martes, 10 de mayo de 2016

5 poemas eternos de Mario Benedetti

MARIO BENEDETTI fue un genial poeta uruguayo que vivió 88 años y tuvo una vida repleta de exilios y resistencias, de libros, de dolor y de ternuras, de soledades lejos de su mujer cuando tantas veces tuvo que salir huyendo de las dictaduras y las represiones suramericanas, de palabras que cobran vida porque él tuvo la calidad de los elegidos. He aquí apenas una muestra del Benedetti más tierno y más nostálgico, también del combativo autor de ese Padrenuestro Latinoamericano, tan imitado. ¿Cómo no recordar a Nacha Guevara cantando el sublime Te quiero que aquí aparece? ¿Y ese mensaje de sana esperanza que es No te rindas? ¿Y el eterno mensaje de El sur también existe? Palabra inmortal de un poeta.

 
No te rindas

 

No te rindas, aún estás a tiempo

De alcanzar y comenzar de nuevo,

Aceptar tus sombras,

Enterrar tus miedos,

Liberar el lastre,

Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,

Continuar el viaje,

Perseguir tus sueños,

Destrabar el tiempo,

Correr los escombros,

Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se esconda,

Y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma

Aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo

Porque lo has querido y porque te quiero

Porque existe el vino y el amor, es cierto.

Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,

Quitar los cerrojos,

Abandonar las murallas que te protegieron,

Vivir la vida y aceptar el reto,

Recuperar la risa,

Ensayar un canto,

Bajar la guardia y extender las manos

Desplegar las alas

E intentar de nuevo,

Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se ponga y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma,

Aún hay vida en tus sueños

Porque cada día es un comienzo nuevo,

Porque esta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás solo, porque yo te quiero.

 
Te quiero

 
Tus manos son mi caricia

mis acordes cotidianos

te quiero porque tus manos

trabajan por la justicia

 

si te quiero es porque sos

mi amor mi cómplice y todo

y en la calle codo a codo

somos mucho más que dos

 

tus ojos son mi conjuro

contra la mala jornada

te quiero por tu mirada

que mira y siembra futuro

 

tu boca que es tuya y mía

tu boca no se equivoca

te quiero porque tu boca

sabe gritar rebeldía

 

si te quiero es porque sos

mi amor mi cómplice y todo

y en la calle codo a codo

somos mucho más que dos

 

y por tu rostro sincero

y tu paso vagabundo

y tu llanto por el mundo

porque sos pueblo te quiero

 

y porque amor no es aureola

ni cándida moraleja

y porque somos pareja

que sabe que no está sola

 

te quiero en mi paraíso

es decir que en mi país

la gente viva feliz

aunque no tenga permiso

 

si te quiero es porque sos

mi amor mi cómplice y todo

y en la calle codo a codo

somos mucho más que dos.

 

Un Padrenuestro latinoamericano

 

Padre nuestro que estás en los cielos

con las golondrinas y los misiles

quiero que vuelvas antes de que olvides

cómo se llega al sur de Río Grande

Pdre nuestro que estás en el exilio

casi nunca te acuerdas de los míos

de todos modos dondequiera que estés

santificado sea tu nombre

no quienes santifican en tu nombre

cerrando un ojo para no ver las uñas

sucias de la miseria

en agosto de mil novecientos sesenta

ya no sirve pedirte

venga a nos el tu reino

porque tu reino también está aquí abajo

metido en los rencores y en el miedo

en las vacilaciones y en la mugre

en la desilusión y en la modorra

en esta ansia de verte pese a todo

cuando hablaste del rico

la aguja y el camello

y te votamos todos

por unanimidad para la Gloria

también alzó su mano el indio silencioso

que te respetaba pero se resistía

a pensar hágase tu voluntad

sin embargo una vez cada tanto

tu voluntad se mezcla con la mía

la domina

la enciende

la duplica

más arduo es conocer cuál es mi voluntad

cuándo creo de veras lo que digo creer

así en tu omniprescencia como en mi soledad

así en la tierra como en el cielo

siempre

estaré más seguro de la tierra que piso

que del cielo intratable que me ignora

pero quién sabe

no voy a decidir

que tu poder se haga o se deshaga

tu voluntad igual se está haciendo en el viento

en el Ande de nieve

en el pájaro que fecunda a la pájara

en los cancilleres que murmullan yes sir

en cada mano que se convierte en puño

claro no estoy seguro si me gusta el estilo

que tu voluntad elige para hacerse

lo digo con irreverencia y gratitud

dos emblemas que pronto serán la misma cosa

lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro

de cada día y de cada pedacito de día

ayer nos lo quitaste

dánosle hoy

o al menos el derecho de darnos nuestro pan

no sólo el que era símbolo de Algo

sino el de miga y cáscara

el pan nuestro

ya que nos queda pocas esperanzas y deudas

perdónanos si puedes nuestras deudas

pero no nos perdones la esperanza

no nos perdones nunca nuestros créditos

a más tardar mañana

saldremos a cobrar a los fallutos

tangibles y sonrientes forajidos

a los que tienen garras para el arpa

y un panamericano temblor con que se enjugan

la última escupida que cuelga de su rostro

poco importa que nuestros acreedores perdonen

así como nosotros

una vez

por error

perdonamos a nuestros deudores

todavía

nos deben como un siglo

de insomnios y garrote

como tres mil kilómetros de injurias

como veinte medallas a Somoza

como una sola Guatemala muerta

no nos dejes caer en la tentación

de olvidar o vender este pasado

o arrendar una sola hectárea de su olvido

ahora que es la hora de saber quiénes somos

y han de cruzar el río

el dólar y su amor contrarrembolso

arráncanos del alma el último mendigo

y líbranos de todo mal de conciencia

amén.

 

El sur también existe

 

Con su ritual de acero

sus grandes chimeneas

sus sabios clandestinos

su canto de sirenas

sus cielos de neón

sus ventanas navideñas

su culto a dios padre

y de las charreteras

con sus llaves del reino

el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo

el hambre disponible

recorre el fruto amargo

de lo que otros deciden

mientras que el tiempo pasa

y pasan los desfiles

y se hacen otras cosas

que el norte no prohíbe

con su esperanza dura

el sur también existe

 

con sus predicadores

sus gases que envenenan

su escuela de chicago

sus dueños de la tierra

con sus trapos de lujo

y su pobre osamenta

sus defensas gastadas

sus gastos de defensa

son su gesta invasora

el norte es el que ordena

 

pero aquí abajo abajo

cada uno en su escondite

hay hombres y mujeres

que saben a qué asirse

aprovechando el sol

y también los eclipses

apartando lo inútil

y usando lo que sirve

con su fe veterana

el sur también existe

 

con su corno francés

y su academia sueca

su salsa americana

y sus llaves inglesas

con todos sus misiles

y sus enciclopedias

su guerra de galaxias

y su saña opulenta

con todos sus laureles

el norte es el que ordena

 

pero aquí abajo abajo

cerca de las raíces

es donde la memoria

ningún recuerdo omite

y hay quienes se desmueren

y hay quienes se desviven

y así entre todos logran

lo que era un imposible

que todo el mundo sepa

que el sur también existe.

 

¿Y si Dios fuera mujer?

 

¿Y si Dios fuera mujer?

pregunta juan sin inmutarse

vaya vaya si dios fuera mujer

es posible que agnósticos y ateos

no dijéramos no con la cabeza

y dijéramos sí con las entrañas

 

tal vez nos acercáramos a su divina desnudez

para besar sus pies no de bronce

su pubis no de piedra

sus pechos no de mármol

sus labios no de yeso

 

si dios fuera mujer la abrazaríamos

para arrancarla de su lontananza

y no habría que jurar

hasta que la muerte nos separe

ya que sería inmortal por antonomasia

y en vez de transmitirnos sida o pánico

nos contagiaría su inmortalidad

 

si dios fuera mujer no se instalaría

lejana en el reino de los cielos

sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno

con sus brazos no cerrados

su rosa no de plástico

y su amor no de ángeles

 

ay dios mío dios mío

si hasta siempre y desde siempre

fueras una mujer

qué lindo escándalo sería

qué venturosa espléndida imposible

prodigiosa blasfemia

papel mojado

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