domingo, 29 de julio de 2012

¡Qué tiempo tan feliz! (40 años atrás, Vargas Llosa)

Del baúl de los recuerdos surgen cosas sorprendentes. Eran tiempos de fotos en blanco y negro. El 3 de abril de 1972 me incorporé a la redacción de La Provincia, unos meses después debió surgir esta imagen. Vargas Llosa venía a Canarias con cierta frecuencia, sobre todo a Gran Canaria. Eran tiempos de la pequeña editorial Inventarios Provisionales, pequeña pero no tanto porque incluso tuvo distribución fuerte en la Península, gracias a Carlos Barral. Inventarios se incorporó al grupo de Libros de Enlace. Bien: la editorial Inventarios que yo conocí estaba protagonizada por J.J. Armas Marcelo, Isidro Miranda, Justo Jorge Padrón, Santiago Alonso, Víctor Ramírez, Rafael Franquelo… En aquellos tiempos Vargas Llosa todavía hablaba bien de la Revolución Cubana. Ya tenía varias obras maestras a sus espaldas.

sábado, 28 de julio de 2012

Lamento por la Tierra (vídeo con música de Mike Oldfield)

http://www.youtube.com/watch?v=r1McToDhpE8

El perro, la gata y la graja (aventura con animales)

Una de las cosas que más me gustan es ir a casa del abuelo Tito, que vive en las medianías, casi arriba en el puro monte, por donde andan los mirlos, los cernícalos y las grajas. Ya no hay ganado suelto, no todas las huertas se cultivan, la mayoría de los frutales están perdidos porque los viejitos se han ido muriendo y la gente nueva no tiene excesiva afición a coger la guataca. Una casa muy antigua, con humedades y tejas desconchadas, que el abuelo todavía repasa con maña antes de cada invierno. Y la huerta donde siempre ha plantado sus papitas, sus habas, sus verduras. Ya tuvo que vender otras tierras por no poderlas atender, y es que el abuelo se quejaba de que nadie quería quedarse a trabajar en la huerta porque sus tres hijos se habían ido de la isla a esos mundos de fuera. Aunque uno de ellos, mi padre Fabián, volvió al cabo de los años.
Por eso ahora tengo cerca al abuelo que sabe muchas cosas del Estado Guárico, donde plantaba tomates gordos como puños. Luego allá empezaron las revoluciones y los disgustos, y acabó volviendo. “No quiero que me secuestren, pues aunque apenas tengo unos bolívares pueden pedir rescate de cualquiera”, eso decía. Volvió a la isla donde nació, con mucha alegría rescató la casa de los antepasados, arregló tuberías, puso cocina y baño, reparó lo que tenía que reparar, que era mucho. Y dijo que aquí se quedaría hasta el final. Siempre le gustaron los animales. Y un día vio en la huerta una graja pequeña, casi una cría, que no podía volar. Tenía el plumaje negro, muy oscuro, y el pico era amarillo ya que todavía era pequeña. Como llegó hasta allí nadie lo sabe, pero lo cierto es que el animal cayó en buenas manos.
El abuelo le acercaba frutos y gusanos, y ella se iba dejando querer. Poco a poco el abuelo consiguió que cogiera la comida de su propia mano. Y aunque el perro Nino y la gata Lucy protestaban por la intromisión del nuevo inquilino de la huerta lo cierto fue que acabaron aceptándose los tres. Es cosa de prodigio ver a la graja con su pico escarbándole las pulgas al perro y jugando a picotear a la gata. También me llama la atención ver al abuelo contemplando la televisión con el perro y la gata a sus pies y la graja posada en su hombro. Debe ser porque la tele les parece aburrida, tanto el perro como la gata y la graja acaban por dormirse. Ojalá los humanos pudiéramos entendernos tan fácilmente como lo hacen entre sí los animales.

viernes, 27 de julio de 2012

"Memorias de La Palma Edén", de Luis León Barreto

Por Antonio Cabrera Perera

Cada vez que sale un nuevo libro de poesía, me acuerdo de Bernardo González de Bobadilla,  uno de los primeros escritores canarios de nombre conocido, aunque todavía no se ha podido demostrar ni su identidad ni el lugar de su nacimiento.
En el prólogo de su libro Ninfas y Pastores de Henares dice que no se atrevía a sacar a la luz este libro suyo por vergüenza, especialmente en este tiempo que ni tal arte florece ni se estima, ni los ingenios de los hombres discretos se abaten a cosas rastreras como la poesía, ni los gustos están de suerte, que no sea menester ser la cosa más del cielo que de la tierra para que contente.
Corría el año 1637 y todavía estaban de boca en boca de la gente los versos de Garcilaso, de Lope de Vega, de Góngora o de Quevedo.
Siempre se sigue hablado de que la poesía no está de moda y en el siglo XIX se produce una gran eclosión de poetas como el Duque de Rivas, Espronceda o Bécquer, que en una rima espléndida llega a decir:
Podrá no haber poetas pero siempre
habrá poesía.
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida… 
Mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a do camina…
Mientras haya un misterio para el hombre
habrá poesía.
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran…
Mientras haya esperanzas y recuerdos
habrá poesía…
Y en el siglo XX incluso llegamos a tener en Vicente Alexandre un premio Nobel de Literatura por su poesía
Por tanto vemos que la poesía tiene siempre actualidad.
Luis León Barreto, un joven osado y valiente, se atreve a romper los moldes a que nos tiene acostumbrados como gran novelista  y vuelve como en sus primeros años a la poesía.
Él mismo dice:
Nunca fui hábil varón sino extravío pero
colecciono recuerdos de otro tiempo
-de la dicha y el olvido-
y a Ítaca la veo en todas partes.

El libro es un elogio poético muy bello a su isla nativa, La Palma, una tierra a la que poetiza e identifica con la patria de Ulises; Luis León Barreto, como se deduce de la lectura del libro y como puntualiza muy bien Sergio Domínguez,, sabe realizar un ejercicio literario fecundo y cercano, reflexivo y  contextualizado.
El libro está dividido en varios epígrafes (que no capítulos) que titula: I. Orígenes. II. Perdiciones. III. Instantes. IV. Éxodos y V. Despedida.
Personalmente  destacaría del libro varias composiciones, entre ellas:

Nunca fui hábil varón sino extravío, de Orígenes,
A lomos de la Caldera en Tinizara,
vivía el abuelo…
Ya otoño, flores de Pascua…
Brotan en el camino…
Polca de los Enanos…    de Instantes
Cartillas de racionamiento,,,     de Éxodos
y
La historia concluye, todo listo…   de Despedida
 Memorias de La Palma Edén es un canto precioso a la isla, una evocación a los recuerdos que más le han impactado en su vida y la fusión de realidad y mito, en la que su isla y sus recuerdos personales se identifican con uno de los grandes mitos clásicos de la Literatura griega.
Mis mejores deseos y mi enhorabuena a Luis León Barreto por todas las bellas novelas, crónicas y narraciones a que nos tiene ya acostumbrados y por este gran realidad lírica que acaba de ofrecernos como fruto de su entera dedicación a las letras. Un abrazo.

jueves, 26 de julio de 2012

Pensar es subversivo


Por Eduardo Sanguinetti

La indiferencia es feroz. Constituye el partido más activo, sin duda el más poderoso de todos. Permite todas las desviaciones más funestas y sórdidas, como la devenida en la instalación definitiva y concreta del capitalismo como modo de vida de la aldea global, con las derivaciones funestas que derivan como signo y síntoma de un sistema perverso y caduco que ya supo a lo largo de décadas infames pulverizar cualquier proceso de autonomía y progreso en este mundo. Para un sistema, la indiferencia general es una victoria mayor que la adhesión parcial. En verdad, es la indiferencia la que permite la adhesión masiva a ciertos regímenes, las consecuencias son por todos conocidas. Pero ¿qué sucedió para que el mundo se debata nuevamente en esta instancia que tanto le ha cobrado en tiempo y vida a los pueblos?

La indiferencia casi siempre es mayoritaria y desenfrenada. Esta indiferencia, este desentendimiento, esta falta de observación, fueron obtenidos sin duda mediante estrategias sigilosas, obstinadas, que introdujeron lentamente sus caballos de Troya y supieron sustentarse tan bien sobre aquello que propagaban la falta de vigilancia , que fueron y siguen siendo imperceptibles, y por ello tanto más eficaces. Son tan eficaces que los paisajes políticos y económicos pudieron transformarse a la vista (pero no a la conciencia) de todos sin llamar la atención ni, menos aún, despertar inquietud. El nuevo esquema planetario, al pasar inadvertido, pudo invadir y dominar nuestras vidas sin que nadie lo tuviera en cuenta, salvo las potencias económicas que lo instauraron, hoy ya como un Estado de las cosas dentro del marco de la Ley, ya que fue a través del sufragio que se llegó a tal situación.

Cuando intervenimos (o creemos intervenir), todo está instalado desde hace tiempo. Se ha evacuado de antemano el sentido mismo de la protesta. Más que encontrarnos ante un hecho consumado, estamos encerrados en él. Por nuestra pasividad quedamos atrapados en las mallas de una red política que cubre el paisaje planetario en su conjunto. No se trata de determinar el valor positivo o nefasto de la política que condujo a semejante sistema pudo imponerse como dogma sin provocar reacciones y suscitando apenas algunos comentarios escasos y tardíos en el periodismo convertido en empresa mediática al servicio de capitales, con esclavos que lanzan la "noticia", la inteligencia al servicio del poder manipulada por la seudo-oposición simulada y menor, tapando la que en verdad debe ser escuchado por el público que asiste con ingenuidad a un estado de esclavitud perversa y pervertida, que aniquila al individuo en pleno uso de su individualidad y autonomía en posibilidad de pensar.

El único recurso que todavía tenemos es "pensar". Por cierto que no se puede aprender a pensar, que es la cosa mejor repartida, más espontánea y orgánica del mundo. Sin embargo, uno se ve desviado del pensamiento como de ninguna otra cosa. Se puede desaprender a pensar. Todo conspira en ese sentido. Dedicarse a pensar cuando todo se opone a ello requiere audacia y coraje. Embarcarse en ello obliga a ciertos esfuerzos, como olvidarse los epítetos de austero, arduo, inerte, elitista, paralizante e infinitamente aburrido, palabras con que hoy se clasifica al pensamiento por los burócratas de las corporaciones económico-mediáticas y de las corporaciones económicas de producción fuente de pobreza y humillación para los trabajadores que reciben las dádivas de sus patrones siempre dispuestos a la explotación de los mismos. Asimismo, hay que marcar direcciones y separar lo intelectual de lo visceral, el pensamiento de la emoción, si lo logramos, alcanzamos algo parecido a la salvación. Y puede permitirle a cada uno convertirse, para bien o para mal, en habitante de pleno derecho, autónomo, cualquiera que sea su situación. No es casual que se desaliente al que piensa. Porque no hay nada más movilizador que el pensamiento. Lejos de representar una triste abdicación, es la quintaesencia misma de la acción. No existe actividad más subversiva ni temida. Y también más difamada, lo cual no es casual ni carece de importancia: el pensamiento es político. De ahí la lucha insidiosa, y por eso más eficaz, y más intensa en nuestra época, contra el pensamiento. Contra la capacidad de pensar. Pero ello representa, y representará cada vez más, nuestro único recurso.

miércoles, 25 de julio de 2012

Alice Munro, la canadiense que escribe sobre gente corriente

 Los cuentos de Alice Munro, venerable anciana de 81 años, hablan de personas normales que se ven en la necesidad de afrontar la desgracia, la violencia, la vida mediocre y sin aspiraciones. Definida como la Chejov canadiense, aspirante al Nobel, vivió en una granja en una época de depresión económica, experiencia que fue decisiva para sus relatos, por cuanto desde entonces escribe sobre la lucha de gente humilde. Sus cuentos incluidos en Demasiada felicidad (Debolsillo2012) hablan de personas corrientes. Dice al respecto: “la vida de la gente es suficientemente interesante si tú consigues captarla tal cual es, monótona, sencilla, increíble, insondable.” Pero hay pasajes en que el lector se siente golpeado por una escritura aparentemente simple pero engañosa, formidable, extraña, que suele exigir una relectura.

A la autora le gusta deslizar sorpresas, sin estridencias. En una entrevista cuando empezaba a ser conocida contó que era solo un ama de casa que escribía en los ratos que le dejaba libre la crianza de sus tres hijas, y lo hacía en el cuarto de planchar mientras sus niñas dormían la siesta. Se rebeló contra la educación puritana que le dieron y necesitaba tener su propio espacio, como le sucedió a Virginia Woolf. En La vida de las mujeres, su única novela, describe el ambiente de un pueblo y lo hace con melancolía y dulzura. No idealiza la infancia sino que la retrata con la mezquindad que conlleva, su literatura conlleva siempre reflexión moral. Algo parecido sucede en los cuentos incluidos en el libro que comentamos, historias a veces crueles y violentas, y lo hace sin ensañarse en los personajes, como si entendieran que responden a las virtudes y carencias de la condición humana, y por tanto hay que absolverlos. En su relato “Radicales libres” asistimos a un impresionante ajuste de cuentas, una historia memorable escrita de manera memorable. En “Dimensiones”, una mujer va a visitar a la cárcel a su ex marido, que mató a sus tres hijos. En “Juego de niños” vemos la comezón que genera en la conciencia una remota culpa.
También habla de Sofia Kovalevski, una matemática rusa de mediados del XIX, que ejemplifica las dificultades de las mujeres para su realización. Alice Munro, que vive en Clinton, pequeño pueblo de Ontario, tiene habilidad al narrar dramas cotidianos, pequeñas historias sobre pasiones elementales, el azar y la desventura, y lo hace con capacidad fotográfica, descripciones sencillas y exactas, lenguaje común de personajes cotidianos. En su obra tiene protagonismo la naturaleza de su país, sus bosques, sus pequeños pueblos, ese cosmos de veranos verdes y de inviernos de intensas nieves. Recomendable

martes, 24 de julio de 2012

Gallardón se quita el disfraz

Resulta que algunos ingenuos todavía confiábamos en que en España apareciera una derecha moderna, laica, tolerante, como las que existen en Francia, Alemania o Inglaterra. Y resulta que el antes admiradísimo Gallardón, hombre que se suponía era el ala avanzada del Partido Popular, cada vez que abre la boca va y se destapa. Hasta el punto de que sus opiniones van mucho más allá de lo que cabía esperar. ¿En qué cabeza cabe eliminar como uno de los supuestos elementales del aborto el hecho de que el feto presente malformaciones? ¿Es que todos los que aspiran a ser padres están condenados a recibir “lo que manda Dios”, incluso si el niño viene con síndrome de Dawn o le falta una pierna? Por favor, por favor.
El “centrista” Gallardón desenmascara a esa derecha cerril, antediluviana, carpetovetónica, que en siete meses de gobierno ha hecho lo mismo que hacía Zapatero: improvisar recortes, plegarse a los mandatos de la Merkel y de Bruselas, agravando semana a semana la situación de nuestra economía. El ínclito Gallardón -que pensábamos era un hombre culto, pues dentro de su partido es uno de los pocos que lee libros, va al cine, oye música clásica- es un hombre tosco y tan impresentable que si hubiera elecciones anticipadas no nos extrañaría nada que el partido de la díscola y gritona Rosa Díez se llevara un subidón de campeonato. Pues el PSOE ha cerrado mal su crisis, es decir, que no la ha cerrado. Rubalcaba no satisface esperanzas, Carmen Chacón lo haría mejor pero tiene en su contra el hecho de ser mujer y de ser catalana.
Volviendo al ministro de Justicia, hay quien cree que si el aborto se endurece las mujeres tendrán que volver a los abortos clandestinos o a los viajes a Inglaterra. Los jueces más conservadores critican la idea y el colectivo Jueces para la Democracia argumenta que hay un “empeño casi obsesivo por criminalizar una conducta despenalizada y aceptada socialmente. El planteamiento de Gallardón supone un ataque a los derechos de las mujeres y una restricción de las libertades individuales.” No es una prioridad hablar ahora de un tema  resuelto y tan consolidado en la democracia española como el divorcio o el matrimonio de homosexuales. ¿Acaso se trata de desviar la atención sobre los errores del Gobierno y el caos de la economía, con De Guindos y Montoro como plañideras?

lunes, 23 de julio de 2012

Abatido y con gemelos ante Hopper

Esta mañana amanecí de mal humor, estoy hecho polvo. Desde que llegaron los niños, Alicia se convirtió en un ser extraño. Mira que se lo había dicho: si nos separamos, no nos tiremos los trastos, ni me pongas pegas para la custodia compartida ni mucho menos me impidas ver a David y a Daniel. Hagámoslo de mutuo acuerdo, para no duplicar gastos con abogados buscapleitos.
Pero ni por esas. Como si quisiera aumentar mi desazón, esta incertidumbre de saberme deshabitado por fuera y por dentro. ¿Qué harás, Ali, si después de veinte años juntos tú y yo nos hemos vuelto dos extraños incapaces de mirarse a los ojos?
Me sentí tan hundido como cuando contemplé por primera vez los cuadros de Hopper, ese pintor norteamericano que pinta como nadie la soledad y la incomunicación de los humanos. Lo veo en sus mujeres abatidas en una habitación de hotel, en sus escenas urbanas, en sus paisajes casi desolados.
Pensé que lo iba a tener muy mal, y así me vienen las cosas. Creo que el hecho de ser padres ha contribuido decisivamente a esta tensión inaguantable. Se lo dije: a nadie se le ocurre apuntarse en un programa de fertilidad que positivamente iba a traernos por lo menos gemelos, con posibilidades incluso de que fueran trillizos, conozco más de un caso. Y menos se hacen esas cosas cuando se tienen cumplidos los 49.
Creo que ni tú ni yo estábamos preparados.
Ahora mismo me veo dentro de un cuadro de este grandísimo pintor, cuyo realismo sin duda incluye un sentimiento poético, pero también hermetismo, una melancolía casi trágica, una íntima desolación. Incomunicación, estigma de nuestro tiempo cuando a pesar de tanta tecnología seguimos estando distantes, da igual que recibas docenas de mensajes -cientos de WhatsApp en tu Ipod o en tu Blackberry- sigues solo.
Silencio, espacio metafísico, juego con luces frías y cortantes. Y la escena desierta, con solo una o, como mucho, dos figuras. Pero siempre resaltando la imposibilidad de la comunicación, nuestra condena. Como si fuera cierta aquella frase de Jean-Paul Sartre de que “el infierno son los otros.” Como si fuera cierto ese pensamiento de que el infierno está en este mundo.
No volveré al museo Von Thyssen de Madrid, no quiero ver esa mujer en la habitación gélida de un hotel.
¿Por qué no fuimos capaces de comprarnos un perro de raza fina, como hace todo el mundo, en vez de meternos en todo este lío?

sábado, 21 de julio de 2012

Privilegio Urdangarín

La princesa está triste ¿qué tendrá la princesa?, lo diría Rubén Darío. La princesa quizá veranee sola este año en Palma de Mallorca, no debe ser muy interesante que la vean al lado de Iñaki Urdangarín, el presunto. ¿Tiene motivos verdaderos la princesa para su aparente desconsuelo? Las penas con pan son menos. Pues a la princesa La Caixa le paga bastante dinerito pese a la crisis y Telefónica ha renovado el contrato a su marido, que ejerce como delegado de la empresa en EEUU, según ha publicado la prensa nacional.
El duque de Palma, que sigue estando imputado por los delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos cuando presidía el Instituto Nóos, seguirá percibiendo una módica cifra como sueldo: un millón y medio de euros de nada, más otros 1,2 millones de euros en especie para que con ellos pague el alquiler de la casa, habría que decir casona, de Washington en la que reside junto a la infanta Cristina y los cuatro hijos de la pareja. El contrato expiraba el 31 de julio pero la compañía, en un gesto de altruismo sin precedentes, decidió prorrogarlo por si las moscas. Parece ser que, con la salvedad, de que si el duque al final se sienta en el banquillo de los acusados, Telefónica podría despedirle o suspenderle de empleo y sueldo. No se alarmen, que no va a ocurrir ninguna desgracia: si Telefónica despide al duque tendrá que darle una módica cantidad como indemnización. Exactamente 4,5 millones de euritos. Entretanto, los ministros de Economía y Hacienda lo admiten ciegamente: si la recaudación impositiva no mejora, si las medidas puestas en marcha no dan resultado, dentro de muy poco no habrá dinero para seguir pagando a los funcionarios.
La situación es claramente insostenible. Como la recaudación siga cuesta abajo, ya no habrá ni para un paquete de papas. Con lo cual estaremos en una situación parecida a la de Grecia, cuna de la filosofía y del pensamiento, madre de Europa. España, que también tuvo su imperio en el que no se ponía el sol, ya ven el camino que lleva. Y atentos todos porque a la Merkel se le ocurrirán nuevos y variopintos recortes, nuevas y variopintas medidas drásticas. Recordemos que los duques de Palma residen en el lujoso barrio Chevy Chase de Washington. ¿Pero de verdad que, con estos datos en la mano, alguien puede creerse que Hacienda somos todos?

viernes, 20 de julio de 2012

Sin perdón para la economía española (Cristina del Río dixit)

¿Por qué será que los partidos políticos solo se nutren de mediocres y trepas? ¿Será porque son un buen cobijo para los que no encuentran otra cosa mejor en la vida? España no puede ser rescatada como Grecia ni como Portugal ni como Irlanda. No hay dinero para hacerlo y no se va a conseguir del agujero a base de recortes, palos y más palos a las clases medias y a los trabajadores. Lo afirma una mujer a la que hay que leer en internet, Cristina del Río Fresen se llama, sangre de aquí y sangre de fuera. Fue Andrés Brito, que sabe mucho de la banca, quien me recomendó leer Scenarios. Estudió en Escoex, lleva una consultoría estratégica de turismo, expone verdades como puños en su blog de economía, en el que perfila escenarios futuros en base a datos reales y tendencias que están a flor de piel.
Quienes creen que a base de palos y sacrificios se saldrá de la crisis se equivocan, los recortes no funcionan, España no va a mejorar. Los paraísos fiscales mueven diez billones de euros mientras Europa se hunde, puede que España arrastre al euro. No se va a salir del lodazal a base de recortes y el paso siguiente es una quiebra total, negociar una quita y empezar de cero. ¿Acaso algún país del mundo mundial puede hacerlo en este comienzo del siglo XXI? Dicen los que saben que septiembre será muy caliente en la calle, y que en octubre los disturbios pueden ser de aúpa. ¿Se va a salir del marasmo perdonando a los ricos que tienen sus fortunas evadidas mientras todos los palos van en la misma dirección, la de los humildes asalariados? Admirable Cristina, componente de una generación que necesita arraigarse, porque no van a dejar que las islas se conviertan en el desierto en el que manipulen a su antojo estos políticos que tenemos, expertos en sinsentidos, doctores en ignorancia, aferrados a sus puestos mientras el Titanic se hunde cada día un poco más.
Me viene a la mente aquella película imprescindible: Sin perdón. Clint Eastwood mira atrás cuando todo está perdido, los pistoleros ya no son lo que eran y al final estallará la violencia sin matices. Pesimista y oscura balada de nuestra economía hecha añicos mientras más de cuatro especuladores se frotarán las manos, como buitres que ya huelen la carroña contemplan un país en el socavón y piensan que de ahí sacarán ganancia

miércoles, 18 de julio de 2012

Pasodobles por una Banda de 154 años

En 1858, la isla era un hervidero de cultura: fue el llamado Siglo de Oro de La Palma, pues contaba con teatro, música, literatura, pintura, imaginería, danzas y bailes, sociedades culturales y económicas, el establecimiento de la primera imprenta, según cuenta María Victoria Hernández, la cronista oficial llanense. Además hubo más de 120 periódicos, fue la isla que registró una mayor floración de publicaciones: satíricas, católicas, anarquistas, gremiales, de intereses generales, según contamos en nuestro libro El Time y la prensa canaria del siglo XIX, publicado por el Cabildo de Gran Canaria y posteriormente por Ediciones Idea. Una isla curiosa: tan rural, con tanto analfabetismo en la época, tan sometida a los caciques, y sin embargo generadora de pensamiento progresista, republicano y liberal. Detrás estaban, no lo olvidemos, las logias masónica de Santa Cruz de La Palma, el recuerdo del esplendor de su puerto, su innovación tecnológica, no en vano fue el primer lugar de Canarias donde hubo luz eléctrica.
En ese contexto nace la Sociedad La Filarmónica de Los Llanos de Aridane, que en 1909 pasó a llamarse Banda Municipal de Música, una de las más antiguas de Canarias y la institución cultural con mayor continuidad en su isla. Cuando yo era niño la Banda ensayaba en la calle Convento, a un tiro de piedra de donde yo vivía, en la calle Cabo. Mi padre, Anastasio León Capote, intentó que yo también me sumara a la banda, pero por entonces no se admitía a chiquillos y por otro lado aquello del solfeo, do, re, mi, fa, sol, si, la, me parecía un soberano latazo. Aparte de que don Domingo González Ferrera, el director, que también daba Matemáticas y Música en la academia de don Pepe Lavers, tenía malas pulgas y no se andaba con boberías.
Pues bien: esta más que centenaria agrupación musical grabó en 2006 un disco de Pasodobles con catorce temas. El disco ha sido un bonito regalo a Rosario Valcárcel por parte de Gonzalo Jaubert, el actual director y responsable de la grabación junto con Isabel Costes. Por aquí desfilan, entre otros, unos cuantos pasodobles de fama taurina como Gallito, El Gato Montés o Suspiros de España, y el disco llega al toque final con el Islas Canarias, otro pasodoble escrito por el levantino José María Tarridas, que la Banda interpreta acompañada de la Escolanía Marino Sicilia que dirigía Gregorio Díaz. La Banda más que centenaria suena francamente bien, parece una banda sinfónica dicen los entendidos. No en vano Jaubert está haciendo una labor encomiable a través de la Academia Municipal de Música y de la propia banda.

martes, 17 de julio de 2012

Cuando algo se quema (los incendios por venganza)

José M. Balbuena

El incendio de una parte de Tenerife nos recuerda, una vez más, que cuando algo se quema, algo tuyo se quema. Aunque parezca un tópico, es cierto que cualquier espacio natural, bosque, río, lago,  mar, o lo que tenga que ver con el medio ambiente, no es patrimonio exclusivo de los habitantes más inmediatos, ni de una isla, ni de una nación, sino que es patrimonio de la humanidad, y, por tanto, es deber de todos mantenerlo y conservarlo.
En cuestiones de incendios forestales habrá que distinguir los que se producen por causas naturales, (por ejemplo, un rayo) o los que se originan por descuidos de los humanos, y lo que es peor, los que son provocados. Hay una frase que asegura que los incendios se evitan en invierno. En parte es verdad, porque es deber de quienes se ocupan de conservar los paisajes y espacios naturales el prevenir los incendios. Y eso se logra con limpieza de matorrales, de ramas caídas, o realizar sacas de árboles, cuando han crecido muy unidos unos a otros, con cortafuegos que aquí prácticamente no existen, con la eliminación de piñas y pinocha en los pinares canarios, que todos sabemos que, en caso de incendio, se convierten en pólvora  que propaga más rápidamente el fuego. Incluso se ven estas pinochas y otros materiales  inflamables en las cunetas de las carreteras uy en muchos vericuetos donde cualquier desaprensivo puede tirar una colilla encendida, y así ha sucedido infinidad de veces.
También se logra con un plan de vigilancia que no puede descuidarse en ningún momento. Tiene que haber más presencia de guardas forestales (y si no los hay, que aumenten su número); tiene que haber más torres de vigilancia que, tanto de día como de noche, controlen lo que pasa  en los montes, en los bosques, o en cualquier espacio natural. Tenemos personas con mucha sensibilidad en temas medioambientales,que se ocupan y preocupan por la naturaleza,  pero también quedan por ahí unos auténticos cafres que actúan como si fuesen la reencarnación de Atila.
Entonces deberán tomarse medidas que conviertan los bosques canarios en zonas restringidas, donde no puede entrar nadie sin que exista un control de su presencia.  Si no se hubiesen tomado esas medidas en el pequeño bosque de los Tiles de Moya, reducto de la laurisilva en Gran Canaria, éste ya no existiría. Allí no se pueden hacer barbacoas, ni acampadas, ni tomar el espacio como una zona recreativa, y menos aún cuando existe tanta gente que no sabe comportarse.
Y por último, habrá que centrar la vigilancia en esas personas desquiciadas o no, pirómanos o no, que destruyen los bosques, que atentan contra la biodiversidad, que convierten en desiertos grandes espacios de nuestras islas o nuestro planeta. Cualquier atentado contra la naturaleza nos afecta a todos. No podemos vivir aislados, como si lo demás no importara. Puede haber determinados intereses en que desaparezca un bosque, como estamos viendo, por ejemplo en la cuenca del Amazonas, o en diversos lugares de España, por eso la justicia debería actuar con más contundencia.
Hace unos pocos años casi desaparece la masa forestal de la isla de Gran Canaria (ya de por si no muy abundante) porque a un señor con muy pocas luces no se le ocurrió otra cosa que provocar un incendio por venganza, según tengo entendido .Y, por supuesto, cuando un bosque desaparece o se quema parte de él, hay que proceder inmediatamente a reponerlo. Los viveros y el personal adecuado, han de estar siempre disponibles para estas contingencias. 

lunes, 16 de julio de 2012

Angel Gustavo, Premio Liberty en Florencia


       Agustín Angel Gustavo Cabrera Múgica (1941), hijo de la escritora grancanaria Josefina Mújica y conocido como Angel Gustavo en el mundillo artístico, ha sido catedrático de dibujo, y es pintor y escultor con larga trayectoria. Su mujer, la cántabra Mariló Alvarez, ha publicado ya su primer libro de poesía, y -como modelo habitual de su obra- queda reflejada en el cuadro recientemente galardonado con el Premio Liberty en Florencia.
      Angel Gustavo ha picoteado en todas las vanguardias, desde el surrealismo al expresionismo, desde el neoimpresionismo y la pintura con mensaje social, también ha hecho retratos y desnudos. Su pintura es de alarde técnico, con mucha elaboración en la perspectiva, con marcos dibujados sobre el propio lienzo y bastante originalidad. Su obra ha registrado distintas etapas a través de su dilatada dedicación, con un par de temas centrales: la pareja humana y la figuración femenina. En una reciente exposición celebrada en el Hotel Neptuno, Bodegones en el aire, cuya sala de arte regenta Mariluz Romero Mur, se apreciaba su pintura limpia y sugerente, una propuesta para adentrarnos en la naturaleza, con plantas de aloe, luminosas frutas y verduras, refrescantes campos de margaritas, y también la recreación de la realidad con añadidos juguetones: un insecto, una serpiente, la evanescencia de burbujas de aire, la dinamicidad de objetos que intentan escaparse del lienzo, en cuyos bordes incorpora vistosos marcos. Atrapa la realidad y le proporciona color, brillo, seducción. Su obra tiene buen dibujo, cromatismo e intensidad, y se exhibió posteriormente en el Real Club Victoria de Las Canteras. Su muestra más reciente fue en la sede del Colegio de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales, en la calle Juan XXIII de la capital grancanaria, y fue presentada por Rosario Valcárcel.
            Este pintor ha realizado exposiciones en España, Bélgica, Chile, Alemania y Argentina. También ha hecho murales para la Mutualidad Laboral, Caja Insular, Hospital Militar, 500 aniversario de la ciudad, Gobierno de Canarias, Museo del Vino de Haro en Logroño, etc. Fue profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Lanzarote, varios institutos, la Escuela Superior de Arquitectura y la Universidad Laboral. Un pintor clásico que se renueva, y que acaba de obtener el Premio Liberty concedido en la ciudad italiana de Florencia, a la cual se desplazó con su esposa, hija y yerno, para recoger el galardón que se ha entregado por primera vez por la Galería Centro Storico de la ciudad italiana.
            Con este motivo se celebró una velada en la casa del pintor, a la que asistieron la pintora Isabel de la Llave, el escritor y pintor Paco Lezcano, la presentadora de Tak Televisión Paz Aguilar, la escritora Rosario Valcárcel, el escultor grancanario residente en La Rioja Félix Reyes, la dibujante Rosa Castellot, la pintora Inés Melado con su esposo Andrés Brito, y el director de Tak Televisión, José Luis López.
             En las fotografías vemos el cuadro premiado, Mi musa, y una imagen del pintor con su esposa, delante del cuadro premiado (tomada de la página web de Tak Televisión)      

viernes, 13 de julio de 2012

El poderoso Neptuno de Melenara

Este coloso trae  una bocanada de aire fresco, lúdico y pagano,  a las costas insulares y en nuestro país es una de las escasas esculturas monumentales integradas en la naturaleza. Un Neptuno a un mismo tiempo bienhechor y atemorizante, fiero y manso, vigilante y juguetón. Como se señala literalmente en el pie del propio dibujo que Arencibia le presentó al alcalde de la ciudad, y con el que intentaba dar forma a su proyecto, nos encontramos ante un Monumento al mar. Neptuno en la punta de Melenara (“el puntón”). Con una mano sostiene el tridente y con la otra invita a entrar en el mar. Cuando la marea sube aparece caminando en el agua.   
El es rotundo y vigoroso durante el día, y de noche cobra un halo misterioso y casi espectral cuando es iluminado. Antes de su instalación los marinos y los residentes del barrio mostraban una cierta desconfianza respecto a su viabilidad; dudaban abiertamente de su solidez frente a los rebosos, y se quejaban de que se pudiese perder el uso del puntón que desde siempre habían hecho los bañistas en sus zambullidas. Estas prevenciones fueron desvaneciéndose desde el día en que Francisco Santiago, el alcalde, y el propio autor, Luis Arencibia, escultor teldense residente en Leganés, Madrid, se acercaron en una zodiac hasta sus pies para retirar la enorme bandera canaria que lo cubría. Las crónicas cuentan que fue una jornada luminosa y vibrante, en la que participó la líder vecinal Encarnación Torres y se escuchó la música tradicional de la escuela taller de folclore del barrio y de la parranda El Volumen. En aquellas horas se había corrido la inquietante voz de que faltaba una autorización esencial, el visto bueno de la autoridad de Costas para permitir el anclaje. Pero más allá del atisbo de polémica, pronto despejado, la inauguración de la estatua fue el número central de las fiestas de la playa, que además acogía el último concierto de la campaña veraniega Súbete a la Ola de la Vida. Desde ese instante el Neptuno fue invadido por decenas de niños y jóvenes que quisieron experimentar la sensación de bañarse junto a él y de trepar por él; pronto la euforia se desbordó de tal manera que hasta tres niños a la vez se ubicaban sobre la cabeza de la escultura, con la subsiguiente preocupación de unos y de otros. Por si fuera poco, el Neptuno se ha erigido como protagonista de celebraciones deportivas. Como se da la circunstancia de que el Atlético de Madrid celebra sus triunfos en las fuentes de la Plaza de Neptuno de la capital de España, la peña atlética grancanaria ha conmemorado también sus éxitos colocándole banderas rojiblancas. En otro acontecimiento deportivo, la travesía realizada por el nadador de fondo David Meca entre las ciudades de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, el 30 de mayo de 2002, el amplio reportaje que vieron los televidentes de la región concluyó con la imagen del Neptuno, como si de alguna manera la hazaña del catalán hubiese sido bendecida por el señor de los mares. 
Los residentes de la zona se refieren al curioso efecto de sus ojos huecos cuando brillan en la oscuridad de modo fantasmagórico Desde el fondo de los tiempos los humanos siempre han necesitado la ayuda de criaturas poderosas, que les alumbren el camino, les ayuden a despejar el temor a la propia debilidad de su circunstancia temporal, y los guíen en sus tribulaciones amortiguándoles en lo posible el desasosiego de su inevitable camino hacia la muerte y las posibles vidas posteriores. Pues bien: para este litoral grancanario el dios mitológico es ya un ser favorecedor. Su tridente es un signo de valentía y resolución ante la adversidad.
En definitiva, cuando alguien consigue una obra que agita las aguas cotidianas de la pereza y la costumbre, que rompe la línea del horizonte, que sorprende y en cierto modo escandaliza pero acaba siendo asumida por el pueblo, nos hallamos ante un artista eficaz. Esto es lo que sucede con el Neptuno de la playa: en el poco tiempo de su azarosa vida originó un impacto de sorpresa, casi escandalizó a las mentes rutinarias, a las que cualquier novedad produce convulsiones. Pero enseguida ha sido asumido por todos; lo que comenzó siendo un icono particular de la zona ha acabado siendo una de las imágenes representativas del municipio, y está llamada a ser una de las postales más poderosas de la isla. Tal es su poder de convocatoria y su capacidad de sugerencia que ya nadie será capaz de arrancarlo de su pedestal, ni el más estruendoso de los huracanes, ni el oleaje más ansioso. Pues una y otra vez regresará, volverá a posarse sobre las olas y a engrandecerse sobre ellas.
Hasta tal punto ha echado raíces que es casi un faro en el horizonte.
Las incidencias que ha soportado el “Barbudo del Tenedor” desde que fuera colocado el 1 de septiembre de 2001 son ya muchas. Primero fue embadurnado de grasa para que no se subieran a él los niños; muy poco después, en noviembre del mismo 2001, la fuerza del oleaje lo  inclinó de forma preocupante doblando el empeine del pie izquierdo, y siéndole agregado un soporte más sólido a comienzos del año siguiente. En agosto del 2002 se añade un nuevo cartel con la prohibición de subirse para las zambullidas. En diciembre de 2003, tras meses de aparente tranquilidad, rompen la escultura por su muñeca derecha. Las dificultades de manejo de tan colosal pieza han hecho agudizar el ingenio pues ha sido preciso movilizar grúas gigantescas, además de fundidores y soldadores empeñados en restañar las heridas, quienes acaban logrando el propósito de afianzar la pieza. momentos de aturdimiento y desorientación. La ensoñación y la magia han de venir en nuestro auxilio cuando la realidad se nos presenta demasiado árida.
La presencia de este hallazgo de un escultor que se arrojó en manos de sus recuerdos de infancia a casi dos mil kilómetros de su tierra natal ha sido una buena noticia para él mismo y para su colectividad. Porque alguien tenía que atreverse a adentrarse en ese Atlántico que nos ha dotado de una mirada mestiza, ecléctica e integradora. La idea había bullido mucho tiempo en su cabeza y pese a las dificultades técnicas que habría de afrontar él mismo habría de convertirse a fin de cuentas en un explorador de posibilidades, en un curioso dispuesto a examinarlo todo desde la orilla; la diferencia consiste en que al fin se atrevió a poner un pie sobre el agua y echó a andar.
El Neptuno de Melenara es hoy uno de los iconos representativos de Telde.
(De mi libro El Neptuno de Melenara, ayuntamiento de Telde, 2007)

jueves, 12 de julio de 2012

El sentimiento del mar en tres textos de la narrativa canaria




         La poesía canaria habla de soledad, indefensión y cierto fatalismo del hombre frente al mar. Ahora veamos el tratamiento del mar en tres breves textos: Isaac de Vega, Agustín Espinosa y Angel Guerra, así como en algunos poetas.
            Fetasa, de Isaac de Vega, es literatura casi hermética, llena de símbolos. Lo absurdo y lo existencial se dan la mano. Hay un hombre que mira el mar:
         “Es más de media noche. Las estrellas lucen claras en el firmamento y a su débil claridad se levantan bruscos y negros los accidentes de la costa. Dentro de poco saldrá la luna. Entonces tendrá que salir. El mar está quieto, negro y manso, amenazador y frío en su quietud, sin fin hacia el horizonte, agobiante con su masa enorme. Apenas si unas leves ondas chapotean en la playita y, de tarde en tarde, ponen una roseta blanca en torno a las rocas cercadas. Más lejos, la costa se adentra bruscamente en el agua en una punta audaz y afilada. Allí tiene que ir…”
            El testimonio de Isaac es casi agobiante. El de Agustín Espinosa en Crimen es quizá más radical. En el Epílogo en la isla de las maldiciones podemos leer esto:
         “Esta isla lejana, en la que ahora vivo, es la isla de las maldiciones.
         Bulle a mi alrededor un mar adverso, de un azul blanquecino, que se oscurece en un horizonte marchito, vacío de velas latinas y de chimeneas trasatlánticas. Hay bajo mis pasos una masa de tierra parda bajo puñales curvos de cactos, higueras mórbidas y aulagas doradas. Sobre unas rocas frontales se desmayan las sombras violeta de unas garzas.
         Yo, el hijastro de la isla. El aislado…”
            José Betancort Cabrera, más conocido por su seudónimo de Angel Guerra, escribió en 1908 la novela La lapa, uno de los textos más significativos dentro de la línea de una novela regionalista de finales del XIX y comienzos del XX en la que hubo otros intentos como los de Leoncio Rodríguez, Benito Pérez Armas, etc. En su descripción del islote Roque del Oeste desvela la angustia del insular:
         “Más que una isla, es un enorme peñón, un bloque de granito, surgiendo, como una infernal aparición, del seno turbulento de las aguas en aquellos mares salvajes.
         Majestuoso, imponente, se yergue el Roque del Oeste como un monolito gigantesco.
         Junto a su base, las ondas se revuelven, se encrespan, se agigantan, saltan, baten la roca con traidores remolinos. Al pie del Roque, en los covachas, como guarida de monstruos, el agua rezongando clamorosa dentro, escupe al aire sus espumas.
         Es inabordable. Nunca la planta de un hombre profanó el misterio de su soledad. Las mismas gaviotas, que lo rondan en largas bandadas, que en él descansan en las penosas travesías, creo yo que nunca allí colgaron el amor y la poesía de sus nidos. Jamás una barca se acercó, rendida, a demandarle la piedad de su abrigo.
         Como tierra maldita, condenada a vivir en perpetua soledad, la huyen los navíos de altura y las barcas de pesca…”
            EL SENTIMIENTO ATLANTICO
            Unamuno pensaba que El lino de los sueños, de Alonso Quesada, contiene una voz genuinamente insular, y parece un eco de la de aquellos aborígenes que se dejaban morir de hambre antes de renunciar a su libertad. La pobreza cotidiana, la desolación interior, son campos por los que transita la voz de Quesada. Antes de su llamada angustiosa se había desarrollado la Escuela Regionalista de Tenerife, con un retorno a los héroes prehispánicos. El Romanticismo encuentra un buen campo de cultivo en las islas: el ansia de libertad, la exaltación del sentimentalismo, el color regional, lo misterioso y lo legendario. El paisaje local es exaltado, las viejas leyendas florecen así como el amor a la patria. Una visión optimista, patriótica, está presente en el poema Canarias de Nicolás Estévanez cuando exclama: Mi espíritu es isleño / como las patrias costas, / donde la mar se estrella / en espuma rompiéndose y en notas. / Mi patria es una isla, / mi patria es una roca, / mi espíritu es isleño / como los riscos donde vi la aurora.
            El mar íntimo, humilde, cotidiano, de Saulo Torón: Voy navegando sin rumbo, / lleno de ansias y de miedo, / perdido como en la vida, / ¡mar adentro…! Poesía característica de una insularidad que a veces deprime más que exalta, que a veces limita el universo al círculo estrecho de la circunstancia personal más que se ensancha a la dimensión del océano y el cielo, en este caso sus carceleros. El mar necesario:

                                            El mar es a mi vida
                                      lo que al hambriento el pan;
                                      para saciar mi espíritu
                                      tengo que ver el mar. (…)
                                      Yo al mar le debo entera
                                      mi vida, que es un mar:
                                      un mar de sentimiento
                                      y de serenidad.
                                      Por eso el mar ejerce
                                      en mí tanta atracción…
                                             Lo que hay dentro de mí
                                      es mar y corazón.

            Lo cierto es que incluso en Pérez Galdós –tan mesetario- prevalece el subconsciente atlántico, de la misma forma que subsiste en él la tristeza social y la impregnación escéptica, tan común a nuestros autores.
            A nuestro modo de ver sigue siendo válido el propósito de hacer una literatura “arraigada”, con raíces fundacionales. Asumir la tradición literaria de las islas significa en buena lógica leer y estudiar a nuestros valores, desde Cairasco a Viana, desde Viera a Estévanez. Hay que suplir la falta de compromiso con el patrimonio histórico-artístico, sigue siendo preciso reivindicar los componentes culturales de nuestro pueblo.
            Literatura del mar, poesía del mar. Siempre el mar, del que no podremos prescindir porque está ahí, a la vuelta de todos los caminos, con su llamada al abrazo y a la superación de las rencillas de la tribu. El mar como tribulación pero también como gozo y esperanza.

martes, 10 de julio de 2012

Los enanos danzones (cuento para niños, con moraleja)


Una vez fuimos de excursión todos los de mi clase al interior de La Caldera. Muy temprano salimos de Santa Cruz de La Palma y dejamos atrás su caserío, que -según el profesor de mi clase- al amanecer es igual que las gradas de un teatro griego de hermosos colores, con sus edificios, su puerto y su avenida. Un poco cansados por las muchas curvas llegamos a El Paso, y ya el sol inundaba de luz la torre de la iglesia y las casas blancas en medio de las huertas. Yo, en particular, tenía muchas ganas e iba muy contenta en la guagua, porque nunca había estado en el parque nacional. Así que nos preparamos las mochilas con las cosas que debíamos llevar, un buen calzado, los sacos de dormir, las cantimploras y todo eso.
Los cuidadores nos hicieron prometer que nadie se separaría. Todos juntos, porque nos pueden suceder cosas impensadas como extraviarse y sobre todo alguna caída peligrosa.
            Taburiente es una maravilla de la creación; todo nos habla de armonía y bienestar. Las cascadas de los riscos forman riachuelos, y en los charcones te puedes bañar igual que en una piscina. Y los pinos, tan frondosos y dispuestos a trepar, escoltándonos como soldados a dondequiera que vamos. Asimismo las plantas medicinales, que sirven para sanar muchas cosas. El garitope crece entre los pinos, y además existe la cola de caballo, el llantén y tantas otras.
            Soy algo gandula y me asustaba que se me hincharan mucho los pies, me picaran los mosquitos o me salieran llagas. Pero nada de ello sucedió. Eso sí: tuve que acostumbrarme. Como cuando uno ha de emprender en la vida algo distinto.
            Los momentos que allí pasamos fueron preciosos, inolvidables. Desde entonces siempre tengo ganas de volver.
            El último día prendimos un fuego de campamento. Todos alrededor de la hoguera zampándonos las cosas para cenar, y cantando canciones divertidas. Siempre da algo de pena llegar al final de una experiencia así, porque aunque quizá la repitamos no seremos los mismos. Algunos niños habrán cambiado de colegio, tal vez los profesores sean otros. La vida es un permanente cambio.
            -Jennifer ¡despierta!
            Eso me decían cuando me vieron con la mente en babia. Como si estuviera a mil kilómetros de allí. A veces me gusta imaginar cosas fantásticas. Me encantan las películas del mundo antiguo, como “El señor de los anillos”. La del “Titanic” también me gustó, sólo que lloré bastante. ¡Quién pudiera ser actriz en Hollywood y disfrutar las mieles de la fama!
            -Jennifer ¡no te duermas!
            Y la verdad es que tenía mucho sueño esa noche, sí. Debía ser también por el cansancio de tantos días a trote, con tantísimas cosas para ver. Por ejemplo el roque sagrado donde los guanches colocaban las entrañas de cabra y las ofrendas de leche fresca para que su dios mantuviera el orden natural, para que el sol siguiera iluminando sus días y los rebaños encontrasen pastos frescos. También nos enseñaron cuevas donde en ocasiones aparecen cerámicas, collares de conchas y huesos de los animales con que se alimentaban.
            Me estaba embelesando, sí. Como si un sopor me invadiera, no podía mantener los ojos abiertos. Así que más muerta que viva me metí en el saco de dormir.
            Cómo sucedió no lo recuerdo. Pero al rato me vi en compañía de otros amigos del curso observando las estrellas. Aquella noche aparecían a puñados en el cielo, tan luminosas como si pudieses atraparlas alargando la mano.
            Sentimos un cosquilleo tan especial en nuestra cabeza que no conseguíamos dormir. Y mira que estábamos para el arrastre.
            Sin hacer ruido nos levantamos, era una hermosa noche de luna llena y alcanzábamos a ver casi igual que si fuese de día.
            De pronto nos llamó la atención un tintineo a lo lejos.
            -¡Allí, allí! –les dije.
            Al principio nadie consiguió distinguir nada, pero fijándonos bien lo contemplamos.
            Era como si pululasen pequeñas luces. Lo más extraordinario fue su revoloteo de un lugar para otro igual que una bandada de luciérnagas, esos insectos que brillan en la oscuridad.  Y parecía venir una música alegre y saltarina, de clarinetes y violines con algún acordeón. De pronto tuvimos ganas de movernos siguiendo el compás de aquella melodía, nuestros pies nos llevaban en volandas.
            Yo me situé a la cabeza del grupo, dicen que soy inquieta y siempre tengo ganas de explorarlo todo.
            Nos lanzamos a caminar los siete que allí íbamos. Tendríamos que volver pronto, sin duda. No fuese que nos echaran de menos, y se organizara la marimorena. Eramos Vanessa, Idaira, Paula, Tanausú, David, Acaymo y yo.
            -¡Miren!
            Di la voz de alarma. Pues de pronto fue como si bajase una estrella fugaz, algo así como un meteorito que dejase tras de sí un rastro de lucecitas muy vivas, un reguero de chispas. Se posó junto a un remanso. Igual que un rayo con todos los colores del arco iris se introdujo en el agua. Y luego salieron bailando un minué parejas de enanos que se cambiaban de traje en un santiamén, tal como los que salen en las fiestas de la Bajada de la Virgen. Nos quedamos entusiasmados cuando aquellas pequeñas criaturas nos invitaban a bailar a su mismo compás.
            Luego nos dieron a cada uno un aro plateado.
            ¿Algún enviado del Señor de los Anillos?
            No sé cuánto tiempo permanecimos allí. Tal vez minutos, quizá horas. En todo caso fue una experiencia inolvidable.
            -¿Quién te regaló ese arito que llevas en el dedo?
            -Una amiga, mamá.
            -¿No sería algún pretendiente?
            -Qué va.
            Eso le dije a mi madre cuando llegué a nuestra casa, en la Calle Real, cerca de la iglesia del Salvador. Una casa antigua, porque nuestros antepasados vinieron de Irlanda. Mamá siempre se queja, dice que es difícil de limpiar. Pero en realidad es bonito estar en un sitio por donde han pasado muchos O´Brien.  Bueno, lo cierto fue que lo sucedido en La Caldera no resultó fácil explicarlo. Y es que a veces los mayores no entienden nada, se equivocan y no es cosa de irles explicando una por una todas las cosas maravillosas de la vida. Total: ni se las iban a creer.
 (De Los enanos danzones, libro de cuentos para niños, InterSeptem, 2005)

lunes, 9 de julio de 2012

"Memorias de La Palma Edén", se presenta el jueves 12

Este jueves, 12, a las 7 de la tarde se presenta en el Espacio Manuel Padorno de la Biblioteca Pública del Estado en Las Palmas (calle Muelle de Las Palmas, Avenida Marítima) el libro MEMORIAS DE LA PALMA EDÉN, mi segundo poemario, escrito 42 años después del primero.
Después de casi 30 libros de narrativa (novelas, libros de relatos, cuentos para niños, novela negra, ensayos) necesitaba expresar en lenguaje poético una recuperación de la infancia, la memoria, el aire y el paisaje de la isla natal, se trata de un canto épico, una dramática elegía. La Palma, la antigua Ben-Awara, es el territorio de un Ulises-Tanausú que explora la vida y recibe parabienes y desencantos. Dice Sergio Domínguez Jaén en el prólogo que "es un ejercicio literario fecundo y cercano, reflexivo y contextualizado, y las situaciones vividas, imaginadas, sufridas y celebradas, son marcadas por un mito que permanece (...) Larga huella de Luis León Barreto, rito iniciático que muestra la madurez de un autor que muestra con esta desvelada economía literaria su interiorización, quizá el exorcismo o el desprendimiento que le piden el mito, su propio relato, los de todos los tiempos, los de La Palma, los de Canarias, los de la historia humana..."

domingo, 8 de julio de 2012

Moby Dick y Tirma: dos películas muy diferentes

En las Navidades de 1954-55 Gran Canaria se instituyó como plató cinematográfico de primer nivel, con el rodaje de los últimos minutos de la película Moby Dick en el mar de El Confital, la presencia del gran director John Huston y la del actor Gregory Peck fue un acontecimiento memorable. Años más tarde fueron Lanzarote y Tenerife las islas que se incorporaron con sus escenarios para rodajes internacionales de primer nivel. Pero en aquella Navidad de 1954-55 John Huston y Gregory Peck aprovecharon el oficio de los carpinteros de ribera en los astilleros ubicados por Albareda, donde ahora se alza el edificio Mapfre. Ellos construyeron la ballena blanca, cuya pelea final con el capitán Ahab fue espectacular. A los pocos meses vinieron los italianos para rodar Tirma en las cumbres.
Si Moby Dick fue un producto digno, no se puede decir lo mismo de Tirma, especie de espaguetti-western en la cual los guanches lucían el pelaje de indios mohicanos empeñados en lanzar flechas contra el castellano invasor. El radiofonista Jorge Alemán, en su magazine mañanero en la emisora oficial de la U.D. Las Palmas, nos citó, entre otros invitados, junto a la actriz Yanely Hernández, de la Televisión Canaria. Jorge, siempre enamorado de Las Canteras, evocó el rodaje que se narra con amenidad y fotografías inéditas de Andrés Padrón en Moby Dick en Las Canteras Beach, reciente crónica novelada de la escritora Rosario Valcárcel en Anroart Ediciones. Al igual que en su primer libro, La Peña de la Vieja y otros relato, son protagonistas la playa, la adolescencia, la memoria y la ternura, con su estilo directo, su encanto y su habitual toque poético. Y también habló de Tirma, que trajo a un joven Marcello Mastroianni y a la Pampanini, oportunidad perdida para hacer cine sobre nuestra historia.
Cuando se proyectó en el auditorio dentro del Festival de Cine, el principal actor, el mexicano Gustavo Rojo, hijo de la escritora tinerfeña Mercedes Pinto, nos dijo que Tirma había sido una frustración y debería rodarse de nuevo, con guión más serio y sobre todo con un tratamiento cinematográfico más coherente. A Tirma hay que hacerla otra vez, pero con dignidad.
Canarias ha sido un escenario importante en películas como Hace un millón de años (One Million Years B.C.), con Raquel Welch, Mambí, Mararía, Intacto, de Fresnadillo, Furia de titanes (2010); hasta Los abrazos rotos, de Almodóvar.

jueves, 5 de julio de 2012

9 poemas de "Memoria de La Palma Edén", 42 años después

En 1970, con 20 años, gané el premio de poesía Julio Tovar, convocado por la Caja General de Ahorros de Santa Cruz de Tenerife, aquel libro se titulaba Crónica de todos nosotros, y se publicó en 1972, 1973 y 2006. Ahora, 42 años después, con muchas novelas a cuestas, libros de relatos, cuentos para niños, novela negra y ensayos, necesitaba hacer un homenaje a los orígenes. El recorrido por el paisaje y la memoria constituye el primer eslabón de este poemario que intenté fuera intenso y dramático a un tiempo, un canto épico en el cual la economía de lenguaje procura la interiorización. La Palma, la antigua Ben-Awara, es el territorio de un Ulises-Tanausú que explora la vida y recibe parabienes y desencantos. La isla de la infancia viene a ser el Jardín de Edén que sale al paso con su fertilidad y también simboliza el cataclismo del volcán que siempre acecha a los insulares. Aquí dejo nueve poemas del libro (Ediciones Anroart), que será presentado el jueves 12 a las 7 de la tarde en el Espacio Manuel Padorno de la Biblioteca del Estado en Las Palmas (Avenida Marítima).


1
Tu nombre viaja con la lluvia en Liverpool, ríos
y canales verdeoscuros de las Midlands.
Te gustaban las fachadas de ladrillo,
los palacetes victorianos, las vidrieras
de las catedrales góticas,
las chimeneas de las fábricas del XIX,
el bed and breakfast pegado al cementerio.
Nos hicimos fotos en el molino del río,
las granjas en ruinas de las hermanas Brontë,
allá en las Cumbres Borrascosas,
la tumba de Sylvia Plath en los páramos
y colinas derruidas por el tiempo.
El otoño llega a ser sublime
en las praderas con las primeras nieves,
mujeres de mejillas encendidas,
guirnaldas en las más altas torres.
Pero los días tenían la palidez de un funeral
y mi alma huyó -sin avisar-
a la isla de San Brandán.


2
Polca de los Enanos:
saltarines, burleteros,
el ojo engaña.

Mascarones, acróbatas,
la Pandorga y el minué,
las multitudes.

Alegría elemental,
cantantes de gran fama,
las loas, el Castillo,
y María que es de todos
como Dama bienhechora.

Pero los Enanos son la cima,
la euforia y la sorpresa.
Todo depende de la magia:
crees estar vivo pero andas muerto,
no en este mundo sino en otro
vives y revives, pues el tránsito
es veneno tan dulce como azúcar.

3
Fui sin claras naos ni remeros
pero llevaba conmigo la Verdad
la reconciliación con el origen

Ben-Awara basaltos y dioritas
cresterías cabocos hondonadas
en ella el aire es dulce y la gente
rumia mucho las cosas tiene doble vida
pero cree vivir en paz consigo misma
esa paz que se confunde con abulia
y autocomplacencia.

Tras el cataclismo de las lavas
quietud profunda de bosques
y precipicios los barrancos y proíses
de grandes premoniciones
pero la isla se desmorona cada día
viento y agua la escarban hasta el hueso
los derrumbes la alteran sin cesar
no te caigas Roque Idafe
pues traerás grandes desgracias

Aridane de sol y platanales
cráteres vencidos de viejas erupciones
estanques donde el tiempo
se escancia reloj de arena
espesos laureles de Los Llanos
altos miradores en El Paso
caballos fufos bailando en Tazacorte

En el Puerto embarcamos rumbo norte
cautivo miró Tanausú toda esa costa
y lanzó el Vacaguaré de los rebeldes


4
A lomos de La Caldera, en Tinizara,
vivía el abuelo. El monte,
un pajero, un horno
de hacer tejas y una bodega.

Entre el sol y la neblina
con ovejas y carneros,
cabras y cochinos negros,
la guataca y el machete
que vino de Cabaiguán.

Siempre con montera para
la humedad y el frío,
en las noches de enero.
En la tenebrosa oscuridad
tan solo las corujas, algún mirlo
y los espectros.
Criaba sus sabandijas,
las llamaba de este modo.

Se alimentó de sus cosechas:
Cambiaba papas por chicharros,
habas por sardinas, trigo por un poco
de albacora. Cuando estrenaba el vino
había fiestas con mujeres;
perdían la cabeza, y por celos
acuchilló a un compañero.

De joven fue a Cuba varias veces,
La Habana maravilla pero iba al campo.
Tenía un aljibe para recoger agua
y los frutales que injertaba cada año.
Vareaba almendras, cavaba viña,
Si lo llamaban por algún requerimiento
por veredas de antepasados
bajaba al pueblo.

Vivió, ya digo, en desamparo,
tan solo veía a los arrieros
que subían el Camino Real
y sin embargo cumplió 97.


5
El 7 de septiembre por Tijarafe el Diablo brama
con pólvora y betún.
Chispas y saltos, Lucifer tan atractivo
que se afanan en tocarlo.
Rancheras en la plaza, todos bailan.
Tras la batalla gana la Virgen,
triunfa la luz,
se retira el monstruo.

En las iglesias de la isla
San Miguel tumba a la Bestia.

Pero siempre renace, por eso
su aguijón nos pone en pie,
y -si fuera posible-
nos animaría a gozar la breve dicha.


6
Habana Vieja, Santo Domingo, Maracay,
San Juan de Puerto Rico, Florida, Yucatán,
San Antonio de Texas, Montevideo y tantas otras.
Canarios: pardos esclavos libres
para fundar villas del Rey.
Con sones y décimas guajiras,
perdidos.
A Madre Antilla huían los abuelos,
Todos volvieron mucho más sabios.


7
La historia concluye, todo listo
para el gran mutis por el foro:
vienen desastres y epidemias,
el sol será una estrella enana,
el hombre acabará por extinguirse.
Los ríos ya se desecan,
las aves migratorias no hallan rumbo,
hemos tardado en responder.
Cumbre Vieja fractura en mil pedazos
toneladas de rocas en el mar,
una ola gigante sobre New York
inunca el túnel Lincoln, todo arrasa.
En las calles más sucias del Bronx,
más arriba de la 125,
y en el Bowery de Chinatown
vagabundos al borde del suicidio.
Ya lo advirtió el profeta apocalíptico:
Abiertos los siete sellos, convocadas
todas las tribus de la Tierra,
catástrofes de enormes dimensiones.
Cayó un astro ardiendo,
se volvió ajenjo la tercera parte de las aguas.
Tocó el cuarto ángel la trompeta y
fue herida parte del sol,
el quinto ángel sonó su aviso.
Con saña el ángel sexto desató las plagas
-fuego, humo y azufre-
y murió el tercio de los vivos.
Luego vino un enorme terremoto,
y el Universo volvió al caos.


8
Insólito pensar que la luz del Cosmos
que contemplamos antes del alba
en el Roque, su alto Observatorio,
fue antes del Génesis y ya no está.
Es lo que me pasa contigo:
los álbumes de fotos son agujeros negros
a millones de años-luz.
Y por más que indago en telescopios
tan solo contemplo aquellas maguas.

9
Cansado, el Hombre vuelve a casa.
Observa los riscos y las fuentes,
tras el aguacero
aspira la ruda y el poleo.

Halló el camino de ida y vuelta,
Ya no es el tiempo de altos ideales.

Llevaba consigo sus tormentos: quiso hallar
a los fusilados en viñedos,
calaveras con un tiro entre los ojos.

Igual que una trampa la isla calla.