viernes, 27 de junio de 2014

La literatura canaria existe (declaración de la ACAE)

La literatura escrita en Canarias tiene más de cinco siglos. Desde las Endechas a la muerte de Guillén Peraza, 1447, hasta hoy se ha ido construyendo un cuerpo que sin duda posee especificidades, las que ya enumeró Valbuena Prat en los años veinte del siglo pasado y seguramente alguna más. Esta latitud y este aislamiento generan una actitud especial, una mirada distinta, y por tanto conforman un entorno psicológico particular. Probablemente aquí la vida sea percibida desde una cierta conciencia de desamparo, de soledad y del dramatismo que generó nuestra propia historia, aunque todo ello ha de ser matizado por ese sentimiento irónico y el ejercicio humorístico que el insular cultiva con especial predilección.
Así pues nos afectan tanto la insularidad como el eclecticismo, el hecho de surgir en un territorio de ida y vuelta en medio del Atlántico, el ensimismamiento pero también el cosmopolitismo y la constante vocación de conectar con las vanguardias. Desde Cairasco y Viana hasta la Ilustración, con el auge de la historiografía, el auge de la poesía, el surrealismo, el ensayo y la narrativa, la literatura hecha en estas islas tiene calidad comparable a la de otros territorios similares.
Cairasco de Figueroa incorpora el paisaje, la añoranza de la selva de Doramas, y anuncia el barroco. Su sucesor, Viana, fue un prerromántico que glorificaba a los caudillos y princesas guanches con su conocido poema épico, dando pie a un uso y abuso de esta mitología. Pero es en el Setecientos cuando la literatura insular florece y se vuelve didáctica, moralizadora, “ilustrada” para la pública utilidad. Viera y Clavijo viene en el tiempo en que surge la primera universidad, las Sociedades Económicas de Amigos del País, las primeras bibliotecas, las mejoras agrícolas. Tomás de Iriarte, en sus Fábulas, recupera la inventiva del género. El tercer gran hombre del XVIII es el lanzaroteño Clavijo y Fajardo, cuya vida aventurera inspira el drama Clavijo, de Goethe.
Con el Romanticismo se exalta el pasado prehispánico, la mitología del guanche como “buen salvaje” y nace el sentimiento de exaltación regional. A finales del XIX surge en Tenerife la Escuela Regionalista, fundamentalmente poética. Es el momento de ilustres trasterrados como Angel Guimerá y Pérez Galdós.
En el tránsito del XIX al XX llega la edad de la poesía; el Modernismo americano y la Generación del 98 prenden con fuerza. Domingo Rivero nos da su Oda a mi cuerpo. Tomás Morales, Alonso Quesada y Saulo Torón son figuras centrales. También hay cultivadores de la novela y el teatro desde perspectivas costumbristas (los Hermanos Millares, Angel Guerra, Leoncio Rodríguez, Benito Pérez Armas). Hacia 1920 se anuncia una nueva literatura con Gaceta de Arte, con Agustín Espinosa en novela y Pedro García Cabrera en poesía, además de Gutiérrez Albelo, Pérez Minik y Eduardo Westerdahl. Para Gaceta la insularidad es un gozo y las islas un territorio que permite la observación del mundo, un lugar para absorber y digerir, y devolver la mirada.
En 1947 la Antología Cercada da la voz a Lezcano, Agustín y José María Millares, Ventura Doreste, Angel Johan. La Generación del Medio Siglo ahonda en la tradición. Y así llegamos a la novela. Los fetasianos son frutos del silencio y el vacío, generan una literatura casi hermética, repleta de símbolos pues no retratan la realidad a la manera del realismo social sino que beben en Kafka, Beckett, el absurdo. El archipiélago ha cambiado: ya no es una sociedad rural sino una sociedad de servicios turísticos. Con los 70 aparecen nuevos escritores que intentan aproximarse a la realidad desde un tratamiento irónico, desde los procesos de la historia, desde la búsqueda del paisaje y del mito.
Las islas son un borbotón de creación en diversos campos –las artes plásticas, las nuevas tecnologías, la música, la poesía, la novela, incluso el cine- pero esta cultura es poco asumida y valorada. La burguesía insular aprecia insuficientemente sus propios valores culturales y patrimoniales, y la desvertebración se agrava con el intento de reinstaurar a diario el pleito insular.
Con la ACAE los escritores de las islas crecerán juntos. En Canarias casi nunca ha sido posible establecer proyectos aglutinadores y estables. Las humanidades están siendo abandonadas, ganar lectores y cómplices no es sencillo pero -precisamente por hallarnos en una época de crisis- los creadores necesitan idear estrategias de aproximación, potenciar mecanismos que catapulten su trabajo en la sociedad. Ya somos más de 100, estamos en todas las islas y en Madrid, Inglaterra, Chile, Cuba, Francia. Y ahora nuestra revista INSULARIA viene a darnos voz. Ojalá sea por mucho tiempo.

(Declaración de intenciones de la Asociación Canaria de Escritores, publicado en el número 1 de la revista Insularia, año 2008) 
Ilustraciones: Viera y Clavijo y Tomás Morales

jueves, 26 de junio de 2014

La depresión nacional y el nuevo rey

La calurosa mañana en que Felipe VI era proclamado Rey fue de emociones contradictorias y el domingo soleado del frustrado ascenso generó una ola de cabreo y melancolía, revivió viejos complejos de inferioridad. Con respecto a los fastos madrileños, la expectativa de renovar la tocada monarquía nos dejó ver una ciudad casi desierta, las calles semivacías, el joven monarca con voz titubeante en su primer discurso, como si le temblaran las piernas ante asuntos tan serios como el paro, la depresión económica, el desafío soberanista, el desprestigio de la institución en los últimos años, los procesos abiertos contra su hermana y su cuñado, y un largo etcétera, verdaderas papas calientes que ha heredado. Debe ser que la mayoría silenciosa era de moral republicana, porque ni en los tramos más concurridos de la Gran Vía había multitudes cuando desfilaba el viejo Rolls Royce con la triunfal pareja. Las mayorías silenciosas se fueron a la Sierra, se marcharon a la playa, se quedaron en casa. En tiempos de Franco se decía que en las manifestaciones patrióticas de la Plaza de Oriente siempre había como mínimo un millón de personas, ¡menudo entusiasmo el de los pelotas del régimen a la hora de contar! ¿Y cuántos eran los que estaban al mediodía del jueves 19? Unos pocos miles, sin exagerar.
Tal vez los monárquicos a la vieja usanza sigan recriminando a don Felipe que se casara con una divorciada nieta de un taxista. Por cierto: parece fuera de contexto que la policía actuara con tanta energía ante los poquitos manifestantes de vocación disidente, lo de detener a alguien porque llevaba ropa con la tricolor republicana parece de todo punto inaceptable. Pero la mañana del jueves 19 fue también la de una resaca general, la Roja había caído con estrépito ante la otra Roja, la de Chile. Y de este modo no fue posible renovar la catarsis futbolera que la golpeada sociedad de la crisis esperaba del mundial de Brasil. Todo lo contrario: el jueves 19 fue un cruel despertar, la resaca tras una borrachera de años triunfales. ¿Y el discurso de proclamación, qué les pareció? Más bien flojo, más bien decepcionante. Puede que las palabras del nuevo Rey fueron para los cortesanos y convencidos, y puede que fuera una ocasión perdida para estrenarse generando más implicaciones. Habrá que esperar nuevas intervenciones para ver si Felipe VI empieza a dirigirse a ese 62 por ciento de españoles que pide una votación para elegir entre él o la república, según estima Metroscopia, o si prefiere dirigirse tan solo a los cortesanos y convencidos de antemano.
El ambiente aquella mañana era de una cierta depresión porque ahora de una tacada vamos a renovar casi todo: la institución monárquica, la selección nacional y hasta el principal partido de la oposición. Y vayamos a la idea de renovación. El Partido Socialista Obrero Español nos muestra dos candidatos que, ciertamente, no parecen capaces de generar mucho entusiasmo fuera de las prietas filas militantes. Paralelamente, el Partido Socialista de Cataluña acomete la difícil tarea de encontrar otro nuevo líder que sea capaz de sobrevivir en la abultada marejada independentista del 9 de noviembre. Y esta misma mañana del jueves 26 de junio el flamante Felipe VI pasará una prueba de fuego en Girona, cuna del independentismo más furibundo. Y es que muchos quisieran que el nuevo monarca fuese árbitro en la difícil cuestión soberanista, que sea capaz de rescatar valores de consenso y convivencia, que despierte la negatividad burocrática de los actuales partidos políticos. En definitiva: que contribuya a sacarnos de esta sensación de penuria e incluso de angustia que trajo la interminable crisis.
Una corona más íntegra, honesta y transparente, una monarquía capaz de renovarse para acometer los desafíos de un tiempo nuevo. De entrada, el nuevo Rey ha puesto como referencia en su despacho un retrato de Carlos III, uno de los pocos Reyes españoles que podemos salvar en los cinco largos siglos de monarquía. Aunque ya se sabe que en un sistema parlamentario el Rey reina pero no gobierna, son muchos los que esperan nuevos gestos, y lo cierto es que vivimos un tiempo apasionante, fechas históricas para un país que experimenta cambios muy rápidos, sin tiempo para analizar bien lo que está sucediendo. La abdicación, el relevo, el debate sobre el modelo territorial, el golpetazo al bipartidismo que supusieron las elecciones europeas, el desprestigio de la clase política que ha propiciado el fenómeno Podemos, hecho que no debería ser ninguneado por los dos grandes de siempre. A pesar del optimismo del gobierno, lo que no varía gran cosa es la depresión por la crisis económica, más allá de los ejercicios de prestidigitación que hacen los ministros manipulando datos y generando expectativas que parecen demasiado triunfales. Claro que hemos padecido otras crisis, el modelo de capitalismo que soportamos genera una caída grave cada década. Pero ahora las cosas han ido muy lejos, el país se ha empobrecido y a los empresarios se les ocurre que el problema consiste en que nuestros salarios y nuestras pensiones son demasiado elevados. Así que debemos seguir adelgazando, y tan solo Cáritas sigue en su empeño de dar de comer a tanto nuevo indigente.
Con respecto a lo sucedido en el Estadio de Gran Canaria ¿qué se puede añadir? Negligencia, ligereza, el pillaje que late en algunos de nuestros barrios, el tercermundismo latente en una parte de la sociedad insular, esa juventud que pierde valores, esa pésima educación, el mal ejemplo frente a jóvenes que estudian y se esfuerzan por encontrarse en medio de un colectivo que les niega el pan y la sal. El partido del frustrado ascenso fue el peor desenlace para una ilusión tantos años acariciada. Volver a empezar se hará más duro, y ojalá en el 2015, a la tercera intentona consecutiva, se logre el éxito. Mejor que sea con ascenso directo y que se consiga en un estadio foráneo para librarnos de la pesadilla de los vándalos, la negligencia, la falta de organización, el echarse las culpas unos a otros luego de unas escenas que difícilmente podremos olvidar.
(Publicado en www.laprovincia.es,
http://www.laprovincia.es/opinion/2014/06/26/depresion-nacional-nuevo-rey/616786.html) 

miércoles, 25 de junio de 2014

"Lo prohibido": el gran Galdós castiga el adulterio

“Lo prohibido” es una de esas novelas rotundas de Galdós, en las que se define una época. Dentro de las ediciones del Cabildo de Gran Canaria la galdosiana Yolanda Arencibia hizo una cuidada edición conjunta de esta novela y de “Miau”. Buen observador, el autor supo reflejar en sus obras la realidad de una sociedad entregada a la ostentación, que gastaba lo que no tenía para aparentar lo que no era. El pesimismo de Galdós sale a flote una y otra vez, es un cronista excepcional de unas clases burguesas y aristocráticas en decadencia. Introduce el deseo masculino narrado en primera persona y la descripción de un hombre dispuesto a comprar aquello que desea.
El protagonista es un soltero con rentas que se siente atraído por su prima Eloísa, casada. Puesto que el marido de ella está muy enfermo, la situación se legalizará cuando el cónyuge muera y los amantes puedan santificar su relación. José María empieza a hastiarse de la mujer que hasta el momento le obsesionaba: la ve gastona y disipadora. El placer de la conquista, la vanidad satisfecha y el encanto de poseer dejan paso a la fatiga. Sólo una cosa le mantiene unido a su amante: el sentimiento masculino y pueril de los celos. 
En la línea de Flaubert con Madame Bovary o de Dostoievski con Ana Karenina, Galdós castiga a la adúltera. Pudoroso en extremo, el autor nunca hace descripciones sexuales, pasa sutilmente sobre ellas. La que burla las leyes sagradas no puede disfrutar de la felicidad, por eso la retrata como una mujer que está enamorada del lujo. La tormentosa obsesión del protagonista de poseer a mujeres casadas se hace incontenible, y él acabará siendo víctima de sus deseos.

martes, 24 de junio de 2014

Irak, tierra maldita para EEUU

Eduardo Sanguinetti (Argentina)

El 20 de junio, en el medio de la matanza de los iraquíes, Israel recibió el primer cargamento de petróleo crudo enviado desde el Kurdistán iraquí. El Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) controla el norte del país, incluida la ciudad petrolífera de Kirkuk, cuyo oleoducto alcanza el puerto turco de Ceyhan. Es una demostración de la nueva situación política de la región y plantea muchas sospechas sobre lo que sucede en el escenario iraquí y los que dirigen la función. EEUU se prepara para un nuevo asalto sobre el país, y, como siempre, la verdad —a la que suelen denominar Teoría de la conspiración— es la primera víctima de la guerra. Ya saben, ni Irak tenía las dichosas armas, ni Bin Laden estaba en Afganistán. En pocos días, un millón de niños, ancianos, enfermos, mutilados, desesperados ciudadanos iraquíes han huido de sus hogares hacia ninguna parte, en una tierra maldita por el petróleo. Los maestros de la Historia ya señalaban a Irak como el segundo Vietnam del imperio estadounidense, donde se precipitó su debacle. El actual infierno de Mesopotamia, también es un gran clavo para el ataúd de Obama: el presidente que quiso ir al Pacífico a meter miedo en el cuerpo a la tierra de Mao, se vuelve a dejar utilizar por sus aliados débiles en Oriente Próximo. Caso omiso a la sabiduría de Albert Einstein: “La locura es hacer la misma cosa una y otra vez y esperar resultados diferentes”.

lunes, 23 de junio de 2014

UD Las Palmas-Córdoba: el vergonzoso espectáculo del fútbol


 José M. Balbuena Castellano

Soy uno de los tantos ciudadanos de estas islas que lamentan el bochornoso espectáculo que ofrecimos a todo el país, en el que unos incontrolados individuos, muchos de ellos menores de edad,  invadieron el Estadio Gran Canaria, ante de que finalizara el partido de la U.D. Las Palmas. En primer lugar he sentido vergüenza, tanto por el hecho en sí que atenta contra la imagen de la isla,  como por la falta de previsión  de quienes tenían el deber de haber afrontado el riesgo que había. No era un partido normal, un partido cualquiera sino que se disputaba, nada menos, el ascenso del equipo isleño a la Primera División.
Así que en esta ocasión, hubo todo un equipo de culpables que tuvo que ver con la falta de previsión ante un encuentro que podría catalogarse de riesgo. Culpable la delegación del Gobierno que no envió a ese lugar concreto de la ciudad a las fuerzas de seguridad suficientes que evitaran lo que después ocurrió.  Ahora se lavan las manos y le echan la culpa a quienes cometieron la gamberrada de la invasión al campo. Culpables los organizadores del evento, incluído el presidente de la U.D. Las Palmas que se encargaron de una seguridad sin tener  la suficiente preparación y ni siquiera los  incentivos para ejercer esa profesión. Culpables, quienes decidieron abrir las puertas para que entraran aficionados que se encontraban fuera, en un número bastante considerable, y, especialmente, había también una serie de energúmenos que se caracterizan por su trayectoria de alborotadores y folloneros, que tratan de reventarlo todo, bien sea por su frustración personal, por su adicción a drogas y alcohol, o, particularmente porque no tienen ninguna educación ni responsabilidad ya que sus padres no se han preocupado de educarles. O simplemente, no tienen padres. Viven en familias desestructuradas y no tienen a nadie que se ocupe de ellos. Estamos, pues, ante un grave problema social que afecta mucho más a unas islas apartadas del continente y sin apenas recursos, que a otras tierras situadas en la Península Ibérica.

Lo cierto es que, Las Palmas que tuvo en sus manos el ascenso a primera, lo perdió todo en unos segundos, y lo que era una alegría se convirtió en una tragedia. Indudablemente, encontrarse  en primera división beneficiaría a Las Palmas de Gran Canaria y al mismo equipo que la representa.
Había ayer gente que lloraba por todo lo ocurrido: por un lado, por la impotencia de no haber conseguido subir a primera, y en segundo lugar, por esa vergüenza que sentimos todos los que aún la tenemos, ante un espectáculo que daña nuestra imagen. En tercer lugar, porque quienes trataron de lavarse las manos, han utilizado las fuerzas policiales para blindar a ministros del gobierno aborrecidos por las masas, como fue el caso de Wert en La Laguna, o si no, el estado de sitio que rodeó al señor Soria en su pregón-mitin pronunciado en una ermita del municipio de Telde. Tanto en un lado como en otro, sobraban policías.

sábado, 21 de junio de 2014

Elsa López, poeta de emociones


Poeta que cultiva el intimismo y el amor, una poesía de emociones que recita con sensibilidad; en su obra capta el mundo de la mujer, el arrebato amoroso, la nostalgia de la infancia, el grito ante la injusticia del mundo. También prosista y novelista nacida en Santa Isabel de Fernando Poo, Guinea Ecuatorial, en 1943. Pasó su infancia en la isla de La Palma.  Doctora en Filosofía Pura, Antropóloga y Catedrática de Filosofía, ejerció la docencia desde 1965. Fue presidenta de la Sección de Literatura del Ateneo de Madrid, organizadora y miembro del grupo poético literario La Ortiga, fundadora y directora del importante proyecto editorial Ediciones La Palma en Madrid y organizadora y coordinadora para el Gobierno de Canarias de los proyectos El Papel de Canarias y  Memoria de las Islas. También fue directora de la Fundación Antonio Gala. Su producción poética se inició con el poemario «El viento y las adelfas» en 1973, al que siguieron «Inevitable Océano» en 1982, «Penumbra» en 1985, «Del amor imperfecto» Premio Internacional de Poesía “Ciudad de Melilla” en 1987,  «La Fajana Oscura», Premio Internacional de Poesía “Rosa de Damasco” en 1989,  «Cementerio de elefantes» en 1992, «Al final del agua» en 1993, «Tránsito» en 1995,  «Mar de amores» XII Premio Nacional de Poesía “José Hierro” en 2002 y finalmente «Quince poemas de amor adolescente» en 2003. Ha obtenido otros galardones como investigadora y guionista de cine y parte de su obra ha sido traducida al francés, italiano, inglés y árabe.

Hoy quiero regresar.
Tengo miedo al saber
que la higuera se va volviendo grana,
y al viejo nisperero le han crecido los gajos
hasta alcanzar la casa.

Hoy quiero regresar.
Cuando febrero se acerca, ya sin frío,
para recobrar aquel remolino de almendras
y tuneras.

Aquel olor salitre y miel de abeja
que se despeñaba, cuesta abajo,
por el camino de la ermita y los dragos.

Hoy quiero regresar
al muelle, las noraes, y la sirena de los barcos.
Regresar a ti,
al otro lado de los sueños,
por donde multiplicas
la ternura y los muertos.

(1982)

Cuando tu lengua escarba mi cuerpo lacerado
que fue tan solo tuyo durante un tiempo espeso,
inmortal y perfecto.
Entonces tú terminas y yo comienzo a amarte.
Cuando he rugido cóncava debajo de tus piernas,
y has dejado un reguero de sal y hierbabuena
sobre mi piel reseca.
Entonces tú terminas y yo comienzo a amarte.
Cuando la luz se apaga y tu cuerpo se queda
tendido y olvidado entre blandas semillas.
Entonces tú terminas y yo comienzo a amarte.

El descendimiento

Desgarrarse del hijo.
Desprenderse de la carne.
Trazar una línea imperceptible desde el centro a la luz
y ver cómo la luz parte en dos tus esperanzas,
demuestra cómo el mundo se nutre de lo ajeno.
Así la muerte y sus gestos oscuros.
Así los brazos en cruz
como una interrogación sobre el vacío.
Así la cama desierta
y el ruido de la sangre golpeando las ventanas.
Así las sombras.
Eso fue una mañana
y ya no hubo otros marzos que llevarse a la boca.
El tiempo se detuvo para siempre en el mantel a cuadros
y ella supo, a partir de ese día, del dolor y sus costumbres,
de la lágrima vertida,
de la punzada de vidrio en el centro del pecho,
del grito que se extiende como un bálsamo,
de las grietas del alma,
de la herida. 

 
Recuerdo el amor que me nacía al tiempo de la lluvia.
Recuerdo los baúles y las colchas de hilo,
las flores de lavanda volando por espacios abiertos y felices,
aquella despiadada multitud de grillos debajo de las lápidas,
y tus besos, pan y aceite, detrás de los postigos.
Recuerdo aquellos días cuando tú me besabas
tras las torres caídas del castillo y las olas.
Y recuerdo las noches naufragando tu cuerpo
en aquella penumbra universal del hambre.
Yo entonces era otra.
Pero no he renunciado ni al amor ni a la herida.
Perdona si algún día invado tu presencia
y quedo clausurada sobre tus dos rodillas.
Perdona si declaro tu destierro de aljibe,
si me bebo la luna que duerme en tus ojeras,
si entretengo tus horas de soñador furtivo
y me pongo pesada al contarte mis cuentos.
Perdona si soy alta, mimosa, insumergible.
Si me duelen las cosas que dices a diario,
si no te miro a veces cuando vas a buscarme
o mis ojos se cuelan por tus vértices negros.
Perdona si comparto contigo mis asombros
y habitamos felices en un mismo planeta
del cual sólo se saben tus pasos y los míos.
Perdona si algún día persigo tus cometas
por el sol y las tapias de recoletos sur.
Perdona si estoy triste
y me atrevo a pedirte las señas de tu cuerpo
precisamente hoy,
unas horas más tarde de acabar el invierno.

La madre

 Estos días azules y este sol de la infancia.
Antonio Machado

Cuando murió la madre lo supo de una forma distinta,
poco clara quizás.
De herencia le dejó un álbum de serpientes,
una cómoda antigua con cristal de bohemia,
un cuadro con jardines y una calle de plomo.
No lloró casi nada,
¿o mucho? poco importa eso ahora,
pero hoy, al recordarla detrás de los cristales
de esa ciudad sin niños,
le ha venido a la pena la imagen de su cuerpo,
una ventana, la isla de colores,
el muelle de granito con sus prismas dorados,
la casa, los anones, el mar, las plataneras,
oscuros paraísos cubiertos de sal fina
y una muchacha absurda de mirtos al alféizar
viendo morirse el agua
por detrás de la línea que llaman horizonte.
(La madre le contaba que le gustaba verse,
agridulce y romántica,
mirar aquellos barcos hacerse diminutos
y quedar engullidos por azules praderas.)

* * *

El cielo no es azul y yo alargo los dedos,
rompo el doble cristal que me aprisiona
y vuelo hacia tu pozo
hacia el lugar umbrío donde me desconocen.
(La ventana es muy alta, el río está muy lejos,
y hay un montón de lirios flotando en las orillas).
Luego alcanzo tu nombre y te llamo.
Te llamo por tu nombre y la costumbre de tu nombre.
Me despojo del manto
y me entrego desnuda al festín de los perros.

Aires de lima

Yo vi romperse el agua camino de Beirut
cogida de tu mano sobre El Roque y las algas
que tienen por costumbre el fondo de tus ojos.

Yo vi cómo giraban las aves de la tierra
cerca de tu cabeza.
Y vi como la lluvia se hacía gris en el aire
sobre la casa grande rojo-indio del valle.

Yo vi las jacarandas naciendo del asfalto.
Y los papayos verdes.
Y aquel árbol florido de naranjas redondas
colgando de tus dedos.

Yo vi cómo la noche se prolongaba oscura
por tus hombros caídos y por tu boca espesa.
Y vi cómo la muerte me alcanzaba despacio
hasta dejarme a solas.

Los domingos no llueve...

Los domingos no llueve.
Me quedo como muerta detrás de los balcones
y espero de la tarde cualquier cosa distinta.
Pero no llegas nunca.
Te olvidas de mi pelo
y del vuelo ligero que emprende al contemplarte.
Mis costas se te pierden
y te olvidas del sur y de mi boca.
Te olvidas de la lumbre,
de la flor siempreviva
y del mar con naranjas.
Te olvidas de que existo
y que quizás te ame mejor que ningún día.


CARASSIUS AURATUS
A Tania Padilla

 Era un pececillo rabicorto y callado
buscador de piratas y cofres de marfil
que los peces barbados
depositaban de noche en sus escamas.

Conformaban su mundo piedrecillas redondas,
un pequeño jardín alfombrado de erizos,
caballitos de mar y ermitaños cangrejos
que ella misma cuidaba con esmero.

Era un pez muy pacífico
capaz de convivir con otra especie
pero muy poco dado a dejarse capturar
o a quedarse cautivo.

martes, 17 de junio de 2014

Las hogueras de San Juan: ritos y supersticiones del pueblo llano


Ya vienen las hogueras de San Juan, noche del 23 al 24 de junio. ¿Por qué en Canarias existe una cierta inclinación hacia lo mágico? Por nuestros cruces culturales, por ser sociedad de mestizaje. Además se constata que históricamente tuvimos pocos médicos –en la ciudad de Las Palmas los tenía la gente principal: el obispo y los corregidores, el inquisidor y los aristócratas de los mayorazgos- por esta circunstancia florecieron los curanderos que conocían los rudimentos del arte de la sanación. Esa noche incorpora prácticas de adivinación sobre la vida, los amores y la muerte. Se observa el agua de un estanque o un aljibe, de una palangana o de un vaso para concluir –según esté clara o turbia- si el futuro será bueno con nosotros. Se pone agua con pétalos de rosas y se deja al sereno, o para pronosticar si habrá lluvia en el siguiente año se escriben los nombres de los doce meses, se les echa sal y se dejan al aire libre para que la humedad nos indique cuando habrá lluvia. Las predicciones del amor se utilizaban para saber si el futuro esposo será pobre o rico, conocer su profesión o desvelar si sus intenciones son las de casarse o sólo divertirse. Para ello las jovencitas usaban elementos cotidianos, como papas, frutos, granos de trigo, bolas de pan, claras de huevo, etc. San Juan era, asimismo, propicio para rituales de curación, y las plantas medicinales debían ser recogidas justo esa noche. Los niños herniados debían ser curados al alba del 24, mediante la ceremonia de pasarlos por el mimbre. Los curanderos conocían las plantas, manejaba los objetos y ejecutaban las ceremonias invocando siempre la fe religiosa, la vida de Cristo y los santos, el evangelio, las oraciones y el apoyo de los apóstoles, de los cuales San Juan era el predilecto.

Por otro lado nuestro lenguaje tiene ecos de poesía y de simbolismo, muchas veces hablamos por ocultación, lo cual en cierto modo supone un ejercicio mágico. Aunque constituimos una sociedad en rápida transformación nos queda cerca el mal de ojo, el arreglo del pomo, la isla de San Borondón, supuestas casas poseídas por ánimas como la de Tacande en La Palma, las leyendas de la luz de Mafasca en Fuerteventura y la luz de El Time, también en La Palma, el sorteo de los santos cuando no llueve, etcétera. Hemos carecido de ciencia y por ello recurrimos a una cultura popular en la que aparecen arcaísmos. Nuestra configuración como sociedad que nació de diversos aportes, hace pervivir creencias y usos aborígenes, como las tibicenas o perros de la noche, la sangre de drago, los ritos de invocación al sol o las ceremonias dedicadas a propiciar la lluvia, como la fiesta de La Rama de Agaete. A las islas llegó también el influjo de judíos y moriscos expulsados de la Península, de los esclavos negros traídos del Golfo de Guinea y Cabo Verde y de los artesanos portugueses que dirigían las labores en los ingenios; vinieron agentes del comercio de toda Europa y familias que trajeron costumbres mediterráneas, y otras de Galicia que añadieron elementos celtas; además de todo ello, hicimos el camino de ida y vuelta con América.

Los pueblos primitivos configuraron ritos relativos a la luz, la fecundidad y la resurrección de la naturaleza, ya que el verano es tiempo de cosechas. Hacia el 21 de junio la declinación del sol con respecto al ecuador es la máxima y los días pasan a ser más largos que las noches. Sabemos que los guanches tenían ceremonias de adoración al sol, al que ofrecían vísceras de animales para propiciar la fortuna en la recolección del cereal.

La hoguera en la que arden muebles, vestidos viejos y desechos tiene –al igual que el incienso de hindúes, budistas y cristianos- una acción positiva: es como si quedasen protegidas las casas, los sembrados, los animales domésticos. San Juan era, en el Tenerife rural, el tiempo de iniciar los baños de mar, no sólo para las personas sino también para los rebaños de cabras, caballos, mulos y otros animales, que eran purificados en tal fecha. Viera y Clavijo dice que en El Charco Verde de La Palma acudían los enfermos a bañarse justo por San Juan. En Icod existe la tradición de los “hachitos” de trapo empapados en petróleo, una procesión nocturna con danzas y la imagen de San Juan, mezcla de paganismo y cristianismo ya que se funde la llegada del verano con el ceremonial católico. En Agulo, La Gomera, existe la tradición de los “piques” o pugna verbal entre los barrios.

Para los cronistas, la recogida de las cosechas o Beñesmén aborigen sería algo más tardío que San Juan. Según Mármol Carvajal, 1573, “los antiguos africanos de Berbería fueron todos ydólatras y adorauan el sol y el fuego”. En opinión de Hermógenes Afonso de la Cruz, las hogueras que los guanches practicaban a finales de junio en honor al sol, fueron cristianizadas tras la conquista. Según el historiador Marín y Cubas, “entre el 21 y el 22 de junio, los  primitivos canarios hacían fogaleras y llamaban a los magos, que eran los espíritus de sus antepasados.” Para Pedro Gómez Escudero, citado a su vez por Francisco Morales Padrón, los canarios “llamaban a los magos, que eran los espíritus de sus antepasados, que andaban por los mares y venían allí a darles aviso cuando los llamaban, y veíanlos en forma de nubecitas” En el Atlas de Marruecos hombres y mujeres realizan la misma ceremonia: rodean la hoguera, saltan la primera humareda que se eleva y exclaman: ¡Cualquiera que sea el lado hacia el cual tú deseas inclinarte, oh humo, muéstralo” Se observa la dirección del humo y sacan los presagios; el año será malo si se inclina hacia el oeste y el norte, bueno si se dirige al Este, al poniente. Sectores nacionalistas conmemoran el llamado Achún Magek, con que se iniciaría el nuevo año en la noche del 21 de junio. Se rompe un gánigo y se queman frustraciones, se salta sobre las cenizas y se pide que el año venidero traiga salud, progreso para rebaños y cosechas. Luego se realiza un baño en el mar. Y cada año vuelta a empezar.

jueves, 5 de junio de 2014

Los pirómanos y el cambio climático

 
Todavía en primavera ya comenzaron los fuegos, casi siempre intencionados. Con sigilo y alevosía, alguien se sube a un todo terreno y va sembrando llamas por parajes solitarios, provoca conatos en lugares de difícil acceso para que la erradicación sea complicada. Dicen los psicólogos que un pirómano es un individuo con un trastorno de los impulsos, que le produce una atracción anormal por el fuego y todo lo relacionado con este. La sintomatología se manifiesta en la producción de incendios y en el gozo que sus consecuencias originan. Existen en todas partes, pero aquí en las islas han provocado catástrofes ambientales en los últimos años, y son muy contados los que han podido ser detenidos y llevados ante un juez. Paralelamente, el Pentágono publica un informe según el cual el cambio climático será peor que el terrorismo, los contrastes aumentarán y en los países donde la situación alimenticia ya era crítica empeorará más todavía.

Puede que los pirómanos sean personas que padezcan una enfermedad mental, pero también pueden ser gente enfrentada a la sociedad por una mala situación económica, personal o social. A veces las personas se encuentran frustradas y no encuentran la manera de desahogar sus problemas, y por ello toman represalias contra los demás, a veces forman parte del propio personal contratado para la extinción en cuyo caso habría que extremar las precauciones a la hora de contratar ese personal, en otras ocasiones son miembros de este personal que han sufrido una situación de despido como consecuencia de los recortes.  Entonces es como si actuaran para sentirse aliviados tras lo que juzgan una injusticia. Es posible que posean una incapacidad para controlar los deseos de incendiar, pero también es probable que en algunos de los casos se mezcle el instinto del vandalismo, tan presente en las sociedades urbanas. Algunos son incapaces de aceptar la armonía de un parque, un parterre con flores, un monumento en la vía pública. Y entonces proceden a destrozar lo que tienen ante sus ojos. 

Señalan los expertos que la patología suele desarrollarse a temprana edad, afecta con mayor frecuencia a los varones, especialmente a los que no consiguen destacar socialmente. Puede haber afectados de todas las edades, pero es más frecuente en la adolescencia. En la infancia aparecen casos, mayormente causados por la curiosidad, más que por patologías de comportamiento.  Muchos pirómanos se involucran con actividades relacionadas con el fuego, como bomberos, programas de prevención de incendios, fábricas de fuegos artificiales, etc. El pirómano atraviesa por dos fases cuando provoca un incendio:  antes de cometer el delito sus niveles de adrenalina están disparados, pero una vez iniciadas las llamas descargan la tensión acumulada con el disfrute de sus consecuencias, sensaciones gratificantes. El pirómano no experimenta remordimientos por su acción, sólo está interesado en la satisfacción que consigue. No existe un tratamiento concreto para esta enfermedad, y en general, no hay motivaciones que lleven a estos individuos a desear una cura. Por lo general es la prisión la única vía segura para evitar que provoquen nuevos destrozos, pero no existe la cadena perpetua para tales casos.

En unas islas superpobladas como las nuestras y con una masa vegetal insuficiente, podríamos pensar que la repetición de los incendios forestales perjudica de manera significativa el régimen de lluvias. Además, los expertos señalan que el cambio climático, ya imparable, está lleno de riesgos. Por ejemplo con respecto a las precipitaciones se observa que en conjunto podrían aumentar, aunque no se repartirán homogéneamente. Allí donde antes llovía mucho, ahora lloverá más aún y donde llovía poco, lloverá menos. Inundaciones y sequías extremas, a la Península Ibérica y a Canarias les corresponde una mayor desertización. En este sentido los contrastes aumentarán, y en los países donde la situación alimenticia era crítica empeorará. Evidentemente esto tendrá repercusiones para la seguridad mundial. No en vano hace algunos años el Pentágono explicó en un informe que la amenaza para la seguridad mundial por causa de un cambio climático descontrolado será mayor que la causada por el terrorismo.

El profesor y climatólogo Mojib Latif ha declarado que el problema de la nutrición mundial se agudizará, y los indicios empiezan a concretarse. La cosecha de trigo se ha reducido en los últimos 50 años, y el trigo –igual que otros productos esenciales­­– se ha convertido en instrumento apto para la especulación en bolsa, de hecho grandes corporaciones compran cosechas enteras para luego traficar con ellas. Y aunque ya nadie duda de la repercusión negativa que el cambio climático tendrá sobre la comida, lo cierto es que la actual forma de alimentación repercute a su vez sobre el cambio climático. Coches, aviones y la industria son considerados como los principales causantes, también la bombilla tradicional, pero Latif sin embargo nombra un causante mayor: la ganadería. El 20% de las emisiones de metano a la atmósfera proviene de los 1.500 millones de reses vacunas que existen en el planeta y el metano contribuye a su vez en un 20% al calentamiento global, además otro dato negativo es la creciente destrucción de las selvas tropicales para aprovechamientos de madera, construcción de presas, cultivos de forraje, etcétera. Vamos, que tendríamos que adoptar el régimen vegetariano.

Renunciar al filete diario de carne sería un gran beneficio para la selva tropical, para el clima y en definitiva también para los animales. Sin embargo, no se augura ningún cambio fundamental. Para este experto el mal reside básicamente en la postura del ser humano: el problema es que estamos programados para actuar sobre la inmediatez, nuestra forma de pensar solo se refiere al aquí y ahora. Pensamos en nosotros mismos y no en las generaciones venideras, además hemos perdido el respeto a la naturaleza. El accidente nuclear de Fukushima fue una prueba de ello, pues esa central estaba construida para aguantar un terremoto de grado 8 y sobrevino uno muy superior. Además la ola que generó fue de 10 metros de altura, mucho mayor de lo que se pudo presuponer. Los científicos opinan que tendríamos que volver a sentirnos humildes ante la grandeza de la naturaleza, único modo de que nuestros descendientes vivan todavía en un planeta habitable.

miércoles, 4 de junio de 2014

Cosas que hay que cambiar deprisa

 
El torbellino de la historia se acelera en momentos como este y, para que todo siga como antes, hasta Maquiavelo opinaría que algo debe cambiar en la superficie. En este mundo de nuestros días muchas cosas están en revisión, y, tal como anunciaba Bob Dylan en aquellos años oscuros de la guerra de Vietnam y la contestación de los universitarios en los campus norteamericanos, los tiempos están cambiando. Digamos que los tiempos avanzan con vértigo, los cambios tecnológicos hacen que nos movamos a impulso de whatsapp, a croniquilla trompetera de twitter, mientras los viejos cánones con verdades presuntamente inmutables se resisten a desaparecer del escenario. Lo que acaba de suceder con la abdicación del Rey podría tener efecto de catarsis colectiva o, acaso, en el peor de los supuestos podría ser otro elemento de desestabilización en un país sometido a demasiadas tensiones de amplio calado, una crisis demasiado larga a la que no le quitan virulencia las pequeñitas rebajas en las cifras de parados, tan cuestionadas por la mayoría que no ve progreso ni mejoría en el horizonte inmediato. La calle se mueve, las nuevas fuerzas políticas piden entrar en el reparto pero aun así, no parece que la democracia asamblearia gane la partida con los pretendidos referendos de Cataluña, el debate Monarquía/República o la consulta sobre las prospecciones petrolíferas. La cosa no da para tales alegrías, bien que lo saben quienes mandan. Porque quienes mandan todavía gozan de amplia mayoría en el Congreso que les permite imponer su voluntad. ¿Afrontarán el pérfido Rubalcaba y el inmutable Rajoy las cuestiones federales con el encaje de Cataluña y Euskadi, los cambios de la Constitución, la persecución del fraude fiscal, la discriminación de las mujeres en la línea sucesoria del trono, etcétera?

Lo que también ha sucedido en las europeas constituye una lección que dudo pueda ser aprovechada por los grandes partidos, alzados en su prepotencia de siempre sin darse cuenta de que en Italia, Francia, Grecia o Gran Bretaña las urnas han escupido varios SOS que deberían ser analizados con sosiego y sobre todo sin orejeras. Sin ir más lejos, hay partidos ultraderechistas y neonazis, en Italia un cómico que hace burla y escarnio de los políticos profesionales es ya una fuerza incuestionable. Pudiera ser que el bipartidismo vaya siendo limado, con lo cual iríamos hacia un modelo italiano, con mayorías de gobierno algo inestables y difíciles de consolidar. Las convulsiones del cambio de los tiempos llegan incluso al Vaticano, y el papa Francisco comenta con la boca chica que el celibato no es dogma y que quizá dentro de cincuenta años a lo mejor alguien se atreve a definirlo como materia no vinculante, difícil que la opción llegue a tiempo para los ocho mil y pico de curas españoles casados, que necesitaron mucha valentía para adoptar esa opción en tiempos cavernarios. Y ello pese al descenso de las vocaciones. El juez Garzón advierte que con el fin de la justicia universal vamos a tener en la calle a cientos de narcotraficantes y otros desalmados internacionales que se benefician de la admirable medida del ministro Gallardón, ese mismo que nos mete el susto del cuerpo con sus taimadas iniciativas.
Han estado por aquí dando nuevas consignas los prebostes del Fondo Monetario Internacional, dijeron que los esfuerzos no están mal pero que no son gran cosa. Por ello pusieron énfasis en advertir que para resolver nuestra depresión y rebajar los millones de parados hay que convertirse en una economía productiva y competitiva, y ello exige continuar reduciendo los salarios y abaratando los despidos. Hay que caminar hacia el contrato único, y sobre todo debemos marchar raudos hacia el nivel de vida de Tanzania, que es el que nos corresponde. Es decir que todavía no nos hemos apretado el cinturón lo suficiente. Valiente pandilla.
Aprovechando el caldo de cultivo de la anunciada abdicación, los partidos que se vieron fortalecidos en las europeas señalan que es el momento de plantear el referéndum entre Monarquía y República, las primeras convocatorias trajeron un moderado optimismo a quienes claman por la bandera tricolor. Recuerdan que los partidos políticos “de la casta” no han llegado al cincuenta por ciento de los votos y que por ello todo debe estar en profunda revisión, incluida la institución monárquica.
Como se ve, todo está en el alero como si hubiera llegado el instante cumbre de que suenen los clarines y sintamos el crujir de dientes que nos anticipa el Apocalipsis para el estruendoso día del Juicio Final, las llamas de la eterna condenación, el abismo infinito. ¿Toda esta revoltura responde a un cambio generacional profundo, a la crisis del propio sistema, a la pérdida de prestigio de la monarquía en los últimos años, a la desconfianza que el ciudadano siente hacia los políticos que lo representan, a las consecuencias de los dineros ilegítimos de Urdangarín y la infanta Cristina?  
Según las definiciones de la Real Academia la palabra crisis, que viene del griego, tiene siete posibles acepciones: cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para que el paciente se agrave; mutación importante en el desarrollo de procesos físicos, históricos o espirituales; situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese; momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes; juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente; escasez, carestía, y, finalmente, situación dificultosa o complicada.
La crisis no solo es económica sino que es mucho más profunda. La tentación es aplicar parcheos aquí y allá, aunque la carretera no se arregla con esos parcheos sino que necesita una capa de asfalto limpio y flamante. Y la crisis contiene también la respuesta: para que todo siga igual, algo debe cambiar con verdadera deprisa. Ahora vendrá la era de los gestos y de los consensos, una palabra que hace mucho no se conjuga por aquí. Hay muchas cosas que deben cambiar con tal de que el sistema nos siga mangoneando de la misma manera que lo ha hecho siempre, sin que les importemos un bledo. A propósito, un amigo me sopla que, ya puestos, Rajoy también debería abdicar y convocar elecciones, ya.

domingo, 1 de junio de 2014

25 narradores publican la Antología de la NACE 2013

En la lamentable edición de la Feria del Libro de Las Palmas de GC, donde a los escritores canarios se les puso en un descaradísimo segundo plano, fue presentada una nueva antología de relatos escritos por socios de la Nueva Asociación Canaria para la Edición. Creo que la postura más adecuada en la XXVI edición de la feria ha sido la de Moisés Morán: dado como nos tratan, lo más coherente para años sucesivos es abstenerse de participar. Y que los organizadores entienden que así no se va a parte alguna.
Con portada de Arima García, allí se daban cita Héctor León, Marisol Llano Azcárate, Ana María Martín González, Moisés Morán, Araceli Cardero, Marifé Navarro, Sara Godoy, Luis J. Velasco, José Luis Guijarro, quien suscribe, Elena Izquier, Teresa Delgado, Olga Chulani, Aquiles García Brito, Belén Ventura Hernández, Carmen Rosa de la Nuez, Rosario Valcárcel, Isabel Santervaz, Concepción Hernández Romero, Dolores Martín Ferrera, José Manuel Hernández, Bruno Rodríguez, Rosario Ibrahim, Cristina Calderín y Pino Monzón.
Hay gran variedad de registros y de propósitos, pero en definitiva este grupo viene a demostrar la vitalidad y diversidad de las letras canarias en estos momentos. Y por ello ya conviene dejar constancia.