A los cuatro padres de la patria lo que les preocupa es cultivar su belleza simpar, su simpatía torrencial, su capacidad de seducción. Incapaces de entablar diálogos y pactos, nos condenarán a vagar eternamente por las urnas como si eso resultara divertido. ¿Para cuándo habrá gobierno en España? Para el siglo que viene. ¿Y de quién es la culpita? De cada cual y de todos y de nadie en concreto.
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