martes, 11 de julio de 2017

3 poemas de Ferlinghetti (Beat Generation, Contracultura, Movimiento hippie)



Este es uno de los miembros de la Beat Generation norteamericana, junto con Kerouac, Allen Ginsberg y otros dos menos conocidos: Lamantia y Corso. Poesía torrencial, urbana, contestataria, aluvión vital. Son escritores de los años 50 que rechazan los valores estadounidenses clásicos, elogian las drogas, la libertad sexual y el estudio de la filosofía oriental. Influyen en la contracultura, el movimiento hippie. Sus principales obras son Aullido, de Ginsberg, en el 56; En el camino, de Kerouac, en el 57 y El almuerzo desnudo, de W.S. Borroughs, en el 59. Lawrence Ferlinghetti nació en Nueva York; su padre, inmigrante, murió antes de que él naciera y su madre tuvo problemas mentales, por lo cual fue criado por sus tíos. Fue oficial al mando en el desembarco de Normandía. La foto data de 1958. (Poemas tomados de Ediciones Alma_Perro)

MISS SUBTERRÁNEOS

Puedes encontrar
a Miss Subterráneos
del 57
viajando ida y vuelta
en el subte
a las cuatro de la mañana
Puedes encontrar
a Miss Subterráneos
del 57
su negra nariz aplastada
las fosas nasales
rellenas con tapones de algodón
del tamaño de monedas de 50
yendo de Times Square
a la Grand Central Station
viniendo de la Grand Central
al Times Square
una y otra vez
en el subte
a las cuatro de la mañana
colgada de su cielo
el pasamanos
los brazos dorados
sembrados de heridas

CRISTO SE BAJÓ

Cristo se bajó
de Su Árbol desnudo
este año
y huyó a donde
no hubieran árboles de navidad arrancados
Cristo se bajó
De su árbol desnudo
Y huyó a donde
No hubiera árboles de navidad dorados
ni árboles de Navidad plateados
ni árboles de Navidad de papel de estaño
ni árboles de Navidad de plástico rosado
ni árboles de Navidad de oro
ni árboles de Navidad negros
ni árboles de Navidad celestes
adornados con velitas eléctricas de lata
y tíos pesados y creídos
Cristo se bajó
de su Árbol desnudo
este año
y huyó a donde
ningún intrépido vendedor ambulante de Biblias
recorriera el países
en un cadillac de dos tonos
y donde ningún nacimiento de Sears Roebuck
completo con niño de plástico y pesebre
llegara por correo certificado
el niño con entrega inmediata
y donde los Magos de televisión
no cantaran alabanzas al Whisky Lord Calvert
Cristo se bajó
de su árbol desnudo
este año
y huyó a donde
ningún gordo desconocido y bonachón
vestido de franela roja
con barba de mentira
caminara haciéndose pasar
por una especie de santo del Polo Norte
a través del desierto de Belen Pennsylvania
en un trineo Volkswagen
arrastrando por renos retozones de Adirondack
con nombres alemanes
y cargado de sacos de Humildes Regalos
de Sacks de la Quinta Avenida
para el Niño Dios que cada uno se imagina
Cristo se bajó
de su árbol desnudo
este año
y huyó a donde
los cantadores de villancicos de Bing Crosby
no lloriquearan que la Nochebuena es fría
y los ángeles del radio City
no patinaran sin alas
en un país de las maravillas todo nevado
entrando a un cielo de alegres cascabeles
diariamente a las 8:30
con matinés de la Misa del Gallo
Cristo se bajó
de su árbol desnudo
este año
y se fue a refugiar silenciosamente en
el vientre de una anónima María otra vez
donde en la noche oscura
del alma anónima de cada uno
el espera otra vez
una inimaginable
e imposible
inmaculada Reconcepción
la más loca
de las Segundas Venidas

UN CONEY ISLAND DE LA MENTE

En las grandes escenas de Goya nos parece que
vemos
los pueblos del mundo
exactamente en el momento en que
por primera vez alcanzaron el título de
“humanidad sufriente”
Se retuercen en la página
con una verdadera furia de adversidad
amontonados
gimiendo con bebés y bayonetas
bajo cielos de cemento
en un paisaje abstracto de palos secos
estatuas dobladas alas de murciélagos y picos
horcas resbalosas
cadáveres y gallos carnívoros
y todos los rugientes monstruos finales de la
“imaginación del desastre”
son tan sangrientamente reales
es como si todavía existieran realmente
y existen
sólo el paisaje ha cambiado
todavía están alineados en las carreteras
plagadas de legionarios
falsos molinos de viento y gallos dementes
son la misma gente
solo que más lejos del hogar
en autopistas de cincuenta carriles
en un continente concreto
intercalado de blandos anuncios
representando imbéciles ilusiones de felicidad
la escena tiene menos cureñas
pero más ciudadanos inválidos
en automóviles pintados
y llevan placas extrañas
y motores
que devoran Norteamérica

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