La isla es un espacio cerrado,
pero se crece, casi se multiplica, por las cumbres y las orillas. En esta
exposición de Garoz y González Alonso lo apreciamos. Garoz es de Málaga, nació
al borde del mar, se dejó embrujar. Tiene el espíritu de las gentes del sur, la
querencia del azul. Ejerció durante más de 20 años de locutor de radio pero un
día decidió volver a los pinceles, no en vano en su infancia recibió sus primeras
lecciones de la mano de su profesor de EGB don Enrique Pérez Almeda, pintor y
profesor de ajedrez. En su familia ya existía una vena bohemia y creativa, y
pronto recuperó la idea de que el agua nos lleva al nacimiento, nos proporciona
paz, nos entrega calma. De aquellas primeras marinas camina a estas marinas de
ahora, sus gaviotas, sus figuras en la orilla, el homenaje a sus tres hijas. Y
también están las cumbres, que significan elevación, con esas nubes volanderas,
y los fondos marinos, las piedras de la orilla, el juego con las transparencias
y los turquesas, violetas, prusias. Las proximidades del Faro de Maspalomas,
los matices y los brillos. Y el añadido de frutos y flores, rosas, claveles. Las
variantes de la luz: mañana, tarde, atardecer, y las rocas en la playa, los
matices de las rocas de aquí y de las rocas mediterráneas, las piedras negras
de Agaete o de El Hierro, los acantilados de Málaga, y el musgo del Atlántico.
Rosario Valcárcel, al presentar su exposición del Círculo Mercantil, afirmó que
“refleja el mundo del mar de una forma desenfadada y alegre, y pinta el
silencio de unas piedras verdes o malvas, amarillas o grises. Las pinta entre
los charcos y el murmullo de sus olas completamente alejado de los problemas
cotidianos, con un estilo amable y un colorido brillante, porque él al igual
que Sorolla, al que admira desde su juventud, ha encontrado el alma del mar,
sus orígenes.”
Orlando
González Alonso también tiene predilección por las elevaciones de la isla, Felo
Monzón fue profesor suyo en la Escuela Luján Pérez. Pinta al óleo, acrílico,
con técnicas mixtas, abstracto y figurativo. En sus visiones del Roque Nublo
contemplamos nubes –celestes y blancos algodonosos– que parecen olas. Sus
nocturnos de Manhattan, Toronto y Mar del Plata muestran su dominio de la
espátula. Orlando crea sus paisajes mentales de las cumbres y nos da visiones
inéditas de la cumbre, alguna con toque expresionista. La querencia del azul lo
lleva a la Charca de Maspalomas, a Los Lisos de Las Canteras, a nocturnos con
el Bentayga y el Nublo. En otras exposiciones ha cultivado los caseríos, esos
conjuntos de la cultura rural, las visiones casi idílicas, soñadas, de nuestros
campos. No siempre pinta fielmente la realidad sino que elucubra sobre ella, la
reconstruye. En su reciente Retrospectiva, 20 años de su pintura, Rosario
Valcárcel afirmó que “se adentra en sus espacios preferidos: montañas, valles,
barrancos, un bosque de pinos olvidados; y necesita transformar su paisaje, sus
caseríos iniciales, las vivencias de una pintura emocional para llegar casi al
abstracto.” Orlando es metódico y observador, practica la introspección, en su
día hablamos del talento contemplativo de este hombre formado con Miró Mainou,
Juan Betancor y Emilio Machado, del descriptivismo inicial algunos de sus
trabajos evolucionan hacia el expresionismo. La isla cambiante a través de la
luz, los cielos volátiles, el mar dinámico. El paisaje idealizado, el paisaje
soñado.
(Abrimos esta
exposición, 2ª planta del Centro Comercial El Muelle, el viernes 5. Visitable
hasta el 27)
Orlando recurre algunas veces al mundo onírico a ese mundo basado en los sueños y entonces pinta la arena casi dorada y el mar verde casi turquesa...
ResponderEliminarEduardo pinta el mar. Le gusta los azules y sabe captar con sutiles pinceladas el viento y el olor a salitre de nuestras playas.
Enhorabuena a los pintores y a Luis por esta presentación.
blog-rosariovalcarcel.blogspot.com
Con la denominación de Vibraciones se inaugura exposición en Centro Comercial el Muelle, de los pintores Eduardo Garoz y Orlando Gonzalo, cuya presentación estuvo a cargo de Luís León Barreto, que por el conocimiento de la obra de ambos artistas, le resultó fácil hacer una semblanza de ambos. En cuanto a Eduardo Garoz nos habló de la influencia de haber nacido junto al Mar Mediterráneo en Málaga , donde se inicia en este arte, amante del color azul, trasladando la pasión de Mediterráneo por la del Atlántico. En su obra predominan las marinas, pero si tengo que destacar alguna de sus obras, me quedaría con las piedras verdes del Mediodía de en Amadores.
ResponderEliminarOrlando González tiene predilección por las elevaciones de la isla, además de incursiones en paisajes de Américas entre otros, cuyas características detalla Luis, pero si tengo que destacar una obra, me quedaría con la que es icono de nuestra isla: El Roque Nublo.
Luís entre lo expuesto en la presentación y en este blog nos da una amplia información de la obra de dichos pintores, a los que les deseo mucha suerte con esta exposición.
Gracias por las críticas. Después de tanto pintar todavía me queda más por mostrar. Como dice un amigo mio: "eres camaleónico"
ResponderEliminarLa creatividad unida a la inspiración, la experiencia y mi visión particular de la realidad da las obras que ustedes pueden admirar. Un Saludo afectuoso.
Orlando Glez.