Eduardo Sanguinetti, Buenos Aires
Alguien tiene alguna duda de que, sin el aval del poder político, financiero-corporativo, farándula mediática y las denominadas fuerzas de seguridad, con sus vasos comunicantes con "pedófilos", “proxenetas” y "femicidas habilitados", se podría evitar el asesinato de mujeres de todas las edades, el comercio, la “trata de blancas” o como se prefiera denominarlo.
Con total impunidad, desde sus simuladas empresas de contratar mujeres, muchas menores de edad, con la promesa de un futuro de éxito y trascendencia mediática estelar en televisión, cuando en definitiva, no se ignora que estas víctimas de la sodomía son mercadeadas a empresarios, turistas, milicos habilitados para negociar mujeres, políticos preñados de sodomía y toda la fauna que compone el patriarcado que manipula la existencia de una comunidad bestial; padres que venden a sus hijas para explotación sexual, justificándose en la miseria atroz en la que están inmersos: solución temporal para comer un poco más, pues en definitiva, nada modificará el rumbo de esas vidas sumidas en el espanto.
Los pre-púberes son vendidos como mercancía para explotación sexual, terminando sus vidas apestados con HIV y demás enfermedades o vendiendo sus órganos para trasplantes, crudísima realidad que pareciera el ciudadano medio prefiere ignorar, un tema que puede afectar su inmunda vida de burgués infecto.
En el último gobierno del Partido Colorado, en Uruguay, hace una década y media, un promotor de modelos argentino recibió una distinción de manos del Presidente en ejercicio, una exageración megalómana y delirante, conocida su chacra donde convivía las temporadas veraniegas en Punta del Este con las modelos, chicas menores de edad, con permiso de sus padres y madres para que estas mujeres y niñas desfilaran cual hacienda en pie por las pasarelas a la vista de empresariuchos, politicastros y turistas sexuales, de bolsillos profundos.
Devenían las macropartuchas que ofrecía este malparido, concurridas por los denominados "ricos y famosos", que se publicitaban en pasquines semanales, legitimando lo ilegítimo. ¿Nadie lo recuerda?, si los conductores de programas basura siempre presentes, filmaban todo.
Este acontecimiento llevado a cabo marca una bisagra, un punto de inflexión de un sistema decadente y disfuncional, en fin, un llamado de atención, pues queda un sedimento de memoria que nos lleva a meditar con huellas.
En el núcleo de este tema, la prostitución está asimilada al modo de vida de una nación y del mundo, devenida en una enorme organización con ramificaciones internacionales que imponen códigos de comportamiento que deberían ser evaluados con urgencia por grupos interdisciplinarios, idóneos y comprometidos con la mujer y su circunstancia.
Es la única ley no escrita, que las prostitutas, sus explotadores, la clientela, conformada por todos los integrantes que conforman una sociedad hipócrita, que acepta y es cómplice en silencio, de todo el infecto negocio de mujeres, sujetos-objetos, comercializadas a “cielo abierto”, al turismo de todo origen, un negocio inimaginable en entradas de dinero millonarias.
Como “Indignado de la Cruz del Sur”, denuncio la ausencia de políticas puntuales y severísimas, para intentar terminar con la prostitución de nuestras niñas y jóvenes, del mercadeo de estas mujeres, del femicidio a repetición que día a día se sucede en Argentina y de la aplicación de una ley penal especial y sin apelación posible para quienes de una manera u otra estén ligados a la red, ya sea como consumidores o vendedores de estas esclavas bajo presión, que pierden todo destino de vida, devenidas en convertirse en objeto de uso y abuso, en las prácticas sexuales de bestias que habitan en nuestro mundo, que pareciera ya no tiene límites en instancias escatológicas, como lo es la prostitución, con la indudable anuencia del poder empresarial, político y cultural, sin los cuales no podrían prosperar estas tendencias degradantes hacia nuestra especie.
Contra la bestialidad de un sistema enfermo patriarcal, al que se antepuso con rigor el empoderamiento de las mujeres, que devino en el brote psicótico de los "machistas argentos", impotentes ante la posibilidad de encontrarse con mujeres dueñas de sí y sus vidas en acto y conocimiento.
Con sumo placer y deseo, reivindico al amor y la pasión hacia la mujer, denunciando a este sistema como cómplice de un holocausto en las sombras, donde se manipulan a sus antojos las existencias de miles de niñas y mujeres, devenidas en víctimas fatales de un sistema patriarcal machista, hipercorrupto y criminal.
(*) Filósofo y poeta
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