Allá en Ontario en los mil lagos y las mil islas
atravesando carreteras de bosques incendiados
pensé en los ríos y meandros de tu cuerpo
creí que por mucho descartarte ya no eras mía
aunque no parabas de reír justo a mi lado
cómo no habitar una casita de madera
en las orillas de las grandes cataratas
en los bosques de abedul una cabaña
repleta de gnomos y de hadas
Gracias Luis, por el poema, por la dedicatoria.
ResponderEliminarDe nada
ResponderEliminarFELIZ 2016, PAREJA DE ENAMORADOS.
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