jueves, 2 de mayo de 2013

Mo Yan, un novelista total (Premio Nobel 2012)


Mo Yan (1955) es un novelista descomunal, y su libro más célebre –en El Aleph Editores– es una obra maestra que contiene un despliegue narrativo tal que su lectura puede volverse fatigosa, tal es el cúmulo de personajes, acciones, caídas, redenciones, posesiones demoníacas, amores, deserciones y luchas. La guerra sin misericordia, la crueldad y la belleza de la vida campesina, la joven y rebelde protagonista, las abuelas con su voluntad de resistencia. Inenarrable la escena en la que la novia es conducida en palanquín hacia su triste destino. Telúrica, potente historia. No es novela-thriller, no es novela ligera. Es gran novela de siempre.
Gabriel García Márquez, William Faulker y Tolstoi son algunos de sus maestros, además se le ha comparado alguna vez con Kafka. Por eso en su prosa se destila una profunda introspección de la mente humana, junto con un despliegue épico impresionante. Discutido en occidente  por algunos círculos como colaboracionista del régimen comunista de su país que niega las libertades básicas, es también enaltecido y al parecer ha sido víctima de la censura. En esta novela desfilan las viejas creencias, el misterio de una cultura ancestral, la poderosa sexualidad, los ritos y las supersticiones, las leyendas populares, el conflicto omnipresente entre el pasado y la modernidad.
Conocido el autor gracias a la adaptación cinematográfica de Zhang Yimou, Sorgo rojo (1987) es una novela sobre la familia, el mito y la memoria, en la que fábula e historia se unen para crear una ficción cruel, violenta y tierna en ocasiones. Está ambientada en una zona rural, arranca con la invasión japonesa de los años treinta, y cuenta, a lo largo de cuarenta años, la historia de tres generaciones. De inicio nos presenta al comandante Yu y la joven Jiu’er, obligada a casarse con el hombre que su padre ha dispuesto: un viejo leproso muy rico, que posee una destilería. El sorgo, un cereal utilizado como ingrediente de un potente vino, era en tiempos de paz centro y símbolo de la vida campesina. En tiempos de guerra, se convierte en el centro de la lucha por la supervivencia.
“El sorgo rojo que parecía un mar de sangre, cuya alabanza he cantado una y otra vez, se ha ahogado en una riada rabiosa de revolución y ya no existe, reemplazado por el sorgo híbrido, de tallo corto, espigas apretadas y follaje espeso, que se cubre de un polvo blanquecino y tiene barbas tan largas como la cola de un zorro. Rinde mucho y tiene un gusto amargo, astringente, y es causa de un estreñimiento rampante. Con la excepción de los cuadros que están por encima del secretario local, todas las caras de los aldeanos tienen el color del hierro herrumbrado.
Dios, cuánto desprecio al sorgo híbrido (página 513)”
A los 26 años publicó su primera novela, Lluvia en una noche de primavera. En 1984 obtuvo un puesto en la Escuela de Arte y Literatura del Ejército. En 1996 publicó Grandes pechos amplias caderas, donde la historia de China es vista a través de los ojos de una mujer, libro prohibido por las autoridades de Pekín. El 11 de octubre del año pasado se convirtió en Premio Nobel. Se comentó entonces que su galardón significaba la victoria de la literatura sobre la política. Se pensó también que su triunfo era una réplica al Nobel del 2000, ganado por el disidente chino Gao Xingjian, con nacionalidad francesa.

1 comentario:

  1. Una gran novela sí, la leí hace muy poco y me impresionó, hablamos aquí de palabras mayores, de grandes obras. Pensé cuando la leí en García Márquez pero también en Tolstoy, un gran descubrimiento.
    Un saludo

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