– está programada para durar poco. En un lugar de EEUU hay una bombilla que ha permanecido encendida durante más de 100 años y sigue funcionando, pero la norma de los fabricantes es hacer productos con imperfecciones, para que duren menos de lo que podrían durar.
El procedimiento suele ser el siguiente: uno de los aparatos de uso habitual falla. Cuando el dueño lo lleva a reparar, en el servicio técnico le dicen que resulta más rentable comprar uno nuevo que arreglarlo.
Generalmente el precio de la mano de obra, las piezas estropeadas y el montaje suelen costar más que adquirir uno nuevo. Por ello normalmente el usuario suele desechar el producto averiado y comprar otro. Esto ocurre en algunos componentes digitales de los ordenadores, impresoras, discos duros, equipos de audio y vídeo, equipos de sonido, bafles, etcétera.
El problema se basa en la gran cantidad de residuos que se originan actualmente al realizarse este fenómeno una y otra vez, cada día, en todo el mundo. En el hay más de 7 000 000 000 de habitantes, y el número continúa creciendo: hay un aumento poblacional de 210 000 personas por día. La generación diaria promedio de basura «per cápita» es de 1 kg: alrededor del mundo, en tan sólo un día se generan 7 000 000 000 kg de desechos.
¿Es sostenible la “obsolescencia programada” o es un derroche? Algunos países están introduciendo normas para luchar contra esto.

2 comentarios:

  1. Si es un tema actual y estoy de acuerdo con lo que comentas. Yo precisamente lo he sufrido y lo vi muy claro cuando compré dos camaras fotograficas de la marca "somys" con un mes de diferencia, se estropearon con la misma diferencia, un mes.
    Saludos.
    Orlando Glez.

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  2. Vivimos en el mundo feliz que pronosticaba Aldous Huxley... Estamos obligados a consumir, y eso, a la larga, nos consumirá a nosotros.
    Un abrazo.

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