lunes, 29 de mayo de 2023

La utopía y las elecciones



Con frecuencia hablaba el gran escritor José Saramago de que, en estos tiempos convulsos, hay que luchar por la utopía. Un mensaje que va fuera de onda, puesto que todos los hemos vuelto más individualista siguiendo el modo de ser norteamericano. En mayo del 68, en aquel Mayo francés, ya se comprobó que la utopía fracasaba y lo único que se logró fue que el general De Gaulle se retirara y convocara elecciones. Y el sueño de una Europa fuerte y unida se fue al quinto pino con la salida de Gran Bretaña, ese Brexit que, según su biógrafo oficial, no quería la reina Isabel II, aunque hubo otros que armaron la de San Quintín para salirse con sus ideas. Y ahora algunos de aquellos instigadores dicen que están arrepentidos de la que se armó.

La utopía es un sueño, un espejismo. Igual que la existencia de San Borondón, nuestro mito preferido. O el paraíso terrenal que cuenta la Biblia y muchas otras sagradas escrituras. La utopía es luchar por algo que no existe, pero hemos de intentarlo. En realidad, el Edén tan solo existe en las verdades absolutas de las distintas creencias, que ejercen un efecto sedante para los creyentes. Todas han de prometer que después de esta vida iremos a morar en ese lugar prodigioso: el cielo, el edén.

Ahora que celebramos elecciones, después de tantos debates aquí y allá, comprobamos que los políticos son encantadores de serpientes y cada uno trata de vendernos un trocito de utopía, en forma de promesas grandilocuentes sobre vivienda, sanidad, educación y –sobre todo– economía. Escuchas a uno y te parece que tiene razón en sus análisis y sus propuestas, escuchas a otro y vuelves a tener la sensación de que lo que dice es correcto, cada candidato aporta su media verdad y simultáneamente nos presenta su pequeña mentira, porque sabe que lo que va a prometer va a ser difícil de cumplir. Así lo ve mi mujer, Rosario Valcárcel, y no puedo dejar de estar muy de acuerdo con su análisis.

Todos los candidatos parecen creíbles, aunque unos más que otros, sin duda. Pero lo cierto es que todos se han visto forzados en intentar convencernos de que a partir de este domingo 28 vamos a vivir en un mundo mejor, al fin se hará realidad la esperanza de que vivamos en una sociedad feliz, en la cual se da la solidaridad en vez del individualismo, en la cual todos los servicios funcionan a la perfección, en la cual el Estado de Bienestar se ha impuesto sobre la pobreza, y las necesidades básicas están bien cubiertas. Claro que luego llega la normalidad, y después de tanto esfuerzo comprobamos que las cosas siguen más o menos igual: el paro, la falta de viviendas, la inflación, la pobreza en las familias, la guerra de Ucrania, etcétera.

¿Quién dice la verdad? Las encuestas engañan y son tan distintas las unas de las otras que todas parecen sospechosas. Igual que la información que nos llega de la guerra de Ucrania, tan contradictoria según qué fuente la emita.

Puestos a hacer promesas, cada partido ha hecho lo posible y lo imposible por intentar sorprender, incluso con iniciativas tan variopintas como regalar plantas. Unos copian las ideas de otros, con lo cual al final todos se acaban pareciendo. Y después de que los políticos hayan prometido tantas cosas, si tocan poder tendrán una cierta pérdida de memoria y estarán de acuerdo en que no es lo mismo predicar que dar trigo.

En la ciudadanía hay una sensación de cansancio y descreimiento. Pero no hay que dejarse vencer por la melancolía, puesto que el mañana siempre va a ser mejor que el hoy. Como decía Pedro García Cabrera en tiempos más difíciles, la esperanza nos mantiene.

domingo, 21 de mayo de 2023

Guillermo, un padre




Lo menos que debe hacer el gobierno regional es conceder una Medalla de Oro de Canarias a Guillermo García-Alcalde, y debe hacerlo a título póstumo en el transcurso de la entrega de distinciones el próximo día 30. Tenían que haberle concedido el Canarias de Comunicación, pero lo cierto es que a Guillermo no le gustaba medrar en su beneficio personal.

Lo reclamó el columnista Alfonso González Jerez hace días, y lo suscribimos en nuestra columna publicada el lunes 15, un día antes de la fatal noticia de la muerte de Guillermo, que para mí no solo fue un excelente director sino también la figura de un enorme amigo que valoraba mis trabajos literarios con verdadera pasión. Y, ciertamente, con la desaparición de Guillermo me he quedado huérfano otra vez, para mí más que mi mejor director fue una persona extraordinaria, un protector con el máximo de cariño. Y eso que yo había tenido la suerte de estar con Alfonso García-Ramos en La Tarde y con Ernesto Salcedo en El Día. Pero Guillermo era inigualable, un hombre con una inteligencia y una bondad fuera de lo común.

Su etapa al frente de LA PROVINCIA fue de una brillantez excepcional. Protector de la cultura, fervoroso de la música, sus críticas siempre fueron bien escritas, exactas y  justificadas. Entendió que tras la muerte de Franco Canarias necesitaba un nuevo tiempo. Por eso su  etapa al frente del periódico fue la más fecunda en cuanto al apoyo a las actividades creativas. Así la llamada Generación de los 70 se vio beneficiada por su atención en distintos campos, desde la pintura a las letras. Todos nosotros recibimos su soporte descomunal, su amistad, su visión integradora. Guillermo era enteramente generoso, siempre estuvo por encima de los celos y los canibalismos, las peleas que tan frecuentes son en la tribu cultural. Fue amable con todos, hizo crecer a todos. A mí particularmente me apoyó hasta lo indecible, siempre estuvo su despacho abierto, siempre recibí el consejo adecuado. Un gran periodista que tenía un lenguaje exquisito hablara de lo que hablara, un asturiano que, con su mujer Mary y su hija Amalia, siempre eligió vivir aquí, siempre creyó que esta era su tierra. Por fortuna, en cuanto a la presencia de amigos y de personalidades en el tanatorio ha tenido la despedida que se merece, y no la que padeció el poeta Justo Jorge Padrón que ha sido totalmente silenciado tras su fallecimiento, en plena pandemia de la covid. Ahora es de esperar que el ayuntamiento capitalino haga justicia tanto con uno como con otro.

 González Jerez es un periodista tinerfeño de pluma semejante a un bisturí, que maneja con precisión de cirujano los acontecimientos cotidianos de la política regional, examina a todo el mundo, no perdona a nadie, resulta ingenioso y hasta brillante. Recuerdo que cuando se publicó mi peor novela contó que la estaba leyendo y, al no gustarle, la tiró por la ventana. Me pareció una crítica más que correcta, pues estoy de acuerdo en que No me mates vida mía es un texto flojo. Los altibajos son una moneda común. Y ahora parece que vendrán malos tiempos para los plumillas y los letraheridos, porque el señor Bill Gates está anunciando que periodistas y escritores van a desaparecer porque la Inteligencia Artificial puede suplirlos con facilidad. Algo parecido podría suceder a los profesores, desde la escuela primaria hasta la universidad. Si esto es así abría que colocar unos frenos a la Inteligencia Artificial, como sucede en otras cuestiones. A la Inteligencia Artificial se la desea y también se le teme a un tiempo, y no puede ser que una tecnología tan deseada pueda rebelarse contra quienes la idearon.


lunes, 15 de mayo de 2023

Alfonso, Guillermo, Juan Cruz

 


pie de foto: Guillermo García-Alcalde, con Luis León Barreto y Gelu Barbu

Alfonso González Jerez es un periodista tinerfeño de pluma afilada que maneja con precisión de cirujano los acontecimientos cotidianos de la política regional, examina a todo el mundo, no perdona a nadie, resulta ingenioso y a veces hasta brillante. Hace unos días ironizaba sobre los Premios Canarias y las Medallas de Oro del archipiélago que se van a entregar con motivo del 30 de mayo. Recuerdo que cuando se publicó mi peor novela contó que la estaba leyendo y, al no gustarle, la tiró por la ventana. Me pareció una crítica más que correcta, pues estoy de acuerdo en que No me mates vida mía es un texto flojo. Los altibajos de cualquier escritor son una moneda común. Y ahora vendrán malos tiempos para los plumillas y los letraheridos, porque el señor Bill Gates está anunciando que periodistas y escritores van a desaparecer porque la Inteligencia Artificial puede suplirlos con facilidad. Algo parecido podría suceder a los profesores, desde la escuela primaria hasta la universidad. Si esto es así abría que colocar unos frenos éticos a la Inteligencia Artificial, como sucede en otras cuestiones. A la Inteligencia Artificial se la desea y se le teme a un tiempo.

El comentarista habló de los Premios Canarias y las Medallas de Oro que reparte la comunidad autónoma con motivo del 30 de mayo. Dijo cosas sustanciosas con las que es fácil estar de acuerdo. Y comenzó que un promotor y difusor cultural como Guillermo García-Alcalde, uno de los mejores críticos de música del país, debería recibir la Medalla de Oro por su generosa contribución a la difusión del arte y la literatura en estas islas. La etapa de Guillermo al frente del periódico fue muy fecunda en cuanto al apoyo a las actividades creativas, y la llamada Generación de los 70 se vio beneficiada por su atención en distintos campos, desde la pintura a las letras. Las Medallas de Oro de Canarias igual van a parar a un grupo folklórico como a un artesano y a cosas variopintas, y todo eso puede ser justo pero el gobierno regional debería reconocer la amplia labor del antiguo director de este diario en beneficio de la cultura regional. Un gran crítico, un asturiano que siempre eligió vivir en Canarias.

Otro personaje fundamental es Juan Cruz, un todo terreno que igual escribe sobre su amado Barsa que firma los mejores informes de periodismo cultural, no en vano obtuvo hace años el premio nacional por su intensa dedicación. Ahora, después de haber sido uno de los fundadores del diario El País, sus quehaceres profesionales van por otros caminos, siempre en busca de la exactitud y la verdad. Juan, Premio Canarias de Literatura, es un periodista arrollador, capaz de entrevistar a Margaret Thatcher o de participar en debates nocturnos en la televisión estatal.

El asma condicionó su infancia y le predispuso para dedicarse al periodismo y la literatura. Escuchaba los partidos del Barcelona, se hizo hincha azulgrana y se enganchó a la lectura y posteriormente a la escritura. Su primera novela, Crónica de la nada hecha pedazos, ganó el premio Benito Pérez Armas y fue publicada en Madrid por Taller Ediciones JB. Juntos ingresamos en la Escuela Oficial de Periodismo, sección de La Laguna, en aquellos finales de los años 60 en los que el periódico El Día incorporó a unos cuantos jóvenes alumnos que manifestaban disposición, entre los cuales me encontraba yo mismo. Ernesto Salcedo venía de Huelva y fue falangista en su juventud, pero su mandato en el diario tinerfeño fue modélico porque en cuanto pudo borró el yugo y las flechas de la cabecera e impulsó un periodismo atrevido, valiente para la época, regionalista, constructivo. El Día fue el primer periódico de Tenerife que abrió una redacción en Gran Canaria. Qué tiempos.

(Foto tomada de La Provincia)

lunes, 8 de mayo de 2023

Juan José Gil, en San Borondón



Éramos casi vecinos, vivíamos en una paralela a Triana y me gustaba su pintura, aquella propuesta que según la crítica tenía que ver con la estética norteamericana, era un abstracto casi figurativo en el que intuíamos referencias más o menos veladas al paisaje insular. Caminábamos por la misma calle y pertenecíamos a la misma generación, la de los 70, que fue destacada en literatura y en pintura. En los años 90 hizo una gran exposición en mi época de director del Club Prensa Canaria, una serie sobre San Borondón, en la cual le compré un cuadro que valoro mucho en el salón de nuestra casa. Es un hermoso trabajo con predominio del azul, ese color tan nuestro por las inevitables referencias al mar, en él aparecen acantilados que caen casi a pico sobre el océano y en su base hay una colección de estanques, que yo quería asociar con los cultivos de plataneras en la isla natal, La Palma y la abundancia de estanques cuando yo era niño. Mi isla es San Borondón, solía decir, y en una determinada época emprendimos el camino de Madrid, aun sabiendo que a Madrid, si quieres conquistarlo, hay que llegar con 20 años. Madrid es un mito, decía Juan Cruz, que solo otorga cierta gloria si estás todos los días de guardia en tu garita, Madrid es una centrifugadora. Es una ciudad que te puede conceder la breve gloria antes de succionarte del todo. De manera que ambos regresamos a la isla, para seguir trabajando nuestras respectivas propuestas.

Históricamente, la insularidad ha pesado mucho y el mar tanto puede ser vaso comunicante como barrote que impide navegar otros mares. Pero con los aviones y con internet la insularidad del siglo XXI pesa mucho menos que en el pasado, es mucho más llevadera. Además el gran poeta Cesare Pavese decía que no hay que aspirar a conocer el mundo. Conoce tu aldea y allí encontrarás el universo, eso decía.

San Borondón, el mito celta del que nos hemos apropiado en el archipiélago, es una síntesis de los sueños y las escapatorias del insular. La isla ahora está repleta de turistas y de italianos y de latinoamericanos y de otros europeos que quieren vivir en el pequeño edén, la isla de los atascos interminables, la isla con una densidad demográfica tan elevada. Y la necesidad de salir y la necesidad de volver, el periplo de ida y vuelta. Siempre he creído que los canarios somos como los cocodrilos, que se encuentran a gusto en el fondo de río y que de vez en cuando necesitan salir a la superficie para respirar. Por eso es preciso irse para volver. Ida y vuelta.

Por desgracia, este pintor se ha ido demasiado pronto tal como le sucedió recientemente al también originario de San Mateo el surrealista Paco Juan Déniz, pues es seguro que todavía les quedaba mucho por hacer. “Creo que no es tan importante llegar pronto como decir cosas. ¿Llegar adónde y para qué? La vida es la que da las pautas; la gente tiene que tranquilizarse respecto a la inevitable moda de ser joven”, esto dijo alguna vez.

Gil fue una pieza esencial en aquella generación cuyos componentes llegan a eso que llaman la tercera edad. Cada uno tiene derecho a sus quince minutos de gloria, como dijeron McLuhan y Umberto Eco. Y así nos vamos marchando por el foro. Él tuvo el privilegio de acceder a San Borondón, ese territorio mítico tan inalcanzable como la inmortalidad. Llegas a un momento de tu vida en que la mala salud empieza a cebarse contigo, y llegan los tratamientos y los ingresos en los centros sanitarios sin que consigas otra cosa que alargar un poco tu existencia en este planeta.

 

jueves, 4 de mayo de 2023

Conferencia de Samir Delgado sobre Sánchez Robayna, en Telde


 

El escritor Samir Delgado realiza en la Casa-Museo León y Castillo de Telde una mirada retrospectiva a la poesía de Andrés Sánchez Robayna (Santa Brígida, 1952), en el año de su jubilación como profesor y catedrático de la Universidad de La Laguna. A partir de la relectura de sus libros, el autor grancanario reivindica la vigencia de la poesía canaria contemporánea, «en un tiempo marcado por la incertidumbre y el desafío de un cambio de rumbo en el modelo de desarrollo en las islas, donde el paisaje tiene su mayor garantía de futuro en el imaginario atlántico de la literatura insular». La conferencia, titulada ‘Todo el mar regresó’, se celebra el día 4 de mayo, a las 19:00 horas, en el centro cultural teldense, con entrada libre, hasta completar aforo.

Samir Delgado partirá en su charla de la consideración de que la isla de Gran Canaria atesora en su devenir histórico una serie de referencias emblemáticas sobre su pertenencia a la identidad atlántica, a través de las numerosas obras del ingeniero Juan León y Castillo (1834-1912). “La experiencia de la condición insular de la sociedad canaria estuvo marcada por los cambios del progreso y una entrada a la modernidad que tuvo en las expresiones artísticas y literarias su mayor dimensión. Tras los poetas del modernismo y las pinturas del indigenismo, el devenir del arte y la literatura canaria tras la transición democrática nutrieron el imaginario atlántico y la teleología de lo insular, dos lados de una misma ventana a través de la cual las pinturas y los libros de una diversidad de creadores contemporáneos que representan el horizonte más cosmopolita de nuestro tiempo”, explicará el autor grancanario afincado en México.

La conferencia de Samir Delgado pretende, además de ofrecer un acercamiento a la obra literaria del poeta Andrés Sánchez Robayna, realizar una aproximación a la experiencia de la insularidad atlántica. El experto conjugará una visita a los lugares emblemáticos del interior y de la costa de Gran Canaria, con referencias al legado de León y Castillo, junto a una lectura crítica de la poética en curso de Sánchez Robayna, catedrático de Literatura de la Universidad de La Laguna.

Bajo el título ‘Todo el mar regresó’, tomado de un verso de los primeros libros de los años 70 de Andrés Sánchez Robayna, escogido de la edición mexicana de su obra en la editorial ‘Vuelta’, dirigida por Octavio Paz, la disertación de Samir Delgado ofrece una especial consideración al imaginario atlántico y a la reclamación de la vigencia de una ecología lírica en la poesía canaria contemporánea. “La presencia de toponimia aborigen y el diálogo con la luz de la pintura de artistas como Jorge Oramas conectan la literatura de Sánchez Robayna y la ingeniería de León y Castillo con un mismo latido de futuro”, resume Delgado.

Sobre Andrés Sánchez Robayna

Andrés Sánchez Robayna nació el 17 de diciembre de 1952 en Santa Brígida (Gran Canaria). Comenzó los estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de La Laguna, y en 1972 se trasladó a Barcelona para cursar la especialidad de Filología Hispánica en la Universidad de Barcelona, en la que se doctoró en 1977 con una tesis sobre la poesía de Alonso Quesada. Ha sido conferenciante y profesor en diversos centros y universidades de Europa y de América. Es catedrático de Literatura Española de la Universidad de La Laguna.

En 1976 funda y dirige la revista ‘Literradura’ (Barcelona), de la que salieron doce números. En 1983 funda la revista ‘Syntaxis’, que se publicará durante diez años en Tenerife, hasta 1993. Fue director de la sede canaria de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, así como director del Departamento de Debate y Pensamiento del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), de Las Palmas de Gran Canaria, a raíz de su fundación. Dirige el Taller de Traducción Literaria de la Universidad de La Laguna.

Sobre Samir Delgado

Samir Delgado (Islas Canarias, 1978) es poeta y crítico de arte. Licenciado en Filosofía por la Universidad de La Laguna y máster en Bellas Artes por la Universidad de Castilla-La Mancha, ha participado en festivales internacionales de poesía en América Latina, Europa y Estados Unidos. Es miembro de la revista ‘Trasdemar de Literaturas Insulares’; integrante del proyecto ‘Leyendo el turismo’, junto a Acerina Cruz y David Guijosa, y fundador del ‘Tren de los Poetas’.

Es autor de libros como ‘Banana Split’ (XXIV Premio de Poesía Emeterio Gutiérrez Albelo), ‘Galaxia Westerdahl’(XV Premio Internacional de Poesía Luis Feria), ‘Las geografías circundantes.Tributo a Manuel Millares’ (Gobierno de Canarias), ‘Jardín seco’ (Editorial Bala Perdida), dedicado al artista Fernando Zóbel, Pintura número 100. César Manrique in memoriam’(XXV Premio Internacional de Poesía Tomás Morales) y ‘La carta de Cambridge’ (Olifante Ediciones) que obtuvo el Prix International de Littérature Antonio Machado 2020 (Collioure, Francia). ‘Ha sido beneficiario de la beca de movilidad internacional para autores literarios del Ministerio de Cultura por el proyecto ‘La rosa de Bridgehampton’ inspirado en la obra y vida de Esteban Vicente en Nueva York.

Bajo el título ‘Todo el mar regresó’, el escritor grancanario ofrece una conferencia el día 4 de mayo, a las 19:00 horas, con entrada libre

miércoles, 3 de mayo de 2023

Terricidio sin metáfora


Eduardo Sanguinetti, filósofo y poeta.

Por Eduardo Sanguinetti, Buenos Aires 

La lucha ecológica choca con las leyes que rigen el sistema capitalista: ley de capitalización creciente, a cualquier costo, de creación de una plusvalía adecuada, de la ganancia, de la necesidad de perpetuar el trabajo alienado, de la explotación. La lógica de la ecología es la negación pura y simple de la lógica capitalista, no se puede salvar a la tierra en el marco del capitalismo, no se puede desarrollar el Tercer Mundo según el modelo capitalista.

El poder del capital, que tiene como deidad suprema el Mercado, invade la naturaleza en cuanto espacio de bienestar, desahogo y ocio, que ha sido desde hace siglos una dimensión de manifestación de belleza, pureza, tranquilidad, de un orden no represivo, como el que inocula el capitalismo en sus habituales prácticas de sojuzgamiento y represión, enfundadas en anodinas tendencias de consumo extremo de cualquier cosa, promocionadas en medios corporativistas de lanzar desinformación y manipular la realidad.

Es la tendencia totalitaria del capitalismo monopolista: preciso es que el individuo vuelva a hallar natural su espacio de pertenencia, su propia comunidad, a clausurar una vía peligrosa de escape y resistencia. Este es el tiempo de los profundos cambios en los que la humanidad toda debería centrarse, dejando de lado el adoctrinamiento al que está expuesta, ya no es necesario vivir como instrumentos de trabajo, pues no ignoran quienes sienten y piensan por sí mismos, que el bienestar no depende de un incremento perpetuo de la producción y del consumo; se nutren de valores asimilados a un medio ambiente natural, cuidado y sin prisas de sumar riquezas insustanciales.

En este contexto, muy político, mal que le pese a los gobernantes y sus patrones corporativistas, el movimiento ecológico auténtico, acomete el espacio vital del capitalismo depredador, que conoce sus flancos débiles por lo tanto lanza sus publicidades tramposas que exhortan a "salvar el medio ambiente", contra la contaminación que el mismo capitalismo produce... cinismo sádico el de esta ideología mortal.

A un nivel fundamental o radical, el problema ecológico nos obliga a encarar la reestructuración de la vida y la sociedad humana. En ese sentido, un ecologismo de "derecha", que es, antes que nada, tecnológico y se encuentra absolutamente en antípodas y divorciado de la ecología, se opone a un ecologismo de "izquierda", demasiado acotado en sus fines.

Las ideas del socialismo han sido mitos anunciadores de esa aspiración, en tiempos en que esta ideología tenía esencia y posibilidad de ser experimentada. La palabra revolución ha expresado la profundidad de la reestructuración necesaria, pero las fórmulas actualmente conocidas como socialistas o revolucionarias son, a mi parecer, caricaturas, desvíos o esquemas rudimentarios de la extraordinaria mutación necesaria.

Por lo tanto, mi convicción, es que la sociedad no existe aún, sólo un mero boceto desprolijo y aberrante de lo que jamás debe haber sido. Desde hace diez mil años, ella busca, a tientas, una fórmula sin haberla encontrado nunca.

A mi parecer, como suelo replicar, la historia de nuestra especie, la humana, a través del alarido, el ruido y de la ira, a través del ensayo y del error, es una historia presocial. Para llegar a la social, y ya no presocial, hace falta tanto el despliegue de movimientos profundos, casi inconscientes, como la toma de conciencia elemental de las primeras verdades y de los peligros mortales.

Tarea desatinada, además de especulativa, como todo lo relacionado con el mercantilismo, desarrollar un capitalismo ecológico legítimo, que fabricará y venderá lo no-contaminante, ¿lo sano?, lo regenerante, luego de degenerar y contaminar... esto ya ha comenzado hace décadas y no de modo mitológico, no se ignora que hay un capitalismo de diseño, alimentario, turístico, de vacaciones e inmuebles que vende naturaleza, sol, agua ¿pura?, playa, sexo mercantil, disfrazado de pasión simbiótica... sumemos los miles de vuelos a regiones lejanas, dejando las estelas contaminantes de estos pájaros que se elevan a diez mil metros sobre la tierra, haciendo de los agujeros de ozono lagunas celestiales de penetración de rayos mortíferos... y no olvidar la publicidad de toda este combo de felicidad outlet, para los que pretenden ser, sin nada que ofrecer, salvo el negocio del ¿cuidado del medio ambiente? bajo presión de tendencia mercantilista, los defensores del medio ambiente de un arco iris pintado a mano, devenidos en ecologistas pret a porter, con su agenda de nutrición vegana, sólo para fans de tendencias del instante, por demás excluyente.

Delirios de un milenio que ha eliminado la analogía prebiótica, pues no se trata y lo saben muy bien los poderes ocultos, culpables de terminar con la vida en naturaleza, cometiendo un "terricidio" (Sanguinetti, 1980), poderes que intentan con éxito eliminar la existencia de la especie y no de integrarla. Incluyo al ecologismo, que, aislado e hipostasiado en promociones especulativas, se transformaría en una palabra 'fetiche', en un mito jamás aplicado empíricamente.

En plena pandemia, originada por obra y gracia de una ley jamás escrita de eutanasia, ¿caben dudas?, por la Sociedad Global de Genocidas del Planeta (poder real y oculto), hay que construir una metateoría y una nueva práctica. Pero para esto hace falta aún lo esencial: una ciencia del hombre que sepa integrar a este, en su realidad biológica, al mismo tiempo que determine sus caracteres originales.

Sin el desarrollo de esa ciencia, seremos impotentes, así como la burguesía hubiera sido impotente sin el desarrollo de las ciencias físicas que han permitido el desarrollo de las tecnologías, nefastas en realidad para lo que significa la vida en naturaleza-arte y vida... y del mismo modo como el socialismo como movimiento ascendente, décadas atrás, hubiera sido impotente sin las teorías sociológicas de Fourier, Proudhon, Bakounine y Marx.

Tengo conciencia de que nos hace falta una teoría de los sistemas auto organizadores y de los ecosistemas, mientras estemos a tiempo, pues el planeta se derrumba y malogra, es decir, es necesario desarrollar una bioantropología, una sociología básica y una ecología generalizada.

En ese sentido, la ecología puede darle al capitalismo un nuevo golpe, como a menudo lo han hecho las crisis económicas, pandémicas, mortales en sus inicios, sin estimulación en sus fines concretos, de modificar el estado de las cosas: mutación de la organización social entera, incluida la política, donde se cocinan los procesos de convertir a los funcionales gobernantes, en los Atila de los suburbios solares, depredadores seriales de la existencia de la humanidad hambreada y con patologías inocultables de haberse convertido en parias y exiliados de la vida. Ya no hay espacio para un juego de alusiones, ya no.

(*) Filósofo y poeta

lunes, 1 de mayo de 2023

Ha muerto el pintor Juan José Gil, 76, de la generación de los 70


Día del Libro con Alexis y Baltasar Espinosa

La celebración del 23 de abril tuvo este año una doble motivación. Se trataba de sendos homenajes a Alexis Ravelo en el Pérez Galdós y al poeta Baltasar Espinosa (1937-2018) en su Gáldar natal. Allí más de cincuenta poetas procedentes de las islas y de otros lugares resaltaron el papel de este escritor, componente de la antología Poesía Canaria Última, 1966, en la que formó grupo con Eugenio Padorno, Lázaro Santana, Juan Jiménez y otros. Baltasar es hoy en día un poeta olvidado, y para rescatar su memoria la agrupación Palabra y Verso, de Josefa Molina, convocó tres días de rescate en la Casa del Capitán Quesada, el museo Antonio Padrón y las calles de la ciudad.

Hermano del pianista Pedro Espinosa, que fue nombrado Hijo Predilecto de Gáldar, Baltasar también fue pianista y poeta, y vivió la mayor parte de su vida en Madrid, donde participó en eventos poéticos junto a autores como Félix Grande, Francisco Brines, José Hierro, Antonio Gala, Fernando Quiñones y otros. En 1962 formó parte de la antología Versos para Antonio Machado, donde compartió espacio con Rafael Alberti, Blas de Otero, Gloria Fuertes o Gabriel Celaya. La poesía de Espinosa tiene una fuerza expresiva particular, pero fue una obra breve y tampoco ayuda el hecho de que no haya poemas suyos en internet, espacio donde sus referencias son inexistentes. Por eso, Espinosa es hoy en día un autor desconocido, no solo para las nuevas generaciones sino también para la crítica literaria. Su obra es de breve dimensión pero intensa, recuerda a Alonso Quesada en cuanto a un cierto sentimiento agónico de la vida y el paisaje. Es también una poesía de pequeños hechos cotidianos, como el poema Ayer salió, en recuerdo de su madre. Esa voz doméstica que describe la isla en Marino: Toda tu infancia, / salitre que ahora / duele.

Tras la inauguración de su Cueva Pintada, Gáldar se ha puesto de moda, no en vano fue la primera capital de la Gran Canaria prehispánica, y son abundantes las huellas de nuestros antepasados. En cuanto a sus aportaciones culturales no podemos olvidar a personas como Antonio Padrón, Celso Martín de Guzmán, César Ubierna o Ángel Sánchez, figuras representativas de una dedicación especial a la pintura, a la arqueología, a la museística, a las letras. El Museo Antonio Padrón es también una referencia identitaria, aquel pintor de un paisaje reseco, de mujeres medio brujas, de cabras y jareas. Y ahora llega el turno a la recuperación de Baltasar Espinosa, autor de estos versos sencillos pero hondos: Tengo la palabra / desnuda. / Puedo morir. / Vivo. / Tengo abierto / el camino. Una poesía concentrada, intensa, expresiva, también melancólica y trágica, como cuando dice Quedan poemas / que no escribirás / nunca / aun cuando a solas cien veces los repitas.

El noroeste se ha activado, la mejora de las comunicaciones lo ha acercado. En Guía la escritora Isa Guerra convoca sus ferias del libro y en Gáldar Josefa Molina, remueve el panorama. En su centro histórico la ciudad tiene una valiosa iglesia, el Museo de Arte Sacro, plazas dignas de mención, el Teatro Consistorial, el Museo Antonio Padrón, la Casa del Capitán Quesada, ahora transformada en el Museo Agáldar y, por supuesto, la Cueva Pintada, que yacía bajo unas huertas de plataneras y a la que el Cabildo de Gran Canaria consiguió rescatar. Las esculturas de personajes míticos del pasado adornan sus calles. También en sus playas hay restos arqueológicos de notable importancia.

Ahora Gáldar tiene a su poeta, recuperado y enaltecido. Para el año que viene se anuncia la convocatoria de un premio internacional de poesía, en colaboración con la editorial Mercurio, de Jorge Liria, un hombre que no cesa de extender su oficio.