lunes, 30 de noviembre de 2015

Cuba-Canarias: poesía de la nostalgia (a propósito de una antología con 16 poetas)

Canarias y Cuba tienen un cruce de identidades, porque poseemos una potente migración de ida y vuelta. Canarios que fundaron pueblos y allá murieron, cubanos que hoy viven en Canarias en esa diáspora constante que origina tanta nostalgia, la melancolía de los exilios. Mis abuelos fueron y vinieron de allá muchas veces, como la mayoría de los naturales de la isla de La Palma, hasta la guerra civil española. ¿Cómo soslayar el hecho de que en 1608 un grancanario, Silvestre de Balboa, diera a la luz la primera manifestación literaria de la isla, su poema Espejo de Paciencia? Más allá de los debates ideológicos y literarios en la poesía cubana contemporánea, más allá de la polémica entre la cubanía y el cosmopolitismo que podrían protagonizar Nicolás Guillén y Lezama Lima, podríamos afirmar que en líneas esenciales se aprecia en la potente literatura cubana un cultivo de la sonoridad barroca, el coloquialismo, el eclecticismo y un afilado debate entre lo afroamericano y lo cosmopolita. Una literatura llena de vitalidad, repleta de sol, de ancestros, repleta de dioses afros y de tradiciones hispánicas.

Poetas cubanos en Canarias es el título de una antología recopilada por Juan Calero y que acaba de salir en Cuadernos de La Gueldera, edición del Centro Canario de Estudios Caribeños que impulsa el poeta cubano Juan Francisco González Díaz. Hay en esta selección dieciséis voces de relieve, con significación en las letras actuales. Juan Calero, el entusiasta ejecutor del trabajo, nos hace una propuesta variada en la que podemos resaltar semejanzas y discrepancias. Uno de los datos esenciales radica en ciertos perfiles de convivencia Cuba-Canarias a través de las personas, así la presencia de Julio Tovar, el hombre que vivió en Tenerife y que dio nombre a un premio de poesía que ha sido obtenido por dos valiosos poetas cubanos con obra muy reconocida internacionalmente. Se trata de dos figuras laureadas que viven en EEUU. Uno de ellos, Ramón Fernández Larrea, vivió tres años en Canarias y gana el premio en 1997, con su obra Terneros que nunca mueran de rodillas. El otro autor es José Kozer, quien lo gana en 1974, poeta con más de setenta poemarios publicados en varios países. En Canarias tiene dos: Este judío de números y letras, con el que ganó el Julio Tovar en 1974, y De donde oscilan los seres en sus proporciones.

Entran en este texto algunos grandes nombres que son columnas de la tradición: Dulce María Loynaz, Julio Tovar, Nivaria Tejera y Manuel Díaz Martínez, el mejor poeta cubano fuera de Cuba, residente en Gran Canaria desde hace largo tiempo, autor de ese poema descomunal que se titula La cena y que comienza así:  “Mi abuelo se sentó a la mesa con su muerto al lado. / No levanté los ojos de la sopa: / sabía que él también estaba muerto. / Mi madre tampoco levantó los ojos / a pesar de estar tan muerta como él…” Hay otro grupo de quienes publicaron en Cuba: Ramón Fernández Larrea, Juan Francisco González-Díaz (poeta notable y animador cultural de primera línea en la cultura grancanaria), José Lucas Rodríguez Alcorta, Sonia Díaz Corrales, Arlén Regueiro Mas y Andrés Díaz Castro. Está también el grupo que ha dado a conocer su obra básicamente fuera de Cuba: Rolando Campins, y Juan Calero Rodríguez. Y, los que podríamos denominar –al decir de José Martí– los “pinos nuevos”: Nancy Teresa Ángel Bello, Belkys Rodríguez, Ernesto García Machín y Kimamy Ramos. Certifican su paso por Canarias, el arraigo existencial entre las dos orillas, las profesiones docentes, las publicaciones compartidas.

El cubano tiene un barroco resplandeciente, sonoro. El idioma adquiere aquí los brillos del mar, las transparencias de los cayos, la calidez del trópico. El canario por lo general tiene un barroco introspectivo, interiorizado. Mientras al cubano el Caribe lo potencia y lo sublima, el Atlántico de aguas frías casi ahoga la voz del insular canario. El cubano canta el son con determinación y alegría, el canario tiene un folklore lamentoso. Pero a la hora de la magua, unos y otros son similares. El canario añora el Teide y añora el mar, el cubano canta una y otra vez el miserere por La Habana.

Estos poetas manejan lo identitario, lo social, el compromiso con el paisaje y la memoria del paisaje. Cuba tiene una literatura tan poderosa y tan reconocible que muchos admiramos el lenguaje de Lezama Lima, la sonoridad de Alejo Carpentier, la delicadeza de Dulce María Loynaz, la pirotecnia de Guillermo Cabrera Infante. Cuba es una Isla-Continente, posee suficiente lenguaje y suficiente hondura para afirmarse frente al mundo, y estos autores mantienen el tono intimista y conversacional, el elogio de la vida. Y el desgarro de la distancia, la pérdida del paraíso original, ese cruce de olas, pesadillas y sueños, mitos, magia, religiones yorubas y cristianas. Esa tierra ardiente que quedó atrás. Esa precariedad de reconocerse efímero y mortal, voz encaminada al silencio. Voz condenada a ejercer la rebeldía del grito para demostrar que estamos aquí y ahora.

Hay en el libro un poema de Arlén Regueiro (Ciego de Ávila, 1972), que vive en Gran Canaria, muy clarificador. Su título es Lección de Geografía, y es una prosa poética sobrecogedora. El hermano mayor se ha ido a España, y las últimas estrofas dicen así: “Yo no me voy a España, dispongo comenzar una nueva vida, tan cerca de aquí como mi madre lo permite, y gasto mis días en comprar casa, una mínima pieza, no un laberinto colosal, que pueda hacer mío poco a poco; sin irme a España: / o a ningún otro lugar del mundo que no sea éste, donde voy a morir cuando mis cenizas rueden al fondo de las aguas; y me canse de comer esos pasteles de guayaba que tanto gustan a mi hermano y a mí, en este fragmento del mundo que pudo ser España, y solo es la quilla de una isla a punto de hundirse, en el mismo mar que todos los mares duermen”
(Publicado en www.laprovincia.es, hoy, 30 de noviembre)

martes, 24 de noviembre de 2015

Las encuestas las carga el diablo

No deberíamos vivir con miedo, pero es lo que hay. Preparémonos para un conflicto en el que el enemigo utilizará tácticas novedosas, golpeará sin previo aviso donde más pueda sorprender. No tenemos otro remedio que aprender a convivir con el pánico, el mundo que conocemos está amenazado por terrorismos de toda especie: las corrupciones, las desidias, los independentismos, las privatizaciones también se suman a los fusiles y a las granadas y a los kamikazes que se hacen estallar en medio de las calles. La vida en cualquier calle está expuesta a serpientes venenosas en forma de metralla y bombas de los que se inmolan. Los yihadistas rememoran episodios de miedo indescriptible, en cincuenta años el planeta puede ser casi inhabitable y el cambio climático amenaza con sepultar las ciudades opulentas que se extienden a la orilla de las aguas.

Vivimos en el chantaje sutil o no disimulado. El presidente del gobierno dice que si la gente no le vota, la recuperación económica se irá al garete, la crisis nos dará dentelladas y España nunca más irá bien. Como España les roba, la mitad de los catalanes convocarán nuevas elecciones y luego pedirán un referéndum decisorio hasta que salga lo que desean, ni en Escocia ni en Quebec ganaron los independentistas pero la pelota seguirá en el tejado porque si la política es el arte de lo posible, está claro que el asunto no ha sido negociado políticamente, los independentistas eran el 25 por ciento hace cuatro años y ahora se duplican, casi la mitad del electorado. Los empresarios, más sensatos, censuran tanto el inmovilismo de Rajoy, carente de cintura, como la feria eufórica hacia ninguna parte de Artur Mas. Y eso que la burguesía catalana siempre fue pactista a rabiar, siempre amenazaba pero luego se quedaba con el 3 por ciento de las comisiones, y contribuía a la gobernación del Estado.

Cada cual amenaza a su manera, por eso también Cameron pide un referéndum para dilucidar si el Reino Unido continúa en Europa o si Europa se va al garete cuando ellos impongan condiciones inaceptables y se vayan a hacer gárgaras a otra parte. Y ahora que vienen las urnas, cada uno de los partidos dice que su verdad es la única para abandonar el purgatorio del paro, los bajos salarios, los contratos infumables, el fracaso juvenil, el índice de divorcios, etcétera. Con todo este sarao, para ambientar la fiesta que se avecina, algunas y algunos se han lanzado a bailar en programas televisivos, es más rentable ser simpático y novelero que llevar ideas propias.

Llega, pues, el momento de vender emociones primarias, este candidato es más seductor que aquel, este otro ya me aburre con su escasa capacidad oral, el de más allá nunca llegará a presidente si no se corta la coleta, para guapo Pedro Sánchez, para guapa la Inés Arrimadas aunque ahora no se presenta. Y mientras tanto generales y juezas de mucho cartel se colocan al frente de candidaturas nuevas. Todos quisieran ser simpáticos, próximos, cómplices. El envaramiento de los viejos tiempos deja paso a la participación en los programas de masas; a falta de propuestas serias la política se va convirtiendo en espectáculo televisivo, y lo que nos queda por ver en el escaso mes que resta hasta la cita electoral. Además, cada cual va haciendo sus fichajes al frente de esta o aquella candidatura. Digo yo que si los agentes de futbolistas se forran ¿hay agentes dispuestos a captar a candidatos-as de peso y cuánto se llevan de ficha?

Cada semana nos entregan encuestas que difieren bastante en sus predicciones y el ruido político se acrecienta con esos muestreos en los que, faltaría más, se advierte la labor de “cocina” del CIS, Centro de Investigaciones Sociológicas. ¿Por qué se falla tanto? ¿Mienten los ciudadanos cuando se les pregunta? ¿Están los sondeos viciados de inicio? ¿Sirven realmente para algo si la gente desconfía de ellos? Quizás el principal factor esgrimido por los profesionales para explicar estos errores es el tiempo de antelación a los comicios con que se puede publicar una encuesta. Una de las tradicionales reclamaciones de los sociólogos en este sentido es que se permita publicar sondeos sin la limitación actual, que impide difundir estos estudios desde cinco días antes de la votación, algo que ocurre de modo similar únicamente en Italia y en Grecia. Existe la teoría de que cuanto más se acerque la realización de la encuesta a la fecha de unas elecciones, mayor es la probabilidad de acierto y mejor se detectará la evolución del voto más volátil. De ahí que las encuestas más certeras sean siempre las realizadas a pie de urna el día electoral. 

Las encuestas fallan tantas veces porque las encargan y las cocinas los partidos cuando intuyen que sus intereses están en peligro pero en definitiva las carga el diablo, que es viejo y sabe mucho a la hora de engañar. Dicen los expertos que en las elecciones que se avecinan hay todavía un gran número de indecisos, pues estos superan el 20 por ciento del electorado. Recordemos que en las recientes elecciones catalanas el CIS le anticipó tanto a Ciudadanos como a Podemos unas perspectivas bastante inferiores a los votos que finalmente lograron. Y ahora tendríamos que considerar que de los 350 diputados que conforman el Congreso, más de la mitad proceden de cuatro comunidades: Andalucía, con 60; Cataluna, 47; Madrid, 36 y Valencia, 33. Las cuatro comunidades más pobladas son las que otorgarían la mitad más uno de los escaños, y en algunas de ellas el partido en el poder ha sufrido reveses. ¿Y del Senado qué podríamos decir? Aunque el partido Ciudadanos avance que se propone suprimirlo, es muy dudoso que sus señorías acepten quedarse sin poltronas, del mismo modo que tampoco el partido en el gobierno ha reducido los ayuntamientos que se dijo iba a suprimir. Al final de cada legislatura, cada cual hace lo que puede porque los resultados siempre distan de las promesas.
 
(Publicado en La Provincia ayer, lunes 23 de noviembre)

lunes, 23 de noviembre de 2015

Emmanuelle, mon amour

La guagua traquetea en la calima irrespirable, y para colmo en los últimos asientos se han puesto a fumar. Apretujado en una masa de sudor, sonámbulo en el vaivén de frenazos y arrancadas.

Después la modorra de los semáforos, los cruces con guardia, los bazares abigarrados de los indios y una multitud de turistas que quisieran llevarse hasta los últimos falsos souvenirs. Quizá fuera –como pensó luego– junto a la Plaza de la Feria cuando se produjo la aparición: ráfaga que cruza su piel, se apoya en su antebrazo, llega a rozarle los labios arañándolo de frescor. No sabía su nombre pero creyó escucharlo como un eco entre los vapores de gasoil y los pitidos del guardia que ordenaba la marcha. A su lado se escurrió la mujer rubia, casi albina, que dijo: I beg your pardon mientras arqueaba los ojos y fruncía la boca en un tic pícaro. Y –de pronto– al llegar a Alcaravaneras sonó el aviso de parada.

Vio al otro lado de la cristalera la playa rebullendo de quitasoles, una turba confusa en el agua: matronas exuberantes y chicuelos tiznados revolcándose sobre la arena sucia, cerca de cubos de basura repletos de moscas. No era todavía su parada pero de pronto se vio escabulléndose de brazos y piernas en la fila que se dirige pesadamente a la salida, y se supo en el suelo tras la figura de mujer que le había pedido perdón: una silueta seguramente hermosa, venida de otro universo de verdor perenne, sin moscas verdes ni callejuelas reventadas de excrementos, sin vocerío de chiquillos ni ese polvo del Sahara que abrasa los bronquios.

A pocos metros está el paso subterráneo: bajó con un par de zancadas y se le hizo insoportable exponerse de nuevo a los 38 grados que marca el termómetro a la hora de la siesta; estaba soñando horribles pesadillas de las que despertaba encharcado en sudor porque una tormenta de meteoritos sepultaba las cimas centrales, los picachos que coronan las calderas, el Nublo y el Bentayga, las cuevas de los guanartemes y los llanos que conforman las pequeñas mesetas sobre los desriscaderos.

El pasaje bajo la avenida olía fatal, meados y caca de perro, pero la siguió. Supo que iba delante porque maldijo al hundir su zapato en un charco de orín. Sorprendentemente, era un inglés de bajos fondos, cockney de la red de tabernas junto al Támesis en las que muchos se emborrachan entre música y canciones.

Después, nada más. Tal vez un chasquido imperceptible, como el desgarro de un ala en la pared (no un pliegue de tela, algo más metálico). Inconsistente, de todas formas.

“Si entra en los apartamentos, la sigo”, pensó. Justo trasponía el pasadizo cuando él lo iniciaba, unos metros detrás.

Al otro lado había quedado el trajín portuario, el tránsito loco de la autovía. Y aquí arriba Lucecita guiñándote un ojo desde el quiosco de revistas, en cuyo interior una mujer de luto ojea con displicencia las fotos de las familias reales, está ausente, no levanta la vista, no ha sabido nada. Los cuatro borrachines de siempre en el bar donde fríen pescado fresco. Perros sin dueño frotándose en los bancos de piedra de la plazoleta, y el barbero sin clientes absorto en la crónica del partido, y el pastor de la iglesia baptista esperando a sus escasos fieles.

Las 16.20 en el reloj. Va, pregunta: la mujer le mira sin siquiera levantarse del taburete. El barbero, sorprendido: que si le hace un corte a navaja. El pastor protestante: ¿qué le ocurre, hermano? Figuras de cera. Llega renqueando un nuevo componente: pescador de unos 60, encorvado sobre su sombra, con una bolsa de pulpos. Sigue de largo arrastrando los pies.

Las 16.25 y sin resolver nada. Solo ve esa pared encalada de las casas terreras de los marinos, desconchadas por los años y el abandono. Todo ocurre en segundos: Enmanuelle lo mira fijamente desde la portada del Interviú, ah revelación; arranca la revista del estante, la vieja chilla, aparece un policía municipal. Corre hacia él, se enfrenta, lo zarandea, está a punto de perder el equilibrio. Llama por el transmisor, está inmovilizado, lo introducen en el asiento de atrás, le colocan las esposas. Aun Sylvia Kristel consigo: es ella, al fin está entre sus brazos con su mirada cómplice, su cuerpo largo y desnudo como la brisa.
 
(1972, cuento integrado en el libro "El Mar de la Fortuna)

viernes, 20 de noviembre de 2015

Juvenal Machín gana el premio Domingo Acosta Pérez en Santa Cruz de La Palma

El poemario Juego de los peces del palmero Juvenal Machín Casañas ha resultado ganador de la 18 edición del Premio regional de Poesía Domingo Acosta Pérez que convoca el Centro de Día de Mayores de Santa Cruz de La Palma, informa el Ayuntamiento de la capital.
El galardón, dotado con 500 euros, ha sido dado a conocer en la tarde del jueves, 19 de noviembre, en el transcurso de los actos con motivo de la Semana del Mayor. El jurado, que “ha expresado su fallo por unanimidad, ha estado compuesto por los poetas Manuel González Plata, Ramón Araujo, Luis Martín Ibáñez y el actor Javier Pérez de Mezkía”.
Juvenal Martín Casañas es ingeniero, poeta y músico. Estudió Ingeniería Informática y se especializó en el campo de la seguridad de la información. “Desde principios de los noventa está presente en la escena musical canaria a través de distintas bandas como Perroverde, su última formación, donde da rienda suelta a la experimentación sonora en forma de paisajes sónicos y texturas procedentes delambient-noise y elementos de la electrónica y el rock”, se inida en la página web del Ayuntamiento. Como escritor ha editado el poemario Cartas a una señora de bien y figura en la antología Recapitulando 2013: Doce meses, doce autores. Asimismo es autor del blog www.elalmadelashormigas.com
“El Premio Domingo Acosta Pérez es “un galardón que cuenta con un prestigio cada vez mayor en el Archipiélago, como se demuestra por el número de obras presentadas a concurso, cada vez mayor, y el nivel de los trabajos que han resultado ganadores”, señala la concejal de Bienestar Social e Igualdad de Oportunidades de Santa Cruz de La Palma, Gazmira Rodríguez, que convoca el certamen. Entre los ganadores del premio figuran la escritora grancanaria Rosario Valcárcel y el tinerfeño Sergio Barreto.

jueves, 19 de noviembre de 2015

16 poetas cubanos relacionados con Canarias

Poetas cubanos en relación con Canarias. Este es un libro más que necesario, porque Canarias y Cuba tienen desde el principio un cruce de identidades, porque tenemos una potente migración de ida y vuelta. Mis abuelos fueron y vinieron de Cuba muchas veces, como la mayoría de los naturales de la isla de La Palma, hasta la guerra civil española. ¿Cómo soslayar el hecho de que en 1608 un grancanario, Silvestre de Balboa, diera a la luz la primera manifestación literaria de la isla, su poema Espejo de Paciencia? Más allá de los debates ideológicos y literarios en la poesía cubana contemporánea, más allá de la polémica entre la cubanía y el cosmopolitismo que podrían protagonizar Nicolás Guillén y Lezama Lima, podríamos afirmar que en líneas esenciales se aprecia en la potente literatura cubana un cultivo de la sonoridad barroca, el coloquialismo, el eclecticismo y un afilado debate entre lo afroamericano y lo cosmopolita. Una literatura llena de vitalidad, repleta de sol, de ancestros, repleta de dioses afros y de tradiciones hispánicas.
Hay en esta selección voces de gran relieve, de enorme significación en las letras actuales. Porque Juan Calero, el ejecutor del trabajo, nos hace una propuesta muy variada en la que podemos resaltar semejanzas y discrepancias. Uno de los datos esenciales de este florilegio radica en ciertos perfiles de convivencia Cuba-Canarias a través de las personas, así la presencia de Julio Tovar, el hombre que vivió en Tenerife y que dio nombre a un premio de poesía que ha sido obtenido por dos valiosos poetas cubanos con obra muy reconocida internacionalmente. Se trata de dos figuras laureadas y que viven en EEUU. Uno de ellos, Ramón Fernández Larrea, vivió tres años en Canarias y gana el premio en 1997, con su obra Terneros que nunca mueran de rodillas. El otro autor es José Kozer, quien lo gana en 1974, poeta con más de setenta poemarios publicados en varios países. En Canarias tiene dos: Este judío de números y letras, con el que ganó el Julio Tovar en 1974, y De donde oscilan los seres en sus proporciones. Casualmente, el autor del prólogo también obtuvo el premio Julio Tovar, cuando apenas tenía 20 años cumplidos, en 1970.
Hay en este cuidadoso trabajo, nombres que son pilares firmes, columnas insoslayables de la tradición: Dulce María Loynaz, Julio Tovar, Nivaria Tejera y Manuel Díaz Martínez. Hay otro grupo que publicaron en Cuba: Ramón Fernández Larrea, Juan Francisco González-Díaz, José Lucas Rodríguez Alcorta, Sonia Díaz Corrales, Arlén Regueriro Mas y Andrés Díaz Castro. Está también el grupo de poetas que han dado a conocer su obra básicamente fuera de Cuba: Rolando Campins, y Juan Calero Rodríguez. Y, los que podríamos denominar –al decir de José Martí– los “pinos nuevos”: Nancy Teresa Ángel Bello, Belkys Rodríguez, Ernesto García Machín y Kimamy Ramos. Certifican su paso por Canarias, el arraigo existencial entre las dos orillas, las profesiones docentes, las publicaciones compartidas.
El cubano tiene un barroco resplandeciente, sonoro. El idioma adquiere aquí los brillos del mar, las transparencias de los cayos, la calidez del trópico. El canario por lo general tiene un barroco introspectivo, interiorizado. Mientras al cubano el Caribe lo potencia y lo sublima, el Atlántico de aguas frías casi ahoga la voz del insular canario. El cubano canta el son con determinación y alegría, el canario tiene un folklore lamentoso. Pero a la hora de la magua, unos y otros son iguales. El canario añora el Teide y añora el mar, el cubano canta una y otra vez el miserere por La Habana.
Estos poetas manejan intensamente lo identitario, lo social, el compromiso con el paisaje y la memoria del paisaje. Cuba tiene una literatura tan poderosa y tan reconocible que muchos admiramos el lenguaje de Lezama Lima, la sonoridad de Alejo Carpentier, la delicadeza de Dulce María Loynaz, la pirotecnia de Guillermo Cabrera Infante. Cuba es una Isla-Continente, posee suficiente lenguaje y suficiente hondura para afirmarse frente al mundo, y estos autores mantienen el tono intimista y conversacional, el elogio de la vida. Y el desgarro de la distancia, la pérdida del paraíso original, ese cruce de olas, pesadillas y sueños, mitos, magia, religiones yorubas y cristianas. Esa tierra ardiente que quedó atrás. Esa precariedad de reconocerse efímero y mortal, voz encaminada al silencio. Voz condenada a ejercer la rebeldía del grito para demostrar que estamos aquí y ahora.
Este es un libro que nos hacía falta, porque los insulares somos hermanos de la ola, del arraigo y del desarraigo, de la melancolía, de la magua, de la alegría contenida y de la alegría exultante que proporciona el ron, esa caña de azúcar que fue de aquí para allá, ese lenguaje que vino de allá para acá. Balseros todos en la aventura humana de ir viviendo cada uno de los días que nos quedan por vivir.
(Prólogo del libro recién editado, con selección de Juan Calero, en Cuadernos La Gueldera del Centro Canario de Estudios Caribeños El Atlántico)

lunes, 16 de noviembre de 2015

El pánico (A París doliente)


En aquel sueño intempestivo me vi transformado en un agente del mal. Yo estab a presente cuando Dios castigó a Adán y Eva por pretender indagar en los misterios, los recién creados eran tan ingenuos que deseaban conocer las últimas razones de por qué el Supremo hizo las cosas a su modo. Estuve cuando Torquemada mandaba a la hoguera a cualquier sospechoso con buena hacienda que de inmediato habría de pasar al patrimonio del Inquisidor, estuve cuando Hitler ordenó la solución final con el gas Zyklon B, no pude pasar desapercibido cuando tripulé uno de los aviones que se estrellaron en las Torres Gemelas de Nueva York. No estaba fuera de sospecha cuando reventaron los trenes en Madrid, ni cuando los atentados de Londres, ni cuando la fiebre asesina se apoderó de París y otras ciudades de luz. Me convertí en el Ángel Caído, mi mente se llenó de resentimiento y la sed del mal se apoderó de todos mis poros de mi cuerpo. ¿Por qué me habían excluido de todo lo bueno que en el mundo existe? Cuando me até docenas de explosivos y pulsé en detonador tuve la satisfacción de que muchos infieles bajarían al infierno en ese mismo instante. Ese día otros mártires partieron conmigo, ofrendaron sus vidas por la Verdad, y al fin entraríamos al Paraíso para estar presente cuando otro Dios decidiera poblar otro planeta, y de nuevo Adán y Eva lo traicionasen.
(Ilustración: El País)

jueves, 12 de noviembre de 2015

El libro sobrevive (Mañana, Día de las Librerías en España)


Pese al aluvión de nuevas tecnologías, el libro en papel está destinado a sobrevivir y en todo caso coexistirá durante largo tiempo con el libro digital. Y aunque la crisis económica ha reducido la venta de libros, y con ello ha impuesto la desaparición de pequeñas librerías, el panorama ha de cambiar de signo. Mañana, viernes 13, los libreros organizan en nuestro país una nueva edición del Día de las Librerías, con jornadas abiertas y descuentos para reivindicar la vitalidad de estos establecimientos tan importantes en los núcleos urbanos, verdaderas células culturales de cabecera porque el librero suele ser un orientador, un consultor. El evento está organizado por la Confederación Española de Gremios de Librerías, y se trata de la quinta edición del mismo. La celebración consistirá en una jornada de puertas abiertas de los centros hasta las 10 de la noche y la aplicación de descuentos. Con todo ello se pretende reivindicar la validez de este tipo de establecimientos como punto de encuentro donde conocimiento, ocio y entretenimiento se aúnan. En España el libro electrónico no ha alcanzado todavía el despegue que se anunciaba.

Partimos de la premisa de que el progreso de la humanidad siempre es acumulativo y nunca anulador de los avances conseguidos a través de la historia. Ni el coche anuló el gran invento de la bicicleta, ni el gran invento del cine anuló la lectura, ni la radio destruyó la importancia de la prensa escrita, ni la televisión ha sido capaz de desmontar el imperio de la radio, ni el libro electrónico ha sido capaz de destruir al libro en papel. Hasta los periódicos en papel sobreviven, en Estados Unidos ya existen ejemplos de publicaciones de papel que habían pasado a ser digitales y que se recuperan también en papel, verdad que en un formato diferente. Algunos periódicos en papel que habían pasado a ser solo digitales optan ahora por ediciones más restringidas y especializadas en papel. Cierto que estamos en un país de no lectores y por ello con la crisis el negocio del libro ha caído bruscamente, se han cerrado muchas librerías y el libro de pequeñas editoriales se ha convertido en algo clandestino; los espacios de las grandes superficies están controlados por las grandes editoriales, que pagan por exhibir sus novedades de modo preferente, de este modo el libro literario sobrevive tan solo por el mecanismo de boca-oreja, las tiradas se han reducido de manera drástica. Eso sí que ha sido una tragedia, pero ¿qué podemos esperar de un país como el nuestro en el que la sanidad y la educación se desmantelan porque el negocio es privatizar y en el que la educación pública ha sido arrinconada en beneficio de los amiguetes? El progreso es acumulativo y también nostálgico, ahora se reeditan discos en formato vinilo pese a que casi todos nos hemos cambiado al disco compacto. Pero: a lo que íbamos. El libro en papel se puede tocar, pasas la página, hueles la tinta, se lleva a la cama sin que te maree leer a través de una pantalla parpadeante.

Tal vez se habían creado unas expectativas desmesuradas en torno al libro electrónico y el fulgurante éxito que iba a alcanzar en poco tiempo. Muchos jóvenes y menos jóvenes se apuntaron a lo moderno, pero a uno particularmente le hacía gracia que alguien le dijera tengo un ebook con 5000 títulos disponibles, gratis. ¿Quién hizo esa selección de 5000 títulos que ya venían con el invento? ¿Quién iba a leer tamaña oferta? Muchas veces en esta civilización consumista las cosas se anulan cuando hay saturación de información. Se había creado una burbuja en torno al libro digital y, una vez disipada la atracción de lo nuevo y el vértigo apocalíptico que se apodera de los seres humano ante toda innovación, los amantes del libro en papel pueden respirar tranquilos. Los pronósticos de que en el 2017 las ventas del electrónico en Estados Unidos superarían a las de papel no solo no se cumplen, sino que los datos del 2014 confirman la tendencia, apuntada ya en el 2013, de que las cifras de crecimiento acelerado del formato digital siguen frenándose un mes tras otro. Y, paralelamente, se mejoran las ventas del libro tradicional en papel. Así que los agoreros se equivocaron. Aunque las tecnologías avanzan de manera acelerada, bueno es que conservemos cosas que conviene conservar.

          Los amantes de la lectura se rebelan contra la frialdad de las tabletas y lectores digitales. Opinan que las tipografías no son bellas, las ilustraciones son mediocres, el plástico es frío y no huele de manera adecuada. El parpadeo del pasar de página da dolor de cabeza y todos los libros parecen iguales, se estandarizan. Claro que en el mundillo del libro la confusión se extiende: las bibliotecas tradicionales se deshacen de los libros acumulados durante décadas y paralelamente los archivos digitales empiezan a acumular en papel. Las grandes editoriales veían llegar el fin del mundo pero cada vez hay más escritores, más editoriales especializadas, más revistas literarias y sobre todo más tiendas de libros en papel de segunda mano. Hace más de 500 años, cuando llegó la imprenta, también siguieron elaborándose manuscritos durante largo tiempo.

       "¿Prefieres un libro impreso o un e-book?" Esta es la pregunta que la editorial especializada en autoedición ArtGerust hizo recientemente a 1.600 jóvenes españoles de edades comprendidas entre los 15 y los 25 años. En el sector de la población más identificado con los tablets, videoconsolas y smartphones, el 65 por ciento de los jóvenes lectores prefiere el libro impreso al digital. ¿Los motivos? La venta de segunda mano, la textura del papel, su olor, la posibilidad de coleccionarlo, la de compartirlo o llenar las estanterías, la moda retro o que no tienen edad todavía para tener una tarjeta de crédito con la que hacer sus compras por internet. Ya se ve que no es oro todo lo que reluce, y el libro de siempre sobrevivirá.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Hoy, "Moby Dick en Las Canteras Beach", en francés

Hoy, miércoles, 11, a las 18.30 se presenta en la sede de la Alianza Francesa de la capital –calle Buenos Aires, 56– la traducción de la novela de Rosario Valcárcel Moby Dick en Las Canteras Beach, que en francés llevará el título de Moby Dick aux Canaries, y que aparece en la editorial L’Harmattan de París, con el trabajo de Marie-Claire Durand-Guiziou y Jean Marie Florès como traductores. La señora Durand es profesora en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el señor Florès es profesor emérito de la universidad de Pau, en el sur de Francia.

El rodaje de la película del director John Huston con el actor Gregory Peck en aguas de El Confital (diciembre-enero de 1954-55) ha sido uno de los acontecimientos más importantes para la cultura canaria en las últimas décadas, fue como si Hollywood desembarcara en las islas. Se está programando una ruta turística que rememore los lugares y circunstancias del rodaje y además debería hacerse un recordatorio, en forma de placa, en forma de escultura o de cualquier otro monumento, por parte del ayuntamiento capitalino, pues así lo merecen los espacios en que se filmaron los últimos minutos de la acción del film, así como los establecimientos hoteleros y los restaurantes que frecuentaban los equipos técnicos aquí desplazados. Con el rodaje de Moby Dick y el posterior de Tirma, en el propio verano de 1955, Gran Canaria se alzaba como plató cinematográfico, y es a partir de entonces cuando las islas se convierten en un escenario para producciones cinematográficas internacionales.

La densa novela de Melville (1851) forma parte del canon literario de la cultura occidental. Se trata de una lectura obligatoria en institutos y universidades norteamericanas; en ella juegan realismo y simbolismo, tragedia, drama y épica, las luces y las sombras de la condición humana: El capitán Ahab con su obsesión por vengarse de la ballena blanca, la lucha entre civilización y la barbarie, el trágico final de los personajes, con Ismael como único superviviente. Como novela, Moby Dick es una pieza de grandes dimensiones, de ahí que el mito persista y sea tan interesante para el cine.

La obra de Melville se convierte en una voz en off, casi omnipresente en el relato de Valcárcel, pues va fundiéndose con él.  Nos muestra la lucha titánica del bien y el mal que se establece entre el capitán Ahab, interpretado por Gregory Peck, y la ballena, que fue construida en los astilleros de nuestro Puerto de La Luz. El propio director John Huston elogió en sus memorias la habilidad de los hombres que construyeron la impresionante ballena con los medios rudimentarios de la época. Pese a que recientemente se ha rodado en La Gomera y Lanzarote otra producción basada en la misma historia, aquel rodaje sigue estando en primer plano. Valcárcel, pionera de la narrativa erótica en las islas, describe en su texto ya citado el valor de la amistad, la iniciación en la vida de la joven protagonista que aparece como testigo de aquellos acontecimientos, cómo fue el rodaje con muchos extras, así como anécdotas sobre la presencia de Gregory Peck en la isla, y los personajes que intervinieron. La autora avanza en su libro con su estilo diáfano, su lenguaje claro, dúctil y espontáneo, sobre el cual afirma el riguroso crítico Jorge Rodríguez Padrón: “esa forma de contar, tan directa, tan sin rodeos, creo que tiene espontaneidad, y por eso mismo verdad. Pero sucede que, a menudo que leemos, nos llevas hasta el otro lado de la cosa, la novela de Herman Melville, cuyos fragmentos dialogan con las situaciones que cuentas en un intercambio muy interesante. Tú has sabido darle vida y verdad al imaginario de la isla.”

Se aprecia que cuando escribe, tanto en sus relatos eróticos como en su literatura juvenil, esta mujer tiene un estilo cálido, fresco, cercano, aparentemente sencillo pero contagiado de sutileza y elegancia. El mar le resulta cálido y cercano, como ya sucedió en su primer libro de evocación, La Peña de la Vieja y otros relatos, Anroart, 2006, sobre su infancia en Las Canteras. “Me detengo en las emociones ingenuas que me provocó mi ballena blanca, grande, muy grande, con su cabeza levantada y su expresión bondadosa, y me llega a la memoria la serenidad de su mirada, el latir de su corazón, aquel candor tan infantil que emanaba de ella desde la primera vez que la vi”, dice la autora.

martes, 10 de noviembre de 2015

El "Desnudo acostado" de Modigliani, record mundial

Las cosas del arte son caprichosas. "No existe riesgo de una nueva burbuja en el precio internacional del arte", dicen en la casa de subastas. Pero este Desnudo acostado del gran romántico italiano-parisino Modigliani ha alcanzado una cifra escalofriante: 158 millones de euros. Más caro que Las mujeres de Argel, de Picasso, pero no tan caro como una pintura de Gauguin, que es el record absoluto. Pintores que en su día fueron miserables como Van Gogh cuando ya están en la eternidad dan pie a operaciones especulativas de gran nivel. ¿Se recupera la economía, que ya alcanza cifras estratosféricas en el mundillo del arte? Nada está claro. Pero siempre hay algún caprichoso o caprichosa que puede permitírselo.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Lolita Pasión y Bryan de la Galga: nuevos narradores

No son buenos días, pero hay que seguir dando la vara. Este pasado lunes 2 se cumplieron 40 años del asesinato de Pier Paolo Pasolini, director de cine, espíritu iconoclasta que nos dejó varias obras maestras. Los espíritus que se rebelan son peligrosos en todas las direcciones, por eso ese crimen sigue sin esclarecer. Pudiera ser que el cineasta tuviera proyectos incómodos para la clase dirigente, precisamente andaba en una novela que llevaría como título Petróleo.  Por otro lado, el Gobierno que disfrutamos prosigue en el calculado plan de fabricar gente con espíritu plano, ya se sabe que los ciudadanos formados son más difícilmente gobernables. Por eso sigue disminuyendo el papel de las humanidades en la enseñanza, tras el asedio a la Literatura y a la Historia ahora expulsa totalmente de la ESO la asignatura de Filosofía y en Bachillerato elimina la Historia de la Filosofía. Tiempos duros, ya digo. Eliminar la Filosofía significa expulsar el pensamiento crítico, y por ello empobrecer la democracia. Pues lo que realmente se pretende es cultivar individuos sumisos, que en ningún momento pretendan cuestionar los mecanismos del poder. Algunos profesores de instituto han puesto en marcha recogidas de firmas para solicitar al futuro Congreso de los Diputados que salga del 20 de diciembre que se mantenga Ética en la ESO y que Filosofía e Historia de la Filosofía igualmente vuelvan a ser materias comunes del Bachillerato.

Hablando de cosas menos trágicas, señalaremos que dentro de la nueva generación que entra con determinación en las letras canarias aparecen los nombres de Julieta Martín Fuentes, con su primera obra Lolita Pasión (Mercurio Editorial) y de H. Pablo, un licenciado en Ciencias de la Información por la universidad de La Laguna, periodista que ha ejercido en medios de comunicación de las islas, con su novela Bryan de La Galga, publicada en NACE. Son primeras novelas elaboradas con osadía, creatividad e inspiración, textos escritos pacientemente o textos escritos con urgencia, según los casos, porque hay mucho que contar. Una novela de casi 700 páginas y otra que apenas supera las 140, dos propuestas diferentes.

Esta nueva autora y este nuevo autor tienen en común el hecho de haber pasado por el periodismo, que según el tópico puede ser la antesala de la literatura, un mecanismo que familiariza con la palabra. Julieta nació en la capital grancanaria pero ganaron los lazos de sangre y se fue a vivir al valle de Aridane, tierra de los progenitores, ese lugar que mantiene tanta conexión con la orilla americana, paraíso de buen clima y buen precio para los jubilados alemanes. Lolita Pasión es una novela que maneja memoria y ficción, su autora hizo la carrera de Historia y no es raro que el libro contenga una abundante documentación centrada en las refriegas que condujeron a la independencia de Cuba. Está contada con furia, con la urgencia de expresarse, aunque el verdadero núcleo narrativo tarda un poco en aparecer, quizá solapado por diálogos un tanto excesivos. Una novela largamente gestada, con un denso proceso creativo ha generado una acumulación de elementos, entre los cuales se agiganta la figura central, esa mujer aguerrida, alzada entre el amor y la crueldad de la vida. En la página 408 y siguientes encontramos escenas de gran dureza sexual, y en medio un arquetipo femenino, con el coraje y la determinación que requiere la rebeldía en tiempos heroicos. El afán literario es visible y la escritura nos lleva, a través de un río algo desbocado, hacia los muchos meandros de esta historia escrita desde la reivindicación de la mirada de la mujer, con cuidado detallismo y entonación. Un texto, pues, donde encontramos afán descriptivo y tono épico.

Por su parte, H. Pablo nos da Bryan de La Galga, un intento de novela costumbrista-picaresca, un recorrido nostálgico y potente por la memoria sentimental de la isla natal. La fórmula ha hecho cierta fortuna, la novela ha estado brincando en las fiestas populares del verano y ya el autor nos anuncia su propósito de embarcarse en otras historias que acontecerán en el municipio más mágico de la isla: Garafía, paraíso de soledades y de frondosidad. Donde Agustín Ibarrola prepara una intervención artística en uno de aquellos profundos barrancos, proyecto polémico pero que saldrá adelante. Este Bryan heredero de lazarillos, buscones, pillos y borrachines nos da una visión satírica de la isla de La Palma, con sus paisajes adorables y sus cacicatos, con la gente joven que se marcha a estudiar fuera y que difícilmente regresa. La bodega es el verdadero cuarto de estar de los palmeros, en ella se celebra y se disfruta, en ella se cuentan historias, en ella se degusta el vino nuevo, en ella acontecen las reuniones de los fines de semana, en ella la tradición de la viña y de la sabrosa carne de cochino, en ella sobrevive un mundo familiar y también un mundo de hombres que casi siempre miran hacia el pasado. La novela tiene el mérito de rescatar localismos y costumbres específicas de la isla que con el tiempo están próximas a desdibujarse, esa abundancia de portuguesismos, esa irrupción de cubanismos y venezolanismos. Isla que mató el hambre con las remesas de quienes marcharon a Cuba y Venezuela, isla en la que ahora aparecen miles de retornados, los que vuelven del purgatorio cubano y venezolano, las arepas y cachapas. Aquí encontramos hechos de la vida rural, esas formas de amar la tierra, esa forma de cuidarla porque el palmero no es solo un buen agricultor sino que sobre todo es un orfebre capaz de mimar el suelo sobre el que se asienta en los días de su vida. Y siempre la añoranza de las tierras grandes del Caribe, y siempre el deseo de escapar de la jaula de oro y siempre el deseo de anclarse hasta la muerte sobre la roca verde.

Dos novelas, cada una con sus peculiaridades, que se suman al aluvión creativo de las islas.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

5 poemas de Alicia Llarena: la reivindicación de la mujer

Alicia Llarena es catedrática de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y escritora con prestigio en el ensayo, la poesía y la narrativa. Autora de un centenar de publicaciones, en las que destacan sus libros Poesía cubana de los años 80 (Madrid, 1994), Realismo Mágico y Lo Real Maravilloso: una cuestión de verosimilitud (Gaithersburgh, 1997), Yo soy la novela. Vida y obra de Mercedes Pinto (Gran Canaria, 2003), Espacio, identidad y literatura en Hispanoamérica (México, 2007), entre otros, y numerosos artículos publicados en revistas y volúmenes colectivos nacionales e internacionales.
Es invitada frecuentemente por distintas universidades de Europa, América Latina y USA, donde ha impartido conferencias, seminarios y cursos de doctorado, ha enfocado sus líneas de investigación en la escritura mágicorrealista, el espacio literario y la literatura femenina en Hispanoamérica, así como en autores de su propia tradición: la literatura canaria.
Su obra, de notable calidad, se adhiere a la reivindicación de lo femenino.


IX
La naturaleza, amor, está llena de mensajes.
Hoy es el día en que partimos
hacia la profunda soledad
de todo infierno, desnudos, inocentes.
Lo dice el aire, cuya rareza
acompaña este abandono;
la luna, que esta noche
ha empezado a decrecer.

Habremos de marcharnos, ignorantes de todo:
tú, de ciertas dimensiones
cuya miel transparente
no has llegado a probar.
Yo, igual que un ciervo reconoce
en la naturaleza infinita
de las plantas
aquéllas que son sanas,
y a pesar de su hambre
se aleja presuroso
de las jugosas formas del veneno.
XV
¿Qué animales salvajes me hacen hoy el amor?
¿Qué afán es éste que llena nuestro lecho
con sus signos oscuros,
los indicios del naufragio,
el terror del invierno?

Lo sé porque hoy tientas mi fondo primitivo
con tus manos calientes,
con la soberbia del ladrón
ante su víctima,
agitado por el orgullo
de su rara habilidad.

No me inquieta tu aliento posesivo,
tu animal celoso extraño a la ternura.
Abro incluso las puertas de mi cuerpo
y dejo al aire las ventanas
que dan al interior.
Procedo con la calma de quien sabe cerca
la noche del delito,
y abandona el hogar
después de haber guardado con sigilo
los objetos del alma,
la joyas importantes.
XXX
Qué triste festejar el final
del amor,
este sosiego en los objetos
de la casa,
este descanso en todo,
este regreso a la quietud primera.

Y sin embargo es cierto.
Como cuando cerramos
las ventanas de la casa,
y a lo lejos oímos todavía
los ecos de la fiesta,
y en nuestro oído recobramos
el silencio,
y en el descanso el alma
se pregunta
por qué no hicimos antes
ese gesto tan simple
y con un breve empuje
de los dedos
separarnos del mundo,
aislarnos de su ruido.


El arte de las flores secas
I
Quién dijo que todo está perdido.
Aún podemos deshojar
la minúscula selva del afecto,
arrancarle sus pétalos
y dejarlos morir,
para que el tiempo los redima
con su pátina.
II
Será preciso esperar a la caída de la tarde:
a esas horas las flores se despojan
de su fuerza, y la savia es apenas
una débil señal entre sus tallos.

Así podremos arrancarlas de raíz
y sacudirle los últimos vestigios de la tierra
sin que opongan resistencia.
III
Luego basta extenderlas con destreza
sobre la fina superficie de un cristal,
y con la misma maestría
aplicar el barniz que acentúe su prestancia,
y escoger la madera que enmarque para siempre
la reunión perturbada de emociones marchitas.
IV
Es el arte de tratar un desenlace
con el mayor refinamiento.

Evasiva

Yo soy la mujer que te expulsó del paraíso,
el veneno y la serpiente,
la manzana y la astucia.

La que probó en secreto los frutos del edén,
la que gozó primero sus aromas prohibidos,
la mujer que tentó la fortaleza de tu espíritu,
la que sedujo tu cuerpo recién hecho.

Yo la que te atrajo irresistible
con la sola herramienta de una fruta.

Yo la que cargo desde entonces
con las tristes maldiciones de la historia,
los reproches del tiempo,
la afligida densidad de la materia.

Yo la aborrecible porque quiso
liberarte del tedio y de los días semejantes,
yo la maldad por haber interrumpido la templanza
en medio de la noche.

Yo soy la culpable de haber perpetrado este delito,
esta ingenuidad tan torpe,
este tonto pecado de engañarme a mí misma
sin advertir el tamaño de toda tu flaqueza.

Yo la que puse la manzana en el centro de tu boca.
Yo también la que sabe
que tú pudiste negarte.

Mas no lo hiciste.

martes, 3 de noviembre de 2015

Ecología frente a capitalismo

Eduardo Sanguinetti, filósofo rioplatense
Los individuos que habitan este planeta, empeñados en ¿elevar? el nivel de consumo, devenido en forma de vida de este tiempo… asimilados a prácticas que suturan de manera atroz sus existencias vacuas y banales, asimiladas a una ecología travestida, que se proyecta especularmente y de modo simulado, en esas prácticas de vida, cual tendencia falaz, del capitalismo reinante, alejada de su origen y sentido: anticapitalista y revolucionario.
La tan publicitada “toma de conciencia ecológica”, alardeada hipócritamente por los funcionales gobernantes del planeta, cumpliendo órdenes estrictas de sus jefes, macroempresarios y multinacionales en pleno uso y abuso de su poder omnívoro, en maniobras estratégicas, de doble moral y doble objetivo, están en acto de eliminar y mutilar el origen. El primero se logra al desarticular el accionar de los reales y verdaderos ecologistas, al apropiarse de algunos de sus lemas y temas, y utilizándolos de coartada para introducir la simulación y la mentira, apuntaladas por los medios corporativos de comunicación. Además de financiar campañas de “cuidado del medio ambiente”, cual estrategia de vender una realidad fraguada, que no forma parte de sus fines de lucro y explotación.
Los pueblos distraídos en el consumo extremo de todo lo que les ofrecen como regla y norma, “encerrados” en los límites del sistema, ignoran que de un modo u otro apoyan y son cómplices, por desconocimiento o tolerancia extrema, de las masacres programadas, por los gobiernos más poderosos del planeta, de civilizaciones enteras, en Noráfrica, Medio Oriente, llevadas a cabo con medios mecánicos y químicos… este es, a mi entender, el segundo objetivo del totalitarismo capitalista.
Ahora bien, si uno se pregunta qué medios se procurarán los ecólogos, para cumplir los fines de llevar a cabo una revolución ecológica, nos encontraremos con un vacío alarmante, pues los pronunciamientos no llegan a cubrir las necesidades y las prisas de la emergencia ambiental que soportamos… esto explica el carácter “utopista”, “anticultural”, que revisten los movimientos ecológicos y los postulados científicos que los avalan y la imposibilidad de implementar la revolución ecológica en todo su sentido y esencia.
Deviene entonces, encarar la reestructuración de la vida y la sociedad humana planetaria… en ese sentido un ecologismo de derecha capitalista, tecnológico y contaminante, se opone a un ecologismo socialista de izquierda, asimilado a una existencia en igualdad y austeridad.
Aunque los planteos de las democracias fingidas de izquierdas liberales, son caricaturas, desvíos o esquemas rudimentarios de la extraordinaria mutación precisa y necesaria, para implementar un sistema ecológico en plena vigencia.
Como he manifestado en un ensayo acerca de la Ecología de la Mente, la historia del hombre, a través del alarido y del resentimiento, a través de la venganza y el error, es una historia presocial… y creo para arribar a la era social y ya no presocial, hace falta tanto un despliegue de movimientos profundos, conscientes e inconscientes, de la humanidad toda, en estado de conciencia plena de las primeras verdades y de los peligros mortales que implica seguir en este derrotero de decadencia y esclavitud, impuesta por la dictadura ultraliberal, que dicta y rige en el mundo.
Entonces, ¿por qué me ocupo de la ecología?, porque la violación de la Tierra es un aspecto esencial de la recontrarrevolución del capitalismo y sus vertientes. El genocidio contra los pueblos y contra los todos los seres, es un “terricidio”, pues elimina los recursos de la vida misma… no basta ya terminar con las personas vivas, hay que impedir la existencia en este planeta de los que aún no han nacido, envenenando la tierra.
En último análisis, la lucha por ampliar el universo de la belleza, de la no-violencia, de la armonía, es una lucha política. La insistencia en estos valores, en cuidar la naturaleza como medio ambiente de todas las especies que la habitan, es no sólo una idea poética, romántica que concierne a unos pocos privilegiados, es hoy, cuestión de supervivencia… la lucha por un medio ambiente que asegure una vida más feliz, podría fortalecer en los individuos mismos, hoy en estado de alienacion y anestesia, en las raíces de un instintivo deseo de liberación y tal vez, llegar a conocer y experimentar la cualidad esencial de la libertad y de la dicha.

lunes, 2 de noviembre de 2015

El folklore y la identidad


En tiempos de globalización creciente, cuando los medios de comunicación tienden a uniformizar usos y costumbres de la aldea global, Canarias celebra cada verano docenas de romerías en cada una de las islas, una especie de reencuentro nostálgico con usos del pasado rural, carrozas y carretas con productos de la tierra que van desde una piña de plátanos a pescado recién apresado, grupos de tocadores y cantadores y una legión de mujeres y hombres ataviados con los trajes típicos de cada lugar. Romerías multitudinarias en cada una de las islas. Se produce, entonces, una aparente explosión del culto a la tierra chica que nos vio nacer, a las tradiciones reales o incorporadas en el último minuto. Desde los tiempos en que se instauró la democracia, tenemos un cierto empacho de folklore pero en realidad desde los años 60 comenzó el aluvión que protagonizaron los primeros grupos que dieron otra dimensión a lo que la gente tocaba y cantaba en las parrandas: Los Sabandeños en Tenerife, Los Gofiones en Gran Canaria, Los Arrieros en la isla de La Palma. Ver a un rubicundo alemán formando parte de un grupo de tocadores de timple o a una china en medio de un grupo de baile de cualquier agrupación de cualquier isla demuestra que estamos en tiempos de fusión, de mezcla, de intercambio de identidades. Inmigrantes que proceden de la Unión Europea, América Latina, Asia y la cercana pero casi siempre distante África.

Como bien dijeron hace muchos años los ensayistas Domingo Pérez Minik y Juan Rodríguez Doreste, nuestras islas son un puerto de entrada y salida de viajeros, puertos abiertos a barcos de cien banderas como anticipó el poeta Tomás Morales, pues desde siempre las capitales canarias han tenido un sesgo cosmopolita. Y también habría que añadir que, si bien estamos en tiempo de emigración de gente joven en busca de trabajo, para importantes núcleos de población extranjera este archipiélago continúa siendo un imán por su calidad de vida, por su clima, su naturaleza, su importancia turística y su capacidad de integración para segmentos de población foránea.  Con todo esto, la identidad de un pueblo va modificándose en el transcurso del tiempo, está en evolución constante, ya que además de la recuperación de usos del pasado siempre se añaden elementos procedentes del exterior, que al cabo de unos años adquieren carta de naturaleza. Por otra parte, hoy en día la identidad es un hecho totalmente permeable en los distintos lugares del mundo, ya que un notable flujo de población viene y va de un lado para otro y además internet nos acerca el espectáculo de la globalidad, sin olvidar la enorme importancia de la solidaridad que debemos mostrar con respecto a los grandes flujos de refugiados, de expulsados de su tierra por las incesantes guerras, las persecuciones políticas, la falta de Derechos Humanos, etcétera. Pues esta vieja Europa, a fin de cuentas un club de ricos, no tiene otro remedio que dejar de mirar para otro lado cuando hay cientos de miles de hombres, mujeres y niños en camino.

A medida que uno se va haciendo mayor, se identifica con aquellos elementos distintivos de la tierra en que nació. Valoras lo que anteriores generaciones fueron construyendo, ese cimiento de la historia que no tiene que ver necesariamente con insularismos, isloteñismos, pleitos insulares, etcétera. Ese patrimonio histórico y espiritual está mucho más allá de las pugnas locales, las rivalidades, las interferencias de los políticos. Porque cuando uno está lejos de las islas sin duda le pone los pelos de punta escuchar una isa, una folía, el tópico pero funcional pasodoble Islas Canarias, cualquier cosa que sea auténticamente popular.

Hizo mucho por la recuperación del folklore Nanino Díaz Cutillas y su programa Tenderete, de audiencia masiva en sus inicios. Hoy la audiencia está fragmentada, puesto que hay programas similares en TVE en Canarias y en la RTV Canaria. Las transmisiones de lucha canaria por fortuna no se han extendido a las riñas de gallos, que deberían ser suprimidas pese a ser tradicionales en ciertos municipios debido a que la sociedad cada vez está más mentalizada en cuanto a la necesidad de proteger el mundo animal, evitando todo tipo de violencia o maltrato. Obviamente, las peleas de perros, de carneros o de cualquier otra especie animal también habrán de ser perseguidas con rigor; tienen mucha presencia en determinados barrios marginales y dan pie a jugosas apuestas.

Distinguir identidad y folklore requiere manejar importantes matices que no siempre son bien entendidos. La identidad puede ser manipulable con cierta facilidad, a veces los medios de comunicación, y sobre todo la radio y la TV, generan una tendencia a estandarizar la identidad. El folklore, al contrario, tiene un concepto más amplio ya que puede estimarse que hace referencia al conjunto de prácticas, creencias y costumbres que son tradicionales de un pueblo. De este modo, hay que incluir no solo la música tradicional sino también los bailes, las leyendas, los cuentos, la artesanía y las supersticiones. En el caso de Canarias ya sabemos la importante presencia de las músicas latinoamericanas, especialmente de la zona del Caribe, así como la similitud en el uso del idioma, la gastronomía, etcétera. Con especial referencia al punto cubano, el arte de los verseadores que con tanta energía se aclimató en la isla de La Palma, donde se cuida en municipios como Tijarafe y otros lugares del norte de la isla a lo largo de sus fiestas patronales. Los repentizadores, los romances tan arcaicos que también se conservan en personas de mucha edad en algunos lugares de las islas, el gusto por la música mexicana, la aclimatación aquí de tantas canciones que nacieron al otro lado del océano y han cobrado carta de naturaleza, la cercanía sentimental con Venezuela: todos ellos son ingredientes que alimentan a nuestra gente, que desde siempre tuvo que coger las maletas para fundar ciudades al otro lado del mar, para superar el hambre, para hallar nuevos horizontes más allá de la estrechez de este suelo.

(Publicado en www.laprovincia.es, hoy lunes 2 de noviembre)