miércoles, 31 de octubre de 2018

De Finados a Halloween

Antes era el día de Finados y ahora la colonización cultural impone la estúpida calabaza. De todos modos, en algunos lugares persiste la reunión de la noche de Finados o Finaos, un momento para comer castañas asadas y echarse un trago de vino o de cualquier licor. Había encuentros familiares, cantos de los Ranchos de Ánimas, degustación de dulces típicos. Se enramaban las tumbas y se encendían lamparillas para las ánimas benditas, había Bailes de Taifas. Ahora, con la globalización, hemos tomado prestada la fiesta de Halloween; las nuevas tecnologías, los profesores, la TV, han desplazado a los Finados. Pero en muchos pueblos y barrios de las ciudades la cultura rural ancestral reverdece en esta noche, así en Gran Canaria en la  Vega de San Mateo, la plaza de San Lorenzo. Nueces, castañas, almendras, y un poquito de ron miel.

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