domingo, 16 de julio de 2017

El universo surgió de la nada y puede volver a suceder (ABC)



Viatcheslav Mukhanov, en la Fundación BBVA en Madrid
Viatcheslav Mukhanov, en la Fundación BBVA en Madrid - José Ramón Ladra
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El cosmólogo Viatcheslav Mukhanov (Kanash, antigua URSS, 1952) habla alto y claro, en todos los sentidos. Vehemente e impetuoso, escucharle es todo un espectáculo; por su discurso rápido, rotundo y fulminante, la energía que desprende su voz y un acento que suena en inglés, y en esto hay cierta ternura, a un malo de las películas de James Bond. Con la misma pasión habla del Big Bang, cita a San Agustín o muestra su rechazo a la política de Vladímir Putin. Este catedrático de la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich (Alemania) tuvo hace treinta años una idea brillante que también se le ocurrió a Stephen Hawking. Con toda seguridad el nombre del británico le sonará mucho más, pero ambos llegaron de forma independiente a la misma conclusión: las galaxias, las estrellas, los planetas... todo se formó a partir de un fenómeno microscópico llamado fluctuaciones cuánticas, generadas después del Big Bang. Y tenían razón, dice el científico ruso, «punto por punto». De eso ha hablado en la inauguración de una nueva edición del ciclo de conferencias científicas de la Fundación BBVA en Madrid. La suya se titulaba «De la nada al Universo».
-Entonces, ¿toda la materia surgió de la nada?
-El hecho de que el Universo se origine de la nada no contradice ninguna ley física. En eso incluso estaban de acuerdo los teólogos antes del Medioevo, pero entonces eran palabras y ahora son hechos confirmados experimentalmente. El Universo surgió de la nada y si me pregunta qué había antes...

-¿Qué había?
-La pregunta no tiene sentido, porque el tiempo también fue creado cuando surgió el Universo. San Agustín decía esto mismo.
-Cita a San Agustín... ¿Dios tiene un espacio en esa ecuación?
-Yo diría que las leyes de la física lo explican todo. Ahora, quién es el creador de esas leyes, eso es otra cosa. Es una pregunta abierta.
-Si esto ha sucedido una vez, ¿pudo suceder más veces? ¿Puede volver a suceder?
-Sí, podemos tener múltiples universos. De hecho, no parece una idea nada loca, pero esa tesis está fuera de la física, porque no es una conclusión sin ambigüedad y no sabemos cómo verificarlo. La física se encarga solo de las cosas que se pueden verificar, y la cosmología, gracias a la experimentación de los últimos años, es parte de ella, una ciencia natural.
 

miércoles, 12 de julio de 2017

5 grandes poemas de Eugenio de Andrade (Portugal)

Eugenio de Andrade, seudónimo de José Fontinhas (1923-2005), poeta y traductor portugués ganador del Gran Premio de Poesía de Portugal en 1989 y del Premio Camões en 2001, quien empezara su carrera poética con la publicación de Adolescente (1942) y As mãos e os frutos (1948)
Contemporáneo de los movimientos neorrealista y surrealista, no acusa la influencia de los movimientos literarios de su tiempo, proponiendo una poesía elemental, cuya musicalidad sólo encuentra precedentes en la lírica medieval galaico-portuguesa. Según sus propias palabras, la pureza de su verso «es simplemente pasión por las cosas de la tierra, en su forma más ardiente y todavía no consumada».
Andrade está considerado por muchos como la voz más fértil, el poeta luso más universal después de Pessoa. 


Ahora vivo más cerca del sol

Ahora vivo más cerca del sol, los amigos
no saben el camino: es bueno
ser así de nadie
en las ramas altas, hermano
del canto exento de algún ave
de paso, reflejo de un reflejo,
contemporáneo
de cualquier mirada desprevenida,
solamente este ir y venir con las mareas,
ardor hecho de olvido,
polvo dulce a la flor de la espuma,
eso apenas

Blanco en lo blanco

Haz una llave, aunque sea pequeña,
entra en la casa.
Consiente en la dulzura, ten piedad
de la materia de los sueños y de las aves.

Invoca el fuego, la claridad, la música
de los flancos.
No digas piedra, di ventana.
No seas como la sombra.

Di nombre, di niño, di estrella.
Repite las sílabas
donde la luz es feliz y se demora,

vuelve a decir: hombre, mujer, niño.
Donde la belleza es más nueva.

El amor

Estoy amándote como el frío
corta los labios.

Arrancando la raíz
a lo más diminuto de tus ríos.

Inundándote de dagas
de saliva esperma lumbre.

Estoy rodeado de agujas
tu boca más vulnerable.

Marcando en tus costados
el itinerario de la espuma.

Así es el amor: mortal y navegable.

En un lugar al sur...

Es un lugar al sur, un lugar donde
la cal
amotinada desafía el mirar.
Donde viviste. Donde a veces en sueños
vives aún. El nombre empapado de agua
te escurre en la boca.
Por caminos de cabras descendías
a la playa, el mar batía

en aquellas piedras, en estas sílabas.
Los ojos se perdían ahogados
en el fulgor
del último o del primer día

Era la perfección.

La lluvia cae en el polvo igual que el poema...

La lluvia cae en el polvo igual que en el poema
de Li Po. En el sur
los días tienen ojos grandes
y redondos; en el sur el trigo ondula,

sus crines danzan en el viento,
son la bandera
descamisada de mi embarcación;

en el sur la tierra huele a lino blanco,
a pan en la mesa,
el fulvo ardor de luz invade el agua,
cayendo sobre el polvo, leve, encendida
Igual que en el poema

(Versiones de Aníbal Núñez)

martes, 11 de julio de 2017

Ángel Sánchez ingresa en la Academia Canaria de la Lengua



El próximo viernes 14 de julio, a las 19.00 horas, tendrá lugar en el Salón de Actos de la Biblioteca Pública del Estado de Las Palmas de Gran Canaria la ceremonia de ingreso en la Academia Canaria de la Lengua de Ángel Sánchez Rivero, (Gáldar, 1943) que se incorporará como académico numerario de la sección segunda, con escritores y estudiosos de la literatura canaria. Es poeta, narrador, ensayista y antropólogo. Cursó sus estudios de Educación Primaria y Secundaria en Gáldar y en Las Palmas de Gran Canaria; también de alemán en la Deutsche Schule y de francés en la Alliance Française de dicha ciudad. Posteriormente, se especializó en Filología y Antropología en la Universidad de La Laguna, Universidad de Salamanca, Université de Grenoble, Université Paris-Vincennes y Universität Göttigen. Todo ello contribuye a su formación intelectual y al desarrollo de sus diversas inquietudes intelectuales y creadoras. Si en Canarias tiene como compañeros de universidad a Eugenio PadornoJorge Rodríguez Padrón y Alberto Pizarro, en Salamanca coincide con los poetas Aníbal Núñez y José Miguel Ullán, de orientación más experimental. En París, donde se halla en 1968, sigue cursos y conferencias en la Sorbonne, escucha a Claude Lévi-Strauss, a Jean-Paul Sartre o a figuras como Dénis Roche, animador de la revista Tel Quel y profesor suyo en Vincennes. En Alemania profundiza en el conocimiento de escritores como Georg Trakl, Gottfried BennIngeborg Bachmann o Hans Magnus Enzensberger, a los que traduce para la revista canaria Fablas o para otras publicaciones. Se interesa, además, por los caminos de la poesía visual, sobre todo por la obra del suizo Eugen Gomringer, por la poesía concreta alemana y la actividad de los brasileños del grupo Noigandres. Su obra visual es considerable y muy reconocida. Ha ejercido su actividad docente en la Universidad Laboral de Las Palmas de Gran Canaria. Inmerso en la renovación creadora de los años 60 y 70, siempre muy independiente, su poesía destaca por su fuerza experimental y por dejar atrás tradiciones y tópicos. Si en el dominio de la poesía canaria puede mirar hacia la época de los conquistadores o hacia  Bartolomé Cairasco de Figueroa, el poeta canario del Siglo de Oro, su escritura opta con frecuencia por el mestizaje y la "mestura". A partir de una voz que transita por las inquietudes fundacionales de la poesía contemporánea bajo la conciencia de un "yo tardío", en la línea de un Gottfried Benn, Ángel Sánchez se aleja de toda melancolía para no privarse de nada: referencias cruzadas e intertextuales, alusiones a escritores americanos, franceses o alemanes, roqueros radicales de su generación como Jimi Hendrix, referencias cinematográficas, etc. Su poesía, además, alcanza una proyección visual en su deseo de romper con el orden que impone el lenguaje verbal. En esto se encuentra cercano a los concretos brasileños. (De www.laprovincia.es)

3 poemas de Ferlinghetti (Beat Generation, Contracultura, Movimiento hippie)



Este es uno de los miembros de la Beat Generation norteamericana, junto con Kerouac, Allen Ginsberg y otros dos menos conocidos: Lamantia y Corso. Poesía torrencial, urbana, contestataria, aluvión vital. Son escritores de los años 50 que rechazan los valores estadounidenses clásicos, elogian las drogas, la libertad sexual y el estudio de la filosofía oriental. Influyen en la contracultura, el movimiento hippie. Sus principales obras son Aullido, de Ginsberg, en el 56; En el camino, de Kerouac, en el 57 y El almuerzo desnudo, de W.S. Borroughs, en el 59. Lawrence Ferlinghetti nació en Nueva York; su padre, inmigrante, murió antes de que él naciera y su madre tuvo problemas mentales, por lo cual fue criado por sus tíos. Fue oficial al mando en el desembarco de Normandía. La foto data de 1958. (Poemas tomados de Ediciones Alma_Perro)

MISS SUBTERRÁNEOS

Puedes encontrar
a Miss Subterráneos
del 57
viajando ida y vuelta
en el subte
a las cuatro de la mañana
Puedes encontrar
a Miss Subterráneos
del 57
su negra nariz aplastada
las fosas nasales
rellenas con tapones de algodón
del tamaño de monedas de 50
yendo de Times Square
a la Grand Central Station
viniendo de la Grand Central
al Times Square
una y otra vez
en el subte
a las cuatro de la mañana
colgada de su cielo
el pasamanos
los brazos dorados
sembrados de heridas

CRISTO SE BAJÓ

Cristo se bajó
de Su Árbol desnudo
este año
y huyó a donde
no hubieran árboles de navidad arrancados
Cristo se bajó
De su árbol desnudo
Y huyó a donde
No hubiera árboles de navidad dorados
ni árboles de Navidad plateados
ni árboles de Navidad de papel de estaño
ni árboles de Navidad de plástico rosado
ni árboles de Navidad de oro
ni árboles de Navidad negros
ni árboles de Navidad celestes
adornados con velitas eléctricas de lata
y tíos pesados y creídos
Cristo se bajó
de su Árbol desnudo
este año
y huyó a donde
ningún intrépido vendedor ambulante de Biblias
recorriera el países
en un cadillac de dos tonos
y donde ningún nacimiento de Sears Roebuck
completo con niño de plástico y pesebre
llegara por correo certificado
el niño con entrega inmediata
y donde los Magos de televisión
no cantaran alabanzas al Whisky Lord Calvert
Cristo se bajó
de su árbol desnudo
este año
y huyó a donde
ningún gordo desconocido y bonachón
vestido de franela roja
con barba de mentira
caminara haciéndose pasar
por una especie de santo del Polo Norte
a través del desierto de Belen Pennsylvania
en un trineo Volkswagen
arrastrando por renos retozones de Adirondack
con nombres alemanes
y cargado de sacos de Humildes Regalos
de Sacks de la Quinta Avenida
para el Niño Dios que cada uno se imagina
Cristo se bajó
de su árbol desnudo
este año
y huyó a donde
los cantadores de villancicos de Bing Crosby
no lloriquearan que la Nochebuena es fría
y los ángeles del radio City
no patinaran sin alas
en un país de las maravillas todo nevado
entrando a un cielo de alegres cascabeles
diariamente a las 8:30
con matinés de la Misa del Gallo
Cristo se bajó
de su árbol desnudo
este año
y se fue a refugiar silenciosamente en
el vientre de una anónima María otra vez
donde en la noche oscura
del alma anónima de cada uno
el espera otra vez
una inimaginable
e imposible
inmaculada Reconcepción
la más loca
de las Segundas Venidas

UN CONEY ISLAND DE LA MENTE

En las grandes escenas de Goya nos parece que
vemos
los pueblos del mundo
exactamente en el momento en que
por primera vez alcanzaron el título de
“humanidad sufriente”
Se retuercen en la página
con una verdadera furia de adversidad
amontonados
gimiendo con bebés y bayonetas
bajo cielos de cemento
en un paisaje abstracto de palos secos
estatuas dobladas alas de murciélagos y picos
horcas resbalosas
cadáveres y gallos carnívoros
y todos los rugientes monstruos finales de la
“imaginación del desastre”
son tan sangrientamente reales
es como si todavía existieran realmente
y existen
sólo el paisaje ha cambiado
todavía están alineados en las carreteras
plagadas de legionarios
falsos molinos de viento y gallos dementes
son la misma gente
solo que más lejos del hogar
en autopistas de cincuenta carriles
en un continente concreto
intercalado de blandos anuncios
representando imbéciles ilusiones de felicidad
la escena tiene menos cureñas
pero más ciudadanos inválidos
en automóviles pintados
y llevan placas extrañas
y motores
que devoran Norteamérica

La independencia ¿sale a devolver?


lunes, 10 de julio de 2017

La fraternidad de los poetas

En las islas hay un borbotón de nuevos creadores, particularmente en poesía aunque también en narrativa, bellas artes, música, teatro, danza, y unas cuantas disciplinas más. Como se multiplican los talleres literarios, cada año gente nueva da a conocer sus poemas y sus relatos, que pronto acabarán dando forma a sus primeros libros. Muchas veces son autoediciones, gente que se dirige directamente a una imprenta olvidándose de las editoriales grandes, medianas o pequeñas, que suelen dar plazos largos para la publicación. Gestionar directamente con la imprenta reduce el tiempo de espera, en la era digital lo más complicado es la maquetación del libro, el resto es un proceso que se ha abaratado. Muchas veces lo que surge son libros colectivos, se supone que las antologías con muchos participantes están mejor posicionadas a la hora de conseguir que la edición se venda e incluso que se publique de nuevo, bien es verdad que la mayoría de las veces las tiradas son cortas, casi siempre por debajo de los 200 ejemplares. Existe una tendencia a publicar de 100 en 100, incluso de 50 en 50, a medida que se recupera la inversión se acude a la imprenta para encargar más ejemplares. Los participantes son mujeres y hombres de distintas edades ansiosos por dar a conocer su obra, son tan entusiastas e inasequibles al desaliento que alargan hasta el máximo las lecturas de sus versos. Hay múltiples convocatorias para ello, incluso se están formando clubs más o menos cerrados que vienen a actuar como foros de apoyo para sus integrantes; llevan sus libros a los pueblos, los llevan a las islas, dramatizan sus lecturas con golpes de efecto destinados a llamar la atención de los auditorios, pues ya se sabe que en nuestro entorno se lee más bien poco.
Siempre llevan prisa los poetas, sienten la urgencia por dar a conocer sus versos frescos como panes recién hechos, sienten la imperiosa necesidad de rememorar aquellos versos suyos más conocidos. Son cada vez más frecuentes los recitales que duran horas, pues son convocatorias abiertas a las que puede sumarse cualquiera, son como asambleas populares de la palabra, con plena libertad para intervenir con cualquier tipo de trabajo. Y, puesto que la escritura se ha democratizado, hay docenas, incluso cientos de voces dispuestas a leer sus creaciones, independientemente del rigor y la calidad de sus versos. Muchas veces son versos casi espontáneos, que han sido escritos en un santiamén porque muchos de estos poetas prefieren leer la composición tal como la han escrito, sin someterla a posteriores correcciones.
Esa poesía poco elaborada, con escasa estética, pero que cuenta emociones, vivencias y sentimientos elementales, siempre tiene éxito, sobre todo si el poeta la dice con voz firme. Porque aquí surge otra cuestión: la mayoría de los poetas no leen bien sus versos. Mayormente les preocupa ser entendidos por públicos poco habituados a la literatura más que la técnica y la forma expresiva. Como decíamos, son autores de textos espontáneos, que suelen hablar sobre temas clásicos: el amor, el desamor, la violencia de género, la crisis en todas sus facetas, el paso del tiempo, la vida y la muerte, las pequeñas anécdotas cotidianas. Uno de los grandes problemas de este tipo de obra es la falta de lecturas de sus autores, personas que trasladan sus emociones y sus conflictos al papel sin haberse preocupado suficientemente en el aprendizaje. Leer, es decir informarse, puede ser una pesada carga, pero sin conocer la tradición literaria, sin esforzarse en leer no serás capaz de escribir bien. Para escribir medianamente bien hay que estudiar, y mucho.
El Gobierno de Canarias dedicó el Día de las Letras Canarias del 2014 a la obra de nuestro poeta Agustín Millares Sall, y con este motivo hubo una revisión crítica de su obra. Agustín pertenecía a aquellos poetas que escribían para transformar la sociedad, era un propósito difícil de realizar pero ahí estaba la voz de los líricos, una voz que lanzaba proclamas hacia los tiempos distintos que habrían de venir cuando el país fuese un hogar para todos, más allá de los odios y las persecuciones, de las dos Españas de la guerra civil. Por supuesto que la poesía por sí sola no consigue cambiar el mundo, pero sí ayudó a crear un ambiente, junto con los cantautores que muchas veces hacían en música los poemas que todo aquel grupo escribía. Los poetas lanzaban sus versos con mucha inteligencia, siempre con mensajes entre líneas, para burlar la censura. Recordemos que la censura previa obligatoria se mantuvo en España hasta la denominada Ley Fraga, de 1966. En la ciudad de Las Palmas el abogado y periodista Antonio Cillero fue el último funcionario encargado de supervisar los textos. Yo mismo le llevé mi libro de poemas Crónica de todos nosotros, Premio Julio Tovar en Santa Cruz de Tenerife, que salió en 1972, en Inventarios. Los años 60 fueron años de acelerón histórico: a raíz de Mayo del 68 en Francia la universidad se agitó, la necesidad de cambio iba calando en la sociedad. Todo esto desembocó en el borbotón libertario tras la muerte de Franco, cuando la poesía ganó la calle y los poetas eran vitoreados en los actos públicos.
Tanto Agustín Millares como Pedro Lezcano, por su militancia política, llenaban los terreros de lucha canaria y conseguían audiencia en los campos de fútbol cuando las primeras elecciones. La poesía, al fin, estaba en la calle, viva. Tanto Agustín como Pedro Lezcano y Pedro García Cabrera tuvieron la suerte de que algunos de sus poemas fueron cantados por gente importante: Taburiente, Caco Senante, el grupo Palo, Rosa León, Los Sabandeños. Agustín y Lezcano eran más mitineros, García Cabrera añadía un tono más introspectivo y existencial a su literatura, venía de Gaceta de Arte y le preocupaba más el sentimiento metafísico de la insularidad. La poesía hecha canción entra muy bien en el pueblo llano, que normalmente no tiene ni libros ni periódicos en su casa y jamás lee un libro. Podríamos considerar que la poesía está hecha para la oralidad y el colectivo de los cantautores, desde Joan Manuel Serrat a Pablo Milanés o Silvio Rodríguez o Amancio Prada o Pete Seeger o Joan Báez o Bob Dylan o Georges Moustaki o Jacques Brel o Leonard Cohen, ha hecho una labor esencial a la hora de divulgar ese mensaje que mira hacia nuestro interior, el alma, el asombro ante la vida.
(Foto histórica de grupo: Vicente Aleixandre con Agustín Millares Sall, Pedro Lezcano, Pino Ojeda,  Pedro Perdomo Acedo, Ventura Doreste y Padorno)

sábado, 8 de julio de 2017

El 13 de julio, aniversario de Frida Khalo

El próximo jueves 13 de julio se cumplen 63 años de la muerte de Magdalena Carmen Frida Khalo Calderón, la torrencial pintora de México. Marcada por la poliomelitis de la infancia y por el grave accidente que la mantuvo postrada en cama largos años, se sometió a innumerables operaciones de cirugía; su vida se truncó a los 47 años. Su obra gira en torno a su biografía y a su sufrimiento, hizo unas 200 obras, en buena parte autorretratos, en los que proyectó sus dificultades para sobrevivir. Fue mujer del reconocido Digo Rivera, y, como él, compartió su devoción por el arte popular de raíces indígenas. En 1939 expuso en Francia gracias a André Breton; ella decía que su obra no era surrealista sino que pintaba su propia vida. La admiraron pintores como Picasso, Kandinski o Marcel Duchamp. Su obra fue verdaderamente célebre tras su muerte, y sobre todo en la década de 1970 se aceptó que fue la pintora latinoamericana más importante. En su diario habló explícitamente de ideas suicidas, hizo varios intentos pero también afirmó que lo único que la retenía era Diego Rivera, pues creía que le hacía falta.   En realidad, creó una pintura muy personal, ingenua y metafórica, producto de su exaltación y de su durísima vida.  En su búsqueda de las raíces de México, hizo obras inspiradas en la iconografía de su país anterior a la conquista, pero son los cuadros que se centran en ella misma y su vida los que la han convertido en un mito. El arte le sirvió para luchar contra una realidad hostil, su precaria salud, sus dificultades tras los amoríos de su marido. Su obra refleja la lucha entre su ansia de felicidad y la insistente amenaza de su destrucción; el dolor, la impotencia, los sueños de ser madre, etc.

Agustín Millares: la poesía en la calle



Tuve la suerte de conocer muy de cerca a tres grandes poetas de la segunda mitad del pasado siglo: Pedro García Cabrera, Agustín Millares Sall y Pedro Lezcano, tres autores de corte próximo aunque con matizaciones. Todos hemos tenido alguna vez una porción de poeta y una porción de loco, y la poesía es un género literario especialmente brillante cuando es leído con ante auditorios atentos. Así declamaba sus versos Agustín Millares Sall, una poesía de lucha y de proclama, una poesía hija de la represión, una voz rebelde que había que leer entre líneas, escrita con rigor y estética, hija de la tradición, contemporánea de los grandes nombres: Celaya, Otero, Alberti. El pasado 30 de junio fue conmemorado el centenario de su nacimiento, y lo ha sido de la mejor manera posible: lanzando sus versos a los aires en la calle que lleva su nombre, junto al Mercado del Puerto de esta ciudad. Según Jesús Páez, profesor de la ULPGC y autor de una extraordinaria tesis doctoral, Millares fue visceral y fecundo y en su obra distingue varias etapas: la primera formativa y mimética, la segunda social-realista, la tercera social-coloquial, la cuarta lúdico-surrealista y la última metafísico-reflexiva. Y en ese cuerpo están la esperanza y la utopía, el compromiso y la lucha por cambiar la sociedad, la poética del amor y la familia, el deseo de conseguir la libertad y la paz universal. Para Páez, Agustín fue represente de una lírica impura y un referente.

Yo, poeta, declaro que escribir poesía / es decir el estado verdadero del hombre, / es cantar la verdad, es llamar por su nombre / al demonio que ejerce la maldad noche y día. / El poeta es el grito que libera la tierra, / la primera montaña que divisa la aurora, / la campana que toca la canción de la hora, / el primer corazón que lastima la guerra… Estos versos son indelebles, inmarchitables, tienen la frescura y la lozanía de lo que está bien hecho. Pues el poeta se pone sobre sus hombros la piel del pueblo, aspira a la fraternidad. Agustín tiene poemas inolvidables, como La canción de la calle, Contigo, o No vale: Te digo que no vale / meter el sueño azul bajo las sábanas, / pasar de largo, no saber de nada, / hacer la vista gorda a lo que pasa, / guardar la sed de estrellas bajo llave. Dentro de las actuales tendencias de la poesía española sobrevive una Poesía de la conciencia que hereda el espíritu de aquella poesía social de los años 60. Y, a su muerte, Agustín dejó poemas inéditos en los que abordaba su visión de la naturaleza, la ecología, lo lúdico, el amor y la muerte; desde aquel tono realista y luchador de la postguerra el poeta evolucionó hacia temas más existenciales, hacia las cosmogonías, su visión humanista de las glorias y las tragedias de los humanos.

En nuestra charla titulada Cuando la poesía estaba en la calle, que ofrecimos en la Biblioteca Insular del Cabildo de Gran Canaria el 27 de marzo de 2014, nos referíamos a los años de apogeo de la poesía social en España, entre 1955 y 1975 y decíamos que Agustín aportó rigor, musicalidad del verso, energía, vibración. Contundencia. Para mí el mejor Agustín Millares debió ser mucho más conocido fuera, aunque su obra fue algo irregular podemos decir sin complejos que en sus grandes poemas estaba al nivel de Gabriel Celaya, Blas de Otero, José Hierro, Rafael Alberti. No tenía la elaboración digamos literaria ni el intimismo de Vicente Aleixandre pero sí  el instinto del verso, el soneto, el romance, incluso el verso libre, salvaguardando siempre el ritmo, la musicalidad, la sonoridad de la palabra. Practicó la poesía como testimonio y era una voz disidente frente a la falta de libertades. De él me seducen varias cosas: su rabia, su rebeldía, su instinto. Tuve la suerte, recién llegado a Gran Canaria, de frecuentar su humilde casa con J.J. Armas Marcelo, Isidro Miranda y el grupo de Inventarios. Allí siempre fuimos bien recibidos por Magdalena Cantero, allí viví alguna anécdota divertida y también provocativa, como cuando, en una madrugada alcohólica, vimos una pintada frente a su casa que ponía ETA no, y, bajo los influjos del whisky, conseguimos una brocha y se pintó ETA sí; entendíamos que ETA nos podía librar de la dictadura. Estamos hablando de 1972, cuando las primeras acciones de la banda iban dirigidas contra el franquismo y despertaban cierta admiración en la izquierda, no hablamos de lo que luego fue ETA con su actuación sanguinaria y sus cientos de muertos.

Yo destacaría tres poemas: El Yo poeta declaro, que es la segunda parte del poema titulado Saludo, también me entusiasman No vale y La calle. A él particularmente le gustaba mucho su Oda a México, porque México acogió a muchos exiliados de la guerra civil, y entre ellos a intelectuales y pensadores canarios. Eran poemas para generar conciencia, pero por encima de todo eran poemas hechos con una gran belleza, con un gran tino literario. De sus libros, Poesía unánime me parece memorable. Y también sus últimas publicaciones, en las que hay digamos un giro hacia temas más cosmopolitas, más ecológicos, más ambientales. La sociedad había cambiado, ya no era tan necesaria la llamada a la conciencia de las masas y el poeta indaga entonces sobre el cosmos, la esposa, la familia, la amistad, los hijos, la muerte. La democracia parecía asentada, la sociedad cambiaba velozmente, tenía motivos para seguir escribiendo porque en el fondo el poeta, el escritor, es un ser carencial, insatisfecho, que busca la belleza y la trascendencia aun cuando es consciente de que su esfuerzo es en vano. Pero, aun así, siempre seguirá desafiando el folio en blanco y la pantalla del ordenador.

Agustín, el poeta vehemente y fecundo, aun tendría muchos asuntos para lanzar su voz a las calles: las corrupciones de los políticos y banqueros, las consecuencias de la crisis sobre los más desprotegidos, el cambio climático y las actitudes del emperador Donald Trump, las hipocresías de las élites, las guerras del imperio, los indignados, los inmigrantes y los cayucos, la multitud de parados, las contradicciones de esta democracia nuestra, en la que el pez grande siempre se come al pez chico. Recuerdo algún recital de poetas que organizamos en institutos con las voces de Pedro Lezcano, Agustín y Francisco Tarajano, tres nombres combativos  que dieron fe de un tiempo y un lugar. Agustín aportó energía, musicalidad, contundencia, y en sus grandes libros estaba al nivel de Gabriel Celaya, Blas de Otero, José Hierro, la generación de poetas sonoros y rebeldes. Memorable la grabación de su Antología Personal (Centro de la Cultura Popular Canaria) junto a la guitarra de Totoyo. La poesía entendida como habla viva y testimonio, como denuncia y protesta, recogiendo el espíritu de los clásicos: Miguel Hernández, César Vallejo, Pablo Neruda. Poesía que se levantaba frente a la falta de libertades en foros como El Museo Canario, donde la policía llegó a interrumpir un recital de Gloria Fuertes.  Poesía que siempre trataba de levantar esperanzas, iluminar corazones. Pues la misión del escritor debería ser alumbrar la belleza, luchar por la utopía de un tiempo mejor, lanzar un abrazo vitalista a los otros, compartir el afán de  superación ante los reveses de la vida, rescatar el ideal de felicidad y compasión. Personalmente, prefiero uno de sus últimos libros, Segunda enseñanza, poesía con menor tono de protesta, más trascendente y simbólica; es todavía una voz social pero de afán más universalista. En síntesis: Agustín vive más allá del centenario.
(Publicado en La Provincia, suplemento Cultura, 8 de julio. Foto: Agustín con Rafael Alberti)

jueves, 6 de julio de 2017

Record mundial: 66 millones de árboles en 12 horas (El Mundo)


La India ha dado un paso adelante en su compromiso con el Acuerdo de Paríssobre el clima. Según informa ABC news, el país asiático ha batido un récord mundial, al plantar 66 millones de árboles en doce horas. Para alcanzar esta tan alta cifra, han sido necesarios 1,5 millones de voluntarios.
Especialistas del Record Guinness han supervisado esta nueva hazaña y se espera que confirmen la marca en las próximas semanas. El pasado año la región de Uttar Pradesh ya había batido un récord al plantar 50 millones de árboles en 24 horas.
El gobierno indio intenta así cumplir su promesa de sembrar una superficie forestal de cinco millones de hectáreas, como anunció en la Conferencia por el Cambio Climático celebrada en de París en 2015.
 

La llamada (cuento de Marta Díaz Petenatti)


Laura estaba hablando por teléfono cuando la lluvia arreciaba y el cielo se iluminaba con explosiones de luces.
Mario le hablaba de su actual problema pero ella, debido al miedo que le producían las tormentas, no podía seguir prestándole atención. Le explicó sus temores y finalizó la conversación fijándola para otro día.

Pensó que su psicólogo tenía razón, las engramas de su psique no le permitían resolver el problema de la fobia a las tormentas. En eso pensaba cuando de pronto se interrumpió la corriente eléctrica y todo quedó en penumbras.

Le costó recordar dónde había dejado la linterna. A tientas fue recorriendo con sus manos los estantes de la biblioteca donde imaginaba la había dejado. En un rincón la sintió en sus dedos.
Entre la luz de los relámpagos le pareció ver, en el edificio vecino, a una pareja que discutía. Sacudió la cabeza para borrar la imagen que había observado pensando que su vista, ayudada por las luces, le había producido esa extraña ilusión óptica.

Volvió a la sala, miró nuevamente la casa del frente y supo que no se había equivocado. Ahora sí, y con claridad, vio a un hombre que, con furia, clavaba un arma semejante a un cuchillo una y otra vez en el cuerpo de una mujer.
Asustada dio vueltas en círculos. No atinaba a nada. Sentía aumentar su impotencia pero luego reaccionó.

Salió corriendo mientras profería gritos para llamar la atención y lograr que los vecinos la siguieran.
Al llegar a la casa golpeó desesperada con los puños. Luego de unos instantes que le parecieron eternos la puerta se abrió.

Apareció una mujer joven y bella que, apoyando el antebrazo sobre el marco y recostándose displicente sobre él, levantó una ceja en señal de asombro y preguntó:
_¡¿ Todos vienen al curso de teatro!?

El otro yo (cuento breve de Mario Benedetti)




Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la nariz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente , se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse incómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañana siguiente se había suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.
Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas . Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: “Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable”.
El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.

miércoles, 5 de julio de 2017

El desastre se avecina, tendremos que abandonar la Tierra (Stephen Hawking)


Hasta ahora la especie humana ha sorteado las más devastadoras epidemias y persecuciones, guerras de exterminio, hambrunas, inundaciones, volcanes y tsunamis; de todos esos desastres hemos conseguido sobrevivir. El ingenio humano ha logrado tales avances que en ocasiones nos consideramos pequeños dioses: han venido en nuestro auxilio la penicilina y todos los antibióticos, los progresos médicos y farmacológicos, las revoluciones industriales, los aviones, los ordenadores e internet. Sin embargo, hay muchos países donde el hambre y el analfabetismo son endémicos y la esperanza de vida apenas llega a los 40 años; quedan muchas guerras y conflictos mantenidos porque a la industria armamentista le interesa mucho este negocio. Una de cal y otra de arena, una de luz y otra de sombra. Este proceso pendular nos hace ver que aparentemente quedan atrás los episodios atroces de nuestra historia: las guerras de religión, el nazismo, la Inquisición, las cruzadas, el exterminio de las tribus indígenas en América del Norte y del Sur y en Australia, el tráfico de esclavos que duró hasta anteayer, etcétera. Pero ya ideamos un futuro perfecto con robots que nos liberen de las tareas más penosas, y ahora que algunos sueñan con tales avances tecnológicos que incluso se plantean conseguir la inmortalidad, viene algún aguafiestas a recordarnos no solo nuestra debilidad como animales cercados por la vejez, la enfermedad y el exterminio, sino la propia flaqueza del lugar que habitamos en el cosmos.
En los últimos tiempos el británico Stephen Hawking ha vuelto a arremeter contra Donald Trump por la cerrazón de este al no suscribir los pactos internacionales contra el cambio climático, el efecto Trump vendría a acelerar el final trágico que el cosmólogo inglés prevé para el mundo en que vivimos. Ignorante y altivo son dos de los adjetivos –más suaves– que ha utilizado contra el nuevo presidente norteamericano. Hawking, que es una celebridad mundial con sus opiniones contundentes sobre muchas cosas, ha dicho de nuevo que la especie humana no tiene futuro en el planeta Tierra y que habrá que ir a otros espacios para sobrevivir; como hay un exceso de población se origina una sobreexplotación de los recursos, por su proceso natural el sol se extinguirá, disminuirá la gravedad del planeta y la vida será insostenible. Si Trump sigue adelante con sus planes de primar el consumo de petróleo, nuestro lugar acabará convirtiéndose en un desolado Venus con altísimas temperaturas, y eso será antes de lo que estaba previsto. La única salida para la humanidad, insiste, será la colonización de otros planetas ya que la Tierra tiene sus días contados.

Hawking se manifestó desolado tras los resultados del referéndum del Brexit, porque según sus palabras dejar la Unión Europea será un desastre para la ciencia universal, ya que en el mundo actual es preciso que los expertos estén unidos tanto para colaborar en avances como también para protegerse ante peligros que afectan a toda la humanidad. Además, señaló que el Brexit será nocivo para Gran Bretaña, para estudiantes y académicos que provienen de otros países y llegan a universidades británicas, así como también será malo para los propios profesores y alumnos de su país.
Pues bien, según la visión apocalíptica de este sabio, estamos al principio de una nueva era, en la que los humanos están desarrollando la tecnología necesaria para colonizar el cosmos. En una intervención del festival Starmus, en Noruega, tres astronautas de la NASA que viajaron a la Luna coincidieron con Hawking en que ha llegado el momento de ir más allá de la órbita terrestre; el primer paso debe ser volver a enviar misiones tripuladas a la Luna y probar allí las tecnologías necesarias para viajar a destinos más lejanos. Pero el momento de mandar gente a Marte difícilmente ocurrirá antes de 50 años, y explorar otras galaxias para ser capaces de habitarlas requerirá no décadas sino que habrá que esperar siglos. El especialista en agujeros negros fundamentó su pesimismo en que “el mundo se está volviendo demasiado pequeño para nosotros; los recursos físicos se están explotando a un ritmo alarmante”. Citó la extinción masiva de especies y la deforestación como pruebas de la acción destructiva de la humanidad. Cuando hemos tenido crisis similares en el pasado –recordó–, hemos colonizado nuevos territorios. Pero ya no hay ningún Nuevo Mundo al que extendernos. Nos estamos quedando sin espacio. Ha llegado la hora de explorar otros sistemas solares.

Todo esto podrá ser normal para futuras generaciones pero a los que todavía resistimos en la Tierra nos parece algo difícil de realizar. Existe un cierto optimismo cuando leemos que hacia el 2050 ya habrá tripulaciones en Marte, porque la vida humana en aquel lugar plantea muchas exigencias. Ahora Hawking precisa que en un plazo entre 200 y 500 años se podrían realizar los primeros viajes interestelares, que serán viajes sin retornos, y que un grupo de pioneros aterrice en un planeta de otro sistema solar. Hawking explica que el hecho de que no se hayan encontrado indicios de inteligencia en otros lugares del universo indica que posiblemente esas civilizaciones florecieron pero ya se han extinguido, como podría suceder en la Tierra dentro de varias generaciones.
Según la NASA y la ONU, la CIA y el Pentágono, el futuro de la humanidad está en precario; los riesgos son numerosos: crisis alimentaria, crisis energética, incremento de la desigualdad social, desertización creciente, falta de agua, etc. La convergencia de estos factores generaría el punto cero, la gran catástrofe, el colapso de la civilización. Hay quienes opinan que, aunque ya no estemos en la guerra fría, con actitudes como las de Corea del Norte puede surgir una guerra nuclear, que generaría millones de muertos y provocaría el invierno nuclear, la contaminación del aire y del agua, las infecciones mortales. La Organización Mundial de la Salud advierte sobre nuevos virus que resisten a los antibióticos; el control y la manipulación de la tecnología puede conducirnos a disponer de robots asesinos, armas letales autónomas. La inteligencia artificial provoca otro desafío: que se sitúe al margen de las leyes morales y éticas. ¿Podría desarrollarse la inteligencia artificial al margen de todas las normas? Estos avances surgen a gran velocidad, dejando a la sociedad sin tiempo para reaccionar. Por ejemplo, podríamos preguntarnos si algún científico no estará desarrollando ya la clonación entre humanos. Y así sucesivamente, podríamos plantearnos otras graves cuestiones que cuestionan nuestro modelo de civilización.

lunes, 3 de julio de 2017

Nuestra vulnerabilidad ante los desastres

 En días recientes se ha desencadenado una serie de acontecimientos que parecen impropios de nuestro mundo desarrollado. En Portugal, donde cada verano suele haber incendios devastadores, desde hace tiempo se han incrementado de manera lamentable las plantaciones de eucaliptos, un árbol de rápido crecimiento muy utilizado para la industria del papel pero que arde con una excesiva facilidad; la consecuencia es la proliferación de incendios de mucha gravedad, con miles de hectáreas calcinadas, con aldeas arrasadas y, sobre todo, con docenas de muertos. Algo similar sucedía en Galicia hace años, cuando abundaban las sospechas de que existían intereses inmobiliarios en el origen de las llamas de cada verano, el afán de destruir los bosques para levantar urbanizaciones en las afueras. En Londres, esa ciudad tan golpeada últimamente por los atentados, ardió una torre con muchos muertos por causa de que el constructor empleó un revestimiento muy inflamable, material que está prohibido en EEUU y en la Unión Europea. La estampa del edificio devastado y ennegrecido parecía más propia de un país del África profunda, de Asia o América Latina. Tenemos, pues, que tanto en Portugal como en Londres la aspiración de algún empresario a ganar más, bien sea sembrando especies peligrosas o poniendo un revestimiento que resulta muy combustible y por ello está fuera de la legislación, ha puesto en grave riesgo a todos los colectivos. Además, y por si fuera poco, la policía británica ha estado dando muestras de torpeza infinita a la hora de gestionar las acciones terroristas, con una tardanza inaudita en identificar a las víctimas de cada suceso, como ejemplo citaremos el de Ignacio Echeverría, quien murió enfrentándose directamente a los terroristas y cuyo cadáver tardó demasiado tiempo en ser identificado y repatriado a España.
A pesar de los progresos tecnológicos y del nivel de desarrollo del Primer Mundo, la vulnerabilidad es un concepto que parece sobreañadido a las sociedades actuales, la palabra proviene etimológicamente del latín (vulnerare) y describe la situación de debilidad en la que se encuentran las personas ante acontecimientos imprevistos o que no fueron gestionados de manera eficiente. En las sociedades actuales –aparentemente cómodas y seguras, instaladas todavía en la llamada sociedad del bienestar- sin embargo se extiende y multiplica la vulnerabilidad, la sensación de indefensión nos acompaña cada día no solo ante el riesgo de que surjan acciones terroristas indiscriminadas y difícilmente predecibles sino porque también son frecuentes los desastres mal gestionados que conducen a desgracias previsibles.
El uso del concepto vulnerabilidad social surgió recientemente. Existen múltiples teorías sobre la misma y la mayoría del trabajo realizado hasta ahora se centra en la observación empírica y modelos conceptuales, así sabemos por ejemplo que un porcentaje importante de los niños españoles han estado padeciendo y padecen todavía una grave posibilidad de caer en la pobreza, como una de las nefastas consecuencias de la crisis económica que todavía padecemos. La vulnerabilidad social es en parte producto de las desigualdades sociales, es decir los factores económicos y sociales que rigen en cada momento. Pero sin duda hay más. Así, estiman los sociólogos que la inseguridad y el acelerado cambio social son las circunstancias determinantes del escenario en el que nos toca vivir. Millones de personas, no sólo de clases populares sino de clases medias también, no pueden evitar la sensación de naufragar en algún aspecto de sus vidas, en el laboral o en íntimo, como si hubieran perdido el control, como si el timón no respondiera y fuera cada vez mayor la amenaza de hundirse irremisiblemente. El modelo familiar tradicional cayó en el baúl de los recuerdos, y una de las consecuencias es la visible disminución de la natalidad, con la pérdida de población que tanto daño podrá hacer en el futuro próximo. Las relaciones humanas van a ser diferentes y el individualismo va a ser el motor esencial del comportamiento.
¿Qué relación guarda la exclusión con la desigualdad social? ¿Qué aporta el término vulnerabilidad? ¿Cómo se redefinen estos tres conceptos cuando los colocamos sobre el plano de la inseguridad social? Y por último, ¿cómo podemos combatirlas, cómo podemos lograr una sociedad más justa y a la vez más segura? La desigualdad también conduce a la exclusión social y a la vulnerabilidad, y esta palabra que nos da escalofríos conlleva la sensación de incertidumbre que caracteriza al mundo global. En los años 80 y 90 en nuestro país existía una sensación de indefensión ante los continuos atentados de la banda ETA, ahora han callado las pistolas en el País Vasco pero se extienden como manchas de aceite nuevas vulnerabilidades. Por ejemplo, la aparición de un irreductible separatismo que parece dispuesto a llegar hasta el final, extendiendo la crispación social, generando nuevos ámbitos de conflicto.
Otra de las vulnerabilidades preocupantes es la que generan en esta época del año las altas temperaturas. Ahora que hemos entrado en el verano, conviene recordar que en el año 2003 se vivió una de las peores olas de calor en Europa desde que existen registros: durante la primera quincena de agosto se registraron temperaturas entre cinco y 10 grados por encima de lo habitual para esa época. En Francia murieron 11.435 personas, aunque algunas fuentes elevan esa cifra hasta las 18.000. En España, la cifra oficial de fallecidos fue de 141, según el Ministerio de Sanidad, pero, de nuevo, el número difiere. El Centro Nacional de Epidemiología afirmó que fueron 6.500 los decesos por la ola de calor, mientras que los datos del Instituto Nacional de Estadística indicaron que las víctimas mortales fueron casi 13.000. Hoy en día, el 30 por ciento de la población mundial está expuesta a sufrir un calor potencialmente mortal durante 20 días al año o más y, de no reducirse las emisiones de CO2 drásticamente, este riesgo seguirá creciendo. Si el calentamiento global sigue su camino ascendente, peligra incluso el diseño de las ciudades cercanas al mar.
Las noticias sobre el cambio climático no son tranquilizadoras, sino todo lo contrario. Ojalá China y la Unión Europea, nuevos aliados circunstanciales en la lucha ambiental, consigan tranquilizar las aguas después de la espantada del presidente norteamericano, un negociante instalado en la Casa Blanca dispuesto a poner por encima de todo sus negocios y los de su familia.