martes, 28 de agosto de 2018

Eco-conciencia social frente al neoliberalismo

Eduardo Sanguinetti, filósofo, poeta y ecologista - Buenos Aires

El neoliberalismo se hizo hegemónico, cuando la mayoría de seres que componen la comunidad ha llegado a desear las cosas que ofrece y tiene la mirada de esa sociedad neoliberal que muchos creen combatir, sin darse cuenta de que la red de ese impiadoso sistema ha caído sobre todos.
Una humanidad que se moviliza afanosamente tras el espejismo de la fama y el éxito, dispuesta a probarlo todo, incluso llegando a hipotecar sus vidas en el intento de pertenecer a ese olimpo de los nuevos dioses que rigen el ser y estar en este presente, seres que a “sangre y fuego” siguen las tendencias necróticas, prostibularias y demenciales capitalistas, que devienen en histeria, fanatismo, psicopatías varias y, sobre todo, socavan la dignidad de vivir en armonía y paz, en pleno uso de nuestros placeres, dando vuelta las previsiones del sistema capitalista, disputando con él en el terreno de lo económico, de lo político y sobre todo en el de lo cultural.
Se ha abolido, en este régimen, la interpelación y la denuncia de la mentira sistemática y la simulación puesta en acto, por parte de gobiernos y corporaciones manipuladoras neoliberales, en todo lo que hace a la fantástica aventura de vivir; incluso, la negación de todo lo que en otro tiempo se denominaba “voluntad de ser”.
Hoy se navega con soltura en una mentalidad epidérmica y frívola, no comprometida, devaluando lo real y el deber ser, indispensable norma de comportamiento dentro de un ecosistema que “soporta” a nuestra especie y sus prácticas.
El siglo XX, que ha sido posiblemente el más sangriento y trágico de la historia, justifica el descrédito de la pasión por ideas e ideales, porque en el origen de esas grandes tragedias, aparecieron siempre los dictadores, personajes funestos, devenidos en este milenio en mandatarios “todo terreno”, esgrimiendo discursos de entendimiento, desde la ubicuidad de la ausencia de sentido en sus actos, que cotizan en bolsa de valores de marketing y publicidad rentada.
La inteligentzia ecológica legítima, indignada, desconfía, con razón, de todo fanatismo, pues hay un valor máximo a alcanzar, que es la libertad, y el resto son procedimientos para conseguirla.
La Ecología es la negación pura y simple de la lógica capitalista, no se puede salvar la Tierra en el marco del capitalismo… jamás se podrá desarrollar el Tercer Mundo según el modelo excluyente y criminal del neoliberalismo,
Recuerden que como manifiesta la antropóloga y activista ecofeminista Yayo Herrera: “el neoliberalismo nunca va a poder ser verde ni va a tener rostro humano”.
La actitud de levedad con que algunos han reaccionado frente al autoritarismo de siglos pasados trae consigo frutos muy diversos: pretende fortalecer la personalidad, pero acaba, sin embargo, propugnando una personalidad débil, diluida y permisiva; en vez de exaltar la creatividad, que es lo que pretendía, engendra un sujeto errático y pasivo. No puede olvidarse que la huida de la realidad convierte al hombre en simple espectador de su vida.
Creo es preciso suscitar un sentido crítico ante el estado de las cosas, con el enorme riesgo que conlleva, pues el desequilibrio de fuerzas es brutal, procurando re-situarnos como seres humanos, dando prioridad a los vínculos y relaciones entre las personas y con la naturaleza, por encima de las relaciones económicas impuestas por el capitalismo, que han construido comunidades que giran en torno al dinero.
Formarse, leer, pensar, hablar, procurar dar profundidad a la vida y, sobre todo, atrevernos a visualizarnos descarnadamente, para que no quede margen de duda acerca de nuestra condición de ser, que simplemente es frágil y efímera.

lunes, 27 de agosto de 2018

¿Y si solo te quedaran seis meses de vida, qué harías?

¿Y si solo te quedaran seis meses de vida, qué harías? Eso se preguntaba, embutido en el ruidoso aparato para la resonancia magnética durante un tiempo que le pareció una condena. Menos mal que la chica le había ofrecido unos auriculares con música, pero no evitaron la siniestra vibración que intentaba capturar los puntos más vulnerables de su cuerpo. Tuvo miedo.
No valía pedir otra oportunidad, ni regresar al origen. Así pues, somos hijos del capricho que nos trajo sin preguntarnos qué queríamos ser, ni dónde debíamos estar. Dispuesto a aprovechar al máximo su tiempo, se programó para dar la vuelta al mundo. Después de los Emiratos Árabes llegó a China y pasó a Nepal con intención de volar a Delhi. Pero le pareció que aquel avión tenía mal aspecto, tuvo la corazonada de anular el billete. El aparato despegó ruidosamente pero al cabo de media hora se estrelló en las estribaciones del Himalaya. Entonces supo que viviría más de los seis meses que el cáncer le había dado como plazo.

sábado, 18 de agosto de 2018

Luis León Barreto (unos 4 años), con sus padres

Pasa el tiempo, pasa la vida. Y por fortuna he recibido este regalo de parte de mi hermana Ana, con una de las pocas fotos existentes de mi infancia. Un montaje de los años 50 coloreado por la habilidad de alguno de aquellos fotógrafos que visitaban los pueblos. A la izquierda, mi padre: Anastasio León Capote, Los Llanos de Aridane (1905)/Las Palmas de Gran Canaria (1985) y a la derecha mi madre, Donelia Barreto Hernández (Tijarafe, 1920/Santa Cruz de La Palma, 2015). A esa tierna edad, nadie sabe lo que te va a deparar la vida. Gracias a la vida.

viernes, 3 de agosto de 2018

4 poemas (existenciales y eróticos) de Rosario Valcárcel en Nicaragua

En Managua ha sido editado el libro El placer, la dulzura y la belleza. Partido de la belleza. Se trata de una antología coordinada por José Ángel Pineda, en la que participan cinco poetas: Rosario Valcárcel, Miguel Gómez Da Luz, Olivia Cortés Rubio, Rolando Germán Santini y el propio José Ángel Pineda Rizo.
El antólogo explica que el libro es una mezcla de "la sensibilidad social, lo sensual, lo erótico, lo amoroso del sentimiento versado, lo cual hace una importante mixtura de valores, donde las letras y las palabras juegan con las diferentes estructuras líricas. Y el gesto más noble: la solidaridad.

NIÑA IRAQUÍ EXTRAÑA A SU MADRE
Poema de la paz

Igual que un escultor, la niña cincela
en el suelo, teñido de orfandad
y muerte,
la silueta de su madre.

Luego, deja fuera las sandalias
y se recuesta como bestia herida,
en la piel hueca
de su corazón.

Y escucha la desnudez de la vida,
el diluvio de los cañones,
las fauces de dos mundos
que, desgarrados por su fe,
las separan.

Entonces comprende que, sobre su lecho
sagrado, vive dentro de lo que no ocurre;
deduce entonces que nada le puede suceder.

LAS ISLAS DOMINICANAS

Las islas dominicanas escaparon
de los nombres, las esgrimas de tiranos,
las dádivas y las mentiras.
La traición del cielo.

Atormentada, busco la figura
de mi abuelo, un gavillero,
un forajido alzado, un ser
sin poder habitar.

Conjuro su memoria, la sombra
de la guadaña, los alaridos
de unas palmeras que, arrancadas de raíz,
lloran la codicia y la tutela.

EL TODO INCLUIDO

Un hombre negro y flaco entra en mi lecho,
con ruido sigiloso y gestos de ópera
me despierta.
Quiero huir,
desata mi camisón,
aparta mis muslos, me besa.
No sé cómo huir.
Intento escaparme, pero
forcejea mis palpitaciones,
rasga mi soledad.
Los momentos furtivos desaparecen.

Y cuando murmura: abrázame
apretado, muévete suavemente,
me ahogan los espasmos de la pasión.
Busco el alivio,
imploro como bruja famélica,
trepa mis lomadas y vergeles,
Se balancea como el viento.

Me hago la muerta
e igual que la naturaleza requemada
de sol, entreabro mi arcano rociado
del líquido de la simiente.

No sé si fue real o lo soñé:
¿acaso el Todo Incluido puede llevar
consigo soledad y olvido?

UN ENCUENTRO BREVE

Muro de cal junto a la ermita
sobre una fosa de dolor,
mi cuerpo virginal yacía.
Flotábamos: huesos y fantasmas.
Las tentaciones acechan, flores en los nichos.
Eros y Tánatos envuelven el instante.
Aullidos de gatos en celo,
rescoldos de embriaguez.
La ola del sexo nos hizo maullar.
Ánimas en pena bailan por la eterna
misericordia, la vida efímera.
Siento un frío siniestro.

El musgo goza de vida propia.
La naturaleza resucita y muere.
Yo no sé lo que significa quererte
pero amarte aplacó mi terror.


jueves, 2 de agosto de 2018

Dos poetas canarios harán una lectura en México DF

El próximo 30 de agosto la emblemática Librería Jorge Cuesta en Ciudad de México será el escenario de una velada literaria entre los autores canarios Samir Delgado e Iván Méndez González, un ocasión para que ambos poetas isleños residentes en México ofrezcan una lectura poética de sus obras y brinden a los asistentes una visión panorámica sobre la literatura de Canarias. La cita tendrá lugar en el foro de la librería de la Colonia Juárez en calle Liverpool 12, a partir de las 19 horas, y estará moderada por el poeta mexicano Guille Lera.
Bajo el título “Al final del verano” los dos poetas canarios comparten una lectura de poemas alrededor de una mirada conjunta hacia la insularidad, la experimentación con el lenguaje y la identidad de la escritura poética en tiempos de Internet, participando de la convocatoria que la red de festivales World Poetry Movement ha realizado para el mes de agosto de este año en más de 51 países, un llamamiento internacional que contará con cerca de doscientas actividades poéticas en multitud de idiomas para el compromiso ético por la paz y la solidaridad entre los pueblos. Los dos poetas canarios comparten la experiencia de la residencia en el exterior y  participan en el circuito de lecturas poéticas de la República mexicana.

Los autores

Iván Méndez González nacido en Santa Cruz de Tenerife, es ensayista y traductor de poesía de expresión alemana, dirige la revista poética Creaturas imaginarias y es miembro del Instituto de Neuroartes fundado y dirigido por Luc Delannoy, además de colaborador de la revista web Vallejo & Co. Ha impartido docencia en instituciones universitarias de Alemania, Perú, España y México y parte de su obra creativa y académica se encuentra en importantes revistas y publicaciones del panorama contemporáneo.

Samir Delgado nacido en Las Palmas de Gran Canaria es escritor y periodista, fundador del Tren de los poetas y director del Festival 3 Orillas en sus diez ediciones. Miembro del proyecto “Leyendo el turismo” junto a David Guijosa y Acerina Cruz. Es autor de libros como “Banana Split”, “Galaxia Westerdahl” o “Las geografías circundantes. Tributo a Manuel Millares”. Ha participado en festivales internacionales en Estados Unidos y América Latina. Actualmente es profesor en el Instituto Autónomo de Artes Modernas de Durango, México.

miércoles, 1 de agosto de 2018

2 poemas para el verano, de Francisco Brines




Fueron largos y ardientes los veranos!
Estábamos desnudos junto al mar,
y el mar aún más desnudo. Con los ojos,
y en unos cuerpos ágiles, hacíamos
la más dichosa posesión del mundo.
Nos sonaban las voces encendidas de luna,
y era la vida cálida y violenta,
ingratos con el sueño transcurríamos.
El ritmo tan oscuro de las olas
nos abrasaba eternos, y éramos solo tiempo.
Se borraban los astros en el amanecer
y, con la luz que fría regresaba,
furioso y delicado se iniciaba el amor.
Hoy parece un engaño que fuésemos felices
al modo inmerecido de los dioses.
¡Qué extraña y breve fue la juventud!

Aquel verano de mi juventud 
      
Y qué es lo que quedó de aquel viejo verano en las costas de Grecia?
¿Qué resta en mí del único verano de mi vida?
Si pudiera elegir de todo lo vivido              
algún lugar, y el tiempo que lo ata,
su milagrosa compañía me arrastra allí,              
en donde ser feliz era la natural razón de estar con vida.
Perdura la experiencia, como un cuarto cerrado de la infancia;
no queda ya el recuerdo de días sucesivos              
en esta sucesión mediocre de los años.
Hoy vivo esta carencia,              
y apuro del engaño algún rescate
que me permita aún mirar el mundo
con amor necesario;              
y así saberme digno del sueño de la vida.
De cuanto fue ventura, de aquel sitio de dicha,              
saqueo avaramente
siempre una misma imagen:
sus cabellos movidos por el aire,              
y la mirada fija dentro del mar.
Tan sólo ese momento indiferente.              
Sellada en él, la vida.