martes, 28 de abril de 2020

Datos sentimentales en tiempos del Covid-19

Por Eduardo Sanguinetti, Buenos Aires
Un tal Alfonso Prat Gay, incapaz ex-ministro de hacienda del desgobierno del depredador Mauricio Macri, atacó y criticó al infectólogo y asesor presidencial Pedro Cahn, por no permitir “correr” en la cuarentena, impuesta por la presencia del Covid-19, que está matando cientos de miles de seres humanos en el planeta.
Pues el ex-funcionario, impulsor del tarifazo machirulense que degradó la vida de millones de argentinos, considera prioritario dar lugar a realizar ejercicios en espacios públicos, exponiendo a toda la comunidad al contagio. El grupo de expertos excepcionales que asesora al presidente de Argentina Alberto Fernández, respondieron que es altamente riesgoso, pues al hacer ejercicios las personas respiran de un modo más agitado y con menor control, por lo tanto, sugieren no practicar actividad física. Mientras tanto, de frente a la realidad, el personal sanitario de Argentina, conformado por médicos, enfermeros, bioquímicos, personal de laboratorio, limpieza y choferes de ambulancia, dedican las 24 horas del día a salvar vidas. No viven como ricachones mafiosos, o ex-funcionarios parásitos, no van por el dinero y la fama de infelices faranduleros, ni les importa arriesgar su vida en la tarea que realizan. No olvidemos fueron cuestionados hace poco tiempo, en gobierno del ignorante Macri y sus votantes, hoy son aplaudidos y vitoreados, por la comunidad toda.
Quién espera algo del mercado, si este nunca ha sido capaz de responder en las crisis a auxiliar a la comunidad. El Covid-19 hizo posible lo que se pensaba era imposible: modificó el sentir y pensar de millones de habitantes del mundo. Si la vida de las personas y el funcionamiento de la sociedad toda están en peligro nadie debe escandalizarse si el Estado interviene empresas, asume la responsabilidad de la producción de alimentos y asegura la provisión de servicios esenciales como agua, electricidad, gas y medicinas.
El gobierno de Alberto Fernández, como los del mundo todo, han inyectado millones para que las comunidades no se hundan en el hambre y la desesperación ¿paradoja no? Trepan los déficits fiscales y las deudas estatales para enfrentar la pandemia. No olvidemos que hace unos meses en la Argentina gobernada por machirulo, mascota del neoliberalismo, permanente detractor de toda política que apuntale al pueblo y sus prisas, se impusieron políticas de austeridad reduciendo la inversión pública en investigación científica, en la protección del medioambiente y expulsando científicos y médicos de fuste en los servicios de salud. Como lección al estrago y la destrucción del aparato sanitario ha llegado un virus que ataca sin piedad, las vacunas no existen y los hospitales no pueden atender la acumulación de infectados. Todo el esfuerzo y capacidad de quienes integran un gobierno para seguir viviendo en una cuarentena, no lo puede hacer un mercado compuesto por especuladores y mafiosos, pues no hay tasa de beneficio alguno. El Estado tan vilipendiado por el club de parásitos neoliberales es quien cubre las urgencias de los ciudadanos todos/as sin distinción de estadios sociales ficcionales, pero de innegable impacto material y simbólico.
Alberto Fernández está llevando a cabo una épica, liderando con humildad el prólogo a un cambio de paradigma en la comunidad latinoamericana, legitimando en acto cada palabra que pronuncia. Suspender la participación de Argentina en el Mercosur frente a decisión arbitraria de gobiernos fachos de Brasil, Paraguay y Uruguay de hacer acuerdos de libre comercio con Corea Sur, Líbano, Canadá, India, etc., en crisis económica agravada por Covid-19, resulta formidable, sobre todo cuando Macri en su desgobierno promovía negociaciones bilaterales, por lo cual me pregunto, ¿Para qué brega hoy por el Mercosur?
La irresponsabilidad de esta falsa oposición, pues pareciera son enemigos en acto de defenestrar de la mano del aparato mediático mercenario todo acto del gobierno nacional y popular de Fernández, es delirante, pues ante la incógnita de este virus que no cesa de avanzar, no hay espacio para negocios ni tratados de libre comercio. Estamos ante un hecho sin antecedentes en la historia, cuál puede ser el modo y manera de que lo internalicen los gobernantes y ex-gobernantes fachos de la región, que lanzan documentos, como el vacuo y confrontativo que ha escrito Mario Vargas Llosa, otrora escritor del sortilegio latinoamericano, hoy escriba del sistema genocida neoliberal fascista en franca desaparición, conspirando contra la vida de los pueblos, con un documento de inmunda factura, firmado por tropa de mascotas sin entidad, salvo por la permanente publicidad que le ofrece la corpo mediática.
¿Hay espacio para domesticidades de operadores que jamás han denunciado a dictadores como Pinochet, Videla, Stroessner o Somoza? Fueron cómplices de estas dictaduras, quienes les han estatizado millonarios capitales de créditos obtenidos por contactos criminales, mientras una generación se batía a sangre y fuego por un mundo donde la igualdad y la justicia imperaran.
El Covid-19 modificó los datos sentimentales de la vida del planeta, donde el tener era norma y regla, hoy quedó relegado a los basurales de la historia, se antepuso el deber ser, permaneciendo en austeridad e igualdad, ante una justicia que pareciera no existe para los hambreados e indigentes. Quizás es hora de tomar ejemplos como el de la revolución francesa, ante el poder esclavizador de los denominados privilegiados, único modo pareciera de hacer valer los derechos del pueblo, único soberano, única fuente de poder político, ante una justicia corrupta y mafiosa, creando juzgados populares, conformados por idóneos y talentosos seres del derecho. Si no tienen piedad, no se tendrá piedad. Un nuevo orden mundial se está gestando, donde todos/as tendremos un rol a cumplir, no lo duden.
(Escritor y filósofo)

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