Ha
muerto un gran amigo de las letras canarias. El Hadj Amadou Ndoye, catedrático
de español en la universidad Cheikh Anta Diop de Dákar, Senegal. Una larga
enfermedad se ha llevado al estudioso de nuestra literatura, quien siempre
recordaba que se animó a estudiar nuestra lengua para poder entender las
músicas de Cuba, el verbo caliente del Caribe. Durante más de treinta años fue
profesor de traducción, gramática histórica y literatura española y
latinoamericana en la UCAD. Autor
de Estudios sobre la narrativa canaria,
escribió un magnífico trabajo sobre nuestra novela Las espiritistas de Telde, publicado por primera vez en la edición
que de esta novela hizo Idea en 1999, con el título Creencias africanas por el Atlántico: un viaje de ida y vuelta a través
de Las espiritistas de Telde. Lo había leído en el LII Congreso de Americanistas,
celebrado en Sevilla, del 17 al 21 de julio de 2006. Amadou había hecho dos
doctorados en Francia, el primero en la universidad de Lyon, acerca de La pintura de las poblaciones de origen
africano en las novelas de Jorge Amado, el gran novelista brasileño. El
segundo fue en la universidad de Toulouse, acerca de La narrativa canaria del 70 (1970-1985).
Amadou
publicó en Francia, Gabón, Brasil, Suiza, Francia y otros países, artículos
divulgativos sobre literatura africana, canaria, española y latinoamericana. Es
autor de libros publicados por la editorial Baile del Sol: Estudios sobre narrativa canaria, primera edición en 1998, segunda
en 2006, y A un tiro de piedra, del
2006.
“Los
senegaleses enseñamos español en condiciones difíciles. Es probable que el número
de alumnos y estudiantes de español vaya a crecer, porque en Senegal la presión
demográfica es fuerte. Ahora mismo faltan profesores, porque la demanda de
clases de español es alta. El gobierno senegalés hace esfuerzos, los profesores
y los alumnos también. Aquí leemos a Lorca y a Pablo Neruda. Deseamos que el
mundo hispánico se entere de que existimos y queremos llevar a cambio
intercambios con él. Si Cervantes despertara y se le dijera que la ruta del Quijote
pasa también por Senegal ¿lo creería, o pensaría, tal vez, que se trata de una
broma. Lo más probable es que preguntara: ¿y por dónde cae Senegal?” Estas
fueron sus palabras, tan clarividentes, cuando pedía ayuda para divulgar más y
mejor la cultura hispánica en su país. Cuando las dijo no eran tiempos de
recortes, como ahora, pero nos tememos que poca ayuda se le brindó. Al menos
nos queda la satisfacción de que estuvo en la casa que compartimos Rosario Valcárcel
y yo, en una de las cenas literarias que hacemos con frecuencia.
Tuve la suerte de conocer Amadou Ndoye,de compartir en nuestra casa unos ratos estupendos.
ResponderEliminarGracias Amadou por la labor literaria, por ser un ser entrañable.
blog-rosariovalcarcel.blogspot.com
Yo no tuve esa suerte, no lo conocí directamente; pero estaba tan fascinado por los relatos de Roberto Cabrera que le pedí su número y compartí buenas conversaciones. Por cierto, Roberto está fatal por la noticia, y eso que no se ha repuesto aún por lo de Rafa (Arozarena). Una gran pérdida para la literatura de Canarias y para nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo.