lunes, 29 de junio de 2020

Alan Smith (artículo de Samir Delgado)

Alan Smith. El poeta que descubrió a Galdós


Fotografía cortesía de Alan Smith (Perú, 2019)


En 1979 el poeta Alan Smith descubre en la Biblioteca Nacional un libro inédito de Galdós que supondrá la publicación de la novela póstuma “Rosalía”, una sorpresa inesperada para el universo literario galdosiano y una predestinación para el joven profesor norteamericano, nacido en Costa Rica, que este año se jubila en la Universidad de Boston. Tras tomar conciencia de haber tenido ante sus ojos una novela sin título que solamente conocía el propio Galdós, Alan Smith permaneció en el metro madrileño con la perplejidad y la emoción de haber encontrado un manuscrito que sería presentado parcialmente en el Coloquio Internacional de Literatura Hispánica de Santander de 1981 y publicada en una edición de Cátedra de 1984.
Desde entonces han pasado décadas entre dos siglos y el poeta Alan Smith ha representado a la estirpe de ensayistas y profesores entregados en vida al estudio y la difusión del mundo galdosiano. Suya ha sido una perseverancia doble, las nuevas lecturas sobre el imaginario mitológico del escritor canario o su relación con otros autores como Flaubert y la prolongación universal en el ámbito angloamericano de sus novelas. Alan Smith ha legado su dedicación a Galdós en numerosos artículos especializados, su firma en la Revista de anales galdosianos ha sido providencial para establecer una continuidad generacional y su paso por las islas en varias ocasiones ha significado la aportación de una mirada experta sobre la literatura de Galdós, además de haber leído sus propios poemas pertenecientes a la voz de una trayectoria creativa de reconocimiento internacional. Libros suyos como Alcancía o Libro del lago contienen el pulso lírico de un autor que escribe en español, con un acento madrileño puro, amante de la literatura en ambas orillas- suya es la edición dedicada a la poesía de Robert Creeley en el año 2000- y cuya pasión secreta por la pintura no tardará en ser reconocida. Su sueño es pasar una larga temporada en Madrid pintando, no ha cesado de viajar a España cada año y junto a su dedicación docente a orillas del Charles River la escritura poética ha sido su verdadero lugar de origen. 
En este año del centenario de la muerte de Galdós, la figura emblemática del autor que fallece ciego en el Madrid de 1920 permanece bajo la estela crucial de representar a uno de los mayores exponentes de la novela en español de todos los tiempos. Después de Galdós, en el transcurso de un siglo han despertado nuevas miradas alrededor del imaginario atlántico, el designio de la periferia y la conexión inédita de narrativas mestizas que confluyen bajo el universo de la condición insular. Sin duda, después de la novela póstuma encontrada por Alan Smith la imagen de Galdós ha ganado mayor profundidad entre Castilla y América, con un testigo de excepción que ha dedicado su carrera de profesor a estimular la lectura en español y la investigación universitaria de numerosas generaciones en Boston. Galdós refleja el más nítido pulso de cosmopolitismo literario que se asemeja a la estela de otras personalidades tardías de la cultura universal en la modernidad como Derek Walcott, Saint-John Perse y Lezama Lima, insulares también y que como Galdós hicieron de la escritura un mundo para habitar.
Volver a Galdós cien años después, con el eco de sus libros en la memoria de poetas como Alan Smith, establece la posibilidad de nuevas ventanas que confluyen hacia la visión clarividente de un escritor inmortal que universalizó las islas y la España de su época a través de la literatura. Otros insulares como el Vizconde de Buen Paso o Alonso Quesada también cruzaron el océano para llegar a Madrid con otros destinos, la literatura de las islas ha forjado autores que como Galdós realizaron a su manera un retablo de los episodios del tiempo que les tocó vivir y convirtieron el oficio de la creación en un modo esencial de supervivencia. El poeta Alan Smith descubrió a Galdós y en las islas tendrá su casa siempre.  
Publicado originalmente en Diario de Avisos, Suplemento cultural El Perseguidor, Junio 2020

sábado, 20 de junio de 2020

2 poemas de Karyotakis (Grecia, 1896-1928)



A UN ANTIGUO COMPAÑERO DE ESTUDIOS
Amigo, es como si ahora mi corazón hubiese envejecido.
ha terminado mi vida en Atenas,
que pasó dulcemente entre alegrías
y a veces con la amargura del hambre.
No volveré más al lugar que la patria
me dio para celebrar la juventud,
sino de paso, con mi esperanza desvanecida, viajero.
Como peregrino iré a tu casa
y me dirán que no saben qué ha sido de ti.
Junto a otro iré a ver a tu Afrodita
y de otros será la casa de Irene.
Iré a la taberna para pedir nuevamente
el vino de Samos que bebíamos.
No estarás, el vino sabrá diferente;
mas yo beberé y me embriagaré.
Subiré cantando y tambaleándome
al Zappio, adonde íbamos juntos.
Será hermoso el ancho horizonte alrededor,
y será mi canción como un llanto.

PRIMAVERA
Así veo yo los jardines.
En el jardín esta noche me habla una nueva melancolía.
Sumerge un almendro su florida sonrisa
en las turbias aguas del fangal. Y el recuerdo de la juventud
sacude con gran tristeza la enferma acacia…
Despertó un frío soplo dentro del derruido invernadero,
donde las rosas son cadáveres y cada tiesto un ataúd.
El ciprés, interminable como un tormento, hacia los astros
levanta su negrura, sediento de aire.
Y se marchan, en cortejo fúnebre dirías, los pimientos
de la arboleda arrastrando sus verdes cabellos.
Las dos palmeras levantaron en su desesperanza
las manos. Y es nuestro jardín, jardín de melancolía.
Prtenece a la generación de los años 20, fue coetáneo de Kavafis, de Pessoa y de Lorca. Se suicidó a los 32 años, y su poesía es del dolor y la melancolía, una gran intensidad.

lunes, 15 de junio de 2020

El racismo USA y las teorías conspiranoicas del Coronavirus

Dos grandes noticias sobre la pandemia de coronavirus: los datos ...EEUU es el país del mundo donde más se protegen y a la vez donde más se violan los Derechos Humanos. No es de extrañar la explosión de protestas de cada verano porque allí los afroamericanos tienen muchas posibilidades de caer bajo la represión policial, por motivos nimios. Ahora se junta el racismo y la "colonfobia", que consiste en derrribar las estatuas de Colón porque lo consideran instigador y responsable de la colonización americana y, en definitiva, de los desastres raciales de estos momentos. Además, el cantante Miguel Bosé se suma a las teorías conspiranoicas cuando señala que Bill Gates está patrocinando la vacuna contra el coronavirus, y que cuando nos la administren nos van a meter un microchip para controlar a la humanidad, siguiendo el argumentario de las novelas apocalípticas de Orwell y Huxley, "1984! y "Un mundo feliz". En este caldo de cultivo, cada vez hay más desinformación, más "fake news", más manipulación. También los gobiernos han ocultado los muertos reales, han reaccionado tarde y mal, no supieron ver el alcance de la pandemia y tienen dudas ante el futuro que se nos viene encima. Y el colmo ha sido la declaración del cardenal de Valencia, Cañizares, para quien las vacunas del coronavirus se están elaborando con fetos abortados. ¡Genial afirmación!

sábado, 6 de junio de 2020

Una entrevista en la radio

Desde México, donde reside, el poeta Samir Delgado manda este mensaje: 

Querido Luis,
Con los mejores deseos de salud te escribo en vísperas del verano, he encontrado el archivo de radio del programa dedicado a ti en 2010, La Cometa nueva, me pareció una bella ocasión para escribirte y recordar aquellos tiempos. Un gran abrazo siempre


María Teresa León, mujer que fue de Alberti, reposa en Majadahonda



JORGE RUBIO. “María Teresa descansa en el cementerio de Majadahonda, tras su duro combate contra el Alzheimer, sin que pudiera concluir su “Memoria de la Melancolía”. Las cenizas de Rafael, marinero en tierra, navegan por fin en la bahía de Cádiz”. El columnista Javier López ha puesto de nuevo de actualidad la figura de la esposa del poeta Rafael Alberti con su artículo  “Rafael, María Teresa y el exilio”, donde hace la siguiente reflexión: “Hay quien dice que las redes sociales están sustituyendo a los medios de comunicación como fuente de información habitual. Sin embargo, la mayoría de esas informaciones en las redes nos remiten a medios de comunicación convencionales, con los cuales nos enlazan para leer la noticia detenidamente”. Javier López a través del diario Estrella Digital rememora la figura de la poetisa María Teresa León poniendo en valor su obra. Y es que María Teresa León es una artista de la poesía prácticamente desconocida, eclipsada oculta bajo la sombra de su marido. “En otros casos, sin embargo, a través de esas redes nos enteramos de cosas que no merecen tratamiento, o como mucho un tratamiento muy escueto en las páginas de los periódicos, las radios, o los informativos televisivos. Así me ha ocurrido cuando un amigo cuelga, en una de esas redes, un fragmento de poema de Rafael Alberti y recuerda que nació en el Puerto de Santa María en 1902, hace 115 años“, prosigue el periodista.“Me encanta que alguien conocido, o no, amigo o enemigo, me saque de la rutinaria sucesión de acontecimientos a los que me veo obligado a prestar atención a lo largo del día. Y éste es un acontecimiento de los que caen en mitad de la laguna de la memoria y crea ondas superficiales y hacia el interior. Basta escuchar a la mujer que le acompañó durante todos estos años de exilio, María Teresa León. “Nosotros hemos ido perdiendo siempre nuestras eternidades, dejándolas atrás a lo largo de nuestra vida, siempre con los zapatos puestos para echarnos a andar”, escribió la poetisa, que descansa por siempre en Majadahonda. “Desde la lejanía de sus eternidades perdidas y la dentellada de sus soledades, a orillas del Paraná o, ya más cerca de España, en su casa del Trastévere, cerca del Tíber, María Teresa, (cuya obra sigue siendo la gran desconocida de la Generación del 27, sin que casi nadie haga gran cosa por recuperarla), vuelve a decirnos que memoria del exilio es la de quien dejó atrás la destrucción de la guerra como la única patria, el último paraíso desolador tras la muerte de las ilusiones y las esperanzas”, detalla.

Y concluye: “¿No comprendéis? Nosotros somos aquellos que miraron sus pensamientos uno por uno durante treinta años. Durante treinta años suspiramos por nuestro paraíso perdido, un paraíso nuestro, único, especial. Un paraíso de casas rotas y techos desplomados. Un paraíso de calles desiertas, de muertos sin enterrar. Un paraíso de muros derruidos, de torres caídas y campos devastados. Podéis quedaros con todo lo que pusisteis encima. Nosotros somos los desterrados de España. Dejadnos las ruinas. Debemos comenzar desde las ruinas. Llegaremos”.



(De www.majadahondamagazin.es)

Poema al verano (Francisco Brines)

¡Fueron largos y ardientes los veranos!
Estábamos desnudos junto al mar,
y el mar aún más desnudo. Con los ojos,
y en unos cuerpos ágiles, hacíamos
la más dichosa posesión del mundo.
Nos sonaban las voces encendidas de luna,
y era la vida cálida y violenta,
ingratos con el sueño transcurríamos.
El ritmo tan oscuro de las olas
nos abrasaba eternos, y éramos solo tiempo.
Se borraban los astros en el amanecer
y, con la luz que fría regresaba,
furioso y delicado se iniciaba el amor.
Hoy parece un engaño que fuésemos felices
al modo inmerecido de los dioses.
¡Qué extraña y breve fue la juventud!
Francisco Brines.