miércoles, 5 de diciembre de 2012

Fracasa la "Primavera Árabe"


Como siempre, Oriente Medio echa chispas y los dictadores andan al acecho. Los israelíes no están dispuestos a contribuir a los procesos de paz y siguen aplastando a los palestinos, las víctimas del ayer son los verdugos del hoy. Cerca, en Egipto, nada está claro. Todo en El Cairo es caótico y descomunal, su tráfico, sus mercados callejeros, sus catorce millones de seres pululando en las calles, su Ciudad de los Muertos donde encuentran acomodo tantos vivos. Los tiempos no son buenos, y tras aquella “Primavera Árabe” que tanto ilusionó como paso previo para extender la democracia en países tan estratégicos nadie ha encontrado el modo de emprender la convivencia armoniosa entre las distintas creencias.
Desde hace milenios el Nilo dilata sus orillas para que resuciten las arenas del desierto, de este modo se sucedían sequías y abundancias, plagas de langosta y oropeles del faraón. Si tanto lucharon los egipcios en la calle para derrocar a Mubarak, ahora resulta que los monarcas siempre vuelven, fortalecidos. Los islamistas de los Hermanos Musulmanes en el poder pretenden introducir sus leyes vengativas como máximo código, y el nuevo faraón pretende que sus decretos sean infalibles como los del papa de Roma. De este modo, la Plaza Tahrir, que fue el escenario de la revuelta, vuelve a los primeros planos del telediario pero ahora es el reducto de la resistencia contra los poderes absolutos del nuevo presidente. Debe ser que la eterna rueda de la vida siempre da vueltas para acabar volviendo al punto de partida.
Ilustración: las últimas protestas en la plaza Tahrir

1 comentario:

  1. ¡Qué pena que ocurran estas cosas en un país con una de las culturas más ricas y más bellas del mundo!

    blog-rosariovalcarcel.blogspot.com

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