miércoles, 21 de octubre de 2020

Un poema de Antonio Arroyo, dedicado a Luis León Barreto

 

LA LUZ DEL TIME

 

A Luis León Barreto y sus Dioses palmeros

 

Desriscada armonía:

los huesos del muflón entre lajas de notas discordantes

chispean en la noche de su misterio verde.

 

Más allá el simulacro:

el abismo

pudo estar escondido en el grano de tierra,

y entre las hojas teje el platanal del alma.

 

Más acá, el no instante del Time:

las planicies huyeron al fondo del barranco

y guardaron el fósforo de los amaneceres.

 

Buscamos nuestros dioses bajo el manto quebrado

de los cielos. La luz que brilla por el día dicen no es luz

pero cierra los párpados y ahí está 


rielando para dentro

la inminente rojez que en la noche del ojo

parece un estallido.

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